Sus pasos aun torpes, denotan su recién despertar… pero su sueño era ligero y aun cuando la sensación de sentirse adormilada no la abandonaba del todo, su cuerpo parece tener otra alternativa la lleva a la sala, arrastrando apenas una frazada. Noto claramente que no había aun luz natural… probablemente eran cerca de las seis de la mañana, aun así, decidió abrir las persianas y espera un poco más.
Comenzaba a cuestionarse su falta de sueño ya que si se miraba con el reflejo del resto de las habitantes de aquel lugar no había gran diferencia entre sus actividades; una promoción fuerte durante dos semanas… y luego ligera con participación en algunos programas de tv. Había notado el cambio dentro del grupo, incluso en su mismo cuerpo por sugerencia de la agencia, pero más allá del físico, internamente; emociones, sensaciones e incluso humores. Había momentos en que se sentía aislada a pesar de estar rodeada de personas extraordinarias en tanto en su mente escuchaba varias preguntas que parecieran ser contestadas con “un hubiera”.
¿Era ese su motivo? La causa de perder el sueño hacia poco…dejo recaer su cabeza en uno de los brazos de aquel sofá. Admiraba el sol cada día que podía… y aun cuando en ocasiones las nubes no le permitían verlo ella sabía que él siempre estaba ahí; deseaba tener su energía; su brillo quería tener el mismo efecto que él tenía en las personas cuando lo admiraban más luego se compadeció del astro. Siempre solitario, solo observado por su alrededor. Quizás no debía quejarse de su propio sentir, su rostro cedió ante una sonrisa inverosímil. ¿Por qué no? Lo único que podría pasar es que la sacaran del grupo, que la sacaran de la agencia, hay muchas maneras de vivir en este mundo y ella solo conocía una, conocería más maneras de vivir. Y tal vez que le odiaran de por vida.
Era cálida la luz que ahora comenzaba a rozar su rostro, tal vez era una afirmación para su travesura… o era una advertencia de que podía quemarse.
Importa poco.
Arrojo la manta que cubría parte de su cuerpo abandonando la sala mientras so sonrisa parece significar más de un pensamiento, si fuera la chica con la cual comparte la fecha de nacimiento… seria natural al menos en la chica mayor a ella, pero su cuerpo ya no se detenía era la previa programación de su cerebro a la idea que venía tomando fuerza hacia un poco más de un año y aun cuando titubeaba al tomar el picaporte de su habitación fue que una frase retumbó en su mente, se detuvo todo su cuerpo.
“quiero tener mi propia habitación”
Un amanecer, nunca podría ser así… su valentía se había desvanecido mientras que sus fuerzas se volvían nada comparado con hace dos segundos. El amanecer era su mejor fuerza y en esa habitación no llegaba… su vista siempre es el atardecer. La descripción grafica era más que obvia golpeándole la cara haciendo a su rostro contenerse en las expresiones que se externan ligadas a su dolor.
La máxima reacción que logro fue cubrir su boca para evitar los sonidos necesitados de desahogo no quería mirar; quería que su cuerpo huyera que volviera a la sala o tal vez al baño respirar profundo y tragar aquello que a todas luces que se llama verdad. No quiso abrir los ojos y dio media vuelta aun sin cerrar la puerta de aquella habitación por fin su cuerpo obedeció a dar el primer paso, su verdadero descubrimiento.
Seguía siendo la pequeña cobarde, la pequeña que no puede enfrentar del todo sus temores que aprendió a usar una máscara ante todos incluso ante ella misma, si… había tomado sus propias decisiones con y sin ayuda de sus hermanos quizás su único respaldo de ser alguien “independiente” ¿Qué hacía ahí? ¿Qué buscaba en ese mundo? Sus pensamientos corrían a una velocidad para la gran mayoría incomprensibles su pie apenas había dejado el suelo para ejercer a la acción del primer paso. Pero algo la retuvo.
