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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Holiiii les traigo otro capítulo, mañana hay también actualización, como eh estado algo ocupadita trataré de subir también diario, les avisaré  

:3

Capitulo 32
Guardando apariencias.





Una sensación placentera de paz y tranquilidad mantenían el cuerpo de Day calientito, el sol se asomaba por el orizonte apreciado por estar en el tercer piso de aquél hospital privado. Una enfermera entró y en silencio suministro medicamento por el suero del chico, cambió el vendaje lentamente tratando de no despertarle. 

Edward quien había oído la puerta abrirse prontamente alejó el sueño de sí mismo y trato de ayudar a la enfermera en turno. Mientras cambiaba el vendaje revisó las heridas en el abdomen dándose cuenta ambos que el chico no traía ninguna ropa debajo de la bata. 
Esto sonrojó a ambos pues a pesar de estar herido el cuerpo del menor era muy bonito. 

La enfermera no entendía como el chico no traía ropa interior si ayer que había venido en la tarde antes de la pelea con ese par de locos a cambiar los vendajes en el ano del niño, traía puesta ropa debajo.
Edward se sonrojó a mil por mirar a Day desnudo, sin duda era hermoso.
Una perfecta escultura humana, delicado, firme y suave. De piel lechosa y dulce aroma, delgado pero con buena masa muscular en caderas dándole un pomposo trasero y largas piernas. Edward quería grabar la imagen de Day en su mente lo más que pudiera.

-Y su ropa interior? Usted se la quitó?- pregunta la enfermera desconcertada sacando a Edward de su ensoñación.
-No, yo no le he tocado indebidamente…- responde serio.
-Entonces le pondré una ropa para que no se quede así, el paciente está avanzando bien, la herida va bien en color y cicatrización…- responde la enfermera buscando en los cajones de al lado donde anteriormente Susan había traído una muda de ropa para su hijo.

Ella lo vistió, terminó de anotar todo en la bitácora y se fue de la  habitación. Edward se quedó analizando el porque Day no tenía ropa interior, no era algo tan importante pero si  llamo su atención. A decir verdad eso le agradó pues pudo admirar la belleza de su cuerpo y quedarse con esa imagen grabada en su memoria. 
Volvió a recostarse a su lado y abrazó de nuevo al chiquillo con ternura.

Pasaron las horas y siendo un sábado no tenían que preocuparse de las clases, el menor despertó un poco adolorido de su interior, los médicos le habían dado indicaciones de solo comidas líquidas y vitaminas en el suero. Day se sentía relajado al lado de Edward quién extrañamente esa mañana parecía más atractivo de lo usual y es que verlo todo despeinado y atento a él le hacía sentirse inexplicablemente cómodo y felíz. 

Frederick había llegado trayendo regalos desde temprano, globos y flores amarillas para su pronta recuperación.

Aquel nombre se quería comportar como todo un padre, a pesar de no tener una relación estrecha con el menor intentaba acercársele,  deseaba poder desarrollar un vínculo fuerte. Por el momento Aún se encontraba molesto con las actitudes que Susan había tomado desde hace unos días, Pero eso no quitaba qué de cierta forma conservaba esperanza de ser esa familia unida qué tanto quería.
Tocó la puerta y abrió dandose paso con todos los regalos en sus brazos.
Repentinamente se sorprendió de ver al mejor amigo de su hijo mayor ayudándole a su hijo menor a beber de un jugo que le habían traído las enfermeras como desayuno.

Estaba seguro de que encontraría a Anthony apoyando a su hermano pero no le sorprendía él no verle por ningún lado. Sabía que cuando se quería librar de alguna responsabilidad designaba a otra persona para que se hiciera responsable de lo que él tenía que realizar.
-Señor Buenos días, es grato verlo de nuevo- Saludó Edward amable.
- Buenos días chicos, veo que ya andan despiertos… Cuéntame cómo te sientes Day?- El Señor Frederick se aproximó a la camilla y le sonrió.
- Hola, un poco mejor gracias, el doctor vino hace poco a verme, nos dijo que yo estoy avanzando bien de hecho él volverá dentro de un rato- Day se encontraba de muy buen humor ya que había dormido de lo más tranquilo, además ya podía hablar un poco mejor.
Esto era extraño decir verdad, se había acostumbrado a dormir en los brazos de su hermano mayor pero al dormir en los brazos de Edward su corazón y su espíritu hallaron un poco de paz.

Era ridículo pues sabía que Edward siempre haría lo que su hermano mayor le mandase, no podía evitar pensar que las actitudes amables y dedicadas eran sólo una simple actuación de parte del otro adolescente por cumplir las órdenes qué le fueron indicadas.
Pero por otra parte no sentía que el otro había sido hipócrita con él, no. Edward parecía un robot siempre, pero había notado que independientemente de las continuas órdenes de su hermano Aquel chico no tenía nada que ver con su personalidad.

