Capitulo 23
Eventos y nuevos planes.
Day continuaba abrazado a su amante, el pecho cálido y los fuertes brazos de Anthony le llenaban de alguna manera el corazón. Después de las frías palabras de su madre se puso a considerar si realmente guardaba en silencio su amorío por el bien de su madre o por su propio deseo de no ser separado de Anthony…
Day lamentaba el comportamiento de su mamá, quién solo deseaba que fuera feliz, pero de nuevo ella se comportaba como si hubiese olvidado de dónde venían, las dificultades que pasaron y la humildad que abandonó desde que se comprometió con el Señor Worthington.
El cisne que tanto amaba proteger ahora le había ignorado y hasta amenazado de alguna forma…
Cómo es que su adorada madre le lastimaba así sin sentir algo de duda por los hechos con el Profesor Snow?
Aggh!! Que asco sentía de solo pensar en él, James le había hecho creer que era un caballero, un hombre de respeto… El amor que tanto le profesaba en secreto se apagó tan rápidamente con la osadía mostrada. Esas manos no eran gentiles, no estaban llenas de cariño…. Esas manos no eran las de su hermano.
Day se sonrojó pues Tony también le había abusado y manoseado si no incluso le violó…. Pero, era distinto, Anthony era algo diferente.
-Ya estás más tranquilo?- preguntó el mayor acariciando su cabello dorado.
Su mirada gris no perdía cada uno de los movimientos de Day pues ahora que James había tocado "su propiedad" una furia interna se contenía. El menor levantó la cabeza y besó la barbilla de Tony con cuidado, su mirada calmada y dulce le dió a entender al mayor que estaba más tranquilo.
-Gracias…. Por defenderme- dijo Day nuevamente acurrucándose en su pecho.
Anthony le abraza con fuerza y deja escape un suspiro.
*No te abandonaré…. Eres mío*
Anthony no quería soltarle, pero le constaba que debían aparentar que nada pasaba pues Susan le había amenazado, además sabía que su propio padre no le creiria ni una palabra, sus antecedentes infantiles le pasaban factura hasta estos momentos tan importantes.
Tony se mordió el labio molesto pero asumiendo que Edward lo arreglaría sin que él tuviese que alejarse de su preciado niño.
Por ahora solo quería proteger lo que consideraba suyo y si para ello tenía que encerrar a Day en la habitación por siempre lo haría.
No teme a su padre ni a James, solo al abandono de Day…
Si ese niño supiera que tenía en sus manos a Anthony apresado por esa pasión tan hermosa, las cosas serían extrañas.
Su delicioso veneno se aferraba a él el busca de protección, esa protección que la bruja de Susan no le daba, esto es su mayor ventaja sobre ella… Day no se pertence así mismo y no es ya nada de aquella mujer. Si con este dolor podía encadenar a Day lo haría.
-Amor, debo bajar ya… Mi padre debe estar esperando a que asista al evento… Parece ser que los invitados ya están llegando la música suena hasta acá, Quédate en la habitación y no salgas- Anthony cargó al menor y le acomoda entre las sábanas, cubriendole con el cobertor esponjoso.
-Sí… Está bien- dice el chiquillo con mirada cansada.
-Le ordenaré a Meena que te suba la cena, no salgas de aquí entiendes… No quiero que alguien más te toque- dice lo último con algo de celos en su voz.
Day acepta las ordenes sin pensarlo.
-Sí, me quedaré aquí…. No regreses tan tarde…-Day de nuevo le mira con cansancio, su cuerpo se siente débil… Sabe que en algún momento debe hablarle sobre su salud a su jóven Amo.
-Regresaré no te preocupes- acaricia su cabello desacomodandolo un poco.
Anthony termina de ponerse su lujoso traje negro, peinando su cabello negro hacia atrás.
Day por momentos admira la belleza de su hermano, el porte que tiene y lo guapo que es. Siente celos de solo pensar que ha estado con otras mujeres antes que él, un sabor amargo le llega a la boca y prefiere evitar pensar en Anthony con otra persona.
