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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Holiiii les traigo otro capítulo jejeje mañana también actualizaré, últimamente eh estado ocupada pero trataré de subir capitulos diariamente, si no les aviso.

XP

Capitulo 31
Rivalidades





Un beso en los labios fue sellado después de más palabras de amor, un juramento de dedicación y devoción terminaron por ser emitidos y aquella boca que se atrevió a tocarle. 
James Snow estaba rozando ya con lo ilegal, atreviéndose de aquella forma al tocar al menor estando a un inconsciente, levantó la bata que portaba Day, observó el delicado cuerpo con solo unos bóxers blancos debajo, mismos que retiró, dobló y guardo dentro de su saco, el menor inconsciente no se percataba de nada. James siguió analizando su cuerpo que aún se encontraba vendado y con algunos parches sobre los tan marcados hematomas.

Su belleza era única… Tan especial que apesar del daño se mantenía maravillosamente perfecto.


Pero sintiendo tristeza por todo el daño que había sufrido la piel, él deseaba protegerlo y acapararlo en su totalidad, le dolió incluso verlo en aquel estado.
Estaba seguro que nada de lo que había mencionado el doctor que se supone que fue informado a los señores Wortington era verdad. Estaba más que seguro sobre la verdadera causa de todo ese daño había sido por un abuso sexual.

Todas estas ideas le estaban provocando un dolor de cabeza, un nudo en el estómago resultado de su propia envidia. No le agradaba Para nada la idea de que alguien más se atreviera a tocar lo que consideraba suyo. Él le había puesto sus ojos desde el primer momento en el que se conocieron en aquel callejón, su destino de ambos estaba sellado por aquel fortuito encuentro. 

Era el destino! Ese niño era su destino y no permitiría que nada ni nadie arruinarse Su futuro, mucho menos la patética de Susan que se pasaba pegada a él siendo tan poco discreta sobre el romance que tenían ellos dos. Que en realidad sólo era unilateral, Susan no era nada fea pero si resultaba ser un dolor en el trasero.

Ridícula y pretenciosa mujer.

Acercó nuevamente su rostro a la cara del menor, besando  nuevamente aquellos labios esta vez profundizando el beso causando que el chico empezara a moverse por la incomodidad y porque parte de la anestesia se le estaba pasando la efectividad.

Una vez que separó su rostro de aquel pequeño, miró con asombro y algo de pánico que los hermosos ojos azules se encontraban abiertos.
-Day despertaste al fin! Cómo te sientes?- preguntó al profesor algo alegre y nervioso al mismo tiempo.
-Eh? mmmm- El menor intento hablar pero se percató del dolor en la garganta y simplemente trato de centrarse en la realidad.

- No te esfuerces mucho, estás en el hospital llevas así un buen rato dormido, los doctores mencionaron que te caíste de las escaleras… Pobre pequeño esa caída debe haber sido dura- James tuvo la osadía de comenzar acariciar su cabeza causando que en menor se moviera bruscamente tratando de alejarse de él.
-No te muevas de esa manera te puedes volver a lastimar… Eh estado al pendiente de ti todo el tiempo, me alegra que ya despertaras, Por el momento debes descansar, debo avisar a los doctores que ya despertaste- dijo James tratando de tomar el crédito de haberlo cuidado por tantas horas.

Day seguía sin entender Cómo es que había terminado en el hospital, Y de qué caída era la que estaba hablando aquel sujeto. Intentando hacer memoria sobre los hechos ocurridos anteriormente vino a su mente recuerdos de la discusión con Anthony, de los gritos y los golpes y en qué situación se había desmayado… Las lágrimas empezaron a desbordarse de sus ojos.

Maldición! Anthony de nuevo le había lastimado Aunque había prometido no volverlo a forzar.

Tenía ganas de gritar, de salir corriendo del hospital. Ya no se sentía seguro en aquellos brazos que se atrevieron a dejarlo en tal estado, estaría loco Anthony sí pretendía que nada malo hubiese pasado, quería gritar por ayuda, se sentía tan impotente… tan frustrado…

Ese despiadado adolescente había mancillado nuevamente su cuerpo profanando su corazón Y de nuevo lo regresaba al mismo estado de tristeza y suciedad que le había dejado la amarga experiencia de la primera violación. 

Se sentía tan sucio, utilizado y  engañado…. Cosas malas que su corazón se aceleró descontroladamente. James se percató que el menor estaba entrando en un ataque de nervios  totalmente en silencio por la impotencia de no poder gritar.

