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Escucha tu corazón por saya329

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Notas del capitulo:

Hola a todas y todos nuevamente estamos reportándonos, pero esta vez con el segundo capítulo de esta historia, para no hacer esto mas largo empezamos el capítulo, nos leemos más abajo ;)

POV Zoey

Sonrío al ver a Alex del otro lado del patio, pero mi sonrisa se borra pronto cuando veo tristeza en sus ojos, rápidamente me acerco y la abrazo.

—Alex, ¿Qué pasa? — Cuando se separa un poco de mi vuelvo a ver ese brillo que me tranquiliza, desde que nos conocimos hace ocho años y vi sus ojos azules llenos de lágrimas me prometí que no dejaría que eso volviera a pasar, pero sigue sin responderme. —Alex, dime, ¿Seguro que estás bien?, sabes que me preocupas.

—Si Doi, tranquila. — Me sonríe, pero la alegría no llega a sus ojos, pensé en insistirle, pero lleva varios días actuando raro y después de la película de hace una semana me da algo de miedo su respuesta, no quiero volver a hablar de eso, me da mucha vergüenza haber llevado esa película a su casa, así que mejor lo dejo pasar.

—Bueno si quieres hablar sabes que aquí estoy. — La vuelvo a abrazar y siento como se relaja en mis brazos. — Vamos a comer que me muero de hambre.

—Doi, tú siempre tienes hambre. — Por fin veo alegría en su mirada y eso me tranquiliza, pasa su brazo por mis hombros y empezamos a caminar, siempre me ha gustado ese gesto conmigo, me hace sentir protegida.

Llegamos a la cafetería y mientras Alex va a comprar algo de comer busco una mesa para nosotras, al poco rato llega con unas hamburguesas y un par de jugos. Empezamos a comer cuando siento su mirada sobre mí. — ¿Qué pasa?, ¿Tengo algo en la cara? — Le digo divertida mientras desvía rápido la mirada y sus mejillas se ponen muy rojas, me da mucha risa verla así.

—¿De qué te estás riendo? — Se ve molesta y yo sigo riendo.

—Ya Alex, perdón no quise reírme. — Se voltea tratando de ignorarme. — Bueno si piensas ignorarme creo que no tengo otra opción. — Digo lo último con un tono juguetón mientras me levanto.

—Doi, no, ni se te ocu… — Cuando está a punto de voltearse, aprovecho para saltarle a la espalda, la rodeo con los brazos y empiezo a hacerle cosquillas. Alex empieza a retorcerse en mis brazos. — No… Doi… —Apenas puede hablar tratando de contener su risa. — Doi... ya para…

—Si quieres que me detenga tienes que perdonarme. —Niega con la cabeza, así que me esmero más en hacerle cosquillas y es cuando ya no puede contener su risa.

—Está bien… ya Doi… te perdono… te perdono… para para. — Me detengo y la abrazo. — Las cosquillas son trampa. — Me dice haciendo un puchero.

—No es trampa, es estrategia. —Veo que quiere decirme algo, se muerde el labio mientras desvía la mirada, eso algo que suele hacer cuando está nerviosa o no sabe qué hacer. — Ya en serio Alex, dime que tienes, te conozco y sé que quieres decirme algo. — Se ve algo nerviosa, pero termina suspirando.

—Bueno Doi, la verdad no sabía cómo decírtelo. —Pasa su mano por su nuca como dudando si decirme o no — Deje al equipo de fútbol. — Su respuesta me sorprende, nunca pensé que fuera a hacer algo así, siempre que está en la cancha se nota que disfruta del juego, no sé qué pudo llevarla a dejar el equipo, todavía recuerdo cuando entró al equipo hace 3 años.

 

*Flashback*

—Al final encontré una rana cerca de su casa, pero mi papá no me dejó quedármela porque dijo que ella vivía ahí y no podía sacarla de su casa me puse muy triste, pero al final mi abuelita me hizo unas galletas de chocolate y se me pasó la tristeza. — Sé que hable algo rápido, pero con Alex eso nunca ha sido un problema, me la quedo viendo y me doy cuenta de que no me está prestando atención, estamos sentadas en las bancas que dan a las canchas de fut y ella esa con la vista fija en el partido— Alex, no me estás escuchando.

—Te estoy escuchando bien. —Habla sin voltear a verme y sigue perdida en el partido. —Dijiste que encontraste una galleta y tu abuela te hizo unas ranas de chocolate.

