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SCAR por Walid

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JiMin seguía sumido en sus pensamientos cuando una llamada le sobresaltó, era JungKook.


- Dime- dijo en pocas palabras.


- No voy a estar disponible en un mes, querría hablar contigo.


- ¿Te vas a algún lado?


- No te importa.


- ¿Le vas a dejar solo?


- ¿Me crees capaz?


- ¿Podré ver a TaeHyung?


- No, pero de él quería hablar.


- ¡Que te jodan, Jeon, no eres su niñero!


- ¿Vendrás o no?


JiMin lo consideró, pensando en su reciente ruptura con YoonGi. Lo lógico sería tomar el primer vuelo a Corea.


- Iré.


- En media hora en el hospital, pero quédate en la sala de espera de la primera planta. No hay nadie.


JiMin resopló. TaeHyung estaba internado en la quinta planta, JungKook se estaba esforzando en alejarle de él. Salió del hotel y se dirigió al hospital, cuando llegó, no le quedó más remedio que obedecer por las malas a JungKook, ya que el chico le esperaba en la puerta.


Fueron en silencio hasta la primera planta y allí se sentaron en una salita lejana.


- ¿Qué quieres, Jeon?


- No sabía que Vante era TaeHyung- aclaró- te lo digo, por si es lo que te cabrea. Apenas hemos hablado de su pasado, me lo ha contado todo, su nombre, su familia, incluso me habló de ti y de que se llamaba TaeHyung... ¡pero no enlacé!


- Si lo hubieras hecho, ¿le hubieras dicho que me conoces?- preguntó JiMin.


JungKook se encogió de hombros.


- Eso no hubiera dependido de mí. Déjame presentarte a alguien, es una persona muy especial para Vante, ha estado a su lado cuando ninguno de los dos lo estuvimos, de hecho, ella y no tú y tampoco yo, ha sido la persona que ha mantenido vivo a Vante.


JungKook trajo a la doctora Prescott y JiMin la miró con el cerro fruncido.


- Park JiMin, ¿verdad? Oí hablar de ti, al principio de las sesiones... hace años.


- ¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Puedo verle?


- Es complicado, no puedes verle ahora- dijo la doctora Prescott- cuando Vante fue abusado, él... dejó de ser él- explicó. Miró a JungKook de reojo siendo muy cuidadosa de no revelar nada que el chico no supiera por Vante- tú sabes lo que pasó después.


- ¿Su drama familiar?- preguntó JungKook.


- Su drama familiar.


- ¿No te lo ha contado?- preguntó JiMin, con aire burlón.


- No hemos llegado a esa etapa- dijo JungKook- cuando esté preparado, lo hará. Le dije hace tiempo que hiciera una lista, esa es la siguiente... si aún no me lo ha dicho, es porque no está preparado.


JiMin se tapó la cara.


- ¡O quizás es porque no confía en ti! ¡Él no confía en nadie!


- En JungKook sí- dijo la doctora Prescott, con calma- no fue algo premeditado. La forma de ser de JungKook hizo que Vante se sintiera cómodo en su trabajo, después empezaron a tratarse como amigos y luego, sin saberlo, como pareja. Y ahora están saliendo. Desde que conocí a Vante, vi en él un comportamiento muy lineal, por decirlo así, eso sólo cambió cuando se conocieron- dijo y JiMin se quedó en silencio- no obstante, eres una pieza del pasado de Vante, ¿qué puedes aportar a su presente? JungKook, por ejemplo, aportó seguridad y confianza en sí mismo. Vante, con él, hace cosas que yo, como profesional, jamás pensé que una persona que ha sufrido lo que él, pueda hacer.


- ¡Yo soy una parte importante en su vida!- dijo JiMin- yo fui al jardín de infancia con él, luego fuimos al colegio, después al instituto, después nos fuimos de viaje, él acudió a mi después de...


- ¡Su drama familiar!- cortó la doctora.


