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SCAR por Walid

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Pasados los dos días, Vante fue dado de alta, no sin antes hablar con la doctora Prescott, en los últimos días se había sentido demasiado lúcido y valiente, o quizás demasiado demente y quería hablar con ella, saber su punto de visa.


- ¿Te sientes preparado para ello?


- No sé si me siento preparado, pero lo que sí que es cierto es que... no soy el único en esta situación y me gustaría hacer algo. Me he dado cuenta de que estoy en el punto de mira y me gustaría utilizar esto para algo bueno. He pasado un infierno durante demasiados años, no quiero que otras personas lo pasen. Hoy en día, aunque me encuentro más "claro" mentalmente hablando, no sé si voy a tener una vida normal con JungKook. Pero igual que estoy luchando por mi relación, me gustaría luchar por esas personas que están asustadas y no tienen a nadie.


- Bien. Me parece bien.


La semana siguiente, JungKook y Vante fueron al piso del chico. En aquella semana Vante iba a trabajar vía online, desde casa. No iba a ir al estudio, Niall había ido al estudio a echarle un ojo y ver que todo estuviera bien durante las dos últimas semanas.


Cuando llegaron a casa, JungKook entró en su piso para ver que todo estuviera bien y luego bajó al de Vante, el chico estaba poniendo lavadoras y cambiando sábanas.


- Tengo la sensación de que no he hecho nada en semanas- dijo Vante. El chico se había puesto un chándal y una pequeña coleta para apartar el pelo de su cara.


Durante horas, los chicos apenas hablaron, estuvieron limpiando y ordenando y, tras una reparadora ducha, ordenaron comida a Anderson's y se sentaron en el sofá.


- Me gustaría ordenar...


- ¡No quiero ordenar nada más!- dijo Vante.


JungKook rio y le acarició el pelo mojado.


- Me refería a lo de la casa- dijo JungKook- lo hablamos hace un par de semanas y quería saber si habías pensado en ello, si te interesaría la idea de vivir allí... de vivir allí juntos...- tanteó y Vante se sentó y le miró.


- Tenemos que pensar en los pros y los contras, mi amor, no podemos irnos a una casa así como así sin pensar- dijo- el pro más importante es que viviremos juntos- dijo y lo apuntó en un cuaderno en la columna de los pros- tendremos privacidad porque está lejos, pero también hay que tener en cuenta de que sólo tenemos un coche y eso es un contra- lo apuntó- bien, supongamos que nos compramos la casa y el coche para poder estar comunicados. ¿Vamos a tener el dinero para mantener esa casa y los dos coches?- preguntó- mira por internet un seguro para una casa así, sumemos el seguro de mi coche y añadamos el seguro de otro coche y la gasolina.


JungKook empezó a desanimarse, iba a ser muy caro.


- Seiscientas libras el seguro, aproximadamente- dijo JungKook.


- Yo pago doscientos cincuenta de coche- dijo Vante- nos subiríamos a quinientas si debemos tener dos coches. Y a parte gastos de agua, luz, teléfono, gasolina... mi amor, sería una fantasía... pero no podemos permitírnoslo.


JungKook suspiró y se abrazó al cuerpo de Vante.


- Me hacía ilusión vivir allí contigo, pero entiendo que no es posible.


Vante le abrazó y cogió la calculadora, empezó a hacer cuentas que JungKook no entendía, pero no le importaba, no podía darle a Vante aquella casa tan exclusiva y privada.


- Cariño...


- Mmm...


- No podemos permitirnos esa casa, pero si compras tu casa y la unes a la mía... podríamos tener una casa bastante grande- opinó y Jungkook le miró- tu casa y la mía tienen la misma distribución- dijo y dibujó la distribución dos veces- en la planta de abajo podríamos tirar la pared que separa mi habitación con la de invitados y podría tener mi vestidor ¡nuestro vestidor!- se corrigió y JungKook rio- se me ocurre que podía quitar el comedor para hacer el salón más grande- explicó, mientras se levantaba y paseaba por el salón- aquí estaría colocado el sofá, quitaríamos esa estantería tan grande y pondríamos una más modesta para poner la televisión y mi lector de vinilos- dijo, emocionado, podríamos poner una escalera que fuera desde la punta izquierda hasta aquí- dijo y caminó hasta la puerta del baño- no quiero una escalera de caracol, sino una escalera de escalones anchos y poco altos, porque cuando seamos mayores no vamos a poder subirlos con tanta agilidad- comentó y JungKook sonrió ante el hecho de que Vante tuviera en cuenta su futuro- el comedor lo podemos llevar a tu salón, igual que esta estantería, el mueble que tienes en tu salón, lo puedes bajar aquí- dijo- nuestra habitación de invitados sería tu habitación principal porque es la que tiene el armario y tu habitación secundaria puede ser mi despacho. La obra no sería mucho, sólo la escalera.


