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¡CAMBIARÉ EL DESTINO DEL VILLANO! por ami4alice

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Notas del capitulo:

¡Aquí vengo con otro capítulo de esta serie!

Espero lo disfruten.

 

Su tiempo en la casa principal se había extendido mucho más de lo que hubiese querido. No solo eso, cada mañana desayunaba con su padre y cuando no lograban desayunar, entonces cenaban juntos. De verdad que Hikaru no entendía el motivo de su padre de llevar a cabo todo eso, a sus ojos era completamente innecesario. Esa mañana no estaba siendo muy diferente, de nuevo estaba tomando el desayuno acompañado de su padre, quien solo lo veía comer en vez de hacer lo mismo.

-Padre… -dijo interrumpiendo su acción -. En serio… ¿Qué es lo que buscas haciendo todo esto?

Se había contenido de preguntar ya que buscaba entender sus acciones sin necesidad de decirlo directamente, pero ahora veía que debió hacerlo desde el comienzo. El hombre inclino su cabeza un poco sin apartar la mirada.

-¿Buscar? –soltó en tono inocente -. ¿Acaso es algo malo que quiera desayunar con mi hijo?

-Entonces por favor vaya con Harusaku y desayune con él.

Hikari sonrió de forma dulce al decir aquello, solo deseaba quitarse a su padre de encima. Lo extraño fue la mueca que su padre dio en respuesta de sus palabras, dejo escapar un suspiro y tapo un poco su rostro con la mano.

-No… -dijo bajo -. Ese mocoso no sirve.

Ahora sí que no estaba entendiendo lo que pasaba.

-¿De qué está hablando?

El silencio reino en la habitación, por lo menos hasta que su padre suspiro.

-Alguien que se deja manipular fácilmente por otros, no sirve.

Hikari se quedó unos minutos en silencio, por lo menos hasta que dejó los cubiertos sobre la mesa. En ese momento Hikari tenía dieciséis años y sus facciones hacían notar la semejanza que tenía con su padre, la única diferencia era el color de sus ojos y cabello. Hikari unió sus mano un momento para fijar su mirada en el mayor, quien también se encontraba viéndolo.

-Entonces… Ante los ojos de padre… Yo no soy una persona fácil de manipular.

Él jamás llamaba a ese hombre padre a menos que lo estuviera usando para insultarlo indirectamente, su padre estaba consciente de ello.

-Ese hombre… -dijo su padre, Hikari fue consciente que se refería a su abuelo -. Lo has estado controlando para que te deje en paz ¿me equivoco?

Mantener a ese viejo lejos significaba que Harusaku también estaría lejos, así que por eso mismo tomó la decisión de tenerlo ocupado en otras cosas. Louis jugaba un papel muy importante para ello, lo normal es que para esas alturas, Louis se hubiese marchado de la casa principal, pero la única que se marchó había sido su madre. El chico seguía manteniéndose en la casa principal jugando muy bien el papel de reina.

No contestó a las palabras de su padre, no tenía una razón para hacerlo, la manera en que llevaba las cosas no tenía nada que ver con ese hombre. Su padre bajaba la guardia cuando estaban juntos, hace un tiempo se dio cuenta de ello, fácilmente podía eliminarlo en uno de esos encuentros para comer, pero Hikari no lo había hecho por un simple hecho… Sabía que eso es lo que quería su padre, que lo asesinara.

Para heredar el título de la familia se tenía que cumplir con una tonta tradición. Esta consistía que el heredero tenía que matar a los demás candidatos que pudieran quitarle el poder, por eso su padre había matado a sus hermanos y… A la familia originalmente principal. O sea, su padre mató a su tío y primos además de sus propios hermanos. Así es como su abuelo había tenido poder, mandando a su propio hijo a realizar el trabajo sucio.

Hikari suspiro con pesadez, antes de levantarse de su asiento y sin comentar algo caminar hacia la puerta, allí la abrió pero antes de salir por esta, se detuvo un momento para poder decirle algo a su padre. Se daba una idea de las cosas que estaba tramando, aun así, porque lo supiera no significaba que lo iba a complacer, más bien, se había mantenido al margen precisamente porque lo sabía. Él se decidió a no complacer a nadie de esa horrible familia.