El espíritu de Day se sentía roto y demacrado, el chico intentaba  aferrarse a su propio cuerpo buscando desesperadamente abrazarse a sí mismo, asustado de lo que fuese a pasar una vez saliendo del hospital. Suponía que sus padres Ya sabían lo que había ocurrido y aunque no quería destruir el matrimonio de su madre sería un alivio para su alma si todo aquel maldito Idilio entre él y Anthony terminara. Aquella idea lo relajó un poco puesto que significaba una salida a su jaula de oro, a la que se encontraba forzado sólo por la felicidad de su madre… Y algunos sentimientos por su hermano mayor.

James intento tocarlo de nuevo, el menor trató de retroceder mirándole con cierto odio, ese guapo hombre también se había atrevido a romperle el corazón arruinando su primer amor.
-Day No te asustes todo está bien, te prometo que todo mejorará… No temas no te haré daño- dijo aquello tratando de sonar lo más dulce posible. El niño negó con la cabeza y frunció el ceño mostrándole que aún lo despreciaba. Acto que hirió el orgullo del profesor echándole en cara el incidente de hace unas semanas…

James apretó ambos puños tratando de contener su enojo pues ya tenía suficiente con tener que soportar los berrinches y exigencias de la madre como para ahora tener una mini versión de ella que sí amaba pero que no le iba a tolerar esas actitudes.
- Te dije que no te voy a hacer daño, Acaso nunca me vas a perdonar? Pensé que tú y yo éramos amigos… Lo recuerdas? Solíamos llevarnos también, platicábamos en el Instituto… Lo recuerdas verdad?- James trataba de sonar amable pero su rostro mostraba una frustración contenida y algo de dolor escondido entre sus ojos color miel.

Day sólo puedo pensar que aquel hombre frente a él en verdad necesitaba ayuda psicológica. Cómo es que pretendía que aquel incidente se pasara por alto y se ignorara así como su madre le había pedido no creyendo en sus palabras? El daño estaba ya hecho, nada de lo que dijera o hiciera aquel hombre que una vez le gustó cambiaría el ataque y el abuso de confianza que había hecho. 

Lo que le recordó que posiblemente haya sido el mismo Anthony quién lo había trasladado  al hospital, de cierta manera Day lo agradeció a sus adentros pero no dejaba de causarle rabia impotencia el motivo por el cual estaba ahí.
-Day podemos volver a ser amigos, Te… Te prometo que esta vez te trataré mejor y no haré nada de lo que tú no quieras… Podemos volver a ser amigos?- James seguía hablando y hablando tratando de llamar la atención del menor quién Aparentemente estaba distraído por algo más. 

El apuesto profesor tratando de forzar otra amistad se acercó a Day y le tomó de ambas manos asustando al menor lo que hizo que reaccionara abruptamente molestado a James. Las negativas de ese niño le empezaron a molestar, Acaso se atrevería a despreciarle después de todo lo que ha hecho por él? Se estaba sacrificando al estar con su horrible madre todo por estar juntos, ya hasta había decorado una habitación totalmente para el menor cuando llegaran a vivir juntos.


Ese niño no podía rechazarle así, no lo aceptaría.


Tomando fuertemente las manos del menor busco enlazar sus miradas como aquella primera vez en las que sus ojos se encontraron.
Moría por tener la misma unión que  alguna vez hubo entre ellos dos, la atracción de la cual estaba seguro aún se encontraba viva en el interior del chiquillo.

Day a pesar del dolor que sentía en su cuerpo, trato de negarse al intentar zafarse del fuerte agarre, aunque no podía gritar por el dolor en su garganta trato de pelear lo más que pudo por su tan preciada libertad.
De repente la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una Anthony bastante confundido con un par de cafés en envase sobre sus manos. Las pobres e  inocentes bebidas terminaron en el suelo al ver aquella imagen en donde alguien más trataba nuevamente de arrebatarle la persona que consideraba su felicidad. Corrió nuevamente en un ataque de celos alejó el cuerpo de James lejos de Day, entrando en una crisis de ira.

