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El Rumor Dice…
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En todos los medios―en especial las redes sociales―se habla del tema del momento: JiMin y JungKook.
“Músicos causan descontrol cuándo los rumores, que los vinculan mutuamente, salen a la luz”. “¿Qué está ocurriendo con las estrellas mundialmente conocidas?” ¿Por qué JiMin y JungKook están siendo vinculados?” “¿Dónde se originan los rumores?” “¿Cuál es su real conexión?” “JiMin y JungKook: La verdad que todos quieren saber”.
La tónica diaria de cada sección de noticia, hablaba sobre los músicos―y no precisamente sobre su trabajo―. Su papel como intérpretes había pasado a segundo plano por culpa de las historias sin fundamentos e inventadas por el público famélico por saber un poco más de sus estrellas favoritas. Las mismas cadenas informativas estaban atentas a las tendencias y, sin escrúpulos, tomaban y manipulaban la información dando opiniones vacías para generar clickbait en sus páginas y canales de chismes en Youtube. “Libertad de expresión” le decían.
Muchos otros recalcaban que, la reciente polémica, era una estrategia de mercado porque Park y Jeon seguían vendiendo sus álbumes y singles; aquello no declinaba. E, incluso, habían aumentado sus ganancias en el último tiempo.
Pero, ¿cuál era la información de verdad? Y, ¿qué pasaba con los artistas? Para llegar al inicio de todo el revuelo había que desatar un nudo enredado. Si se era seguidor de uno de ellos, y si se había estado atento a las redes sociales en aquel entonces, rápidamente se podía recordar el momento cero y clave del revuelo. Situándose en aquel instante, no se lograba dimensionar como algo tan simple había escalado tanto. Aquel periodo estuvo lleno de ingenuidad porque nadie se iba a esperar la tendencia del resultado de aquel impulso tan banal para cualquier mortal.
El hecho ocurrió, era real; pasó. Entonces, no se entendía el cuestionamiento de muchos. ¿Por qué se ponía en duda algo que SÍ era verídico? Y ¿por qué se inventaban todos esos rumores que sólo manchaban los nombres de los mundialmente famosos cantantes?
Entonces surgía la interrogante: ¿Qué era real? y, ¿qué era falso? Todos hablaban y opinaban cuando ni siquiera estaban involucrados con las victimas en cuestión. El nudo estaba tan enredado que la única solución era cortarlo.
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Los encabezados iban y venían. Era un hecho real que todos los días había una nueva invención. Las historias eran alocadas. Tanto así, que parecían sacadas de algún tipo de novela adolescente. (Aunque, al parecer, la mayoría de los cuentos, sí eran sacados de plataformas de ese tipo de escritura descuidada).
La mayoría eran rumores que terminaban perdiendo peso a lo largo del tiempo y sólo se quedaban en especulaciones vacías. Pero el tiempo había pasado y desde el inicio de los hechos―un día 13 de junio―aún no surgían respuestas concretas hacia aquel encuentro inicial.
JiMin, amable y carismático, había evadido la pregunta del momento con un elegante: “Sólo hablo de mi trabajo como artista”. En cambio, JungKook, prefería cambiar de tema; hacer una contra pregunta para evadir o, de plano, ya no estaba haciendo entrevistas ni eventos públicos; ni él ni su banda.
No había forma de obtener respuestas reales desde los mismos involucrados o de sus cercanos. El entorno era hermético, mas su fiel fanaticada siempre los respaldaban: ―“No tienen el derecho de inmiscuirse en su vida”. ―“¿Qué clase de periodista es ese? ―“¡Déjelo en paz!” ―“¡Sus rumores maliciosos e infantiles están causando que JungKook no aparezca mucho por las RRSS!” ―“JiMin ya no es tan activo en Twitter por su saña maliciosa. ¡Basta!”.
Era cierto, era su vida privada y ellos sabían si contaban algo al respecto. Pero también, habían tantos rumores alrededor y tantos hablando del tema que, quizá ¿era mejor hablar? Tal vez, ¿desmentir? O, de plano, afirmar y callar bocas porque lo único que estaban logrando con aquel silencio era alimentar las sospechas y estas sólo crecían y tomaban más fuerza cada día.
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Pero, ¿por dónde comenzar?
El hilo conector nos remontaba un mes antes del trece de junio, cuando un fan vio algo en particular...
Comenzó a circular―por las redes más populares―una captura de pantalla que graficaba que @Jeon JungKook comenzó a seguir, en Twitter, a @Park JiMin. Aquel acontecimiento impactó a los fans del chico de oro; vocalista de la agrupación de Rap/Rock de nombre BTS (Bangtan Sonyeondan).
Para muchos, fue una sorpresa aquel hecho; para otros tantos, un error. Porque, ¿cómo era posible que su ídolo salvaje de rock underground siguiera a un bailarín popular de la escena actual? Los cuestionamientos sagaces y prejuicioso abundaban las plataformas. Es que, si bien JiMin era reconocido mundialmente, también cargaba con el peso del desprecio por un gran grupo que lo detestaba. El chico era transgresor con la moda y puesta en escena. ―”¿Está usando ropa de mujer otra vez?” ―”¿Es gay?” ―”La industria se está apoderando de estos tipos homosexuales” ―”¿Sus botas tienen tacón? ¡Qué locura! ―”No quiero ver a este tipo de artista en la televisión. Da un mensaje erróneo. Es tan ambiguo. ¡No lo entiendo!” ―“Me gustaría saber si aquella persona es hombre o mujer”.
Jeon no era un tipo de redes sociales. De hecho, no interactuaba demasiado con su público, por lo mismo, cada acción que realizaba en las plataformas era tendencia. Muchos expertos decían que era su estrategia de mercado; pero sus seguidores sabían que él chico de oro no disfrutaba del revuelo mediático a pesar de su fama. Sí, de vez en cuando hacía en vivos o subía fotografías de los integrantes de su banda; de ensayos, o de él detrás del escenario. Mayormente era activo cuando estaba de gira. Durante ese lapso, parecía desaparecer un poco. (Aunque, los tres integrantes restantes de su banda―RM, Suga y Jin―, mantenían tranquila y al tanto a sus particulares seguidores sobre la vida del popular vocal).