JungKook sonrió y abrazó al chico.


- ¡Será perfecto!- dijo- es...


- ¡Incluso creo que se podría hacer una remodelación del baño y las dos habitaciones para hacernos una habitación grande con vestidor y baño! Así esta zona quedará cerrada y diáfana y si alguien necesita ir al baño, puede ir al de arriba.


- Necesitamos un...


- Contratista, cariño. Pero antes tienes que hablar con tu casera para que te venda la casa, no va a haber problema, sé de buena tinta que se la quiere quitar de en medio.


- La llamaré.


El chico llamó a la mujer.


- ¡Dime, JungKook!


- Hola, ¿cómo va todo?


- Muy bien, dime.


Parecía que la mujer estaba preparada para que le dieran una mala noticia.


- Quería proponerle comprar la vivienda donde estoy.


- ¡Es tuya!- le dijo la mujer.


- Oh... así sin más...


- Mi marido y yo queremos mudarnos de Gales y no queremos tener nada aquí, pero tampoco queríamos malvenderla.


- ¿Cuánto pediría por ella?


- Cien mil y te quedas los muebles.


- Perfecto, ¿le hago la transferencia ya?


- ¿Perdona?


- Que si quiere... que le dé... el dinero ya...


- ¿Me lo vas a dar en efectivo?


- Sí, soy modelo, no tengo problemas con eso.


- Los papeles van a tardar.


- No me importa, pero sí necesito empezar a hacer obras.


- Bien, vamos a realizar un anexo al contrato en el que se refleja que vas a comprar la casa y que puedes hacer obras.


Al día siguiente, JungKook firmó el anexo al contrato y Vante fue junto con JungKook a una empresa de reformas, contratos en mano, para poder hacer la reforma de sus sueños para poder vivir juntos.


- Hola, ¿puedo ayudarles?- preguntó una mujer nada más verlos.


- Sí- dijo Vante- estamos interesados en hacer una pequeña reforma en nuestra casa, aquí tenemos los contratos de propiedad, queremos unirlas ¿problema? Es una vivienda sobre otra, por lo que habría que poner una escalera y queremos una remodelación completa de la habitación principal.


- ¿Tenían algo pensado?- pregunto y Vante sacó los planos de ambas casas y los superpuso.


- Como ve, ambas casas son idénticas, lo que queremos es abrir un hueco en esta zona de aquí- dijo y señaló la esquina izquierda correspondiente a ambos salones- y ahí poner una escalera. No queremos escaleras de caracol, sino escaleras con escalones largos y de poca anchura, no nos importa si, a esta zona- indicó el extremo derecho- la escalera gira.


- Sería escaleras de este tipo- dijo, sacando un catálogo- ¿qué estáis buscando? ¿Algo clásico? ¿Recargado? ¿Minimalista?


- Entre clásico y moderno, no nos gustan las cosas recargadas- explicó Vante.


- Escaleras de maderas- dijo JungKook, es lo que me gustaría.


- Me gustaría que, en lugar de tener una barandilla, tuviera un quitamiedos de cristal.


- Tenemos estos dos modelos- dijo la mujer- quitamiedos de cristal y luego este que, a parte, tiene barandilla de madera con adornos en metal.


- Esta es muy bonita- dijo JungKook, señalando la antigua.


- ¿Te gusta?- preguntó Vante.


- Sí, sin duda.


- A mí también.


- Esta escalera- decidió.


- ¿Qué quieren hacer en la habitación principal?


- Tiene que ser la habitación principal de abajo, sería la nuestra. Queremos unir el baño, la habitación de invitados y la habitación principal para tener una habitación grande con vestidor y baño propio.


- ¿Arriba qué tienen pensado hacer?- preguntó la mujer.


- Un despacho y habitación de invitados. Y el comedor.


