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Punto y Aparte por Mascayeta

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Por orden de McGonagall, Scorpius se mantuvo al margen de la recuperación de Albus, no podía presentarse en la enfermería y tampoco preguntar por su salud. Al menos la preparación de las pruebas lo mantuvo ocupado, y hasta que no se aclarara la situación debía estar en lo posible alejado de las habladurías de los alumnos.

A las diez de la mañana colocó las cartillas en los diferentes pupitres y procedió a pasar los listados de los estudiantes de cada una de las casas que presentarían la prueba de Defensa Contra las Artes Oscuras como Hermione había renombrado a la clase que después de la segunda guerra mágica había quedado solo como Artes Oscuras y un relleno más del pensum académico.

La Ministra era la bruja más hábil que conocía y la admiraba, Hermione introdujo varias modificaciones a la educación guiada por los consejos del ministro de los muggle, con el cual mantenía una buena relación. Scorpius al igual que su padre, reconocían el valor de la perspectiva sobre su mundo para que se mantuviese en la modernidad de los no mágicos, pero los sentimientos eran la debilidad de Granger, y aunque Draco no hablaba mucho de su relación en el colegio, siempre había dicho que ella era incondicional con sus seres queridos y fiel a sus principios, razón por la cual no veía que su enemigo estaba mucho más cerca y era quien menos creía.

Media hora después el salón abrió sus puertas dando paso a los jóvenes, confirmó los nombres lista en mano y les indicó el lugar que debían ocupar.

—Potter Weasley Albus Severus, Casa de Slytherin —llamó Malfoy a sabiendas de que el pelinegro no acudiría a la prueba, la sorpresa vino con la respuesta de «presente» que obtuvo, los ojos verdes se clavaron en los grises cuyo dueño le indicó donde debía firmar en la hoja de registro, luego señaló la banca cercana a la mesa de los evaluadores y siguió con la lectura de los asistentes.

Rick Snyde observó el cambio en el rostro y el cuerpo de Scorpius, el ver a Albus recuperado lo libraba de una culpa que a pesar de no ser responsable, carcomía su espíritu. El orden alfabético hizo que repitiera la acción de Potter, la Directora solicitó que se comportaran como desconocidos para que no levantaran calumnias por los resultados que obtuviese en los EXTASIS, para nadie era un secreto que su amistad continuaba y Rose sembró la cizaña de que mantenían un romance.

El joven castaño daría su vida porque eso fuese cierto, el día de su arribo a Londres el rubio aceptó su propuesta de ser pareja, sin embargo, por respeto a sí mismo le propuso que le permitiera enamorarlo, algo que disfrutaba porque de a pocos era correspondido en los avances románticos que había hecho, una labor de autocontrol que esperaba pronto diera resultados.

Al concluir el registro, los evaluadores repartieron las evaluaciones, explicando las condiciones.

Los encargados del Tribunal Mágico determinaron que la primera prueba sería teórica con una duración de dos horas, la segunda, sería la práctica, en la que debían mostrar su habilidad ante los peligros que podrían enfrentar en su labor como Aurores o Inefables.

El tiempo comenzó, el salón se inundó con el sonido de las plumas deslizándose sobre el pergamino junto con el gran reloj, faltando veinte minutos para cumplir el tiempo, Potter levantó la mano para que el escriba fuese a su pupitre, Scorpius caminó hasta el lugar para escuchar que ya había terminado, el rubio confirmó la hoja de respuestas y colocando el sello de finalizado autorizó la salida, al girar pudo ver a Rick haciendo lo mismo,  los Slytherin abandonaron el lugar para recibir las indicaciones de la siguiente parte del examen.

En el corredor los dos chicos avanzaron sin pronunciar palabra, debían almorzar y dirigirse al campo de entrenamiento a las tres de la tarde, allí se enfrentarían a quienes verían como actuaban bajo presión.

Snyde se despidió con cortesía siendo correspondido por Albus, al encontrarse de nuevo el examinador los puso a trabajar en equipo, conscientes de que debían hacerlo bien para obtener su objetivo, la dupla salió avante con facilidad sin percatarse que desde la ventana de la torre donde Malfoy transcribía los porcentajes, eran observados por el ojigris que con cada ataque suplicaba que ninguno saliera herido.

Al finalizar pudo respirar tranquilo y preparar lo que su jefa solicitara alistar para la prueba de pociones del día siguiente, una en la que él participaría colocando lo que sus compañeros debían presentar. Cuando terminó la instrucción, el ocaso había finiquitado y el porcentaje de los primeros EXTASIS estaba completo.

Cerró todo bajo llave y salió al comedor, al llegar la Directora, en lo que parecía una nueva rutina, explicó lo ocurrido la noche anterior, con rabia contenida la profesora Augurey debió aceptar que se equivocó y que a pesar de que el hombre mantenía la apariencia de los antiguos mortífagos, la verdad es que no podía asegurar que era uno de ellos.

El comentario mordaz de Hugo Weasley hizo que los estudiantes de Gryffindor soltaran la carcajada seguidos de las demás casas, Minerva ordenó que guardaran silencio, para continuar la comida.

—Está claro que las generaciones cambian —dijo Hagrid con picardía—, si fuera hijo de los gemelos diría que es normal, pero de Ronald… es difícil creerlo.

El cuerpo de docentes secundó la afirmación y continuó hablando de las pruebas de quinto año, los TIMO al igual que los EXTASIS pronto darían paso al evento de bienvenida del Torneo, al que ya se habían autoinvitado los del Tribunal Mágico como jueces.

