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In Your Arms por DreamLt

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Notas del fanfic:

Esta historia también se encuentra en wattpad bajo el mismo nombre

https://www.wattpad.com/story/254098497-in-your-arms-%E3%80%8Anamjin%E3%80%8B

(en caso de que se animen jeje)

Espero que les guste :)

Agitó su mano para aminorar el calor. Por la gran cantidad de gente en el bar, el aire dentro del local era insoportable a diferencia del frío que hacía afuera. Estaba sentado con sus amigos en una mesa apartada de todo el barullo a su alrededor. Ayudaba a facilitar la fluidez de la conversación, aunque no mucho. Era la primera vez que se volvían a ver desde hace mucho tiempo, su trabajo los había mantenido separados en los últimos dos meses. Aprovecharon que sus horarios de trabajo habían coincidido y decidieron ir a tomar algo.

Los seis chicos hablaban animadamente, contando las cosas interesantes que les había sucedido durante su separación; Namjoon, en cambio, se mantenía al margen de todo, asentía de vez en cuando y reía cuando los demás lo hacían. La verdad su atención estaba en alguien en específico. Aquel chico sentado frente a él, Kim Seokjin. Reía sin control, escuchando las historias de los demás y hacía chistes con los que solo Jimin se reía y hasta cierto punto, él también los encontraba divertidos, pero su actual humor no daba para reaccionar de la misma forma que lo haría usualmente.

Verlo después de meses era un verdadero regalo, aunque fuera doloroso verlo al lado de su novio. Salía con Hoseok desde hace aproximadamente 4 años y el que hubiera pasado hace tanto no lo hacía menos doloroso. Era mucho peor, porque la culpa lo carcomía.

Su atención iba de la persona que hablaba, al chico; cuando creía que sería atrapado infraganti observándolo, quitaba la mirada y la dejaba caer sobre cualquier cosa dentro de su campo de visión. Jin era su perdición, se había colado en su mente desde que estaban en sus últimos años de preparatoria y al parecer tomó la decisión de jamás irse.

El ambiente era animado, la gente bailaba y tomaba, olvidando todo lo que estuviera fuera de esas cuatro paredes. Los problemas esperaban afuera, pero ¿Qué hacías cuando tu problema entraba contigo, junto a un chico que es tu mejor amigo, regalándole miradas cargadas de amor?

Creía que podría soportar todo lo que se avecinara, pero ver a Jin ser arrastrado a la pista de baile por Hoseok, era la gota que colmó el vaso. Salió del lugar ignorando las quejas de sus amigos, quienes ya se habían dado cuenta de su estado de ánimo. Era tarde para consolarlo o darle palabras de aliento, su paciencia al dolor se había acabado. Abrió una puerta que lo llevó a un callejón. La calma de la calle solo era interrumpida por la música que provenía del bar.

Pateó un contenedor de basura una y otra vez, sin que ese dolor abandonara su pecho. Las piernas le dolieron y dejó lo que estaba haciendo. Acomodó la espalda en la pared descuidada del callejón y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Restregó sus manos contra su cara, buscando aclarar sus pensamientos. Probablemente el alcohol le hiciera actuar de esa manera, exigiendo descargar esos sentimientos estancados, de una vez por todas. No se movió, perdió la consciencia de su existencia incluso cuando el frío atacó su piel de la manera más cruel. Solo una cosa podría sacarlo de ese trance.

"¿Por qué saliste corriendo?"

Y ahí estaba, delante de él sosteniendo el abrigó que olvidó sobre su asiento.

"No lo hice. Necesitaba algo de aire, me estaba sofocando en ese horno" respondió ajustando otra vez la máscara, que llevaba cuando estaba con Jin, a su rostro.

"Debiste llevarte tu abrigo. Si cambias de temperatura bruscamente te puedes enfermar" le regañó.

Extendió el brazo para entregarle la prenda, la que Namjoon recibió gustoso. Jin se sentó a su lado en silencio. Colocó su cabeza en el hombro del menor y abrazó con cariño. Nadie habló por un rato, no lo necesitaban, pero el momento se alargó y una duda se instaló en la mente del menor.

