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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Holiiii les traigo el capítulo de hoy jujuju mañana hay actualización también, no olviden dejar su comentario :3

Capitulo 35.
Fragilidad.





Day había mantenido silencio de camino a la mansión, de alguna forma de sentía "capturado" y llevado devuelta a su prisión aunque una parte de él ya había perdonado los hechos ocurridos hace unos días. Le constaba que Anthony era damasiado explosivo e impulsivo como para pensar realmente sus actos, casi como si alguna discapacidad mental fuese lo que le excusara.

El menor se preguntaba si las cosas seguirían como hasta esos momentos, temía tener la presencia de su hermano cercana pero al mismo tiempo también una necesidad de verle le invadía. Ahora que su padrastro abogó por él para regresar a su antigua escuela su corazón sentía algo de alivio sin dejar a un lado el latente peligro por la reacción de su jóven Amo, tal vez tendría otro arranque de celos todo por ya no estar a su vista o incluso podría sabotear el reingreso a su vieja vida. 

Su garganta dolía menos, la parte íntima de su cuerpo seguía un poco hinchada pero el daño no era tan grave así que en un par de semanas ya estaría como nuevo. Soltó un suspiro cansado, no quiere pensar más en Anthony, no desea verle pero su corazón y su piel le piden estar entre sus brazos fuertes y marcados. Sonrojandose por tan estúpida idea Que se regaña a si mismo, no tenía que olvidar el porque había llegado al hospital y cuáles eran los motivos reales que le tenían atado a esa relación prohibida. 

Ahh maldición! Las imágenes del sexo apasionado que ocurría entre él y su hermano le nubló la razón. Tenía que admitir que nada le satisfacía tanto como los orgasmos que compartían, pero no por ello dejaba a un lado que hubo también violaciones entre esos recuerdos. 

Su corazón pensaba en el sexy cuerpo de Anthony, lo alto que era, de ancha espalda, brazos fuertes y manos grandes marcadas por las venas. Sin mencionar que el miembro de su hermano mayor era grande, grueso y vaya que si sabía utilizarlo. Era bastante clara la experiencia del mayor cosa que en el fondo le incomodaba, pues el solo imaginarse a Tony con otra persona le molestaba secretamente, aún a pesar de todo… De las violaciones, abusos y de lo posesivo que era su hermano… Le tenía cariño.
Tal vez de hermanos, tal vez solo anhelo por la protección del mayor de cualquier peligro o simplemente una adicción sexual. 
O… Era amor? No estaba seguro, era estúpido pensarlo o siquiera considerarlo, pero… Y si era amor?

Por su parte dentro del auto Edward no dejaba de clavar su mirada café en ese pequeño niño que no mostraba más allá de una expresión dispersa por sus pensamientos. Moría por saber que reacción daría su hermoso rostro al saber que Anthony había sido exhibido ante todos, una sonrisa ligera se escapa de su labios moviendo sutilmente el lunar de su mejilla. Day caminaría hacía sus brazos en el momento adecuado, solo debía tener paciencia… Esperar un poco más.

El Señor Frederick no pudo continuar con los chicos y tuvo que acudir a una junta de emergencia pues aparentemente había un grave problema con uno de los embarques solicitados y un terrible incendio, no compartió mayor información y se marchó. Edward prometió encargarse de todo lo que el menor necesitara, sonrió amenamente sin ocultar su deseo por proteger al chico.
Una vez que el auto aparco dentro de a la mansión los jóvenes salieron, Day observó sorprendido que su padrastro había preparado un recibimiento con todos los empleados y un enorme letrero de "Bienvenido" por lo alto del a puerta principal. Sintió calidez en su pecho y sonrió a todos agradeciendo por el gesto amable.

Algunos empleados le entregaron flores y Meena dió un presente bastante simple, una caja de chocolates rellenos de caramelo, Day agradeció y termino de ingresar a la casa. Para su sorpresa Anthony no estaba por ningún lado, pues con la mirada buscó la presencia del mayor. Tenía miedo sí, algo de emoción también… Destro de su cabeza ya se había hecho ideas para intentar adaptarse a toda la rutina nueva que seguramente su jóven amo le impondría sin importar qué haya ocurrido.