- Su drama familiar- dijo y puso los ojos en blanco- ¡conmigo siempre ha tenido mucha confianza! ¡Cuando tenía un problema siempre acudía a mí en primer lugar! ¡Estuvimos viviendo juntos durante un tiempo! ¡Fui su primera pareja después del accidente!


- En realidad, JungKook fue su primera pareja después del accidente.


- ¿Por qué dices que fuiste su primera pareja tras el accidente? Algo tuvo que pasar...


- Solíamos pasar las horas juntos, vivíamos juntos- dijo JiMin- yo pensé que él mejoraría y estaríamos así para siempre. ¡Incluso le propuse abrir su página web de fotografía! Una mañana, él estaba haciendo café y yo... bueno, yo me confesé, le dije que estaba enamorado de él desde hace tiempo. Él no lo entendió ¡y es lógico! ¡Somos amigos desde hace tiempo! ¿Cómo entenderlo de pronto?- JungKook se tapó la cara con las manos, JiMin no se enteraba de nada- sin embargo, le pregunté si podía besarle y lo hizo ¡Lo hizo! Si no lo hubiera querido, ¿por qué lo hubiera hecho?


- ¡Porque no lo entiende!- dijo JungKook, furioso- ¡No entiende las relaciones interpersonales! ¡Él entiende, o entendía, que tú eras su amigo y que no le ibas a hacer nada porque lo eras desde antes del accidente! ¡Pero al decirle que estabas enamorado, no entendió el concepto "amor" dentro de la amistad, no entendió lo que él mismo diría "para qué"! ¡Te besó porque tú, su amigo, se lo pediste! ¡Y a pesar de parecerle raro, lo hizo!


- No, eso es imposible.


- No es para nada imposible- dijo la doctora Prescott- así funciona la mente de Vante- para poder tratarle todos estos años, hemos debido tener una relación única y exclusiva de "soy esa persona que te está ayudando a superar tu problema y tú me estás usando para solucionarlo". En estos años, Vante no ha tenido relación con personas, no ha hecho amistades, ni ha ido a fiestas... nada. Hasta que conoció a JungKook.


- El único amigo que tuvo, no hablaba con él, se limitaban a pintar juntos en una sala y a comentar el tiempo- dijo JungKook.


JiMin miró tanto a la doctora Prescott como a JungKook.


- Te voy a ser muy clara, JiMin. Tú tienes presente a TaeHyung, el niño que fue abusado, el niño que era tu amigo y del cual te enamoraste. Pero ese niño quedó totalmente destruido hace años. Y, un día, llegó Vante y se deshizo de los pedazos que quedaban de TaeHyung y empezó una nueva vida y lo hizo por sobrevivir y, de verdad, no creo que eso esté mal. Yo, más que vosotros dos sé lo que ese niño ha sufrido y ha luchado por sobrevivir en este pueblo, solo, durante siete años. ¡Emborrachándose todos los años a modo de celebración destructiva el mismo día que le violaron! Hasta que llegó JungKook y vio a Vante y se enamoró de sus cicatrices, tanto físicas como psíquicas, sus mañas, sus problemas... Yo nunca pensé que Vante podría llegar a vivir con alguien, pero vive con él, ¡Y ya no digamos tener pareja y relaciones! ¡No ha tenido problemas!


- ¿Te has acostado con él?- preguntó JiMin, dolido.


- Sí- admitió JungKook, sin compasión. No lo lamentaba, tener una relación con el chico era lo mejor que le había pasado y lucharía por él hasta el final.


Se hizo el silencio y JiMin miró al suelo.


- Si quieres ver a Vante, tienes que aceptar que TaeHyung ya no está y no va a estar, tienes que aceptar que vas a hablar con Vante, tienes que aceptar que ese chico que conociste, desapareció y que, posiblemente, verás a alguien totalmente diferente. Y las primeras veces que lo hagas, prefiero que sea en mi presencia o en un entorno donde Vante esté seguro. Y siempre con JungKook delante, por supuesto- añadió.


JiMin asintió, se levantó y salió de allí.


- Siempre he sabido que estabas enamorado de Vante, pero nunca supe cuánto- dijo la doctora entrando en el ascensor junto al chico.