"¿Dónde está Hoseok?"

Tardó en responder, su postura no cambió hasta que lo hizo.

"Se fue" dijo jugando con sus manos.

"¿Conflicto de pareja?" alzó una ceja. Si ese era el caso, terminaría siendo el hombro en el que Jin lloraría.

"No, es solo que... bueno..." dudaba si contarlo. Tomó fuerza al ver a Namjoon esperando que terminara la frase. "Ya no estamos juntos. Decidimos darnos un tiempo"

"Jin, lo siento mucho, creí que las cosas estaban bien entre ustedes porque llegaron juntos..." dijo intentando calmar ese peligroso sentimiento de esperanza que crecía en su pecho, no podía darse el lujo de ilusionarse.

"Lo estamos. Es solo que el recibió una oferta de trabajo en el extranjero" dijo sin dejar de juguetear con sus dedos. Así es como evitaba enfrentar a Namjoon. "Decidimos quedar como amigos hasta que sepamos que hacer, si irme con él o quedarme"

"¿Entonces tengo una oportunidad?" preguntó, con la intención de que fuera una broma para aligerar el ambiente, pero la seriedad en sus propias palabras le asustó.

Jin rio un poco. Le agradó que su amigo intentara ayudarlo, alegrando un poco su día. Pero las intenciones de Namjoon eran otras. El alcohol en su sistema estaba tomando el control de sus acciones y eso podría terminar en un completo desastre si no se detenía. Pero esa vocecita en su cabeza le exigía hacerlo, sin importar las consecuencias prefería eso antes de volver a sentir el mismo arrepentimiento de hace años, dejar ir a la persona que amaba.

"Hablo en serio" dijo girando su cabeza.

El chico dejó de reír, confundido. Le asustó la intensidad con la que esos ojos cafés lo observaban, como si pudieran ver a través él. Tragó saliva, buscando qué decir. No era momento para tener esa plática, pero Namjoon no tenía planes de tenerla. Buscaba un completo rechazo o un sí, más que una conversación seria de sentimientos.

Antes de poder decir o hacer algo, se vio fuertemente atraído por una fuerza detrás de su nuca. La mano de Namjoon quemaba en donde estaba tocando, cada vello de su cuerpo se erizó por el contacto entre pieles. Eso fue milisegundos antes de que sus labios chocaran con los de la persona frente a él. Entonces sus sentidos se apagaron, y un leve deseo que había enterrado en lo más profundo de su corazón peleaba por salir y aceptar lo que sucedía en ese sucio y descuidado callejón.

Pero su lado consiente logró recuperar las riendas de su mente, obligándolo a romper el beso. El dolor pintó los ojos del menor, aunque este no se arrepentía, de todas formas, su corazón había sido roto en el momento que se dio cuenta que Jin jamás lo vería de esa forma, porque el ya caminaba de la mano con alguien más.

"Estás borracho." se alejó más que antes, y la lejanía ya se sentía pesada entre ellos dos. "Será mejor que me vaya a casa" sentenció.

Se dio la vuelta buscando salir de aquella situación. Esperaba hablar con Nam al día siguiente y aclarar las cosas, luego eso sería una anécdota divertida que contarían riéndose, en algún futuro, mientras tomaban café en algún lugar como los amigos que siempre habían sido.

Unos brazos lo atraparon por detrás. Lo apresaron y una calidez que no quería sentir se extendió por su cuerpo. Eso estaba mal, no, definitivamente todo aquello que había guardado por años jamás vería la luz, no se permitiría caer de nuevo en esa oscuridad de la que Hoseok logró sacarlo con mucho esfuerzo.

"Nam, suéltame, por favor" pero fue en vano.

"¿Por qué? ¿Por qué no puedes verme de la manera en que lo ves a él?" escuchó que esas preguntas eran dichas entre sollozos. "¿Sabes lo que he sufrido por no poder estar contigo?

