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¡CAMBIARÉ EL DESTINO DEL VILLANO! por ami4alice

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Notas del capitulo:

En esta capítulo finalmente aparece la heroína. 

¿Qué clase de cosas nos espera con la llegada de Carol? 

Pasen y descubran~ 

Carol la joven protagonista de la novela Dame un poco de tu amor Carol.

Una chica dulce y tierna, con un corazón de oro. Su cabello lacio y largo de color castaño, sus hermosos ojos color miel, su piel de porcelana. Se podría decir que ella encajaba perfectamente con el puesto de protagonista. La mujer que salvaría a Mahiru de su desgracia y robaría el corazón de este como el de Harusaku. Un sol andante no solo por su sonrisa sino también por su personalidad, no hubo persona que no llegó a amar a ese tipo de heroína. El único defecto que le consiguieron fue cuando traiciono a Mahiru.

Por supuesto que el odio no fue a dar completamente a Carol, porque al final ella fue solo una víctima que había sido manipulada para así herir profundamente a Mahiru, el villano. La inocente Carol, la amable Carol, la compasiva Carol, cada cosa que la describía demostraba el afecto que tuvo el escritor por ese personaje, la audiencia también amaba a Carol. ¿Cómo odiar a semejante personaje compasivo?

Todos soñaron con haber sido Carol y no permitir que la engañaran para lastimar a Mahiru, pero obviamente sería ridículo que eso de verdad pudiera suceder, por lo menos eso es lo que pensaba una cierta joven. Una chica quien había leído la novela, también soñó en volverse Carol y así salvar al pobre de Mahiru, ese fue su último deseo antes de que la muerte tocara su puerta. Una enfermedad terminó acabando con su vida, aunque no es que de verdad tuviera una, ya que vivía en su mayoría en un cuarto de hospital, por eso mismo, cuando al volver a abrir los ojos y vio a Carol en el espejo, se sintió dichosa. ¡Su sueño se había hecho realidad!

La joven lamentable que no pudo disfrutar de su vida se encontró en una segunda oportunidad. Un cuento que solo pasaba en las historias de fantasía, pero que ahora presenciaba con sus propias manos, ella se había convertido en esa Carol que todos amaron. Le llevó un tiempo descubrir que se encontraba en la flor de la juventud, teniendo dieciséis años, eso significaba que había entrado en la novela justo en el punto de inicio. Como buena fanática, ella había leído las dos versiones, así que sabía en qué punto se encontraba.

Pronto se encontraría con Mahiru.

Le quedaba un año para su encuentro, pero ella lo sentía a la vuelta de la esquina. No solo eso, la personas alrededor de Carol ya la amaban, porque su personalidad dulce ya se encontraba definida a esas alturas, no había nadie quien no la comparara con un ángel. Luego de tantos años siendo una persona invisible, podía ser el centro de atención, podía llegar a tener el amor de todo el mundo, ser adorada por todos.

Con esa idea en mente, la nueva Carol decidió desempeñar su papel adecuadamente, pero para alguien que vivió tanto tiempo en soledad, evidentemente no sabría manejar sus propias emociones. Carol tenía dos primas, personajes importante, ya que con ellas es que viajaría a los reinos donde vivían los protagonistas de la novela. La primera era Minsy, una niña dulce, pero algo torpe, la otra era Jessy, una mujer segura de sí misma y quien protegía a Minsy como si fuese su madre.

El momento en que hubo un punto de inflexión, fue en una fiesta de té.

Carol siempre fue el centro de atención y desde que ella se había vuelto Carol, no dudo en querer seguir estando en esa posición sobre los demás. Todas se encontraban bebiendo té de lo más normal, como de costumbre, adorando el vestido que llevaba Carol, estaba siendo el centro de la conversación tal cual como esperaba. Aunque todo eso cambió con un comentario de parte de una de sus primas.