-No importa lo que hagas… -dijo con una pausa -. No te mataré.

Al cabo de decir eso y sin esperar una respuesta, se marchó del comedor.

Su padre era molesto, pero curiosamente no había hecho más nada, a pesar de su negativa no arremetía contra él, una parte lo agradecía y otra lo preocupaba, creyendo que podría estar planeando algo peor, la típica calma antes de la tormenta. Hikari suspiro, ahora no era momento de andar preocupándose por las ansiedades de su padre, se encontraría muy pronto con su objetivo, no podía distraerse con pequeñeces.

Hikari se detuvo de golpe en su andar cuando delante de él se encontró la persona que más le desagradaba de todas, claro está, luego de su abuelo. Harusaku se encontraba a unos pasos de él, mirándolo fijamente, parecía molesto, pero siempre tenía esa desagradable expresión desde que toda la atención de su preciado abuelo estaba en Louis. Aunque quiso contenerse, una risa se le escapó, siendo percibida por el otro hombre.

-¡Tú…!

Estaba seguro que ante los ojos de ese chico, desde que él apareció, todo en su vida se había arruinado… Y quizás tenía razón.

-Tu… Tu… Tu… ¿Acaso no sabes hacer otra cosa que solo gruñir como perro? ¡Oh no! Disculpa… Es cierto que tú solamente eres un perro.

Hikari solo estaba teniendo un poco de venganza, porque desde que llego a la casa principal, Harusaku se había encargado de hacer de su estadía un infierno. Puso a todos los sirvientes en su contra, arruino muchas de sus cosas, además en la mayoría de sus encuentros siempre lo trato horrible, igual que lo hizo su abuelo la primera vez que lo vio allí. Ahora que el joven señorito perdía poder, Hikari se lo disfrutaba.

La cara de enojo de Harusaku fue todo un espectáculo que se gozó hasta el final, a diferencia de él quien tenía el respaldo de su padre, Harusaku ya no tenía ningún respaldo, aún estaba la madre de ambos, pero esa mujer no poseía tanto poder dentro de la casa como su padre o su abuelo. Hikari quería que Harusaku se diera cuenta por él mismo, que sus verdaderos enemigos eran otras personas, tristemente, parecía que se negaba a darse cuenta, tal vez por culpa de ese orgullo injustificado que tenía.

-Esto no se quedará así…

Después de gruñir eso entre dientes, seguía su camino dejándolo solo.

Tener a su padre detrás de él servía para algo en ocasiones, como por ejemplo mantener a raya a su querido y adorado hermano mayor. Ahora mismo, a la edad que tenían, no se notaba la diferencia de edad, aunque tampoco es como si se tratase de una enorme diferencia, solo se diferenciaban por un año, pero ambos habían sacado gran parte de la genética de la familia, cualquiera que los viera, pensaría que se trataban de gemelos, sacando sus cabellos y ojos.

Suspiro cuando estuvo solo y luego de haber dado un par de pasos, se encontró con su sirviente. Se imaginaba de dónde venía, ya que fue él quien le dio la orden de ir con cierta persona, su inexpresivo sirviente solo parecía alterarse cuando algo tenía relación con su primo. Hizo un gesto con la mano para que lo siguiera, yendo directo a su habitación, ya no tenía más nada que hacer, puesto que desde hace un tiempo que evitaba las clases a las que su padre lo obligo a asistir.

Entraron al cuarto y se sentó en el sofá, mirando directamente a su sirviente que terminaba de cerrar la puerta que él dejó abierta al entrar. Lo siguió con la mirada por lo menos hasta que se detuvo detrás de él, el lugar asignado para los sirvientes, no dijo nada y solo espero a que el otro comenzara a hablar, después de todo, el que tenía que dar un reporte era su sirviente no él. Como siempre, un simple gesto fue suficiente para dar la orden no dicha.

-Tal parece que está sobrellevando bien las cosas… -dijo Vitky -. La sugerencia que le dio, lo ayudo mucho.