Day subió por las escaleras y aún con los nervios a flor de piel se aproximó a la habitación de su hermano, esperando nuevamente encontrar la figura de Tony en algún punto de la habitación. Pero no.
Nadie estaba, la cama seguía tendida y todo en su lugar se ayaba. El menor frunció el seño entre impaciente, decepcionado y triste. Nuevamente su corazón estaba jugandole chueco…

Es que acaso se había vuelto loco? Deseaba ver a su violador? 
Que mierda… si las cosas seguían así tendría que internarse en un manicomio por tales ideas.

Edward le siguió fiel a todos lados tan estoico y firme como siempre se mostraba, no podía evitar clavarle la mirada por la espalda e ir tras el niño tal como un perro hambriento sigue un trozo jugoso de carne. Day tomó sus cosas de la habitación de Anthony y comenzó a llevarlas de vuelta a su propia habitación sin decir una sola palabra, Edward se ofrece a ayudarle pero el menor solo le sonrió sin decir nada más.
Tal vez ya era hora de establecer más límites a su corazón, después de todo no olvidaba que las cosas que hacía y era en un principio por mantener a su madre feliz y a la familia unida… Pero no por ello ignoraba a su piel marcada por las caricias de su hermano.

Ahh… El sexo es una cadena aún más sutil… casi como un tatuaje. 
Caricias imposibles de borrar.

Al anochecer del domingo Edward se había ido, solo le hizo compañía unas horas y partió, Susan ni siquiera había vuelto a la mansión lo cual asustó un poco al menor, además su hermano mayor no había vuelto tampoco a casa. 
Eventualmente esa imagen de familia unida se terminaría saliendo de control, ya que por el comportamiento de todos era solo una cuestión de tiempo para solo asegurar que quienes realmente interactuaban dentro de aquella enorme casa solo eran Day y Anthony de la forma bizarra de siempre.

El menor se acomodó en su cama y se acurrucó el solo, ya no era un niño, había dejado de serlo desde hace un tiempo, pero no olvidaba la soledad marcada desde su infancia. Susan siempre doblaba turnos pues el dinero nunca alcanzaba del todo, el chico tenía tardes y noches siempre a solas, hasta que Lizzie entró en su vida pues ella siempre le llenó de alegría sin importar la situación. Agradecía al cielo tener a alguien como ella que nunca lo dejaba, que luego del cambio de vida después del matrimonio nuevo mantuvo su promesa y continúo buscándole hasta poder estar juntos de nuevo.

Lizzie era su ángel, además de Allen… Ese hombre apuesto y amable, siempre estuvo para él en cada momento difícil llegandolo a ver también como su protector pues de niño lo acobijaba y abrazaba en las noches tormentosas. Allen siempre fue un caballero, atento con él y su madre que aún con todos esos detalles siempre le ignoró o le daba un trato de amistad. Por ende no culpaba a Allen si deseaba estar con otra persona, que en lo personal le hubiera gustado verlo como su padre. Allen fue la segunda figura de protección para él y siendo honestos tal vez incluso fue su primer amor en la niñez. 

Day alargó la mano y tomo el teléfono celular que su padrastro le había regalado apenas el día anterior,  marcando un número que se sabía de memoria solo por el pedido de su corazón.
-Hola?- dijo el menor una vez entrada la llamada.
-Hola… Day eres tú?- la voz masculina y calmada le causó alegría al menor.
-Hola Allen… Soy yo Day… Este… Ah hola- tartamudeo apenado de molestarlo a las 11 de la noche.
-Day que sucede? Te encuentras bien? Lizzie me llamó y me dijo lo que te ocurrió, lamento no haberte ido a ver al hospital, perdóname… Yo también tuve un accidente- Allen sonó preocupado y triste.
-Accidente? Que te ocurrió? Estás bien?- El menor entró en pánico de solo pensar en ese hombre lastimado.
-Estoy mejor, conducía mi camioneta con los productos para el restaurant pero una motocicleta salió de la nada y choque, solo fue una esguince menor de mi mano, sanará en un mes más, lamento no haber estado ahí para ti….- el hombre amablemente se disculpa.
Day se abraza a si mismo y se enciende bajo las sábanas.

-Estoy bien, no te preocupes… Solo fue daño menor… No importa en realidad- el chico intenta apagar el dolor en su alma, pero no lo logra. 
-Day suenas triste… Que sucede? Te sientes muy mal?- Allen sabe también las reacciones del menor que se percata con prontitud que algo le ocurre.
-Allen… Me siento solo… Nadie está en casa- Day rompe en llanto repentiemente.
-Day… Perdón… No puedo estar cuando más me necesitas, eh estado tan ocupado tratando de olvidarme de Susan, hundiéndose en trabajo con la gerencia del restaurant que no te eh puesto la atención que te prometí años atrás… Perdóname- Allen no teme llorar también, pues su corazón duele de solo oir la soledad del chico.
-Allen… Extraño mi vida… Quiero mi vida de regreso y soy tan… Tan cobarde que temo dañar a mi mamá… No puedo huir y fingir que esto no la lastimará…- entre gimoteos Day se sincera. 