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Y sí, era cierto. Con lo diferente que eran ambos, no dejaba de ser extraño aquella interacción. ¿Por qué seguir a @Park JiMin habiendo tanto artista de agrupaciones similares a la suya?
Antes de la tendencia, Park ya era muy reconocido por sus dotes versátiles sobre el escenario; por su danza impecable, por su voz, por su belleza que no dejaba indiferente, y claro, por su personalidad deslumbrante.
JiMin era un bailarín de estudios académicos en ballet y danza contemporánea. Era un artista completo; lleno de elegancia y carisma. Además, poseía una exquisita voz que llegaba a tonos altísimos. Su tono era meloso y aterciopelado.
JiMin―a diferencia de JungKook―era muy activo en las plataformas sociales. Era muy cercano con sus seguidores y, periódicamente, se comunicaba con ellos a través de estas. Creaba bonitas publicaciones, ya sea con simples textos preguntando cualquier banalidad, fotografías acompañadas con algún mensaje, vídeos de su equipo y él ensayando, o hacía en vivos donde podía estar una hora entera platicando con sus fans. Normalmente todas sus interacciones web y presentaciones en vivo eran acogido por una multitud incalculable. Él, por si sólo, era muy famoso. Era la estrella del momento; el príncipe de la nación. La persona que todos querían ver y saber. Por lo que la vinculación con el rockero tuvo a todos hablando por días.
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Todos se dieron cuenta que Park no seguía de vuelta a Jeon.
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Si uno lo pensaba sensatamente―y sin prejuicios de por medio―, Jeon era vocalista de una banda de rock que mezclaba el rap y el metal. El sujeto era oscuro, callado y bastante misterioso.
JungKook era oscuridad y JiMin luz; ambos no encajaban de ninguna forma.
Jeon no participa de programas ni premiaciones a la música. Él era bajo perfil; al igual que su banda. Pero aún así, movía una gran cantidad de masa. Él era popular; y como no, si era un tipo atractivo, salvaje y malditamente talentoso. Él era el menor de su grupo, pero el talento corría, innato, por sus venas. Por eso era apodado el chico de oro; el chico que podía hacer todo a la perfección. Muchos críticos decían que si Jeon tomaba la decisión de hacer música más “comercial” y menos “underground” podría dominar el mundo.
Park y Jeon no tenían conexión; su género musical era diferente, sus empresas abordaban áreas distintas del espectáculo, no había amigos en común, no tenían personas conocidas que se vinculasen, nunca se topaban en festivales, nunca habían coincidido en público. Eran, realmente, opuestos.
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El revuelo y las tendencias continuaron; fans y medios estaban atentos al menor movimiento de sus artistas. Por ello, se dieron cuenta―rápidamente―cuando Park, a los días después, siguió a JungKook y a su banda.
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Se comenzaron a crear historias; a intentar conectar situaciones reales con rumores. Pero, hasta el momento―lo más realista y cuerdo―, era sobre una colaboración. (o admiración mutua, pero aquello era muy aburrido de pensar para la fanaticada, porque ellas intuían algo más).
Aunque, ¿una canción entre ellos dos? Era extraño de imaginar para cualquiera porque su música no encajaba. Al menos eso creían las personas que no seguían al roquero. Las mismas, opinaban que Jeon sólo gritaba y no cantaba.
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Pero, ¿quiénes eran, EN REALIDAD, estos dos artistas que parecían estar en la boca de todos, últimamente?
Jeon Jungkook tenía linda voz. De hecho, era conocido por ser uno de los vocales―jóvenes―más sobresalientes de la nación. Sí, gran parte de sus canciones comprendían guturales y cánticos gruesos, pero el tipo tenía baladas; componía temas de forma solista y de vez en cuando subía covers. Su voz era digna de apreciarse. Además de cantar, Jeon escribía, componía, producía; tocaba la guitarra, piano, bajo y algo de batería. Él era una banda por sí sólo; mas, en Bangtan, sólo se limitaba al canto.
Park JiMin, en cambio, era un chico con dotes sin iguales. Saltó a la fama después de debutar para su empresa―BigHit―. No tuvo mucho entrenamiento y se paró frente a los reflectores con diecisiete años. Su voz, de registro alto y melosos tonos, enamoró a todos como un cántico de una sirena. Además de su menuda y estilizada figura, poseía una gran belleza física que, junto a sus elegantes dotes danzarines, hipnotizaban y llamaron la atención de todos.
El chico, eso sí, podía ser dulce y encantador (era sabido que, con tan sólo una sonrisa, podía enamorar a un millón de personas), pero también era sensual, cautivador, atrayente y, sobre todo, coqueto.
Los famosos que habían trabajado con él, insistían en lo amable, preocupado y respetuoso que podía ser. Decían, además, que les había sorprendido lo callado y reservado que era realmente. El contraste cuando estaba sobre la escena era muy distinto; casi como si fueran dos personas diferentes. También―y como no―, mucho se hablaba de él y su sexualidad. Aquello era un tema que parecía importarle a todos. Incluso, antes de la polémica con Jeon, Park fue tendencia varias veces por usar prendas nunca antes vista en hombres, por innovar en su maquillaje, por el sobre análisis de una que otra canción suya o, incluso, por estar muy cerca y ser muy “cariñoso” con uno que otro artista masculino. La lista sumaba y seguía sobre todo por sus “supuestas” parejas porque, cada tanto, inventaban una nueva. Es que no se le conocían relaciones más allá de las que tuvo, quizás, en la escuela media. Al parecer, todos estaban muy atento a la hermética vida privada del bailarín.
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Se habló por días de una “posible” colaboración. Fans de ambos bandos estaban extrañados a un inicio, pero, más tarde, estaban llenos de curiosidad hacia el posible resultado. La expectativa crecía, dado que Jeon, de vez en cuando, sacaba singles de baladas―covers en su mayoría―, y quizás, dado el estilo de la estrella pop, él podía entrar al mundo comercial que tantos críticos anhelaban.
Mas, al seguir sin ver interacción entre ellos, poco a poco, las eufóricas hipótesis de una colaboración se esfumaron. ―”Quizás sólo se siguen porque admiran el trabajo del otro”. Era la consigna derrotista. (Iba ganando la hipótesis aburrida/realista y eso desinflaba las emociones de todos).
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Park JiMin hizo, días más tardes, un en vivo. Apareció con su rostro de porcelana y sus cabellos rubios platinados mientras saludaba a sus fans con aquella sonrisa de boca y ojos.
