Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡CAMBIARÉ EL DESTINO DEL VILLANO! por ami4alice

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Otro capítulo más de esta historia!

Creo que tengo un afán por publicar dos capítulos... Jaja

Espero lo disfruten.

Al día siguiente de esa fiesta, Hikari mando la invitación.

Fue contestada días después, cuando el rey del  reino de Merk apareció en su cuarto para tener su hora del té. Hikari se preparó, trayendo solo la comida que sabía  que a Mahiru le gustaba, ventajas de conocer la novela es que sabía los gustos de ese cruel tirano. No supo la forma, pero para esa invitación vino solo y no fue lo único que notó, la servidumbre anduvo cuchicheando sobre ese encuentro que estaban teniendo. Por supuesto que sería normal que los chismes estuvieran rondando, si luego de presentarse en sociedad, tenía semejante invitado.

Aunque muchos le tenían miedo al rey de Merk, no significaba que se lo tomaran a la ligera, ese reino tenía el suficiente poder para deshacerse de un reino pequeño como lo era ese donde vivía. Hikari decidió también despachar a su único sirviente para que pudieran estar a solas, así podrían hablar con más comodidad, además, Hikari podía usar el atenderle como una excusa para acercarse al otro chico. La única que los acompañaba era Natyh, pero solo él podía verla, así que era como si no estuviera realmente.

La habitación estuvo en silencio por un rato, en donde solo el sonido que producían al beber té llenó el cuarto. Hikari suspiro un poco, en ningún momento le quito la mirada al otro chico, aunque este parecía concentrado en el té que estaba consumiendo, tal vez se preguntaba si se encontraba envenenado o algo por el estilo. No lo juzgaría si pensaba así, si él mismo pasó por una situación similar.

-No esta envenenado.

Fue lo primero que dijo para tener la atención del otro chico.

» Yo estoy bebiendo del mismo té, así que no está envenenado.

Mahiru lo miró un instante, antes de dejar la taza sobre la mesa y levantarse de su asiento, caminando hasta donde se encontraba Hikari, este por su parte hizo lo mismo de dejar la taza. No le sorprendió el verse acorralado por aquel chico, aunque si le atrapó que no lo estuviera viendo a él, sino un poco más abajo, en su cuello, donde aún se notaba un poco la marca de sus manos. Hikari por reflejo se sobresaltó un poco al sentir de nuevo una de las manos ajenas en su cuello.

-Has cubierto las marcas.

Sin necesidad de mucha explicación, Hikari entendió a lo que se refería.

-Bueno, tuve que vendarlo todo debido a que tenía una herida que estaba sangrando. Si no fuese por eso, no lo estuviera ocultando.

Hikari no mentía con sus palabras, su cuello estaba cubierto por una venda por la herida que le produjo con la espada, de no haberla tenido, no se fuese puesto nada y tendría completamente en exhibición las manos del otro chico delante de él. Pudo notar como a Mahiru se le escapó una risa.

-¿Entonces estas orgulloso de tener esas marcas?

Sin poder evitarlo, abrió un poco la boca, pero al final, antes de decir algo, dirigió sus manos a aquella que se encontraba en su cuello mientras sonreía un poco, sin apartar la mirada del otro chico.

-Estaría orgulloso de mostrar cualquier herida que tú me hagas… ¿Acaso ya no lo dije? Si así lo deseas, puedes matarme cuando lo desees y no me sentiré mal si eres tu quien lo hace.

No estaba mintiendo con respecto a eso y en realidad no había una necesidad de mentir. Mahiru rió un poco, antes de tomar la mano que lo sostenía y sin más dirigirlo a su boca, donde sin dudar lo mordió al punto de abrirle una nueva herida. Hikari se quejó solo un poco, ya que no se esperaba que el otro fuese a morderle, aun así, no hizo más nada que eso.

-¿Y? ¿Qué es lo que estás buscando?

