Aaah… Sábado en la mañana. Las aves cantan al recibir los agradables y cálidos rayos del sol a todo el vecindario. Cómo cada mañana de los fines de semana, nuestro querido amigo de la gorra se preparaba su desayuno de fruta picada; en cuanto iba a dar el primer bocado a su comida, escuchó un gran ruido a fuera de su puerta de malla y seguido de eso aquella malla que protegía la cocina de molestos mosquitos fue desgarrada en cuanto entraron sus amigos.
-¡¿Pero que demonios…?! ¡¡Eddy, Ed!! ¡El mosquitero! -Gritó Doble D al ver la semejante escena -¡Me van a tener que ayudar a repararlo… Mi papá ya está cansado de tener que gastar para arreglar esa puerta.
-Tranquilo, gruñón… -Dijo Eddy al sentarse a la mesa seguido de Ed -No hay tiempo para eso, debemos preparar nuestra siguiente estafa. No queremos recibir el semestre sin ganar algo de dinero, ¿o si?
Doble D respondió con un gesto un tanto amargado y al ver que la bocota de Eddy iba a abrirse, lo calló poniendo una cuchara llena de fruta en ella -Primero… -Señaló el mosquitero.
-¡Oy…! -Saboreó la fruta y una vez que se pasó la fruta dijo -¡Ay, está bien…!
-¿Iremos al centro? -Preguntó Ed con algo de entusiasmo -¡Iré a la tienda de comics!
-Espero y tengas ahorrado algo para ayudarme a reparar esto, Ed. -Dijo Doble D levantándose de su lugar para prepararles a los chicos un poco de fruta picada, en cuanto a Ed se le borró la sonrisa.
-Está bien… Será para la otra…
-Entre los tres compraremos la malla, si sobra algo te acompañaremos con gusto a la tienda, Ed. No te preocupes -Dijo ya mas calmado el chico de la gorra y les sirvió a cada uno su plato con fruta.
-¡¿De verdad?! ¡Gracias Doble D! -Se levantó el grandulón para ir a darle un fuerte abrazo a su amigo.
-¡De…! De que, amiguis… -Dijo apenas conteniendo la respiración por aquel fuerte abrazo rompe huesos.
Una vez que los chicos terminaron de desayunar, Doble D fue rápido a su habitación para tomar un poco de dinero de sus ahorros para por fin salir de su casa e ir rumbo al centro comercial de la gran ciudad Cartoon. Al salir de la casa de Edd, vieron a lo lejos que de la casa que por fin estaba siendo habitada salieran unos tres chicos que eran mas o menos de la edad de los Eds -Vaya, por fin se dejan ver los nuevos vecinos… -Comentó Eddy con su clásico humor -Eso significa que por fin podré sacarles un poco de dinero…
-Ay, por favor Eddy… -Dijo Doble D rodando sus ojos
-Contigo funcionó.
-Si, pero cuando éramos pequeños. No pude dormir durante una semana con solo recordar como Ed te comió… Aunque ahora que lo vuelvo a recordar fue muy gracioso -Dijo al intentar controlar su contagiosa y amigable risa.
-Ja-Ja-Ja… Muy gracioso… -Eddy decidió ver con mas detenimiento a los nuevos vecinos. Era un chica de pelo rubio que traía un sueter rojo ancho y unos pantalones de mezclilla, el otro se trataba de un mastodonte de un aspecto punk descuidado y por ultimo y en quien fijó mas su atención era una chica de cabello largo y negro quien llevaba una blusa purpura con puntos oscuros y una falda negra. Se había quedado perdido y sin apartar su vista de aquella chica.
-Eddy… ¡Tierra llamando a Eddy…! -Ed le gritó tan fuerte en su oído que apenas eso logró que lo sacara de sus pensamientos.
-¡¡Aaaah…!! -Eddy cayó aturdido por el grito de su amigo -¡¿Qué rayos te pasa, Ed?!
-Parecía que estabas siendo hipnotizado por una especie de una mujer serpiente devora hombres… -Respondió Ed haciendo una interpretación del monstruo.
-¿Eddy, estas bien? -Justo en eso, salió en la casa de frente de Doble D un chico de cabello naranja y su clásica gorra roja. Normalmente cada vez que este chico veía a los Eds los insultaba o les hacía alguna mala broma, pero esta vez…
-¡Hey, muchachos! Hola -Saludó el joven vecino.