Llevaba un suéter precioso de su marca favorita: Chanel y un Jean azul ajustado como conjunto. Inició modelando frente a la cámara jugueteando un poco y contando que aún estaba maquillado después de una sesión fotográfica. No acotó al respecto. Después se sentó en una silla de escritorio y se rió, seguro, al leer los comentarios del chat en vivo. Tras un corto silencio pasó a saludar sonriendo de forma brillante y cálida.
Comenzó preguntando como estaban sus fans y que estaban haciendo antes de aquel sorpresivo en vivo. Luego de leer un par de réplicas, habló, largamente, sobre que ha estado trabajando duro para su próximo concierto. Mencionó que estaba nervioso y ansioso. Rió tímido producto del apoyo que recibía en forma escrita y directa. Pero recalcó que anhelaba ver a sus fans y que jamás dejaría de asombrarse sobre la rapidez de la venta de las entradas y como esta se agotaron en cosa de días. JiMin llevaba siete años en la industria y aún no dejaba de lado la humildad; a pesar de su éxito, seguía sorprendiéndose por sus logros ya sabidos.
Park recibió múltiples palabras en la plataforma. La mayoría quería verlo pronto, otros lo felicitaban y otros tantos lloriqueaban porque no iban a poder ir a su concierto. Claro, no faltó el chismoso que nombró a Jeon JungKook una y otra vez. Y él lo notó.
JiMin guardó silencio y mientras acariciaba sus labios con la yema de sus dedos, leyó los comentarios los cuales le sacaron más sonrisas brillantes.
―”Me gusta el trabajo de Jeon JungKook. Su banda es espectacular. ¿Saben que él “debutó” al mismo tiempo que yo? ¡Y es menor! Bueno, él y su banda saltó a la fama por cuenta propia. ¿No creen que eso es enorme? La industria del entretenimiento es muy difícil y ellos lo lograron por su propio mérito”.
Dijo y volvió a guardar silencio; quizá, pensando detalladamente qué decir a continuación.
―”¿Ustedes creen que sólo escucho pop? Escucho muchos tipos de música. Desde música clásica hasta rock y metal. No se sorprendan y que mi apariencia no los engañe”.
Se carcajeó cubriendo su boca y luego prosiguió a leer los comentarios al mismo tiempo que ordenaba sus cabellos rubios y brillantes.
El en vivo concluyó con una promesa: Volvería pronto y esperaba encontrarse con ellos en su más reciente actuación.
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La masa de fans se calmó. La respuesta de Park JiMin fue tranquilizadora. Las tendencias se frenaron y la relación de ambos fue concerniente con admiración. (Lo que era mas cuerdo y que nadie quería ver).
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Las tendencias de ese trece de junio fueron todas para el solista: #1306 #Promise #ParkJiMinTomaron los primeros puestos al menos las dos horas y media de la presentación. Era el inicio de un anhelado concierto que había tenido esperando a su fanaticada por meses; al fin, Promise―su último trabajo―, iba a salir a la luz. Los críticos, los medios y los fans estaban lleno de expectación. Es que ver la presentación de Park no era cualquier cosa; era una experiencia inolvidable, era realmente un momento único que la mayoría quería percibir, al menos, una vez en la vida. Además, era realmente difícil conseguir una entrada...
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Y, aquella noche de actuación, Twitter se incendió aún más.
Como era de esperarse, hubo muchas cámaras de fanáticas grabando pequeños trozos de la presentación. Todos querían capturar la impecable interpretación mezclada con las vestimentas llamativas; notas melosas y perfectas eran la tónica de aquellas grabaciones de celular que inundaron Youtube, Instagran y Twitter. Todos querían mostrar que estaban ahí, todos querían mostrar que eran parte de la tendencia y todos querían ser parte de ella. Entonces, alguien perspicaz se dio cuenta de una presencia sutil, pero llamativa, en medio de una masa de fans femeninas. Adelante, cerca del escenario y en una zona privilegiada―la más cara y la más difícil de adquirir―, se encontraba este sujeto lleno de misterio.
El hecho, verídico o no, provocó un gran revuelo en las redes donde se multiplicaron las palabras claves al respecto. #ElTipoDeNegroYBucketHat #ElMisteriosoChico #¿QuiénEsElChicoDeNegro?La tendencia siguió por horas, incluso mucho después del concierto.
Más tarde, @Jeon Jungkook, subió una fotografía la cual reveló más de lo que sus fans esperaban. Resulta que, el chico misterioso; con aquella vestimenta deportiva completamente negra y bucket hat de ala amplia y cubre boca, era JEON JUNGKOOK quien se pudo mimetizar perfectamente entre la multitud. Pero claro, siempre había alguien mirando más allá.
La imagen que rompió un récord al ser la instantánea más retwiteada, comentada y con más me gusta de la plataforma, fue suyo. El retrato lo mostraba a él y a JiMin después del concierto. JiMin, con su cabello ligeramente purpura húmedo y una amplia sudadera blanca, sonreía brillantemente hacia el lente.
Ambos se veían deslumbrantes.
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Hasta ese entonces, todos creían que Jeon y Park no se mezclaban como agua y aceite. Pero, al parecer, ellos se veían muy bien juntos.
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Entonces, los gritos de una colaboración volvieron a tomar fuerza. Aunque otros, más osados, optaban por la opción de un enamoramiento por parte del rockero. Una especie de amor platónico; porque, después de todo, JungKook era menor que JiMin. Y no había que extrañarse; escuchar sus melosos vocales y ver sus presentaciones, era suficiente para caer rendido a sus pies como tantos otros y otras. Era el efecto “JiMin”, decían. Mucho se cuestionaban su sexualidad después de ver a Park. El hombre era realmente fascinante. Tenía un brillo que no era de este planeta.
Por lo mismo, algunas mentes fantasiosas fueron más allá; creían, ciegamente, que aquel concierto fue una excusa perfecta para un primer encuentro cara a cara. Se intuía que aquella noche fue donde se vieron definitivamente y que, AHÍ empezaría algo que transformaría la hermética cultura del espectáculo y que, también cambiaría la cerrada sociedad coreana. Al menos, eso acotaban las románticas/creativas.