- Bien, les propongo hacer una escalera grande, un comedor grande y que la parte de abajo sea la habitación de invitados y el despacho porque la parte de abajo perderá mucho espacio por la escalera. En cambio arriba, pueden poner su salón grande. ¿Puedo pintar el plano?


- ¡Por supuesto!


- Todo esto sería su salón- dijo y marcó con un rotulador verde el espacio correspondiente al salón- pero su cuarto sería esto- dijo y marcó con un rotulador rojo el espacio del baño, las dos habitaciones y la cocina- Vante abrió mucho los ojos- la cocina sería su vestidor, la habitación principal y parte de la habitación de invitados, se convertiría en la habitación principal y esto sería el baño- explicó- por supuesto, cerraríamos el espacio entre la cocina y la puerta, ese espacio iría a parar al vestidor. Así la parte de arriba se convertiría en vuestro espacio de pareja y la parte de abajo sería la parte para cocinar, comer y visitas. ¿Qué les parece?


- ¡Perfecto!


- Como la parte de abajo sería comedor, yo les aconsejaría invertir espacio en la escalera, sobre todo si, de cara al futuro quieren seguir subiendo las escaleras. No es lo mismo subir estas escaleras con veinte que con sesenta- dijo la mujer- yo siempre aconsejo a mis clientes antes de una reforma que piensen en eso- dijo.


- ¡Es lo que yo pienso!- dijo Vante- si nuestra habitación va a estar en el piso de arriba convendría tener las escaleras bien y no bloquear la puerta de entrada.


- No la bloquearemos, podrán entrar y salir por ella- dijo la mujer- bien, ¿cuándo pueden ir los obreros a medir?


- Estamos en casa...- miró a JungKook.


- Después de la hora de comer.


- Bien, me quedo con su teléfono, les llamaremos.


Salieron y en los días sucesivos aquello fue un entrar y salir de obreros que medían su casa. El miércoles, Vante llamó a una agencia que alquilaba cuartos trasteros para poder alquilar un cuarto y JungKook llamó a una agencia de mudanzas para que se llevaran todos sus muebles y los de Vante al cuarto trastero.


No iba a ser una obra muy larga, de hecho, en dos semanas todo iba a estar terminado. Mientras tanto, vivían en el estudio de Vante, aunque pasaban las noches en el centro, tal como debían hacerlo y por las mañanas hacían ejercicio.


- ¿Te encuentras bien?- preguntó JungKook, una noche.


Estaban en el estudio, aquel día habían ido a ver las obras de la casa, ya habían hecho el hueco de la escalera y habían tirado las paredes de la casa de JungKook.


- Sí, la verdad que cuánto menos vea las obras, mejor. Soy esa clase de personas que las obras me estresan- dijo el chico- pero estoy muy emocionado con la habitación que vamos a tener- dijo.


- ¡Yo también! La verdad es que tu cara fue increíble cuando la mujer te dio la idea de dejar la zona de arriba sólo para nosotros.


- Me encanta esa idea, va a ser nuestro rincón.


- Nuestro rincón de amor.


- Que bien suena amor. Ya quiero vivir ahí.


Al día siguiente, los chicos salieron del hospital donde dormían y fueron a su estudio.


- Me apetece fotografiarte. Hace tiempo que no lo hago y tengo conceptos bastante interesantes en mente que creo que podrían ser muy interesantes. Podría hacer otro book con eso y subirlo a la web.


- ¿Qué tienes en mente?


- Quiero hacer dos sesiones enlazadas. Una muy inocente: tú como artista, como pintor. Otra más sensual, quiero volver a fotografiarte desnudo, pero esta vez no se te verá nada. Es sólo que quiero remarcar tus músculos mediante el flash de mi cámara y la pintura.


- Eso suena muy bien.


- He echado mucho de menos fotografiarte.


- Y yo que lo hagas. Es cierto que es mi trabajo, nuestro trabajo, pero... hace tiempo que no lo haces.


Vante supo que JungKook no había nombrado la Fashion Week, ni lo sucedido. Ambos tenían aquella conversación pendiente: ¿Qué iban a hacer respecto al tema de los paparazzi? ¿Qué estaba pasando en el ámbito mediático con sus vidas? ¿Habían dejado de hablar de ellos o, por el contrario, hablaban aún más debido a las idas y venidas de Vante al hospital? El fotógrafo era muy consciente de la gran cantidad de pacientes que le había visto en psiquiatría, incluso los familiares de esos pacientes le habían visto allí. ¿Alguno habría llegado a comentar algo?


