Al despertar no quizo abrir los ojos, realmente no quería. Creía que si permanecía ahí en la cama con sus ojos cerrados de pronto escucharía su vieja alarma la cual le recordaría que ya eran las 5 de la mañana y tenía pedidos de pociones que cumplir. Y así al abrir sus cansados ojos comprobaría que los extraños sucesos por lo que creía haber pasado pocas horas antes solo se trataban de un absurdo sueño
Pero por más que el tiempo pasaba no se escuchaba nada y Severus realmente creía que al abrir sus ojos vería su antigua habitación de Slytherin y paulatinamente entraría en una crisis de ansiedad. Trato de relajar su respiración al notar que el aire la faltaba
Cuando por fin ya se encontraba estable y estaba seguro que no entraría en pánico abrió sus ojos y tal como temía, allí se encontraba; rodeado de su antigua habitación con los emblemáticos colores de su casa, la casa de las serpientes
Soltó todo oxígeno retenido en sus pulmones y procedió a levantarse de su cama y tomar asiento en la orilla de esta, llevo una de sus manos a su cara y se masajeo un poco los ojos, no porque la luz le molestase ya que en las mazmorras no entraba mucha luz que se diga, si no por el pequeño dolor de cabeza que empezaba a sentir debido al estrés que sentía el joven. Tomó su varita la cual reposaba en la pequeña mesita de noche al lado de su cama y realizó un Tempus y si no fuera por su experiencia como espía se hubiese ido de espaldas a ver qué poco falta para las 6 de la mañana, saltó de la cama en busca de su uniforme y artículos de aseo rogándole a Merlin que los baños no estuviesen ya llenos de sus compañeros pues si así era no podría bañarse a gusto pues aún con su “edad” aún se avergonzaba de sus cicatrices. Tomó su vieja túnica y se la colocó sobre su camisón y salió a toda prisa
Camino lo más rápido que podía aún guardando las apariencias pues ya había alumnos levantados y no quería llamar la atención. Cuando por fin entro en los baños soltó un gran suspiro al ver que no había nadie ocupando alguno de ellos, aún así no se relajó pues tenía que bañarse y sentía la presión que en cualquier momento entraría cualquiera a tomar una ducha. Lo hizo lo más rápido que puedo y cuando ya estaba cambiado por fin se relajó por completo y volvió a su habitación para dejar todo lo que había ocupado en su respectivo sitió
Revisó su horario y memorioso las clases de ese día y se dispuso a preparar sus materiales. Realmente no le gustaba mucho la idea de tener que estudiar de nuevo pues para él sería una pérdida de tiempo, porque él ya se sabía de memoria todo, pero tampoco podía dejar la escuela, así que tendría que fingir y estudiar los dos años que le faltaban
Ahora lo más importante era pensar en qué decisiones tomaría pues sabía que jugar con el tiempo era algo que no se tomaba a la ligera, pues podría hasta poner las cosas peores de donde venía, pero también estaba al tanto que en sus manos tenía las suficientes herramientas para evitar, no una, si no dos guerras mágicas y salvar un centenar de vidas tanto de magos; brujas; criaturas mágicas y muggles. Pero igual podía evitar el nacimiento de muchos al alterar esa línea de tiempo. Se sentía en un callejón sin salida pues él quería evitar la muerte de muchos y no sabia si hacerlo o no