No pudo contestar de una vez, porque sintió como se estremeció de nuevo porque Mahiru lamió la sangre que salía de la herida que provoco. Definitivamente estaba loco si aquello le parecía de alguna forma sensual, tal vez al final si hacia una buena pareja para Mahiru, porque estaba tan quebrado como el otro chico.

-Que nos casemos.

Ahora el que mostró una ligera sorpresa fue Mahiru.

-Hm… Así que quieres volverte mi consorte.

Hikari pudo notar como Mahiru estaba apartándose, así que entró en acción antes de que eso llegara a pasar. No supo en que momento terminaron así, pero no le interesaba, lo importante es que tenía que evitar que Mahiru se marchara de su lado sin siquiera escuchar todo lo que tenía para decir. Por su parte, Mahiru de nuevo se vio sorprendido de haber permitido que alguien lo tirara tan fácil, aunque una parte de él no le molestaba tener a ese chico encima de él.

-Quiero dejar una cosa clara… -dijo Hikari -. No quiero ser tu consorte por poder… No necesito de ti para tener poder, así que no te preocupes en ese sentido.

-¿Entonces?

-Además, solo estaremos casados por dos años.

Mahiru enarcó una ceja ante aquello, no se esperó que fuese a poner fecha límite para su matrimonio. El otro podría no entenderlo, pero Hikari sabía que dentro de dos años aparecería Carol, el verdadero amor de Mahiru y quien lo salvaría, por eso mismo es que no quería alargar demasiado su matrimonio, él solo lo protegería hasta la llegada de la chica. Al final, él no pertenecía a ese lugar, así que lo normal es que desapareciera cuando llegara el momento, su trabajo solo era cambiar el corazón de Mahiru para que no se volviera un villano.

-¿Por qué solo dos años?

-Eso es tiempo suficiente.

-¿Y si me niego?

-No te preocupes por eso.

Hikari suspiro luego de decir aquello, ahora iba a ser él quien tenía planes de separarse pero fue detenido. Mahiru se separó un poco del sofá, tomándolo de la cintura para que no se moviera de su posición actual.

-Aún sigo sin ver el beneficio de casarme contigo.

Suponía que Mahiru tenía un punto al creer eso. Hikari suspiro.

-Estas buscando la cura para el veneno que tiene tu hermana menor ¿cierto?

Mahiru afilo la mirada y Hikari sintió como el agarre que le hacía se volvía un poco más fuerte. Se notaba que estaba afectado por lo que acababa de decir, esa información se suponía que nadie la sabía.

-¿Cómo…?

Hikari llevó sus manos al rostro ajeno.

-Eso es un secreto… pero lo que te puedo decir es que tengo lo que has estado buscando para salvarla.

Mahiru hizo la misma expresión que antes, sin poder creer lo que estaba escuchando.

» Puedes no creerme, pero esto es lo que necesita tu hermana para salvarse. Pídele a mi abuelo un compromiso y te lo daré, ya si no funciona, puedes deshacerte de mí… No tienes nada que perder.

No lo podía negar, el hecho de que a esas alturas ya no tenía nada que perder, se encontraba desesperado por eso mismo. Llevaban un par de años buscando una cura para el veneno que tenía su hermana, pero seguía sin dar con esta y ahora tenía a alguien quien le aseguraba que podría salvarla.

-Comprendo.

Hikari creyó que finalmente habían llegado a un acuerdo, por eso bajo la guardia y no se percató sino hasta que fue demasiado tarde de lo que tenía planeado Mahiru. El otro chico llevó una mano al cuello de su ropa y lo jaló rompiendo un botón, sin acotar algo se acercó y sin más lo mordió, tan fuerte que fue inevitable que Hikari jadeara de dolor.