-¡¡Hola, Kevin!! -Saludó Ed.
-Hey, ¿Qué hay de nuevo, Kevin? -Saludó Eddy.
-Será mejor irnos… -Dijo Doble D en un tono serio y con ese mismo tono dijo -Buenos días… - Caminó rumbo a la estación del autobús que los lleva directamente a la ciudad sin ver siquiera a su vecino de frente. Esto dejó algo perplejo a los dos Eds, pero prefirieron no preguntar, al menos no por ahora. Claro, Doble D era muy amable con todos y tranquilo, pero al ver ese comportamiento, que era muy raro de ver, pero se daba era por algo muy serio.
-Buenos… -Kevin prefirió no decir mas y es algo de lo que hablaremos mas adelante, no hay prisa de contar todo de un jalón. Vamos que el tiempo es oro en esta linda historia de amor.
[…]
Una vez que los chicos llegaron al super mercado, fueron en busca de la malla -Bien, veamos en la sección de jardinería… -Pero antes de siquiera voltear, sus amigos ya se habían ido a pasear por todo el lugar -Estos… -Dijo entre dientes -¿Acaso debo estar cuidando de esos brutos…? -Dijo mientras iba de camino a la sección -Veamos… -Tomó el atajo de la sección de pastas y salsas para llegar mas rápido. Por un momento fijó su vista a las salsas especiales para espagueti -Tiene rato que no hago una pasta, si nos va bien esta semana con el trabajo, tal vez compré…
-Farai pasta stasera?
-Forse ... Non lo so, forse se l'ho comprato subito ... -Cayó en cuenta que alguien estaba hablando con el y tardó un poco en escuchar aquella voz y dio un pequeño salto por la sorpresa y se sonrojó en cuanto vio a quien le estaba haciendo compañía en esos momentos -Ja… Ja… Jack… ¡Ho… ¡Hola!
El guerrero samurái respondió con una risita juguetona y con esa dulce sonrisa -Hola, ¿Cómo has estado?
-Bien… Bueno, si, bien… -Decía nervioso -¿Y tu como estás? -Dijo por fin comenzando a controlar sus nervios.
-Bien. ¿Qué te trae por aquí?
-Ah, vengo a buscar una malla para la puerta de mi cocina…
-Déjame adivinar… Ed.
-Esta vez fue Eddy… -Dijo con cansancio -¿Y tu?
-Vine a comprar una escoba y la despensa de esta semana…
-¿Otra vez usaste la escoba como arma? -Dijo divertido Doble D
-Aaah… Si… -Ambos rieron -De hecho es la tercera de este mes, jajajaja…
-Al menos ya es menos, la ultima vez fueron ocho en un mes, eso o al menos que apenas vas calentando.
-Jajajaja… Intentaré cuidar mejor las escobas.
-Yo sé que si… -En eso vio que llevaba en su canasta de compras algunos ingredientes un tanto conocidos -Bueno, no te entretengo mas, yo…
-Descuida, me alegra mucho verte. ¿Quieres que te acompañe?
-No, no te preocupes yo… No quiero molestar -Sentía como ese rubor en su rostro se estaba haciendo presente de nuevo -Yo…No quiero molestar en verdad… -Dijo al mirar de nuevo ese canasto. Jack se percató en cuanto vio como el muchacho vio lo que llevaba.
-Está bien…
-Nos estamos viendo…
-Claro… -Dijo con algo de pena. -No era mi intención que…
-No, tienes que pedir disculpas. No has hecho nada malo… -Dijo con una sonrisa -Me alegra mucho verte de nuevo, Jack. -Dijo con sinceridad.
-Si un dia estás libre, podríamos vernos para tomar algún café.
-Solo si me dejas por fin pagar.
-Yo soy quien está invitando, no tienes que hacerlo…
-Si, pero quiero hacerlo. Al menos por una…
-¡Oye, Doble D! Tienes que ver esto… -Eddy apareció finalmente de sorpresa y rompiendo así la atmosfera que crearon los muchachos. Llegó con ellos y dijo -Ed encontró un… -En eso se percató de la presencia del samurái -Se… Señor Jack -Dijo mientras miraba con gran admiración a Jack -Ho… Hola…
-Solo dime Jack. No es necesario hablarnos de usted. Somos colegas de trabajo desde hace años.
