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MEMORIAS - Drarry por Sydez_

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Notas del fanfic:

NO CANON; Tiempo cronológico inicial: Harry Potter y el príncipe mestizo.

- Muerte (algunos temas sensibles)
- Hechizos raros y algunos inventados
- Sin respetar mucho los tiempos originales (Harry Potter y las Reliquias de la muerte)
- Los personajes pertenecen a J.K. Rowling
- Historia sin fines lucrativos

Notas del capitulo:

Hola, este es mi primer fanfic en este fandom. Espero que sea bien aceptado ya que tengo varias tramas en mente que deseo realizar aquì.

Draco Malfoy había comenzado el año escolar con el pie izquierdo y lo supo desde que tuvo el altercado con Potter en el tren, realmente su intensión era regresarlo a Londres y así no peligrara, se sentía como Dobby -porque si, Lucius le informó las grandes hazañas de ese elfo- pero por su amor platónico valía la pena todo.

Los últimos meses se había dedicado a vigilar y cuidar a su modo a Harry, él sabía que Voldemort aprovecharía cualquier oportunidad, por más pequeña que fuese, para deshacerse del elegido.

— No puedo hacerlo... No puedo...

Aquel chico que aparentaba una aura de superioridad frente a todos ahora estaba hecho un ovillo en su cama, estaba dormido pero en su sueño tenía una una visión de él apuntando a Dumbledore con su varita, estaba nervioso y en cuanto estaba por pronunciar el maleficio un chico un poco más bajo que él y con el cabello negro desordenado tomó lugar frente a él con una sonrisa cínica.

— No puedes hacerlo.

Su voz no se oía como la de Potter, SU Potter, que aunque no quisiera reconocerlo en voz alta frente a alguien, en verdad tenía grandes sentimientos por él, por cada hazaña habida y por haber, por no odiarlo tanto como decía hacerlo, era imposible no caer rendido a sus pies e implorar por su amor.

Su sueño se volvía de poco a poco una pesadilla, Harry ahora tomaba de la mano a Ginny y se acercaba a ella para besarla, ¿por qué si iba a matar a Dumbledor aparecia tal escena? Sin duda alguna eso lo hacía enojar más que la idea de ser ahora un Mortifago con la misión más difícil de todas.

Draco no soportó más aquella escena y le lanzó el maleficio a la pelirroja quien cayó inerte a sus pies y con los ojos abiertos. Su mano empezó a temblar, pero no por su acción si no que el elegido lo veía con odio, con una mirada de ira que nunca había visto.

— ¡¿POR QUÉ?! ¡ERA EL AMOR DE MI VIDA!... ¿Por qué no entiendes? Ella es una chica... Y tu solo un chico.

El rostro de Malfoy se sentía húmedo, sus fuerzas se fueron y Voldemort tomó lugar frente a él
para a matarlo, estaba disponiendose a morir por no cumplir con la misión cuando despertó gracias a las sacudidas que su amigo y compañero de habitación, Blaise, le había proporcionado.

— ¿Estás bien?, ¿fue ese sueño... otra vez?

Dijo temeroso y Draco limpió sus ojos mientras asentía, a sus amigos sólo les había dicho hasta lo de Dumbledore, nunca mencionaba a Voldemort y menos a Ginny con Harry.

- ♡ -

Miles de sucesos habían ocurrido en Hogwarts, había varios de ellos que le sorprendían puesto que nunca los imaginó, por ejemplo a aquella chica, Katie, que había sido hechizada con el Imperius.

Estaba entrando en el gran comedor cuando la vió, internamente estaba feliz de que estuviera bien puesto que a Harry le pudo haber ocurrido algo dada la cercanía. Justo cuando iba a irse sintió una gélida mirada, era la de Potter y tenía la misma faceta de enojo que en sus sueños...

— ... Por favor no...

Susurró para si mismo, tenía una opresión en el pecho y salió corriendo hacia el baño de chicos, no había notado que estaba sollozando así que lavó su rostro para que tampoco alguien más lo notara.

— Por favor, no vuelvas a mirarme así, mírame como la miras a ella.

El agua de la llave corriendo había ahogado sus bajas palabras, estaba por irse cuando lo vió a través del espejo, seguía con esa mirada que cruzaba el alma.

Harry sacó su varita y Draco lo hizo por reflejo, no sabía se que rayos se trataba pero empezó a correr, en verdad daba miedo, tenía que huir de ahí sí o sí por lo cual lanzó algunos hechizos hacia el azabache tales como el "confundus" que, como era de esperar de el elegido, esquivó elegantemente.

— "Sectumsempra".