Luego encuentra extraños todos esos pensamientos y los desecha por lo ridículo que suenan, Él celoso de las anteriores amantes de Anthony? Que chiste tan malo.
-Regresaré pronto quédate aquí- dijo por último Tony luego de darle un beso dulce en los esponjosos labios del menor.
Caminado por el pasillo mira su reloj, pasando de las 3pm esperaba que las cosas con James ya estuvieran solucionadas. Edward le espera al final de las escaleras, los globos y muchos arreglos dentro de la mansión están tan bien acomodados que se sorprendió por un momento, Susan era buena organizando eventos dado a su anterior trabajo en el restaurant.
-Ya están listas las actividades para mañana, tienes una junta después de clases, El director quiere hablar contigo el miércoles y ya está resuelto el problema con el Profesor Snow, te aconsejo que no te descontroles si lo ves en el evento, sabes que tu padre lo incluyó en la lista a último momento- Edward se mantiene inexpresivo y serio como de costumbre.
-Entonces vendrá? Tsk… Que fastidio- Tony toma una postura de niño mimado nuevamente.
-Por el bien de todos solo no lo ataques, ya está resuelto, además tu padre te está buscando ahora- el jóven moreno revisa su tablet anotando en su agenda.
Anthony digiere el asunto respirando con cansancio, pero mira por el rabillo de sus ojos la imagen de Edward.
Tuerce la boca y frunce el seño.
-Manten alejado a James de mi y de Day… Espero que no me falles- la voz amenazante de Anthony no causa nada en Edward quien se mantiene serio.
-Sí, todo está arreglado, no te preocupes por nada- el moreno ni se inmuta con la mirada asesina de Tony.
-Ah… Algo más- dice Anthony ya caminando y alejándose de él.
-Hay algo más que quieres que solucione- dice el otro jóven con sarcasmo.
-No quiero ver ni enterarme que tocas de nuevo a Day… Estás muy equivocado si crees que no me percaté de ese abrazo en la mañana… Mi hermano te confundió conmigo, así que espero por tu bien que cooperes a tus responsabilidades y no formes ideas en tu cabeza- Anthony oscurece su mirada gris y Edward no cambia su expresión seria e inexpresiva.
-Fue un accidente, así como tú dices solo un pequeño error de persona… No seas más molesto de lo que ya eres Tony- Edward arquea la ceja izquierda y tuerce los labios de manera burlona.
Anthony sabía que ese idiota frente a él no era un santo ni nada estúpido. Edward es incluso más peligroso que él mismo.
-Cómo siempre no me decepcionas, tu y yo somos mejores amigos, divertamonos un poco ya que es una fiesta al final de cuentas- Tony le devuelve la mirada retante y Edward solo sonríe cerrando los ojos con calma.
-Tú, Maldito idiota…. Ahh está bien- la voz de Edward suena relajada y ambos adolescentes llegan a la plataforma donde las sillas de los invitados ya estaban ocupandose.
Muchas personas importantes entraban por la puerta principal, siendo recibidos por el personal de la mansión y otros empleados externos.
Luces de color blanco y azúl decoraban los jardines tanto frontales como la piscina de lado oeste, mesas listas para los bocadillos y todo en orden.
Una vez dado el inicio del evento, el señor Frederick subido al podio a dar el discurso relacionado con los nuevos avances que la empresa DRISMA había tenido a lo largo de este año y el año pasado, invitados miraban fijamente las palabras y el gran porte que tenía el señor Wortington, Frederick era un hombre bastante respetado aquel mundo de negocios.
Su joven y hermosa esposa se mantenía su lado del mirándole desde cierta distancia, mientras los invitados prestaban atención a las palabras del señor Frederick, Susan desvío la mirada al fondo de la sala del evento en donde se había percatado de la presencia de James Snow, ese atractivo hombre de mirada sexy… Tan penetrante que la atención puesta en su esposo se desviaba y no podía evitar distraerse.
