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SCAR por Walid

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Vante llevó a JungKook a un sitio cercano, a un par de calles, era pequeño, pero no había mucha gente.


- La gente viene y pide para llevar, no suele pasar mucho tiempo aquí, salvo los fines de semana- informó Vante.


- Entonces pasas mucho tiempo aquí...- dijo JungKook.


- Bueno, soy un obsesionado de mi trabajo- replicó Vante.


- ¿Naciste aquí?- preguntó JungKook- tienes muy buen acento, cuando hablé contigo por teléfono, yo pensé que eras nativo.


- Llegué aquí hace siete años. Obviamente ya hablaba inglés, nunca tuve ese problema, el acento es algo contagioso- dijo y sonrió- comencé trabajando en el estudio que tengo ahora, sólo que antes le pertenecía a otro propietario, trabajaba para él. Era el típico estudio de fotos de un pueblo, ya sabes foto de carné y poco más. Pero empecé a experimentar y cada vez me llamaron de otros sitios y revistas para fotografiar a sus modelos. Cuando llevaba dos años en la ciudad, el dueño del estudio falleció y le compré el local a sus hijas, lo transformé en lo que ves hoy. Reduje gastos y me centré en las revistas, reportajes y books, con lo que podía ganar dinero- explicó- antes no cobraba tanto- comentó- de hecho, era el estudio más barato que existía por eso muchos modelos acudían a mi para hacer sus books y, al ver el resultado, repetían. A medida que iba trabajando en revistas más conocidas, fui subiendo el precio de las sesiones hasta el precio que tengo ahora. Quería demostrar que merezco la pena, pero tampoco subirme a la parra- bromeó.


- Creo que la relación calidad precio de tu trabajo es más que factible- comentó JungKook- no sólo por el hecho de tener un buen book, sino por la tranquilidad que aportas...


- Bueno, en esa tranquilidad tú también has ayudado- dijo Vante- tú me haces sentir tranquilo y, por eso, transmito tranquilidad cuando trabajo contigo. Pero, en verdad suelo estar muy alerta con las personas que me rodean.


- ¿Por qué?


- Bueno... la gente en sí... ya sabes, me estresan.


- Oh. Entiendo. A veces este mundo puede agobiar.


- Y que lo digas.


Comieron mientras hablaban de la sesión de las fotos y Vante trató de explicarle a JungKook el significado de un estilo "fluffy".


- No lo entiendo- dijo, riendo.


- ¿Y tú eres modelo?- preguntó Vante, riendo.


- ¡No te burles!


- Lo siento, sabes que me encanta reírme de ti.


Tras la comida, volvieron al estudio de Vante y el chico cerró todas las puertas para tener intimidad.


- ¿Te parece si empezamos con la muda de vaqueros?- preguntó Vante.


- ¡Perfecto!


- Bien, prepararé la cámara mientras te cambias. Cuando estés vestido, avísame.


Se sintió agradecido con la intimidad que Vante le daba. Cuando se convirtió en modelo, sabía que tenía que enseñar su cuerpo desnudo en más de una y dos ocasiones, por eso siempre se había empeñado en hacer mucho ejercicio y eliminar todos sus complejos con su barriga, con sus muslos y su trasero. Sin embargo, ahora que por fin tenía el cuerpo que quería, aun se sentía acomplejado. Y eran por esos complejos por los que agradecía que Vante cuidara tanto de su intimidad, casi lo hacía como si fuera algo privado.


Se puso los vaqueros, la camisa vaquera y, cuando se puso las deportivas, salió a avisar al fotógrafo.


- ¿Quieres maquillarte o prefieres que haga algún retoque? No me importa retocar, la verdad...


- Me echaré algo de base- respondió el modelo- debo tener algo en mi mochila.


Sacó un pequeño kit para emergencias y sólo se puso una ligera base, una leve sombra en los párpados y el bálsamo labial que siempre llevaba.


- Perfecto- opinó Vante- creo que ese maquillaje lo usaremos para todas las sesiones salvo en la que irás en traje. En esa tendrás que maquillarte un poco más, pero no mucho más.


Como Vante quería que JungKook tuviera un gran número de fotos por book estuvo mareando al chico de izquierda a derecha, de pie, sentado, sentado en el suelo, con zapatos, sin ellos, serio y sonriendo.


