Habían pasado un par de semanas desde el ataque de ansiedad del alfa.
Las cosas se habían tranquilizado entre Steve y Tony, y el último comenzó de nuevo su cortejo e intentar llevar todo en paz. Además, que, tras ese ataque de ansiedad, el alfa por fin decidió buscar ayuda y gracias a Bruce, la consiguió.
Tony estaba yendo en secreto con un reconocido psicólogo que era un muy buen amigo de Bruce y que mantendría todo en completa confidencialidad. Gracias a ese hombre, el moreno entendió sobre su enorme problema de celos, su grave problema de sentirse abandonado y su enorme y más grave problema con el alcohol, haciendo así que el alfa estuviera estando en paz y no volviera a tener un ataque de ansiedad.
Desde hacia unos cuantos días, Howard y Tony se encontraban en Italia en una Expo que incluía a Stark Industries, dejando encargadas de la compañía a Pepper y Natasha, quienes estaban mas que complacidas de no tener a los dos alfas peleando como niños malcriados por unos días cerca de ellas.
Ese día, Steve se encontraba en su oficina terminando unos documentos en la computadora. Había sido un muy duro día de trabajo ya que no habían parado las reuniones con el consejo y los inversionistas, cosa que mantenía muy ocupadas a las dos pelirrojas, haciendo que Steve tuviera que tomar el cargo de Natasha mientras que los alfas Stark volvían del viaje.
El chico estaba sumido en sus quehaceres, cuando vio una ventanita comenzar a tintinear en la pantalla de su computador, haciendo que el rubio diera clic inmediatamente abriendo así una pantalla donde se veía su castaño hermano;
- ¡Buck!
-hola punk. – dijo este mirándolo detenidamente - ¿estás bien? Tienes unas ojeras increíbles y te es cansado
-me siento cansado, pero es solo porque no he dormido bien. Hemos tenido mucho trabajo ya que el señor Stark y Tony no están en el país
- ¿pasó algo con ellos? - el otro negó - ¿entonces?
-solo he tenido mucho trabajo, de verdad y me he sentido algo mareado estos días. Creo que no he comido bien
-Steve… ¿ya fuiste al médico? ¿quieres que llame a Stephen? Tengo entendido que aún está en la ciudad- justo cuando el chico iba a responder su puerta fue abierta y por ella entró Sharon, llevando dos cafés y una bolsa con galletas.
El rubio al verla, sonrió mientras la mujer dejaba las cosas en una esquina del escritorio;
-supuse que aún estarías aquí, así que te traje un poco de café y unos aperitivos- dijo la rubia sentándose frente al otro quien se alejó de su computador un momento haciéndole una seña a su hermano y tomó el café
-te lo agradezco, necesitaba un descanso- dijo sorbiendo del vaso con una sonrisa cuando la rubia dio la vuelta y se asomó por la pantalla dejando sus brazos cerca del hombro de Steve
-Sargento Barnes- dijo con una sonrisa acariciando levemente el hombro del rubio
-señorita Carter, un gusto volver a verla
-disculpe, no sabía que Stevie estaba ocupado
-no se preocupe, yo ya debo irme
- ¿tan pronto?
-me están llamando en este momento, lo siento
- ¿vendrás a verme pronto? No te he visto en mucho tiempo- preguntó el omega sonriéndole con tristeza a su amigo mientras tomaba un poco más de café
-lo haré pronto, lo prometo. Te llamare mañana ¿sí?… cuídate- terminó mirando a la rubia.
Cuando terminó la llamada, tomó su celular y envió un mensaje rápidamente. Al ver a esa mujer, algo le recorrió la espalda, tenía un mal presentimiento y más por los ojos de la rubia alfa.
Por otro lado, la rubia había tomado asiento enfrente del otro y le sonreía mientras este saboreaba su café;
-si quieres, podríamos salir esta noche a comer algo Stevie. Te ves agotado- sonrió la otra coqueta tocando levemente la mano del rubio, quien la apartó y alejó de inmediato
-Sharon, - comenzó a decir un poco agobiado -ya hemos hablado de esto
-solo soy una amiga invitando a comer a su amigo
-y te lo agradezco, pero sabes que soy casado
-solo vamos a comer, Steve. Ya... Si algo llegará a pasar... No sería culpa de nadie- la mujer sonrió y comenzó a soltar feromonas atrayentes hacia el omega, quien se removió incómodo por el olor de la mujer, haciendo que las náuseas volvieran
-Sharon, de verdad te agradezco, pero no va a pasar nada. Somos amigos y compañeros de trabajo, es todo. Si quieres ir a comer algo me encantaría, pero hasta ahí
- ¿Porque me sigue rechazando, Steven? - soltó la mujer ya molesta, comenzando a cambiar su olor por uno más fuerte. El omega se puso alerta y tomó su celular dejando un número en la pantalla y escondiéndolo bajo la mesa -Sabes que Stark no te quiere, solo eres un mueble y un trofeo más para él
-aunque así fuera, es mi esposo y sé que le importo. Él ha cambiado mucho conmigo
- ¡te ha estado ignorando por días y se fue de viaje!
