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SCAR por Walid

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Al día siguiente, Vante fue el primero en despertarse, empacó las cosas, recogió la habitación, se duchó y, cuando JungKook se despertó, le dirigió una encantadora sonrisa.


- He pensado que hoy podríamos tomarnos el día para nosotros- dijo Vante- he pensado en lo que dijiste y creo que tienes razón: no me voy a poner la tirita antes de hacerme la herida. Eileen le dijo a JiMin que la llamará a ella en el caso de que supiera algo y tú le dijiste a JiMin que, por pegarte, yo me iba a dedicar a mimarte- se puso de rodillas en la cama y le besó con cuidado- no queremos que quedes como un mentiroso, ¿verdad?- preguntó.


JungKook sonrió y acarició sus piernas, sólo cubiertas por unas finas medias pantys. El chico se había puesto uno de los pantalones más cortos que tenía.


- Vamos, a la ducha, te invito a desayunar.


Con una sonrisa, JungKook le besó. Le besó de verdad, no le importaba el dolor o tener una marca de por vida en su cara, necesitaba aquellos labios.


Las manos de Vante se perdieron entre los pantalones del menor y el chico le miró.


- Pensé que nada de sexo.


- Eso era ayer- dijo- estabas de reposo. Hoy no- añadió y comenzó a masturbarle.


- Cariño... ah...- gimió, arqueó la espalda y se mordió el labio el inferior.


Le acarició las piernas mientras seguía masturbándole y, tomando aire, se acercó al miembro del chico para lamerlo y volver a masturbarle. JungKook gimió fuerte y le miró, preocupado, no quería que el chico hiciera algo que no le gustara.


- No... no lo hagas... a ti... no... ¡ah!


Vante le había lamido el frenillo y había vuelto a masturbar su miembro y sentía que se corría.


- Me corro- susurró.


Una de las cosas que JungKook siempre amaría de Vante era su dualidad, podría parecer masculino, femenino, adorable y sexy. Nunca sabía qué lado de sí mismo le iba a mostrar. Incluso en el sexo, su personalidad cambiaba de una sexy a una más tímida dependiendo del momento. Pero ahora, en aquel momento, Vante estaba totalmente desinhibido, tenía la camisa un tanto abierta y le caía hacia atrás, revelando sus hombros y sus clavículas, su pelo rizado y despeinado le caía por la cara, enmarcando su hermoso rostro que, en ese momento, se veía salvaje. Porque sí, esa era la definición de la mirada de Vante Tittensor en aquel momento: salvaje. El chico le miraba de forma decidida, incluso con una sonrisa un tanto burlona, por ver a su novio en aquel estado debido a lo que él le estaba haciendo. Sin parar de mirarle, bajó hasta su miembro y lamió con fuerza la vena que sobresalía del miembro del chico.


- ¡Vante!- gimió y se mordió el dedo índice con fuerza cuando, de su miembro, salieron varios chorros de esperma que bañaron su camiseta de pijama- oh... ahora sí que necesito reposo- dijo, cogiendo la sábana para limpiar la mano de su novio que también estaba manchada.


- Espera- dijo. No hacía más que mirar los fluidos del chico en su mano. Se la llevó a la boca, pero la apartó- ¡no puedo!


- ¡No te preocupes!- dijo y le limpió la mano.


- Como tú lo haces...


- No tienes que hacer todo lo que yo hago- dijo JungKook y le abrazó. Se tumbaron en la cama y JungKook se tapó sus partes- el sexo es una forma de amarnos pero la tenemos que disfrutar los dos y, si a mí me gusta tragarme tu esperma después de chupártela y a ti no te gusta, no hay ningún problema.


- Es sólo que... a veces pienso que tenemos tantos impedimentos en la cama y que son por mi culpa- expresó- con esto, no quiero volver a la vieja discusión- aclaró- sé que hemos avanzado mucho, muchísimo de hecho, pero hay tantas cosas que yo no...