- Creo que yo tampoco fui muy consciente hasta aquel día que le vi borracho y le dio una crisis. Ese día, mi vida cambió.


- Cualquiera en tu lugar hubiera huido- dijo y JungKook sonrió.


- Vante es, con diferencia, lo mejor que me ha pasado. Antes pensaba en subirme a una pasarela, tener fans, salir en las revistas. Ahora sólo sueño con llegar a casa todos los días y verle ahí... una casita cerca del campo, quizás, donde haya tranquilidad para él, privacidad para los dos. Creo que quiere un gato... sí... un gato que haga trastadas y juegue con su maquillaje también sería bonito...


- No creo que Vante quiera que un gato juegue con su maquillaje de Charlotte Tilbury- bromeó y ambos rieron.


- Quiero pasar el resto de mi vida dedicándome a hacerle feliz y yo sé que usted está en contra, ya me ha regañado por mimarle demasiado.


- Te he regañado por consentirle- aclaró- no puedes solucionarle los problemas, pero dedicar tu vida a hacerle feliz... me parece bonito plan de vida. ¡Pero sin consentirle!- suspiró- Vante no es la única persona que trato y, desde que os conocí como pareja, no puedo evitar pensar que, si las parejas fueran menos egoístas para consigo mismas, si tuvieran más presentes el "nosotros" como vosotros lo hacéis, en lugar del "yo". Creo que durarían más.


- No creo ser el único que se sacrifica día a día por lo nuestro. Vante pone mucho de su parte, sus miedos, sus nervios... eso es admirable, sobre todo teniendo en cuenta los años que lleva conviviendo con esos miedos.


Salieron del ascensor y JungKook alzó la vista, divisando la puerta del chico, no le había dejado solo, sino con Niall, pero aun así, estaba nervioso. Cuando llegaron, el chico estaba riendo mientras hablaba con Niall.


- Os veo contentos- dijo JungKook.


Vante extendió sus brazos y JungKook se sentó en la cama, inmediatamente el chico se acurrucó en sus brazos.


- A Niall se le ha ocurrido que, cuando salgamos, a modo de fiesta, podría hacerte una sesión de fotos divertida- dijo Vante.


- Define divertida.


- Un esquijama de Unicornio- respondió Niall, poniendo su mano en su cintura, dejando atrás su chaqueta.


- ¿Ves cómo me tratan?- preguntó JungKook, haciéndose el indignado.


La doctora Prescott sonrió. Le gustaba ver a Vante así, relajado con JungKook y con un amigo. Jamás pensó que podría llegar a ver al chico así de bien, incluso sentía esperanza frente al tratamiento agresivo al que se iba a someter.


Lunes en la mañana, Vante fue trasladado con JungKook al ala de psiquiatría. Ambos esperaban que fuera peor, pero no, sólo había gente leyendo, gente mirando por la ventana y gente que estaba, sin más. Parecía todo muy en calma.


- ¿Qué esperabas?- preguntó Vante- ¿gente gritando?


- Hola- dijo una enfermera- ¿Vante Tittensor? Bien, te llevaré a tu cuarto, allí podrás dejar tus cosas y te explicaremos el proceso.


Fueron hasta la habitación de Vante, era pequeña, con una cama de un metro, treinta y cinco centímetros. No era la cama grande que Vante tenía, pero dormirían bien. Tenía un pequeño escritorio, donde el chico puso su portátil y su cámara. Y un armario, donde JungKook metió las maletas para que no estorbaran.


- Bien, aquí tengo tu tratamiento- dijo la enfermera- vas a pasar dos semanas tratando de eliminar un antidepresivo y un neuroléptico. Te someteremos a ejercicios bastante cansados, apenas habrá terapias, sólo habrá ejercicios.


- ¿Ejercicios... tipo deporte?


- Sí, debes hacer deporte para evitar la ansiedad y mantenerte cansado. Si superas las dos primeras semanas, lo habrás conseguido.


- ¿Qué deportes debo hacer?