Se dirigió al gran comedor para tomar su desayuno ya luego vería si se dirigía a la biblioteca o a los jardines del castillo, al entrar pudo notar que había unos cuantos alumnos ya desayunando principalmente de Slytherin. Tomó asiento en su mesa y se dispuso a ingerir una pequeña porción de cereal con leche, Severus sonrió un poco dado que no recordaba la última vez que él había tomado esa clase de alimentos, era un poco nostálgico pero pronto puso su rostro rígido sin ninguna emoción y siguió desayunando. De un momento a otro un compañero muy conocido tomó asiento frente a él “Bueno ya hasta había tardó en buscarlo” fueron sus pensamientos
-Buenos días Regulus- Saludó sin quitar su vista del cereal
-Buenas - fue su escueto saludo
Él no quería tener esa conversación pues aún no había llegado a una conclusión de lo que debería hacer
-Bueno ya que tú no quieres hablar lo haré yo. - Severus por fin levantó su mirada
-Reg.... ¿No puede ser en otro momento?.- Preguntó en un tono un poco suplicante
-No Severus. Necesito que me digas la decisión que has tomado
-Reg... por favor. - Suplicó él pocionista
-Estoy harto de que te niegues a tomar cartas en el asunto. Sev estoy preocupado, Lucius y yo lo estamos. - El menor de los Black no quería dar su brazo a torcer
Severus soltó un gran suspiro y le dirigió una triste mira a su amigo, él sabía lo que tenía que hacer pero aún no estaba 100% seguro de ello. En su otra vida había dicho que no y a consecuencia de eso su madre había muerto ese mismo año
-Reg sabes que lo que me proponen no está bien, si en algún dado caso yo aceptara y algo saliera mal estaremos condenados a Azkaban. - Quería tener más tiempo para analizar su decisión y ver las posibilidades pero su amigo no estaba muy contento con eso y temía que si al volver a elegir él no, no volvería a tener una segunda oportunidad para su madre. - Pero también se que tanto tú como Malfoy no me volverán a tender la mano si no acepto, así que, Si! Estoy de acuerdo
Su amigo no esperaba tal respuesta pues este estaba seguro que Severus diría que no, por eso tardó en reaccionar
-¿En serio?.- Preguntó el mas joven
-Si. Si lo estoy, solo faltaría acordar como y cuando se realizará. - Ya no podía dar vuelta atrás
-Hablaremos los 3 dentro de poco, sé que tú y Lucius no están en tan buenos términos así que les daré un tiempo para que arreglen sus dramas. - Regulus le dedicó una gran sonrisa. -No sabes cuan feliz me hace que por fin vas a salir de ese infierno.- termino de decir y luego se levanto y se dirigió al príncipe de Slytherin para culminar la decisión de Severus
Severus aún tenía dudas de su decisión pero se dijo que por una vez podría ser egoísta y buscar su felicidad junto a su madre. Y con esos pensamientos rondando su cabeza termino de desayunar luego salió del comedor rumbo a los jardines del castillo buscando su pequeño refugio que se encontraba rumbo al lago negro junto a un gran árbol y unos arbustos que evitaban las miradas indeseadas, se tiró en el pasto y colocó su mochila en su cabeza usándola de almohada para poder relajar su cuerpo. Ahora que ya había tomado la oportunidad que le daba Reg tenía que analizar si eso afectaría mucho. Aunque ahora que lo pensaba bien, todo lo que haría tendrían muchos giros inesperados dando paso a un nuevo futuro. Aún no estaba seguro de si avisarle a Dumbledore sobre la información que tenía de Voldemort, para ser sincero con sigo mismo nunca había estado muy de cuerdo en las decisiones tomadas por el director de Hogwarts pues a causas de ellas habían habido muchas pérdidas. Pero también estaba el tema de los Horrocrux y necesitaría ayuda quisiera o no, pues sólo estaba seguro del paradero de uno de ellos que eran la diadema de Rowena Ravenclaw, bueno quizás dos si contaba el anillo por el cual había adquirido la maldición el actual director.