Estaba a nada de llegar al límite.

-Day de que hablas? Que ocurre con tú mamá? - el hombre amable seca sus lágrimas preocupado.
- No se que pasa con ella! Ya no me mira, pareciera como si no le interesará… Ella… Ella no está conmigo, me ha dejado solo en un mundo que no conozco y solo puedo ceder a mi hermano para sobrevivir porque si no lo hago el sueño de ella se deshara… No sé que hacer- su llanto incrementa. 
Como dejar esas cadenas? El miedo le invade y su garganta punzaba nuevamente.

-Day no entiendo… Alguien te ha hecho daño? Que está pasando? Déjame ayudarte! Quiero estar en tu vida de nuevo- Allen toma con firmeza el teléfono, teme que si lo suelta pierda al menor de alguna forma más allá de la llamada.
-Allen… Ayúdame… Creo que me enamoré de mi hermano….- Day llora nuevamente. 
Se siente usado, mal protegido y con una carga enorme en sus hombros. Allen traga duro y con voz amable le responde.
-No te dejaré solo Day… Creí que alejarme de ti me ayudaría a olvidar a Susan pero no por ella no cumpliré mi promesa… Te apoyaré en lo que tú corazón desee, ella ya no me interesa, solo quiero que tú seas feliz- Allen acarició con sus palabras el alma herida del menor.
-Allen… Gracias…- Dijo aliviado de por lo menos compartir su carga con él.
Allen era el príncipe que su madre siempre ignoró, pero un amor de persona en cada momento. Viéndose como amigos desde que Day era un niño pequeño, siempre cuidandole más que la misma Susan. Ahora que se necesitaban no lo abandonaría nuevamente. Ya no.

Day continúo llorando por el teléfono mientras Allen sentía las manos atadas, por el momento no podía conducir adecuadamente pero estaba decidido en verle lo más pronto posible, ya que en realidad no tenía solo un esguince en la mano, también había salido lastimado de ambas piernas y del cuello viéndose en la necesidad de usar un collarín al menos por unas semanas. No quería preocupar más al menor, ya tenía demasiado encima como para dejarle ver sus problemas. 

Aquella llamada le había sorprendido pero le resultó oportuna ya que unos días y atrás había soñado con el menor y eso le inquietaba. Había optado por dejarles "vivir" su nueva etapa lejos de su presencia, ya que en el fondo siempre quiso ser parte de la pequeña familia. Enamorado por Susan aunque mal correspondido, siendo fiel a ella y al menor admirando muy por debajo la belleza que ellos representaban. 
Susan una mujer buena y trabajadora maltratada por la vida y Day un ángel a sus ojos, 
Tal vez ahora estaba un poco lejos de la realidad, pues ella era un ser egoísta y Day una muñeca rota.

Al día siguiente Tony se había dirigido directamente al Instituto pues en realidad no quería que su hermano le viera en un estado tan deplorable, sentía tristeza y vergüenza por sus actos anteriores, manteniendo el miedo por la reacción Day a tocar de nuevo el tema de la violación. Se ayaba cansado y solo quería un día tranquilo en la escuela para poder agarrar valor y así regresar a la mansión más calmado.

Una vez que entra por las puertas del instituto se percató que la mayoría de sus compañeros le miraron de una manera extraña, No es que no estuviera acostumbrado a ser el centro de atención, lo que resultó diferente en aquellos momentos era la forma agresiva, despectiva y juzgada que el resto de los demás adolescentes le observaban. 
No entendía el porqué de su comportamiento tan anormal pues durante toda su vida por su belleza y su estatus social la gente siempre iba detrás de él. Escucho a lo lejos un par de risitas entre compañeras lo cual estaba ignorando hasta que alcanzó a percibir una frase en particular.

"Así que también te acostaste con Anthony? Y es bueno en la cama?"

Se descolocó por unos momentos sin entender Cómo es que estaban conversando de un tema sí, estaba seguro de haberlas amenazado para que no abriera la boca en ningún momento y bajo ninguna circunstancia. Pero repentinamente otra frase esta vez llegando de un par de alumnos que se encontraban a unos metros de él.