- Te estoy mareando y más que lo voy a hacer- dijo, mirando las fotos- lo siento mucho, pero no quiero un book soso con diez fotos, quiero que en esos books se vea que eres polifacéticos.


- Lo entiendo y gracias. No te preocupes. Haz lo que tengas que hacer. Es tu trabajo. Eres el que sabe y entiende.


Vante le miró.


- Quizás no te des cuenta, o tal vez sí, pero eres muy capaz de separar tu comportamiento fuera del trabajo al trabajo. Y lo valoro. Muchas gracias- dijo el fotógrafo- ve a ponerte la ropa de deporte, voy a pasar las fotos al ordenador. Cuando termines, me avisas.


- Gracias.


Cuando salió, JungKook se desnudó y se puso un chándal gris. Se fijó en que había otro negro, exactamente igual. Y JungKook supuso que Vante iba a fotografiarle con ambos estilos. Cuando se terminó de vestir, salió a buscar al chico.


- Ya estoy.


- Sabía que el gris te quedaría bien.


- No sabía cuál de los dos ponerme, como hay otro negro...


- No pasa nada, utilizarás los dos. Luego los combinaremos- informó- así podremos hacer una sesión más amplia.


Vante cogió su cámara y volvieron a la parte de atrás.


- Ayúdame- pidió el fotógrafo- debo tener en los armarios temática de deporte...


- ¿Temática de deporte?


- Sí, ya sabes, balones, algún patín, un stick y palo de hockey... saca todo lo que veas, ¡vamos a divertirnos!


Sonrió y entre los dos comenzaron a sacar balones, raquetas, cascos, ruedas de bicicleta, uniformes de hockey, patines...


- ¡Esto va a ser divertido!- dijo Vante, con un brillo especial en los ojos.


Las primeras fotos consistían en un JungKook posando, la siguiente estaba sentado con los patines de hockey atados y alrededor de su cuello, en otra tenía el palo de hockey tras sus hombros y lo sujetaba con sus manos, mientras miraba con aire descuidado a la cámara. En otras cogía una raqueta y una pelota de tenis con aspecto de no saber qué hacer con ellas.


Tras cambiarse y ponerse el traje negro, Vante le hizo algunas fotos solo.


- ¿Puedes arremangarte?- preguntó el fotógrafo.


Asintió y Vante se dirigió a su cámara, pero luego otra vez al chico.


- ¿Puedo?- preguntó, dirigiéndose a su brazo.


El modelo le miró. ¿Le estaba pidiendo permiso para tocarle?


- Sí. Claro.


Vante arregló la sudadera y luego le atusó un poco el pelo.


- Bien, perdona. Sigamos. ¿Podrías coger la pelota de béisbol y hacer como que vas a hacer un lanzamiento?- preguntó el fotógrafo y JungKook asintió- no, hacia el otro lado. Con la foto que voy a hacer, quiero mostrar partes de tu cuerpo que en las fotos que normalmente te hago no se muestran.


El modelo asintió y se puso en posición de lanzar la bola. Vio como Vante se movía un poco hacia su espalda. ¿Le iba a fotografiar el trasero? Bueno, también tendría que hacerlo.


- Desde aquí voy a hacer una ráfaga, ¿vale?- dijo el fotógrafo- necesito que cojas esa bola y la lances como si te dedicaras al béisbol. ¿Alguna vez has jugado al béisbol? ¿Quieres que te ponga un vídeo?


- No, no te preocupes- dijo JungKook, con una sonrisa, podré hacerlo.


- No rompas mi estudio- bromeó.


- No se me ocurriría.


Cogió la bola y cuando Vante le indicó, hizo el movimiento y la lanzó.


- ¡Increíble! ¿Quieres verlo?- preguntó.


- ¡Sí!


Se acercó a la cámara del chico y éste le enseñó la ráfaga de fotos que había hecho.


- Lo pondré en un desplegable- dijo- de esos que se abren a izquierda y derecha. Ésta será la foto central del book. Hasta ahora no he visto a nadie que tenga algo así porque es muy difícil de lograr dentro de un estudio.


Continuaron con las fotos de deporte. Y JungKook cogió balones de futbol, de baloncesto y rugby. Y, cuando parecía que había terminado, Vante le dio una pelota infantil.


- ¿En serio?- preguntó JungKook.


- No sé si la incluiré, pero tengo una idea. ¿Puedes ayudarme con el fondo? Para ésta necesitaré el fondo verde.