-no me esta ignorando. Como dijiste, se encuentra de viaje de negocios y siempre me envía mensajes por la noche
- ¡tú no le importas! ¿Porque mejor no te divorcias y te quedas conmigo?
-aunque no le importara, estoy marcado. - dijo el otro e instintivamente se llevó una mano a dónde estaba la marca de unión -No podría tener dos alfas y lo sabes. Además de que no me interesa estar con nadie más que no sea Anthony- la rubia lo miró furiosa, soltando más fuerte el olor haciendo que el chico se sostuviera de su silla por un momento ya que se mareó y no solo era por las feromonas
-déjalo entonces y has que rompa su vínculo. - Sharon se puso de pie y se acercó al otro quien se mantuvo quieto con el teléfono aún en sus manos y habiendo apretado la pantalla -Dile a Stark que quieres ser libre y que te enamoraste de alguien más. - la alfa se colocó detrás del rubio y colocó sus manos sobre los hombros de este tocando levemente -Yo podría cuidarte mejor que él... A mí sí me gustas y me encantaría que tuviéramos cachorros juntos, vivir en una bella casa y hasta un perro si quieres.
>> Conmigo ya no tendrías que trabajar, yo podría cuidarte muy bien, cariño. - se agachó un poco y se acercó a su oído -Mimarte, darte todo lo que quieras, pero principalmente siempre te tendría para mí- terminó, tomándole el rostro y plantándole un fuerte beso, que el omega rechazó después de salir de la sorpresa. Steve se puso de pie y sosteniéndose con toda la fuerza que tenía se acercó a la puerta, siendo detenido por la mujer quien colocó su mano sobre el cuello del hombre y apretó con fuerza donde estaba su glándula de unión. Steve sintió como todos sus músculos se tensaban y sus piernas no lo sostenían, además del fuerte mareo que se incrementaba
- ¿qué me hiciste? - preguntó aturdido acercándose a la puerta
-solo un incentivo, ese lugar es un arma de doble , Steven. - el omega abrió la puerta y cayó acostado cuando intentaba salir - ¿A dónde vas? Ya no queda nadie más y yo hice que el personal de limpieza no estuviera por aquí molestando
-Sharon no hagas esto, provocaras que te despidan y no quiero eso, no quiero hacerte daño… eres mi amiga
-estas casi paralizado. - la mujer sonrió con sorna -Solo estamos tu y yo
-no quiero dañarte- soltó el rubio cuando la mujer se acercó y este le pegó un manotazo
-ven, volvamos a la oficina
-no... Me voy
-te digo que vengas, omega
- ¡deja de llamarme así! - gritó el chico poniéndose en pie de un salto y alejándose de la otra quien comenzó a caminar tras él. El olor era más intenso, Steve sentía miedo y solo esperaba que su llamada aun siguiera en línea.
Steve comenzó a alejarse sosteniéndose de lo que podía. Tenia unas enormes nauseas y el horrible olor de la alfa solo lo hacía sentirse peor agregándole lo que la mujer le había hecho;
-ya detente, no hay nadie a quien puedas llamar. Mejor volvamos a tu oficina o si quieres… podemos ir a mi casa para que te recuestes
-aléjate, Sharon, de verdad no quiero hacerte… daño. - la mujer se acercó y tomó su mano jalándolo -Suéltame- murmuró el rubio alejándose de nuevo de ella, pero cayendo otra vez. La alfa ya estaba tan enojada que solo lo tomó del cabello con fuerza
- ¡no entiendo tu maldita devoción hacia ese idiota de Stark! ¡él te fue infiel y en tu cara! ¡¿Por qué demonios no me aceptas, aunque sea una sola noche?! – exclamó ya encolerada y fuera de si
-si así fue… yo no soy ese tipo de persona y, además, no te veo… no te veo más que como a mi compañera
- ¡soy mejor alfa que él!
