Sin duda tenía que ser un pésimo chiste, una cruel burla del destino que de nuevo los dos jóvenes que hacen su residencia y prácticas académicas, se tengan que encontrar en estas circunstancias…
Dos encuentros con caídas incluidas, no es una perfecta buena impresión… Y más por que el joven de cabellos verdes y mirada inocente como preocupada, se encuentra encima de la joven practicante de enfermería.
Sus manos habían sido metidas a los costados de la rubia por mera suerte e inercia.
Sus rodillas recienten el golpe, quedando una en medio de las flexionadas de la joven y otra al extremo derecho.
Una posición bastante incomoda y comprometedora, que si no fuera por que cayeron delante de quienes los guían en este camino de aprendizaje, hubieran malpensado todo.
-¡¡¡YA, QUÍTATE DE ENCIMA!!!- Se intenta levantar, con el ceño fruncido, queriendo salir de esta situación tan bochornosa.
No le importa tener que empujar al otro para que le dé el espacio de levantarse y alejarse de él.
-Perdón, lo siento… De verdad no fue mi intención…- Su cabeza agachada, también incorporándose al mismo tiempo que la otra.
Una por estar enojada y el otro nervioso, no se dan cuenta de que sus movimientos están de nuevo destinados a chocar.
Al intentar alejarse de ella, levantando su cabeza al frente… El choque de su frente contra de la joven no se hace esperar.
Sonando bastante fuerte por así decirlo, y dejando que ambos chicos expresen al unísono el dolor.
-¡¡¡AUCH!!!- Se distingue de quien es cada sonido por el tono de voz masculina y femenina, pero con la misma onomatopeya.
Shun, ya había salido del eje de la joven… Quedando de rodillas en el piso sintiendo el dolor en su frente pero más preocupado por la rubia que mira atento.
-Ay, perdóname… No fue mi intención…- Es muy amable y dulce, solo que ha tenido pésima suerte para poder causar una buen primera impresión a casi todos en este hospital.
-Solo aléjate de mí- Exclama la practicante de enfermería, sentada sobre el suelo, con las piernas a sus laterales, frotándose un poco el golpe, dedicándole una mirada de furia al peli verde.
Todo esto pasa en cuestión de casi un minuto…
Las miradas verdes y azules se quedan algo impresionadas, y a la vez curiosas de esta situación tan rara… Pero graciosa que se presenta.
Sin analizarlo mucho, se acerca a la joven que debe enseñar en este hospital, para rápidamente tenderle una mano -June, ¿Estas bien?-
Escuchar esa voz delicada y calmada del pelilila la hace que se calme un poco, y de paso recordar que debe mantener la compostura estando en el hospital.
Rápidamente gira su vista al enfermo encargado, y son vacilar le acepta la ayuda para levantarse -Estoy bien… No me paso nada- Al estar de pie, su primer instinto es verificar que su uniforme no se encuentre sucio, sino debería irse a cambiar nuevamente, y eso sería un problema considerando que sólo tiene dos uniformes disponibles, y uno ya está sucio por lo de la mañana.
En esta ocasión de nuevo se revelan las diferencias entre ese dulce enfermero y el amargado doctor, como todos los conocen.
Sus pasos levemente se dirigen al recién llegado reciente, para dedicarle una mirada muy seria -Ponte de pie, tenemos que continuar Le habla bastante indiferente como es su costumbre, no es que le desagrade, sino que es así su forma de ser.
No extiende su mano para ayudar al otro, ya que se debe levantar por sus propios medios, y a continuar se ha dicho.
Ya que le arruinó el breve momento de charla con el enfermero más hermoso del mundo.
Tiene algo de dolor, pero entiende que eso no importa ahora, acata rápidamente la orden, y se pone de pie -Si, lo siento- Se disculpa ante los tres, pero esas palabras van dedicadas más a la rubia que está conforme de que no escalará a más ese derribó.
Pero esto no le cae para nada en gracia, simplemente ver de nuevo a ese peli verde no se le hace para nada divertido -Deberías tener más cuidado, la próxima podrás derribar a un paciente-
-No fue mi intención, de verdad lo lamentó- No sabe cuántas veces se debe disculpar… Pero también lo siente necesario con la cantidad de dos accidentes en este día contra ella.
-Dos veces- Levanta el dedo índice y el medio para enfatizar su enojo -Me has tumbado dos veces, y en la primera casi llego tarde por tu culpa- No se lo perdonará…
-No era mi intención esa vez, ni tampoco ahora, solo fue un accidente…- Se intentan justificar.
