La sangre corría por los pabellones, cuerpos tendidos en alfombras de tela blanca con pelusa en el contorno, las espadas cubiertas de sangre.
El color de ese brillo como el sol era cubierta por cuerpos, sirvientes, niños; carbonizados.
Y ahí estaba el Alfa Jeon tendido con la sangre escurriendo de sus costados, el omega de aquel Alfa, tomo el cuerpo entre sus faldas, llorando desconsoladamente los guardias quien protegían al omega muertos estaban.
El Alfa miro por última vez a su Omega.
A su omega terco quien en un principio le dijo que se fuera e incluso llego a llevarlo a rastras pero su omega era terco y siempre odiaba las jerarquías, su omega batallo a lado de él.
El Alfa soltó una lagrima del dolor al sentir su vida acabar –Mi Omega –dijo el Alfa.
–Mi Alfa –respondió el Omega.
–Perdonad a este mal Alfa que no supo cuidarte, mi amor –el Alfa toco su rostro del omega que tenia de sangre ajena
–Perdonad a un alfa defectuoso, mi vida –el omega rompió en llanto
– ¡Por favor para! –El omega estaba lloriqueando.
–Tu eres mi alfa, mi esposo y tu compañero de toda la vida –dijo tomando su rostro y apegándole hacia juntando un poco sus labios.
–Mi amor, sin ti no estoy completo –El omega se estaba esforzando mucho para no esparcir su olor de tristeza no quería que lo encontraran.
El alfa lo miro, su omega precioso, su omega valiente, omega sin fronteras.
–Jimin –apenas un susurro, el alfa estaba muy mal herido, sabía que no iba a sobrevivir pero se sentía tan miserable por dejar a su omega.
–Mi amor… estoy muriendo–dijo el alfa llorando, tan quedito porque después de todo el aprendió que no importando ser alfa u omega, hombre o mujer, todos siempre acabarían por soltarse al vacío de las lágrimas, y su omega le enseño siempre será su omega.
–pero que dices Jungkook, tu mueres e iré detrás de ti, mi amor ya deja de hablar por favor te lo suplico deja de hablar de muerte, no sabes cómo me dañas. –el omega abrazo tan despacio al cuerpo de su esposo llorando no pudiendo hacer más con el mar de emociones que salían a flote.
–tranquilo mi alfa, vendrán a rescatarnos, nuestro batallón está por llegar por favor tan solo resiste –tratando de recuperar sus nervios por que empezaba sentir la desesperación de su lobo, quien quería salir y llevar a su alfa a otro lugar.
“si tan solo lo hubiera hecho caso, sería otra historia.”
Desconsolado tratando de alguna manera abrazar el cuerpo de Jungkook que se mantenía aún caliente, escuchaba su corazón bombear y en su pecho quería estar, encontró tranquilidad inmediatamente, porque quiso dormir en el pero una fuerza sobre natural de parte del alfa levanto ambos, y unas pisadas se escuchó el alfa tomo al omega y empezó a correr, ya no era seguro el camino subterráneo.
Debían subir a la habitación de la pareja, mientras corrían apenas duras se escuchaba las voces pero el caminar del alfa estaba decayendo.
Habían llegado a la habitación donde estaba vacía y pudo respirar el aromo de ambos, donde noches de pasión sus olores se mezclaban, tranquilo ambos lobos pero…
–Jungkook mi amor es nuestra gente –dijo en un susurro con los ojos cristalinos al ver el cuerpo de Jungkook con múltiples cortes, quiso hablar pero el alfa lo interrumpió.
–Jimin, cariño –con una mueca de dolor pero aun así mirándolo con amor que; Jimin estaba ya llorando y negando sabiendo de lo que el alfa iba a decir.
--NO, NO –empezaba a negar.
–Jimin mi amor por favor –dijo Jungkook tomando su rostro.
–se lo que dirás, y me niego – empezó a llorar bajito y escuchando esas pisadas llegar con voces extrañas que parecía no ser su batallón.
Estaban llegando lo habían descubierto.
“¡Maldición!” ¿Por qué ahora?”
–Jimin, te lo suplico mi vida por favor –dijo mirándolo a los ojos pero Jimin se negaba.
El alfa sonrió y beso sus labios con tanta pasión que ambas les falto el aire –te amo Jimin y siempre lo hare, cariño. –Jimin lo observo con los llenos de lágrimas, y sintió como Jungkook empujo una pared que se hundió y se abrió una puerta y Jungkook lo empujo con mucha fuerza que el omega cayo con un grito. Y se cerró la puerta
Pero el omega se paró rápido, y empezó a empujar antes de que se cerrara por completo, mientras empujaba escuchaba las burlas de ese acento extraño, estaba desesperado, logrando abrirla y cuando por fin estaba por salir vio a su alfa ser sometido por un lobo gigante color marrón castaño.
El omega pego un grito como si en cámara lenta fuera cogió la espada de unos de los extraños corrió hacia su alfa que estaba muriendo, Jungkook con todas sus fuerzas empujo al lobo pero antes de atacar y proteger a su omega le clavaron una espada detrás que lo sacaron con una fuerza que cayó de rodillas, el omega llego tarde y se tumbó a sus rodillas ya que el golpe de ese lobo lo alcanzo –Jeon Jungkook‼‼‼‼ no‼‼ No‼ No‼ Mi alfa ‼! No‼ –el lobo lo llevo a las afueras con el hocico el omega pataleo hizo lo que fuera no podía su alfa.
No...
El no
Mi alfa
Mi amor
–el omega observo su reino siendo destruido su habitación con su alfa siendo destrozado por ese batallón de lengua extraña y los odio, se convirtió en lobo zafándose con una habilidad pero sabía que sería una miseria de lucha con su miserable cuerpo pero no lo importo y ataco a los guerreros de su atacante, los descuartizo a todos, estaba lleno de odio vio morir a su alfa, a su preciado alfa, al amor de su vida, no podía controlarse quería estar alado de él; le dolía demasiado que se quejaba cuando un perro era atropellado , hasta que un rugido se hizo escuchar el omega se detuvo pero necesitaba ir con su alfa y de nuevo ese ruido empezó a temblar, pero siguió pero convertido en humano el lobo se escondió esperando ser llamado por su alfa así que Jimin en carne y hueso, desnudo empezaba arrastrarse y buscar a su amado.
Nuevamente esa voz de mando “detente omega”, pero Jimin no podía no cuando su verdadero amor estaba ahí delante suyo y se arrodillo tan solo cerca del cuerpo de Jungkook solo dio su ultimo respiro tras ver a su omega.
–p –per-do-na- me, m-mi amo-r –y murió el alfa
El grito del omega fue tan fuerte que sus propias cuerdas vocales se rompieron para de su boca salir sangre y sintió su marca desaparecer, toco su cuello queriendo detener a que no desapareciera. Y a lo lejos observaba el lobo de ojos verdes gruñir y babear. Y vio que el omega tomaba la espada temblando.
–Omega detente –pero el chico simplemente no hizo caso, el lobo corrió a dos paso y revolqueó al chico, el omega callo inconsciente con la espalda cerca de ella y la marca desapareciendo.