Cuando Hikari le dijo a Louis que le prestara atención a su abuelo en exceso para que dejara de ir en las noches a su habitación, no creía que iba a funcionar. Para su suerte si lo hizo y ahora el otro chico confiaba en él ciegamente.

-Es algo bueno.

De nuevo hizo un gesto con su mano y su sirviente se movió, comenzando a preparar el té que quería beber, ciertamente Vitky era un excelente sirviente para entender los gestos que hacía para dar sus órdenes.

-También… -dijo -. Me ha certificado lo que usted me dijo.

Hikari sonrió satisfecho.

-Entonces… Mahiru vendrá al festival como estaba previsto.

Vio a Vitky asentir con su cabeza mientras dejaba la taza de té delante de él.

Estaba de cierta forma emocionado por ese encuentro, durante tanto tiempo lo estuvo esperando, repitiéndolo una y otra vez en su cabeza. ¿Cómo sería? ¿Cómo reaccionaría? Tenía una curiosidad extrema, quería ver su cara, ya que todo este tiempo el único en quien pensó fue ese chico. Tomó la taza y le dio un rápido sorbo bajo la mirada de Vitky.

-Usted… ¿Por eso ha recolectado aquello?

Hikari asintió con la cabeza.

-Si quieres atrapar un gran pez, tienes que tener un gran cebo.

Nada más fue dicho en esa habitación, ya que Hikari decidió relajarse mientras bebía de su té. Finalmente iba a poder encontrarse con Mahiru.

.

.

.

Hikari con la ayuda de Louis, había logrado evitar su presentación en sociedad, así que además de los integrantes de esa casa, nadie más conocía a Hikari. Todo lo planificó para que su presentación en sociedad se diera justo en el festival, así no tendría que complicarse la existencia teniendo que aguantar a los nobles que apoyaban a su familia, suficiente tenía con la propia. Claro está que su familia no pretendía mostrarlo en sociedad, es más, Hikari había recibido una carta en donde se le negaba el permiso para salir de su habitación los días en que se llevara  a cabo el festival y ver ese memorándum de parte de su abuelo no lo sorprendió para nada. Lo hubiese hecho si no fuese llegaba, pero él ya tenía todo listo.

Las preparaciones para el festival llegaron a su fin, estando todo completado para el momento en que las campanas sonaron anunciando el inicio del festival. A Hikari le tocó escuchar la celebración que se dio por el comienzo del evento desde su cuarto, notándolo principalmente por los fuegos artificiales que fueron lanzados. Un bonito escenario para observar desde el encierro de su cuarto, igual, sus planes solo se llevarían a cabo al momento en que se diera la fiesta dentro de los recintos de su familia. Hikari dejó de mirar por la ventana cuando la puerta de su habitación fue abierta, dejándose ver a Vitky.

-Ya me estaba preguntando dónde estaría mi cena.

Se movió para sentarse en el sofá, viendo como su sirviente acomodaba todo para comer, este había salido unos minutos antes para buscarle algo de comer, aunque en realidad iba con un segundo propósito.

-Todo esta tal cual como lo indico.

-Vaya, me alegra saber que mi comida ha sido hecha como quería.

Obviamente no estaban hablando de la comida, pero tenían que hacerlo, ya que Hikari estaba siendo consciente de que su abuelo mando a unos guardias para impedir que saliera de su cuarto. No fue necesario pensarlo mucho para saber que llegaría a semejante conclusión. Sin agregar más nada se dedicó a comer, escuchando como a lo lejos los sonidos de los carruajes no tenía fin. La fiesta estaba comenzando y los invitados de su familia empezaban a llegar uno por uno, Hikari estaba ansioso por lo que iba a provocar dentro de un par de minutos, también por el invitado que tanto estaba esperando.

-¡Hikari!

El nombrado hizo de oídos sordos, estaba algo molesto con Natyh por abandonarlo por tanto tiempo.

» Sé que estas molesto, pero… -dijo ella con una pausa -. ¡Tenía que ir con Mahiru!