El modelo le ayudó y se puso de pie frente al fondo verde, sintió como Vante le colocaba una gorra con la visera hacia atrás, ligeramente ladeada y le colocaba el pelo de adelante.


- Necesito que la sujetes como si fueras un niño pequeño que ha hecho un desastre. Ya sabes, has hecho una travesura y te van a regañar y castigar.


JungKook pensó en su madre. En aquella vez que tiró un bote de sal entero sobre la comida mientras intentaba coger la barra de chocolate que le había prohibido expresamente comer.


Así pues, cogiendo la pelota, compuso su cara más tierna y, al mismo tiempo, de pánico.


Después de tomar la foto, Vante comenzó a reírse al verla.


- Ha quedado súper bien. No sé si incluirla en tu book pero, desde luego, la incluiré en mi colección personal.


- Si sólo me vas a fotografiar a mí, acabarás teniendo una colección personal sólo de mí.


- ¡Quizás la empiece!- bromeó Vante- y después seré la envidia de muchas niñas ¡tengo fotos inéditas de famoso modelo Jeon JungKook!


- Tú aspiras demasiado rápido a que yo me haga famoso.


- Tus aspiraciones en ti mismo son de lo más horrible... cámbiate y ponte la ropa fluffy. Iré a vaciar la cámara. Avísame cuando estés listo- dijo, con amabilidad.


Su ropa fluffy consistía en un pantalón vaquero de lino, una camisa blanca suelta y una chaqueta de pelo muy suave. No veía zapatos cerca de aquel outfit, así que suponía que tendría que estar descalzo.


- ¡Ya estoy!


- Dan ganas de achucharte- se burló Vante.


- Ah... el día que tengas que hacerme fotos con estampados ridículos...


- Rezo para que llegue ese día... ¡serás un vómito de arcoíris!


Y, riendo, ambos entraron en la parte de atrás. Para aquel estilo, Vante tenía flores artificiales y JungKook posó con ramos de flores y coronas de flores.


- Tengo otra más bonita- dijo Vante- de hecho, nadie la ha usado...


El fotógrafo abrió el cajón de su mesa y sacó una cajita.


- El ornamento es oro blanco y las flores tienen incrustaciones en rubíes, zafiros, esmeraldas, topacios y diamantes. Está hecha a mano por un joyero de Daegu.


Cuando abrió la cajita, JungKook lo miró y se quedó boquiabierto. Era un pequeño adorno floral que iba sujeto a su pelo, con forma cóncava.


- ¿Me lo puedes poner? Tengo la impresión de que lo romperé si lo toco... es tan fino...


- Es muy delicado, sí...


Se acercó a JungKook y éste se quedó quieto mientras el fotógrafo le colocaba el adorno en la cabeza.


- ¿Cómo te ves?


- Es demasiado bonito- dijo JungKook.


El chico sonrió y le dio un espejo con la cobertura de metalizada.


- Mírate mientras te fotografío. Podría ser una buena toma.


Así pues, jugaron con las tomas, las luces, los espejos, las flores y, aunque sabían que aquel book iba a ser más corto, Vante no estaba preocupado por ello.


- Sé que se hace tarde, pero ¿podríamos terminar hoy con la sesión? Me gustaría ponerme mañana a editar y montar. Y mañana en la tarde no trabajaré.


- Es viernes en la tarde, lógico, necesitarás despejarte. Esta semana ha sido una locura.


- Una locura...


Se fijó en Vante, el fotógrafo volvía a tener aquella mirada incómoda que tenía en la primera sesión que hizo con él a principios de semana cuando le comentó sobre tener su estudio en Londres. Aquel día le parecía tan lejano...


De pronto, se halló solo en la parte de atrás, vestido con aquella ropa y reaccionó. Lo primero que hizo fue quitarse el adorno del pelo que Vante le había prestado. Una vez lo tuvo en sus manos, lo miró con detenimiento, era tan hermoso... había algo grabado en la base donde salían las ramas en oro blanco.


- KTH...


Quizás fuera el diseñador, le había dicho que era de Daegu. Lo buscó en internet y no le aparecía nada. Suspiró y se puso el último traje. Con mucho cuidado, lo envolvió y lo metió en la cajita donde Vante lo tenía. Se puso el traje, los zapatos y salió.


- Vaya, el caballero oscuro...