- Tú maldito Imbécil!! Cómo te atreves a tocarlo?! No vuelvas a poner tus sucias manos en él!!- Anthony comenzó a gritar y a interponerse entre el pobre niño sobre la cama y el profesor que se encontraba ya de pie frente a ellos.
- Cómo te atreves a interrumpirnos?! Estábamos conversando sobre nosotros y tú vienes y metes tus narices donde nadie te ha llamado!!- James perdió la máscara de amabilidad y  cortesía que tanto le caracterizaban. Su porte de caballero se había quedado en el olvido.

- De qué mierda me estás hablando?! Tú no deberías estar aquí! Tú sólo causas problemas y discordia donde sea que vas…. No quiero que te la vuelvas a acercar a MÍ Day!! No quiero que lo mires! No quiero que lo toques, Te lo prohíbo!!-  Anthony trató de esconder a Day atrás de su fornido cuerpo, el menor sólo se encontraba totalmente desconcertado tanto así que no podía ni reaccionar.
- Tú me vienes a prohibir a mí algo?! Si eres tú quien le causa más daño, apuesto que tú lo golpeaste, No es así? Lo odias porque tu padre se casó con su madre y desquitas tu frustración con él- James no estaba midiendo ni una sola de las palabras que decía.
- Tú no eres nadie para meterte en nuestra relación! Te la pasas tratando de entrar en esta familia,  de ser alguien para mi padre cuando en realidad no eres más que un maldito oportunista hijo de puta que siempre intenta hacerme quedar mal!!- Tony también tenía muy en claro el tipo de persona que era James y lo molesto que le resultaba.

- Y tú quién te has creído para juzgarme a mi Y a lo que yo hago con mis relaciones?! Soy yo quién te prohíbe acercarte a mí Day!! No quiero que lo mires no quiero que lo toques ni que te le acerques!- los gritos del profesor cambiaron una un tono más profundo denotando así que sus intereses eran más importantes que él bienestar del niño.
-Tú Day dices? él es mío y sólo mío!! Todo de él me pertenece! Su cuerpo,  su vida, su alma, sus sueños, TODO! No permitiré que alguien tan embustero como tú ponga un dedo de nuevo en él!- Anthony no estaba razonando nada de lo que su boca decía, era simplemente su corazón el que hablaba y tal vez esos bajos instintos qué tanto le incitaban a hacer cosas.

-Tú Day?? Que putas dices?!! Ese niño es mío! Yo lo conocí primero yo lo vi primero!! Es mío!!- Los gritos tan sonoros llamaron la atención de las enfermeras que inmediatamente entraron a llamarles la atención.
-Qué que está ocurriendo aquí? Esto es un hospital no pueden estar gritando ni peleando, Salgan de aquí ahora mismo!- La enfermera en turno se mostró bastante molesta, mirando que el paciente se había hecho un ovillo en su propia cama y asustado por los gritos sólo conseguía abrazarse a sí mismo.
- Usted no se meta!!- gritaron al unísono ambos hombres.

La enfermera salió de la habitación en busca de apoyo de los doctores y de personal de seguridad.
- Será mejor que te mantengas alejado Snow, Day me pertenece sólo a mí….- gruñó Anthony tratando de marcar su territorio.
James por momento recapacitó tratando de centrarse las palabras que ambos estaban diciendo… Cuando cayó repentinamente en las oraciones ya mencionadas.
-Tú… Estás enamorado de Day?- preguntó al profesor sorprendido. Estaba seguro de la heterosexualidad de Anthony Por lo cual había descartado algún tipo de relación amorosa entre ellos dos, pero para su sorpresa su mayor rival de amores era justamente ese adolescente creído. No debió subestimarlo. 

Para las palabras y la confianza que expresaba sabía muy en el fondo que esos dos se habían tenido sus encuentros, lo cual le causó más ira y rabia pues él se había prometido y jurado Asimismo que era la persona que obtendría primero la virginidad ese niño. 
Qué decepción! Ahora no sería el único hombre con el que ese chiquillo había estado, su deseo de ser el todo para Day se estaba derrumbando. Esto lejos de querer rendirse incremento su rabia y el anhelo por monopolizar en su totalidad a ese niño lo más pronto posible.

-Nuestro noviazgo no te incumbe en nada! Al final solo somos hermanastros y no existe sangre que nos una… Day es de mi propiedad y ni tu ni nadie puede acercarsele!!- Tony empujó al otro en un ataque de celos.
-Maldito!! Day está mal por tu culpa! Tu le hiciste daño y pretendes alejarlo de mí!! Ese niño es mío! Es mío y solo mío!- James devolvió el ataque golpeando a Anthony en el rostro.
-Hijo de puta!!- La ira cegó a el adolescente yendosele encima al profesor. 

