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Una Segunda Oportunidad por Lucifer_2118

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Caminaba con prisa, necesitaba estar a solas; no podía permitir que alguien le viese en esa estado. No estaba tan seguro de que su rostro no demostrara lo que en ese momento estaba sintiendo, por eso caminaba con prisa, suerte tenía de que en ese momento todos estuviesen en clases.
 
Al llegar a su salón privado de pociones, sello la entrada y se recargó en una de las mesas donde tenía sus utensilios para su preparación; su respiración estaba un poco agitada, sus manos frías y su corazón palpitaba desenfrenado.
 
-Mierda -Susurro 
 
No podía creer que aún a pesar de los años transcurridos, aún podía reaccionar así 
 
-Es debido a mi cuerpo adolescente, si eso debe de ser; simplemente son mis hormonas -Se justificaba 
 
El estrés de su misión,las clases, El Lor y su extraño comportamiento y ahora con el estúpido discurso de su antiguo amor habían provocado esa reacción en el. 
 
-Solo es eso -Se repitió 
 
Se llevó una de sus manos hacia su entrecejo y lo acaricio, sentía que hasta un tic nervioso empezaba a desarrollar debido a todo. No sabía qué repercusiones tendría los sentimientos de Black "Nada bueno" se contesto 
 
La nueva actitud del chico estaba afectando el futuro de Regulus y el suyo propio; todo podía resultar muy mal.
 
Se alejó de la mesa y dejo salir un suspiro, miro sus calderos y tomó la decisión de que la mejor manera de distraer su mente sería haciendo lo que amaba, pociones.
 
 
 
Sirius permaneció en el salón por unas horas, desahogo todo el cúmulo de sentimientos que tenía; lloro como hace años no lo hacía. Pero después de eso se levanto de su rincón, se limpió el rostro, arreglo su maltrecho uniforme y suspiro,no se daría por vencido; desde el comienzo había estado consiente que Severus no lo aceptaría a la primera y a pesar de que había dolido como los mil demonios sus palabras, el chico tenía razón. 
 
La vida no era fácil y la felicidad no la conseguiría con una disculpa mal dicha
 
-Tendré paciencia, poco a poco lo iré enamorando -Se dio ánimos el chico 
 
No iba a tirar la toalla a la primera donde salía perdiendo, el amor que sentía por él pocionista era mucho más grande que un rechazo. 
 
Ahora tenía la ventaja de ir directamente, ya sin juegos del admirador secreto; ahora iría con todo y siendo el mismo. 
 
Con esa determinación Sirius Black salió del salón donde por primera vez había sido rechazado por alguien. 
 
 
Mucho antes de que sucediera el encuentro entre Sirius y Severus.
 
 
Al otro lado del castillo estaba Remus Lupin, acostado en la camilla que por años había utilizado después de su transformación pero que en esta ocasión había algo diferente; esta vez no parecía un inferi, en esta ocasión era un alumno común y corriente que solo se encontraba algo cansado por el desvelo. Obviamente esa información solo la conocían unos cuantos integrantes del colegio, entre ellos sus mejores amigos, Severus Snape por el cual estaba en ese estado y muy a su pesar Lucius Malfoy.
 
Nunca ni en sus más alocadas fantasías había pensado que sería visitado por el heredero Malfoy, este había llegado hasta su lado con una expresión muy clara de fastidio. 
 
En un comienzo había crecido que estaba enfermo y venía por Poppy, su parte bestia se había asustado al pensar que su mete no se encontraba bien y había estado a punto de llamarlo a su lado para poder consolarlo; justo a tiempo había recobrado la razón y no había cometido una estupidez. Poco después noto que Malfoy se había quedado de pie en la entrada de la enfermería, mirando hacia el suelo y que sus manos estaban apuñadas.
 
Su corazón había empezado a palpitar más y muy a su pesar había medio gruñido. Y debido a eso Malfoy había contestado con pequeño gemido; que los magos comunes no hubiesen escuchado pero él al ser un Licántropo lo había escuchado claramente. 
 
Los dos se habían sorprendido mucho y uno estaba muy desconcertado y el otro muy enojado. 
 
Remus no había querido provocar eso en el otro pero sus instintos estaban muy a flor de piel debido a su transformación pasada.
 
-Maldita sea -Murmuro el platinado 
 
Remus no dijo nada 
 
De repente Malfoy tomó valor y empezó a caminar hacia el, parecía una criaturita más pequeña, la cual se dirigía hacia su depredador. Remus se levantó de su lugar y espero todo lo paciente que pudo, no quería asustar al otro pero no podía estar simplemente acostado esperando, sus nervios podían más, su impaciencia al ver al otro caminar tan lento lo estaba matando.
 
