Capitulo 37.
Humillante.
Aquella mañana había empezado bastante interesante, pues había presenciado en Primera fila la golpiza que le habían propiciado los alumnos que tanto veneraban a Anthony, su rostro lastimado y los gimoteos de dolor que expresó le alegraron bastante su día. Estaba al tanto de que por las acciones de el adolescente tendría que ser expulsado, era una buena noticia para sus planes, por fin alejaría a ese molesto adolescente presuntuoso de su pequeño sueño.
Probablemente su tío lo mandaría a otra escuela lo más lejos posible para evitar habladurías entre los círculos sociales de todas estas prestigiosas familias, contaba con que sería llamado por el señor Frederick y de esta manera lograr escalar a la posición que deseaba, pero no sé confiaría, él no era tan estúpido tenía todo medido.
Era cuestión de echar más leña al fuego y ocasionar más odio entre padre e hijo.
Se veía que la relación de aquellos dos era bastante complicada y desde que se había metido en medio de la familia Worthington ellos se alejaron causando así que ni padre mi hijo quisieran tener una relación más amena. Sí de cizaña se trataba, James Snow era el indicado para plantarlas sobre esa familia, O al menos eso era lo que él pensaba, no consideraba a nadie más astuto que él mismo, nadie era más talentoso y vivía regodeandose en su fantasía, tratando de acallar las voces dentro de su mente y la soledad y comenzaba emergir en distintas ocasiones.
Sabía que no estaba bien lo que hacía Pero eso no era lo importante, Sí con ello podría conseguir tener a su futuro esposo entre sus dedos haría lo que fuera posible para asegurarlo.
Solo dejaba fluir las consecuencias.
-James…- dijo el Director del Instituto después de hablar con el señor Worthington en la enfermería.
- Dígame director- contestó amablemente mostrando de nuevo su faceta de caballero.
- Quiero que mandes a llamar a las 36 estudiantes de esas fotos… Yo estoy llamando a sus padres y hablaré con todos de una vez, No quiero más obscenidades Dentro de este Instituto, bastante escándalo tenemos ahora con esas fotos regadas afuera del citio virtual, será un escándalo si no lo hacemos algo- dijo el Director con una expresión cansada.
- No se preocupe profesor, me encargaré de reunirlas a todas… Por cierto Qué pasará con el joven Anthony? Me interesa saber si va a estar bien- la voz amena y caballeros a de James siempre le facilitaba las cosas.
-Ahh ese muchacho tiene muchos problemas encima, será expulsado al igual que las señoritas con las que se acostó… Este es un instituto de alta moral no vamos a permitir este tipo de comportamientos, Aún si es el hijo de alguien tan influyente- El director dijo eso con tal firmeza que casi logra que a James se le escape una carcajada a sabiendas que el Director tuvo sus amoríos también con algunas maestras sustitutas.
- Entiendo su posición profesor, me encargaré de lo que usted me ha pedido- Terminó de decir para darse la vuelta y buscar a esa bola de estúpidas adolescentes que no pudieron mantener las piernas cerradas a su parecer.
Era tan graciosa la situación, que sin poder evitarlo más comenzó a reírse dejando a varios alumnos que pasaban a su alrededor bastante desconcertados por la actitud tan alegre extraña del profesor. Y es que no lo podía evitar, tenía tanta satisfacción de haber contribuido a humillar a su rival de amores.
No permitiría que alguien tan parecido a sus hermanos como lo era Anthony le superara y que encima de ello le arrebatara el amor de su futura "esposa".
Encontrándose con Claude a mitad de escaleras ninguno de los dos dijo alguna palabra y simple y sencillamente se sonrieron mutuamente, tal complicidad había resultado beneficioso pues estaban ganando por partes iguales y no tendrían que mirarle el rostro Anthony por más tiempo.
Tejiendo sus telarañas conjuntamente.