Hikari dejó escapar un suspiro, antes de levantarse de su asiento, a esas alturas su comida estaba terminada. Fue a su escritorio para tomar una pluma y hoja, escribiendo algo.

» ¿Qué? –dijo ella para acercarse y leer el papel -. ¿Qué hay personas afuera y por eso no puedes hablar?

Obtuvo una asentida de cabeza como respuesta. Natyh volvió a centrar su mirada en la hoja cuando notó que estaba volviendo a escribir.

» ¡Por supuesto que ya está aquí! También… Según escuche se quedara un par de días…

Por lo menos Natyh le traía buena información, la perdonaría por los momentos. Tomó la hoja y la echo dentro de la chimenea dentro de su cuarto, no deseaba que alguien entrara y leyera sobre eso, suficiente tenía con que lo juzgaran por su cabello para que lo tacharan de loco. Hikari se giró a Vitky.

-Iré a dormir, igual no tengo más nada que hacer.

-Entendido, preparare todo.

Vitky hizo una reverencia para comenzar a moverse y preparar todo. Cuando terminó, Hikari se acostó en la cama y todo en la habitación fue apagado, quedando en completa oscuridad. Vitky salió bajo la mirada de los soldados cerca de la puerta.

» El señorito se ha dormido.

Los hombres asintieron con la cabeza y solo se movieron cuando perdieron de vista al mocoso. Sin siquiera pensarlo dos veces, abrieron la puerta para certificar lo que dijo el sirviente, acercándose a la cama y encontrándose con un Hikari dormido. Cuando chequearon que verdaderamente estaba dormido, salieron de la habitación y pasaron llave a la puerta principal de la habitación. Su trabajo era el mantener a ese joven allí y si este solo dormía sin hacer ruido, mejor para ellos, tendrían un trabajo más fácil.

Tristemente Hikari no era esa clase de persona tan tranquila y antes le había hecho poner un somnífero en su bebida, para que de esa forma se durmiera rápido. Luego, Vitky entraba por el balcón, el cual no estaba custodiado ya que se trataba de un tercer piso, no creía que un joven señorito se tirara de semejante altura, más aun cuando sacaron el exceso de cobijas. Al estar dentro de la habitación, Vitky le hacía beber algo para despertarlo, así Hikari volvería a estar en todos sus sentidos.

Salieron de la habitación al balcón en completo silencio, tratando de que no se notara el movimiento dentro del cuarto. Ya en el balcón, saltaron por este, ciertamente ese salto sería imposible para alguien quien no tenía entrenamiento, pero ambos ya estaban acostumbrados a realizar cosas que podrían costarle la vida, por nada iban al bosque prohibido. Un tercer piso era quitarle un dulce a un niño para lo que tenía que pasar en el bosque prohibido. Al estar abajo, fue el momento en que Hikari se cambió, tenía que ir presentable para el evento principal de su familia en el festival.

Llevaba un traje completamente blanco, aunque sin el saco porque llevaba un chaleco de color gris con detalles dorados, el mismo color de la capa que llevaba sobre uno de sus hombros, botas altas de color blanco. Había escogido ese color porque quería resaltar su cabello y ojos negros, nada mejor que un lienzo en blanco para resaltar un color en específico. Acomodó su cabello un poco, colocándolo todo de un lado, se veía realmente elegante, lo que él llamaría un joven señorito.

-Bien, vayamos a la fiesta.

Al cabo de decir eso, se pusieron en marcha hacia el salón.

No les llevó mucho tiempo llegar y como su abuelo puso los guardias en su mayoría en la zona donde estaba ubicada su habitación, luego de salir de dicho lugar, todo lo demás fue fácil. A la hora que iban, seguramente la mayoría de los invitados estaría presente, perfecta para tener su entrada, tenía que presentarse correctamente en sociedad.

Hikari no se contuvo al momento en que abrió esas puertas, sonando fuertemente cuando dieron contra la pared. Por el fuerte ruido todos voltearon a la entrada del salón, solos dos personas no se sorprendieron de verlo allí. Louis sabía sobre su plan y suponía que su padre esperaba que actuara así, por eso no se vio sorprendido. La reacción en los presentes que tuvo fue la esperada, lo primero que notaron fue su cabello negro, iniciando la ola de malos comentarios, Hikari los ignoró y camino a donde estaba su abuelo.