- Mi amor- le dijo, comprensivo- te digo lo mismo que siempre. Disfrútalo y no lo pienses. Antes pensabas que no ibas a poder tener sexo conmigo nunca y un día te armaste de valor y me masturbaste. Y luego aquel primer día que tuvimos sexo...- suspiró y se perdió entre sus pensamientos- podría decirse que esa fue nuestra primera vez, me dejaste chupártela, nos masturbamos el uno al otro... cuando te corriste...


- Ese día fue increíble- reconoció.


- Tú eres increíble- le corrigió- y un día intentaste hacerme una mamada y no pudiste... ¡pero ese día me metiste los dedos! ¡Y oh, mi vida, ese día me corrí como nunca!- alabó y Vante se escondió en su pecho- hace casi un mes me dijiste que no podías hacerme un mamada pero hoy me la has lamido. Poco a poco, mi amor. Sólo disfruta.


Vante suspiró y le besó.


- Te haré caso... disfrutar...


- Además, ayer me dijiste que estás cachondo casi las veinticuatro horas del día...


- Sí, quiero preguntarle eso a la doctora antes de irme hoy.


- Ve, yo me iré a duchar y recogeré la cama.


- ¿Seguro? Es nuestro día... igual tardo...


- No te preocupes. Es algo a lo que le das vueltas y para mí, lo primero es tu salud.


- Eres el mejor.


Vante salió de la habitación, no sin antes arreglarse la ropa, retocarse el maquillaje y perfumarse. Había percibido que, cada vez que tenía sexo con JungKook, su cuerpo adquiría un olor característico, no quería que la gente supiera que había tenido sexo dentro del centro.


Llegó a la consulta de la doctora y preguntó a la secretaria de la doctora Prescott si la doctora estaba muy ocupada, tenía una duda.


- Si es sólo una duda, puedes esperar a que termine con el paciente- dijo.


- Gracias.


Veinte minutos después, un paciente salió y la doctora Prescott se alarmó de verle ahí.


- ¿Todo bien?


- Sólo tengo una duda... creo que estoy empezando a tener efectos secundarios de quitarme la medicación...


- ¡Pasa! ¡Cuéntame!


- Para empezar, me siento más despierto, lo cual no creo que esté mal, pero igual que antes me sentía en un eterno estado zen, ahora me siento más activo. Incluso juraría que mi cerebro se siente más despierto. Antes, cuando hacía las cosas o me decían algo, en ocasiones no las pillaba y me las tenían que explicar dos veces porque era como si mi cerebro estuviera dormido, ahora no es así- explicó- me siento más atrevido- añadió- esto no sé si es por culpa de la medicación o porque llevo medio año saliendo con JungKook y en este medio año he hecho todas aquellas cosas que en nueve años me juré y convencí que no haría- dijo y la doctora Prescott sonrió- ayer vi a JiMin y no me causó terror ver esa parte de mi pasado unida a mi presente. Sólo sentí rabia cuando vi que estaba pegando a JungKook. Pero ahora... veo claridad en mi vida... cosa que antes no hacía- explicó- por primera vez no quiero huir de mi pasado, simplemente- suspiró- no sé qué hacer con ellos, con mis padres, mis hermanos, con JiMin... pero no quiero que vuelvan a mi vida, mi vida ahora soy yo: Vante, el fotógrafo. En mi vida está Niall y Eileen. Y en mi vida está JungKook que, aunque siga sin entender el concepto "amor", sé que quiero vivir para siempre con él en la casa que estamos construyendo. Ser viejitos y quejarnos de tonterías...- sonrió y la doctora también lo hizo.


- ¿Y cuál es el problema?- preguntó- ¡Lo estás consiguiendo! ¡Es esto por lo que has trabajado tantos años! ¡El tema de tu familia y JiMin lo iremos tratando poco a poco, pero tampoco depende de ti!


- Estoy...- se sonrojó- yo... bueno... me siento... excitado... todos los días... he pasado de no sentirlo... a sentirlo demasiado.