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Y días más tarde, se les vio juntos―con la banda y un par de bailarines de Park―. Comieron en un restaurante y caminaron por el centro de la ciudad. Se fotografiaron y rieron en medio de la calle; se veía como una simple reunión de amigos. Los siete se divertían. Pero, Park y Jeon siempre se mantuvieron juntos. Así relataron algunas fans que se los toparon y las instantáneas que corrieron por las redes lo recalcaron. #JiKook #KooKMin #SalenEnUnCita #YoTambiénLosViEnElCentro. A pesar del revuelo que su avistamiento provocó, ni JiMin ni JungKook se proclamaron al respecto.
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Hubo discusiones en las redes. Estaba el bando que creía que lucían bien juntos y que esperaban que fuesen pareja. Otras―que no estaban de acuerdo―, opinaban que sólo eran amigos y que querían, fervientemente, que dejaran su estúpida obsesión fantasiosa hacia las estrellas.En su mayoría, eran discusiones de preadolescentes.
Entonces, en medio de las ciber peleas de ambos fandoms, Jungkook subió un cover en el cual colaboró con JiMin. Compartió: “We don’t talk anymore” a su canal personal (G.C.F). Nadie entendió muy bien el mensaje y entre nuevas invenciones y teorías de los fans, Jeon acotó que le gustaba la canción y que necesitaba una voz melosa como la de JiMin para aquel resultado. Park, por su lado, publicó que ya quería hacer más covers con Kookie porque se había divertido demasiado en aquella colaboración. Las redes se incendiaron con el diminutivo cariñoso hacia el roquero y los comentarios no se hicieron esperar:
―”JiMin es cariñoso; a Jhope y V también los trata con dulzura” ―”Creo que estos dos salen hace MUCHO tiempo” ―”HoSeok y TaeHyung son sus mejores amigos y nunca ha hablado de ellos como lo hace con JK”. ―”¡Auxilio, estoy gritando! ¡Por favor, confirmen que el Jikook o el Koomin es real!” ―”Al parecer son amigos cercanos. ¡Qué alegría!” ―”¿Volvieron las teorías sin sentido? ¡Vivan y dejen vivir en paz, ridículas! ―”¿No creen que los chicos se deben sentir mal porque los emparejan? Me da mucha vergüenza ser parte del fandom.”
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Un mes después, ocurrió algo extraordinario: JiMin se pintó el cabello de negro azabache. Park Se le había visto con diversos tonos de rubio, cortes de cabello y colores fantasías, pero con el cabello oscuro, eso era insólito.
El cambio no les gustó a muchas; cuestionaban que sus rasgos se remarcaron y se endurecieron con ese tono. Extrañaban la luz y delicadeza que le daba el rubio.
Los fanáticos se dividieron y, otras tantas que detestaban a JungKook, le echaron la culpa a él y a su “mala influencia”. JiMin, en tanto―y tras ver la locura que quedó tras su autofotografía―, mencionó, en una nueva publicación, que quería probar un nuevo estilo.
Park JiMin lucía salvaje y nadie negaba que el cabello oscuro lo hacía lucir muy sensual.
Jeon le dio me gusta a su publicación.
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Las llamas se desataron cuando ambos se encontraron de gira y “coincidieron” en la misma ciudad―Busan―que curiosamente era la natal de ambos. Se quedaron en el mismo hotel y el mar de gente que se apostó a fuera fue una locura.
Ambos hicieron un en vivo. Las chispas flotaron y, aparte de coqueteos y miradas, hablaron de aquella coincidencia curiosa de estar en el mismo hotel y en su misma ciudad. Posteriormente JiMin tarareó en un tono meloso: ―”… Nada de esto es por casualidad”―se miraron con intensidad y sonrieron cómplices. JungKook continuó:
―”… Sólo, Sólo… me dejo llevar”―JiMin, alertado por alguna razón, se abalanzó contra él y cubrió los labios del cantautor con la palma de su mano mientras éste se carcajeaba haciéndole cosquillas a la estrella del pop. El en vivo concluyó después de ese curioso incidente. La inquieta fanaticada, comenzó a cuestionar los gestos de los artistas. Hicieron análisis del en vivo; comenzaron a buscar donde no había nada en particular. Mas nadie se preguntó si aquellas frases aleatorias tendrían referencia a algo en particular.
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Meses más tarde, JiMin―nuevamente rubio―sacó Serendipity. El batero, letrista y rapero de BTS participó en la producción y letra de aquel single que rompió todos los récords del mercado.
Según Kim NamJoon, en una reciente entrevista, contó que la letra fue gracias a una larga charla que tuvo con el famoso cantante. El rapero, destacó que JiMin es de esos auténticos románticos; de aquellos irreales que sólo puedes encontrar en viejas novelas. Acotó, además, que él, únicamente, ordenó sus ideas y creó esta canción.
Serendipity fue tema y tendencia mundial.
La letra fue digna de análisis, sobre todo porque el Mv salió el primero de septiembre el cual, nuevamente, “por casualidad”, cayó el mismo día de nacimiento de JungKook.
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JiMin hizo un en vivo y habló de su canción y lo agradecido que estaba con Kim NamJoon―mejor conocido por RM en BTS―por ayudarlo a crear esa pieza tan bonita. Alentó a esperar a su fanaticada por la coreografía y su nuevo álbum.
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Y, nuevamente, vendió todos los boletos dada la multitudinaria expectativa hacia aquella primera puesta en escena de Serendipity.
Todos quedaron con la boca abierta cuando JiMin apareció en escena dentro de una burbuja gigante rodeado de las flores más bonitas. La melodía golpeó el estadio y la multitud suspiró con las primeras notas de la pista. El cantante hizo el amago de romper la esfera y se levantó portando un traje brillante completamente blanco y pequeños cristales bajo sus ojos. Acaso, ¿Park JiMin podía brillar aún más? Danzó con un grupo de bailarines de apoyo. Hizo pasos provocativos y alzó ligeramente su camiseta mientras seguía aquella coreografía tan deslumbrante.
Las fancam tuvieron miles de visualizaciones.
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Y, para sorpresa de todos, JungKooK―de BTS―hizo un cover roquero de aquella canción la cual subió a su cuenta personal de Youtube: “GOLDEN CLOSET FILM”.
En dos días obtuvo más de cien mil millones de visualizaciones.