No quería mezclarlos y decir que ambos adolescentes tienen el mismo modo de pensar puesto que no le conocía muy bien todavía a  Edward, y comenzaba a sentir curiosidad por todas aquellas expresiones y frases que la adolescente de ojos cafés pudiese decir o hacer. 
- Anthony fue al baño? Es que no lo veo por ningún lado de la habitación- pregunta al Señor Worthington.
- Tony no durmió aquí quien se quedó a cuidarme fue Edward- soltó el menor repentinamente con algo de molestia, no permitiría que el amigo de su hermano de nuevo en cubriera con mentiras creíbles. 
Esto sorprendió un poco al adolescente mayor, Aunque tenía las intenciones de hacer las cosas más amenas para Anthony y que de esta manera no recibir alguna represalia por no permanecer en el hospital simple y sencillamente no metió sus manos en la explicación que Day le brindaba a su padrastro. 

Para ser sinceros no quería mover   ni un solo dedo para evitar que fuese castigado su mejor amigo.
Qué más da? Al final de todo de quién es la culpa?
-Ah, la verdad esperaba algo así, pero me alegra de que tú te hayas quedado a cuidar a Day, eres un amigo leal… Muchas gracias por tus atenciones Edward- Dice con gratitud el Señor Frederick, quien muestra una clara expresión de decepción por su propio hijo.
- No hay de qué, para mí es un placer poder ayudarle, además Day es mi amigo también, me gusta pasar tiempo con él y me da alegría que ya se encuentre un poco mejor- responde el adolescente sinceramente.

Day logra ver que la expresión en el rostro de Edward se mira gentil y calmado, esto le sonroja inconscientemente haciendo que el pobre niño intente ocultar su rostro bajando su mirada. 
Rayos! Por un momento le había parecido muy guapo el mejor amigo de su amante. 
Aunque para ser honesto a si mismo... Edward era bastante atractivo.
- Qué bueno que ahora son amigos, si te encuentras cansado puedes  regresar a tu casa siéntete libre de hacerlo, yo cuidaré ahora de Day- menciona el padrastro con una sonrisa sincera.

- No se preocupe por mí, me encuentro bien, dormí aquí en la habitación y ya hasta desayunamos… Sólo estoy esperando a que su esposa venga pues tenía entendido que tenía que estar aquí, eso me dijo Anthony- dijo creíblemente metiendo a su mejor amigo y Susan el problemas.
-Eh? Ella me dijo en la mañana que vendría para acá, pensé que también se encontraba en la cafetería, Ella no ha llegado?- Frederick esta vez no esconde su decepción pues sabe qué últimamente ella desaparece.
Lo que más me decepciona es que no esté al tanto de su propio hijo quién aún se encuentra convaleciente. 

No se supone que su Ángel era una madre ejemplar? Cuando la conoció ella se encontraba muy preocupada de lo que su hijo pensara de aquel futuro matrimonio. No entendía Por qué ocurrió el cambio dentro de ella, Aunque posiblemente no era un cambio, sino simplemente había salido a flote su verdadero carácter.

El Señor Frederick de nuevo comenzaba a sentirse inseguro sobre ese matrimonio tan apresurado, se estaba torturando con ideas de un separamiento para pensar las cosas, todo al principio había sido una hermosa luna de miel, en realidad la quería y no temía en formar aquella familia de la que una vez hablaron. Ese matrimonio había ocurrido tan rápido y se estaba muriendo con tan sólo unos meses.

- Lo lamento Señor, la Señora Susan no ha venido aquí desde ayer que fue internado Day, probablemente haya ido al spa, a desayunar algún restaurante o bien tal vez se encuentre con el profesor Snow- menciona Edward de una manera muy amena como de le cualquier cosa se tratara.


Es casi imperceptible la cizaña que suelta.


-Ahh..- Suspira aquel esposo cansado y luego pregunta.
- Porqué estaría con James?- la curiosidad le hace cuestionarle.
- La verdad es que no lo sé, el día de ayer llegué a verlos platicando agradablemente, Supongo que tienen una buena amistad… Así que imaginé que ella se encontraba con el profesor para poder tomar la licencia qué le darán a Day por encontrarse en el hospital, Usted sabe que en el instituto Ahora nos encontramos en exámenes- Edward tomó una postura educada.

Day los mira ambos sintiendo una incomodidad respecto al tema de su madre y al del profesor, ella ha tomado una clara posición respecto a los intereses del profesor. Sabe que su madre ama a su padrastro, pero se percata que durante las noches ella solía salir a uno de los balcones a platicar por el teléfono cosas que no lograba percibir Con un tal James, quien asumió que era otro sujeto, Aunque bien podría ser el mismo James que todos conocen. 