Dentro de la mansión se encontraba Day aún hecho un ovillo sobre su cama, envuelto entre los edredones suaves intentando no salir de su pequeña protección. Ahora que estaba consciente de los sentimientos que tenía por su hermano mayor, temía sus futuras acciones, tal vez se había vuelto loco y confundía el amor dependencia física y sexual que había entre ellos. No quería Pensar mucho en el asunto pero sin poder evitarlo continuaba analizándolo una y otra vez.
Tenía miedo de sus propios sentimientos y de qué tal vez ya no estaba pensando solamente en el bienestar de su madre, no se quería convertir en una persona anormal por querer mantener su prisión a costa de su libertad, excusando todo maltrato. Pero quería a Tony también y pasar tiempo juntos sin nadie más, sin tener que pensar en su madre o en otra persona, alejados de todo y de todos.
Oh sí, simple y sencillamente estaba pensando por primera vez en sí mismo de forma torcida, estaba confundido y la soledad continuaba su lado. No quería tener la necesidad de ser protegido pero al crecer tan débil y no poder defenderse de los demás desde que era niño niño comenzó a ver a los que le protegían cómo sus salvadores, causandole inseguridad y miedo a no tener alguien para protegerle sintiéndose incapaz de hacerlo por su cuenta.
De pronto escuchó un "toc toc" en la puerta, no respondió pensando que seguramente era alguna de las empleadas de la Mansión no quería ser grosero pero aún no deseaba levantarse de su cama. Dolía su cuerpo todavía aunque ya no tanto como antes, para ser honestos el daño no fue tan grave Y tan sólo en unos días más podría estar como nuevo, sanaba bastante rápido.
La puerta se abrió llamándole la atención, de mediato se sorprendió pues no esperaba ver a Edward en el marco de su puerta, juraba que se encontraba en clases por ser lunes. Inconscientemente sintió felicidad por mirarle de nuevo, aquella comodidad y seguridad que sintió mientras dormía en sus brazos en el hospital la añoraba secretamente.
Debía de admitir que desde aquel día en el hospital Edward le parecía más atractivo que su mismo hermano, Aunque había aceptado estar enamorado de Anthony no podía ignorar la atracción que sentía por el amigo de él. No sabía si estaba comportando adecuadamente pues las relaciones amorosas relativamente eran algo nuevo para él, quería probar un poco más de la calidez que Edward le había brindado y tal vez así ya no se sentiría tan solo. Dejando que dentro de él se formará un poco de avaricia por acaparar a ambos hombres.
Y Si estaba siendo Egoísta la verdad es que no estaba consciente de ello.
-Day, cómo te sientes?- preguntó Edward caminando hacia él, vestido de ropa casual unos jeans oscuros, playera blanca de manga larga y unos tenis bastante cómodos.
-Bien gracias…. Amanecí mejor y ya casi no me duele nada- Day se sonrojó por pensar que su ahora amigo, le parecía muy guapo en aquellos momentos. No podía ignorar que tenía porte de caballero y una voz tranquilizante, profunda y amena.
- Me alegra que ya te encuentres mejor, estoy aquí para traerte las tareas que te tocan y no te atrases más- Edward se sentó junto a él en la cama y le sonrió dulcemente.
Day entró en pánico pues su rostro se sonrojó mucho más, sintiendo sus mejillas arder bajando rápidamente de la cama y poniendo la excusa de que se tenía que bañar primero, corrió al baño intentando calmarse, el cambio de sentimientos lo desconcertó.
No se supone que estaba enamorado de su hermano? Porque ahora se sentía así? No podía con tantas cosas en su cabeza Así que simple y sencillamente entró la ducha lo más rápido que pudo.
Edward por su parte sólo atinó a soltar una risa de felicidad, sentía que estaba logrando acercarse más al corazón de su pequeña obra de arte, verle sonrojado así y correr despavorido al baño le había resultado uno de los actos más tiernos por parte del menor. Quería verle feliz así todo el tiempo, que su rostro nunca mostrará tristeza y que por ende el amor floreciera.