Admirando la escena es curiosa, los dos adultos que portan el uniforme de trabaja, a lado de quienes deben enseñar.
Para Mu es una situación muy peculiar, como adorable en sí.
Pero para Shaka, es algo más acorde a un fastidio, que a cualquier otra cosa.
-Suficiente- Habla serio el rubio, para mirar al pelilila que le dedica una sonrisa a esta situación -Si nos disculpas Mu, debemos ir a hacer los chequeos matutinos, que ya hemos perdido suficiente tiempo por este incidente- Sin dar mayores explicaciones, sus pasos se dirigen hacia el ala de pacientes antes mencionado.
-Está bien, doctor Shaka…- Canturrea levemente la afirmación, sonriendo un poco más tranquilo.
Ya que la situación no escaló a mayores.
Aunque si es bastante brusco el hecho de que se vaya como si nada, y sin preocuparse un poco por el nuevo interno, pero entiende la personalidad a veces arisca del rubio que le roba suspiros.
De inmediato el peli verde se encamina detrás del doctor para empezar su residencia y así seguir aprendiendo... Aunque sentía que debía primero seguir disculpándose, y presentarse como es debido.
-Lamento los inconvenientes- Agacha levemente la cabeza, mientras sigue el camino por el que aquel doctor se fue.
-Está bien, lo importante es que no se lastimaron- La compresión de Mu siempre ha sido una de sus mejores cualidades.
En cambio en June esto no es algo que deje en claro. Ya que solo ignora al otro, mientras abraza la tabla con la que se apoya al anotar los signos vitales de los pacientes.
-Mi nombre es Shun Andoromeda- Aprovecha para presentarse, aunque debería mejor seguir caminando más rápido.
-Mi nombre es Mu Baiyangzuo- Sonríe por la energía del otro, quien aunque vaya deprisa, les mira atento -Ella es June Kamereon, y es un gusto conocerte Shun-
Está simplemente no podía creer que el enfermo Mu, la presentará ante alguien que claramente ya desprecia tanto.
Una sonrisa entusiasta les dedica, mientras asiente algo feliz de no haber terminado todo pero -Un gusto conocerlos a ambos- Después de estas palabras, se tira, para ahora sí ponerse bien en marcha para llegar hasta el doctor Shaka, suficiente había tenido con ese incidente.
Tiene tanto miedo de que lo fueran a regañar o reprender por sus tonterías inocentes cometidas… Aunque debía admitir que igual veía algo más tranquilo al rubio, y aunque ahora no sabía el porqué de aquel, debía simplemente aprovechar esto a su favor.
Sin darle mayor importancia al rostro sorprendido y algo molesto de la joven, el pelilila empieza a retomar lo que debían hacer -Bien, creo que solo terminemos aquí, y nos dirigiremos al área de pediatría- Revisa la lista que lleva consigo, mientras denota ese gesto en la joven -¿Pasa algo malo?- La mira detenidamente, ahora si preocupado de que ese golpe llegara a tener alguna consecuencia.
Laza un suspiro decaída, derrotada al hecho de que ese peli verde ya sepa su identidad -¿Por qué le tuvo que decir mi nombre, a ese torpe?- No se limita para nada en su hablar, mientras frunce el ceño, para caminar hacia el frente con un semblante aún molesto
-Fue un accidente June, se nota que no quiso hacerte daño- La intenta hacer ver las cosas un poco diferentes a la joven enfermera practicante.
-Dos veces, hemos tenido ese “Accidente”- Sus comillas en el aire denotan sarcasmo, mientras se detiene para esperar al pelilila.
Una risa se le escapa por el brusco comportamiento de la rubia, mientras iguala su andar para ahora si ir a la par ambos -Tal vez… Solo es cuestión del destino-
-¿Destino?- Alza una ceja algo curiosa, sin entender bien a que se refiere el pelilila.
-Ja, ja de seguro debían conocerse por alguna razón- Da su punto de vista ante la mirada curiosa de la otra y algo confusa.
Frunce el ceño, denotando su leve ira -Pues yo estaría muy feliz si nunca hubiera conocido a ese tal, Shun- Rápidamente responde con un semblante serio y algo irritado, sin deseos de querer darle más vueltas al asunto.