-¡Tu…!

Antes de que Harusaku terminara su oración, Hikari hizo una reverencia con toda la elegancia que podía.

-Lamento haber llegado tarde a tan importante evento, pero tenía que prepararme adecuadamente para este momento. No deseaba avergonzar a mi abuelo.

Los comentarios comenzaron a tornarse un poco diferente y así como Hikari se dio cuenta, sucedió lo mismo con su abuelo. Con eso fue el momento de actuar de Louis para apaciguar el evidente enojo que tenía el viejo, este unió sus manos con una sonrisa.

-¡Estoy feliz de que finalmente puedas presentarte en sociedad! –dijo Louis -. Estoy seguro que todos piensan igual… ¿Cierto, abuelo?

Louis se abrazó al brazo de su abuelo con fingida inocencia. Con eso, tapaba cualquier salida que podría tomar su abuelo, este miró a Louis un instante, antes de soltar un suspiro. No estaba de acuerdo con todo aquello, pero aún seguía sin poder negarle algo a Louis. Regreso su mirada a Hikari quien aún estaba haciendo la reverencia.

-Incorpórate –con aquella orden Hikari hizo caso -. Quiero que todos me presten atención… Aquí delante de todos ustedes esta uno de mis preciados nietos. Debido a ciertas complicaciones no se pudo presentar en sociedad a la edad correspondiente, por eso queríamos hacer esto por él… En este día tan importante.

Hikari notó como su abuelo pasaba saliva con cada palabra que soltaba, pero lo que más se disfruto fue la expresión de Harusaku. Con las palabras de su abuelo, era completamente reconocido por la familia Akari, ahora Hikari se volvía otro candidato a heredar el nombre de la familia, aunque evidentemente eso es lo que menos quería. Lo único que Hikari buscaba con todo eso es que fuese despreciado por todos, que gran parte de las familias que apoyaban a los Akari quisiera deshacerse de él, porque con eso podría irse de allí sin problema alguno. Siempre sería más fácil hacer que otros lo corrieran que irse por su propia cuenta.

Pudo darse cuenta que todos aplaudieron por decencia y no porque se encontraran felices de saber sobre eso. Los rumores de que alguien de la familia Akari fue bendecido por la diosa de la oscuridad estaban siendo confirmados en ese preciso instante. Hikari hizo una leve reverencia como gesto de agradecimiento por ser “tan bien recibido”. La tensión comenzó a ser palpable, nadie decía nada, pero Hikari sabía muy bien lo que esas despreciables personas estaban pensando, sin necesidad de usar magia. Se giró cuando escuchó a alguien aplaudir aun cuando todo estaba en silencio.

-Estoy feliz de que mi segundo hijo sea reconocido por la familia –dijo su padre -. Pero no nos concentremos en eso y celebremos. ¡El festival ha comenzado!

No supo si lo hizo intencional, pero eso ayudo a que dejaran de prestarle atención a él y se concentraran en sus propios asuntos. Igual, él ya había logrado el impacto inicial que buscaba. Decidió caminar por el salón, pero no deseaba hablar con alguno de esos bastardos, tal parecía que los demás pensaban igual y no se acercaron, aunque sus herederos pensaron diferentes a las cabecillas de las familias. Hikari se vio rodeado por un grupo de jóvenes, cercanos a su edad.

-Vaya, cuando me comentaste sobre el bastardo de tu hermano, jamás creí que tendría la suerte de conocerlo.

Hikari se dio cuenta de inmediato que aquellos herederos eran la facción que estaba a favor de Harusaku. Todo villano tiene a las personas que lo apoyan y ahora conocía  a los de su querido hermano mayor.

-Por favor… No sean tontos, es imposible que él sirva para algo.

No le interesaba si era juzgado por esas personas, por eso mismo se mantuvo en silencio. Su objetivo no era ser querido por ellos.

-Es suficiente.

Su hermano interrumpió todo, Hikari solo lo miró sin articular alguna palabra.