Se esperaba muchas cosas, pero jamás que Mahiru le mordería en el cuello lo suficiente para que la sangre comenzara a salir. Tal vez había sido su manera de dejar algo en claro y como no llevaba consigo un arma, supuso que por eso actuó así. Hikari llevó una mano a su cuello, notando así la sangre que brotaba de la herida. Mahiru dejó escapar una risa, mientras se lamía sus propios labios.

» Si no cumples con tu palabra, te haré algo peor que esto.

Lo primero que pensó es que Mahiru lo tiraría a un lado para levantarse, pero no fue así, en realidad se las ingenió para dejarlo sobre el sofá como si nada hubiese pasado. Al cabo de decir aquello, Mahiru dejó la habitación, dejando a un Hikari completamente sorprendido, aunque luego de unos minutos, sonrió satisfecho. Desde el principio él supo que Mahiru no era ese tirano que todos decían, pero jamás creyó que le mostraría ese lado a él.

-Realmente estoy sorprendido.

Aquello lo decía más para él mismo, por nada su personaje favorito de la historia fue Mahiru.

-¿¡De qué estas sorprendido!? ¡¡¿Qué se supone que estaban haciendo ustedes dos?!!

Natyh hacia acto de presencia, Hikari notó que a mitad de conversación la chica se fue apenada. No pudo evitar dejar escapar una risa por la inocente reacción del espíritu.

-Pronto estaremos casados, así que será mejor que te acostumbres.

-¡Hikari!

El nombrado dejó de prestarle atención cuando Vitky entró a la habitación con un envase con agua y una toalla, también traía otras cosas. Tal cual como lo espero, había sido bueno que se hubiera preparado por si Mahiru terminaba lastimándolo. Nada más fue dicho y Hikari se dejó tratar la mordida en su cuello, las cartas estaban sobre la mesa, solo tenía que esperar a que Mahiru cumpliera con su parte.

.

.

.

Un par de días después fue llamado al despacho de su abuelo.

Con ese llamado, Hikari supuso que Mahiru había cumplido con su parte del trato, pronto lograría lo que se propuso hace años atrás. Antes de encontrarse frente a aquella puerta, decidió practicar, tenía que lograr verse lamentable cuando estuviera en aquel lugar. Hikari respiró hondo al estar delante de aquella puerta, llevando una mano a la perilla y colocando su mejor cara de lamento.

-¿Me ha llamado abuelo?

Hikari hizo su respectiva reverencia.

-Sí, hay algo que tengo que informar.

La presencia de Harusaku le certificaba lo que estaba por suceder. No se sentó, sino que se quedó parado mientras veía como su abuelo se levantaba de su asiento y rodeaba el escritorio para quedar frente a él.

-¿Acaso hay algo que necesita de mí?

Lo que le pareció extraño a Hikari fue no haber recibido un castigo por lo que hizo en la fiesta, pero supuso que se debió a su padre el que no lo castigaran. Estaba agradecido, pero no lo suficiente para decírselo a su padre, además, no estaba completamente seguro de aquel hecho, tal vez solo fue una coincidencia. En esa casa con esa familia todo era posible.

-Tal parece que le has gustado al rey de Merk.

-¿Qué?

Hikari puso su mejor cara de desconcierto. Harusaku rió un poco antes de caminar hacia donde estaban los otros dos.

-Lo que escuchaste del abuelo, parece que le has gustado al horrible rey ese.

-¿Qué? Eso no puede ser, yo…

De nuevo actuó como si aquello fuese lo peor que le podría pasar.

-Me enteré de que te reuniste con él.

-¡Eso fue…! –dijo Hikari alterado -. Eso fue porque él me amenazo antes… Si no aceptaba… Me dijo que podría hacer algo… Yo estaba preocupado…

Desvió la mirada de su abuelo, como si hubiese hecho algo bueno el haber aceptado reunirse antes con el rey de Merk. Llevó una mano a su cuello, tocando la venda, la perfecta excusa para justificar su mentira. Debido a que su abuelo no le prestaba la suficiente atención, no fue sino hasta ese momento que notó la herida en el cuello ajeno.