Oh... Sin tan solo si musa le amara... Podría crear y crear maravillas tanto como quisiera.
Casi se arrepentía de todo lo que estaba haciendo Y de lo que haría, pero si era necesario para salvarle de aquella tormentosa relación y que de esta manera lo tuviese para el mismo lo haría. Ya no temía ser codicioso Pues el amor había cegado parte de la astucia que lo reconocía a él como persona por todos lados. Comenzaba a actuar impulsivamente dejándose llevar por sus emociones sin analizar demasiado las cosas, sin calcular detalladamente los pasos que daba más allá de lo que "asumía" que lograría no solo con Day si no con el resto de los que le estorbaban.
Luego de unos 15 minutos el menor salió de bañarse, tenía su cabello doradito a un mojado decidiendo vestirse de una manera similar a la de Edward, con una playera blanca unas tallas más grande de la que realmente era y con un short azul cielo. El adolescente de ojos cafés se sonrojó notoriamente, pues cada día le parecía más hermoso este pequeño niño qué tanto anhelaba su corazón.
- Muy bien, revisaremos primero los eventos que han marcado estos días, escuché que el comité estudiantil ha sufrido unos cambios, la verdad es que no sé porqué Así que veremos cuáles son las actividades nuevas que designarán para los exámenes y proyectos de los distintos grados que complementan a los exámenes de los maestros- dijo Edward tranquilamente mientras encendía la tablet que tenía en sus manos.
- Es verdad… No deberías estar ahorita en el Instituto? Me resulta extraño que estés aquí ahorita- pregunta el menor descolocando un poco al adolescente.
Edward función el seño con ligereza, era obvio que el menor le preguntara esas cosas y aunque no quería dar una explicación concreta solo responde amable.
- Mi reporte enfermo, pero me empecé a sentir bien al cabo de unas horas Así que como perdí las clases te la primera sección de la mañana decidí mejor visitarte y ayudarte a que continúes en tus regularizaciones- dijo rápidamente sacándose toda esas palabras de la manga.
- De acuerdo vamos a empezar, revisamos el calendario- dijo Day tranquilamente.
Una vez que ingresaron a la página virtual del instituto, las fotos aparecieron inmediatamente, Edward miró sigilosamente por el rabillo de sus ojos a la reacción no tendría. No quería perderse ni una sola de las caras que pondría el menor, el principio de su triunfo sobre su rival de amores expresado en el hermoso rostro de Day.
Day palideció inmediatamente, el brillo de sus ojos se apagó, lentamente bajaba cada una de las 36 imágenes observando detalladamente a la persona protagonista del escándalo.
Muchos comentarios continuaban quedando al portal, entre burlas, rechazo ante el comportamiento de presidente estudiantil, reclamos por haberse sentido "traicionadas" entre otras palabras ofensivas.
Day no entendía el porqué el hombre que decía amarle, qué le había protegido pero también mansillado ahora le traicionaba de una manera tan escandalosa. Otras manos tocaron su piel y otro boca le besó... Las imágenes obsenas le dieron una punzada abrupta en el corazón, cortando un poco su respiración.
Anthony le había armado tantas escena de celos, tantos desplantes por mirar a otras personas, que ahora con esta verdad emergida de la nada se daba cuenta de la enorme hipocresía de su hermano mayor y de lo estúpido que se sentía.
Cómo es que vivirían ahora con esto? Tendría que soportar una relación así de sucia ya no sólo por el amor hacia su madre sino por su propio orgullo.
Acaso no había dicho que él era el único? Que sus besos en especiales… Que su corazón sólo le pertenecía al menor… Todo eso era mentira? El afán por mantenerle aprisionado siempre entre las garras de Anthony era sólo un simple juego? Si tenía tantas mujeres para follarselas agusto porqué lo buscaba a él con tanto ímpetu en los meses anteriores y le había violado con tal salvajismo hace sólo unos días? A qué mierda estaba jugando que había follado con una por la mañana y con él en la noche?