-Definitivamente Carol es hermosa, cualquier cosa le queda bien.

-Eso es muy cierto, hasta el más feo harapo seguro se le vera bien.

-No digan eso que me avergüenza –dijo Carol -. Ustedes también se ven bien.

-Que honor recibir un halado de la señorita Carol –dijo una de las chicas en la fiesta -. Pero no deja de impresionarnos su belleza.

Aunque Carol había hecho el ademan como si quisiera dejar de ser el centro de la conversación, sabía que no se daría, por eso se sintió satisfecha cuando una de las mujeres que le rodeaba volvía a alabar su belleza. Todo se vio interrumpido cuando Jessy hizo un comentario.

-Es cierto que la belleza de Carol es impresionante, pero yo creo que el vestido que lleva Minsy hoy hace resaltar su belleza.

En ese punto con ese comentario, las chicas desviaron su atención a Minsy, quien se avergonzaba de manera tierna ante los halagos, provocando que estos no se detuvieran. Al darse cuenta que había dejado de ser el centro de atención, Carol no lo pudo soportar y simplemente se dejó llevar por esas malas emociones que le invadieron. Sin que otros se dieran cuenta planeó arruinar el momento de brillar de su propia prima. Carol se levantó con elegancia, tomando una jarra de té.

-Ciertamente te vez hermosa.

-Carol… ¡Muchas gracias!

-Permíteme llenar tu tasa, Minsy.

La chica se emocionó de tener la atención de una de sus primas favoritas, así que se sintió dichosa de que le sirviera un poco de té. Esa misma emoción le hizo no darse cuenta de las dobles intenciones de Carol. La chica mientras servía el té tropezó por “error”, provocando que el hermoso vestido de Minsy se viera arruinado por completo.

» ¡Ah, Minsy! Yo… ¡Lo siento mucho! Que torpe de mi parte…

Carol fingió inocencia, disculpándose de inmediato cuando aquel desastre ocurrió, todas de inmediato excusaron a Carol, no viendo que aquello había sido completamente intencional. Debido a la vergüenza que sintió por encontrarse en ese estado deplorable, Minsy se levantó de su asiento y se fue de la mesa donde se encontraban todas las señoritas conversando.

-¡Minsy!

Jessy de inmediato se levantó para seguir a Minsy.

Carol se sentó nuevamente, sacando un pañuelo para usarlo en su engaño de que aquello le había afectado. Fingió un sollozo usando el pañuelo.

-Que torpe he sido… -soltaba en tono lamentable -. He arruinado el vestido de mi preciada prima… todo ha sido mi culpa…

Las señoritas que quedaron allí se sintieron mal por la lamentable Carol.

-N-no… ¡No diga eso señorita! No ha sido su culpa… Solo fue un accidente.

-Es cierto. Seguramente su prima lo entenderá.

-¿De verdad creen que Minsy pueda perdonar a la torpe de mí?

Mostró su expresión más lamentable, haciendo ojos de perrito triste.

-¡Claro que sí! Después de todo Carol es un ángel.

-¡Yey! Ustedes realmente me hacen sentir mejor.

Carol sonrió con ternura.

Todas las mujeres presente sintieron un flechazo directo a su corazón. No paso mucho tiempo para cuando la conversación volvió a recuperar su rumbo original, siendo Carol el centro del mundo.

.

.

.

Ese tipo de situaciones se repitieron varias veces, aunque con diferentes personas. Carol no tuvo piedad en el hecho de arremeter contra aquellos que trataban de robarle la atención de los demás. Sin darse cuenta Carol había dejado atrás la esencia de lo que era ser Carol. Aun así, nadie se dio cuenta de aquella manipulación por parte de la chica y la historia siguió su curso, llegando finalmente su cumpleaños número diecisiete, el punto de inflexión donde conocería a Mahiru por primera vez.

