Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Caminos Separados por DarkLady4755

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es la primera historia que escribo, asi que espero que les guste 

El helado frío de Rusia hacía parecer el ambiente más nostálgico para el pequeño japonés, quien estaba acurrucado en el gran sofá de cuero mientras observaba la nieve caer.

Había hecho ya la cena y ahora aguardaba la llegada de su esposo. Desvío su mirada a su mano donde brillaba su anillo de compromiso y matrimonio. Una pequeña sonrisa melancólica apareció en su rostro y un recuerdo vino a él.

El peliplateado lo observaba esperando una respuesta del nipon, quien de la emoción se había quedado sin palabras. —"Sí Víktor, quiero casarme contigo"—. El ruso tomó con delicadeza la mano de Yuuri y coloco el anillo de compromiso en el dedo anular del menor. 
— "Prometo hacerte el hombre más feliz del mundo" — le dijo acercando su rostro y depositando un suave beso lleno de amor.

Aquellas últimas palabras sonaban tan lejanas para Yuuri y se preguntaba porqué todo había cambiado hace poco tiempo. ¿El había hecho algo mal? ¿Porque Víctor lo trataba así? ¿Ya no lo amaba?

No lo entendía ¿Qué había pasado? ¿Acaso sólo era una máscara y ahora le mostraba como era en realidad?

Al comienzo de su matrimonio, todo era felicidad, Yuuri se sentía en el cielo, tenía por esposo a un hombre maravilloso, atento y amoroso. Todo lo que había soñado. Quizá no se dio cuenta hasta ahora de lo celoso y posesivo que era ya que estaba profundamente enamorado.

Ahora que lo recordaba bien, desde que aquel reportero se había acercado a él para hacerle una entrevista, todo cambió definitivamente.

Estaba sentado en una cafetería esperando a que regresara Víktor. Cuando un joven reportero se acercó a él.

—Sr. Katsuki qué sorpresa haberlo encontrado aquí. ¿Me permitiría hacerle unas preguntas? —

Nervioso, Yuuri miró de reojo a la entrada al baño. Sin dejar de ser cortéz respondió.

—Cl-claro, pero por favor que sea rápido.—

El reportero que lo venía siguiendo desde hace un rato junto con el camarografo, no perdería esta oportunidad de sacar un chisme jugoso de los famosos patinadores.

— No se preocupe, seré rápido.— Le hizo una seña a su compañero para que empezara a grabar.

—¡¡Cómo están!! Estamos aquí junto a nada más y nada menos que Yuuri Katsuki, díganos Sr. Katsuki ¿Está aquí solo o en compañía de su esposo?—

—Estoy junto a mi esposo, quien estará aquí pronto.— Respondió Yuuri con una pequeña sonrisa.

—Últimamente, no se le a visto tanto como antes Sr. Katsuki. ¿Acaso su esposo no lo deja salir? ¿Teme que alguien lo conquiste y lo arrebate de su lado? — Añadió con sorna mirando de reojo al camarografo.

—Jajaja pero que cosas dice, no temo que alguien lo conquiste, puede intentarlo si quiere que no lo logrará, puesto que Yuuri solo tiene ojos para mí. ¿No es así, cariño? — Dijo Víktor acercándose con una sonrisa y pasando un brazo sobre los hombros del japonés apegandolo a él.

—S-sí Vitya—

—!!Sr. Nikiforov!! Pero que agradable sorpresa. Le preguntaba al Sr. Katsuki el porqué no se lo ha visto en público más seguido.

—Bueno, Yuuri últimamente a estado un poco delicado de salud. Hoy se a sentido mejor así que hemos salimos a tomar un poco de aire.— Respondió presionando sus dedos con un poco de fuerza sobre el brazo del nipon. El camarografo frunció el seño al notar aquella acción. Casi imperceptible.

—Oh, ya veo ¿Que es lo que tiene?—

Víktor trago saliva.

—A estado un poco decaído. Si me disculpan pero Yuuri y yo nos tenemos que retirar ya.

—Claro no hay problema, muchas gracias por concedernos un poco de su tiempo. Pero antes de despedirnos nos gustaría ver un beso. ¡Que mejor forma de terminar esta entrevista que con un beso, y uno uno cualquiera, si no de los mejores patinadores! ¡¡El público lo pide!! —

—¡Por supuesto que si! —
Yuuri se tensó e iba a replicar pero  Víktor se adelantó, lo tomó de la barbilla y le dio un pequeño beso.

El reportero aplaudió.