—Bueno, medianamente me estás haciendo caso. —Mi tono sale molesto y ella voltea a verme algo asustada.

—Perdón, tienes razón, sé que estoy algo distraída, pero tienes que admitir que las ranas de chocolate suenan bastante ricas. — Me dice sonriendo y es imposible estar enojada con ella, es mi mejor amiga desde hace 5 años.

—Alex, si en verdad quieres entrar al equipo de fútbol tienes que hacer la prueba, la próxima semana es la selección para el primer equipo femenil de la escuela. — Me ve con miedo y desvía la mirada.

—¿Qué tal si lo arruino todo y no me aceptan? — Se nota que en verdad está preocupada, pero no entiendo, es muy buena, se empiezan a formar lágrimas en sus ojos.

—Hey, hey tranquila. — La abrazo un poco y al soltarla tomo suavemente su rostro para que me vea. —Alex eres muy buena, siempre que jugamos metes gol, incluso cuando jugamos con mis primos, no tienes que preocuparte, solo ve y demuéstrale al entrenador lo bien que juegas, ya verás que te aceptan.

—No se Doi, que tal si algo sale mal y al final todos se burlan de mí, además, mis papás trabajan y no podrían ir a ver los partidos.

—Hace años te prometí que siempre te iba a defender, siempre te voy a apoyar, mira, hacemos un trato, tú haz la prueba para entrar al equipo de fútbol y yo las hago para el de voleibol, así cuando tu tengas un partido yo voy a verte y luego haces lo mismo con mis partidos, así siempre vamos a tener a alguien que nos apoye, ¿Qué opinas?

 

Hoy son las pruebas para el equipo, me costó otro rato más convencerla, pero al final aceptó ahora estoy en las gradas apoyándola, el entrenador les pone varios ejercicios y Alex hace la mayoría sin problema, en algunos que le llegan a costar trabajo veo como frunce un poco el ceño y desde aquí se ve como saca su lengua para concentrarse y que le salgan bien, varias veces voltea a verme y le sonrío para darle confianza.

Al final hacen dos equipos y juegan un partido, Alex está muy concentrada en las jugadas lleva varios intentos pero no ha logrado meter ningún gol y sé que se está desesperando su equipo va perdiendo 2-1 y ya no queda mucho tiempo, la pelota sale de la cancha y de pronto voltea a verme, pongo mi mano cerca de mi pecho y le hago la seña de que respire un poco, asiente con la cabeza y regresa su vista al balón, con un rápido movimiento le roba la pelota a una jugadora del otro equipo y empieza a correr a la portería contraria, una de sus compañeras corre hacia la portería y Alex le da un pase con el que solo toca el balón y este entra en la portería, corren y celebran el gol.

El partido está a nada de terminar, creo que el partido va a terminar en empate, veo a Alex que tiene su cabello castaño recogido en una coleta está sudando, se ve cansada, cuando de pronto recibe un pase y de nuevo se pone a correr a hacia la portería, pero sus compañeras ya están cansadas y no logran ayudarla. Está frente a las dos defensas que se acercan para cerrarle el paso, parece que ahí va a quedar la jugada, pero Alex hace una finta y logra esquivarlas, queda de frente a la portera y dispara. Todo su equipo celebra el gol que acaba de meter corren hacia ella, pero de entre todas voltea buscándome con su mirada y veo el azul de sus ojos brillando de la emoción, me señala dedicándome su gol.

 

Después del partido todas fueron a las duchas, yo me quedé en las gradas esperando que volvieran a salir. Una vez que todas estuvieron fuera, el entrenador las reunió a todas en la cancha, me acerqué lo más que pude para escuchar lo que decía.

—Muy bien niñas, todas lo hicieron muy bien, pero como saben no todas podrán formar parte del equipo, voy a decir sus nombres y si no escuchan el suyo no se desanimen, el próximo año pueden volver a intentarlo. —Busco a Alex con la mirada y se está mordiendo el labio de los nervios. —Alejandra Ramírez, Gabriela Esteves, Olivia Parker —El entrenador seguía diciendo los nombres y yo también me empecé a poner nerviosa porque aún no nombraba a Alex. — Harper Smith y Jesica Newton.