-eso no tiene… importancia. – el rubio intentó soltarse aguantándose el vómito que ya sentía venir por su garganta -Por favor, Sharon… deja-déjame ir y juro… que nadie sabrá que esto pasó
- ¡cállate! – la mujer lo jaló aún más del cabello y oprimió de nuevo su marca, sacando un quejido y un leve chillido de omega -Intenté hacer esto por las buenas, Steve, pero veo que eso no funciona contigo. Obadiah fue un idiota al no doblegarte, pero YO soy mejor alfa y YO si te tendré- rechinó los dientes con asco empezando a jalar al otro que no podía moverse, cuando escuchó unos tacones detrás de ella y un fuerte olor territorial
-suéltalo- oyeron la voz alfa de Natasha, que resonó con fuerza. La rubia volteó a mirarla con miedo
-Romanoff, que bien que estás aquí. Steve comenzó a sentirse mal y yo intentaba llevarlo a su oficina, pero... se volvió loco, decía incoherencias y no se…
-no mientas, Steve me llamó y pude oír todo lo que dijiste- contestó la otra
-Nath… yo… - el rubio no pudo más y comenzó a vomitar en un basurero que se encontraba cerca. La pelirroja se acercó amenazante a la rubia quien se pegó a la pared y expuso su cuello al ver los colmillos de la otra sobresalir y un fuerte color rojo en sus ojos
-te atreviste a tocar y atacar al omega de tu jefe y líder de mi manada… ¿estas consciente de lo que sucederá verdad?
-yo no hice nada, estas loca. Solo intentaba ayudar a Steve… pero él se me insinuó diciendo que dejaría al señor Stark y que lo sacara de aquí
- ¡estas loca! - soltó el rubio limpiándose la boca cuando la rubia lo tomó de nuevo del cabello y lo jaló con enojo. Natasha se acercó y la separó con fuerza, gruñendo y aventándole una patada al estómago haciendo que esta cayera sobre su trasero
-dile como te me insinuaste
-yo no… - el rubio vomitó de nuevo y se agarró el estomago con fuerza viendo a las dos alfas soltar aún más feromonas. Él no sabía porque, pero debía proteger su vientre, algo le decía que debía hacerlo, además de que se sentía demasiado mal
-vete de aquí antes de que te despedace, Carter- susurró la otra con furia acercándose, aun con su voz de alfa y colocándose frente a Steve
-esto no se quedará así, Romanoff
-créeme que no. Cuando Stark se entere… estarás muerta- la otra la miró y salió en carrera del lugar.
La pelirroja se agachó junto al rubio, quien se pegó a la pared y expuso su cuello, aun protegiendo su vientre;
-Steve, ya todo está bien. - dijo soltando feromonas para calmarlo -Debemos irnos- la mujer lo levantó y lo llevó con dificultad hasta el estacionamiento.
Al subirlo al auto, el rubio suspiró y tomó la mano de la alfa;
-Nath… por favor… no le digas nada a Tony- dijo con voz suplicante. La mujer lo miró con desconcierto
- ¿estas consciente de lo que Carter quería hacerte verdad? Steve… esa mujer te iba a hacer daño
-por favor, solo… no le digas nada… no quiero mortificarlo
- ¿defenderás a Carter? - el otro negó y bajó la mirada -Mira, sé que tienes miedo, pero debes entender que esto que hizo tiene consecuencias. Si Bucky no me hubiera escrito y tu no me hubieras llamado…
- ¿Buck te escribió?
-me dijo que estaba hablando contigo cuando ella llegó y que tuvo un mal presentimiento, así que me devolví y justo cuando iba subiendo fue cuando tu llamaste
-lo siento- la mujer sonrió
-no debes disculparte, cariño. Pero debemos hacer algo al respecto con esa mujer. – Natasha suspiró aun sin soltar la mano del otro -Si no quieres que hablemos con Stark, bien pero mañana le diremos a Pepper a primera hora y así nos encargaremos de Carter
-esta bien- la pelirroja sonrió y olfateo un poco el aire, haciendo que su sonrisa se ensanchara por un pequeño pensamiento que cruzo su cabeza
- ¿quiere sir a comer algo? Por aquí cerca hay un restaurante bastante delicioso que tiene mariscos- el chico negó
-se me antojó una hamburguesa con obstante kétchup
-estar tanto tiempo con Tony te esta pegando sus malos hábitos alimenticios- el rubio comenzó a reír acomodándose en su asiento mientras que la pelirroja comenzó el viaje.
Al día siguiente, tal y como Natasha dijo, ella y Steve se encontraban a primera hora de la mañana en la oficina de Tony contándole todo lo que ocurrió a la pecosa beta quien no creía nada de lo que estaba escuchando;
-no puedo creer que Sharon haya hecho algo así. – comenzó a decir al terminar de escuchar a los que estaban frente a ella -Sabia que sentía una atracción hacia Steve desde hace tiempo, pero no tan enferma como para… decir que podría hacer lo que Obadiah no pudo
-esa mujer esta loca y la quiero fuera- soltó Natasha con enfado cuando la otra asintió
-el problema es que hoy no se presentó a trabajar. – la chica suspiró -Y justo hoy que llega Tony… ¿Cómo le explicare al señor Stark que despedí a su secretaria?
