Poliakov y Aimme se hicieron presentes ante los ojos de las comitivas y los estudiantes de Hogwarts. El ruido de las vuvuzelas y los tambores cesaron de inmediato al reconocer que Potter no se encontraba presente.
Lily apretó la mano de Rick quien arrastrándola a la parte posterior de las gradas desaparecieron para unirse a Zachary y Hugo en la habitación que Narcissa le otorgó a este último desde su primera visita a la mansión.
Los chicos bajaron rumbo a las mazmorras, se escuchaba como la entrada de la mansión se estremecía por los hechizos que los Aurores lanzaban tratando de ingresar, sin embargo, parecía que, así como la magia de la manor a ellos les reconoció por la amistad y el vínculo con Scorpius, a los guardianes los repelía por el ataque que los Malfoy estaban viviendo.
Con una simple mirada Lily notó que los chicos se entendían sin hablar, Hugo le solicitó seguirlo, ellos se encargarían de permitir el ingreso del grupo que dirigía Harry Potter mientras sus parejas tratarían de evitar que la ceremonia de despertar ocurriese. Los cuatro se despidieron con un sencillo movimiento de cabeza y se separaron.
Zachary y Rick avanzaron por un oscuro pasillo que los llevó a una puerta con el escudo de los Malfoy, ambos chicos cortaron la palma de una sus manos para colocarla sobre el metal que vieron como removía las aldabas mientras las serpientes del sello de la casa agradecía la ofrenda. Con seguridad Snyde pidió a la casa mantener abierta esa salida, ya que era necesario para poder salvar a los dueños legítimos de la mansión. Los jóvenes Slytherin vieron aparecer unos tocones que realizaron la acción que le fue solicitada a la magia del lugar, una reverencia y siguieron el recorrido.
A medida que avanzaban las antorchas se encendían, y una fuerza oscura se percibía con facilidad, se veía la barrera maldita de magia oscura. Esto no era nada agradable y más cuando se dieron cuenta que caminaron por un largo espacio de tiempo hasta que pudieron ver a seis supuestos Aurores parados a prudente distancia de un arco que parecía dar paso al lugar donde se realizaba en ritual.
La voz de Rabastan se elevó desde el interior del salón haciendo que los magos ingresaran, Rick y Zachary se aproximaron con sigilo cubriendose con las estatuas y las pesadas cortinas que estaban sobre las paredes y mantenían ocultos cientos de cajoncitos que lo más seguro tendrían algunos hechizos para soportar lo que guardaban, porque la oscuridad que irradiaban era demasiada.
Volvieron su atención a la estancia, y en concreto al sitio donde Scorpius y los mayores se hallaban.
En el suelo se vislumbraba un círculo de transmutación, un símbolo antiguo de intercambio de energía, comprensión, destrucción y reconstrucción, y cerca de este se hallaba Lestrange pidiendo a los magos que acababan de entrar, que acomodaran a quienes serían las ofrendas.
Zachary pidió a Rick que los vigilara, él debía revisar lo que decía lo dibujado en la piedra con lo que parecía sangre, los escritos eran runas, pero la distancia y la incomodidad de su escondite le dificulta la lectura.
El ceremonial empezaría cuando Albus recobrara el sentido, mientras los colocaron en cada una de las puntas de lo que sin duda era un pentagrama, pero quedaban dos áreas desocupadas al lado de Potter, la pregunta que surgió fue si esperaba a alguien más.
El sonido al fondo del pasillo provocó que dos de los hombres que acompañaban a Rabastan fueran a revisar que sucedía, Snyde y Murk salieron con cuidado de no ser descubiertos detrás de ellos, un hechizo aturdidor sirvió para despojarlos de sus prendas y colocarse las máscaras regresando donde el exmortífago, avisando que los Aurores estaban destruyendo la entrada de la mansión.
Colocados en las posicionesque anteriormente eran ocupadas por los magos, pudieron observar formado por ocho triángulos multidireccionales inscritos representando los cuatro elementos de la naturaleza.
—Quítenles la camisa —Rick procuró ir al centro para hablar con Scorpius, pero Lestrange negó—. Él ya está listo, sigan con los otros.
Recién Murk se dio cuenta de los círculos escritos con una lengua que no identificó, estos rodeaban al platinado, y se encendían con lentitud cada vez que un símbolo era dibujado en los que se encontraban dentro del círculo de transmutación.
Rick asintió con la cabeza y fue donde Weasley, parecía al igual que el señor Draco en un trance. Al volverse, tanto Rose como Delphini estaban con el sujetador mostrando parte de su pecho y del vientre, los otros sujetos disfrutaban de la vista en la medida que Rabastan dibujaba en sus dos secuaces femeninas la runa que les indicaba el rol que cumplirían en el ritual.
Rabastan escuchó retumbar de nuevo la mansión, sin embargo, verlo negar con la cabeza y burlarse de los Aurores generó miedo en Scorpius.
—¿Eres consciente que tu esencia se magnificara cuando despierte la criatura que duerme en la sangre Malfoy?
—¿Qué pedirás a cambio Lestrange? —La soberbia de Scorpius era digna de su rango, pero la voz que pronunció la pregunta ya no pertenecía al joven heredero. La transformación parecía haber iniciado incluso antes de que las palabras del rito se dijeran.
—Un hijo, nuestro heredero.
—La dicotomía —bufó Scorpius hablando como si fuese dos personas, al final dijo algo en una lengua desconocida, se vió como levitó unos centímetros del suelo giró sobre su eje para observar quienes le rodeaban, deteniéndose frente a Rose.
El escrutinio del platinado que por ratos se parecía a Malfoy y en otros alguien desconocido, molestó a la pelirroja que por instinto cubrió su vientre.