- Nos han comentado que pasarás esto con tu pareja, él podrá hacerlos contigo- dijo la enfermera- te levantarás todos los días a las siete de la mañana, porque el desayuno empieza a las siete y media. A las nueve empezarán los ejercicios, primero harás ejercicios de cardio, caminar a paso normal cuatro kilómetros y luego harás boxeo. Después te darás una ducha, comerás y practicarás yoga, pilates... lo que te apetezca y tendrás clase de spinning y natación. Después tendrás la cena de nueve a nueve y media y, después de la cena, recomendamos hacer yoga y ejercicios de relajación antes de dormir.


Vante asintió. Ya sólo por los cuatro kilómetros se sentía cansado.


- Bien, arreglad un poco el entorno y empezarás ya con el ejercicio.


El chico puso cara de espanto y JungKook sonrió.


- Vamos, te ayudaré a colocar la ropa.


- Cuando terminen, pueden ir a buscarme a recepción, les diré dónde ir o, si no, pueden preguntar a cualquier enfermero.


La enfermera los dejó ahí y, mientras arreglaban la ropa, Vante parecía un tanto preocupado.


- No voy a ser capaz...


- Claro que lo serás. Yo voy a estar ahí para ti... siempre.


Le abrazó y JungKook le pasó un chándal.


- Creo que, en este tiempo, sólo usaremos esto, chándal.


- Te quedan muy bien- dijo Vante.


Se cambiaron, sin tener vergüenza alguna de verse completamente desnudo frente al otro, y salieron.


- Disculpe, según esto, me toca andar...


- Sí, es la zona de deporte... al fondo a la derecha y luego a la izquierda.


Los chicos obedecieron y, cuando entraron, se encontraron en lo que parecía un gimnasio pero tenía música bajita.


- ¿Nombre?- preguntó una persona que estaba en la puerta.


- Vante Tittensor, tengo que venir aquí durante un mes con mi pareja, Jeon JungKook.


- Sí, pasen por aquí- dijo- tomen, esto es para ustedes- les dio unas pulseras- con esto podrán entrar y salir del gimnasio. Las tendrán que devolver dentro de un mes- aclaró y ambos se las pusieron- sus máquinas son las del fondo, llevan sus nombres. No se puede hablar alto, ni escuchar música en audífonos, obviamente tampoco se puede gritar y pedimos encarecidamente que no miren a los otros huéspedes.


Tanto JungKook como Vante asintieron y fue en ese momento cuando JungKook fue consciente de dónde se hallaba.


Fueron a las máquinas y JungKook configuró la de Vante en "modo paseo" tal como marcaba su hoja de ejercicios. Como no estaba haciendo ejercicio, sino ayudando a Vante, puso la suya en el mismo modo, tomó la mano a Vante y comenzó a caminar con él sobre la cinta.


- Esto es raro- susurró el chico.


- Bueno, puedes imaginar que estamos ahí fuera- dijo JungKook- o puedes decirme todas las cosas que quieres hacer una vez que estemos fuera.


- Quiero hacer ese viaje.


- Al pantano- susurró.


- JungKook...- dijo Vante, frunciendo el ceño- una de las cosas que ponía en el programa, era natación.


- Sí, supongo que será una piscina olímpica... tendrá climatizador, no te preocupes- añadió, al verle componer una expresión de horror.


- ¡No lo digo por eso! ¡No sé nadar!


JungKook casi se cae de la cinta.


- ¿Cómo no vas a saber?


- ¡Soy de pueblo! ¿Recuerdas?


- Precisamente por eso pensé que habrías aprendido...


- ¿Qué piensas? ¿Qué mi abuelo me lanzó a mar abierto cuando tenía tres años a ver si aprendía a nadar?


- Bueno... en mar abierto no...


Vante puso los ojos en blanco y no pudo evitar sofocar una risa.


- La gente de ciudad sois tan predecibles...


JungKook le miró, era la primera vez que hablaba abiertamente sobre su infancia.