El aroma era más indescriptible, era abrumador para los sentidos que se vencieron en cuanto el tacto hizo mella en la menor, escucho palabras, pero simplemente el sonido no era descifrado; no quiso girar necesitaba evitar su rostro a como diera lugar una explicación burda del él ¿Por qué? de su estado era lo que quería evadir. El forcejeo comenzó y la puerta cerro de pronto su frente choco con la madera, los sollozos se hicieron presentes en un tono más audible para la otra.
Las preguntas fueron más claras, y ella simplemente se negó a decir la verdad “no es nada”, “no tengo nada”…”disculpa si te desperté” aprovecho el golpe en su rostro para cubrir sus ojos fingiendo el dolor físico. Pero no contó con la fuerza de la otra haciéndola girar y quedar de frente; limpio sus lágrimas haciendo que la menor bajara su mano. Suspiró resignada mientras solo podía bajar la mirada y aceptar que nada había pasado, al fin y al cabo, resulto ser tan débil como cuando ingreso al grupo.
Le quito el aliento con un solo movimiento, su cuerpo siendo atrapado por el de ella, quizás trato de reaccionar, pero fue mayor su sorpresa cuando sus labios fueron invadidos pues había es cosquilleo en ellos y eran provocados aún más cuando las manos de su compañera pasaron por sus caderas, fue en ese instante que su mente se nublo y su cuerpo reacciono de manera natural ante aquel atropello deseado. El roce de su nariz sobre su mejilla, el calor de su respiración provocando cosquillas en su piel que ni siquiera tomo en cuenta cuando sus brazos pasaron por detrás de la nuca de Eunbi con la necesidad se sentir aún más cerca y tal vez parecía inverosímil para ambas; más aún resultaba imposible retener las caricias, cada una había descubierto que se era correspondida, la menor siempre se aceptó ser la amiga mientras que aquella que apenas le llevaba un par de meses de edad tenía miedo de perderla si quiera al mencionar su orientación. Así fue que sus labios parecían ser más valientes dejando de ser testigos y pasaron a ser protagonistas en tanto expresaban cada sentimiento guardado, dejando de ser secreto entre ellas. Apenas si notaban cuando sus labios se separaban pues casi al momento volvían a acariciarse, a invadirse ansiosamente mientras fuera suficiente ese solo contacto; fue cuestión de instantes en que la peli teñida invadió con sus manos bajo la tela que cubría la cintura de Ye won como un reclamo de necesitar más de su compañera, de su piel, de sentirla al tacto desnudo entre ellas. Habían cerrados los ojos desde el momento del primer beso, ahora al abrirlos parecían descubrirse entre el iris tan cargado de vida dilatándose al palpar que no era un sueño fue entonces en la reacción mas extraña para la menor al ser abrazada con mayor fuerza por la otra chica y el sollozo tenue podía oírse claramente al odio de Ye won; tímidamente devolvió el gesto en movimiento natural se aferró al cuello de Eunbi, la alegría la invadió de pronto al comprender sonidos hilados en palabras, la opresión en su pecho tan cerca del de ella parecía que latían sincronizados no pudo evitar reír un poco al igual que…
Umji…-- se alejó apenas unos centímetros y volvió a tomar sus labios. Cerraron sus ojos nuevamente y escucho repetidamente “saranghae… saranghae… saranghae” las sonrisas aparecían entre la una y la otra, lo menos perceptible para la mas joven fue el sonido de un seguro mientras era tomada por la cintura entretanto sus pies seguían el movimiento de aquella que ahora ya se consideraba suya. Al cabo de unos instantes se hallaba en otra posición con algo de exceso sobre ella, mas luego la otra chica se detuvo observándola detalladamente, sonriendo a ese detalle le transmitió tranquilidad a Ye won.
Fue el día entero encerradas en su habitación solo recostadas, abrazadas compartiendo besos, caricias y un pedazo de tiempo para ellas, aunque hubo algunos toques de puerta siendo respuestas cortas las interrupciones en su mundo recién creado, o recién descubierto con un poco de miedo y la menor por fin comenzaba a respirar con esa sensación de sentirse viva, le resultaba más que agradable estar entre los brazos de ella y soñar como si pudieran vivir para siempre esa misma sensación que tenía al amanecer; desconocía que por el contrario Eunbi todas las noches parecía esperar el anochecer pues tenía siempre la oportunidad admirarla en su letargo mientras que su imaginación en ocasiones le hacía anhelar estrecharla en sus brazos, arrullarle con palabras necesarias de ser escuchadas pero ella también se limitaba a un beso sobre su la frente.