"Se supone que este es el presidente que elegimos? Qué asco es como tener prostituto que se vende barato" 

Anthony camino directamente hacia Ese par de jóvenes intentando controlar su ira pero al mismo tiempo Tratando de buscar respuestas a cada paso que daba el resto de los alumnos o le daban la espalda o simple y sencillamente lo ignoraban.
- De qué mierda están hablando ustedes dos?- pregunta bastante molesto.
- Nosotros? Oh de nada en particular- responden burlonamente mirándose entre ellos como si Tony fuese un idiota.
- No me mientan!! se están burlando de mí, los escuché claramente- Tony frunce el ceño sujetando esta vez de la ropa de uno de ellos, amenazante y bastante fastidiado.

- Nuestras palabras no importan, al final de cuentas los hechos son lo que más hablan… Por cierto una de tus chicas te golpeó o porque traes la cara así?- ese joven no pudo evitar soltar una carcajada después de decir aquellas palabras.
El otro compañero que se encontraba a su lado también empezó a reír que se hayan al  al rededor comenzaron a burlarse también. Anthony no entendía que estaba pasando y prontamente se formó un círculo de personas a su alrededor conglomerandose y burlándose.

- Sí es cierto señor presidente Cuál de tus chicas te golpeó??- preguntó el otro mofándose de las heridas aún visibles en la cara de Anthony.
- No será que en esta ocasión ahora te prostituyes también con hombres y a uno no le pareció tu servicio y terminó por marcarte el rostro??- alguien entre la multitud hizo esa pregunta causando que el resto de los demás soltará más risas.

- Pero no vayas a llorar Wortington! Qué si ven a la puta de la escuela llorar no tendrás más clientas- estas palabras escucharon sus espaldas todos seguían hablando.
Tony volteó a ver a todos  era como si la realidad se distorcionara y todo le estuviese dando vueltas a su alrededor y las personas que antes le habían alabado y seguido como una deidad ahora lo miraban por lo bajo… Como si fuese algún tipo de escoria cuyo equivalente es nada.

- De qué están hablando todos?!- pregunta colérico.
-Tú!! Maldito hijo de puta!!- dice un adolescente de cabellos teñidos que jala abruptamente Anthony hacia el suelo y comienza a patearlo.
- Te acostaste con Tiffany!! Ella era mi novia! Era mi novia maldita sea! Cómo pudo engañarme con una mierda de persona como tú! Todo esto es tu culpa- gritaba mientras continuaba propiciando le fuertes patadas en todo el abdomen parte de las piernas.

-Tú! Maldito embustero yo era uno de tus muchos amigos y te respetaba! También te acostaste con mi novia, Qué carajo pasa contigo que todo lo arruinas?!- gritó otro adolescente cabellos castaños  que se abrió entre los demás y comienza a patearlo.
- Maldito dijiste que yo era la única para ti!- gritó una chica completamente extraña la multitud sin meterse más allá del círculo de personas.

- Te acostaste con mi hermana Y conmigo también! Eres solamente una puta!! Ojalá te mueras desgraciado!!- gritó otra joven del lado contrario se mantenía escondida entre todos gente que estaban alrededor. 
-Te metiste con mi mejor amiga y conmigo, eres un asco!!- gritó una rubia mandándole un libro a la espalda.
El resto de los estudiantes sólo se mantenían siendo una bulla bastante sonora.  Gritos, insultos y risas no se alcanzaban a distinguir entre tantas palabrerías, mientras Anthony en el piso no lograba defenderse, le  queda solamente la opción de hacerse un ovillo en el suelo para evitar más golpes sobre su rostro.

Rápidamente por tantos gritos llego el Profesor William, quién abriéndose pasó entre los adolescentes pedía orden y una explicación a lo que estaba ocurriendo. Todos los alumnos de instituto le respetaban así que crearon los gritos y burlas por unos momentos.
- Qué está ocurriendo aquí? Qué les pasa a todos ustedes?!- pregunta el viejecillo bastante molesto.
Nadie responde todos se quedan callados mirando cualquier punto menos al profesor y al adolescente maltratado sobre el suelo. Es como una doble moral, levantar la mano para aventar una piedra y luego esconderla.