Vi los ojos de Alex llenos de desilusión, y sentí como la furia se apoderaba de mí ¿Qué acaso estaba ciego?, ¿Cómo no pudo ver lo bien que jugó Alex?, gracias a ella su equipo levantó el ánimo y pudieron ganar el partido, estaba punto de bajar a la cancha y gritarle de todo hasta que volvió a hablar.

—Y bueno por último me gustaría decirles que la capitana del equipo va a ser Alexandra Sorní, —me emocioné mucho cuando escuche eso y pude ver como sus compañeras le aplaudían e incluso la abrazaban para felicitarla —claro, esto va a ser algo inicial, veremos que tal desempeña el papel de capitana, pero con lo que vi hoy creo que no será mayor problema para ti.

Justo cuando el entrenador las dejo libres Alex prácticamente corrió hacía mí y me abrazó tan fuerte que casi logra sacarme el aire.

—Doi, ¡Lo logré! ¡Muchas gracias!, no lo habría logrado sin ti. — Sus ojos brillan de una manera impresionante y hacen que el azul resalte mucho más.

—Alex muchas felicidades, sabía que lo lograrías.

—Gracias a ti y a todo tu apoyo, ¿Te gusto mi gol?, te lo dedico. — Me ve con una gran sonrisa en su cara.

—Me encantó el gol, estuvo increíble, sé que será el primero de muchos. — Me vuelve a abrazar, sé que está muy emocionada y me alegra muchísimo verla tan feliz.

—¡Dios! Eres la mejor amiga del planeta, gracias, cuando lleguemos a casa tienes que ayudarme a decirle a mi mamá, no se lo va a creer.

 

*Fin del Flashback*

—Por favor, dime algo. —De la sorpresa no me di cuenta de que la deje esperando una respuesta.

—¿Dejar el equipo?, pero si eres la mejor, Alex, has sido su capitana por tres años, ¿Cómo es que de pronto dejas el equipo?

—Bueno amm… es que me lastimé un poco el tobillo la otra vez que salí a comprar a la tienda, ya lleva tiempo doliéndome y no quiero afectar al equipo por no estar al cien por ciento.

—¿Por qué no me habías dicho que estabas lastimada? — Me agacho rápido a tomar su tobillo y lo jalo hacia arriba para ver que tiene, provocando que Alex se caiga de espaldas al piso.

—¡Hey! Solo era el tobillo y ahora seguro también la espalda. — No pude evitar soltarme a reír al verla en el piso de la cafetería. —¿Podrías soltar mi pie? necesito pararme antes de que más personas crean que decidí tomar una siesta en el suelo. — Suelto su pie y se levanta y se vuelve a sentar junto a mi centrándose en su hamburguesa. — Ya que no voy a ir a entrenar y tendré más tiempo libre ¿Qué opinas si este viernes te llevo al cine, a ver Harry Potter 7? — Sé que está evitando el tema de que dejó al equipo de fut, pero no la quiero presionar.

— De acuerdo, pero tú seguirás asistiendo a mis partidos.

—Claro que sí Doi, sabes que te lo prometí. —Creo que alcance a ver tristeza en sus ojos, pero no estoy del todo segura porque desvió la mirada.

— Y pagas las palomitas.

— Ya te estas aprovechando, pero vale, es más, yo pago por todo

— Que bueno porque últimamente también tenía antojo de los nuevos dulces que pusieron — Solo veo como aumenta su carita de arrepentimiento cada que pido algo más.

 

Llegó el viernes, Alex y yo nos pusimos de acuerdo para que hoy vayamos a ver la película y después se quede a dormir en mi casa.

— ¿Alex entonces hoy te vas a quedar en mi casa cierto?

— Sí, ayer les dije a mis papás que después de ver la película nos íbamos directo a tu casa.

— ¿No crees que últimamente te están dando muchos permisos para salir de casa? — Alex se pone un poco nerviosa y desvía su mirada a una tienda por la que pasamos.

— Sí, han tenido mucho trabajo en casa y si vamos nosotras a mi casa a jugar lo más probable es que no se concentren.

— Bueno es una ventaja que te puedas quedar a dormir hoy, podremos jugar mucho y dormir hasta tarde porque mañana no tienes entrenamiento. —Nuevamente hablo rápido, pero es difícil no emocionarme por pasar la tarde con Alex, no importa cuantas veces lo hayamos hecho, siempre me la paso de maravilla. 