-¿Te amenazo? ¡Ja! Pienso que te lo mereces.

Harusaku sin darse cuenta lo estaba ayudando a verse más lamentable.

-¡No! Por favor abuelo… No permita que ese hombre me lleve… ¡No quiero ir con él!

Hikari se acercó a su abuelo y se arrodillo en el suelo suplicando, tomando la ropa ajena en su desesperación. Sus ojos se cristalizaron, al ver tal escena patética, su abuelo no dudo en zamparle un golpe a su nieto. Ahora se veía incluso más patético que antes.

-No puedes ser más… -inició en un tono lleno de desprecio -. Ahora que recuerdo… Aún sigo sin darte tu debido castigo.

-¡Es cierto! –apoyó Harusaku -. Interrumpir en una reunión importante cuando el abuelo te dijo que no podías asistir… ¡Tienes que entender tu lugar!

Hikari tenía una mano en la mejilla que antes fue golpeada, teniendo su cara más lamentable. Dejó escapar un suave sollozo el cual hizo que se ganara un segundo golpe.

-Tal vez esto te haga entender tu lugar.

-¡No! ¡Por favor abuelo! Haré lo que sea… -dijo Hikari -. ¡Hare lo que el abuelo desee! Pero… ¡No me mande con ese rey! ¡Se lo suplico!

Mientras soltaba aquello, Hikari se arrodillo en el suelo, pegando su frente con el suelo del lugar. En todo el sentido de la palabra, se estaba humillando a sí mismo con sus acciones. El que actuó ahora no fue su abuelo, sino Harusaku, quien coloco su pie en su cabeza, haciendo presión para que pegara mucho más su frente con el suelo.

-Debiste pensarlo dos veces antes de desobedecer al abuelo.

-¡Por favor! ¡Haré lo que sea, pero no me mande con ese hombre! –dijo suplicante -. ¡Si me manda con ese hombre seguramente me matara!

Pudo escuchar como Harusaku reía, no le sorprendió eso, pero lo que quizás si lo hizo fue oír reír a su abuelo. Al parecer ambos hombres eran igual de horribles. Pudo sentir como Harusaku quitaba su pie y le permitió levantar la mirada, con eso pudo encontrarse con la mirada de su abuelo.

-Tal vez eso sea lo mejor.

-¡No! ¡Por fa…!

Hiraki tensó sus hombros al oír como su abuelo golpeaba su escritorio.

-Silencio –dijo el mayor ­-. Aceptaré la propuesta del rey de Merk. Al acabar el festival, te irás con él a su reino.

-¡Abuelo…!

Fue golpeado de nuevo por Harusaku.

-¡Silencio! ¿Acaso no has escuchado? Te han dado una orden, así que será mejor que lo cumplas.

Su abuelo dejó escapar un suspiro.

-Vete a preparar tus cosas, a partir de este momento perteneces al reino de Merk.

Hikari dejó escapar un sollozo, mientras se levantaba del suelo, no dijo más nada y salió de aquel lugar.

Sin decir o hacer algo camino en dirección de su habitación, allí como siempre se encontraba Vitky listo para tratar sus heridas. Cuando estuvieron a solas, Hikari pudo reír satisfecho, no podía creer lo fácil que fue engañar a esos dos con su mala actuación. Aun después de todo lo que había pasado, le sorprendía lo ingenuo que podía llegar a ser Harusaku, se lo podría creer de su abuelo ya que no conocía su peor lado, pero Harusaku pudo observar un poco de ese lado y aun así terminó creyéndole.

-No entiendo para qué hizo todo eso…

Vitky dejó salir mientras lo trataba.

-Ya te lo dije –comento Hikari -. Necesito que ellos crean que me están haciendo un favor al enviarme al reino de Merk.

-Sigo sin comprender…

Hikari suspiro un poco.