Delphini aprovechó la distracción para salir del comedor, ingresó a su habitación encontrándose con un invitado especial.

—¿Cómo entraste? —fue la pregunta apuntándole con la varita.

—Tu Crucio parece que despertó mi lado Slytherin junto con otros atributos —contestó Albus con una cínica sonrisa—. Vengo para proponerte un trato.

—Respeta a tus mayores Potter —alegó la bruja sin dejar de amenazarlo—. La primera vez que nos enfrentamos casi logro que tu existencia desapareciera.

La carcajada del pelinegro molestó a Delphini que le vio levantarse dirigiéndose hacia ella, quien intimidada retrocedió hasta chocar contra la puerta que había asegurado.

—Quiero trabajar contigo, no creo que tu interés sea destruir a Malfoy, pero me cansé de estar en la mitad —la hija de Bellatix le miró extrañada por la petición—. Rose no es de gran ayuda en comparación conmigo, ¿qué mejor que el hijo del “Salvador del Mundo Mágico”?

—No tengo ni idea de que hablas —respondió mostrando la fortaleza que no poseía—, si tu noviecita te rechazó la propuesta de matrimonio, ese no es mi problema. Rose es mi mejor estudiante, así que déjame fuera de tus elucubraciones.

Albus regresó al interior de la habitación para sacar una hoja donde leyó la supuesta profecía.

—¿Quieres saber la parte que hace falta? —le mostró el papel que convirtió en un pequeño pájaro que voló a posarse en la varita de la profesora—. Las profecías sólo pueden ser tomadas por quienes están involucrados, por eso ¿Qué te hace creer que ese papel dice la verdad?

Delphini se separó de la puerta sentándose frente a su estudiante, estaba acorralada, así que debía actuar con cautela, es decir, confiar en el ojiverde y aprovechar un descuido para llegar a Scorpius sin malograr sus planes.

—Te escuchó.

—Corrección —pronunció Albus negando con un dedo—, aquí la que debe hablar eres tú, comienza que no tengo todo el tiempo.

Pasada la hora del toque de queda la puerta de la habitación de la profesora Augurey se abrió cuando Scorpius iba pasando por frente de esta, no quería encontrarse con ella y menos con las manos llenas de pergaminos, con la túnica empolvada y cansado por la falta de horas de sueño.

Como pudo se escondió tras uno de los pendones, el sonido de los zapatos alejándose por el corredor le indicaron que alguien que no debía estar allí era el invitado de la docente. Quiso salir, pero debió frenar el intento cuando los pasos se devolvieron y pudo distinguir el aroma de la colonia que él mismo había regalado a quien habló dándole una amenaza a Rowle. Los minutos siguientes se hicieron eternos, cuando creyó que todo estaba despejado recogió su carga y salió para ir a la alcoba del evaluador que le esperaba con notable sueño.

El mago mayor revisó la información dada por el escriba, las sumas del EXTASIS daba en la primera posición un claro ganador. Sin embargo, era la prueba inicial de las cinco asignaturas en que debían tener un Sobresaliente. Tan pronto como recibió las tareas para el día siguiente se despidió para dirigirse a la habitación que le fue designada en el mismo piso, las luces del pasillo se apagaron, era las once de la noche, sólo los preceptos podían estar levantados.

Entró a la cámara para ver con envidia al joven que roncaba en la litera al lado de la suya, un problema mínimo comparado con la ropa en el piso, junto con los paquetes de golosinas y las hojas sobre el escritorio. Malfoy procuró ignorarlo, cogió la toalla y el equipo de aseo dirigiéndose al baño, el espectáculo fue peor para quien era maniático del orden y el aseo. Dio un portazo logrando despertar a su compañero que le insultó por la manera como actuaba.

—¡Que estupidez! —gritó el chico para pararse semidesnudo—, somos hombres, no necesito tus niñerías, si no te gusta estar aquí, pues vete.

—¿A dónde quieres que me vaya? —respondió el rubio tirándole una camisa para que se vistiera—. ¡Recoge tu puto desorden!

El joven vio el color rojo en la cara del ojigris y comprendió los comentarios que más de uno había hecho sobre el encanto de Scorpius, la andrógina apariencia era una delicia para la vista de quien en ese momento fue sacado de un merecido descanso.

A Malfoy no le gustó la mirada del otro escriba, el muy imbécil no sabía a quien se enfrentaba, vio al joven mago tomar la varita y hacer un hechizo de limpieza tanto en el cuarto como en el baño parándose al lado de él.

—¿Contenta princesa?

La diferencia de estatura obligó a Scorpius a alzar la cabeza para decir un gracias y adentrarse en el baño, respiró cuando se metió a la poceta a lavarse, por un momento creyó que lo atacaría, tal vez era demasiado paranoico.

El chico esperó a oír la ducha, se aproximó a la litera del rubio y con tranquilidad movió la varita, estaba visto que no se acordaba de él, al fin y al cabo en esos dos años ambos habían cambiado y la noche que lo golpeó no fue mucho el tiempo que le dio para verlo, luego de eso se cambió de colegio y él se graduó, pero aún tenía una deuda que cobrar por lo que Snyde, Murk y el mismo Potter le hicieron.

Verificó que todo estuviese como deseaba para meterse en la suya y sellarla, diez minutos después el insulto de Scorpius le hizo reír, vaya que se iba a divertir esa semana haciéndole la vida imposible al estúpido hijito de Draco Malfoy.


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