Podría ser sólo conjeturas suyas, pistas y sospechas sobre un posible complot, en uno de los casos peores algún Romance, esta segunda idea fue descartada de su mente con rapidez. 
Sabía que el profesor estaba loco por él tanto que todo el amor que una vez sintió al verle por primera vez se esfumó rápidamente. Pero de ahí, a pasar a tener un romance con su madre quién apenas tenía unos meses con ese matrimonio era la idea más ridícula, bizarra y asquerosa. No imaginaba que su madre era capaz de esos hechos y de que el profesor estuviste tan obsesionado con su persona. 

No, Tal vez sólo lo estaba imaginando pues él también tenía sus propios problemas, tenía bastante con Anthony encima de él todo el tiempo, con el asunto del instituto y sus exámenes entre otras cosas. Dejaría que esto se resolviera y saliese a la luz poco a poco. Al final de cuentas, él era hijo de Susan sí, pero no era nadie para juzgarla por ser su madre y la persona que más amaba en todo el mundo.

El señor Worthington tomó su teléfono celular y llamó a su esposa pero no le respondió la llamada, de nuevo ingreso a su lista de contactos y en esta ocasión llamó al profesor Snow quién también misteriosamente no contestó la llamada. O esto era una simple coincidencia o se estaba dejando llevar por sus celos. 

De alguna u otra forma tal vez había fundamentos para aquellos celos Pues en la noche del evento para la empresa había notado Que su esposa se desapareció y casualmente estaba hablando con James en jardín, cerca de una de las Terrazas Donde había mandado a plantar cientos de tulipanes rosas sólo por capricho de su esposa.

Pensándolo mejor y analizando un poco más la situación en aquella noche las expresiones corporales de ellos y las sonrisas que se daban no parecían ser de una simple amistad. Aunque estas ideas resultaban dolorosas no podía llegar a pensar mal de James, después de todo era su adorado sobrino de palabra, estaba orgulloso de aquel Jóven profesor que siempre miro con ojos de aprobación. Deseaba tener un hijo como él, comparando todo el tiempo A James con Anthony. 

Se sintió desconfiado pero no asumía un amorío, era ridícula la idea de que su sobrino le traicionara y abusar así de su confianza lo conocía desde niño, le había visto crecer y llegar hasta dónde se encuentra el día de hoy, no era posible al menos no para su corazón hasta que no hubiese alguna evidencia que le dijera lo contrario.

Por otra parte se estaba decepcionando poco a poco de su querida esposa, de nuevo pensaba en que se había apresurado en tener ese matrimonio, ella era Algunos años más joven que él si no es que bastantes años, pues estos ellos se llevaban casi 20 años de diferencia. Susan era una mujer joven y hermosa, llamaba la atención de varios hombres de eso estaba consciente, había cierta probabilidad de que ella realmente no lo quisiera.

Durante los últimos meses ella se la había pasado gastando descomunales cantidades de dinero simplemente por complacer caprichos que él consideraba totalmente innecesarios un ejemplo claro era el bote que ella le había pedido, además de qué habían tenido esa discusión porque había gastado las 6 tarjetas de crédito que le dejó.

Su esposa no se sabía controlar, quería tratar de entenderla por ser una rica nueva, tal vez estaba deslumbrada por tener tanto en tan poco tiempo Y es que él realmente le quería ofrecer la vida que él creía que se merecía su ángel. Pero al Igual que a su hijo Anthony la estaba malcriando dándole de todo por montones, Susan se estaba comportando como una niña mimada y esto ya la estaba cansando por las actitudes y desplantes que había mostrado el día anterior cuando el menor de sus hijos fue ingresado al hospital. 

Fue muy dura y cruel al referirse a él como si fuera un total extraño, Acaso no ahora era el padre de Day? No era alguien en la vida de ese niño? Ella sabía que él quería participar y acercarse al menos darle el padre que nunca tuvo. Le resultaba bastante lastimoso que ella utilizara ese miedo de representar "un extraño" y ahora se lo echará en cara. Aunque posiblemente sólo fue un arranque de momento. Su corazón aún intentaba justificar palabras, actitudes y desplantes de su caprichosa mujer.
Después de analizar tantas cosas y de divagar dentro de su propia cabeza, el Señor Frederick continuó conversando con Edward en un intento por distraer su mente y su corazón. 

Después de un rato la puerta de la habitación fue tocada y una jovencita de apariencia robusta entró con un ramo de flores rosas y un globo enorme qué decía "Recupérate pronto". El rostro del menor se iluminó.
-Lizzie! Estás aquí! Pero como es que te enteraste?- Day quería bajar de la camilla y correr abrazarla pero sabía que no podía.
Ella por su parte corrió, lo abrazó y llenando de besos su rostro, ambos sonreían cálidamente.