—Por lo menos eres fértil —dijo de manera despectiva el Slytherin, que dio media vuelta para mirar a Draco y a Ron, reprendió a Rabastan por el estado en que se hallaban, y con un movimiento de la mano despertó a los dos hombres que le brindarían su magia—. Es tiempo, los tres destinos ya han llegado.
Scorpius observaba a Draco que afirmó con la cabeza, debían ganar tiempo para el imbécil de Potter que no aparecía, los Malfoy eran expertos fingiendo, así que actuar como el personaje que espera despertar Lestrange fue fácil, lo complicado era lograr que de completarse el ritual, no fuese absorbido por el Alto Elfo que se despertaría.
“Tria fata: Videns, bellator et amor, praesentes facies tuas Domino tuo Regi!”
(Tres destinos: El vidente, el guerrero y el amor, ¡presenten sus caras al señor su Rey!)
La orden hizo que Zachary, Rick y Albus sintieran su cuerpo arder, fueron expulsados de estos y se vieron a sí mismos como unas figuras de túnicas negras y manos cadavéricas reverenciaban al rubio.
“Ad dormientem excitandum, magicam stirpis suae proditoris tenebrasque creationis”
(Para despertar al durmiente, la magia de su linaje, la del traidor y la oscura de la creación)
De repente un hilo blanco salió de Draco, una rojo de Ron y de Augurey su tatuaje parecía desprenderse para ir donde el rubio que extendió los brazos para levitar a una mayor altura nutriéndose con la energía que recibía.
La mirada ansiosa de Rose por ver su propio despertar atrajo la atención de los destinos, que sonrieron a Rabastan. Las presencias ajenas a los espíritus humanos que las contenían desde quien sabe cuantos siglos por la línea de sangre, se colocaron al lado de la pelirroja que procuró mantenerse en calma a pesar de la repulsión que le causaban.
Esta vez fueron los destinos los que hablaron acariciando el vientre, que fue abierto en lento y doloroso corte por aquel que fue nombrado como Amor, mientras los otros dos la sujetaban con fuerza, y Rose gritaba que se detuvieran.
“Aperi porta, sacerdote, tempus est ut obsequium tuum magicis exhibeas”.
(Portal abrid, sacerdotisa es tu momento de demostrar la sumisión a la magia)
Una enorme bola blanca de luz se desprendió de la pelirroja que se estremecía por el sangrado del útero arrancado y el debilitamiento de su núcleo mágico, buscó los ojos de Lestrange que le devolvió un gesto despectivo, mientras le recordaba que esa era la única función de ella en ese trato, jamás permitiría que pusiera las manos encima de alguien tan puro como el Alto Elfo.
Las voces de Rabastan y los tres destinos se alzaron en un cántico que fortalecía a quien brillaba con intensidad en una burbuja multicolor.
De pronto el ruido de lo que parecía cientos de cristales rompiéndose, detuvo la letanía, la barrera maldita desapareció y la voz de Potter con un Desmaius, unido a los de otros Aurores destruyeron el vínculo entre los donadores y Scorpius.
Zachary y Rick ya de nuevo liderando su cuerpo, corrieron a socorrer a Ron y a Draco respectivamente, mientras Hugo y Lily entraban protegidos para tomar a Delphini y revisar el cuerpo sangrante de Rose.
Albus quedó frente al ser que poseía la apariencia de Scorpius, el Alto Elfo ya había despertado dejando la esencia de su pareja enmascarada.
—¿Qué harías por volver a tenerlo? —la voz sonaba grave, ajena a la suave del verdadero joven Malfoy.
—Darte mi vida, y una eternidad de servicio, sólo te pido que el vuelva, yo iré donde digas.
La entidad sonrió dejando ver alrededor suyo un aura similar a la de un fénix, con una reverencia el rubio se elevó para encenderse por completo, extendió su mano apuntando al vientre abierto de Rose, el rayo de luz y calor apenas si pudo ser esquivado por la menor de las Potter que fue testigo de como el cuerpo de su prima quedaba intacto, sin heridas, pero moribundo.
—¡NOOO! —Rabastan se olvidó de que estaba en medio de un duelo con Edward Lupin, corrió al cuerpo de la chica que era su portal, todo signo de lo ocurrido había desaparecido—. ¿Por qué lo cerraste?
—Es el castigo por tu traición —murmuró Rose con un poco de resignación—. Hermione tenía razón, el poder por ambición es el camino más directo a la muerte.
Los ojos de Rose Granger-Weasley se cerraron, el combate hacía rato se había detenido. Ron, Hugo y Zachary se aproximaron con cuidado y atentos a cualquier movimiento del exmortífago que estaba completamente absorto abrazando el cadáver de la joven mientras murmuraba lamentaciones por la oportunidad que perdió.
Fue poco lo que pudieron hacer cuando el cuerpo de Lestrange y la bruja de cabellos rojos se incendiarion partiendo del calor del vientre proveniente de Rose, ambos se incineraron con rapidez.
Cuando las cenizas se apagaron, Harry Potter como jefe de escuadrón dio la orden de que se recogieran en viales diferentes, igual era fácil distinguir los restos de ambos seres, al observar a Albus, el Auror respiró tranquilo, su hijo y Scorpius estaban bien, siendo rodeados por Draco, Rick y Lily, y en donde debía estar Delphini Riddle Black, un pergamino de agradecimiento y la petición de jamás volver a buscarla.
—¿La prueba del Torneo ya acabó jefe? —Harry rió por la pregunta del menor de los subalternos que pertenecía al grupo que le acompañaba, a esa edad y en la actualidad, la inocencia era una hermosa cualidad.
Colocando su mano en el hombro del joven mago, afirmó.
—Si, y al menos en este Torneo, ninguno de los campeones murió.