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Invierno. Primavera. por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre, los personajes pertenecen a J.K.Rowling, yo solo los ocupo para dejar fluir mi imaginación.

 

 

Capítulo XIX

 

Sirius se encontraba en la cocina de la pensión, ayudando a James con el almuerzo, observo por la ventana a Remus, quien miraba la televisión totalmente perdido, desde que se le había confesado que su padre estaba al otro lado del pueblo. Remus había cambiado su actitud hacía con el grupo y ahora casi no les hablaba, debido a que le había revelado que su padre venía en camino hoy en la mañana para llevarlo de vuelta a su hogar.

Remus no había pronunciado palabra alguna desde que habló con su padre, presentía que el chico estaba acorralado, como si sus peores pesadillas se estuvieran haciendo realidad en este mismo instante y él no podía hacer absolutamente nada por detenerlas, solo dejar que pasara.

James siguió la mirada de Sirius, viendo que su novio Regulus cabeceaba en el sillón, quedándose dormido, ignorando el sonido de la televisión. Sonrió, observando, preocupado por su amigo, tocó el hombro de Sirius comprensivo. Sirius, suspiró, bajando la mirada apenado.

— ¿Por qué no vas a hablar con Remus?—preguntó James con una sonrisa.

— ¿Qué puedo decirle? Ya está lo bastante desanimado, James—comentó Sirius, frustrado.

—Solo hazle comprender, lo preocupado que esta su padre y que puede tomar sus propias decisiones, en vez de obedecer las de su padre. Ha estado tres semanas acá, ha sobrevivido a un terremoto y un Tsunami, sabe manejarse completamente solo, a pesar de que sea un licántropo, él es libre Sirius—explicó James con convicción, haciendo sonreír a Sirius.

—Está bien, hablaré con él—dictaminó, animado.

Sirius salió de la cocina y camino hacia el sillón, viendo que Remus le observaba asustado, lo tomó de su mano, sonriéndole para que su chico se calmara. Remus se levanto de su asiento y siguió a Sirius fuera de la casa. Ambos anduvieron por unos minutos por las calles de Whittier sin soltar sus manos.

El aire frío y la compañía de Sirius hacían que Remus estuviera mucho más tranquilo, lo suficiente para pensar con mayor claridad. Cuando pequeño su padre le enseñó que en la vida hay que tomar algunas decisiones fuertes y aunque no quisiera afrontarlo, esa era una de aquellas situaciones.

Sirius observo de reojo a Remus, la mayoría del tiempo con miedo de que este le dijiera algo a lo cual no estaba para nada preparado. No quería que Remus se fuera, pero sabía que en algún momento la vida se volverían a encontrar de eso estaba completamente seguro. Si no lo hacía el destino, lo haría él mismo.

Remus solo se mantenía en silencio, sumido entre sus pensamientos y la desesperación de no saber qué hacer. Estaba acorralado entre la espada y la pared. Por esa razón, le agradeció mentalmente a Sirius cuando comenzo a hablar.

—Remus ¿Qué pasa?—preguntó Sirius, nervioso. Se arrepintió por miedo a escuchar una respuesta.

—He estado pensando y creo que me quedaré aquí, cuando mi padre llegue. De todos modos, puedo quedarme a vivir aquí o regresar más tarde ¿No?—susurró más para sí mismo que para Sirius.

— ¿Te gustaría devolverte con nosotros?—preguntó Sirius esperanzado, mientras sonreía para sí mismo.

—Estaba pensando más bien…En quedarme en este pueblo—dictaminó Remus, mirando a Sirius por primera vez. —Yo… viaje aquí para que mis padres se olvidaran de mí, para comprobarme a mí mismo que puedo cuidarme solo, no para hacer amigos, ni muchos menos para conocerte—confesó Remus. Sirius abrió sus ojos sorprendido.

— ¿Qué quieres decir?—preguntó Sirius, asustado.

—Quiero saber si me quieres por lo que soy desde que me viste en el avión o por si sientes lástima por mí. Todos me observan asustados y preocupados cuando descubren que soy un licántropo y yo no quiero ver ese tipo de mirada en ti—confesó Remus, asustado—Aguantaré esa mirada en todos, menos en ti.

Sirius abrió sus ojos sorprendido. Se alivió al oír aquello de la boca de Remus. Solo se acerco y le abrazo, dejando un beso en su mejilla, antes de besar sus labios con suavidad, enredó sus labios entre los cabellos de Remus, profundizando aún más aquel beso con una sonrisa que adorno el rostro de ambos.

—Jamás voy a mirarte de aquella manera Remus y sé perfectamente que puedes cuidarte a ti mismo—murmuró orgullo, abrazando a Remus, dejando un pequeño beso en la frente del menor.

Sirius ocultó la cabeza de Remus en su hombro al escucharlo llorar, sintió como ese le abrazaba con fuerza y él solo correspondió con una sonrisa alegre. Remus sollozo, liberando esos sentimientos que había reprimido por los últimos años, soltando todos esos miedos que se habían apoderado de él. No quería seguir engañándose, quería a sus padres, pero deseaba más vivir lejos de ellos y necesitaba continuar en contacto con Sirius.

Sirius sonrió cuando vio que Remus se calmaba y se sorprendió cuando Remus lo beso nuevamente. Iba a memorizar ese sabor para siempre.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui, nos vemos en la siguiente publicación.


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