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Ambos no tuvieron más interacciones en las redes. Sólo se restaron a subir material propio de sus eventos. Pero los avistamientos de JiMin y JungKook continuaron. En las plataformas más usadas se veían imágenes de ellos paseando por su área residencial, en tiendas y restaurantes de lujo. Ellos estaban solos; sin amigos, sin mánager, ni guarda espaldas. Solo los dos.
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El rumor de un posible romance de los músicos comenzó a tomar fuerza y, eso, era escandaloso para la cerrada cultura coreana. Una relación de dos chicos era una bomba noticiosa, y más aún, dos chicos tan altamente famosos mundialmente hablando. Los medios más conservadores estaban nerviosos mientras la prensa rosa disfrutaba cada especulación.
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Pero las polémicas no abandonaban al dúo. Park fue apuntado y tachado. Las horribles palabras de anónimos no tardaron en aparecer tras haber interactuado “íntimamente” con TaeMin.
Lee TaeMin, así mismo como JiMin, es un ídolo reconocido por sus dotes de bailarín. Él es sumamente sobresaliente en su agrupación. Con Park son amigos hace años. Sus fans cercanos lo saben. Con Lee mantienen una estrecha amistad no mediática puesto que, JiMin intenta cuidar su entorno después de los múltiples escándalos alimentados por rumores que tuvo que sopesar en el pasado. Ellos, siempre muestran una relación cordial; si no eres seguidor de ninguno, jamás te enterarías de su cercanía. Por lo mismo, cuando han estado de invitados en programas de música, siempre se les nota esa química íntima. Pero, recientemente, ambos fueron fotografiados tras bambalinas platicando con mucha proximidad. Una cercanía que sí, se podía tomar para malos entendidos y, los maliciosos se aprovecharon. Metieron saña y sólo se sentaron a observar el escándalo que quedó a pesar de que era sabida la relación amistosa de los músicos. Pero la situación de JiMin era delicada. Él, por cualquier motivo, era cuestionado. Era como si no pudiese tener amigos u amigas rodeándolo porque debía dar respuesta para que la avalancha no se le viniera encima y lo ahogaran a él y al involucrado.
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Aparte de aquel hecho con TaeMin―los nuevos rumores y dichos despectivos hacia JiMin―no hubieron más noticias sobre el tema del momento: JiMin y JungKook. Pareció como si, todo el revuelo antes visto, hubiera desaparecido de la mente de todos. El asunto se enfrió y pasaron los meses.
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No hubo nuevos avistamientos, no hubo interacciones en las redes. Nada más pasó.
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Hasta que, sorpresivamente, JungKook hizo un en vivo. El Vocalista principal de BTS apareció en el encuadre junto a una torre de álbumes sellados. El músico interactuó con “alguien”. Parecía que, junto a él, había personal del staff o, quizá, algún integrante de su banda. Se veía distraído. Arregló la cámara, le sonrió a esta, bebió agua y agregó:
―”…Te estoy esperando”―canturreó mientras observaba algo o “alguien” detrás de pantalla. Se oyó un susurro―. ”¿Por qué tan tímido?”―éste imitó aquel poco tangible sonido. De fondo se oyó una risa. En las redes, de inmediato se especuló quién podía ser―”… Vamos, bebé. Siéntate junto a mi”―JungKook observó detrás de cámara detenidamente junto a una sonrisita juguetona.
―”Te estas volviendo descarado”―La particular voz de JiMin se oyó clara. JungKook se carcajeó.
―“He aprendido de un gran maestro. Entonces, eso es un ¿no?”―negó con falsa inocencia y volvió a mirar la pantalla frente a él.
Mientras los minutos transcurrían el ambiente se relajó y la voz de JiMin salió con más comodidad. Probablemente se contenía en hablar más allá de monosílabos o sonrisas puesto que era obvio que no quería opacar el real motivo de aquel directo que estaba haciendo el vocal.
El menor introdujo su aparición con la excusa de hacer un “unboxing” de su nuevo álbum. Abrió uno para revelar el contenido del mismo mientras, a un JiMin silencioso, le mostraba el arte y como cada integrante tenía su cara impresa en cada elemento que sustraía del empaque. Se burló un poco de sus compañeros de agrupación y Park intentó aguantarse las ganas de reír para no hacer tanta “presencia”. Pero los fans ya tenían el ojo en él cuando se dieron cuenta que la estrella pop se encontraba junto al vocalista. Y fueron rápidas, porque comenzaron a especular desde que el roquero prendió la cámara. Mientras tanto, las redes parecían estar en llamas. Park y Jeon pertenecían a agencias diferentes, entonces estar hablando tan distendidamente de su nuevo trabajo junto a un artista que no pertenecía a su banda, ni a la empresa de JungKook, era para cuestionarse qué estaba pasando.
Jungkook mostró una faceta diferente. El chico era serio e introspectivo. El lado juguetón de Jeon era algo impensado, pero ahí estaba y salía junto a JiMin. Las voces chistosas hicieron reír, en más de una ocasión, al mayor provocando que sonara tan extremadamente dulce. A pesar de que Jeon era menor que JiMin, éste le hablaba con mucha confianza y, sin chistar, le decía sobrenombres graciosos al chico de sonrisa brillante. Sin dudas, había mucha cercanía y confidencialidad entre los artistas.
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Días más tarde, se dio a conocer que BTS se había cambiado de empresa y ahora pertenecía a BigHit―misma empresa a la cual correspondía Park―. Aquel día de transmisión, estaban en las instalaciones del gigante del mundo de entretenimiento.
Así que, JiMin y JungKook se verían juntos mucho más que ahora.
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Un par de semanas después, JungKook sacó un tema en solitario; el segundo después de Begin.
Se tituló Euphoria y lideró las listas; así como lo hizo Serendipity.
Era una canción completamente diferente de su género tan característico de su conocida banda. La tonada era realmente romántica y la letra decía mucho más de lo que uno podría imaginar. Esta revelaba sentimientos y emociones a gran escala. La melodía transportaba a un lugar utópico; hermoso y rosa donde daban ganas de estar enamorado para poder palpar aquella Euphoria que Jeon JungKook trataba de transmitir con su tono vocal suave y susurrante.
La tendencia número tres era: #¿JiMinHaceLos”Yeah”EnEuphoria?