Ahora mismo no quería pensarlo. Tenía una lista de prioridades. La principal era retirar aquel medicamento de su vida para siempre y, con ello, llevar la relación con JungKook que siempre había deseado. La segunda, su amada casa, el hogar que estaba construyendo con JungKook, no empezaría a ser un hogar hasta que no vivieran allí, cada vez estaba más emocionado en su casa, en la decoración y, sobre todo, en hacer a JungKook tan feliz como el chico lo estaba haciendo con él. Y tercero y no menos importante, aquel tema que habló con su psiquiatra. Sabía que era complicado, incluso peligroso. Pero merecía la pena.


Sin embargo, aquel día no pensó en nada, tenía su cámara cargada y puso a JungKook un pantalón ancho, con una camiseta ancha a juego, le despeinó el pelo hacia abajo y puso varios adornos a su alrededor como un caballete, un cuadro, varios pinceles y pinturas al óleo.


- Mira al cuadro y píntate un poco los dedos, como si te hubieras manchado... perfecto.


Le hizo una foto.


- Coge esa brocha grande, necesito que la metas en el tarro de pintura con agua y salpiques en el lienzo. ¿Quieres practicar antes sólo con agua?


- Sí, no quiero mancharte nada.


- Perfecto, lo intentaremos sólo con agua- dijo Vante- preparado... empapa el pincel... tres... dos... sácalo... uno... ¡ya!


JungKook sacudió el pincel con fuerza frente al lienzo y el chico tomó una ráfaga de fotos.


- ¡Oh, es increíble! ¿Quieres verlas?


- ¡Claro!


Vante se las enseñó, era una ráfaga dónde se veía con exactitud y precisión el movimiento de la mano de JungKook y también las gotas cayendo y salpicando en el lienzo.


- Eres increíble haciendo estas fotos- alabó JungKook- nunca he conocido a un fotógrafo como tú. Recuerdo cuando me hiciste aquella ráfaga de beisbol.


- ¡Salió en una revista de fotografía!


- ¡No me dijiste nada!


- Se me olvidó... nos pasan tantas cosas a menudo... pero en verdad tampoco fue para tanto, sólo nombraban la capacidad que tuve de hacer esa clase de fotos en el interior.


- ¡Cuando acabemos la sesión, me tienes que enseñar ese artículo! Están hablando de tu talento, no es poca cosa.


Vante sonrió y volvió a su puesto en la cámara. JungKook echó pintura en el bote de agua y lo mezcló bien.


- Cuando me digas.


- Bien... tres... dos... saca el pincel... uno... ¡ya!


JungKook sacudió el pincel contra el lienzo, manchando la sábana que estaba en el suelo, pero no le importó, la habían puesto ahí para eso.


- ¿Ha quedado bien?


- Ha quedado perfecta.


- ¿Puedo hacer una sugerencia? Es posible que no quede bien para la sesión, pero igual es bonita.


- Claro, dime.


- El otro día, cuando leía El Fantasma de Canterville...


- La mancha verde.


- Sí, me gustaría hacer una foto que fuera una mención.


- Dibuja con el verde la mancha en la sábana, voy a imprimir una cosa...


JungKook dibujó una mancha verde en el suelo y Vante regresó recortando un folio. Cuando se lo enseñó, JungKook rio.


"EL FANTASMA OTIS, EL ÚNICO ESPECTRO GENUINO Y AUTÉNTICO, DESCONFÍE DE LAS IMITACIONES, TODOS LOS DEMÁS SON FALSIFICACIONES"


Puso la hoja al lado del suelo y JungKook sonrió.


- Necesito que seas Virginia descubriendo esa mancha pero... en el cuerpo de un pintor.


El chico sonrió y, haciéndose el sorprendido, sin parecer falso, miró la mancha y la inscripción. Vante le fotografió y sonrió al ver la foto.


- Va a ir a mi colección- dijo- bien, ya hemos terminado por aquí, ahora vamos con la otra. ¿Cómo quieres hacerlo? ¿Prefieres echarte tú la pintura? ¿Quieres que te ayude?