-¡Harusaku! Tenemos que poner a este tipo en su lugar.

-¡Es cierto! Darle una buena lección.

-Primero que nada, estamos en una fiesta –dijo Harusaku -. Además, le tocan un pelo y se las verán con mi padre.

Harusaku hizo un gesto para que los demás en el grupo notaran el hecho de que su padre los estaba observando, no precisamente con una mirada amorosa. Hikari lo había notado desde el principio, pero prefirió solo dejar fluir la situación. Vio a los otros chasquear, al parecer el miedo que impartía su padre no solo estaba dentro de la familia, todos decidieron retroceder en ese momento, aunque antes de irse, Harusaku se detuvo a su lado.

-No creas que dejaré que me quites todo tan fácil.

Aquello fue una amenaza, pero paso completamente de largo para Hikari, no venía a ese lugar para robarle algo a Harusaku, si quería podía quedarse con toda esa basura, su objetivo se trataba de otra cosa. Mismo que no vio por toda la sala, haciéndose preguntar si de verdad se encontraban presente.

-¡Hikari! –Natyh hacia acto de presencia -. ¡Mahiru está afuera!

De nuevo la chica servía para algo, con eso cambio de dirección. Salió por uno de los accesos que daba hacia un balcón y bajo las escaleras de este para llegar al jardín. No contesto a Natyh, pero ella sabía que la escuchó y por eso mismo le estaba señalando el camino que tomó Mahiru minutos antes. Tenía que encontrarse esa noche con Mahiru y como mínimo hacer que volviera a reunirse con él, porque si no, su abuelo lo encerraría por el atrevimiento que tuvo ese día.

Mahiru se movía como una lombriz, porque aun con la indicación de Natyh no lo encontró. Suspiro, luego de un largo rato dando vueltas en el jardín, tomó la decisión de volver al salón, no iba a lograr nada dando círculos en el jardín. Justo cuando estaba llegando al final del jardín y entrar en la mansión, pudo escuchar voces, así que sin dudar, para no perder la oportunidad, se movió en dicha dirección. Lo que Hikari no notó fue que tuvo que pasar por un arbusto, ensuciando su ropa y cayendo al suelo, aunque logro su objetivo de dar con Mahiru.

-¿Quién anda ahí?

Un tono grave y brusco.

Hikari reconoció la voz severa de Mahiru al momento de escuchar aquella pregunta. Todo estaba oscuro, pero casualmente en ese instante las nubes dejaron de ocultar la luna y esta ilumino el lugar. El único que se sobresalto fue el compañero de Mahiru.

-Lamento haberles interrumpido –dijo Hikari levantándose -. Yo he venido porque deseo hablar con usted.

Mahiru enarcó una ceja incrédulo.

-¿Hablar? ¡No sea grosero! Usted no tiene ese derecho.

El que le dio una respuesta fue el acompañante de Mahiru. Hikari solo dejo escapar una risa y cuando terminó de sacudirse el polvo, camino en dirección de los otros dos.

» ¡Deténgase! ¡He dicho que se detenga!

No le hizo caso a las palabras de aquel hombre mayor, pero pudo notar como irritaba lo suficiente para hacer actuar a Mahiru. Este de inmediato saco su espada y fue a su encuentro, colocando la punta de su espada bastante cerca de su garganta, un pequeño impulso y su vida llegaría a su final. Allí se detuvo bajo la mirada severa de Mahiru.

-¿Acaso no sabes seguir una orden?

-Yo solo seguiré la orden si viene directamente de usted –dijo Hikari llevando una mano para sostener la espada -. Si no me cree, entonces mueva esta espada y acabe con mi vida.

-¿¡Qué!? –soltó el hombre mayor -. Majestad, elimine a tal ser grosero.

Mahiru no había estado dentro del salón cuando apareció Hikari, pero ese hombre mayor lo estuvo, así que estaba siendo consciente de lo que causaría si en ese lugar su rey apuñalaba a ese chico. Mahiru por alguna razón dudo, aunque tal vez se debía a que Hikari sostenía la espada con su mano desnuda, viendo un poco de su sangre.