Vamos saliendo del cine, no pude poner mucha atención a la película, últimamente Alex parece un poco triste y distraída, creo que dejar el equipo de fútbol le afectó mucho aún no puedo creer que en verdad me compró todo lo que había pedido, quizás se siente un poco culpable de dejar el equipo porque las dos empezamos juntas a practicar nuestros deportes favoritos, pero sé que siempre estará ahí para acompañarme y no tiene por qué sentirse así.

Caminamos en silencio hasta llegar a mi casa, quise que habláramos varias veces, pero no supe cómo.

— Hola mamá ya llegamos.

— Buenas tardes, señora Neumann ¿Cómo se encuentra? — Alex siempre es tan educada con mis papás, ellos la adoran y siempre la han tratado como a su segunda hija, desde que éramos muy pequeñas y llegó por primera vez saludando con un “Buenas tardes señores Neumann” se los ganó complemento y no me molesta en lo más mínimo porque siempre nos dejan pasar todo el tiempo juntas, dicen que es una gran influencia para mí.

— Hola niñas, yo estoy muy bien Alex ¿Cómo les fue? — Pregunta mientras se acerca a Alex para jalarle las mejillas de forma cariñosa

— Mamá no le jales las mejillas a Alex después se le ponen rojas

— Es que siempre es tan linda — Dice mientras se separa de Alex —¿Ya comieron niñas? En 2 horas haré la cena.

— Sí mamá ya comimos — Digo mientras veo como Alex discretamente se soba sus cachetes — Vamos a dejar las cosas de Alex a mi cuarto mamá.

— Con permiso señora Neumann — Tomo la mano de Alex y nos apresuramos a mi cuarto.

— ¿Lista para que juguemos Alex?

Estuvimos jugando toda la tarde, aprovechando que no teníamos tarea, me alegra ver que Alex nuevamente está relajada disfrutando todo lo que hacemos, llegamos a mi cuarto y nos tiramos en el piso mientras enciendo mi estéreo para poner algo de música, ambas estamos boca arriba, cierro mis ojos y empiezo a tararear la canción.

—Sabes, creo que nunca te lo he dicho, pero me encanta escucharte tararear. —La voz de Alex me distrae, abro los ojos y noto que está de lado viéndome de una forma que no sé cómo explicar. —Desde la vez de la tormenta, siempre me ha tranquilizado. —Me dice volviendo a cerrar los ojos. —Por favor sigue.

Hago caso a lo que dice, cierro los ojos mientras busco su mano con la mía y entrelazamos nuestros dedos, al tocarla siento un hormigueo en mi mano y es como si ella estuviera algo nerviosa pero cuando vuelvo a tararear ambas nos relajamos. Hace mucho no pensaba en el día de la tormenta, yo tenía 6 años y Alex 7, era de las primeras veces que Alex venía a pasar la tarde para jugar en la casa, esa ha sido una de las tormentas más fuertes que ha visto la ciudad en años, pero creo que ha sido de los momentos que más han marcado nuestra amistad.

 

 

*Flashback*

—Diez, once, doce… — estamos en el jardín de mi casa jugando escondidillas, Alex cuenta mientras yo corro buscando donde esconderme. — quince, dieciséis, diecisiete, — está a punto de terminar y yo aun no encuentro un lugar, corro y me aviento detrás de un arbusto. —¡Veinte! Lista o no, ahí voy. — Alex empieza a buscarme y cuando la escucho acercarse siento como si mi corazón quisiera salirse de mi pecho, ¿Podrá escucharme? Pongo mis manos en la boca para evitar hacer ruido, escucho sus pisadas aún más cerca, sé que ya está a un lado mío.

—¡Niñas! Ya está por comenzar a llover, métanse a la casa o se van a mojar. —Alex voltea a ver a mi mamá.

—Nos da permiso de jugar cinco minutos más, por favor señora Neumann, ¿Sí?

—Bueno, solo cinco y ya entran, no tarda en estar la comida. —Mi mamá se mete a la casa y aprovecho la distracción de Alex para echarme a correr, ella se da cuenta y corre detrás de mí, pero no logra alcanzarme y logró llegar primero al árbol.

—Un dos tres por mí y por todos mis amigos. —  Empiezo a bailar celebrando mi victoria.

—No Doi, eso es trampa, me distrajo tu mamá, aparte ¿Cuáles amigos?, solo estamos tú y yo. —Se cruza de brazos y empieza a hacer un puchero.