Carol había decidido que ahora que ella era la protagonista, en esta ocasión no traicionaría a Mahiru, porque así como muchas otras fanáticas, se enamoró de aquel personaje ficticio. Aunque ya no podía referirse a Mahiru así, porque ahora mismo todo eso estaba siendo su realidad, así que todas las personas ficticias estaban siendo de carne y hueso. Ella podría tocar a Mahiru, dejarla que la amara tanto como amo a Carol en la novela. Carol estaba buscando algo que en realidad no estaba dando de regreso.

-¡Esto es tan emocionante! ¿No lo creen también?

Carol soltó en su emoción.

Sus primas quienes la acompañaban, mostraron poca emoción debido a que a esas alturas, la autoestima de Minsy se encontraba por el suelo y Jessy estaba molesta con Carol, ya que se había estado dando cuenta de la verdadera personalidad de la chica. Aun así, pasando por sus propias preocupaciones, no pudieron detener la decisión de sus padres de mandarlas junto con Carol a aquel evento tan importante que se daría en el reino de Perk.

Muchas personas iban a asistir a tal evento. Para demostrar la paz entre los reinos que formaban parte del imperio, cada cierto tiempo realizaban una gran celebración en uno de los reinos, iban normalmente en orden y ese año le tocaba al reino de Perk ser el anfitrión de aquel gran evento por la paz. Era todo un mes donde se realizaban diferentes actividades, siendo la principal la caza. Todos los reyes de los demás reinos y otros se reunían para llevar a cabo una caza a gran escala, recibiendo un premio aquel que cazara el animal más grande entre todos los que soltaban.

Carol se encontraba emocionada de que podría encontrarse con Mahiru, aunque le preocupaba un poco que sucediera su encuentro con Harusaku, aunque no le importaba, mientras más personas la amaran, mejor se sentía ella. El primer evento que se daría en aquella celebración se trataba de un baile, ese sería el primer acontecimiento que se daba en la novela, puesto que pautaba el encuentro entre los dos jóvenes y la protagonista. Bajaron de aquel carruaje donde se encontraban, habían llegado a su destino.

Tanto Minsy como Jessy (aunque más la segunda) se preguntaba como Carol había llegado a convencer a todos para que el lugar donde se alojarían fuese uno tan lujoso. Ciertamente ellas formaban parte de la nobleza de uno de los reinos que iba a participar, pero eso no significaba que tuvieran tanto capital como para derrochar en esa clase de lujos, más aun cuando las bestias salvajes habían estado atacando los campos y pueblos.

-¿Es correcto quedarnos aquí…?

Minsy dijo en tono bajo y tímido, ella había podido presenciar la escasez en los pueblos debido a las bestias, se sentía mal de festejar cuando las personas sufrían. Jessy la miró, dando unas palmadas en su cabeza.

-Eso es cierto –comento mirando a Carol -. ¿De verdad tenemos que estar aquí? Podemos buscar otra posada más barata y…

-¡No! –Carol interrumpió a la chica -. Nosotras somos personas importantes, merecemos lo mejor.

No agrego más nada y comenzó su caminata a los adentros de aquella lujosa y costosa posada. Jessy miró a Minsy y no les quedó más que seguir a Carol, sabían las consecuencias de no obedecer a la chica.

El interior del local fue tal cual como se lo imaginó Carol, todo lleno de lujos, muebles caros, un gran candelabro en el centro. Personas de bajo recursos se encargaban de llevar sus cosas en unos carritos, estando en ese lugar Carol se sentía como toda una princesa y ella sabía que al final de todo eso se convertiría en una, solo tenía que encontrarse con Mahiru. Ya todo estaba escrito, ella solo tenía que sentarse y esperar a que todo se diera tal cual como estaba pautado en la novela. Lo que Carol no se daba cuenta es que esa ya no estaba siendo la novela que ella conoció, porque estaba tratando con personas de carne y hueso.

» ¡Vayamos a comprar ropa!