-Veamos… Para ponerlo fácil, quiero hacerles creer que no quiero ir al reino Merk, así ellos tendrán más ganas de enviarme. Me odian, así que harán todo lo que yo no quiera hacer.

-Por eso dijo que no quería ir.

-Sí, si fingía decir que odiaba la idea de partir, entones ellos me enviarían en bandeja de plata.

Pudo observar como Vitky guardaba las cosas que uso para tratarlo. Ahora todo se encontraba sobre la mesa, aunque tenía aun una cosa por hacer. Miró a Vitky un instante mientras pensaba en el asunto.

» Vitky –el nombrado le miró -. Hazle saber a Louis que nos reuniremos con él.

Hikari no era tan idiota como para dejar al pobre chico en aquel lugar, por eso mismo se iba a reunir con el joven, para llevar a cabo lo último que necesitaba para terminar con su plan. Después de todo, Hikari no se iría sin Louis, quien formaba parte de las personas a su cargo, como buen señor, tenía que encargarse de siempre tener a su lado a las personas que se encontraban de su parte, más aun si iba a ir a un lugar donde todos serían sus enemigos.

El plan para llevarse a Louis se llevaría a cabo al día siguiente.

.

.

.

Louis respiro hondo.

Tenía que prepararse mentalmente para lo que estaba a punto de hacer, pero se propuso a lograrlo, ya que no deseaba continuar en ese lugar, más aun cuando la persona que lo protegía en las sombras se iba a ir. Volvió a tomar aire por un rato, le ponía nervioso pensar en lo que estaba a punto de hacer, aunque más que eso, se sentía asqueado. Sabía que si Hikari le propuso eso se debía a algo, pero no dejaba de erizarle la piel con solo la idea. Se golpeó ligeramente las mejillas, preparándose para lo que haría.

Abrió la puerta del despacho de su abuelo, tal cual como siempre lo hacía. Este al sentir su presencia se detenía de cualquier acción que estuviera haciendo para mirarle con su típica sonrisa. Louis entraba al recibir la confirmación con un ligero gesto de parte de su abuelo, teniendo su mejor sonrisa en su rostro, la más hermosa e inocente que podía llegar a tener.

-Abuelo…

A veces le sorprendía lo bien que le salía ese tono meloso.

-¿Qué sucede Louis?

Ni siquiera dudo en lo siguiente que hizo, acercándose a su abuelo y sentándose en su regazo, con la expresión más dulce que pudo hacer.

-¿Sabes? He escuchado que Hikari se comprometerá con el rey de Merk… ¿Eso es cierto?

El hombre mayor acaricio la cabeza del más joven, sin quitar la sonrisa de sus labios.

-Sí, tal parece que ese chico servirá para algo en la familia.

-Pero… -dijo haciendo un tierno mohín -. ¿Estás seguro de que es bueno mandarlo solo?

El viejo enarcó una ceja.

-¿De qué estás hablando?

Louis jugó un poco con sus manos, dudando en lo que iba a decir.

-¿Acaso esta no es una buena oportunidad? –pregunto Louis -. Podrías lograr ganar algo de la inestabilidad del reino Merk.

-Oh…Continúa hablando.

 Louis se rió de forma algo traviesa al oír que su abuelo tenía toda su atención en él. Tal parecía que Hikari volvía a tener razón en lo que le decía.

-Bueno… Estaba pensando en que podría acompañar a Hikari –dijo notando la inconformidad de su abuelo -. Sé que no te gustara, pero yo soy la persona adecuada para este trabajo.

Hizo una pausa esperando una reacción de parte de su abuelo, pero al ver que no la tuvo, decidió continuar hablando.

» Ahora mismo, mandar a Hikari solo sería un desperdició, ya que no ganaríamos nada con eso… Él puede que muera a manos de su futuro esposo, pero… Si voy con él, podríamos usar a Hikari para ganar algo… y al final, podemos solo echarle la culpa a Hikari.

