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Punto y Aparte por Mascayeta

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Notas del capitulo:

Vuelvo después de unos días de mucho trabajo, espero continuar con las actualizaciones de forma semanal, gracias a los que leen está historia.

 

—La escuela Koldovstoretz es la más apropiada por los intereses de Scorpius —explicó Draco a la Directora McGonagall que corroboró la opinión del rubio al pasar los resultados obtenidos en los T.I.M.O. 
 
Scorpius escuchaba atento la conversación, en ese instante lo único que agradecía es que su padre le había creído que quería alejarse de Hogwarts para no tener más problemas con la hija de la ministra, quien tan pronto culminaron los exámenes no escatimó en arremeter contra él en las diferentes clases compartidas a las que podía asistir.
 
No obstante, su atención fue dirigida a la figura del pelirrojo que al oír la afirmación no aguantó más y le reclamó su decisión. 
 
Media hora antes, feliz con la noticia de que su amigo volvería a recibir las clases con normalidad, Hugo Weasley, como se hacía llamar desde el enfrentamiento que tuvo con su madre después del receso de Navidad, buscó a Scorpius para felicitarlo y preguntarle cómo seguirían con las tutorías que el ojigris le daba en las materias que cada vez más se le estaban dificultando.
 
Cuando lo divisó rumbo a la oficina de dirección con Draco, le siguió a prudente distancia extrañado por la visita del mayor de los Malfoy, escuchó la palabra clave y esperó unos minutos para repetirla y subir por la escalera del fénix.
 
Nunca creyó que el rumor era cierto, pero ahora ya estaba confirmado.
 
—¿Cuándo pensabas decírmelo Scorpius? 
—¿Se puede saber cómo entró señor Granger-Weasley? —cuestionó Minerva al ver el desconcierto en el rostro del cenizo que no soportó la mirada de reproche bajando la cabeza.
 
Hugo esperaba una respuesta, si se iba Scorpius volvía a quedar sólo, a ser señalado como el hijo de Ministra, a que le compararán con su hermana y se burlaran de él por ser tan similar a su padre, esos meses junto a Malfoy habían sido un descanso, ya no era «el hijo del mejor amigo de Harry Potter», tampoco «el hermano de Rose Granger la novel cazadora de Gryffindor», si no que habían comenzado a llamarlo por su nombre y ver que era más que el segundo en la casa.
 
—Fue una decisión de último momento, sabes todos los problemas que ha tenido Scorpius.
 
El que respondió fue Draco, dio media vuelta y salió de la misma manera que ingresó, sin pedir permiso.
 
Caminó por el corredor rumbo a su habitación, no tenía intención de hablar con nadie, ni de escuchar a los que se burlarían porque desapareció su apoyo, el único que lo vio por él y con.prendio que era más que un niño bajo la sombra de la gran bruja Hermione Granger.
 
Se recostó cerrando las cortinas del dosel y lanzando un hechizo que evitara que lo molestaran, cerró los ojos para ver la imagen de su madre y de su hermana, y aunque no era un sentimiento nuevo si fue la primera que lo reconoció, odiaba a la ministra y a Rose, eso fue lo único que pensó antes de quedarse dormido.
 
En la oficina de McGonagall nadie dijo nada cuando el pelirrojo salió, Scorpius sabía que debía hablar con él, con Rick y con Zachary, pero nunca pensó que Hugo se comportara en la dirección de esa manera.
 
—Para tu reintegro a lo que queda de clases y con el fin de evitar problemas —explicó Minerva—, se firmara un compromiso con la señorita Granger-Weasley.
 
Los Malfoy asintieron escuchando las demás recomendaciones, mientras realizaban los documentos propios para el cambio de escuela, lo que restaba de año escolar no iba a afectar su rendimiento académico, por eso con la respectiva firma a los certificados escolares, Scorpius sonrió por la carta de presentación que la Directora le escribió.
 
En sus años como docente siempre trató a sus estudiantes por igual, pero sólo dos personas se ganaron el derecho a ser llamados sus preferidos, uno fue Harry Potter y el otro estaba a punto de irse de Hogwarts, Scorpius Hiperión Malfoy Greengrass. Por eso se permitió abrazarlo y desearle lo mejor del mundo.
 
Se separaron justo a tiempo para dar la bienvenida a las dos mujeres que no sabrían nada de la situación hasta que fuese necesario. Sin embargo, cuando lo escolar finalizó, Hermione cuestionó sobre el rumor que ha va iba llegado al Ministerio sobre la salida de Scorpius del colegio.
 
—Si así fuese considero que es un  asunto familiar, no legal.
—En eso te equivocas Draco, eres un ex-mortifago y como tal debemos estar atentos a cualquier movimiento que realices de forma sorpresiva.
 
Scorpius observó el semblante de su padre, el rubio mayor apretó la mandíbula como buscando la mejor manera de responderle a la castaña. Al no obtener contestación, la que habló fue ella.
 