- Llevas seis meses con tu novio, en una pareja es muy normal que ese deseo sea tan fuerte- explicó- además, JungKook y tú no podéis tener relaciones normales y os pasáis la vida hablando y planeando como ser más creativos... es normal. Ya que tienes tantas ganas, siempre que puedas, siempre que la situación lo permita, no tengas vergüenza de decírselo a JungKook. Eso hará más fuerte vuestra relación.


- Bueno... eso estoy haciendo... y, en ocasiones, me siento mal por pedírselo...


- ¿Por qué?... estáis en una relación, el sexo es consentido, ¿recuerdas?


El chico tomó aire y asintió. Aquello era cierto, JungKook siempre había respetado sus límites y sus tiempos y, el día anterior, cuando JungKook no pudo tener sexo, él lo respetó. Sí, en eso consistía su relación, en respeto.


- ¿Algo más?


- No...- dijo, con la boca pequeña.


- ¿Le has pedido sexo a tu novio?


- Bueno... antes yo nunca quería y, cuando me apetecía no era muy difícil saberlo, le besaba y estaba muy participativo en quitarle la ropa... salvo aquella vez que le dije que tenía ganas, pero es que no pensé que acabaríamos teniendo sexo- dijo y la doctora rio.


- Pues ten aquella vez en mente, tómalo como ejemplo y ya está- dijo.


- ¡Y ya está!- dijo- bien, lo intentaré.


- En realidad lo que te frena ahora es el miedo- dijo la doctora, pero estoy segura de que, cuando te apetezca y estés con él, te saldrá solo pedírselo o hacer algo.


- El otro día me desnudé y me metí en la bañera con él...


- ¡Eso es! ¡Cosas así!- aprobó.


Vante asintió y salió de la consulta, allí le esperaba JungKook.


- ¿Todo bien?


- Todo perfecto.


- Me ha parecido una tontería que vinieras a buscarme a la habitación- dijo- creo que lo mejor era venir aquí y salimos a desayunar.


- ¡Estupendo!


Fueron a una cafetería que estaba cerca del estudio de Vante y pidieron gofres con chocolate y fe.


- Es la primera vez que no te veo tomar café para desayunar.


- El chocolate y el café no hacen buenas migas en mi estómago- reconoció.


JungKook rio y el teléfono de Vante sonó.


- ¿Diga?... sí, soy yo... oh, sí, un momento...


Vante salió de la cafetería dejando a un JungKook demasiado estupefacto y, a los tres minutos, volvió con un paquete en la mano.


- Lo que pedimos- dijo el chico- no creo que vayas a abrirlo aquí.


- No- dijo JungKook- imagino que la prensa andará cerca- dijo y metió la caja en su mochila por si veían la etiqueta.


Desayunaron en total tranquilidad, hablando, riendo, no nombraron el trabajo y tampoco la exclusiva de Vante, pero sí hablaron mucho sobre las obras en casa. Cuando terminaron de desayunar, Vante pagó, como había prometido, y agarrados de la mano, fueron derechos a la casa que iban a compartir. Cuando llegaron vieron la parte de abajo completamente arreglada y limpia.


- ¿Quieren venir a ver su habitación?


- ¿Podemos?- preguntó Vante, emocionado.


- Está la estructura, falta el color y algunos detalles, pero el suelo ya está- dijo el jefe de obra.


Subieron y vieron que el salón estaba tal cual como lo querían, habían subido la librería de Vante y el reproductor de vinilos, no obstante, tanto los libros como vinilos los tenían en cajas.


- Déjenlos ahí- pidió JungKook, al verlos- los arreglaremos nosotros.


- Sí, ya han hecho mucho con arreglarnos lo de abajo y... ¡Madre mía!


La habitación era enorme con suelo de tarima flotante que se extendía hasta el vestidor.


- Me voy a morir- dijo Vante, en éxtasis haciendo reír a los obreros. La habitación ocupaba la antigua habitación principal y parte de la habitación de invitados y, en la esquina izquierda había dos puertas de madera de roble que daban acceso al vestidor, Por otro lado, justo en frente de donde iría la cama, había dos puerta que daban acceso a un baño con bañera de hidromasaje, ducha, retrete, bidé y un lavabo doble- ¡oh, Dios mío! ¡Esto es nuestro baño! ¡Y nuestro cuarto!