Después del discurso del señor Wortington, la fiesta comenzó y los invitados degustaban los bocadillos finos y extravagantes, la música estaba algo alta. James se asfixiaba y aunque trataba de sonreír no lo lograba, aquella amargura le dañaba el corazón y su exterior lo marcaba.
Fastidiado de todo y de todos salió al exterior, el jardín se había decorado tan bellamente… Se preguntaba si Day había bajado a la fiesta pero sabía que no sería así, pensaba en ello con la esperanza de acercarse lo más secretamente posible.
El ambiente fresco y viento tranquilo le relajaron por momentos, un enorme nudo en la garganta le dejaba la boca amarga. Solo deseando tener a Day frente a él y poder arreglar las cosas.
Después de todo, Day sería su futuro esposo, no quitaría el dedo del renglón con ese tema. No importaba lo que hiciera ahora, tenía que recuperar a su pequeño sueño…
-Parece que esta fiesta te aburre- habló de repente Susan a sus espaldas.
- No es aburrimiento solo salí por un poco de aire- James trató de no sonar grosero pues no estaba de ánimos para pelear y menos con ella.
-Las cosas para la empresa van mejorando, Frederick sí que sabe Cómo convencer a los de la mesa directiva de la empresa, mi marido tiene talento- dijo Susan con algo de altivez recalcando un poco el hecho de que James no era tan reconocido como Frederick y de alguna forma notaba que James se incomodaba por ser superado.
- Mi querido Tío tiene bastantes talentos- comentó con toda tranquilidad, manejando la osadía de esa petulante mujer.
- No te ves tan cómodo James, Aún te sigue molestando el incidente de ayer Sabes que no te causaremos problemas con mi marido, además no creo en las palabras de Anthony- Susan se acercó a él quedando a su lado, mostrando su evidente interés por seducirle.
El vestido azúl marino de escote escandalosamente pronunciado y el perfume tan penetrante le causaron nauceas. Susan podrá parecerse a Day pero jamás despediría la inocencia que el chico si tenía.
- Te agradezco por el voto de confianza Susan, una persona tan maravillosa como tú es gratificante encontrar- James le siguió el juego, ya que al verla tan interesada en él y los oídos sordos que ponía ante las cosas que evidentemente dañaban a Day pensó en otra manera de llegar a él tal vez el plan B si podría ponerlo en acción ahora que no le quedaban muchas alternativas.
- Por favor James, haces que me sonroje… Un hombre tan atractivo como tú no debería hablarle así a una mujer casada- Susan le sonrió coquetamente a lo que él correspondió, está tonta mujer creía que ahora podía tener lo que deseara.
- Y una mujer casada como tú no debería vestirse de esa manera, podrías gustarle a alguien más- comentó con su característica sonrisa, James tuvo que aguantar las arcadas y lo vulgar que le parecía la mujer.
Solo que le quedaba tratar de asimilar la belleza de Day entre el rostro de ella.
- Como siempre tan galante lastima que tú bello rostro este tan maltratado- río coqueta y continúo.
-Nada de esa seriedad tuya me la creo James, Dime tienes pareja? Puesto que alguien como tú no debe estar soltero- Susan tocó su mano y con la otra sostenía una copa de champagne, el ambiente se tornó seductor y las miradas azúl y miel se encontraron. Ella podía jurar que la atracción era mutua y una pequeña sensación de victoria le hizo sonreír de más.
- Pues en realidad hay una persona que me gusta… Pero es una persona que me es prohibida- el cuerpo de James se acercó más y la fragancia del apuesto Profesor le llegó a la nariz. Ese hombre era tan perfecto… Su voz, su cuerpo, casi todo en realidad pues a diferencia de Frederick James era jóven y también rico, le llamaba tanto su atención que podía incluso jurarce capaz de abandonar todo por aquel hombre.
- Porqué sería una persona prohibida? Acaso aquella mujer ya está comprometida?- preguntó notando las señales que James le mandaba pues "aparentemente" de estaba refiriendo a ella.
