Capitulo 20
Defendiendo y uniendo.
Un repentino jalón y un golpe fueron lo que se escuchó luego de tantos gritos. Anthony había llegado justo en el momento exacto, la imagen bizarra de Day sobre el sofá siendo despojado de sus vestiduras le hirvió la sangre, mientras hablaba con Edward en el estudio de su padre alcanzó a escuchar los gritos y ambos corrieron en su ayuda.
Corrió tan rápido como las piernas le permitieron y al llegar Day estaba siendo desnudado mientras otras manos lo tocaban y otra boca le mordía los pezones.
El chico no paraba de gritar y pedir ayuda a su madre, quién no escuchó nada del alboroto.
-Auxilio!!! Mamá!! Auxilio!!!- Day gritaba tanto que la garganta le dolió. De pronto James había terminado en el suelo por el golpe de Anthony quien era más o menos de la misma estatura.
Day jamás se había sentido tan feliz de verle y corrió sin pensarlo a los brazos de su hermano, a quien abrazó tan fuerte como pudo.
James se mantenía en el suelo desconcertado, sin entender que acababa de pasar.
-Tony!! Tony ayúdame! El me obligó a besarle!! De la nada me empezó a atacar…- la voz quebrada de Day le dolió el corazón.
-Edward… Llévatelo de aquí-ordenó tajante, seco, con la mirada gris llena de rabia.
El Jóven moreno tomo la mano de Day y casi a rastras se lo llevó de la sala, el menor solo volteó un poco observando la figura de Anthony ser lejana. Day entendió en aquél momento que su guardian era ese amor masoquista, esas rosas que le obligaron a conocerle… Su hermano mayor.
Una vez lejos de ambos, Tony no lo pensó más y se le fue encima a James, golpeando una y otra vez.
Con que derecho se atrevía a tocar a su amado niño? Como pudo atreverse si quiera a besarle?
Pues cada parte de Day eran de su propiedad… Ese chico solo le pertenencía a él y solo a él.
A pesar de él mismo haberle lastimado en el hotel esa vez, no permitiría que alguien más pusiera las manos encima de su preciado tesoro. Lo que más rabia le causaba era el hecho de no haberse percatado de las intenciones de James. Hasta donde el sabía, el mojigato Profesor siempre andaba solo y algún rumor sobre la enfermera y él había escuchado, no terminaba de creer y de aceptarlo.
No! No y no! Cómo era posible que tanta mierda ocurriese junta? Más ahora, dado a qué Edward le había contado el problema con Claude, otra puta piedra en el zapato.
Anthony sabía de las tutorías unos días atrás, pues Meena se encargó de informale lo ocurrido, pero Dada la situación en el hotel prefirió no molestar al muchacho. En realidad no era culpa de él y deseaba poder enmendar el error que había cometido.
Que rabia y que asco sentía en ese momento, no paraba de golpearle, soltando puñetazos sin analizar la situación.
-Qué está pasando aquí?! Anthony que crees que le haces a James?!- esa chillona voz le descolocó un poco, regresandole a la realidad.
Susan por fin había aparecido, quién portaba un traje deportivo y se retiraba los audífonos asustada.
-Qué haces? Cómo te atreves a lastimar a James?!- la voz histérica de Susan causaron que Tony se diera cuenta de lo mal posicionado que se encontraba, pues parecía el agresor y no el defensor.
-Este sujeto de mierda trato de abusar de Day!! Cómo no puedes notar lo que pasa al rededor de tu hijo?!-Anthony no midió de nuevo sus palabras, importandole poco si se exponía esa tarde su idilio con el menor.
-Cómo?! Es eso verdad?!- Susan entró en pánico y miró molesta a James, la ira comenzaba a desbordarsele pues apresar de todo Day era su bebé.
-No… No es verdad, ese psicópata me atacó en lo que yo le daba clases a Day-James sonó tan convincente, sabía que si apelaba al corazón de ella Anthony quedaría como siempre… Un mentiroso encaprichado.
-Esto no es verdad!! Atacaste a Day! Tuve que decirle a Edward que se lo llevara!- Anthony detestaba la arrogancia hipócrita de James desde siempre, ese tipo nunca le agradó y ahora le odiaba demasiado como para mantenerse callado más tiempo a su desagrado mutuo.
-Susan debes creeme, tu hijastro está loco, yo solo esperaba a que Day regresara de buscarte- James la miró lastimeramente… Ella le creyó.
-Le dije a Day que bajaría luego de mis ejercicios…- Ella contesta triste a la mirada del profesor.
-Eso no es verdad!! Está mintiendo!! Admite que estás mintiendo!- gritó colerico Anthony, ese maldito doble cara siempre se hacía la víctima.
-No estoy mintiendo… Susan él está loco, Ayúdame!- La voz vulnerable de James le movía el corazón.
-Eres una estúpida, Cómo te atreves a creerle? Lastimó a tu hijo y tú ni siquiera lo pones en duda!-
Tony sentía asco por lo que miraba y no creía, esa estúpida mujer prefería creerle a James sin siquiera investigar todos los hechos.
-Anthony retirate, hablaré con Day más tarde… No te quiero ver ahora y no quiero que molestes a tu padre con estas cosas, ahora vete- Susan tomó del brazo a James y lo llevó a la otra sala de estar, en búsqueda de un botiquín de primeros auxilios.
Anthony frunció el seño más que furioso, apretó los puños, sintió nauceas por tanta porquería junta.
Corrió de regreso a su habitación donde Day estaba hecho un lío, todo envuelto en las sábanas de la cama y con Edward estoico aun lado de la puerta. Corrió hacia él y Day brincó de la cama abrazándole hasta que terminó siendo cargado en brazos por el mayor.
