Lo aprendí de ti
Mi vida era no tan complicada, era un príncipe, era un soldado, el hijo menor de la Maoh pero yo buscaba ser reconocido por mis propios méritos... era muy orgulloso, era muy egoísta, era el niño consentido de la realeza. Nadie cuestionaba mis palabras, los soldados seguían mis órdenes porque tenía cómo respaldar mi arrogancia y estaba seguro que si no el trono de Shin Makoku sería el sucesor de mi tío Waltorana como regente de las tierras Bielefeld por lo pronto aprendería estrategias y tácticas de guerra, tenía que proteger mis tierras y todo el reino si se requería. Como dije, mi vida no era complicada.
Y luego, un día, llegó un chico al castillo Pacto de Sangre, era un debilucho sin porte real cuyo color de pelo y ojos era lo único que respaldaba su derecho al trono. No podía aceptarlo. Lo hice saber y de un momento a otro terminé comprometido con él. No me consideraba un niño pero era definitivamente joven y ya estaba el matrimonio en mi futuro. Fue aterrador el saberme implicado con alguien a quien ni conocía, y luego nos conocimos, y luego quedé impactado con su nobleza, su bondad, su infinita paciencia ante lo que consideraba era importante; nos hicimos amigos; me sonreía de manera única y tenía un gran poder, terminé suspirando por nuestra boda. Terminé soñando con un futuro juntos. Me enamoré.
Te conocí un día de abril, un día común, el día que menos lo esperaba
Yo no pensaba en el amor, ni lo creía y mucho menos lo buscaba
Y de pronto, apareciste tú
Destrozando paredes e ideas, te volviste mi luz
A pesar de sus extrañas ideas que dos hombres no pueden casarse, tras haber traído paz al reino con los países vecinos, tras años de aprender y aceptar ser el Maoh del país de los demonios, tras años de lecciones de historia, política y etiqueta se convirtió en el rey que era amado por su pueblo y respetado por sus aliados. También se convirtió en la razón de mi existir, fui más abierto con mi familia y con mis soldados con su ejemplo y consejos, mi vida era increíble y al momento de casarnos habría sido perfecta... fui más directo con él; usaba cualquier pretexto para tocarlo, en las noches me aseguraba de dormir y despertar abrazados, en momentos felices hasta le abrazaba con mis manos en su cuello y le besaba en la mejilla, se veía interesado en las muestras de cariño y él terminó reciprocando.
Con reticencia al principio, recompensado con más de mis caricias y sonrisas que solo eran suyas sus creencias de la Tierra fueron cambiando, me sentí victorioso cuando fue él quien buscaba mi tacto, mis ojos y casi lloré cuando vi algo más que cariño en sus ojos negros. Seguimos con sus aventuras en otros reinos, haciendo amigos de los que una vez fueron amenazas para el reino y lo que más me gustaba era que esta vez me presentaba como su prometido y no solo como su amigo.
Y yo no sabía que con un beso se podría parar el tiempo y lo aprendí de ti
Ni que con solo una mirada dominaras cada espacio que hay dentro de mí
Tampoco sabía que podía amarte tanto hasta entregarme y ser presa de tus labios
Descubrí que sí,
Me llevó de paseo mientras hablábamos de muchas cosas, descubrimos varios lugares interesantes y a veces nos quedábamos dormidos bajo espesos árboles, caminábamos tomados de las manos, nos besamos corriendo por el castillo huyendo de Günter, Gwendal o de mi madre. Tras largas carreras me abrazaba, me cargaba y besaba como si en verdad me amara, aunque nunca dijimos las palabras. No eran necesarias las palabras si me miraba de esa manera.
porque lo aprendí de ti
Llegó un momento divino, entre él y yo, entre sábanas revueltas, bañados de sudor y suspiros pesados, hubo estrellas y destellos pese haber estado en el alba del nuevo día, nuestras manos recorrieron cuerpos ajenos pero jamás se sintieron como extraños... fuimos uno y fue perfecto. Hubo más momentos como ese, tan especiales como el primero, eras tan enérgico y mis soldados hasta escondían su diversión cuando llegabas a nuestro entrenamiento a secuestrarme... éramos tan felices. Mis hermanos ya estaban realizando los planes de nuestra boda.