- Crecí en el campo, me bañaba en el río, pero ahí no podía nadar- dijo- sólo me remojaba...


- ¿Y salías arrugadito como un garbanzo?


El chico volvió a sofocar una carcajada, no podían reír a carcajadas en aquel sitio.


- Solía...- calló y caminó, tratando de coger oxígeno- solía trabajar la tierra con mi abuelo, plantábamos fresas y también las recogía... me gustaba subirme al camión que tenía para arar el suelo... ¡Y tenía plantitas de orégano, perejil, tomillo...! Mi abuela hacía la comida sazonándola con esas plantas...


- ¿Sabes que las venden? Podríamos comprarlas y tenerlas...


- Eso sería muy bonito...- dijo- cuando era modelo, solía pensar que, cuando me retirara, podría vivir en una casa cerca del campo, o con un jardín grande y tener mi huerto y comer con lo que yo cultivara. Te parecerá estúpido, ¿verdad?


- Para nada, recuerda que aún tengo el dinero de la exclusiva que di, te dije y lo mantengo que lo voy a gastar en nuestra casa. Tenía pensado una casa cerca del campo porque es tranquilo, ahora sé que es el lugar perfecto para ti- dijo y volvió a tomarle de la mano- también tenía pensado... tener un gato... que jugara con tu maquillaje...


- ¿Por qué con mi maquillaje? ¿Por qué no puede jugar con tus calzoncillos? ¡Toda mi colección es de Charlotte Tilbury! ¿Sabes lo que cuesta eso?


- Por tu indignación... debe costar lo que merece llevar tu hermoso rostro.


- Has escogido demasiado bien tus palabras, Jeon. No llevo cualquier cosa.


- Aplicable a maquillaje, ropa y novio- dijo JungKook, orgulloso.


- ¡Solo he tenido un novio en mi vida!- reconoció Vante- nunca tuve nada con nadie en el instituto y en el colegio menos. Luego con mi trabajo... era difícil, la prensa iba detrás de mí y, a decir verdad, yo no quería tener novio en aquella época, quería ser muy famoso. Tras el accidente, me encerré en casa y, cuando vine aquí... bueno, creo que durante años mi vida se convirtió en un "Sobrevive como puedas, Vante". Debo decir que cuando te conocí, no pensé que llegaría a salir contigo, aunque sí me causaste impresión.


- Eso no lo sabía- dijo y Vante se encogió de hombros.


- Eras coreano, pensaba que serías "rígido". ¿Me explico?


- No- dijo JungKook, sonriendo.


- Pensaba que serías muy coreano, ya sabes, normas de edad y todo eso. Luego me dio miedo porque en Corea eras muy conocido, pensé que irías de sobrado conmigo porque, como en Corea tú eras conocido y yo no... pero fuiste tan...


- ¿Normal?


- Especial


El chico no pudo evitar sonreír y besó la mano del fotógrafo.


- Nunca te lo he dicho, pero tengo un mini diario, lo tengo desde hace años en verdad, pero nunca he escrito nada. La primera vez que escribí algo fue cuando te conocí- admitió- desde entonces, escribo en ese diario todas las cosas que hago contigo. No sé, tomo tantas medicinas que van directas a mi cerebro... no sé si el día de mañana voy a acabar loco, demente, sin recuerdos o drogado... pero si algo me llega a pasar a mí, o a mi cerebro, quiero mantener todos esos momentos contigo, escritos, para leerlos, saber que fueron reales. Saber que hubo un momento en mi vida que fui completamente feliz y que todo mereció la pena.


JungKook le miró y sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. Miró al frente y luego a sus manos, entrelazadas, sus lágrimas cayeron justo encima. Vante no las secó, ni se apartó, sino que sonrió.


- Vales cada maldito segundo de estar aquí encerrado, Jeon JungKook.


- Juro que te haré feliz.


- Ya lo estás cumpliendo.


Y, ensilencio, terminaron de caminar los cuatro kilómetros, bajo la atenta mirada dela doctora Prescott que había ido a ver a Vante y se hallaba muy sonriente, a pocos metros.


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