-Y esos años no lo han afectado en nada, señor Jack -Dijo aun admirado Eddy.
-Jack. -Dijo el samurái con una sonrisa y se dirigió a Doble D -Nos estamos viendo, Doble D.
-Cuídate Jack. -Se despidieron por fin y Jack retomó su camino hacia la sección de limpieza dejando así a un Doble D pensativo.
-¿Estás bien? -Preguntó su amigo haciendo que el chico de la gorra volviera en si.
-Si, estoy bien. -Respondió con una sonrisa de lado.
-¿Seguro?
-Claro. ¿Qué fue lo que encontró Ed?
-¡¡Oye, Ed!! -En eso apreció por fin el gran Ed con una malla enrollada cargando –¡La encontramos!
-¡Y está a mitad de precio! -Agregó con emoción Ed una vez que llegó con ellos.
-¡Eso es genial! ¿Bueno, y que esperamos? Vamos a comprarla y de ahí a la tienda de comics. -Dijo Doble D recuperando de nuevo sus ánimos y fueron por fin a la caja. Doble D les dejó la parte que le tocaba para pagar la malla y fue rápido por algo. Los chicos se adelantaron y una vez que compraron la malla, esperaron a Doble D a fuera y después de unos minutos llegó con unos botes de helado. Fueron directo a la tienda de comics que estaba a unas dos cuadras. Una vez que llegaron, Ed se lanzó de inmediato a buscar algunos números de unas historietas que le faltaban mientras que, Doble D y Eddy comenzaron a hacer un tranquilo recorrido por la tienda- ¿Y bien Eddy? ¿En verdad piensas retomar con la idea de las esculturas?
-Claro… Yo -Respondió mientras veía con detalle una figura de uno de los tantos superhéroes que habitaba también en la ciudad.
-¿No se te ocurre nada, verdad?
-¡Noooo…! -Dijo por fin con algo de desilusión por si mismo -Creo que he perdido el toque…
-Oye, no te sientas mal. Es normal tener recaídas de inspiración de vez en cuando. Ya tendrás algo en mente. Yo te sugiero que por ahora disfrutes de tu fin de semana. -Dijo al reanimar a su amigo -Ya se te ocurrirá algo, pelos necios. -Le dio un amistoso codazo en el brazo y recibió una sonrisa por parte de Eddy como respuesta y con ello continuaron su recorrido por la tienda.
-Oigan, ¿Cómo creen que serán los nuevos vecinos? -Ed hizo su famoso acto de aparición y llegó con los chicos mientras cargaba una pila de historietas.
-¿Todo eso vas a comprar, Ed? -Dijo un tanto sorprendido Eddy
¡Están en rebaja! -Dijo con emoción Ed
-Supongo que no vendría nada mal darles la bienvenida. -Comentó Doble D tomando uno de los comics que había tomado Ed.
-Ah, creo que mi mamá hará eso… -Respondió Eddy -Vecinos que lleguen al vecindario, les envía un nanaimo bar
-Los nanaimo bar de tu mamá son deliciosos -Dijo divertido Doble D.
-¿Si hace, nos llevas también, por favor? -Dijo con ilusión Ed.
-De acuerdo, de acuerdo… -Dijo con fastidio Eddy.
-¡¡Miren esto!! -Dijo de repente Ed al ver un anuncio en la contraportada de uno de sus comics -¡Se acerca el evento de la Comic.Toon!
-¿Y qué con eso? -Preguntó Eddy.
-Hay una promoción especial. Si vas con algún disfraz puedes pasar gratis a la convención. ¡Vamos, vamos, vamos!
-Bueno, ¿Qué tienes en mente, Ed? -Preguntó Doble D al ver la contraportada
-Tengo pensado ir de villanos. Eddy podría ser Thanos.
-¡¿Yo?! -Preguntó Eddy -¡Oye que…! Espera… ¿Quién es Thanos -Doble D comenzó a reír.
-Creo que necesitaras leer algunos comics, Eddy…
-¿Qué les ven de interesantes?
-Son buenos. No soy mucho de comics, pero debo admitir que hay buenas historias.