- ¿Y mi batmóvil?


- ¡De todas tus respuestas no esperé esa!- dijo Vante, riendo.


- ¿Me ayudas con la corbata?


- Claro.


Tras atarle el nudo, JungKook le entregó la cajita con el adorno.


- Gracias por prestármelo. Es realmente bonito.


Vante cogió la caja con cierto cariño y acarició el terciopelo.


- Quédatelo- dijo.


- ¡No! ¡Es obvio que a ti te gusta mucho! Además, tiene pinta de ser muy cara.


- Lo es, pero tú le vas a dar más uso que yo.


- ¿Cómo lo conseguiste?


- Era de un modelo. Fue hecho para ese modelo y él me lo dio a mí.


- ¿Dónde está ese modelo ahora?


- Se fue por otros derroteros de la vida- dijo, sin darle importancia.


JungKook supuso que aquel modelo había fracasado y Vante no quería contarle su historia para no influir de manera negativa en él. Gesto que agradeció.


- Igual... es que es demasiado caro.


- Voy a ser yo quien te va a fotografiar... pero sólo te pido que trates esto como si fuera tu vida.


- Se nota que esto es muy importante para ti.


- No sabes cuánto.


- Espero que algún día me lo cuentes- suspiró- tengo una pequeña caja fuerte, no te preocupes, lo guardaré como si de mi vida se tratara.


- Muchísimas gracias.


- ¿De verdad quieres dármelo?


- Sí, quiero que le des uso y no sólo en éste book, sino en otros. Me gustaría seguir fotografiándote y que lo lleves. Sería muy especial para mí que tú lo llevaras.


- Muchísimas gracias. No sé cómo agradecértelo.


- Podrías darme tu número de teléfono. No lo tengo.


Con una sonrisa, se intercambiaron los teléfonos.


- Apunta éste otro-pidió Vante- el que te acabo de dar es del trabajo, apunta el mío personal.


Lo apuntó y fueron a la parte de atrás para continuar la sesión.


- Te retocaré el maquillaje- dijo Vante- ¿puedo?


- Claro que sí.


El chico echó una fina capa de polvo sobre la cara de JungKook y oscureció la parte externa de sus ojos, con un delineador, hizo un suave eyeliner y aplicó máscara de pestañas.


- Se te da muy bien el maquillaje- dijo JungKook.


- Lo uso, no te lo niego- dijo.


JungKook esperó a que dijera algo más, pero no lo hizo. El fotógrafo comenzó a pasarle una brocha por la línea de la mandíbula, los pómulos y el nacimiento del pelo. luego le arregló el pelo y le mostró un espejo para que se mirara.


- ¡No parezco yo!


- Te he endurecido un poco los rasgos. Tienes rasgos de bebé.


- ¡Tengo veintitrés años!


- ¡Bebé!


- ¿Y tú cuántos tienes, señor mayor? ¿Veinticinco?


Sonrió con suficiencia.


- Treinta y dos.


Le miró sin dar crédito a lo que veía y comenzó a mirarle descaradamente de arriba abajo. Era imposible, parecían de la misma edad.


- ¡Lo lamento!- dijo, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo- ¡Es que pensaba que teníamos la misma edad! Cuando me contaste tu historia pensé que tendrías un año o dos más pero...


- No lo veías venir, ¿verdad?


- Para nada.


Sonrió y, en silencio, se dirigieron al centro de la sala.


La última sesión le costó un poco más. Estaban cansados y Vante estaba dolorido por todas las veces que tenía que doblarse para hacer las fotos. Sentían que tardaban una eternidad en hacer cada foto y, sin embargo, todas salían perfectas.


Cuando terminaron la última, eran las dos de la mañana, no habían cenado y estaban agotados.


- Dormiría aquí.


- Puedes hacerlo.


- ¿Es una broma?


- No. En la salita que te enseñé está el sofá cama. Puedes abrirlo y quedarte a dormir.


- ¡Éste es tu sitio de trabajo! ¡No puedo estar aquí sin ti!


- Tengo pensado pasar la noche trabajando y lo hago mejor aquí que en mi casa. En mi casa me quedo dormido- comentó- si me ayudas a recoger los decorados y a abrir el sofá cama, yo pago la cena.


- Es un buen trato.


- ¡Dime que quieres cenar pizza!


- ¡Que tenga peperonni!