Pudo notar como su abuelo se quedaba un momento pensativo sobre aquella idea. Había tomado la decisión de enviar a Hikari porque ya comenzaba a molestarle, pero podía darse cuenta de aquel punto que tenía Louis. Podrían tomar ventaja de la situación en el otro reino y si algo salía mal, solo culpar a Hikari de todo. A sus ojos no parecía un mal plan.

-Pero podríamos mandar a alguien más.

Louis negó con la cabeza.

-Si mandas a alguien más, Hikari desconfiaría ¿no crees? A cambio, si voy yo… ¿Quién creería que voy con esas intenciones?

De nuevo pensaba que Louis tenía un punto. El hombre mayor deslizó una mano por la mejilla ajena, haciendo un gesto “dulce” a su nieto.

-No me gusta que vayas tú… Pero ya que ha sido algo que has propuesto, aceptaré.

-¿En serio? ¡Gracias!

Louis se acercó a darle un beso en la mejilla a su abuelo, pero intencionalmente se movió para que por “accidente” casi le diera un beso en los labios. Se sobresaltó con fingida timidez, antes de separarse de su abuelo, quien parecía un poco sorprendido, pero luego paso a estar satisfecho. Louis rió suavemente algo apenado.

» Ups… Lo siento por eso –dijo -. Iré a prepararme, no te decepcionaré.

-Está bien.

Su abuelo se despidió con una mano mientras sonreía, suponía que por lo que acababa de pasar. Louis salió del despacho y camino hacia su habitación, cuando llegó a esta fue directo al baño, donde abrió la llave e hizo gárgaras con el agua por un momento.

Las ganas de vomitar las tuvo desde el momento en que se sentó en el regazo de su abuelo, quería vomitar, pero tenía que contenerse, hacer eso último fue la gota que rebasó el vaso. Louis quería lavarse la boca, si fuese por él usaría algún químico para limpiar el suelo si con eso se quitaba la sensación desagradable. Estaba agradecido que por lo menos funciono, su sacrificio había traído consigo algo, ya que pudo hacer que su abuelo aceptara que él se marchara con Hikari al reino de Merk.

-Está bien Louis… Solo un poco más… Cuando nos vayamos no tendrás que soportar esto…

El joven se decía eso a sí mismo sin dejar de lavarse la boca. Es más, en un punto comenzó a preparar el baño, quizás así se quitaría un poco más rápido la sensación que tenía sobre su cuerpo. Mientras se quitaba la ropa, recordaba la sensación y las ganas de arrancarse la piel provocaban que clavara un poco sus uñas. Se detuvo cuando escuchó un ruido, sobresaltando al pensar que podría ser su abuelo, pero aligero su expresión al notar que se trataba de Vitky.

» Vitky…

-Hikari me ha mandado a servirte por esta noche.

Con esas palabras marcaba una línea la cual el otro parecía no querer cruzarla, Louis estaba consciente de eso. Sabía que si Hikari le pedía a ese hombre hacer algo, lo haría sin dudar, por eso mismo Louis se preguntaba si lo que hacían solo venía cargado de un sentido de responsabilidad y nada más. Decidió no pensar más en aquello que también lo atormentaba, así que sonrió deteniendo su acción de quitarse lo que le quedaba de ropa.

-Entonces… -dijo con una pausa -. Ven aquí y sírveme.

Y al cabo de decir esas palabras, Vitky cerraba con pasador la puerta.

Nada más era dicho y solo se dejaban llevar para acallar todos aquellos pensamientos y sensación las cuales no deseaban tener. Porque Louis quería borrar la presencia de su abuelo de su piel y Vitky… Él buscaba borrar cualquier sentimiento que pudiera tener por ese hombre que sostenía. Nada podía suceder ahí, nada se podía dar, todo aquello tendría que morir.

Porque Vitky odiaba a Louis, aun sabiendo lo que este sentía por él.