Ambas se sentían tan contrastantes, aunque al simple contacto de sus manos sus dedos por si solos sabían dónde intercalarse, las pocas palabras pronunciadas no parecían incomodar la falta de sonido para ambas que incluso en momentos sus miradas parecían tomar más brillo más luego Ye won evitaba seguir con aquel juego y en mayor parte Eunbi accedía. Pero ya al anochecer cuando la obscuridad comienza a ganar terreno en la habitación no estuvo dispuesta a que la menor la evitase, podía perderlo todo o ganar su vida… pero algo ardía en su interior y necesitaba demostrar tanto a esa chica que siempre se mantenía tímida ante los demás. Solo separo su mano por un instante para poder delinear con la yema de sus dedos el labio inferior de Ye won fue esa la sensación que hizo a Umji cerrar los ojos tratando de no pensar en su propio corazón que acelerado parecía no resistir la emoción de sentirse anhelado, la mayor de ambas apenas se inclinó… los besos habían sido hermosos, llenos de inocencia y amor demostrado de la manera más inocente entre sí, pero al hacer nuevamente contacto; en esta ocasión se sentí un beso cargado de necesidad de ese amor desbordante que con un solo beso en los labios no logra saciarse.
Había cargas sobre la piel difícil de explicar se lograba sentir como a cada toque comenzaba a ser para ambas una molestia con las prendas ocupando el lugar como si fueran limitantes entre sí, fue ye won quien tomo del rostro a la chica, para después hacer descender sus manos por la blusa parte del pijama desabotonando los tres botones que la cerraban. Le permitió que ella le despojara de la primera prenda, sus labios volvían a tener el control nuevamente de sus acciones esperanzados de esta ves no tener un intermedio tan largo. Eunbi por su parte paso sus manos por debajo del pantaloncillo de Ye won tocando ya de forma deliberada los glúteos aunque sin sobre pasar su ropa interior, como si fuese una invitación hacia el centro de Eunbi y de alguna manera había logrado elevar a una mejor posiciona a la otra chica tanto que Ye won quedo sobre ella tenía una sonrisa mucho más preciosa, mucho más indescriptible fue la menor misma que se despojó de su blusón de pijama, la peli teñida no resisto más y se incorporó sin dejar de retener a la menor que sentada a sus ahorcadas acepto gustosa la invasión de sus labios que eran su principal expresión entre ambas. Era como sin palabras ellos fueran expresos en mediar la conversación entre pequeñas intromisiones por parte de la lengua de la mayor del dúo, encontrado la forma de que sus manos fueran alejando aquello que las detenía para sentir su piel con respiraciones que comenzaba a entrecortarse a hacerse agitadas y vehementes causando poco a poco que las miradas fueran cambiando de intenciones, de intensidades; cuando la piel ya casi se hallaba desnuda entre ellas, se necesitaban mas que deseadas, amadas a cada centímetro que pronto sus labios fueron recorriendo la textura de su piel erizando cada vello provocando esos impulsos que hacen temblar todo tu cuerpo que lo contraen mientras se estremece cuando se frotan en constante aceleración. Comenzaba a ser constante la facilidad que entre sus cuerpos se deslizaban la humedad aumentando no solo en sus bocas, sino también entre sus brazos, su pecho, sus piernas que empezaban a entrelazarse; a adherirse como una sola figura. El conocimiento parecía olvidado y la experiencia parecía fortuita solo se amaban a cada segundo que en su apreciación era tan corto que los sonidos parecían tan callados, su mundo se limitaba a el cuerpo de la otra que al sentir el clímax parecía como si se congelaran en un segundo perpetuo.