De pronto algo pasó y la pasión faltaba, nuestras noches se alargaban
Jamás pensé sentirme sola y fría y tonta, aún estando acompañada
Después, todo se volvió monotonía
Luego, tantas mentiras que ya ni tú te las creías
Fue a la tierra y regresó mal, angustiado, algo pesaba en sus hombros y nuestros encuentros fueron cesando. Contó lo sucedido en la Tierra y por el luto que llevaba en su corazón no hubo reclamos, hubo comprensión y cariño de todos los que le conocían y vinieron de otros reinos a ofrecer sus condolencias... entendí su necesidad de estar solo por lo que después de tantos años se me fue asignado aposentos distintos a los suyos.
Ya no hubo paseos, no hubo besos, no hubo caricias y a veces sentí que me evitaba por completo. Claro que lo enfrenté. No acepté sus excusas y presioné hasta saber la verdad que sabía iba a doler no importaba cuál fuera. "Estaba confundido," me dijo "solo puedo ofrecerte amistad," continuó "lo siento." remató. Fueron cinco días que intenté hablar con él, desglosas sus dudas y solucionarlas, siempre fue la misma respuesta y entendí que era en serio cuando recibía las hijas de dignatarios de nuestros aliados, eran enviadas para conocer "mejor" al Maoh, eran enviadas en la espera que una de ellas fuera elegida como esposa del rey.
Yo no sabía que sin tus besos pasaría tan lento el tiempo y lo aprendí de ti
Y que aguantarme no llamarte tomaría toda la fuerza que hay dentro de mí
Tampoco sabía que podría extrañarte tanto ni desbaratarme y que se secaran mis labios
Descubrí que sí,
No me quedé en el castillo, mi orgullo no me lo permitió, por supuesto que me dolió, por supuesto que lloré, por supuesto que me sentí morir luego de terminar con algo que duró poco más de cincuenta años contando la primera vez que nos conocimos. Regresé a las tierras Bielefeld, tras una plática con mi tío donde lo convencí que no atacara al Maoh tomé mi lugar como su heredero; seguí entrenando a mis tropas y demás soldados, sobre todo a los que también tenían uso del elemento fuego como los míos y por supuesto, mi propio elemento. Aprendí cosas de regente: números, administración de bienes, diplomacia con otros regentes y con los habitantes de estas tierras, liderazgo y el cómo comandar a nuestro propio ejército. Me la pasaba ocupado, terminado el día yo estaba exhausto, era lo único que me impedía llorar hasta dormir, era lo único que me evitaba recordar mis sueños, era lo único que mantenía el Maoh fuera de mi cabeza.
porque lo aprendí de ti
Pasó el tiempo, recibí visitas de mi madre y de mis hermanos, también de algunos amigos que yo hice en otros reinos, incluso el mismo Yuuri vino... acompañado de la que era su novia actual. Yo era un soldado y actué como tal, era anfitrión de la comitiva de Shin Makoku, iba practicando para cuando tomara las riendas y tuviera que atender visitas distinguidas como esta. Y cuando sentí que flaquearía, Will, el comandante de nuestras tropas venía a mi rescate con repentinos problemas que necesitaban de mi supervisión, me llevaba mensajes de pobladores que requerían mi presencia o peticiones de los soldados por su presencia por dudas en tácticas, eran excusas creíbles que me permitían alejarme y reunir mi orgullo que no permitiría verme patético frente al rey.