Un golpe tras otro hizo sangrar ambas narices, mientras los labios eran rotos y sus cuerpos rodaban por el piso atacandose salvajemente. Puñetazos iban y venían, el adolescente había estado en el club de Boxeo y en talleres de artes marciales mixtas, mientras James había practicado karate y defensa personal bastantes años.

James atinó un golpe bastante sonoro al ojo de Anthony, mientras el adolescente le metió un rodillazo bastante fuerte a las costillas. Un par de locos matandose solo por celos, tratando estúpidamente de mostrar su superioridad territorial.
En solo momentos tres guardias de seguridad junto con un enfermero bastante alto habían entrado a la habitación a separarlos, lo cual resultaba difícil pues eran demasiado agresivos.
 Entre jaloneos y patadas fueron sacados de la habitación armando un verdadero escándalo, llamando toda la atención del personal médico, pacientes desconcertados y gritos por todos lados.


Por fuera de la puerta solo aún lado, se encontraba Edward quien había grabado nuevamente cada una de las palabras dichas junto con la pelea tan estrepitosa.
Una vez guardado el celular, entró a toda prisa dónde Day estaba siendo calmado por el enfermero. El pobre niño estaba asustado y molesto por todo lo sucedido, miedo y coraje  frustraban su corazón. 
En qué mundo de mierda terminó metido solo por aquel matrimonio tan precipitado? Ese cuento de hadas descrito por su madre no eran más que asquerosas mentiras.

-Day!!- gritó Edward mientras corría a abrazarlo. El menor tan pronto como lo vió también trató de correr a él  aunque por su dolor físico fue detenido.
-Day estás bien? Esos idiotas te lastimaron?- El adolescente le miraba exponiendo sus emociones, tristeza y preocupación a montones. El chico le correspondía el abrazo llorando quedamente, su garganta dolía y no solo por tenerla dañada si no por el nudo emocional que tantas cosas le ocasionaban.
-Edward… Ellos… Están locos… Ayúdame- Mirandole con su azúl quebrado Day masculló con un hilo de voz.
Edward tragó saliva duramente.


No podía soportar tanta desgracia para su pequeña obra de arte, era injusto…  


-No llores, te prometo que arreglaré todo…. Lo arreglaré- dice Edward con la mirada oscurecida.
Esto estaba llegando a sus límites, ese par de idiotas habían sido expulsados del hospital sin llamar a la policía solo por un soborno más esta vez por parte de James por ser ambos de familias conocidas publicamente no querían que la prensa se enterara de sus peleas personales, Eso arruinaría la imagen de político que deseaba en el futuro James. Susan no aparecía por ninguna parte y el Señor Worthington estaba muy atareado con asuntos de DRISMA.

Esa familia tan prestigiosa era un total caos. 

Day se recostó en la camilla de nuevo siendo acurrucado en el pecho amplio de Edward, quién a decir ver era también bastante alto no más que Anthony quien medía 1.83m o James que rozaba el metro noventa,  él apenas medía 1.79m, su cabello era negro azabache entre despeinado y arreglado. Manos grandes y venosas, de torso ancho y voz serena, bastante guapo siendo sinceros pero siempre opacado por Anthony… Siempre atrás de él.

Day sintió algo de paz al abrazarle y decidió no pensar más sobre lo ocurrido, solo deseaba que Edward no le soltara… Sintiendo protección por parte del adolescente.
Mientras el menor seguía aferrado a él, aprovechó para enviar un mensaje de texto.

"Hola Lizzie soy Edward amigo de Day,  nos conocimos en la heladería aquella vez, él no se encuentra bien y ha sido hospitalizado, ven mañana cuando puedas al Hospital Privado Lesttad , gracias."


Guardó el teléfono celular en su bolsillo trasero y continúo abrazando al chiquillo, consolandole cariñosamente. Deseaba que viniera alguien que si podía hacerlo sonreír con facilidad le diera más tranquilidad de la que él le brindaba en aquellos momentos. Day poco a poco se comenzó a dormir en el pecho de Edward, dejando que la colonia del adolescente le adormezca sutilmente, pasaban de las 9:15pm y Susan aún no llegaba.