Hubo más de una versión de entrega, fueron besos que parecía primeros y últimos; caricias desesperadas, con lujuria, pero también con amor sincero, con el sentido de posesión y de entrega. Con momentos de necesidad de mirarse completamente, contemplarse con la sola escusa de no ser una fantasía o un sueño. Toco mas de una vez aquellos labios, delineando en cada pausa de sus delirios el rostro de Eunbi; memorizándolo cayendo en decadencia cuando esta le comenzaba a invadir y se abandonaba gustosa al dominio al amor tal vez de su vida.
Y el tiempo no tenía compasión para con ellas, y el sueño parecía un modo de privilegio o castigo a la vez. Lo guardaron tanto como el mas preciado tesoro que el amanecer les alcanzo ahora juntas con las piernas entretejidas Ye won entre sus brazos permanecía mirando a Eunbi a su Sinb; y la peli teñida alejando uno a uno los cabellos que traviesamente se quedaban frente a los ojos cafés de su amante… era una forma de impedir que algo mas estuviera en aquella mirada que no fuera ella. Eunbi siempre se precisaba saber observada por aquella esta en su cama, y si su recelo antes era controlado después de esa noche sabría que debería controlarse más pues se consideraba dueña de Umji y ella es de Umji.
No se detuvo al dar simples besos en el rostro de Ye won, provoco el sonrojo nuevamente de la menor con este gesto tierno y romántico a la vez. Era imposible de describir lo que se había logrado entre ellas, pero la menor ya no tenía miedo, Eunbi no se sabía tan romántica con alguien, Ye won se sentía valiente para ese instante y la peli teñida se sentía que podía haber mas durante el día. Umji no Iba a detenerla y sinb aprovecharía esa disposición, tal vez tener un nuevo anochecer volverlo otra noche mágica y esperar de nuevo un amanecer pasadas las horas sin dormir solo enamorándose mas de su sola presciencia.
Aunque…
Es hora de levant… ¡MIERDAAA, QUE MADREEEESSS!!! ¿QUE PASA AQUÍ? --- la mayor de apartamento no toco la puerta, pero al parecer la saliva se le había atorado en la garganta al verlas desnudas a medio cubrir entre sabanas. Eunbi rápidamente cubrió a su chica, pero ya el resto de las habitantes entro ante el grito de aquella era su líder, y al igual que estas tenían los labios entre abiertos ante la sorpresa de aquella habitación que lucia con ropa esparcida. Fue Ye rin quien sonrió con picardía mientras levantaba el pulgar en señal de aprobación para con su amiga de melena teñida pues había logrado sacar todo aquello que escondía y finalmente se había consumado. Por su lado Eunha se veía también emocionada, creía saber lo que pasaba entre ellas, pero no podía aconsejar a la menor sin estar segura de su mejor amiga -- ¿QUE NO PIENSA DECIR NADA? – Yu na solo soltó una risa por lo bajo. Era típico de ella no enterarse de su entorno, ya lo habían dicho es la mas inocente del grupo. Tanto Yu na como Ye rin tomaron a la más alta para solo guiarla fuera de la habitación entre palabras incomprensibles y de alguna forma esperando respuesta a la situación recién acontecida no sin antes volver a hacer el pulgar hacia arriba para su amiga que solo abrió un tanto de mas sus ojos al ver que simplemente no debió relatar del todo lo sucedía con sus sentimientos, Eunha solo se despidió con una bella sonrisa para ambas y con un muy animado agitado de mano al aire.
-Yo… -- hablo Ye won al notar que la puerta se cerraba e intento de algún modo despegarse del cuerpo de Eunbi – yo, será mejor – no quería mirarla. Y ante el problema de piel la peli teñida aprovecho nuevamente para atrapar sus labios dejando una vez más sin aliento y sin fuerzas a la más joven.
-¿Quieres ser mi novia? –su mirada quedo atrapada.
La respuesta fue un beso.
Se escucharon golpes nuevamente a la puerta, solo les dieron 10 minutos su pequeño mundo tendría que esperar al anochecer nuevamente, su historia recién iniciaba no sabían si seria para siempre, pero por ahora solo se aman.
El show debe continuar.