Carol se mostró contenta al decir aquello, quería comprar un nuevo vestido para la fiesta de inauguración de esa noche.

-¿Qué? ¡Carol! Hace poco has comprado un nuevo vestido que ni siquiera has usado.

Jessy de inmediato se quejó de la loca idea de su prima.

-No deberíamos seguir gastando… La gente…

-¿La gente? –soltó Carol mirando a ambas chicas -. La gente se siente feliz si yo lo estoy, así que iremos por un nuevo vestido, quiero lucir fantástica esta noche.

Esa sonrisa solo les dejaba claro que no podían ir en contra de sus decisiones. Carol se giró a uno de los trabajadores, deteniéndolo por un momento.

» Disculpa… ¿Puedes decirnos la dirección de la tienda más lujosa del lugar?

Jessy no podía evitar sentir repulsión al ver la expresión tierna que mostraba Carol, más aun cuando notó la reacción del empleado. Desde hace tiempo se había dado cuenta que la chica usaba esa cara para obtener lo que quería, por nada logro convencer a sus padres de que la acompañaran, aun cuando ninguna de ellas dos deseaba permanecer al lado de esa Carol.

-Ah… bueno… Claro…

La reacción de todos, sobretodo de los hombres, era la misma todo el tiempo. Se sentían avergonzados ante tanta belleza y sin más caían en sus manos, dejándose manipular libremente por la chica. Tanto a Jessy como Minsy no les quedo más que suspirar con resignación, no iban a poder detener a la chica de gastar como si el dinero fuese infinito, más aun cuando la situación en su reino estaba siendo pecaría. A sus ojos Carol estaba siendo desconsiderada, pero nadie les creería si dijeran algo como eso de la chica, ni siquiera su propia familia.

Carol logro su objetivo y compro el vestido más caro, aumentando la deuda la cual no se daba cuenta estaba provocando a su propia familia y reino. Esa chica se encontraba ciega de la propia realidad que estaba viviendo por el hecho de tener un poco de atención y no solo eso, había sacado el peor lado de su propia personalidad, abusando del control que tenía en otros y tomando provecho de eso.

Carol se había descarriado.

.

.

.

La fiesta, el primer evento, finalmente inició.

Carol se sintió dichosa que así como en la novela, ella fue el centro de atención cuando llegó al evento. Todos los ojos se encontraban sobre ella y solo ella, porque no permitió que sus primas usaran algo que pudiera llamar más la atención de lo que ella llevaba puesto. Solo ella podía ser el centro de todo, la única que podía pararse bajo el reflector. Saber que todos la miraban, la deseaban y envidiaban, la hacían sentir realmente muy bien, se regocijaba en aquel sentimiento que Carol llamaba amor.

Tal cual como recordaba haber leído en la novela, con el primero que se encontró fue Harusaku, este quedo prendado de su hermosa apariencia. Ya sabía que se le quedaría viendo y que su siguiente acción sería acercarse a ella, aunque no quería nada de él, le hacía sentir bien tener toda su atención, esa mirada enamorada que le dedicaba la enaltecía. El evento donde Harusaku se acercaba inició, por lo menos eso fue lo que creyó Carol, porque pronto el anunció de la llegada del gobernante de Merk se escuchó por toda la sala.

Carol se sorprendió, porque estaba siendo más temprano de lo que ella recordaba, normalmente ese anunció debió darse cuando Harusaku besaba su mano buscando tener toda su atención. Llevó su mirada a Harusaku, ni siquiera dio un paso hacia ella, pero no fue lo único, estaba mirando hacia la entrada, así que ella hizo lo mismo. Entro en shock, un gran e inmenso shock al momento en que presenció la entrada del rey de Merk.

Al momento en que entraba en la sala, se suponía que venía solo, con ese porte despiadado y cruel, por lo menos hasta que su mirada se encontraba con la de Carol, allí mostraba un momento de debilidad al ver a la chica. Se suponía que tenía que ser así, entonces… ¿Por qué Mahiru estaba entrando de la mano de alguien más?