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JiMin tenía un tono particular y era completamente notorio cuando resaltaba. El hecho de que Park fuese parte de Euphoria quedó como un rumor más porque no se mencionaba al artista en los créditos.
Pero un fan, la noche anterior al concierto de BTS, pasó por afuera del recinto en el cual se iba a llevar a cabo dicho evento y logró captar la voz de JiMin haciendo los coros de Euphoria. Hubo un vídeo que reveló el hecho. Su tono vocal se escuchaba claro y fuerte. Además, Hubo fotografías de ambos saliendo del lugar. Lo que no estaba claro era el porqué BigHit tenía tanto miedo al éxito. Jeon y BTS ya eran parte de la empresa y, siendo Park su estrella más longeva y famosa, porqué no hacer una colaboración tan grande como esta. ¿La empresa quería proteger a sus estrellas y no exponerlas de más? Era sabido que ambos estaban teniendo una exposición excesiva últimamente; sus nombres estaban en los encabezados y no precisamente por su trabajo como estrellas. Era un momento complejo para ambos, ¿pero desechar esta gran oportunidad? Era difícil de creer.
Probablemente, Park no era parte de Euphoria―y no habría una pronta colaboración―, pero estaba más presente en la vida de Jeon de lo que los fans pensaban.
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Tiempo más tarde, se les vio a ambos en el aeropuerto. Según una seguidora de Park, el músico se encontraba con su padre y su hermano menor, quienes acompañaron a ambos para despedirlos en el terminal. El destino era incierto en aquel entonces, pero pronto salieron fotografías de ellos en las calles de Tokio; y estaban completamente solos por la ciudad nipona mimetizándose en las multitudes.
Se rumoreaba que el viaje era una especie de regalo de parte de Jeon. Así se comprobó, según unos análisis de posteó en sus redes. JungKook publicó que preparaba una sorpresa, pero no dijo de que tipo ni para quién.
También se mencionó que entraron a una tienda de joyería en la ciudad y que, supuestamente, habían comprado anillos de pareja. Las palabras claves en twitter llegaron a la cima: #JikookComprometidos #AnillosDePareja #ViajeATokio. Pero todo, como siempre, era un rumor.
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Con el transcurso de los días―después de su viaje―, se les vio usando un anillo particularmente similar. Primero fue Jeon en una firma de su más reciente álbum. Normalmente, el músico lucía sus manos desnudas; sólo sus tatuajes se dejaban relucir y él no acostumbraba a usar más joyería más que varios aretes en sus orejas.
JiMin, por su parte, usó aquella joya en un concierto. Las fotografías de él tomando su micrófono plateado hacían resaltar la joya.
Hubo comparaciones. Realmente eran piezas similares.
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Al final, circuló una instantánea―en mala calidad―de ellos en la carísima tienda de Bvlgari. Los anillos que portaban eran similares a unos de pareja que promocionaba la marca. Internet explotó con la nueva información y parecía que ya veían a los músicos entrando al altar. (Claro, si no es que ya lo hicieron en secreto). Las palabras claves: #Jikook #Kookmin #BvlgariTokio #Comprometidos se repitieron por días cuando el tema volvía a tomar fuerza alentado, siempre, por rumores.
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Jungkook, después de un tiempo, volvió a los covers. Subió, a su cuenta de Twitter un vídeo de él cantando: There For You de @Troye Sivan. Mencionó que aquella canción daba vueltas en su cabeza últimamente y que era una de sus canciones favoritas en la actualidad. Acotó que la letra le gustaba mucho y que le inspiraba a escribir. Sus fans no se quedaron conforme con el arroba del cantante original de la pieza porque averiguaron datos extras hacia el cantautor y que podría dar indicios al presente de Jeon. Resultó que Sivan es un cantante/actor australiano de la misma edad que JiMin. También, el chico, es abiertamente homosexual y, al parecer, There For You fue una canción dedicada a su pareja actual.
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Un mes después, en el canal de YouTube de JungKook―G.C.F―, apareció un vídeo que se titulaba simplemente como: Tokio
El viaje al país Nipón dejó de ser un debate sobre la veracidad porque JungKook, lo esclareció de forma audiovisual. El metraje filmaba en todo momento a JiMin. Nos mostró la perspectiva del artista mientras pasaban por múltiples escenarios (tiendas, calles, restoranes, hotel, parque de diversiones). Sumando, además, la canción de género dance house del autor Troye Sivan; “There for you” que hizo vibrar los corazones de las fanaticadas―y de la no fanaticada, también―. Aquel film, fue una alegoría hacia el amor y como es importante estar para el otro; sea el momento que sea en la vida.
“Estaré ahí para ti, pero tú tienes que estar para mí también”, repite There For You. Canción quese convirtió en el himno Jikook/KookMin después de la liberación de aquel clip.
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Esa fue la partida de múltiples metrajes creados por el músico. Imágenes hermosas, armonía, filtros cálidos, canciones con letras significativas. ¿Los actores? Sus compañeros de banda detrás de cámara, en sus momentos de descansos o, en ocasiones, en medio de las giras. Y claro, JiMin era el actor principal. Era recurrente verlo en las tomas; aunque Jeon se negaba en darle el papel principal. Le gustaba molestarlo para que el chico sacase su lado más aniñado; parecía que al roquero le agradaba esto.
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Muchos querían saber la verdad: ¿JiMin y JungKook eran pareja realmente?; porque algunos estaban molestos. Creían que ellos jugaban con sus fans y hasta lucraban con aquel coqueteo ambiguo para tener más seguidores; para tener más me gustas, para tener más vistas en sus vídeos musicales, para tener la atención en ellos.
Otros―quizá más inteligentes―decían que: “las imágenes valen más que mil palabras”. Entonces, ¿era necesario hacer un “comunicado de prensa” de la vida de los artistas para dejar contentos a algunos inescrupulosos?
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JiMin y JungKook no hablan del tema del momento: Ellos no hablan de su cercanía, ni de su “amistad”. Aunque, parecía que últimamente, estaban viviendo juntos porque llegaban y salían de la empresa en el mismo auto.