— Nop Ales, yo gané y tienes que almitirlo y cuando se gana así se dice. —Le saco la lengua mientras sigo bailando y mientras me ve medio enojada hasta que sonríe, se avienta sobre mi tirándonos al piso, nos empezamos a reír hasta que siento las famosas gotas que mi mamá invocó cayendo sobre mi cara. —Ales ya empezó a llover, hay que metelnos a la casa.

—No lo creo Doi, aparte aquí estoy muy cómoda. — Alarga la u exageradamente mientras sigue sobre mí y por más que me retuerzo no logro quitarla de encima.

—Ales nos estamos mojando y nos van a regañar. — Finge que se está quedando dormida. —Bueno si es lo que quieres… — Empiezo a hacerle cosquillas, trata de quitarse, pero ahora yo me pongo encima y no la dejo moverse, le sigo haciendo cosquillas hasta que escucho la voz de mi mamá.

—Niñas, espero que no sigan afuera… —Nos paramos y a toda velocidad entramos a la casa. —Les dije que no quería que se mojaran y ahora están escurriendo — Nos ve con gesto severo y ambas bajamos la mirada.

—Lo siento señora Neumann, fue mi culpa. —Alex habla y su voz sale muy apenada.

—Está bien pequeña, no se preocupen. —Mi mamá relaja su voz y le jala sus cachetitos cariñosamente como a veces hace conmigo para que levante su mirada. —Ahora vamos arriba, se tienen que dar un baño para que no se vayan a enfermar.

—Vamos Ales hay que elegir los juguetes para el baño. —subimos las escaleras a toda velocidad y empezamos a elegir mientras mi mamá ponía el baño.

Después del baño mi mamá nos dejó como taquitos envueltas en toallas y salimos al cuarto —Alex, cielo, tu ropa se sigue secando así que Zoey te va a prestar de la suya para que te cambies, espero que te gusten las chicas superpoderosas. —Mi mamá nos terminó de cambiar, Alex traía puesta mi playera azul de Burbuja que hacía que sus ojos se notaran más. — Bueno niñas vamos a comer prepare hot-dogs.

—¡Iugh! Ales, ¿Cómo puedes ponerle eso?, va a saber hodible—Estamos sentadas en la mesa de la cocina, y veo como Alex está llenando de cátsup su hot-dog, nunca me ha gustado la cátsup.

—Sabe muy rico y mira, es todo rojo igual que tu cabello. —Me dice levantando su comida mientras le da un gran mordisco.

—Zoey, tienes que entender que no todos tenemos los mismos gustos, a tu papá también le gusta mucho. — Yo sigo sin entender cómo les puede gustar, pongo una cara de asco y mejor me concentro en mi comida. — Alex, acabo de hablar con tu mamá, ya que la tormenta empeoró, las calles están inundadas y es peligroso salir.

—Señora Neumann ¿Están bien mis papás? — Escuche la voz de Alex con algo de miedo levanto la vista y se ve preocupada, pero rápidamente mi mamá la tranquiliza.

— Sí cielo, los dos están bien, pero va a ser muy difícil que pasen a recogerte ¿Te gustaría quedarte a dormir hoy?

—¡Sí! —Gritamos al mismo tiempo.

—Ales y yo podemos ver pelis y jugar toda la noche ¿Vedad que sí mami? —Alex y yo vemos a mi mamá y tratamos de poner la mejor cara de cachorrito que podemos.

—Sí, pero no hasta muy tarde, que ambas tienen que dormir bien, mientras le avisare a tu mami que no hay problema, terminen su comida niñas —Mi mamá se levanta para hablar por el teléfono de la sala.

—Va a ser muy divertido, ¿Qué peli quieres primero? Podemos ver Shrek o El gato o La era de hielo o Monsters inc o si quieres podemos dibujar algo o podemos colorear o... o… podemos jugar a las escondridillas dentro de la casa bueno no hay muchos escondrites pero puede ser divertido.

—Doi, Doi, respira un poco. —Siento mis mejillas ponerse rojas, pero me sonríe de forma que se me pasa, con ella ya no me da tanta pena hablar tan rápido. — podemos hacer de todo, primero hay que acabar de comer.

Después de comer nos pasamos toda la tarde jugando, la lluvia no había parado y cada vez estaba más fuerte, decidimos ver La era de hielo, estábamos sentadas en mi cama viendo la película con un plato de palomitas en medio de ambas.