Eso fue todo lo que estaba dispuesto a soportar. Con fuerza se zafó de los brazos que lo apresaban. Y Enfrentó al chico delante de él. Los ojos de Namjoon estaban llenos de lágrimas, al igual que los de suyos, aunque este no se hubiera dado cuenta.

"¿Tú sufrir? ¿Y yo qué? ¿sabes cómo me siento, acaso?" Namjoon se quedó callado al ver unas diminutas lágrimas caer por la mejilla de Jin, quien parecía enfurecido con él. Ahora definitivamente la había cagado. "¡12 años, Nam, 12 años en los que me he pasado amándote, y sufriendo en silencio, viendo cómo sales y te acuestas con cualquiera que esté enfrente tuyo! ¡Años en los que me obligué a guardar todo sentimiento que te tenía y me orillé a verte solo como un amigo! ¡Y ahora que tengo algo con alguien más, vienes y me dices esto! ¡Eres un tremendo egoísta Kim Namjoon!"

Los dos se quedaron estáticos en su lugar. Mirándose a los ojos, buscando descifrar lo que el otro pensaba, porque estaban confundidos. El primero en reaccionar fue Jin, corrió por las calles desapareciendo de la vista de Namjoon.

Este tardó un poco más en mover su cuerpo y seguir al chico. Lo buscó por los alrededores y no lo encontró. Probablemente, hubiera regresado a casa con Hoseok, buscando confort en sus brazos como siempre hacía. Se rindió en su búsqueda y regresó a su departamento a pie, para su suerte no estaba muy lejos de dónde se encontraba. A mitad del camino la lluvia cayó sobre él, como si esta fuera controlada por sus emociones.

Llegó al bloque de departamentos en el que había vivido los últimos años. Tenía la cabeza baja, por lo que alcanzó a ver un par de zapatos delante de él. Levantó la cabeza encontrando a la persona que había estado buscando, parado delante de un auto plateado que no era suyo y empapado de pies a cabeza.

Entonces algo en su mente hizo click, comprendiendo por completo lo que había escuchado en el callejón. Su amor era correspondido, se podía ver en los ojos desbordantes de deseo de Jin. Una mirada que jamás creyó ver en él y que lo volvió loco. Se acercó con grandes zancadas al chico, la fuerza con la que tomó sus labios hizo chocar su espalda con el auto activando la alarma de este. No se inmutaron, ese era su momento y no querían que se echara a perder.

Se separaron buscando desesperados por aire. Miraron a su alrededor, esperando que nadie los hubiera visto de esa manera, al borde de la desesperación, porque esa imagen solo se la podían permitir ellos. Antes de que alguien viniera y les dijera algo por el auto, entraron al edificio tomados de la mano. Entraron al elevador y dentro continuaron su sesión de besos desesperados. Los labios del otro eran como agua, y ellos estaban sedientos, deberían tomar de ellos hasta que su sed estuviera saciada, lo que tardaría en suceder.

El ascensor de detuvo en el piso. Corrieron por el pasillo hasta estar delante de la puerta y una vez dentro ya no habría vuelta atrás. Jin cerró la puerta. Namjoon atacó una vez más su boca. La intensidad del momento hizo que el menor cargara a Jin y este a su vez enrollara sus piernas en la cintura de su ahora amante.

Namjoon lo llevó como pudo hasta su habitación. La ropa voló, dejando un completo caos en el cuarto. El aumento de contacto piel con piel los terminó de desquiciar. Besaban cada parte del cuerpo del otro, dejando marcas que difícilmente se irían. No importaba, estaban de acuerdo con ello, el llevar una prueba temporal de lo que estaba sucediendo dentro de esas cuatro paredes.

No hubo palabras, estas sobraban cuando sus cuerpos hablaban por ellos. Encontrarse en los brazos del otro, era el regalo que el destino les daba por hacerlos sufrir por tanto tiempo, aunque solo pudieran permitírselo por una noche. Pero eso sería todo para ellos; porque estando en los brazos del otro, toda su existencia se convertía en la de su amante; en los brazos del otro era donde pertenecían, lugar al que debieron acudir desde hace mucho.


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