Era curioso que Park no comentara nada sobre el roquero―ni Jeon hacia él. En cambio, JiMin hablaba abiertamente de la fuerte amistad que tenía con V―Taehyung su bailarín de apoyo―. Era sabido y recalcado―por el vocal―que el chico era su alma gemela y que lo adoraba demasiado. Se conocían desde la escuela media, estudiaron juntos y juntos audicionaron para la empresa en diversas áreas. Su otro amigo inseparable y reconocido por la estrella era JHope―HoSeok su otro bailarín de apoyo―. Ambos se relacionaban con el rubio con mucha cercanía y hermandad. JiMin recalcaba que eran como sus hermanos mayores (aunque Tae tuviese su misma edad y fuese un par de meses menor). Entonces, ¿Por qué no era capaz de decir algo similar hacia JungKook? ¿Cuál era el temor?
Su “relación” llevaba varios meses y su cercanía era digna de una amistad tan eterna y duradera como la que tenía con sus bailarines principales.
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Los rumores siguieron sumando y las tendencias variaban dependiendo del debate de los fans en Twitter. Pero nada era tan relevante como que las estrellas estaban “desaparecidas”. Ya no se les veía juntos; cada cual parecía andar en sus propios asuntos y los rostros de los artistas se veían serios.
Había unos que decían que se habían separado. Los demás creían que, quizás, habían usurpado sus famosas cuentas. Otros que dado el nivel de acoso y por los miles de rumores, estos mismos decidieron bajar sus cuentas; por ello habían dejado de publicar.
Y los meses de silencio continuaron. No había actualizaciones de ninguno. ¿Qué estaba pasando con JiMin y JungKook?
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JiMin de repente, volvió. Mencionó que se había tomado vacaciones; que necesitaba despejar su mente. Contó que visitó Europa y que estuvo varios días por París y Londres. Adjuntó unas bonitas postales. Como nunca, Twitter se comportó y los comentarios que le llegaron a la estrella estuvieron llenos de buenos deseos (y, claro, no faltó la mención de Jeon en el mar de texto).
Pero Jungkook continuó sin aparecer.
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Tiempo más tarde, hubo una entrevista después de mucho tiempo. El entrevistador era cercano a JiMin. Era un sujeto divertido; querido por el público por hacer sentir a las estrellas cómodas. También era reconocido por obtener primicias que habían sido evadidas en otros medios de comunicación. El hombre tenía sus fórmulas; él era sinónimo de ameno.
El ambiente en el programa fue distendido y hablaron de todo un poco, pero lo que puso en alarma a muchos fue lo siguiente:
Entrevistador: ―… Sería realmente un tonto si no intento esta pregunta―el sujeto no alcanzó a continuar porque JiMin―compuesto y con una sonrisa de ojos―lo frenó con su palma en el aire.
JiMin: ―Se a dónde vas―se rió. Park, sin dudas se estaba divirtiendo, pero en sus ojos llenos de brillos se dejaba ver algo de tristeza. Aunque también estaba la posibilidad que aún se encontrara enfermo. Su último concierto se tuvo que cancelar. JiMin era talentoso, un artista completo, pero sufría de dolores crónicos y su rostro lo delataba, aunque él no quisiera.
Entrevistador: ―Entonces, ¿me dejarás? ―JiMin sonrió a la cámara y alzó sus cejas. Hubo un silencio en el estudio y el tipo continuó―. Ha habido un real revuelo en las redes este último tiempo. JiMin, Tú has sido tendencia muchas veces este año y, sobre todo, se te a vinculado con un integrante de BTS… Me gustaría saber, ¿cuál es la verdad entre tú y Jeon JungKook?―el mutismo en el plató fue tenso. JiMin miró al conductor, luego a su regazo. Humedeció sus labios y volvió sus ojos al lente.
JiMin: ―Ya no estamos Juntos…
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No era mentira que los corazones de muchos se rompieron.
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#JiMinYJungKookRompieron #SíEstuvieronSaliendo
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JiMin, después de sus largas vacaciones, intentó retomar las redes de a poco. Pero era notorio que algo cambió y, paulatinamente, se volvió menos presente en las redes. JungKook, que nunca fue muy activo, comenzó a subir, de vez en cuando, covers de canciones que le gustaban. Los videos eran cortos; de escasos minutos. Y siempre recalcaba que se fijasen en la letra. Mencionaba que las letras eran muy importantes para él.
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Más tarde, BTS sacó el single “Fake Love”. La canción fue promocionada y, sin melodía y sin letra ―con sólo el título―, JiMin fue destrozado en las redes.
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―”Por ti pude fingir que estaba feliz cuando estaba triste… JiMin, eres una mierda” ―“El Bailarín le mintió a nuestro Jungkook, es lo peor”. ―”Me había comenzado a interesar en JiMin, pero veo que es un imbécil. Pobre Jeon, jamás mereció su amor”.
Los comentarios crecieron en volumen y se multiplicó con la salida de la canción metalera de voces desgarradas y notas fuertes.
Las tendencias #FakeLove y #ElFalsoAmorDelJiKook estuvieron semanas arriba entre lo más comentado.
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A la semana, JiMin sacó “Lie”. Era una canción compleja con una melodía ambigua que seducía con tintes oscuros. Pero la letra habla de estar atrapado y de que se quería ser salvado. Muchos creían que hablaba de la relación tóxica con Jeon, mas, otros, hablaban de que trataba de lo difícil que era mantenerse cuerdo en una vida de ídolo donde, siempre era apuntado con una cámara para no sólo captar su lado bonito, sino, ahora―y más que nunca―deseaban capturar el lado “feo” de JiMin tras su bullada relación con Jungkook.
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Pero, a pesar de todo el desprecio hacia el artista pop, Lie sobrepasó a Fake Love en las listas mundiales más populares.
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Jeon hizo un en vivo, tras meses de ausencia en la plataforma y tras dos semanas después de la salida de Fake Love. Inevitablemente, los comentarios a tiempo real en el chat sólo mencionaban a JiMin. Y no se decían cosas muy buenas.
Jeon no se veía contento con aquellas interacciones.
―”Yo no hablo mucho, pero observo. Siempre estoy mirando a JiMin. Lo admiro mucho. Él es una persona increíble y… yo soy muy torpe”―acotó alborotando su larga cabellera azabache. Su tono fue triste y algo avergonzado. Pero sus palabras estaban llenas de cariño y amor―”. Sé que todos piensan que JiMin me hizo algo porque sacamos con BTS Fake Love, pero es todo lo contrario. Yo escribí la canción y esta habla sobre un tercero. La persona herida, acá no soy yo”―dijo tras un suspiro. Se veía martirizado―”… Es difícil amar. Es difícil estar en la misma sintonía que la otra persona y, ¿qué nos queda? ¿Fingir un falso amor?”―negó. Se quedó un momento en silencio y deslizó sus dedos por la pantalla táctil. Quizás filtrando los comentarios.