De pronto se escucha un trueno que me hace saltar, me rio por mi reacción quiero agarrar palomitas, pero ya no siento el plato, volteo buscándolo, pero no lo encuentro y tampoco veo a Alex.

—Ales… Ales ¿Dónde estás? — Gateo hasta la orilla de la cama, me asomo y veo sus pies saliendo de debajo de la cama. —Ales ¿Qué haces ahí abajo? — Pregunto divertida mientras me bajo de la cama y me acerco a ella, pero cuando me acerco logro escuchar un sollozo. —¿Por qué estás llorando? —No me responde y solo acaricio un poco su tobillo tratando de consolarla. — Ales… ¿Qué pasa? ¿Extrañas a tu mami?

Un trueno se vuelve a escuchar y Alex suelta un chillido y escucho como llora un poco más fuerte.

—¿Son los truenos?, Ales, sal de ahí, dime que pasa. — Sale muy despacio y se hace bolita. —Tranquila le voy a decir a mi mamá que venga. — Voltea a verme con los ojos muy abiertos.

—No, no por favor no le digas, no quiero parecer una bebe. — Me dice muy bajito casi susurrando. Yo la abrazo un poco sin saber muy bien que hacer, de pronto se me ocurre una idea y me paro rápido y me ve con algo de miedo.

—Tranquila, no me tado nada. — No quiero ver tan asustada a Alex, bajo las escaleras a toda velocidad y entro a la cocina empiezo a juntar las cosas que necesito, pero me doy cuenta de que no puedo calentar la leche, voy corriendo a la sala buscando a mis papás. —Papi, papi, papi, papi, ayúdame. — Empiezo a jalar la manga de su chamarra. —Papi, papi, papi, papi.

—Princesa… princesa, primero dime que necesitas. — Se levanta del sillón y me cargó en sus brazos.

—Es quiero hacer leche con cocholate, pero no sé cómo calentar la leche.

—Está bien princesa, si quieres ve a tu cuarto y ahorita se los subo. — Estoy a punto de aceptar, pero Alex dijo que no quería que mis papás supieran.

—No papi, yo quiero ver como lo haces. —Me sienta en la barra de la cocina, veo cómo prepara el chocolate. —Papi apúrate, po favor. —Él sonríe mientras pone las dos tazas en una bandeja. Me baja de la barra y coloca la bandeja en mis manos.

—Con mucho cuidado pequeñita y acabando la peli ya se duermen eh. — Me da un beso en la frente y subo las escaleras con cuidado de no tirar el chocolate.

Al entrar al cuarto veo que la película está pausada y a Alex en la mitad de la cama cubriéndose la cabeza con la sabana. Me acerco a la cama, pongo la bandeja en la mesita de junto con cuidado para no tirar nada, saco de mi closet un radio de juguete que me regalaron en el que sí puedo escuchar música, lo prendo y busco alguna canción para que el cuarto no esté en silencio, muy despacio le quito la sabana, está abrazando sus rodillas y todavía tiembla un poco. —Te estabas perdiendo la película y la pause. — Su voz le sale muy bajita y temblorosa, en eso, se escucha otro trueno y se abraza con más fuerza.

—Hey hey... tranquila… aquí etoy.  —Trato de rodearla con mis brazos, pero no puedo hacerlo del todo, paso mi mano de arriba a abajo suavemente por su espalda recordando como mi mamá lo hace conmigo cuando yo lloro, siento como se relaja un poco, con mi otro brazo me estiro lo más que puedo hasta alcanzar el chocolate. — Mira lo que te traje. —Le acercó una taza que agarra despacio, empieza a beber el chocolate mientras yo la sigo abrazando y comienzo a tararear la canción que estaba sonando y poco a poco se va relajando a pesar de que los truenos se siguen escuchando. —Te dije que nunca te iba a dejar sola.

—Gracias Doi, te quiero mucho.

—Yo también te quiero Ales,

*Fin del Flashback*

 

Desde ese día se volvió nuestro ritual, no nos han tocado tormentas tan fuertes, pero si alguna llega a tener truenos tomamos chocolate mientras yo la abrazo y le tarareo alguna canción y si pasa cuando está sola se pone audífonos o me llama por teléfono para distraerse, cuando está por terminar la canción, escucho la voz de mi mamá desde abajo.