Así se paso el tiempo faltante para las clases, pensando en que hacer, si contactar con Dumbledore, si unirse de nuevo a los Mortifagos pues para eso faltaba poco, si matar al cerdo de Potter o simplemente dejarlo mal herido o en estado vegetativo, tantas opciones algunas muy bien pensadas y otras dichas solo en broma
Al llegar la hora tomó sus cosas y camino hasta el salón donde darían sus primeras dos horas de clases y para suerte de él sería pociones. Estaba un poco alegre pues realmente disfrutaba de ello pero también que la clase este año la compartiría con los de Gryffindor y moría por ver al idiota de Potter. Haber que cara pondría o si este había sido lo suficientemente valiente para contarles a sus inútiles amigos que había sido derrotado por él. Aunque lo dudaba pues el león era un fino cobarde
Al llegar al salón de clases ya había unos cuantos alumnos ya sentados en sus puestos, él prefirió una mesa que estuviese en medio del salón y algo cerca de las estanterías de los ingredientes, sacó su caldero; un pequeño pergamino; tinta y pluma. Tenía todo listo pero de repente el tintero empezó a levitar y se derramó sobre su cabeza, no tenía que que ser muy inteligente para deducir quién era el culpable, muchas risas mal disimuladas se empezaron a escuchar en el salón, Severus estaba muy enojado por las estúpidas bromas de Potter, pero si este creía que se iba a quedar de brazos cruzados estaba muy equivocado
-Veo que ahora si tienes el coraje de hacer algo Popo-ther. - Su voz no cambio mucho de su habitual tono calmado se giró y le dedicó una mirada cargada de odio al Gryffindor
-Vaya ingenio para poner apodos Snivellus. - Pronunció Sirius Black con gran burla pues el idiota del cuatro ojos estaba que se moría de risa, se sentía seguro al estar rodeado de sus inútiles amigos
-Vaya Black no sabía que al fin te habían desheredado por tus idioteces y ahora tenías el estúpido apellido del cuatro ojos. - Severus disfrutó de la reacción del de ojos mercurios pues sabía que ese tema era muy delicado para este
Black en un impulso sacó su varita y quizo atacar pero Severus ya preveía esa acción y antes que fuera hechizado el ya había desarmado al Gryffindor con un simple Expeliarmus. Y seguido de un accio tenía la varita del perro en sus manos. La cara de asombro y el silencio del salón le agradaron a Severus pues eso significaba que nadie esperaba dicha agilidad por parte de él
-Regrésale la varita maldito grasiento. - Reclamó el de anteojos, el solo sonreía
-Si la quieres atrévete a quitármela Popo-ther. - La sostuvo con dos dedos y cuando él cuatro ojos de Potter se disponía atacar entró el profesor Slughorn en el salón y todos se habían quedado prácticamente congelados
-¿Qué sucede aquí? Pero ¿Que le ha sucedido joven Snape? - Preguntó el profesor al ver su facha
Oh un simple accidente profesor, ¿Verdad Potter? .- El Slytherin sonrió con arrogancia y decidió tirarle la varita a los pies luego con un simple movimiento de varita había desaparecido cualquier rastro de tinta en su cuerpo
-¡Vaya demostración de magia avanzada joven Snape! Siempre sorprendiéndome. - Alabo el maestro pues ese hechizo de limpieza personal no era muy bien empleado por sus alumnos
La clase procedió sin mayores percances lo único que se podía sentir era el nuevo respeto que se estaba ganado Severus, pues la mayoría de alumnos en ese salón habían presenciado como la víctima de los Merodeadores había sacado su veneno y había puesto en su lugar a los idiotas esos, los más contentos eran los Slytherin’s pues nunca habían estado muy a gusto el ver a uno de su casa siendo humillado
Cuando la clase se dio por finalizada Severus se acercó al profesor para poder pedirle un enorme favor pues estaba consciente que necesitaba dinero a toda costa y en medio de las clases había encontrado una solución a su problema monetario y esta consistía en pedirle al profesor Slughorn que le permitiera un pequeño salón donde practicar sus pociones y libertad en los ingredientes y así venderlas para obtener dinero
No fue tan difícil como pensó que sería pues el profesor solo había tenido una pequeña condición y esta consistía en si podía mejorar una poción ya existente le daría libertad en su laboratorio. La poción que quería que mejorara no era más la que evitaba la calvicie, Severus casi suelta una pequeña risa por la información pero no se podía permitir que el Slughorn se ofendiera con él y no le diera el permiso, cuando llegaron a un acuerdo Slughorn le dijo que primero tenía que hablarlo con Dumbledore pero que sabía que este no se negaría. Y así Severus salió muy contento habiendo conseguido lo que quería.