—Cómo ustedes ven aquí se respira amor, nos alegra mucho haberlos visto y esperamos que la salud del Sr. Katsuki se restablezca. ¡¡Y con esto nos despedimos!!—

—Muchas gracias por permitirnos esta entrevista—

—No hay de que, ahora si nos disculpan, se nos hace tarde, con permiso.—

—Hasta luego... — Alcanzó a decir Yuuri, ya que Viktor tomó su mano y lo sacó de la cafetería.

El camarografo quiso despedirse de Yuuri pero se lo habían llevado en un abrir y cerrar de ojos. Resignado guardó  la cámara. Le pareció muy extraño el comportamiento de Víktor.

—Oye ya deja esa cara larga, estuviste cerca de tu amor platónico, deberías estar contento. Lástima que se haya casado. Perdiste toda oportunidad jajaja—

Sí, Yuuri Katsuki era su amor platónico y esperaba algún día poder grabarlo en vivo y en directo cuando patinaba, siempre que quería ir, tenía demasiado trabajo, y solo lograba verlo por televisión.

—... ¿No te pareció que el Sr. Nikiforov estuvo un poco extraño? —

—¿Qué dices? Estuvo como siempre... Vámonos ya... Y quita esa cara de velorio.—

En otra parte

El camino de regreso estuvo lleno de un silencio incómodo entre ambos. Por fin Víktor lo había dejado salir y no había pasado ni 2 horas y ya estaban de regreso. Mentalmente se preparaba para la retalía de incoherencias que soltaría el ruso una vez hayan llegado.

Dicho y hecho al llegar a casa, Víktor lo tomó del brazo con fuerza y lo soltó arrojandolo sobre el sofá.

—¡¡¿¿Para eso me pediste salir??!! ¿¿Para coquetear con otros??

—¿Que? De qué estas hablando ahora Víktor. ¿Se puede saber que se supone que hice ahora?— Respondió también enojado, a saber que lo había hecho enfurecer esta vez.

—¿¿Acaso crees que no vi como le sonreíste al reportero ese?? Y eso sin decir como te miraba aquel camarografo. —

—¡¡¡Víktor, ya es suficiente!!! ¿¿No te escuchas?? ¡¡Estas imaginando cosas que no son!! ¡¡No he coqueteado con nadie y el camarografo no me miraba de ninguna manera!!

—No Yuuri, mis ojos no me engañan. Yo se lo que vi. No... No puedes dejarme. No puedo perderte. Desde ahora te quedaras aquí y no saldrás más, nadie te alejara de mi. Yo soy todo lo que necesitas. —

—¡¡¿¿Qué??!! Tarde o temprano tendré que salir. ¿Porque eres así ahora? ¿Acaso no me amas? — le gritó Yuuri con lágrimas apareciendo en sus ojos color chocolate.

—Te amo demasiado mi pequeño cerdito.— le dijo tomando la mejilla  del japonés suavemente.

Yuuri furioso lo apartó.

—¡¡¡Pues no lo parece, si me amaras confiarías en mí!!! — Gritó antes de salir corriendo a la habitación de invitados y encerrarse donde se tiró en la cama a lloró amargamente.

Tal y como dijo Víktor, desde el siguiente día Yuuri no volvió a salir.


Antes de esa discusión, Víktor le había empezado prohibir salir solo de casa, le disminuyó entrevistas, sesiones fotográficas y no lo dejaba patinar si no estaba con él. No veía bien que alguien siquiera se le acercara a su amado y le dirigiera la palabra. Se moría de celos.

Cansado de recordar, se levantó y recorrió su casa, más bien dicho su jaula; por millonésima vez, sabía dónde estaba exactamente cada cosa que ya nada le entretenía. Subió las escaleras y entró a la habitación de invitados que desde esa noche fue su habitación y refugio. Cuando Víktor estaba en casa, Yuuri se quedaba dentro de esta todo el tiempo posible.

Encendió la luz de la lámpara en la mesilla de noche y se recostó sobre la cama mirando hacia la ventana, pronto llegaría Víktor y tendría que bajar a recibirlo y cenar junto a él como cada noche por decisión de Víktor. El azabache solo quería meterse dentro de la cama y desaparecer, quería cerrar los ojos y al abrirlos despertar en Japón junto a su cálida familia.

Pero no era posible

Iba ya cerrando los ojos poco a poco, venciendole el sueño cuando escuchó la puerta abrirse y escuchar la voz de Víktor.

—¡¡Yuuri, amor, estoy en casa!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).