- Tal vez… O tal vez no, eres muy curiosa Susan- dijo James melosamente.
-Pensé que habías dejado en claro que me llamarías señora y no por mi nombre, A caso has cambiado de parecer?- la mujer deladeaba la cabeza dejando expuesto su cuello, tentandolo con sus encantos.
-Sólo intento hacer más amena la conversación, te molesta que te llame por tu nombre?- El apuesto Profesor se acercó un tanto más, la situación se ponía más caliente y más peligrosa. Estaba siendo demasiado arriesgado pues había mucha gente dentro capaces de verlos y malinterpretar todo.
- No claro que no… Después de todo sería bueno que fuésemos amigos…- Susan le miró de nuevo a los ojos y ambas miradas se enredaron entre si de manera sexual.
Ohh ese hombre era tan endemodiadamente sexy que se moría por besarle en ese preciso momento.
- Debo felicitar a mi tío por tener un esposa tan bella como tú, dado que ha sido quien organizó todo tan bien, no sólo eres hermosa sino lista, inteligente…. Mi tío no es el único con talentos- James se alejó un poco dándole un sorbo a su propia copa, necesitaba juntar valor para seguir fingiendo.
Tanto asco le tenía y sin poder expresarse… Maldición! más valía jugarsela bien con esa vulgar mujer ya que si no lograba el perdón de Day no le serviría en lo absoluto enredarse con aquella mujer.
-Podrías tener una mujer como yo Si tan sólo te lo propusieras… Qué? Tenés acaso temes no tener éxito con ella?- Susan sonrió como adolescente enamorada y bajó su mirada a la entrepierna de Él.
- No temo tener éxito con ella, sólo me cuestiono si aquella persona me correspondería- decía tan galante que causó un suspiro fugado de la garganta de Susan.
- Tal vez si lo hace tal vez no… Tú mismo deberías investigarlo no te parece?- La mujer tomó un sorbo de la copa en su mano y paseó la orilla de la misma sobre sus labios rojos.
"Tú también serías mío… Solo acércate más" pensó animada la rubia mujer.
- Me parece una excelente idea- masculló James sonriendo sensual y tranquilo. El jóven profesor se alejó un poco de ella sin que la mujer entendiera aquel movimiento.
- Susan cariño con que aquí estabas… Oh! James tú estás también aquí, Me alegro de que hayas venido al evento- La voz de Frederick la descolocó por un momento haciéndole enfadar en el fondo de su corazón.
Su apuesto Profesor había visto de alguna forma que Frederick se acercaba y fué más prudente que ella.
No solo era estúpida si no también suicida.
-Tío es un placer verte de nuevo, le comentaba a Susan acerca de lo maravilloso que ha resultado el evento, ella es muy eficiente- James sonó tan amable y tranquilo que sorprendió a la mujer. Debía admitir que sabía fingir muy bien sus emociones aquel guapo hombre.
- Verdad que sí? Mi querida Susan un estuche de sorpresas- dijo con cariño el hombre mayor.
La situación se tornó agradable para ambos caballeros pues la plática tomo un giró administrativo, entre palabrerías técnicas de la empresa y cosas de la escuela de los chicos. Todo ameno y agradable, mientras ella solo sonría cariñosa a su esposo y manteniendo silencio en sus labios.
No podía perder aún el amor de Frederick…. Después de todo…
Susan si quería a ese hombre, pues le había ayudado mucho y la había aceptado tal y como era. Claro que eso no impedía el deseo que sentía tan abrumador por James… Ese hombre sería también suyo y no importaba si le terminaba mintiendo a todos.
Day no podría estar enojado por siempre y también aceptaría ese nuevo matrimonio si se llegaba a concretar, pues su adorado niño siempre fue muy obediente y nunca le dió problemas. Day era el hijo perfecto y aunque era algo pesimista a los ojos de ella, lo adoraba con todo su corazón.
Day era y siempre sería su sol.
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