Esto le da mucha gracia al enfermero… El comportamiento de la joven, tan tosca y malhumorada, algo diferente en su manera habitual de ser, que siempre trata de hacer lo mejor, con una sonrisa genuina, ahora ve que también se enoja mucho si algo la incómoda tanto.
No dirá más, es mejor ir en silencio, después de todo… Sí fue una fea caída, y no sería nunca capaz de burlarse o hace un comentario que pudiese incomodar a la jovencita.
Solo se le hace curioso cómo el destino está trabajando.
---Dormitorio C-2---
Sobre la cama, un joven rubio de cabellera corta, se encuentra leyendo un libro dedicado a la especialidad de oncología, tranquilo y relajado, como si con esto estuviera pasando un rato muy agradable.
Ya había hecho todo su itinerario del día de hoy, así que hasta nuevo aviso que podría ver en la madrugada, lo aprovecharía para tomar un respiro, dormir una pequeña siesta o hasta que el amanecer llegue.
Simplemente está disfrutando los días buenos de la residencia.
La puerta de aquella habitación se abre, ante la mirada azul que llama su atención por el sonido que se produjo.
Para ver como un peli verde, con el cabello desordenado, uniforme manchado y un semblante de pocos amigos, se hace presente.
La sonrisa algo burlesca del otro no se hace esperar, para bajar su libro -¿Primer mal día?- cuestiona, mientras observa cómo el otro cierra la puerta detrás.
-Si…- Asiente, bastante decaído, cansado y con un sólo deseo, de tomar un buen baño y a dormir, pues apenas si podía mantener los ojos abiertos.
-Por lo que veo- Hace una pausa, para analizar el semblante de otro -Y he escuchado, que si el doctor Shaka te está enseñando aunque se un poco, es una rutina muy pesada y muy difícil en seguirle el paso-
Se sienta en su cama, justamente en la orilla de esta, intenta tomar fuerzas para buscar entre sus maletas sus objetos de aseo personal y un cambio de ropa -Si, es muy difícil, pero… Logre aprender varias cosas, incluso algunas que ni siquiera las llegué a ver en los libros-Esta entre la fascinación con el agotamiento físico y mental del día de hoy.
-Si- Asiente, mientras se vuelve a recostarse en la cama, para seguir su lectura -Se sabe que es un excelente doctor, pero muy malo para ser empático con los estudiantes, y sus colegas- Habla por lo que ha visto y escuchado, no es para darle miedo al otro, solo advertirle -Por cierto, Shun…- Le habla ahora volviendo a poner sus ojos en el libro…
-¿Si, Hyoga?- Su tono va casi en un bostezo mientras lleva su toalla y un cepillo de dientes en sus manos.
-Tienes un golpe muy feo en la frente-
-¿Eh?- Confuso, se encamina hacia un pequeño espejo que tienen en la habitación, para admirarse por lo que ha dicho su compañero…
-Te debiste dar un muy fuerte golpe con algo sumamente duro- Sonríe levemente dándole mucha gracia la situación -¿Te golpeaste contra alguna pared?- Solo lanza la pregunta en forma de broma, no espera respuesta de cualquier forma, prefiere seguir leyendo un rato más, para después irse a dormir.
No sería bueno, entablar una plática con su nuevo compañero aunque quisiera, ya que este primer día lo ha dejado rendido con sólo verlo y lo sabe el rubio.
Todos pasan por el cansado primer día.
Shun, ve su reflejo y nota como el golpe que antes estaba algo rojo e hinchado, ahora está de un tono verdoso con morado… Se ve mucho ya que su piel es blanca y con la frente descubierta es muy evidente.
Pero, claro que no se golpeó contra una pared, sino…. Contra una persona que de seguro también tiene el mismo pequeño recuerdo de su segundo encuentro fortuito.
No necesita tocar el golpe, obviamente sabe el diagnóstico que se le presenta y juzgando por el color será algo que tendrá por unos cuantos días, antes que desaparezca.
Por su actitud inocente y pura, no le guarda rendir alguno a la joven por cómo se comportó con él después de todos los accidentes, comprende esa reacción impulsividad de ella.
De hecho la situación es bastante graciosa para él… Que no puede evitar esbozar una sonrisa delante del espejo que refleja su bonito rostro.
Y en voz baja para pronunciar un corto y significativo nombre.
-June…- Sonríe ante el espejo, para con una mirada cálida y algo dulce recuerde a la joven pasante de enfermería, que sin duda no llegará a ser su amiga muy pronto.