- Pequeño enano me metiste un susto, Lo bueno es que ya estoy aquí y puedo cuidarte- Lizzie sintió su corazón aliviado al ver que su mejor amigo se veía mejor y con las mejillas rosadas.
- Hola Lizzie Qué bueno verte- dijo Edward sacando ambos chiquillos de su emoción. Pero para ser sinceros sintió celos de que lo habían abrazado.
-Hola Edward, Qué bueno verte  también, Muchas gracias por haberme avisado el día de ayer en verdad te lo agradezco- ella también abrazo al adolescente de ojos cafés quién se sorprendió un poco por el acto.
- Tú le avisaste a Lizzie? Muchísimas gracias!- Day también quiso ser partícipe de aquel abrazo Aunque por su estado simplemente puedo tomarle de la mano.
-Ah? Eh? Sí... Sí..- apenas si podía articular palabras por los nervios, no sólo por el abrazo de la niña sino porque de Day estaba tocando su mano, sujetándola con dulzura, una unión entre dedos bastante placentera.

- Disculpe por mí imprudencia, mi nombre es Lizzie Parks, soy la mejor amiga de Day… él y yo nos conocemos desde hace bastantes años- dice la chica repentinamente dándose cuenta de que no había notado la presencia del padrastro, extendiendo su mano lo saludó y se presentó.
Al Señor Frederick lejos de enojarse lo tomó a gracia, se notaba que aquella niña quería mucho a su hijo menor. Ver sonreír a los tres chicos le relajo un poco más, ya tendría tiempo para arreglar las cosas con su esposa Mientras tanto quería convivir con ellos y contagiarse de la alegría.
El tiempo pasaba Y la plática se hacía más divertida y amena, todos se entretenían con las palabras de la chica, era bastante buena alegrando a la gente y sacándoles es una sonrisa. Por otra parte ni Susan ni James aparecían por algún lado y Anthony aparentemente aún se encontraba en la habitación del hotel en donde se había quedado la noche anterior. 

Por otro lado Anthony estaba cansado, su frustración habían cedido sólo un poco, no había comido ni dormido lo suficiente. Su rostro y su abdomen dolían bastante, incluso tenía problemas para ir al baño, todo esto no importaba porque él lo aceptaba por mera culpa. Seguía repitiéndose en su cabeza que todo lo que había ocurrido era su responsabilidad. Ahora por sus impulsos nuevamente se había alejado más de su pequeño tesoro y esto le atormentaba en gran medida. 

Maldición! Porque nada podía salir bien? Porque todo el tiempo tenía que estar atado a sus impulsos y a sus emociones? Detestaba tanto no tener autocontrol pero detestado más que alguien se atreviera siquiera a mirar a lo que consideraba como suyo. Casi como si no escarmentara por sus propios actos.


Su corazón era prisionero de las mismas espinas que sujetaron a su amado aquella vez.


Luego de un momento de cierta Paz y risas dentro de aquella habitación de hospital, el celular de Edward sonó por una notificación. Sin pensarlo mucho sacó el teléfono y lo miro mientras aún reía por los gestos que aquella niña seguía haciendo. 

Su rostro se deformó pues era una notificación de la página digital que el Instituto Jefferson tenía….
Alguien había subido al blog estudiantil donde cualquier miembro podía leer y subir contenido. Una serie de fotos que descolocaron inmediatamente la figura estoica y divertida que el adolescente de ojos morenos tenía hace apenas unos instantes.

Qué mierda significaba esto? A caso era una broma de mal gusto? Lo que sus ojos habían visto era un tema bastante serio. Sin más apretó los labios, tragó duramente su propia saliva y guardo dentro de sus bolsillos el teléfono celular. Tendría que arreglar esto después no iba a permitir que nada ni nadie arruinará la felicidad que ahora tenía al ver a su pequeña obra de arte reír a su lado y aún mantener aquellas manos unidas. 

Day, Lizzie y el Señor Worthington reían tranquilamente mientras Edward intentaba guardar las apariencias formando forzadamente otra sonrisa en su rostro. Observó su mano y la mano de su niño enlazadas… 
Disfrutaría de este momento de esta paz tan efímera Aunque el mundo se viniera abajo más adelante. Por primera vez estaba siendo codicioso y le agradaba bastante el aferrarse a ese chiquillo de ojos inocentes…. lo haría lo más que pudiese, Aunque de cierta manera aquella actitud lo pusiera en el mismo lugar de acosador obsesivo en el que James y Anthony se mataban por mantener sin importar si esto era del agrado o no de aquel niño. 

El fin justifica los medios y en la guerra y el amor todo se vale.
Notas finales:

No olviden comentar :'3 


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