Pronunció el contrarío, eso si que no se lo esperaba. Malfoy cayó sobre el piso mojado y comenzó a sentir como miles de cuchillos se introducían en su piel, era un dolor bastante intenso que lo tenía gimiendo de dolor.

Este dolor se hacía cada vez más grande, pero por alguna razón le agradó, era un hechizo fuerte y lo reconocía, seguro que era incluso mortal, ¿porqué no morir a manos de quien amas? Al menos le había visto antes de eso.

Había estado tan metido en sus pensamientos que no escuchó a Snape cuando entró y empezó a curarlo, lo había sacado de su agonía y también le había devuelto la vida, lo odiaba, por un momento se sintió libre, si el moría no tendría que matar a nadie, arruinaría el plan de Voldemort y...

— Vamos a la enfermería, tienen que revisarte.

Ese profesor lo sacó de sus pensamientos.
Con su ayuda se levantó y caminó con él hasta la enfermería. En el transcurso a ésta no se encontró con nadie y menos con Potter, que desgracia.

Pasó unas horas en la enfermería y salió de ahí bastante sano y ya de noche, cosa que también odiaba dada la situación.

Estaba camino a su sala común cuando escuchó dos voces conocidas, una hermosa y la otra odiosa para él.

— Tu puedes hacerlo...

Mencionó la voz que odiaba. Empezó a caminar en dirección a esa voz y vió la entrada a la sala de menesteres, a la cual se acercó sigilosamente y se asomó, mala idea.

... Ginny besando a Harry...

Odió su vida y maldijo la de la pelirroja, tenía revuelto el estómago y sin pensarlo dos veces salió corriendo de ahí, no podía más.

- ♡ -

Habían pasado varios días desde ese incidente y su corazón seguía doliendo, no por el hechizo que Harry le mandó, si no por aquella escena en el gran salón.

— ¿Por qué no puedo ser ella?

Murmuró enredandose entre las blancas sábanas de su cama y suspiró, quería que toda esta tontería terminara y por fin irse de Hogwarts, debía alejarse o si no se rompería aún más su corazón.

Sus clases comenzaron temprano y el tema de ese día era lo que menos le importaba y sobre todo si los de Gryffindor no compartían clase con ellos.

Pansy estaba a su lado y le platicaba algo acerca un chico que le gustaba, Draco apenas y escuchaba su voz.

Sus nervios estaban a flor de piel, esa misma tarde iría a practicar una vez más en aquel armario evanescente, lo había platicado antes con su madre y a pesar de haber sido un engaño le había convencido.

"Necesito huir de ahí sí algo sale mal", falso. La realidad es que el Slytherin quería tomar a Harry y llevarlo a un lugar seguro, sabía muy bien que si Dumbledore faltaba, los mortifagos no dudarían en ir a buscar a Potter y llevárselo a Voldemort, debía protegerlo.

Sólo había ido a la primera clase para tratar de distraerse un poco, sabía que no volvería y a pesar de quejarse mucho, Hogwarts se sentía mil veces mejor que estar en casa, con su padre a quien le temía por su fuerza y por ser un mortifago antes que él.

La tarde - noche llegó como de costumbre, el chico tenía un nudo en el estómago, su corazón latía a mil por hora y unas cuantas lágrimas bajaban por sus mejillas. Los mortifagos empezaron a llegar y cuando le asintieron supo que era el momento.

Todos caminaron por un pasillo un poco estrecho -para la cantidad de personas que iban- que los llevó hasta la torre de Astronomía, esta información se las había proporcionado Snape quien ahora era muy allegado a Voldemort.

Cuando subieron a esta, Draco suspiró y susurró para si mismo unas palabras "puedo hacerlo... mato a Dumbledore, voy por Harry y huimos."

Bellatrix al ver que se tardaba le dió un golpe en el brazo, él reaccionó y con mirada fija tratando de parecer decidido abrió la puerta de golpe y encontró al viejo profesor mirando hacia ellos.

— ¡Expelliarmus!

Draco no se hizo esperar más y había sacado su varita para apuntarle, su mano temblaba pero esperaba que nadie se diera cuenta. Sus piernas parecían desfallecer así que se veía obligado a dar pequeños pasos en su lugar de vez en cuando.

— Oh Draco, esperaba tu presencia aquí y ya que haz llegado... Veamos opciones, ¿quieres?

Mencionó el profesor con lentes de media luna, el de cabello claro solo hizo un gesto de confusión y siguió con su varita hacia él.

— ¿Opciones? Yo no tengo opciones, debo matarte... Ó el lo matará...

Sin darse cuenta estaba sollozando, agradecía que la única luz en la torre fuese la de la Luna que entraba tenuemente.