Se fueron y volví a respirar. Se fueron y Will seguía a mi lado. Mi corazón seguía roto pero con la paciencia y cariño de Will ya no dolía más. Will era quien mi tío había elegido en mi lugar cuando partí a Pacto de Sangre y que cuando no regresé fue quien recibió la formación de regente, William Sinclair hubiera sido nombrado Lord y habría estado al frente del territorio Bielefeld... y no, no me tiene rencor por haber vuelto, hasta me agradeció el haberlo quitado de ese papel tan aburrido que lo tendría insatisfecho como buen soldado que es. De lo mucho que hacía reír le nombre bufón. Will solo hizo una reverencia y dijo tomar muy seriamente su papel. Ya no hubo tristeza.
Y ahora que por fin te he logrado olvidar
Hoy me vienes a buscar
Pero es muy tarde ya
Me he enamorado de alguien más
El tiempo pasó, no hubo guerras y yo dejé de lucir como un chiquillo, las tierras Bielefeld prosperaron y Will me habló de algo más que amistad. Cada día me demostraba lo sincero de sus sentimientos, un día me di cuenta que a su lado era feliz, a su lado no me sentía vacío ni tenía dudas de sus acciones, con él no hubo frío y mi fuego hasta parecía más vivo en su presencia... me vi correspondiendo cada uno de sus afectos. Cada que podía me tomaba la mano y la llevaba a sus labios, un día que mi tío nos vio Will le pidió formalmente verme, mi tío estaba impresionado y yo creí que me temblaban las piernas, mi tío asintió y nos ordenó dejar los juegos y seguir con las prácticas para los soldados.
Will ya no era tan reservado, con el permiso de mi tío hasta llegaba al castillo a cenar con nosotros, nos la pasábamos hablado y riendo, sus manos nunca me dejaban y sus ojos olivo brillaban al mirarme... y un día llegó Yuuri, nos encontró riendo mientras íbamos camino a los establos, venía a que volviera con él. Dije no. Él me prometió matrimonio inmediato. Le dijo no otra vez. Dijo que me extrañaba, que Will solo me quería para obtener el título de Lord. Exhalé cansado, escuché reír a Will y dijo "No sabía que eran malvado, milord Bielefeld debe huir de mis garras".
Yo no sabía que con sus besos iba a reemplazar los tuyos, lo aprendí de ti
Ni que existieran otras manos que al tocarme superaran lo que antes sentí
Tampoco sabía que podía amarlo tanto después de tu engaño que me hizo tanto daño
Lo descubrí que sí...
Hubo una gran pelea entre Yuuri y yo, mi tío salió del castillo y recibió al Maoh con esa fría cordialidad que me gustaría aprender, le preguntó el tiempo que estaría de visita, ni aún con los años de experiencia y poder del Maoh el tiempo le quitó ese ligero temor hacia mi tío, dijo quedarse una semana, mi tío aceptó y mandó a realizar las preparaciones, nos dijo a Will y a mí no llegar tarde a la cena y nos fuimos dejando a un rey algo confundido.
y todo lo aprendí de ti
Will me llevó a otro lugar donde no estaban los soldados, era un claro cerca del jardín trasero del castillo, aparecieron los soldados, cada uno con un ramo de flores blancas, nos rodearon a Will y a mí, se arrodillaron ofreciéndonos el ramo, Will acarició mi mejilla izquierda y entendí la intensidad de su mirada... asentí, él se inclinó a besar mi mejilla y con algo suave tocó nuevamente mi mejilla, era una de esas flores. Con un ademán suyo una corriente de viento, su elemento, hizo que de todos los lugares cayeran pétalos de las flores que sostenían los soldados, era algo hermoso, y al volver a mirarlo noté que él nunca apartó su vista de mí. Estaba comprometido con un buen hombre, me ayudó a sanar, me trajo a la vida nuevamente y me mostró otro tipo de amor, uno por el que se lucha, que es sincero y que confía.
Soy afortunado de amarlo.
Fin.