-Tiene razón, he sido grosero, pero es la verdad que solo he venido a hablar con usted… -dijo Hikari -. Si no me cree, entonces elimíneme.

Al notar que Mahiru no se movía fue Hikari quien dio un paso hacia adelante, sintiendo como el filo de la espada se clavaba en su piel, dejando correr un poco de su sangre.

» Esta bien –continuó Hikari con una sonrisa -.  Si esta es la forma en que lograré obtener su confianza, entonces puede hacerlo. Majestad, acabe con mi vida, cuantas veces usted desee. Si desconfía de mí, entonces puede matarme cuando lo desee, no me resistiré.

Normalmente las personas huían de esa situación o lo miraban con miedo y rencor, había visto muchas expresiones negativas cuando apuntaba su espada a alguien más, pero ese chico no le mostró ninguna de esas, más que eso, se veía satisfecho de que lo estuviera amenazando. Eso quizás fue lo que más le sorprendió e hizo que apartara la espada, aunque su expresión severa seguía presente, seguía sin confiar en ese desconocido, aunque le daba el comodín de la duda.

-Habla.

-¡Majestad! No debe permitir que… ¡Ahg!

Mahiru se había girado y golpeado con fuerza en el hombro al otro sujeto con el mango de su espada. Lo había castigado por interrumpir, Hikari se dio cuenta de ello. Regreso su mirada a él y antes de decidirse a contestar, se acercó aún más a Mahiru, tomó sus manos cubriéndolas un poco con su sangre y las dirigió a su cuello, donde seguía corriendo aun algo de su sangre.

-Majestad… Me hubiese eliminado con sus propias manos… ¡Ah! Que placer hubiese sentido de que usted me asesinara.

Hikari soltó aquello en voz alta para que fuese escuchado por el otro hombre, quería hacerse ver como una especie de demente. Tal vez Mahiru llegó a entender algo, porque esas manos que solo coloco en su cuello, apretó un poco ese lugar.

-Así que… Lo que más deseas es que te elimine con mis propias manos.

Mahiru dijo aquello, no teniendo piedad en el agarre que estaba llevando a cabo. Hikari sintió perfectamente se estaba quedando sin aire, pero eso ayudo a que Mahiru se acercara más a él y el otro tipo no.

-No confié en el hombre que lo acompaña… él está arruinando todos sus intentos.

Hikari murmuro aquello, solo para que Mahiru lo escuchara, aunque le costó un poco, ese hombre en serio no tenía piedad. Mahiru lo entendió y solo aligero un poco su agarre, lo suficiente para darle oportunidad de recuperarse, pero no tanto para que se notara su momento de piedad.

» Por supuesto que sí… ¡Ese sería el mayor placer en la historia!

Al otro tipo lo único que le interesaba era arruinar los planes de Mahiru, así que si mataba a un familiar de los Akari, estaba seguro que eso provocaría una posible guerra o un motivo suficiente para que los Akari se rebelasen  contra su reino. Mahiru apretó su agarre, pero solo lo suficiente para que sus manos quedaran marcadas sobre aquella piel, en un punto, sus labios se curvaron un poco, haciendo un gesto parecido a una sonrisa.

-Muy bien –dijo Mahiru, tirando a Hikari quien cayó en su retaguardia, tosiendo un poco -. Entonces supongo que tendrás que invitarme a una taza de té… Para poder tener algo caliente cuando termine contigo.

No agrego más nada y paso de él yéndose con dirección al salón. El hombre que lo acompañaba se levantó en su sorpresa.

-¿Qué? ¡Majestad!

Sin poder creerse que el mocoso que tenía que vigilar se contuviera de acabar con la vida de alguien, lo siguió perplejo. Hikari se quedó completamente solo en aquel lugar, tratando de recuperar un poco el aliento, Mahiru no se contuvo cuando lo ahorco con sus manos.

-¿Ha logrado lo que esperaba?

Vitky hacia acto de presencia, había visto todo lo que sucedió, pero por orden de su señor, no intervino ni se hizo notar. Hikari rió un poco, teniendo una mano en aquel lugar donde sabía aun permanecía la marca del otro chico. Vitky jamás terminaría de entender a su señor.