Que Maldito asco….
Day bajó de la cama corriendo en dirección al baño y vomitó por el asco que le producía el haber compartido la cama con un ser tan despreciable cómo lo era su hermano mayor. Anthony estaba "sucio" para él pues el solo pensar que también estuvo el pene de su hermano en otros cuerpos le causaba repulsión. El amor que había aceptado tener ahora se estrujaba dentro de su pecho y las náuseas continuaban con la sensación de traición asfixiandole el alma.
Edward bajó de la cama y se acercó sigilosamente a la entrada del baño dentro de la misma habitación, lamentaba haberle mostrado las imágenes muy en el fondo. Pero tenía que hacerlo, esto era parte de su plan, algo que el mismo contribuyó y aceptó para lograr salvar a su pequeña obra de arte de "su mejor amigo" y de ese Idilio forzado.
-Day te encuentras bien?- Preguntó un tanto preocupado por la reacción del menor, esperaba tristeza pero no que vomitara por la noticia. La reacción del chico le sorprendió cuestionandole si Realmente lo que había entre hermanos era solo carnal.
- Porqué me hizo esto? Porqué si decía amarme se acostó con todas ellas?!- Más allá de su tristeza un leve tono de celos apareció.
- La verdad es que no sé en qué momento te engañó con todas, ni yo estaba enterado de que salía con otras personas, ahora que esto se ha sabido es muy seguro de que le quiten su puesto de presidente, incluso tal vez hasta lo expulsaron… No te preocupes pase lo que pase yo me mantendré a tu lado- Dijo Edward tratando de sonar lo más creíble. Day se limpió la boca y se lavo los dientes aún llorando, se sentía sucio y usado nuevamente. No importaba cuántas veces lo intentara, ya no quería tener fe en esa relación que no tenía pies ni cabeza.
Mentiras disfrazadas de afectos, manchados por falsedad y promesas huecas....
- Él dijo que me amaba… Me prometió que me cuidaría… él... él juró que me amaba en verdad- Day gimoteaba abrazándole del torso de su amigo, sentía su corazón arder y no tenía espacio para otros pensamientos sin percatarse de que tan fuerte sujetaba al otro adolescente. Edward estaba medio complacido con la reacción pues ya no representaría Tony un obstáculo más adelante, pero el llanto tan expresivo en Day le incomodó... Temía que hubiese una dependencia emocional y sexual más fuerte que una traición.
-Day tienes que calmarte… lo que te hizo está mal, pero debes de tener calma y alejarte de él… Será lo mejor para ti- El adolescente de ojos cafés sonó comprensivo.
Una infidelidad siempre es dolorosa, dejándole un mal sabor de boca, el alma herida y todas las palabras de amor desapareciendo entre el aire. Edward sonrío mientras acurrucaba al menor entre sus brazos llevándolo a la cama nuevamente, lo abrazó con fuerza y ternura acariciando su cabeza mientras el menor continuaba llorando.
Su codicia le superaba y se había cegado en parte por envidia y en parte por amor.
Qué más daba…. Tarde temprano todos se enterarían de lo que había ocurrido, no era algo que pudieran cubrir tan fácilmente. Las consecuencias de todos sus amoríos en meses pasados habían llegado de un solo golpe, fingía no saber nada de ello y no pretendía revelar en ningún momento su complicidad con Anthony. El fin justifica los medios, se había decidido en su totalidad y era demasiado tarde para volver sin importar los daños durante el proceso.
El menor continuó llorando hasta quedarse dormido, esto tomó aproximadamente una hora, dejando al niño exhausto y con sus ojos azules hinchados. Edward no dejo de abrazarle en ningún momento, se aferró a él, más de lo que el menor había hecho en un principio. Debía de esperar y ser un poco paciente, Pues pronto se desharía también de esa sucia mujer.
Aquel lunes terminaría de estallar en el rostro de todos.
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