―”Lie es una canción increíble. La escucho a diario”―respondió la pregunta de un seguidor y sonrió a la cámara.
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Tras interactuar más de cuarenta minutos concluyó el en vivo dejando a la mayoría―que apoyaba la relación de los artistas―con un regusto dulce en el paladar. Muchos creían que JiMin y JungKook volverían.
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JiMin publicó un sencillo autorretrato junto a una bajada: “¿Cómo están iniciando su día? A mí me costó salir de la cama”.
Una fan le contestó con una pregunta: “¿Viste el en vivo que hizo JungKook, hoy? Yo con ello me desperté”.
Nadie creyó que le respondería, pero lo hizo y sus palabras fueron: “Lo vi”.
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Una cosa era clara, ambos estaban al tanto del otro. Se tenían presente. El término de su relación no había sido por algo muy fuerte. Y, sea lo que sea, necesitaban tiempo. Por lo que las esperanzas de ambas fanaticadas estaban positivas.
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Ocurrió que un par de fans los vieron. Ellos fueron a varias partes juntos. Sin compañías extras. Estuvieron en el centro comercial, luego en un paseo peatonal y, más tarde, en un restaurante. Hubo fotos por la web. Ellos vestían de negro; Jeon con su distintivo Bucket Hat y JiMin llevaba una gorra de beisbol y, sobre esta, la capucha de su sudadera. Las tendencias fueron: #¿Volvieron?
Pero, sea lo que sea que pasara con ellos, era realmente tranquilizador verlos juntos.
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Días más tarde y con ese evento latente, una chica subió un texto que dejó a medio fandom escéptico.
Cito:
―“El momento en que las redes tuvieron como tendencia a JiMin y JungKook después de su avistamiento en el centro de la ciudad, yo andaba por ahí junto a mi madre. No me enteré en ese mismo instante, por ello vengo ahora con esto... Creí ver, aquel día, a dos chicos parecidos a JiMin y JungKook. CREÍ VER, porque a mi estas cosas no me pasan.
Soy una chica que no reside en Seúl. Vivo fuera, por lo que estar de viaje en el momento preciso, ni yo me lo creí. Quiero recalcar que nunca he visto a celebridades y ni he tenido los medios para ir a un concierto de ellos―además, es difícil conseguir una entrada―. Por lo que, simplemente, creí encontrarlos “similares”. Digo, en Seúl todos los chicos parecen estrellas de un KDrama. Así que, indiscriminadamente, y con el rostro de mi madre mirándome como si fuese una loca que necesita ser internada, tomé fotografías. Soy fan del JiKook/KookMin; si me encontraba con chicos parecidos, yo iba a capturar el momento. El que se parecía a Jeon usaba jeans negros deslavados y rotos, botas, una camisa a cuadros gris y una chaqueta de cuero y su Bucket Hat de ala amplia. El que se parecía a Park, llevaba unos jeans negros ajustados, botas de tacón, una amplia sudadera negra y una gorra.
Vi a estos chicos tomados de las manos y, en un momento se besaron―lo capturé, no miento―. “JungKook” parecía juguetear y tironeaba de la mano del otro―yo me encontraba en una distancia prudente. Mis imágenes están sacadas de lejos y tienen mucho zoom―mientras “JiMin” caminaba delante. De un momento a otro, el tirón fue mayor y “Jeon” se precipitó y “besó” a Park, fue rápido (posiblemente, y por el ángulo, sólo quedaron muy, MUY cerca). Se separaron en el momento. “JiMin” parecía molesto, mas sus brazos rodearon el cuello del contrario y―ahí sí que ocurrió―se besaron, y estuvieron largamente así. Parecía que hablaban en esa misma posición y luego se volvieron a besar mientras las personas que transitaban parecían ignorar la escena mientras yo me estaba muriendo y mi madre parloteaba que dejase de perder el tiempo porque ya se nos estaba haciendo tarde. Pensé: Sí tan sólo hubieran sido JiMin y JungKook…
Ahora me vengo a enterar que, al parecer, eran ellos. Tengo temor de subir las capturas. No quiero violar su privacidad, pero necesito compartir esto con alguien más y que me corrobore lo que vi, porque ni yo me lo puedo creer aún. Perdón”.
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La chica anónima se hizo tendencia, así mismo como los protagonistas de las noticias actuales.
#Jikook #Kookmin #HanVuelto #JiMinYJungKookSeBesanEnLaVíaPública.
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En medio de todo el revuelo, Jeon tenía un concierto programado. El espectáculo transcurrió sin contratiempo, hasta que, casi finalizando la presentación, dijo: ―”No importa lo que haya pasado entre nosotros; no importa lo que hablen, no importa el tiempo, no importa la distancia porque tú siempre estarás para mí como yo estaré para ti. Recuerda: Tú eres yo, yo soy tú”. La audiencia se quedó atónita; guardó silencio como si analizara a fondo lo recientemente dicho, luego gritó enternecida. Después de un par de acordes sueltos, y de forma extraordinaria, Jeon dio pie a Serendipity. Tocaron su versión instrumental y para concluir, llegó Euphoria con la misma intensidad dándole, así, un cierre a la actuación.
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JiMin, una hora después publicó en twitter: “Déjame amarte. Yo seré tú Euphoria porque tú has sido mi Serendipity”.
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Al tiempo después, se les volvió a ver juntos e inseparables como debió haber sido siempre. Las redes sociales lo agradecieron; los sitios se llenaron de felicidad y buenos deseos. Aunque, claro, no faltaba el que preguntaba demás y los rumores―aunque débiles―volvían a tomar forma.
Como espectadores, jamás sabremos realmente como empezó todo ni porqué la relación acabó en un punto. Nos quedaremos con los rumores; con lo que se dice, con lo que se inventa porque estamos al otro lado de la pantalla. JiMin y Jungkook son los protagonistas de su propia historia donde nosotros no tenemos cabida. Nos quedaremos con este cierre de capítulo no como un final, sino como un continuará, porque las estrellas tienen mucho más que entregar.