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Sueños por Taenielbae

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Notas del fanfic:

Hace muchos años inicié escribiendo fanfics con historias de amor entre GD y Taeyang, miembros de BIGBANG, por cierta obsesión, tal vez. Siendo sincera, no puedo dejar de escribir historias acerca de ellos dos, aunque se sabe que uno de ellas ya está casado.


En fin, esta historia, al igual que otras que he escrito y publicado aquí mismo, es un poco trsite, pero espero que el final no lo sea.


Por otro lado, también sé que no es un buen resumen, pero quiero ver qué sale de todo esto. Espero pronto volver a actualizarlo.


 


 

Notas del capitulo:

Espero que la disfruten. :)

Soñé contigo. La noche anterior soñé que me acariciabas con tus grandes manos y me besabas con tus suaves labios. Soñé con los dos, con nuestros cuerpos unidos debajo de las sábanas blancas que poco a poco se iban humedeciendo por el sudor de nuestros cuerpos, con tu bella sonrisa y con tu melodiosa voz. Soñé con mi amante, aquél me sedujo una y otra vez con esa singular forma de ser y que cada día lo hacía más hermoso ante mis ojos. Soñé con su inigualable baile, perfecto como él.


En la última noche que te vi en mi habitación, recostaste tu cabeza sobre mis piernas y me pediste con una voz calmada que te hiciera sentir mejor, como siempre lo hacía. Así lo hice. Cumplí todo, cariño. Te llené de amor, fui tu fiel compañero. Te di todo de mí. Esa misma noche soñé con lo que tuvimos oculto por años entre las cuatro paredes de nuestro hogar al que siempre llegabas todas las noches para descansar. También lo vi desvanecerse en tan solo unos segundos. Soñé contigo y con todas las promesas que nos hicimos. Soñé contigo y soñé que me amabas.


Cuando desperté, al día siguiente, las lagrimas se apoderaron de mí y no pude calmarlas por mucho tiempo, así como no pude ocultar más mi dolor. El dolor que me dejaste después de la última noche que permaneciste a mi lado. El dolor de ver una cama vacía, sin el amante que todas las mañanas me despertaba con un “Te amo, Ji Yong”. Grité y me lamenté por el resto del día, pues sabía que había llegado el momento de tu partida. No habías dejado ningún rastro y eso me hacía sentir peor. Te maldije, pero no podía dejar de amarte.


Pasaron los días y dentro de mí se mantenía la esperanza de que en algún momento volverías a mí. Lamentablemente no fue así. Deseé que al menos me hubieras dicho adiós. Te confundí mil veces con extraños que creí que tenían tu misma silueta cuando los veía después de haber bebido varias botellas de soju. Quise volver a sostener tus manos, tu cabeza, pero ya no estabas ahí. Desanimado regresaba al departamento y de nuevo me enfrentaba con mi maldita soledad.


Llegó Navidad, año nuevo, el día de los enamorados y muchos más. Llegué a soportar el frío del invierno, la llegada de la primavera que la recibía tristemente, incluso soporté tu ausencia, sin embargo, no había aceptado tu partida. Comencé a dejar de llorar cada noche. Traté de no pensar tanto en ti, ni en lo que tuvimos e ingenuamente nos prometimos. Afortunadamente ya no preguntaba por ti. Incluso intenté salir con alguien más, pero no funcionó. Seguía teniendo sentimientos por Young Bae.


Seguía amando tanto a mi amante, a ese hombre menos alto, pero más fuerte que yo. Extrañaba tu amabilidad, tu voz, tus abrazos, tu valentía, tu apoyo. Te extrañaba más, cada día más. Te busqué en todos los lugares que solías frecuentar, mas no te encontré. Entonces decidí buscarte en mis sueños y ahí pude volver a estar junto a ti, como en aquella última noche que te vi a mi lado y te vi sonreír. Me volviste a amar. Soñé contigo y soñé que me amabas. Soñé que no te habías ido.


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