No habíamos tenido mucho tiempo de conocernos…
Sin duda es porque ambos tenemos diferentes edades…
Y por ende nuestro círculo de amistades era diferente…
De por sí, eras alguien que no gustabas de hablar mucho, pero si participabas de repente una que otra tontería.
Usualmente tu mayor compañía siempre había sido Milo.
Él único que te lograba sacar de tu templo, que te animaba a ir a sus travesuras, o estar con los demás de tu edad…
Simplemente sonreías cuando lograbas divertirte.
Aunque debías calmarte mucho por el frio de tu cosmos que a veces se descontrolaba.
Me parecía adorable aquello.
Usualmente yo prefería convivir más con Aioros y Aioria… Sin contar a Death Mask y Afrodita
Creo que no era secreto para nadie, que supieran el ¿Porque prefería pasar mi tiempo con el futuro sagitario?
Aunque jamás se pudo concretar nada.
Sabes… Ambos somos iguales en eso…
No pudimos estar con quienes queríamos al final.
¿Por qué no me fije en ti antes?
¿Por qué no me viste a mí como una mejor opción que Escorpio?
Hubiéramos evitado de esa forma mi dolor y tu sufrimiento…
Lamentablemente las cosas no se pueden cambiar por nada del mundo.
Vivimos nuestra infancia y adolescencia, como lo debimos hacer.
No supe de todo lo referente a ti, pero…
Es normal, creo que tampoco tú lo supiste de mí.
Con excepción de ser vecinos de templos, era lo único que nos unía.
Nuestras personalidades son similares, pues nos gusta la soledad, pero disfrutamos con la compañía de seres queridos.
Tal vez eso nos hace un poco diferentes del resto.
Sabemos apreciar al estar en compañía de alguien, pero disfrutamos de nuestra soledad.
Sin embargo…
Dime una sola cosa, Camus.
¿Si yo te confesara que me gustas, me aceptarías?
Me dejarías sostener tu mano, limpiar tus lágrimas, abrazarte y decirte que siento mi corazón latir solo por ti ahora.
Nos vimos envueltos en la “Traición” contra el santuario, en el instante de la guerra santa.
Obviamente en este punto sabemos nuestras habilidades, crecimos todos juntos en pocas palabras.
Por ende, no fue problema acoplarnos tan bien en esto.
No negare que me sorprendió cuando te vi en esas filas, pero… Significa que también moriste en aquel momento.
Bien, no pasaba nada…
A todos nos afectó hacer aquello, nos dolió que tuviéramos que acabar con nuestros mismos camaradas, herirlos a todos…
Fue difícil, pero…
A ti…
Sé que te dolió más que a nadie…
El desprecio de Milo, que te aborreciera a ese grado… Sé que querías decirle que no era así, que entendiera, pero tu semblante serio… Y ser espiados no te lo permitieron.
Cuando me lo confesaste aquella vez… Entendí que fue un desgarre en tu devastado corazón.
Realmente en ese momento no me importó mucho, hacíamos lo que debíamos y ya, es todo…
Pero… Debo admitir que en ese instante donde volvimos a la vida, por capricho de otro Dios ajeno a la nuestra…
Que tú te unieras por voluntad propia al otro ejecito a vencer…
Fue por un amigo solamente, pero… Hasta yo me sentí mal por Milo…
Bueno, no fue importante en si…
Aunque creo que fue difícil que lo superaras…
Solo entiendo que al revivir esta vez por Atena, indicándonos que en esta vida, como una recompensa de todo nuestro esfuerzo, que la aprovecháramos sin más.
¿Cómo sucedió que todo cambio?
Me tomo tiempo, ya que Aioros declaró abiertamente que sus sentimientos solo van dirigidos a una persona, a Saga.
¿Me afecto?
Claro que si…
Prefería mantenerme lejos de todos, y no era diferente de lo normal.
Deambulaba por mi templo mucho tiempo… Solo haciendo acto de presencia en los entrenamientos, misiones y no más…
Sin embargo una sola noche en que me encontraba solo en la parte trasera de Capricornio…
Lo cruzaste, y por cortesía, salude… Pues ibas perdido en tus pensamientos, igual que yo, salvo que ya llevaba rato intentando superar mi amor no correspondido.
Pero, no respondiste y note el caminó de helada escarcha que dejabas, mi templo lo tenía.
Pregunte que te ocurría, no quisiste detenerte.
Solo atine a sujetar tu brazo, para saber que tenías.
¿Por qué lo hice?
Ni yo mismo puedo responderte…
Solo creí que era lo correcto y necesario.
O puede que… Me vi reflejado en ti, en ese momento que mi corazón se quebró.
Vi tu rostro, lleno de lágrimas, tus ojos violetas cristalizados… Tus mejillas rojas y tu labio inferior siendo mordido para evitar demostrar tu dolor con palabras.