—Niñas, ya casi está lista la cena.

Pasamos el resto de la noche viendo películas, como siempre Alex me dejó elegirlas y como quería verla sonriendo elegí Superman, le encantan esas películas, dice que yo hablo mucho de Crepúsculo, pero no se da cuenta cuando habla de superhéroes. Alex se quedó dormida casi al final de la película, creo que está muy cansada porque ni cuenta se dio cuando me levanté para apagar la tele y regresé a la cama.

 

Siento los rayos del sol caer sobre mi cara, abro un poco los ojos y veo a Alex profundamente dormida a mi lado.

—¡Zoey, ya está el desayuno!, ya bajen.

Estaba por contestarle a mi mamá, pero veo que Alex sigue durmiendo, siempre ha sido de sueño pesado y se me ocurre una forma más divertida de despertarla, me levanto de la cama lo más sigilosa posible, salgo al baño para llenar un vaso con agua, al entrar al cuarto ella sigue dormida, me acerco y sin pensarlo mucho le vierto el agua encima mientras grito. —¡Despierta! — Se despierta abruptamente con los ojos desorbitados, me ve asustada y yo me empiezo a reír.

—Eso no fue divertido. — Quiere sonar enojada, pero la conozco lo suficiente y sé que no lo está y yo no puedo dejar de reír, tanto que hasta me empieza a doler el estómago, tiene la cara y playera empapada y sigo en el piso yo tengo que poner mis manos en el estómago para intentar controlarme. —Te voy a dar una razón para reírte. —Rápidamente se abalanza para colocarse sobre mí, siento su playera mojada, empieza a hacerme cosquillas y yo cierro los ojos con fuerza.

No puedo detener mis carcajadas, quiero pedirle que se detenga pero cuando abro los ojos me quedo con las palabras atoradas en la garganta, su rostro está muy cerca del mío, sus ojos azules tienen un brillo que no se identificar, siento mi pecho agitado y creo que ya no solo es producto de la risa de hace unos instantes, no puedo despegar mi mirada de la suya, veo como su mirada baja a mis labios y yo siento como si en cualquier momento mi corazón se fuera a salir del lugar al que pertenece, no entiendo que es lo que está pasando, lentamente acerca su rostro al mío hasta que siento cómo se juntan nuestros labios, es un roce extremadamente  suave, por un instante siento como si todo a mi alrededor se detuviera, como si el tiempo se pausara, cierro los ojos, no sé qué canción está sonando en el estéreo, solo estamos ella y yo, por un instante tengo la sensación de que todo es perfecto, hasta que bruscamente se separa de mí, todo regresa a su ritmo y yo regreso a la realidad.

Ninguna dice nada, en sus ojos veo pánico y supongo que los míos están igual, estoy sorprendida y no entiendo nada de lo que está pasando, ella desvía la mirada, sus mejillas parecen dos tomates, toco mi boca con mis dedos, no puedo dejar de pensar en el cosquilleo que dejó en mis labios, cuando estoy por decir algo la voz de mi mamá nos interrumpe.

—Zoey, Alex, ya bajen a desayunar

—Alex… yo… ¿Qué acaba de pasar? —¡Dios! ¿En verdad es lo único que logro articular? es obvio lo que acaba de pasar, ella me besó bueno yo tampoco me quite, aunque tampoco es que durara tanto ¿o sí?, pero ¿Me hubiera quitado? no lo sé, lo que sé es que no me molesto, incluso creo que me gustó.

—Doi…es que… —Se pasa una mano por la cabeza revolviéndose el pelo.

—Alex… a mí… —Quería decirle que no me molesto, quería explicarle que no entendía qué pasaba, pero que no tenía que preocuparse.

—Niñas, sí no bajan ahora esto se va a enfriar.

—Vamos abajo o tu mamá se va a molestar. —Evita mirarme a los ojos, se levanta e intenta salir del cuarto, pero la sujeto del brazo para detenerla.

—¡Alex espera!

—Zoey, por favor, ¿Podemos no hablar de esto?, lo lamento, no se va a repetir. —Por fin me ve a los ojos y los suyos están llenos de súplica, veo como si se fueran a llenar de lágrimas. —Por favor— Me repite con la voz rota, no puedo seguir viéndola así, asiento una vez y aflojo mi agarre, Alex se gira y sale del cuarto. —Voy al baño.