Sentía que sus sentidos se agudizaban y que su temperatura aumentaba. Malfoy no hablaba y ni siquiera le veía pero sabía que estaba igual o peor de nervioso que el mismo.
 
Cuando la distancia entre ambos se había reducido de gran manera Malfoy paro, Remus se impacientó más y dio los pasos restantes.
 
Por unos segundos ninguno dijo nada y tampoco se movieron más.
 
Remus inhalo profundamente disfrutando del olor tan peculiar de su mate, con su mano derecha acuario muy despacio la mejilla del contrario -¿Te ha sido difícil? -Preguntó, su voz se escuchaba más áspera de lo normal 
 
Malfoy cerró sus ojos eh inclinó su cabeza hacia la mano que lo acariciaba -Mucho -Murmuro 
 
Remus no se contuvo más y hizo lo que tanto había deseado por estos últimos años, le beso, primo fue un beso sobre los labios cerrados del otro; después muto a uno más profundo, metió su lengua y busco jugar con su compañera. Malfoy no se resistió mucho y pronto ambos se estaban comiendo con la boca, las manos de Remus habían abandonado el rostro del platinado ya ahora bagaban por las caderas, espalda, brazos y hasta el trasero del platinado. Sus oídos empezaron a escuchar pequeños gemidos provenientes de su mate, eso solo provocaba que su entrepierna despertara. 
 
Después de un beso interminable ambos se separaron con sus respiraciones agitadas, Remus reposo su frente con la del otro mientas sus manos aún sostenían un par de glúteos bien formados. 
 
Pero antes de que fuera capaz de decir siquiera una palabra Malfoy se había esperado de él y había prácticamente corrido hacia la salida. Se quedó allí parado junto a su camilla, con la respiración agitada y muy confundo.
 
Segundos después sus tres mejores amigos entraban en la enfermería, su pulso se aceleró más; si es que era posible.
 
Se sintió pillado en medio de algún error y su preocupación se dejó ver en su rostro que hasta James lo noto y preguntó el por qué. Dijo alguna mentira y dejó que la conversación fullera, minutos después volvió a quedar solo.
 
Aún podía sentir el sabor de su mate en su boca, había deseado tanto el poder tenerlo entre sus manos; su piel era tan suave, su olor embriagador y su trasero solo le hacía suspirar por más.
 
Siempre había creído que su mate no había sentido nada y que jamás lo haría, pero esta demostración de afecto lo confundía y emocionaba a la vez. Por una parte podría llegar a experimentar lo que era tener a su pareja junto a él... Pero por otro lado podía ser solo algún momento de debilidad del otro. 
 
No se iba a ilusionar demasiado rápido, ya había sufrido el rechazo por unos cuantos años y no estaba dispuesto a volver a sufrir un corazón roto
 
-Si Malfoy quiere jugar, vamos a jugar -Fueron sus últimas palabras antes de caer dormido. 
 
 
Al mismo tiempo fuera del castillo 
 
 
-Padre, Madre -Saludo Regulus a sus progenitores 
 
-Hijo -Orion se acercó a su hijo y le dio un abrazo 
 
-Mi pequeño -Muy rara vez Walburga era tan afectiva con sus hijos 
 
"Eso significa que algo planea" Fueron los pensamientos del menor 
 
-Me sorprende que me hagan venir en medio del ciclo escolar -Empezó la conversación 
 
-Es algo importante que queremos infórmate -Hablo Orion
 
-Tu padre y yo hemos estás pensando en la forma más efectiva para que ese mocoso no arruine nuestros planes -Hablo la matriarca 
 
Regulus ya lo suponía 
 
-Sabemos que tu relación con el no es la mejor que digamos -Siguió su padre -Pero estamos seguros que si tú le pides el liderazgo el no te dirá que no 
 
Regulus empezó a sentir una furia desmedida
 
-¿Quieren que le ruegue? -Fue su fría respuesta 
 
-No precisamente -Continuó su madre -Sabemos que pedirte esto es un poco humillante pero el futuro de toda la familia Black está en juego y la verdad es que no queremos arriesgarnos de que ese chico desmorone todo el esfuerzo que hemos hecho 

 
Regulus no sabia como contestar a sus padres, estos esperaban una respuesta afirmativa pero él no estaba seguro de hacerlo.
 