JungKook se sorprendió ante el hecho de que, a pesar de estar juntos, Vante no daba por sentado de que se iba a desnudar así porque sí.


- No me importa que tú me ayudes, además, eres quien sabe el concepto- dijo.


- Bien, entonces primero vamos a recoger aquí.


Recogieron el lugar y pusieron sábanas limpias en el suelo.


- ¿Me desnudo?- preguntó.


- Sí. Si quieres, puedes hacerlo en el saloncito y venir en ropa interior.


El chico volvió en ropa interior y Vante tocó sus brazos.


- Tienes la piel de gallina, pondré el calefactor. Toma, tápate con este abrigo de plumas mientras tanto.


- No es necesario...


- No vas a pasar frío, la pintura no abriga.


- Gracias.


A los cinco minutos, el lugar estaba más calentito y Vante sacó unas pinturas que estaban en botes alargados.


- Es posible que la pintura esté fría.


- No te preocupes.


- No puedo garantizarte que esta sesión quede bien, nunca he hecho esto- dijo.


- Me alegra que lo hagas conmigo.


Estiró los brazos en cruz y Vante derramó la pintura por sus hombros y el chico notó como ésta caía por su espalda y luego por su pecho. La derramó por los brazos y luego a la altura de los costados. Después cogió el bote azul claro y la echó encima de la negra, los colores contrastaban y la pintura seguía cayendo por sus glúteos. Luego echó una roja y después una verde, hasta finalizar con la blanca.


- Baja los brazos... pero muy despacio- dijo y JungKook obedeció- mira fijamente a la cámara. Eso es... gírate... muy despacio... abre las piernas y saca músculo de brazo... mira a la cámara... perfecto. Ahora estira una pierna hacia atrás, muy bien- Vante se colocó detrás de él, buscando el ángulo exacto para que se viera a las perfección los músculos del chico- arrodíllate, a modo pedida- pidió- eso es, pero saca músculo de tus brazos... ¡Perfecto! Ponte de pie y flexiona un poco la pierna derecha y saca músculo, como si estuvieras en uno de esos concursos de culturismo ¡eso! ¡así! Bien, pues es todo. Bueno... quería pedirte un favor. Pero no como Vante, tu fotógrafo, sino como Vante tu novio.


JungKook entendió y asintió. Siempre habían tenido muy clara la línea que separa el trabajo del amor y nunca las habían confundido. Eso había sido un punto muy fuerte en su relación.


- Comprendo. Dime.


- Se me ha ocurrido una foto que quiero hacerte... una foto para mí. Para mi colección pero que no va a aparecer aquí. Quería pedirte permiso para hacértela.


- Claro, ¿cómo quieres que me ponga?


- ¿No quieres saber de qué va?


- ¿Tengo que hacer contorsionismo?


- No- dijo, riendo.


- Entonces será perfecta.


- Ponte de cara a la pared, las manos en la pared y separa las piernas... sepáralas más... perfecto- Vante se puso de rodillas, con el trasero apoyado en sus talones, justo entre las piernas del chico, pero a unos diez centímetro de distancia- necesito que... bueno... levantes un poco tu trasero.


- ¿Así?


- Eso es.


Vante miró por el objetivo.


- Mírame... mira hacia abajo- pidió y JungKook obedeció. No pudo evitar morderse el labio inferior al ver a Vante allí de aquella manera- perfecta- dijo, capturando la imagen.


El chico se levantó y le mostró a su pareja la imagen. No sólo era una foto del trasero de JungKook, sino que era una foto en la que aparecían los testículos del chico, su espalda y su cara.


- ¿Me la puedo quedar?- preguntó Vante.


- Claro. No hace falta que me preguntes.


- Sí hace falta. Es tu cuerpo y te estoy fotografiando en posturas nada normales. Esto irá a nuestra caja fuerte.


Cogió una sábana y comenzó a quitarle la pintura.


- Te vas a manchar y tu ropa tiene pinta de ser cara- dijo JungKook- me iré a la ducha.


- No pasa nada...


- ¡Vas de blanco! ¡No seas desastre!- dijo riendo.


- ¡De acuerdo! ¡No te quitaré el puesto!


JungKook se envolvió en una sábana y, con mucho cuidado, entró en la bañera del estudio, dejó la sábana dentro de una bolsa y se metió en la ducha.


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