.

.

.

Finalmente el día de partir llegó.

Hikari tenía su mejor cara de lamento, lo cual confundió un poco a Mahiru, pero no hizo nada para cambiar lo que estaba pasando. Para despedirse de él se encontraba su abuelo y Harusaku, tal vez solo se encontraban allí para disfrutar su partida, porque seguramente le esperaba su muerte y en realidad se encontraban equivocados. Le pareció extraño no ver a su padre ahí, pero desde que se decidió su compromiso con Mahiru, este había dejado de mostrarse delante de él, ni siquiera para sus desayunos o cenas apareció.

No le importaba lo que hiciera su padre, podía tirarse de un precipicio y él lo único que sentiría sería alivió por no tener que soportarlo más. Tal cual como planifico, Louis pudo venir con él como el “espía” de su abuelo, así que todo estaba yendo como él lo había planificado, más que sentirse triste, se sentía dichoso de haber cumplido todos sus cometidos. Aunque evidentemente delante de su abuelo tenía que mostrarse arrepentido y dolido por su partida.

-Abuelo… -comento haciendo un ligero movimiento con sus hombros -. ¿De verdad tengo que ir?

-Eso es algo que ya no me concierne a mí responder.

Hasta el final su abuelo seguía siendo frío con él. Suponía que para los demás, mandarlo con Mahiru significaba deshacerse de la desgracia que podría traer a la familia, después de todo, para nadie era un secreto que Mahiru también estaba bendecido por el espíritu de la oscuridad. Hikari pasó su brazo por sus ojos para tratar de detener la lagrimas falsas que se suponía iba a dejar escapar. No acotó más nada y camino hacia el carruaje donde lo esperaba Mahiru.

Se subió a este en silencio y sin mirar atrás, suponía que esa sería su salida del escenario perfecta. Al momento en que Mahiru notó que también se iba a subir el sirviente que lo estaba siguiendo desde que dejo el reino de Merk, interpuso su brazo, impidiendo que subiera al mismo carruaje que viajaría la pareja recién comprometida. El hombre se sobresaltó por aquella reacción.

-Tú irás en aquel carruaje.

Mahiru señaló el carruaje donde iría Vitky y Louis.

-¡Pero señor, yo…!

-¿Acaso piensas desobedecer?

El hombre tensó sus hombros, la mirada que le dedico Mahiru no fue precisamente una llena de afecto. No tuvo más opción que resignarse e irse al otro carruaje con los otros dos, no le estaba dando buena espina todo eso que estaba pasando, principalmente porque Mahiru llevó a cabo un compromiso sin avisarle a su tío. Todos se subieron a los carruajes y no paso mucho tiempo para que estos se pusieran en marcha.

-Es bueno que lo mandaras al otro carruaje.

Mahiru dirigió su mirada a Hikari.

-¿No se supone que estas triste por tu partida?

Hikari rió un poco antes de contestar.

-Sí, estoy súper triste por irme de ese horrible lugar.

La sonrisa que le mostraba decía todo lo contrario. Mahiru llevó una mano a Hikari, apartó un poco su ropa para poder ver como el lugar donde seguramente estaban sus dientes marcados, se encontraba tapada por una gasa. Pasó sus dedos por aquella zona un momento, antes de mirar directamente a su compañero.

-Será mejor cumplas con tu parte del trato.

Hikari llevó sus manos a la que se encontraba tocando su cuello.

-Por supuesto que sí.

A partir de ese momento Hikari se encargaría de que la historia de Mahiru no se torciera más de lo que ya se encontraba, así, para cuando apareciera Carol, esta lo escogería a él como estaba pautado en la trama de la novela original.

Notas finales:

Esta tensión sexual entre ambos es tan palpable que se puede cortar con un cuchillo(?)

Jaja ok, no.

Espero lo disfrutaran, nos veremos en dos días días (o más jaja).

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).