Un chico que no recordaba entraba de la mano de Mahiru, no solo eso, el aire alrededor del rey de Merk no estaba siendo el que la novela describió. Mahiru no se veía como un rey despiadado, él más bien se veía de otra forma, una que Carol no quiso ni siquiera pensar. Esa mirada, se supone que tendría que dedicársela a ella quien era la protagonista, pero no lo estaba haciendo, estaba mirando a un completo desconocido de esa forma. Toda la atención de Mahiru estaba siendo para ese chico.

Algo dentro de Carol comenzó a quebrarse.

Un poco desesperada por el hecho de que toda la atención dejó de ser de ella, caminó unos pasos para ir a donde se encontraba Harusaku, tal vez él podría devolverle un poco de la atención la cual le correspondía. No logro nada al hacerlo, porque Harusaku pasó por completo de ella, la ignoró. El Harusaku que debía centrar toda su atención en ella, pasó por su lado sin prestarla verdadera atención, cuando se giró a ver a dónde se dirigía, se dio cuenta que iba hacia la pareja.

De nuevo estaba sintiendo que se quebraba.

Los reflectores no la estaban apuntando a ella… ¿¡Por qué no estaban apuntándola a ella!? ¡Ella era la protagonista principal de esa historia!

No se dejó ganar por el momento, apretó los dientes, antes de recomponerse, no podía solo perder el control por un pequeño percance, la historia no iba a cambiar, ella misma se dio cuenta de eso, porque todo se estaba dando tal cual como recordaba. Respiró hondo para sin más caminar al lugar donde se encontraba Mahiru, Harusaku y ese chico desconocido.

-Un placer conocerlo majestades.

Carol se acercó y con elegancia y belleza saludo a los otros.

No se dejaría ganar, ella recuperaría la atención que le correspondía por derecho, porque el afecto de esos dos hombres solo podía ser de ella y nadie más. Sonrió, sabiendo que tendría la atención de todos con su sonrisa, porque ya antes había pasado.

-El placer es nues…

Mahiru no llegó a terminar su frase, porque antes de darse cuenta, la mano que sostenía se apartó. Hikari aún no se sentía preparado para ese encuentro y sin dar razón, se giró y marchó de aquel lugar. Con la partida del desconocido, Carol se sintió victoriosa, finalmente recuperaría la atención que le tocaba, pero tristemente esa era la vida real y las cosas nunca pasaban como normalmente se planifican. Mahiru ni siquiera volteo a mirarla, su atención se fue por completo al desconocido, siguiéndolo cuando salió huyendo. Se quedó impactada ante lo que estaba presenciando, aun con el más caro vestido que llevaba, Mahiru no la miró adecuadamente. Desesperada se giró a ver a Harusaku, de nuevo buscaba las sobras en el supuesto héroe de la historia.

-Señor Aka…

-Tsk –pudo oír al joven chasquear -. Si crees que dejaré que te salgas con la tuya estas muy equivocado.

Con ese comentario, Carol se dio cuenta que el desconocido se había robado hasta la atención que le correspondía de Harusaku.

-¡Señor Akari!

Harusaku pasó de ella por completo cuando uno de los invitados lo solicito, marchándose de aquel lugar donde se encontraba. Carol se quedó completamente sola en medio de la oscuridad.

Todo había sido robado por completo, ese hombre desconocido había robado su lugar, por eso mismo nadie le prestaba atención. La atención que le correspondía por derecho tenía que volver a ser suya, no dejaría que aquel horrible y vil desconocido le quitara lo que era suyo. Porque todo había sido su culpa, el que nadie notara a Carol fue culpa de ese chico de cabello negro que acompañaba a Mahiru, él era el único culpable de que ella se sintiera de esa forma. Tenía que deshacerse de ese chico pronto.