- Todos regresen a sus aulas! Ahora!- grita el profesor tratando de levantar a Anthony del suelo, el cual tiene la nariz sangrando y le cuesta trabajo respirar adecuadamente.
-Jóven Wortington se encuentra bien?- pregunta el profesor William bastante desconcertado por toda la situación sucedida, no está al tanto de lo que estaba ocurriendo en el sitio web de la escuela.

- Estoy bien….- responde secamente sin querer mirarle a los ojos, siempre hablando mal del profesor e irónicamente fue la  única persona que le salvó.
El viejecillo lo lleva a la enfermería con pasos lentos pues él ya no es joven y Tony no está en condiciones de caminar rápidamente. Esta vez une hilos y sus pensamientos lentamente se aclaran, la obvia molestia de sus compañeros y los gritos cargados de reproches y una que otra amenaza de muerte le dan a entender que su secreto ha salido a la luz de alguna forma.

Anthony no había tenido tiempo de revisar la página de la escuela en primer lugar porque no le importaba Y en segundo ni siquiera lo había notado. Claude sabía lo pésimo que era en su trabajo como presidente del comité estudiantil, que revisar las opiniones y eventos en el instituto que se publicaban periódicamente en la página de la escuela era más trabajo de Edward quede él mismo, delegando siempre sus responsabilidades a otra persona. 

Aquella página le había servido perfectamente bien para que todos mirarán la noticia antes que el mismo acusado.
Una vez dentro de la enfermería, el profesor y le dejó recostado sobre la camilla yendo en búsqueda de la enfermera Penny quién había salido brevemente. Tony no protestó, no  dijo una sola palabra, simplemente se dignó a recostarse sobre la camilla y a mirar el techo fuese lo más interesante del mundo. Su mente se encontraba dispersa entre tantos asuntos que habían ocurrido en tan poco tiempo. 

De las malas acciones que había realizado y de los muchos enemigos que en realidad fingían darle su amistad, viviendo tanto tiempo dentro de una burbuja de perfección que no se había percatado de cuántas serpientes le rodeaban en realidad. Realmente no tenía amigos, nadie le quería en sí… Su belleza y Su riqueza eran lo único que tenía, Aunque ahora sólo mantenía su riqueza pues su rostro estaba hinchado  y dañado por tantos golpes en tan pocos días.

Quería llorar…
Un nudo en su garganta se formó, y su corazón se sintió estrujado de una forma dolorosa, ácida y deformada. Lo único que tenía que realmente deseaba atesorar le había dañado, su pequeño hermano menor prontamente se daría cuenta de su infidelidad Y eso era lo que más temía perder lo único si le importaba de verdad.
- Por todos los cielos qué fue lo que te ocurrió?!- pregunta la enfermera Penny al entrar a la enfermería y verlo en tan deplorable estado.
El uniforme todo desacomodado, manchado de pisotones y rasgado incluso, sus manos rasguñadas la nariz manchada en sangre con un ojo morado y los labios rotos en distintas partes.

Anthony no contestó la pregunta se mantenía serio soportaba el dolor y sus ojos grises se apagaban mirando el techo perdido sobre sus pensamientos. La enfermera comenzó a curarle el rostro poniéndole material estéril, detallando cada una de las heridas para evitar un tipo de infección, levantó un poco la camilla para que se incorporará levemente del cuerpo, dándole a tomar analgésicos y antiinflamatorios.

Ella consideraba que era más prudente mandar a llamar a sus padres Pero había visto las fotos en la página del instituto y no estaba para nada contenta con las actividades ilícitas e inmorales de ese adolescente que ahora se encontraba estático, sin algún tipo de reacción por el dolor y el ardor, como si fuera un cascarón sin alma.

Ella simple y sencillamente terminó de vendarle las heridas y salió de la enfermería sin decir una sola palabra, en parte le tenía un poco de lástima al verlo en aquel estado, vaya paliza que le habían propiciado. No es que no sé la mereciera pero si se habían sobrepasado un poco. 

Entre pensamientos Penny se encontró con el Director en el pasillo quien mostraba una cara de pocos amigos.
-Director qué es lo que ocurriera con él? Está herido dentro de la enfermería….- Penny preguntó sonando maternal.
- Ya llamé a sus padres estarán aquí dentro de unos 10 minutos, asegúrese de que ese chico no salga de la enfermería hasta que ellos lleguen, Entendió?- dijo seca y tajantemente.
- Como usted ordene…- respondió de nuevo sintiendo lástima pues de el Tony que todos conocían No quedaba mucho.
Notas finales:

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