-podríamos decirle que ella presentó la renuncia o simplemente que no se presentó más- interrumpió Steve siendo visto por las otras dos
-seria lo mejor, creo que haremos eso. Le diré a Happy que lleve todas sus cosas a su casa y…
-yo se las llevare. – agregó Natasha -Seré yo quien le lleve todo al final del día
- ¿estas segura?
-quiero dejar en claro que no la quiero volver a ver por aquí
-de acuerdo. – suspiró con resignación la otra -Pero no hagas ninguna tontería, no quiero una demanda
-parece que no me conoces, Potts- sonrió la pelirroja alfa para salir del lugar manteniendo su sonrisa.
El silencio se hizo por un momento, hasta que un nuevo suspiro se dejó escuchar;
-temo que Sharon la pagara caro, mejor tendré listos los abogados- dijo la mujer tomando el teléfono
-siento mucho todo esto, señorita Potts- exclamó el rubio con tristeza. Era el segundo altercado con un alfa que tenia en ese lugar y sentía que algo había mal con él. Aunque muy en el fondo sabia que lo que le habían dicho una vez, era mentira. Steve Rogers si atraía alfas, desquiciados, pero los atraía
-no ha sido tu culpa. Sharon ya estaba muy… obsesiona al parecer. Pero me alegra que no te hiciera daño
-es la segunda vez que pasa un incidente así y si Tony se entera, de seguro que me echara de la empresa
-no digas eso. – negó la otra con una sonrisa -Ahora el problema será, quien cubrirá a esa mujer. Necesito a alguien que cubra el puesto de Carter
-si gusta yo podría encargarme de ese puesto sin dejar el mío, para que ustedes no tengan exceso de trabajo
- ¿estas seguro? No quiero sobrecargarte de trabajo
-ya e visto el trabajo de Sharon y, además, el señor Stark es más fácil de llevar que Tony
-en eso tienes razón. – la mujer sonrió -Bien, a partir de ahora serás el secretario directo del señor Stark
-no la defraudare. - contestó el rubio cuando su celular comenzó a sonar -Disculpe
-no te preocupes, puedes irte
-si. – terminó de decir y sacando el aparato contestó la llamada - ¿Hola?
- ¡Rogers! – se escuchó la voz de Tony del otro lado de la línea -Llame a tu oficina, pero no contestaste, ¿estás bien?
-estaba en una reunión con la señorita Potts
- ¿todo está bien? – el rubio tragó
-s-sí, todo bien… ¿ya vienen de regreso?
-llegaremos en la noche, tuvimos que hacer una reunión mas y Howard esta como loco con un viejo amigo que se encontró por aquí
-que bueno que se esté divirtiendo- se hizo el silencio por un momento, hasta que el alfa habló de nuevo
- ¿de verdad todo esta bien?
- ¿Por qué lo preguntas?
-Potts me dijo que te ha visto algo mal y decaído estos días, y Peter dice que no estas comiendo bien
-solo estoy cansado, de verdad
-además de que… - el moreno guardo silencio un momento
- ¿Tony?
-además de que ayer… ayer de pronto sentí mucho miedo y comencé a sentir que algo andaba mal. Intente llamarte, pero tenías tu celular apagado. Llame a la torre y Bruce me dijo que llegaste con Nath algo tarde ¿algo que deba saber, Rogers?
-tuvimos mucho trabajo y salimos a comer luego
- ¿seguro que no me ocultas nada? – el rubio suspiró con nerviosismo. No le gustaba tener que guardarle esto a su alfa, pero sabía que si le decía él era capaz de descuartizar a la rubia si no es que Natasha lo hacía primero
-seguro. De verdad solo estoy cansado
-pues deberás llegar a descansar más, porque cuando llegue no te dejare dormir, cariño. - el rubio se sonrojo cuando escuchó una pequeña carcajada del otro lado -Sé que aún no estamos al cien, pero… te extraño
-y yo a ti, alfa- contestó Steve con una enorme sonrisa cuando escuchó un ruido como de algo romperse al otro lado - ¿Tony?
- ¡demonios, Howard! – gritó el alfa -Lo siento cariño, debo irme. Howard esta algo borracho. Nos vemos en la noche
-hasta la noche- terminó el omega entrando a su oficina y comenzando su trabajo del día.