Bellatrix quien había presenciado con una cínica sonrisa la escena y parecía disfrutar de todo lo malo, se acercó al Slytherin y susurró algo en el oído de este quien pareció captar y se colocó en una pose más decidida.

Estaba por dictar el maleficio cuando el profesor Snape llegó y le quitó la varita a Draco y lo empujó hacia un lado, este cayó y desde esa altura pudo ver como el de cabello negro le lanzaba uno de los maleficios imperdonables haciendo que el cuerpo inerte de Dumbledore quedara en frente de una de las ventanas de aquella torre.

Malfoy no sabía con exactitud que había pasado, sólo miró con preocupación al profesor y algunos de los mortifagos rieron al ver su expresión, él estaba tratando de levantarse para ir en busca de Potter y llevarlo lejos puesto que varios mortifagos habían invadido el castillo esa noche.

—... Potter...

Sus pupilas estaban dilatadas, la oscuridad le pareció invadir aún más esa torre y de pronto escuchó los gritos de Snape quien estaba desarmado y se lo llevaba otro grupo de enmascarados, Bellatrix ya no estaba ni tampoco el cuerpo de Dumbledore. De pronto sintió como Alecto lo sostenía fuertemente por un brazo, Draco intentó soltarse pero solo incrementó el agarre.

— ¡Avada kedavra!

Fue lo último que escuchó antes de ver cómo una luz verde se dirigía hacia él. Realmente nunca pensó mucho en la muerte y las pocas veces que sí, se imaginó siendo una persona muy adulta, con una familia hecha... Toda su vida pasó frente a él como una película, sus recuerdos felices resaltaron más y ahí estaba él, era Potter.

Recordó cuando lo conoció en la tienda de túnicas de Madame Malkin, le pareció tan increíble que le ofreció su amistad y sintió un vuelco cuando, por su bocota, no la aceptó.

Recordó todas las clases con él, tratando de llamar su atención con algunos berrinches que a la larga parecían hartarlo.

También apareció este último año, era agridulce puesto que su "odio" se vió intensificado e incluso había tenido una novia... Así que decidió modificar ese recuerdo como último deseo, ahora era él quien lo besaba y Harry le miraba con una sonrisa.

— Te necesito aquí, quédate.

Acarició su mejilla y él le devolvió el beso, su sueño hecho realidad aunque fuese una ilusión.
Todo esto pasó rápido, ahora su cuerpo estaba sin vida y recostado a media torre, solitario.

Harry al notar que no había nadie salió de su escondite y fue a ver al de cabello plata, su piel se veía demasiado blanca y a pesar de haber muerto con ese maleficio tenía una sonrisa en el rostro y una pequeña lágrima saliendo de él rabillo de su ojo.

— Draco... No, resiste por favor.

Sollozó sobre el cuerpo de este ya que a pesar de sus peleas, Harry le estimaba, no había sido el mejor año pero quería de alguna manera recuperarlo de manos de los mortifagos y unirlo a la Orden del Fénix, pero se tardó, no cumplió su cometido y lloró mas fuerte.

Tenía muchos sentimientos en ese momento, el cuerpo del director que tanto lo había cuidado no estaba pero sabía ya su destino y a pesar de que el peli plateado era igual, se negaba a aceptarlo aún.

Estaba sosteniendo el negro saco de Malfoy cuando sintió una textura parecida a la de una carta y la sacó sin pensarlo, quizá podría honrar su memoria con sus último deseos.

Sacó su carta y la extendió, con su varita indicó "Lumus" y empezó a leer, no había mucho escrito ahí.

》 Plan Malfoy:
Matar a Dumbledore, ir a buscar a Harry y esconderme con él en el armario evanescente, así ambos podríamos escapar y después buscar a mi madre, mi padre estará seguro en Azkabán.《

Le dolió leerlo, no merecía eso, ser el elegido nunca fue por gusto y ahora lo comprobaba, debía hacer algo y ya.

Tomó la capa invisible en la que había estado escondido y cargó a Malfoy en su espalda, era tan delgado... Cubrió a ambos con la capa y fue en busca de Hermione pues sabría que hacer.

Llegar a la torre de Gryffindor fue un reto, había algunos cuerpos desconocidos para él inertes en el piso y mucho desastre, al parecer los mortifagos se habían ido gracias a que su misión había sido un éxito.

Cuando entró a la sala común, muchos de ahí estaban sollozando, al parecer solo había tenido un poco de miedo por lo rápido que pasó.

Harry colocó el cuerpo de Malfoy en un sofá y McGonagall dió un grito de terror al verlo, él estaba temblando y tratando de no perder la cabeza.

Necesitaba sacarlo de ese estado si ó si.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.


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