No supe que decir en ese instante, solo te mire, creo que si… Me compadecí de ti.
Pero antes de que yo hablara…
Sentí que me dabas un abrazo… Lo hacías de una forma demasiado necesitada que me asustaste tanto.
No supe sí debía corresponderte o simplemente alejarme…
Sin embargo, mis brazos se quedaron alzados un rato, hasta que cayeron rodeando tu cuerpo.
Un abrazo entre amistad no significa nada, más cuando entre los dos buscábamos consuelo, simplemente alguien que nos escuchara o poder sacar ese dolor de una buena vez.
Así inicio… Fue fácil entablar conversaciones por este tema, y la cercanía nos ayudaba mucho, podíamos conversar tranquilos.
La seriedad y frialdad… Creo que eso somos en cierta forma.
Me contaste que te disculpaste mucho con Milo.
Este dijo que lo de Hades, era un asunto que no requería disculpas, pues era su deber, pero… Lo de Surt, de ese guerrero Asgardiano… Lo entendía… Pues, si le había afectado.
Pero entonces, tú decidiste confesar tus sentimientos por él y esté…
No sé si fue venganza, la verdad no creo que fuera así, sin embargo, te rechazo… Lo hizo…
Y sé que te destruyo, yo vi lo que te causo.
Aun así, ambos rotos… Decidimos apoyarnos mutuamente para salir adelante de ese dolor….
¿Cuánto tiempo paso?
La verdad, no me importa.
Pues poco a poco, pude ver una faceta tuya que jamás creí.
Sí, siempre has sido así, sigues siendo reservado y distante con los demás… Pero, ¿Cuándo logre ser más cercano a ti…?
Pude ver tu sonrisa mas sincera, un brillo en tus ojos que no quería que se apagara, cuando costo mucho hacer qué surgiera de nuevo.
Entrenar, conversar, a veces… Simplemente nos divertíamos bebiendo algo de té o café… Leyendo cada uno por separado… O bueno yo limpiando mi armadura y tú leyendo.
Sinceramente disfrutábamos la compañía del otro en silencio.
Sí, es cierto… Algunas veces… Dejábamos que nuestro dolor hablará… Contándote mis sentimientos por Aioros y tú los que tenías por Milo…
Concluyendo que a veces el destino de los vivos es más cruel que el de los muertos…
Ideas raras, pero con argumentos y buena justificación, pues hemos pasado ambas etapas y han sido difíciles en cierta forma.
Algunas veces caminábamos juntos, simplemente debíamos comprar los alimentos para el día al día… Nos acompañábamos, y sé que más de uno cree otra cosa.
Mis bobos mejores amigos, a los cuales también pude compartir mis tormentos, pero sé que ellos hablarían por la mejor manera de hacer cambiar mi rostro a uno más alegre…
No dejarían que me desahogue, sino intentarían hacerme reír o que me enojará, total para cambiar mi estado de ánimo…
No son malos, es lo que para ellos funciona, pero para mí eso no siempre suerte efecto.
Contigo fue tan diferente… Logre hacerlo y creo que conecte contigo de otra forma.
Tanto que Death y Afrodita dicen en son de burla.
Que los había cambiado por ti…
Sin duda no estaba alejado de la realidad…
No es que quiero que alguien me malentienda…
Ellos dos son mis mejores amigos, ocupan un lugar especial en mi corazón, pero, tú Camus… Camus de Acuario, uno de los caballos dorados más juzgados, y tachado de traidor, cuando otros hicieron peor daño… Has hecho que mis sentimientos por Aioros se desvanezcan, y no duele.
Porque… No sé qué artimaña usaste… O si mi corazón se cautivó por tu frialdad, pero… Me comencé a enamorar de ti.
Fue en un instante que ya no supe donde comenzó…
El final de algo, fue el inicio de algo más fuerte, y que creo puede tener evolución.
Sin embargo una cosa, aun esta en mi mente y es que…
¿Podría decírtelo?
¿Podría confesarme a ti y que me aceptes?
Temo, es verdad…
Nosotros los caballeros dorados de Atena, no debemos temer a la muerte, pero… Temo tanto a tu rechazo, que simplemente prefiero quedarme como hasta ahora.
Solo una pareja de amigos, que se animan de vez en cuando, compartiendo tantas cosas juntos que es fascinante, poder abrazarte y ser tu hombro donde derrames lagrimas cada vez que los recuerdos de ese amor por Milo regresen y te lastimen.
Un destino muy cruel para alguien que añora un amor, que otro desprecia.
Sabes… Yo Shura de Capricornio, juro que algún día tendré el valor de confesar este extraño amor que surgió en mí, por ti Camus de Acuario.
Lo haré y en ese momento… Solo te pido, que no me alejes de ti de ninguno modo.
¿Si?