-¡Ha sido mejor de lo que creí! –dijo lleno de dicha -. ¡Él en serio me iba a matar!

-Usted no parece triste por eso…

Hikari dejó escapar una leve risa antes de levantarse del suelo.

-Solo pensé… Cuando lo vi, sentí que no sería tan malo morir por sus manos.

Vitky se preguntaba a veces si su señor tenía tendencias suicidas, aunque no tenía mucho para comprobarlo, así que solo concluía que tenía tendencias masoquistas.

-Por favor no muera.

-Lo sé… Aun no puedo morir sin lograr nada –dijo con una pausa -. Tengo que salvar a Mahiru a toda costa.

Comenzó a caminar siendo seguido por Vitky, ya no tenía cosas que hacer en aquella aburrida fiesta, además, tenía que tratarse las heridas que produjo la espada. Suspiro un poco, no habló mucho con Mahiru pero logro su objetivo de tener un poco de su atención, por esa noche se sentiría victorioso.

.

.

.

Mahiru volvió al salón de la fiesta, fue directo hacia el anfitrión.

-Oh, majestad.

El abuelo de Hikari saludo de forma cortés, aunque le irritaba tener que saludar de esa forma a un simple mocoso. Mahiru solo lo miró con poco interés, en realidad esa familia no podía parecerle más insignificante. No contesto, porque antes de hacerlo, alguien más llego a su círculo.

-Majestad –saludo Harusaku -. ¿Se está divirtiendo?

Mahiru era bueno para notar la falsedad en las personas, aunque de ese mocoso quien tenía la misma edad que él no la sentía. ¿Lo admiraba o celaba? Se preguntaba constantemente, pero descartaba la pregunta de inmediato, ya que no le interesaba ese chico.

-Me retirare a mi habitación.

No dio mucha explicación, solo dijo aquello de forma seca. El abuelo asintió con la cabeza.

-Por supuesto, su habitación ya está lista –dijo haciendo un gesto para que un sirviente se acercara -. Debe estar cansado de tan largo viaje… Por favor, él los guiara a su habitación.

Miró la cara del sirviente, quien no pudo mantener su vista y la desvió hacia el suelo. Aquello era la típica reacción en otros, su fama estaba siendo bien conocida hasta en las afueras de su propio reino. El tirano despiadado, al recordar esas palabras, le vino el escenario anterior, donde aquel loco muchacho no dudo en lanzarse a la boca del lobo. Todos huían de él o trataban de matarlo, pero ese chico, lo único que hizo fue venir a él para que lo matara… ¿De verdad buscaba eso?

Cuando estuvo solo en su habitación, dejando las cosas innecesarias para poder dormir, notó en su mano la sangre que no le pertenecía. La miró un instante, volviendo a repetir el mismo momento una y otra vez. Ciertamente el muchacho le impactó, pero más que todo lo que dijo, no es como si él no fuese consciente de lo que hacía el hombre que lo acompañaba, pero había sido alguien quien su tío le sugirió, no quería pensar la profundidad de ese problema. Lo que más anhelaba Mahiru era encontrar la cura para el veneno que estaba matando a su hermana.

-¿Qué serás tú…? –pregunto mirando la sangre -. ¿Serás también mi enemigo….?

Aunque estaba soltando las palabras al aire, algo dentro de él le hacía sentir que aquel desconocido no sería su enemigo. Mahiru acerco la mano sucia con la sangre y lamió un poco de esta, al momento en que la sintió algo dulce, supuso que lo mejor sería dormir, así que se lavó rápidamente para irse a la cama. De todas formas, cuando se reunieran de nuevo tendría una respuesta.

¿Ese chico sería su enemigo? ¿Sería su aliado?

Lo descubriría la siguiente vez que lo tuviera delante.

Notas finales:

¡Eso ha sido todo por este capítulo!

Nos vemos en el siguiente.

Posdata: *inserte meme de diablos señorita* ¡Diablos Hikari! Guarda tu masoquismo.. jajaja


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