- ¡Amo el peperonni! ¡No sé cómo puede haber gente que no le guste!


- ¡No confío en la gente que no le gusta el peperonni!- dijo JungKook.


Ambos rieron.


- Oh, antes me gustaría hacerte una pregunta sobre trabajo- dijo JungKook.


- ¿De qué se trata?- preguntó Vante y le miró, apoyado en la pared.


- Me has hecho varias sesiones de fotos y, antes de dar contigo, tenía otros book. Sin embargo, hay un estilo que siempre me han dicho que debería tener y no me lo has hecho. Es algo que no me hace especial ilusión hacer, pero mejor que seas tú- dijo.


- ¿Cuál es?- preguntó Vante, imaginando la respuesta.


- Nudes.


- Lo siento, no hago ese estilo de fotos. Si quieres esas fotos, tendrás que buscar a otra persona.


- ¡No quiero otro fotógrafo!


- ¡No hago fotos a gente desnuda!- exclamó Vante, enfadado.


- No quería ofenderte, no te lo he dicho con mala intención o porque quiera hacerte una proposición indecente con ello...- tomó aire- es sólo que veo como me respetas y... bien, has dicho que no, no pasa nada. Olvídalo.


- Lamento haberte hablado mal- dijo Vante- sigo estresado...


- Voy a recoger- dijo, con una sonrisa.


Mientras JungKook plegaba y guardaba los decorados, Vante descargaba la cámara en su ordenador. Sólo salió a la calle para asegurar bien los cierres, luego cerró la reja desde dentro, después la puerta y, cogiendo su maletín, su portátil y su cámara, fue a la parte de atrás. Dejó las cosas en su mesa y miró a JungKook que había abierto el sofá.


- ¿Necesitas recoger algo de la parte de adelante? Estoy a punto de cerrar y poner la alarma.


- Mi mochila... mi móvil está allí, no lo he cogido en toda la tarde, ni siquiera para avisar que no voy a dormir... aunque sabe que llegaré tarde... aunque quizás querrá matarme...


JungKook fue a por sus cosas y cuando volvió, Vante aprovechó para apagar las luces y poner la alarma. Tras cerrar la puerta que daba acceso a la parte de delante del local, miró a JungKook.


- ¿Quién te va a matar?- preguntó.


Pero no obtuvo respuestas, JungKook estaba demasiado pendiente del teléfono.


- ¿Angie?


- ¿Dónde estabas?- escuchó una voz de mujer, asustada- ¡he llamado a todos nuestros amigos! ¡Pensé lo peor!


- Te dije que iba a llegar tarde porque hoy tenía que trabajar en el book...


- Tarde... ¡las doce es tarde! ¡Son las dos de la mañana! Mira, no voy a hablar esto por teléfono, ¿vienes ya?


Miró a Vante y el chico le hizo un ademán para que se fuera.


- Estoy en el estudio, estoy recogiendo, lo que tarde en llegar.


Colgó y miró a Vante, el chico mostraba un aspecto indiferente y estaba centrado en su portátil.


- Lo siento.


- No te preocupes.


- La verdad tenía tantas ganas de quedarme...


- No te preocupes.


- En serio, Vante, para mí no eres sólo mi fotógrafo, eres una persona que puede llegar a ser mi amigo, pero es que en esto momentos mi novia...


- No te preocupes.


Le miró. No parecía enfadado, pero le acababa de decir a una persona que quería ser su amigo y le estaba dejando tirado porque su novia le había gritado por teléfono, ¿qué clase de amigo era? ¿Pero cómo le iba a explicar a su novia que no había ido a casa porque se había quedado con un chico que conoció hace una semana?


- Te pagaré la pizza- dijo JungKook- aunque no pueda cenar contigo...


- Iba a hacer el pedido cuando tu novia empezó a gritarte. No te preocupes.


Le miró y, sintiendo un gran desazón, salió del estudio. Por la avenida, cogió un taxi y le dejó en su casa. No quería entrar en su casa, quería estar en el estudio, se lo había pasado muy bien. Reconocía que su error era no haber llamado, pero él le dijo que iba a llegar tarde, le comentó que tenía mucho trabajo.


Vante, por otro lado, cogió su teléfono y canceló el pedido a la pizzería que sí había hecho. Iba a ser sólo él. Cenaría cualquier cosa o nada e iría a la cama... mañana sería un día horrible. Lo sabía.


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