-Doble D podría ser Loki. -Dijo con entusiasmo Ed.
-¿Yo? ¿Loki? Creo que no doy la talla para ser ese villano -Dijo apenado -Tu serías Ultrón o el Dr. Doom. -Ed se emocionó mucho ante el comentario de Doble D.
-¡Vamos!
-Está bien, Ed. ¿Cuándo es el evento?
-Es dentro de un mes.
-Está bien… Pero no gastaremos ni un solo centavo.
-Descuida, podremos ingeniárnoslas… -Respondió con confianza, Doble D.
Una vez que Ed compró sus comics, fueron de regreso al vecindario. Al llegar fueron directo a la casa de Doble D para reparar la puerta y después de ahí comerían helado, pero no contaron con una cosa. Antes de que Doble D metiera la llave de su puerta la mamá de Eddy le gritó desde lejos.
-Creo que el helado tendrá que esperar… -Dijo algo nervioso Eddy -Espero y no se haya dado cuenta de mi mala nota…
-Bueno, no la veo molesta, -Agregó Ed.
-Es verdad. Ve, Eddy. Nosotros nos encargaremos de la puerta. Ah, cierto… -Sacó uno de los tres botes de helado -Compré el de galleta. Es tu favorito.
-¿Nos compraste a cada uno un bote? -Preguntó ilusionado Eddy.
-Claro que si. Como compensación de mi ausencia durante estas vacaciones. Bueno, la verdas no es mucho, espero poder darles algo mejor la próxima. -Dijo apenado Doble D.
-Gracias, Doble D. -Dijo con sinceridad y tomó su bote de helado y fue de camino a su casa -Veré que quiere mi mamá. Si no vuelvo, los veo el lunes.
-Claro, Eddy. -Respondió el chico de la gorra
-Nos vemos, luego -Dijo el gran Ed y ambos se despidieron con la mano al aire mientras veían a Eddy corriendo a su casa.
Al llegar a su casa, efectivamente, su mamá había preparado los pastelillos y le pidió de favor a Eddy que llevara una charola a los nuevos vecinos para así darles la bienvenida al barrio. Eddy dejó el helado en el congelador y en cuanto su madre se percató de ello, le preguntó por el bote a lo que Eddy respondió con confianza que había sido Doble D quien le dio ese helado. Su madre sin pensarlo le dijo que una vez que entregara esa charola regresara y le apartara algunos pastelillos a Doble D.
Eddy por fin salió de su casa con la charola en la mano y fue a la de a lado. Tocó con algo de pesadez la puerta y solo tardaron algunos segundos para que esta se abriera y dejara ver a una de las chicas. Era la chica de pelo negro quien lo recibió con una ligera sonrisa. Eddy se quedó estático al ver a su nueva vecina. -Ah… Ah… -Vio la charola que traía en las manos y regresó en si -Ah… ¡Ah, si! ¡Bienvenida…! ¡Digo…! Te… -No sabía que decir. No se había puesto desde que sentía un cierto interés por Nazz, pero esta vez estaba completamente nervioso por aquella chica -Hola, mi nombre es Edward, pero puedes decirme Eddy. Vivo aquí a lado -Dijo al señalar su casa. Mi mamá les preparó esto… -Dijo entregando la charola a la chica.
-Es un amable gesto de tu mamá. Muchas gracias. Mi nombre es Anastasia, pero puedes decirme Anny. En seguida quitó el mantel que cubría los pastelillos - ¡Oh son nanaimo bar! ¡Los adoro! Gracias
-Si necesitan algo… Con gusto les ayudamos… -Eddy estaba mas nervioso que sentía como sus manos comenzaban a sudar un poco.
-Eres muy amable. Le diré a mi mamá que nos enviaron este obsequio.
-Cl… Claro… Nos… Vemos… -Dijo con torpeza.
-Claro, fue un gusto conocerte, Eddy. -El mencionado comenzó a alejarse y se despidieron con la mano al aire. La chica por fin entró a su casa y Eddy aprovechó para correr en dirección a la puerta de su casa con el rostro completamente sonrojado.
Parece que este es comienzo de una de la primera historia de amor. Ustedes se preguntarán por lo que se prometió en esta historia, calma, que Roma no se hizo en un día, ya vendrá por lo que estaban buscando, o tal vez…