—¿Y si adoptamos un perro? —El Uzumaki salto de repente sobre él, la energía del mundo parecía llenar esa cabeza atolondrada.
Sasuke se lo quitó de encima y se enderezó, llevaban bastante tiempo acostados en la yerba —No eres lo bastante maduro como para cuidarte ni a ti mismo.
—¡Bastardo! ¿Quieres pelea? —El Uchiha lo miro fijamente, sin ninguna expresión en su cara, en su lugar decidió concentrarse en las hojas que caían en el lago.
Naruto siguió con lo suyo, no dándole importancia a lo que el amargado engreído pensara —¡Realmente me gustaría tener uno, grande y con mucho pelo para poder dormir sobre él! Un buen amigo con el que jugar a la pelota y correr por todo este pasto. El rubio se estiró lo más que pudo, realmente estaba disfrutando de todo ese día, el clima, la vista, Sasuke...
El rubio sintió un golpe en el pecho y luego una serie de lengüetazos en la cara —¿Qué demo...? ¡Hace cosquillas! —Alguien o algo se había abalanzado sobre él, era pequeño, pero con mucha fuerza, realmente no tenía tanto pelo, ni era tan suave, olía extraño y se movía de un lado para otro, Naruto no entendía nada, pero cuando "aquello" lo miro fijamente, supo que serían mejores amigos por siempre.
—¡Naruto! —Sasuke lo levanto rápidamente y tomó una posición protectora —¿No te hirió?
—¡Sasuke encontré al perro que quiero adoptar!
—¿Qué? —La notable confusión del Uchiha se reflejaba en toda su cara.
—¡Vamos! ¡mira lo lindo que es! —Naruto tomo la cara de su pequeño amigo para que volteara a ver a Sasuke y como si el animal entendiera lo que el Uzumaki quería lograr, puso los ojos más tiernos del mundo.
Aunque Sasuke era inmune a esos efectos —Puede tener un dueño buscándolo en este momento...
—¡Pero no tiene placa! además prometo buscar por todo el vecindario antes de quedármelo, incluso lo llevaré al consultorio de Sakura para que verifique si tiene uno de esos chips modernos.
El Uchiha cruzo los brazos mientras trataba de encontrar la forma correcta de explicarle la situación al rubio —No es tan fácil, además, no estoy seguro de que “eso” sea un perro.
El pequeño animalito naranja se encontraba jugando con un palo cercano.
—Pero Sasuke, sería nuestra buena acción del año ¡Por favor! —Los ojos suplicantes de Naruto se hicieron presentes en esta batalla de voluntades. —Prometo sacarlo a pasear todos los días, limpiaré su desorden, lo llevaré al veterinario… ¡Haré lo que sea!
Y era una pelea que el Uchiha sabía que tenía perdida —¿Y si destruye la casa?
—Me encargaré de salir a jugar con él todos los días para agotar su energía.
Pues Naruto Uzumaki era un gran manipulador.
Sasuke estaba seguro de que se arrepentiría de esto —Bien, pero espero que cumplas con todas las promesas que estás haciendo o yo mismo me encargaré de echarte a ti a la calle.
—De casualidad ¿no querrás decir a Kurama?
—¿Kurama?
—Es su nuevo nombre.
El Uchiha suspiró, empezando a sentirse cansado con la situación —Bien. El punto es que no lanzaría a un animal a la calle, no soy tan vil y cruel. En cambio, a ti… —La risa malvada de Sasuke era aterradora —Sí que puedo.
Naruto trago saliva, pero decidió que valía la pena intentarlo —trato hecho —el rubio empezó a golpear sus piernas para que el pequeño animal se subiera a su regazo. —¿Escuchaste amigo? ¡ahora tienes un nuevo hogar! ¡felicidades!
Sasuke sonrió con cariño hacia el par, al menos hasta que sintió como se arrojaban sobre él.