Ese abrazo se convirtió en un lugar seguro, cálido y amable…
Day sentía que el alma le regresaba y Anthony se calmaba un poco más.
-Tony!! Estás bien?- Day miró las manos heridas de su hermano y comenzó de nuevo a llorar.
-Estoy bien…- dijo el adolescente mayor cortadamente mientras su voz se quebraba y sus ojos se inundaban de lágrimas.
-Dime que te hizo ese maldito! Dónde te tocó?!?- Anthony sonaba tan destruido que más que molesto daba pena y algo de miedo.
-Solo me besó y me tocó un poco…-Day respondió también llorando.
Aquellas palabrerías sonaron amargas y dejaban un sabor horrible en la boca.
Edward miraba la escena de ambos hermanos sin expresión alguna, sin palabras… Solo analizando todo lo sucedido.
-Dónde está mi mamá? Escuché su voz! Debo ir con ella-dijo Day tratando de irse de la habitación.
Edward puso el seguro a la puerta rápidamente dejando sorprendido al menor.
-Ella está curando a Snow, ella no creyó nada de lo que le hablé… Me dijo que no hablara de esto con mi padre y que después hablaría contigo- Tony le miró serio con lágrimas marcadas en el rostro.
-Qué?! No puede ser! Ella tiene que saberlo ella… Ella- Day de quedó en silencio, algo serio.
Susan no podría creerle más a James de lo que le creería a ellos… Verdad?
Day entró en conflicto pues no entendía que acaba de pasar y porque su madre no le creyó a Anthony apresar de ser cierto. Frunció el seño, apretó los puños con ira y decido a esperarla se calmó.
Susan vendría a hablar con él también pues era la víctima aquí, la verdad saldría a la luz y aquel hombre no le tocaría más.
Anthony le abrazó esperando darle consuelo de lo que hace unos momentos ocurría, nada de esta mierda tenía sentido y de haberse percatado de las intenciones de Snow no habría salido herido su pequeño niño.
-Bajaré a por agua para Day, deben de tranquilizarse ambos…- habló Edward de la nada sacándolos de su burbuja mental. El moreno solo les miró extrañamente y se fue de la habitación.
Anthony cargó a Day al baño y abrió la regadera, desnudó al chico dando pequeños besos. Tomándose el tiempo para calmarle, ambos entraron al baño y comenzaron a bañarse mutuamente, en silencio… Desorientados y tristes.
Anthony le abrazó fuertemente de un momento a otro, Day terminó por volver a llorar y sentir que nada más en el mundo era tan seguro como los brazos de Tony.
*Tengo miedo…. No me dejes*
El agua caliente caía sobre sus cuerpos y sus miradas cerradas se hayanban. Sujetándose con fuerza el uno al otro, dejándose llevar por la calidez y el vapor.
-Perdoname Day… Solo quiero protegerte- Dijo apenas audible el mayor.
El chico solo le miró tranquilo, se acercó y le besó con dulzura.
-No te culpes… Todo estará bien-Day tomo fuerza de aquel beso y Anthony le abrazó impestivamente.
-Te protegeré… Lo haré… Nada nos separará- Tony enterró su rostro en el cuello del menor quien también hacía lo mismo en el cuello de su hermano.
Mientras ellos continuaran juntos nada importaba en realidad.
Por otro lado Susan curaba a el profesor y conversaba sobre lo ocurrido algo irritada.
-James, Qué fue lo que pasó allá? No entiendo nada, Porqué Anthony te estaba atacando y que es eso de que te propasaste con mi hijo?- Susan lo jaloneaba de un lado a otro tratando de curarle.
Estaba entre confundida y molesta, no le agradó nada la escena que protagonizaron hace poco y menos las acusaciones de Anthony, si lo que el adolescente decía es verdad… No sé lo perdonaría a James.
-Señora, no entiendo que le ocurre a Anthony, yo solo hablaba con Day sobre las actividades a revisar después de ello se fue para arriba a su habitación a buscar algo y Anthony llegó y me empezó a golpear… Ni yo entiendo que está pasando- las palabras de James sonaban tan convincentes que era imposible creerle.
Su mirada miel apelo a la atracción que ella sentía por él, Susan lo analizó por momentos no entendía el porque Tony atacaría sin razón. Por un lado le daba la duda a James pero por el otro iría a corroborar con Day para llegar a la verdad.
-No veo el porque Anthony te atacaría, James más vale que me digas la verdad- Susan le miró amenazante pues apresar de todo no dejaría que nadie lastimara a su pequeño.
-Susan… Susan por favor debes creerme! Jamás haría algo para lastimar a Day! Tu pequeño es como un hijo para mí… Nunca le dañaría- la voz quebrada daba lastima y sonaba demasiado convincente.
Si todo este problema salía a la Luz sería un escándalo tanto en la empresa como en el Instituto.
-No te creo del todo, pero será mejor que no hables de esto con nadie y menos con mi marido de acuerdo?- A ella no le convenía que Frederick lo supiera, temía tanto que las cosas se desbalancearan y de la nada fuera echada de la vida lujosa todo por acusar a Anthony con su padre.
Si ella llegaba a perder la vida que tanto había anhelado, se moriría.
Susan torció la boca y pensó que sería mejor hablar con Day al final.
Edward se mantenía por el pasillo, escuchando toda la conversación ocurrida entre James y Susan. Sabía que este incidente ocasionaría más problemas que nada y eso le tocaría solucionar también.
Que perdida de tiempo estar arreglando estos asuntos cuando no le concernían en absoluto.
Aunque ahora que sabía ese acuerdo, podría emplearlo para alguna utilidad y quitarse ese peso extra.
"Vaya sorpresa… También ese profesor tenía los ojos sobre él… Esto se vuelve más molesto… Y más interesante" Edward pensó a sus adentros vagamente.
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