-¡Los vistes! ¿Cierto?

-¡Sí! Los he visto a ambos, son tan hermosos como dicen los rumores.

Carol se giró para mirar a los que estaban cuchicheando cosas.

-Realmente no esperaba que el rey de Merk trajera a su consorte real, pero ha valido la pena verlos.

-Sí, sí. Son realmente hermosos, hacen tan buena pareja.

Un grupo de mujeres conversaban sobre lo que acababa de suceder.

-Aunque tengan el cabello negro por haber sido bendecidos por el espíritu de la oscuridad… ¡Se ven fantásticos!

-¡Sí, sí! No solo eso… ¿Viste como lo miraba ese despiadado rey?

-¡Pude notarlo! Esos eran ojos de cachorro enamorado.

Carol no podía creer lo que estaba sucediendo, se suponía que toda la atención sería de ella, de quien se supone debían estar hablando era de ella y solo ella, pero no se encontraba en boca de nadie. Todos sin excepción chismoseaban sobre la entrada del rey de Merk y su consorte real, la mayoría se mostraba emocionados por lo sucedido exponiendo su apoyó, otros se quejaban, pero los que estaban a favor seguía siendo mayoría. Su magnífico momento había sido tirado a la basura por culpa de un chico que se supone no debía estar allí.

Algo dentro de Carol terminó por quebrarse.

Llego a una sola conclusión.

Para poder recuperar todo lo que le pertenecía a ella y solo ella, tomó una decisión esa noche, se desharía de aquella molestia que estaba arruinando el curso de su historia. El que le robaba los reflectores y amor de todos los demás, no permitiría que le siguiera robando lo que era solo de ella. Porque solo podía ser ella la protagonista de esa historia, solo ella lograría salvar a Mahiru y ganarse el puesto de princesa. Recuperaría toda la atención que le fue robada, aun si con eso tenía que arremeter contra otra persona.

Carol tomó la decisión de a toda costa eliminar a Hikari.

.

.

.

Terminaron volviendo temprano de la fiesta por decisión de Carol.

Ninguna de las dos comentó algo en el camino, principalmente porque veían a Carol y esta no se veía nada bien. La chica se veía irritada al punto que les causo un escalofrío, por eso mismo prefirieron mantenerse en silencio, no deseaban ser las que pagaran algo que nos les tocaba. Llegaron a la posada y Carol se encerró en su habitación, ambas mujeres se miraron un instante, a pesar de todo lo que pudiera ser Carol, no dejarían de preocuparse, porque al final se trataba de su familia. Decidieron por los momentos dejar un tiempo a solas a la chica.

-¿No deberíamos entrar?

Como siempre Minsy mostraba la bondad en su corazón.

-Entiendo cómo te sientes, pero creo que deberíamos dejarla a solas –Jessy le daba unas palmadas a Minsy en la cabeza -. Vayamos por un aperitivo, que no pudimos comer nada en la fiesta.

Minsy asintió con su cabeza para seguir a Jessy hasta el comedor de aquella posada, donde tomaron la cena. Debido a que Carol no se encontraba a su alrededor, las chicas pudieron tener un momento relajante y hasta se podría decir que recibieron un poco de atención, ya que unos caballeros pagaron su cuenta como gesto de cortesía. Debido a eso, las chicas se quedaron conversando con los jóvenes un poco más, aunque el asunto quedó hasta ahí, tal parecía que esos chicos eran caballerosos, porque no las obligaron a nada y más bien se despidieron cuando ellas decidieron retirarse.

Al subir a la habitación, Minsy se detuvo en la puerta de la habitación de Carol, la chica seguía sin salir de ese lugar, así que estaba preocupada por el estado de su prima. Se giró a ver a Jessy cuando esta detuvo su andar por esperarla a ella que se paró frente a la puerta. Con una mirada bastó para que Jessy entendiera lo que cruzaba la mente de la otra chica, sin poder evitarlo suspiro antes de negar con la cabeza.