La veo entrar al baño, me quedo parada a mitad del pasillo, no sé si esperarla o bajar, quiero ir y decirle algo, pero no entiendo que es lo que pasó, ¿Por qué aun siento ese cosquilleo?, no me molesto que pasara, pero nunca me había imaginado que algo así pasaría, seguramente ella tampoco, mi cabeza sigue dando vueltas, creo que lo mejor es darle su tiempo y que lo hablemos después.

Me siento en el comedor y empiezo a comer, mi mamá se va a la sala y me pide que limpiemos al terminar, apenas le pongo atención, cuando Alex baja veo que su nariz está algo roja, sus ojos algo aguados, quiero abrazarla y decirle algo, pero me quedo en mi asiento. Comemos sin decir nada hasta que Alex rompe el silencio.

—Tu mamá hace los mejores hot cakes del planeta. —Volteo a verla y tiene una pequeña sonrisa en su rostro que me tranquiliza.

—Solo lo dices porque te dejan ponerle toda la mermelada que quieras.

—Bueno eso también ayuda, pero en verdad son deliciosos.

El desayuno se terminó rápido y a pesar de que teníamos planeado pasar la tarde juntas Alex se excusó para irse, supongo que también fue algo incómodo para ella y no quise hacerlo más raro así que no insistí en que se quedara, pero cuando llegó a la puerta se volteó y con una pequeña sonrisa me dijo. —Te quiero Doi, nos vemos mañana. —Me hizo sonreír, a pesar de lo que pasó no perdió ese detalle conmigo.

Durante la semana nos vimos igual que siempre, ambas evitamos el tema, pero cada día veía aún más triste a Alex. Después de que se fue no volvimos a hablar hasta el lunes, marcó a mi casa el domingo para decirme que iba a visitar a sus abuelos y que no podríamos vernos así que aproveche ese tiempo para pensar en lo que había pasado, aun no entiendo muchas cosas del beso, no sé si siente algo por mi o solo fue algo del momento, pero por más que pasa el tiempo más pienso que tengo sentimientos por Alex, quise hablarlo con mis papás, pero  me dio miedo que quisieran alejarnos así que preferí no decirles nada, el sábado tendré un partido de voleibol y decidí que terminando el partido hablaría con ella y le diría cómo me estoy sintiendo, sé que nuestra amistad podrá con eso y por cómo me ve creo que Alex se siente igual, tal vez no sea fácil pero juntas podemos con lo que sea.

 

Es viernes, hoy pasamos la tarde juntas, estuvimos viendo películas hasta que se hizo de noche.

—Bueno Doi, ya me tengo que ir.

—No Alex, quédate, por favor. —En verdad odio las despedidas y no me gusta que se vaya, siempre me deja una sensación de soledad y después del beso es aún peor.

—Doi, mañana tienes partido y tienes que descansar, además si me quedo seguro nos vamos a desvelar.

—Está bien, está bien, te veo mañana Alex, no olvides llegar temprano.

Alex se acerca y me abraza, aspiró su aroma y no puedo evitar desear que este momento durara un poco más, pero finalmente se separa y me sonríe. — Te quiero Doi, te veo mañana en tu partido.

 

—¡Mamá! ¡Papá! Apúrense, tengo que llegar temprano al partido. — Por fin es sábado y me siento nerviosa porque hoy hablaré con Alex.

Estoy en el gimnasio calentando para el partido, busco en las gradas a Alex, pero solo veo a mis papás, es raro que llegue tarde, pero supongo que ya llegará, nunca ha fallado a su promesa. Durante el partido la estuve buscando, pero después de todo nunca apareció.

Notas finales:

Bueno hasta aquí el segundo cap, ahora sabemos que es lo que siente la pequeña Doi, qué pasó con Alex?, se fue sin decirle nada?? como se lo toma Zoey?? Sera este el fin del hombre araña?????

Esperamos que no les hayan cansado los flashbacks, pero eran importantes para que se entienda su amistad, y la verdad nos encanta mini Doi

Esperamos que les haya gustado, nos encantaría saber que les está pareciendo la historia, si tienen algún comentario, mentada de madre y/o desahogos, las escuchamos :D

Por ultimo un saludo a Demidevi que su comentario nos animo a apresurar el cap lo más que nuestros trabajos nos lo permiten

Un abrazo! ;)


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