El Señor Frederick llamó a Anthony quien se encontraba más que molesto siendo atendido de sus heridas en otra clínica particular. 
-Hijo iré al hospital mañana podrás quedarte con Day esta noche? Susan regreso a la casa, se siente cansada y no puede quedarse con Day- Su padre va directo al punto sin siquiera saludarlo en cuanto entra la llamada. 
-Sí… Yo me encargo- responde cortante.
-Mañana iremos a ver a tu hermano, cuídalo de acuerdo?- termina de decir y cuelga. 
Anthony molesto se baja de la camilla y sale de aquella clínica sin agradecerle a las enfermeras que le hayan curado el rostro. Un ojo morado, el labio partido y marcas por partes iguales en la mandíbula enmarcan su cara de manera vergonzosa. Ese imbécil de mierda le dejó lastimado tanto del rostro como de su abdomen, le cuesta caminar pero sabe que se lo merece. Esto no es nada a comparación del daño que causó en su niño adorado. 

Ahh! Se sentía una total basura, Cómo pudo dejarse llevar por sus impulsos nuevamente? Cómo dejo que sus celos le cargarán de nuevo? Acaso había enloquecido? Ese maldito de James le había dejado muy en claro el interés sobre Day y eso irritaba. Le había dado una orden a Edward de mantener a Snow lo más lejos posible de Day, Cómo se había atrevido a aparecer frente a su niño y encima de ello a querer tocarle de nuevo?
Tomó su celular y llamó molesto a su asistente inútil, el timbrado de llamada le impacienta hasta que escuchó una voz baja.
-Ahora no puedo hablar,  Qué quieres?- Edward respondió musitando, no deseaba despertar al niño en sus brazos.

-Cómo putas no respondes?! El idiota de Snow estuvo hoy en el hospital y tuvimos una pelea! Se atrevió a tocar de nuevo a Day!! Se supone que arreglaste el asunto y ese cabrón apareció poniendo sus manos sobre mí amante!!!- Tony estaba histérico, mientras Edward alejaba la bocina del celular a otro lado evitando que la sonora voz de ese loco despertara a Day.
-Eres un puto inútil!! Ese bastardo volvió a tocarlo!! Lo tocó!  Puso sus sucias manos en él y me resfregó en la cara que él quería quedarse con Day! Cómo llamas a este puto problema algo resuelto?! Ah?!- su voz sonaba cansada pero furiosa.

-Tú madrastra fue quien le llamó, si ella hace que se acerque a él no es algo que pueda controlar…- responde Edward tranquilo, mientras acaricia los cabellos dorados del menor.
-Es tu responsabilidad!! Tenías que alejarlo de lo que es mío!!- grita colerico.

-Es inmaduro de tu parte no aceptar que la gran mayoría de las cosas no se pueden manipular, no puedo hacer magia con tu madrastra, además ambos sabemos que si Day está en el hospital es porque lo necesita… Después de todo si realmente lo amas dejarás que él se quede aquí y si el Profesor se le acerca no es culpa mía, la Señora Worthington lo a autorizado, habla con ella y dile que quieres, tu madrastra está fuera de mis límites- Edward habla sereno mientras mira la tranquila expresión del menor.

Es como una hermosa Hada apresada.

-Lo que Susan quiera a mí me interesa un carajo!! Aleja a James de mí Day o te mataré!!- Tony no controla sus arranques nuevamente.
-Ya me encargo de que no le dejen pasar al hospital, aunque dudo que también te permitan el acceso por haberte peleado, que es lo más seguro que hiciste- Edward finge no haber estado presente durante el suceso.
-Ve al hospital y vigila a Day, yo no puedo ir pero tú sí, Es una orden! Espero que está vez mantengas lejos a Snow… Si me sigues fallando cavarás tu propia tumba entendiste?!!- gruñido tras gruñido que eran ignorados por un Edward feliz. 

"Day tiene una nariz pequeña y fina, además huele muy bien" piensa a sus adentros el adolescente moreno.

-Yo lo arreglo… Ahora solo ve y duerme en un hotel que si llegas a tu casa con esa cara tu padre enloqueserá, mañana hablamos- el jóven moreno mantiene su tono neutral importandole poco lo que Anthony haga.
Repentinamente se escucha el sonido de colgado, ese tintineo de una llamada terminada. Sonríe pues está acostumbrado a que le cuelguen así las llamadas, su pequeña obra de arte duerme en sus brazos en aquella camilla. 
Se cubre con la manta y decide descansar junto con él.

Dulces sueños Day.
Notas finales:

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