Ya hace años que la relación con Sirius se había ido por la borda y creía fervientemente que estaba completamente rota. Pedir "Por favor" no era algo que le convenciera 
 
-No creo que sea una buena idea, ni para él y mucho menos para mí 
 
-No es opcional Regulus -La voz de su madre se escuchó fría y muy autoritaria -Yo igual preferiría morir a pedirle algo pero no está en mis manos sino en las tuyas y eres lo suficientemente joven para poder superar este mal rato
 
En el rostro del joven se dibujó una pequeña sonrisa 
 
-Claro madre -Contestó -Pensándolo mejor creo que no se pierde nada con intentarlo 
 
Su madre camino hacia él y lo envolvió en sus brazos 
 
-Ese es mi niño -Le dijo en un tono dulce 
 
Regulus dirigió su mirada hacia su padre y este le dio un asentamiento de cabeza en son de aprobación 
 
En el pecho de Regulus Black se asentó ese dolor ya tan característico en él. 
 
 
 
 
Lucius sentía que su cuerpo quemaba, se sentía caliente, mojado y asustado de sus actos.
 
No podía creer que en una de sus crisis había ido a buscar al licántropo. La noche anterior la había pasado fatal, había llorado, gemido, suplicado por una caricia.
 
Sabía que al ser luna llena esa noche sufriría y había tomado medidas de prevención; se había encerrado en su habitación, insonorizado y hasta le había pedido a Severus que lanzará poderosos hechizos de bloqueo en su puerta, todo para no salir corriendo hacia el bosque prohibido en busca de la bestia. 
 
Y cuando había llegado la mañana había creído muy ingenuamente que lo peor había pasado; pero no, claro que no, había empezado a tener sentimientos muy deprimentes pues no había logrado escuchar ningún llamado en toda la noche,su parte criatura se sentía abandonada y muy muy resentida debido a eso.
 
Su humor había estado muy bipolar pues de un segundo al otro se sentía triste y al otro enojado y al otro muy preocupado.
 
Se había querido saltar una de las clases y así poder calamar su temperamento con algunas de las pociones que Severus le había estado dando hace poco tiempo. Pero jamás se imagino que ese momento iba a sufrir una crisis y que iba a caminar hasta la enfermería en busca del licántropo.
 
Y claro que lo había encontrado y se habían reconocido, besado y hasta manoseado hasta más no poder. 
 
Pero solo había sido por unos segundos y después de recobrar los sentidos había salido corriendo del lugar y ahora se encontraba en algún pasillo del castillo con la respiración muy agitada y una gran vergüenza.
 
-Ya no podré fingir más -Se recordó -Maldición 
 
Entró en un salón y allí pasó unos cuantos minutos para ver si la erección  que tenía se le bajaba de una vez por todas.
 
 
Al final del día 
 
 
Lily Evans había pasado de tener que lidiar con el chico que para su parecer era el más idiota y presumido, ha topárselo y que este ni siquiera notara su presencia. En un comienzo eso había sido maravilloso; pues ahora podía mantener una conversación con algún chico y ya no tenía porque preocuparse que James Potter saliese de la nada y espantara a su compañía a punta de amenazas nada sutiles. 
 
Severus; su mejor amigo, le había "advertido" de que con el tiempo esa nueva actitud del Gryffindor le molestaría, ella muy ufana le había respondido: 
 
-¿Quién hecha de menos una molestia? 
 
Pues al parecer ella misma. Primero había surgido la nuevas oportunidades de parejas, luego el extraño sentimiento de aburrimiento y al final lo extrañaba
 
Y por eso se encontraba hablando con una de sus mejores amigas y compañeras de casa
 
-Alice por favor no me digas eso -Suplico la pelirroja envuelta en sus sabanas 
 
-Es lomas lógico Lily, siempre ha estado al rededor de ti, revoloteando como un tonto enamorado y posesivo, pero ahora ha dejado de hacerlo de la nada y has comenzado a extrañar su presencia; eso me lleva a que siempre te ha gustado pero que por sus estupideces tú nunca le has dado una oportunidad -Su amiga se había terminado de poner su pijama mientras le decía todo eso a la otra -Yo más que nadie se que ese idiota te gusta 
 
-No me gusta -Trato de rebatir pero sus mejillas decían todo lo contrario pues se habían puesto de un tono rojizo muy llamativo y relacionado a lo avergonzada que se sentía 
 
-Oh vamos Evans, Snape y yo siempre lo hemos sabido y nunca te hemos dicho algo...Bueno al menos yo no jajaja -Se rió la chica -Se que James es un poco inmaduro pero vamos quien no lo es a sus 16 años; hasta mi Frank hace idioteces por veces -Alice se había acomodado un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja -Y a pesar de sus errores ha ido madurando poco a poco
 
