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Shadows por RLangdon

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"Problematico"
 
Ese fue el primer pensamiento que tuvo Shikamaru al dirigirse al departamento de cierto rubio hiperactivo y cabeza hueca. El simple hecho de saber que la había liado en grande con él, lo hacía sentir anormalmente angustiado, más triste y alicaído de lo que ya estaba.
 
Tendría que haberse quedado en casa y ahorrarse todos esos problemas innecesarios. Pudo evitar semejante embrollo con solo permanecer en su casa, aislado y enclaustrado en la seguridad de su recamara. Sin embargo había cedido a los caprichos de Ino, y ahora pagaba las consecuencias.
 
No le sorprendió en lo más minimo la soledad del lugar. Incluso le confería cierta calma a su melancolico estado de ánimo.
 
Deteniendose frente a la puerta, Shikamaru aspiró lenta y pausadamente. No estaba totalmente convencido de lo que diría, pero necesitaba arreglar las cosas cuánto antes. Naruto había sido uno de sus primeros amigos en la academia, el idiota atolondrado y el vago que no ponía una pizca de empeño en otra cosa que no fuera tomar una siesta.
 
Ciertamente aquellos tiempos habían sido mejores, despreocupados. A Shikamaru no le habría molestado permanecer en esa etapa por el resto de su vida. Todo era más fácil cuando se era chico e ingenuo a las responsabilidades futuras. Se estaba bien siendo un niño, no tenías que liarla todo el tiempo, y si lo hacías, bastaba algún caramelo para solucionar el problema. Además nadie tenía mayores expectativas sobre ti, los adultos se limitaban a reprenderte por casi cualquier tontería, te daban consejos que rara vez escuchabas y despues se olvidaban del asunto.
 
Por último, si eras niño no tenías que sufrir por nimiedades, te limitabas a obedecer y romper las reglas de vez en cuando. No cometías faltas graves como idear un plan fuera de tiempo y ver morir a tu propio Sensei sin poder hacer absolutamente nada para impedirlo...
 
Lentamente Shikamaru bajó los nudillos, apoyó la frente sobre la madera y quiso desaparecer de allí. Irse, regresar el tiempo para impedirse a sí mismo cometer la imprudencial y estúpidisima falla de abrir la boca antes de tiempo.
 
De todos los Shinobis que habitaban Konoha, tenía que herir precisamente a quien más obstaculos le había puesto la vida.
 
-Que problematico- alzó nuevamente el puño y golpeó tres veces. Esperó...
 
Nada.
 
Podría regresar otro día. Quizá Naruto estaba fuera, en alguna misión o entrenando. Lo más probable es que estuviera maldiciendolo por ser un bruto insensible que le había bajado la moral cuando solo pretendía infundirle ánimos al obsequiarle uno de los objetos más valiosos de Asuma.
 
Shikamaru negó con la cabeza al mirar la bolsa plástica en su otra mano. No había ido alli de forma intempestiva. Lo había meditado por el lapso de varias horas, reflexionó cada instante en Ichiraku, desde su forzada llegada, hasta su pesarosa partida. Era increible como todo se había puesto en su contra desde la muerte de Asuma. Pareciera que estaba destinado a cometer error tras error con los suyos.
 
Volvió a tocar, cuatro veces esta vez.
 
Nada ocurrió.
 
Chasqueando la lengua, Shikamaru dejo la bolsa a un lado. Giró de la perilla y empujó fuertemente con el hombro. Solo había sido un segundo, pero pudo sentir perfectamente el inconfundible chakra de Naruto.
 
La puerta se abrió con un suave crujido. Shikamaru entró despues de tomar la bolsa del suelo. Pasó de largo la sala de estar y el comedor hasta llegar a la recamara del Uzumaki, el cual se hallaba recostado sobre la cama, con la vista fija en el techo mientras lanzaba una pequeña pelota de caucho con su brazo sano.
 
-¿No sabes que es ilegal entrar en casa ajena, dattebayo?
 
Shikamaru esbozó una sonrisa seca y se encogió de hombros ante el claro tono de broma que el rubio había empleado en el cuestionamiento.
 
-Creo recordar que un problematico niño me dijo una vez en la academia que su casa era mi casa y viceversa.
 
Naruto dejo de arrojar la pelota, sonrojandose tenuemente ante lo dicho por el estratega.
 
-Fue cuando fallé la prueba de los clones...
 
Shikamaru asintió al tiempo que se acercaba.
 
-El que superara el examen tenía que invitar a comer al otro a su casa- dijo mientras colocaba el contenido de la bolsa sobre la mesita de noche. -Solo tenías ramen y leche caducada, asi que para no quedar mal, dijiste: mi casa es tú casa, y tu casa es mía, y luego te fuiste corriendo...
 
Naruto rió con suavidad al recordar aquel bobo tropiezo. Había creído que esa vez le ganaría al flojo de su compañero en esa técnica. En esa ocasión se había puesto tan nervioso al ver a Shikamaru afuera de la academia que quiso expresarle que lo invitaría a comer a su casa en otra oportunidad, cuando quisiera, pero en cambio había dicho una tontería y había huido para no hacer más el ridiculo.
 
-Eh...¿Qué es eso?
 
Shikamaru revolvió el liquido de la taza con la cucharilla y se la entregó a Naruto.
 
-Té- respondió con calma. -Ayudará a atenuar las molestias de tu brazo- se rascó la nuca antes de añadir. -Tambien traje ramen de Ichiraku, ya que te arruiné la comida.
 
-Gracias- Naruto tomó con cautela la taza. Dio un pequeño sorbo y al comprobar que estaba tibio, lo bebió de una sola vez.
 
-Se supone que aqui es cuando me disculpo y tú me perdonas- terminando de hablar, el Nara cruzó los brazos detras de su cabeza. Se sentía algo abochornado con toda la situación, pero si había alguien que merecía una disculpa de su parte, ese era Naruto.
 
-Solo si comes conmigo...
 
Shikamaru suspiró, tenía que declinar la oferta.
 
-No tengo apetito.
 
-No me sorprende que te veas tan enfermo, dattebayo. Tienes que comer aunque no quieras- y reafirmando lo dicho, Naruto se apresuró a engullir del envase desechable con ayuda de los palillos.
 
-Suenas igual que Chouji- replicó Shikamaru con una ceja alzada. Realmente le apetecía quedarse un poco más de tiempo, pero ni siquiera entendía la razon, y siendo el analista y estratega que era, le resultaba de lo más ilógico. -Es probable que mañana acuda al cementerio a llevar unas flores.
 
-¿Quieres que te acompañe?- preguntó Naruto en tanto enrollaba los últimos fideos en los palillos. Shikamaru se alzó de hombros y se dio media vuelta.
 
-Últimamente no sé que es lo que quiero...
 
"Pero supongo que no me haría mal tener compañia"
 

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