—Aunque iba a esperar a fin del año escolar, considero que es mejor hacerlo antes para evitar situaciones como la de Scorpius —Hermione miró a la Directora y más como una orden que como una petición concluyó su visita con prepotencia.
—Como diga Ministra —respondió la anciana quien delante de ella solicitó a los retratos avisar de la reunión del Consejo de Padres—, por ahora, les pido ir se retiren debo presidir la entrega de valoraciones de los exámenes y felicitar a los mejores.
 
Los cuatro salieron del lugar son dirigirse la palabra, Draco esperó a que las mujeres se alejaran lo suficiente para hablar con su hijo.
 
La historia de Voldemort y la familia Malfoy era conocida por todos,  Scorpius comprendió muchos de los comportamientos de Lucius y de su padre cuando supo que eran portadores de la marca tenebroso, a pesar de que ahora tenía un nombre por sus actividades lejos de la magia, estaba visto que para muchos él seguía siendo un peligro para la estabilidad del mundo mágico.
 
—Escucharé lo que la Ministra tenga que decir, por ahora debes hacer las pases con Hugo —Scorpius acató la sugerencia con la seguridad de que ese día no podría acercarse al menor de los Granger-Weasley—. Si como un mortífagos quiere tratarme, voy a complacerla.
—Padre...por favor.
 
Draco sonrió por la expresión de preocupación en su heredero, quizás era tiempo de hablar sobre la profecía que lo acompañó desde su nacimiento. No obstante, la decisión se tomaría cuando Hermione contará los planes para la Reforma Educativa en Hogwarts.
 
El menor de los Malfoy recibió un abrazo de su padre y le aviso que en dos días se verían, dejándole ir a la ceremonia.
 
El rubio mayor caminó por el corredor girando en una de las esquinas donde aguardó por la presencia que desde su llegada al colegio lo observaba y de la cual en cada una de sus visitas pudo notar era como una sombra sobre su hijo.
 
El Augurey se detuvo tratando de decidir por cuál de los corredores  seguir, era claro que sí escogía el equivocado se alejaron de su objetivo, así que retomó su forma humana para mostrarse ante el rubio que se hallaba protegido por uno de los tantos escondites que solo quienes estudiaron en Hogwarts conocían.
 
Delphini exhaló resignada, la llamada de los estudiantes al Gran Comedor le obligó a colocar la hipócrita sonrisa que mantenía desde su ingreso al colegio, acomodar sus ropas e irse con tres Ravenclaw que le comentaba como las apuestas por el primer lugar en los éxtasis daban como ganador a James Potter.
 
Draco salió con sigilo para observar bien a la mujer de unos treinta y cinco años que por los ademanes le recordaba a alguien que supuestamente había muerto en Azkaban.
 
—No te equivocas Draco —la voz de Minerva lo sobresaltó haciéndole voltear de inmediato—. Aunque no he podido descubrir su engaño, la profesora  Augurey Rowle es mucho más de lo que dice ser.
—Voy a contarle a Scorpius de la profecía, estoy seguro que Hermione por miedo a perder a Hugo va a evitar que mi hijo salga de Hogwarts.
—El pasado no puede impedir que el chico cumpla con su destino —habló McGonagall sin perder compostura—. Creo que eres lo suficientemente manipulador para colocar algunos puntos de la propuesta de la Ministra a tu favor.
—Gracias.
 
El abrazo que le dio el rubio fue correspondido con igual sentimiento por la mayor una vez se repuso de la sorpresiva muestra de cariño.
 
Despidiéndose de su discípulo se dirigió al Gran Comedor, por ahora debía enfrentar la "pataleta" de Rose por no ser la mejor de quinto año en los T.I.M.O., algo que disfrutaría porque, como era de esperar, Hermione se había autoinvitado a la ceremonia segura del triunfo de su hija, empero, la escena que vio en la entrada del salón le sobrecogió sintiendo lástima por la castaña.
 
—Reniego de mi sangre muggle por venir de usted —expuso Hugo respirando acelerado y apretando los puños—. Soy mucho mejor mago que Rose y mi nombre será famoso al lado de los magos de sangre pura.
 
Hermione trató de tocar a su hijo siendo rechazada de inmediato, y escuchando la frase que años atrás Bellatrix grabó en su brazo.
 
—Nunca vuelva a intentar tocarme "sangre sucia", y así como me lo dijo en este mismo sitio meses atrás, recuerde que yo soy un Weasley y no un Granger.
 
Los ojos empañados de Hermione se posaron en los sabios de McGonagall, quien al querer aproximarse fue ignorada. La indolente y prepotente figura de poder se manifestó de nuevo en Granger, al entrar al Comedor la Ministra se hacía presente, la madre acababa de guardar su dolor para la soledad de la gran casa donde ahora vivía llena de recuerdos de cuando eran una familia feliz.
 

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