-James ha tenido 5 años para cambiar y lo único que he visto en él es que se ha hecho más y más engreído que antes -Lily había tomado una de las puntas de su sabana y jugaba con ella entre sus dedos -No puedo estar con un chico así 
 
-Bueno por lo menos hemos dado un paso y ya no niegas tu gustar por él -Le mencionó la otra chica 
 
Lily se avergonzó más y hundió su rostro en una de sus almohadas -Aliceeeeeeee!!!! -gritó 
 
-Jajajajaja -Río la otra -Vamos que quizás en esta ocasión si haya dado un buen paso y realmente piensa en cambiar su forma de ser -La termino por alentar 
 
-Oh puede que simplemente le he dejado de gustar -Dijo entre murmullos la otra 
 
-No lo creo la verdad, James siempre ha estado enamorado de ti y esa clase de amor no se extingue de un momento a otro; más bien creo yo, que todo es alguna estrategia para demostrar que puede ser alguien con la suficiente madurez de aceptar que la chica de sus sueños no quiere estar con él -Alice se acercó hacia la cama de su compañera y le acarició la espada -Te apuesto que pronto estará de nuevo tras de ti; eso sí puede que una manera diferente que estos últimos años 
 
Con esas palabras ambas chicas habían decidido ir ya a dormir pues a la mañana siguiente tendrían transformaciones y no querían llegar tarde a una clase de su jefa de casa. 
 
 
 
 
 
 
 
En un lugar muy lejos del colegio Hogwarts se encontraba cierto mago tenebroso torturando en ese momento a uno de sus seguidores 
 
-Mi...Mi se...señor por AHHHHHHH -Empezo a gritar debido al dolor que sentía -Por favor..... Piedad -Jadeo 
 
-¿Piedad? -Preguntó el mago -¿Cómo es posible que me pidas piedad a mi? ¡Cuando has fallado en lo que te pedí!! -Volvió a lanzar un Cruciatus hacia el pobre mago que en esos momentos se encontraba tirado a sus pies -¡¡Una tarea tan sencilla como esa y no eres capas de lograrlo!! -Siguió el hechizo por unos segundos más 
 
-AHHHHHH AHHHHH -Seguían los gritos -POR FAVOR AHHHH 
 
Después de unos cinco segundos más el Señor Tenebroso se detuvo y bajo la varita 
 
-Su eficiencia es lo que espero de todos ustedes -Le hablo a los demás presentes -De fracasados está lleno allá afuera -Con su mano derecha hizo un ademán de apuntar hacia el exterior de la mansión donde se encontraban -No necesito su mayor esfuerzo, necesito su efectividad, este mundo mágico no se limpiara con esa mediocridad -El mago miro al despojo que tenía a sus pies y dio un pequeño suspiro, guardó su varita entre su túnica -Levántate Rookwood
 
El hombre a puras penas y pudo ponerse en pie 
 
-Te daré una nueva oportunidad para que consigas los nombres de todos los aurores del ministerio -Dijo con un tono muy calmado -Esa información la podrás encontrar si convences a Ludovic Bagman, aparentemente es una figura pública muy querida por la sociedad mágica.
 
El pobre hombre solo asintió tímidamente 
 
-Bueno todos los aquí presentes saben lo que deben hacer así que andando -Termino por decir y todos sus fieles Mortifagos iban desapareciendo un una ráfaga de humo negro
 
Amo me pregunto ¿Para qué necesita el nombre de todos esos magos? 

 
Le hablo su serpiente Nagini 
 
-Esos nombre me permitirán tener una gran ventaja hacia ellos, pues así podré ir eliminando uno tras otro y dejar al ministerio desprotegidos, algunos tomarán la sabia decisión de unirse a mi causa y así tendré más infiltrados en el bando de la luz -Contesto en Pársel El Señor Tenebroso 
 
Lor Voldemor se había sentado en su "Trono" y la serpiente se había ido a enrollar a sus pies. 
 
Hasta hace poco el mago más temido de los tiempos había optado por volver a tener su antigua apariencia humana; que para muchos era muy atrayente. Tenía que admitir que el proceso había sido un poco difícil; más no imposible, con un poco de investigación sumado a su gran poder mágico todo había salido bien. Ya no tenía esa apariencia semi humana que tanto aterraba a sus seguidores, eso lo incomodaba un poco porque entre más temor ocasionaba mejor para él.

 
Pero sus planes requerían de que hiciese ese pequeño "Sacrificio" Una pequeña sonrisa se dejó ver en aquel rostro atractivo.
 
-El tiempo transcurre y mis planes cada vez van mejor -Le hablo a la nada 

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