Si había algo que le encantaba eran los retos cada vez más difíciles, esa hambre de conocimiento sin duda, era algo que a más de uno le impresionaba, en ciertos casos incluso sorprendía su voluntad por retos que una persona normal no se atrevería a realizar.
Eso y la energía con la que afrontaba cada derrota no importando que tan fuerte fuera el oponente, le había dado a Yukihira reconocimiento con sus maestros e incluso, en chefs ya veteranos como el chef Shinos. Pero en ese momento no tenía idea de que esa batalla le iba a costar más que una derrota como el resto.
Se había metido en la mira del cazador.
Erina y Hisako habían dado su veredicto, un gane directo a Eishi, por aquel plato tan contundente, aunque el dueño de dicho plato era demasiado nervioso y apenas abría la boca para hablar con el resto, su plato era todo lo contrario, una forma diferente de expresarse sin expresar una sola palabra.
y aunque Megumi era amiga de soma, (incluso se podía insinuar que había algunos sentimientos de más por parte de la chica), también dio el gane a Eishi. la comida de soma era muy buena, siempre destacó su gran creatividad, pero la diferencia era muy notoria y no podía rechazar aquel juicio. No importa que tanto quisiera darle su voto a Soma.
—¿No tienes objeciones Yukihira? creo que ya comprendes nuestra diferencia de habilidades
Las palabras de tsukasa golpeaban al ego de Soma, y aunque algo parecido había sentido al enfrentarse al chef Shinos. Esta vez se sentía diferente, su cuerpo se había quedado mudo, además las expresiones de miedo y preocupación por parte de sus compañeras, le daban más la sensación de inquietud. A este paso por la noche sería parte de central. después de todo ese fue el trato con Eishi.
—Una derrota es una derrota.
—¡Yukihira! estas loco, si aceptas la derrota vas a ser parte de Central
—¡Tampoco quiero eso!
Mientras que Soma y la secretaria de Erina discutían sobre las consecuencias, el albino tenía algunas dudas en su mente, después de todo Soma no era tranquilo y apacible como él, sería un enorme problema al ser tan opuestos.
Cuanto más lo pensaba más ansiedad le causaba el solo imaginarlo en central, sería todo un alboroto, estaba a nada de un nuevo colapso por miedo cuando su teléfono vibró haciendo que saliera de sus pensamientos un momento, tal parece que el director quería hablar con él esa noche.
—Si me permiten tengo que irme, Soma creo que te veré en otro momento.
Salió del lugar para caminar en dirección al coliseo de cocina, en donde tendrían lugar unas batallas culinarias, esta vez serían los integrantes de central, elegidos personalmente por el director Azami, quienes lucharían contra la SI de comida regional y la SI de tazones.
Además de que en la parte más alta del lugar estaba la zona del director, quien miraba a los ganadores y declaraba la destrucción de aquellos clubs sin lugar en Totsuki.
O eso esperaban, pues megumi tadokoro logró la victoria para el SI de comida regional, salvándose de ser destruidos.
Por otro lado, Ikumi Mito también logró vencer a Central salvando su club nuevamente.
Y aunque uno pensaría que aquellas batallas serían una frustración para el director. La realidad es que, el azabache veía todo con una expresión de tranquilidad.
—Me sorprende su tranquilidad, director ¿específicamente porque me llamo?
El albino había llegado a mitad de la batalla culinaria y durante todo ese tiempo no se habían dirigido una sola palabra, hasta que el albino se animó a preguntar dudando de su presencia en ese momento.
—Supe que tuviste una clase con Yukihira. Dime ¿Qué te parece el chico?
Aun con su expresión tranquila, en la voz del mayor se podía notar un toque de molestia bien escondido.
—Tiene habilidad en cocinar, pero es muy fogoso, además de hacer demasiado ruido y no deja de gritar sin razón sobre su imperfecta cocina. Es incomoda su presencia.
—Sin embargo, en un momento ¿consideraste tomarlo como tu mano derecha? estaba leyendo su expediente académico, ya que me recordaba lejanamente a alguien.
Azami sacó el folder con la información que el anterior director tenía sobre él, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.
—Los alumnos de primero tienen algo extraño este año, y Soma parece estar en el centro del torbellino. Por mucho que intente forzarlo, su cocina no flaquea ni cambia.
Contestó Eishi luego de leer aquel expediente y entender cuál era la razón de haberlo llamado
—Impredecible e imperfecto, sin embargo la piedra se vuelve un duro diamante.
—¿Qué piensa hacer exactamente director?
—Quiero regresar la gloria a Totsuki, justo como lo era antes de que su padre la llevara a la perdición. Además esto le conviene a ese chico, el hijo de Joichiro será parte de esto. Esa es mi obligación.
— ¿Y de verdad cree que podremos someterlo?
—Un mes, en un mes Soma verá que es mejor para él mismo, cambiará su forma de ver el mundo.