-No debes preocuparte, ella estará bien, vayamos a las habitaciones.

-Bueno…

Minsy fue a su habitación, donde se cambió de ropa, pero cuando terminó siguió pensando en el estado de Carol, cuando volvieron no se veía para nada bien, más bien daba algo de miedo. Al final Minsy decidió ir a la habitación de su prima para certificar que se encontraba bien, luego de que hiciera eso, volvería a su cuarto y dormiría. Como sabía lo que pensaba Jessy de Carol, decidió no decirle nada y emprendió su caminata hacia el cuarto de la otra chica. Al estar ahí no llegó a tocar, por si la joven se encontraba descansando, no deseaba importunarla.

Tristemente cuando abrió la puerta, un jarrón casi da contra su cara, por suerte reaccionó a tiempo y solo recibió pequeños cortes. Carol había lanzado un jarrón contra la pared, en realidad, había hecho un completo desastre con toda la habitación. Todo estaba rasgado, roto y tirado, un completo desastre, Minsy no se podía creer lo que veía. La angelical Carol tenía una expresión aterradora y cuando trató de irse sin ser notada, fue demasiado tarde, Carol la pilló mirando algo que no debía.

Fue obligada a entrar en la habitación y golpeada contra una de las paredes. Minsy se encontraba aterrada, porque el agarre que tenía Carol le dolía y la chica no se veía como si fuese a ser tierna. Trato de pensar en una forma de zafarse de esa mala situación, pero nada le venía a la cabeza, tenía que pensar rápido o las cosas solo escalarían a peor. Minsy no estuvo tan alejada de la realidad.

-¡Carol yo…!

Antes de poder terminar su frase, recibió un golpe en su mejilla.

-Atrévete a decir algo.

El tono que uso Carol causo que Minsy tensara sus hombros. Tenía miedo y lo reflejo cuando sus ojos se cristalizaron, si seguía allí, no podría aguantar las lágrimas. Recibió otro golpe como compensación.

» Sí, llora, para eso es lo único que sirves.

Minsy se encontraba en un estado de shock, en donde el miedo estaba tomando control de ella. Había sido criada en una familia llena de bastante amor, por eso mismo es que la chica era torpe con muchas cosas, ya que sus padres y hermanos la sobreprotegían mucho.

-Ca…

-Atrévete a decir algo de esto… Y recibirás más que un golpe.

Carol había tomado el cuello de su camisa, haciendo que la amenaza se sintiera peor de lo que fue. Minsy asintió con la cabeza mientras temblaba de miedo por lo que estaba pasando. Carol la dejó ir, viendo como caía de rodillas en el suelo.

» Le dirás a la idiota de Jessy que te has caído y por eso tienes esos golpes ¿entendido?

Minsy asintió con la cabeza aun temblando de miedo.

» Lárgate.

Le llevó unos segundos poder reaccionar a la orden que recibió por parte de la chica. Ni siquiera lo pensó dos veces para levantarse y dejar aquella habitación, corrió hasta la suya, cerrando la puerta detrás de ella. Todo este tiempo no quiso pensar mal de su prima, pero con lo sucedido Minsy certificaba que el miedo que había comenzado a tenerle a Carol no fue provocado por su imaginación. La chica había sido mala con ella causando que ese miedo creciera en su interior.

La baja autoestima de Minsy se debía a Carol y lo peor es que Minsy le tenía tanto miedo a su prima, que simplemente aceptaría su condición, quedándose callada en cuanto a la verdadera personalidad de la chica.

Carol había mostrado sus dientes.

Notas finales:

Tal parece que nuestra amada y hermosa (en apariencia y personalidad) Carol ha dejado de ser lo que es... 

¿Qué sucedera a partir de ahora? 

Lo sabrán en el siguiente capítulo.


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