- Malfoy...
Repitió varias veces en gemidos de dolor ahogados, era verdad y no podía negarlo ya, estaba enamorado del Slytherin, era un amor por el cual podría dar su vida y así sería, tenía que llegar a Hogwarts tan pronto como fuera posible y salvarlo a como diera lugar.
Era pasada más de la media noche cuando Harry escapo de la casa, había dejado todo tal y como estaba, Kreacher lo había visto pero Harry le ordenó que no dijera nada y este lo obedeció.
Era una noche muy fría y llena de neblina, era como un escenario de pesadilla que no lo quería dejar despertar.
Había decidido subir a su escoba, no sabía como llegar exactamente ya que las vías del Expreso de Hogwarts estaban vigiladas y si alguien lo descubría no lo dejarían llegar a su destino.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no supo cuando su pequeña compañera emplumada llegó para volar a su lado.
- ¿Hedwig? ¿Qué haces aquí? Es peligroso, regresa con Lupin y su familia.
Había parado un momento para reprender a su lechuza pero ella se hizo de oídos sordos y le picoteo un poco, Harry le sonrió y entonces ella lo empezó a jalar hacia un lado.
- Hey, no voy a ir, ¿de acuerdo? Tengo que salvarlo...
Pasó saliva por esto último, ¿qué iba a salvar? Draco estaba prácticamente muerto y no sabía que hacer para regresarlo a esta vida, así que cerró los ojos por un momento. Hedwig comenzó a picotearlo y a chillar alto.
- Bien, te iré a dejar pero no quiero que me sigas después.
El ave se soltó entonces y lo guió por otro camino, no comprendía que pasaba en ese momento, todo era tan confuso pues era una ruta nueva, no dijo nada ya que su confianza hacia ella era muy grande y aunque volaron por algunas horas nunca protestó.
Seguramente eran al rededor de las cinco de la mañana cuando los ojos le comenzaron a pesar, no había dormido nada y el viento frío lo hacía mantenerse despierto pero parecía no bastar aún. Minutos después Hedwig chilló y comenzó a descender, Harry aceleró un poco para no perderla de vista, la neblina seguía cubriendo mucha parte del cielo así que solo cuando estuvo cerca del suelo notó que era un vecindario al que lo había guiado.
- ¿Para qué estamos aquí?
Se sentia confundido y la tranquila actitud de ella lo dejaba sin respuestas, se posó en su hombro y cuando iba a hablar, una voz familiar se hizo presente.
- ¡El señor Potter ha llegado!
Dijo emoción y se acercó a saludarlo, Harry se sorprendió por ver a Dobby ahí, seguía con el mismo vestuario pero ahora tenía un calzado.
- ¿Dobby? ¿Mandaste a Hedwig por mi?
A pesar de estar emocionado por el encuentro, debía saber el motivo, tenía prisa y todo minuto era valioso para él.
- Dobby lo hizo señor, pero no se moleste, sigame que hay alguien más que desea verlo.
Le dió una sonrisa y Harry hizo una pequeña mueca, esperaba que fuera algo rápido y emprendió paso, parecía un vecindario un poco antiguo pero ignoró esto y lo siguió hasta una casa un poco grande y con gran puerta.
- Señor, el señor Harry Potter y Dobby han llegado.
- Oh Dobby, gracias por esto, déjame a mi lo demás, puede retirarte.
La última voz era profunda y bastante autoritaria pero también era cálida y amigable, poco a poco los pasos se escucharon y desde el cuarto de junto surgió una persona alta, con barba y cabello largo, bastante similar a...
- ¿Profesor Dumbledor?
Dijo Harry poniéndose feliz, aunque a medida que se iba acercando comenzaba a notar diferencias que lo hacían dudar.
- Si te refieres a mi hermano Albus, no, no soy él, espero que no sea decepcionante para ti.
El más joven negó con la cabeza, cerró los ojos y talló su frente un poco, se sentía raro, quizá era por no haber dormido lo suficiente, más bien nada.
- Le dije a Dobby que te trajera a mi porque se lo que tramas, lo he visto... suena demente pero te he vigilado desde hace mucho y Harry, ir ahí es peligroso.
- ¿De qué va todo esto? Usted no entiende todo aún, debo ir, hay alguien a quien debo salvar y no puedo dejarlo.
Su voz se oía tensa y de solo pensar en Malfoy un nudo en su garganta se formaba, pero no se permitiría ser blando en esta situación.
- Puede que no, pero calma primero tus ideas, no sólo puedes salir afectado tú, si no también quienes te han estado protegiendo estos últimos días.
El hombre colocó su mano en el hombro de Harry y él suspiró, tenía razón, ni siquiera tenía un plan, ¿y si todo salía mal? Era probable ya que era de Voldemort de quien se trataba.
- Sólo quiero recuperarlo... hay cosas que no le he dicho aún.
Y por primera vez, Harry lloró, no era de tristeza si no de impotencia por no poder hacer nada, se sentía un poco inútil y bastante frágil, se supone que debía ser fuerte pero no podía más. Aberforth se acercó y palmeó su espalda, y le dió una cálida mirada para calmarlo que al parecer funcionó.
- Conozco a muchos que estuvieron en tu posición, eres capaz de lograrlo, solo piensa antes de actuar, no te dejes llevar mucho por las emociones.
Comentó y suspiró para alejarse, había juntado sus manos detrás de su espalda y giró hacia la habitación de donde había venido.
- Duerme un poco, tengo ideas para ti, cuando estés un poco descansado te las diré.
Y habiendo dicho esto, sin siquiera dejarlo reprochar, el hombre salió, Harry se sentía un poco mareado y aceptó, así que se quedó a dormir en el sofá, sólo serían unas horas, Voldemort seguro estaba ansioso por verlo.
Por alguna extraña razón, esta vez no soñó con nada, era un fondo negro que le traía paz y descanso, un descanso que fue interrumpido por la voz que se le comenzaba a hacer familiar.
- Harry, casi son las 10, creó que deberías apresurarte.
Oír la hora lo despertó de inmediato, era bastante tarde y debía cumplir con su palabra.
Se colocó las gafas y se dispuso a irse, no sin antes tener una corta charla con el señor Dumbledore.
- Puedes pasar por aquí... Suerte.
El cuadro que había en su sala se había abierto, él solo asintió y se despidió para pasar por el pequeño espacio, era un estrecho pasillo que llevaba directo al castillo, nunca notó este pasadizo en el mapa del merodeador, cosa que se le hizo rara, solo caminaria un poco más y seguro llegaba.
Los alumnos habían llegado a Hogwarts desde una semana antes, tenía que ser precavido de que nadie lo viera o sería arriesgado y arruinaría por completo su plan.
- ♡ -
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