- ¡Y no está terminado!- dijo el jefe de obra- queda poner las baldosas de las paredes del baño, instalar un espejo y la grifería. No lo hemos podido poner ahora porque faltan las baldosas. En la habitación y el vestidor faltaría pintar y luego, el vestidor instalar las barras y, en la pared del fondo los cajones para zapatos.


- Es increíble- dijo JungKook, abrazando a su chico.


- Lo más probable es que para el siguiente fin de semana puedan estrenar su nueva casa.


- ¿En serio?


- Sí. Esto en un par de días está terminado. El engorro es dejar que la pintura se seque... con este clima es complicado...


- Lo entendemos- dijo Vante.


- Bueno, les dejamos continuar- dijo JungKook, contento.


Salieron y se fueron al estudio dando un paseo, cuando entraron, Vante se aseguró de que todo estuviera bien cerrado con las alarmas bien puestas y se encerró en la salita con JungKook.


- ¿Todo bien?- preguntó el chico.


- Bueno...- dijo y le dio un pequeño empujoncito a JungKook para que se sentara en el sofá que estaba abierto- la doctora me ha dado un consejo y creo que debo seguirlo.


- ¡Por supuesto! ¡La doctora Prescott es muy profesional! ¿Qué te ha comentado?


- Sabes que últimamente, debido a que ya no uso los antidepresivos que usaba antes, tengo más ganas de hacerlo... me ha aconsejado decirte cuándo me apetece.


- ¡Lo veo bien! Además ahora estamos "de baja", por decirlo así, no tienes que esperar a la noche o...


- Quiero hacerlo ya- dijo.


JungKook le miró, le subió sobre sus caderas y se tumbó. Vante arregló las almohadas para que el chico pudiera recostarse y se levantó de su regazo.


- Dame un minuto.


Se fue al baño, se quitó los pantalones, las pantys, se aseó un poco, volvió a ponerse los pantalones y salió al salón. Siempre le había gustado estar arreglado y aseado para JungKook, no dejaba de ser sexo, le gustaba estar completamente limpio para el chico, incluso aunque se hubiera duchado hace tres horas, acababa de volver de la calle, había sudado, quería asearse.


- ¿Te has quitado las medias?- preguntó.


- Sí... ahora podrás tocarme a mí y no a las pantys.


JungKook rio y agradeció aquello, acarició y sobó las piernas y el trasero de Vante mientras se besaban con fuerza.


- Mmm...


JungKook le miró y comenzó a juguetear con sus testículos.


- Ah... JungKook...


El chico le puso una mano en la mandíbula y le besó.


- Cariño yo... quiero... yo quiero... probar eso...- dijo y miró la mochila del chico.


- Iré a lavarlos, ¿quieres que lo abramos juntos?


El chico asintió emocionado y abrieron la caja juntos, los vibradores para el pene y para los testículos venían en cajitas más pequeñas, mientras que el vibrador anal venía en una más alargada.


Con cierto miedo, abrió la caja y lo sacó, pesaba, pero era muy fino.


- No sé...


- Si no puedes usarlo, no pasa nada- dijo JungKook- ¿vas a querer intentarlo?


El chico se mordió el labio inferior y asintió.


- Iré a lavarlo.


Mientras JungKook lavaba los vibradores y le ponía las pilas, Vante se arreglaba para parecer sensual ante su novio. Cuando el chico volvió, Vante tenía la camisa totalmente abierta y el pantalón era tan bajo que remarcaba sobremanera su miembro.


- ¿Puedo quitarte los pantalones?- preguntó.


Mordiéndose el labio inferior, asintió y, lentamente, JungKook se situó entre sus piernas, le desabrochó los pantalones y, con mucho cuidado, le bajó aquel micro pantalón.


- Vante...- gimió al verle sin aquella pieza. El chico llevaba lencería de Victoria's Secret a juzgar por las iniciales en el elástico de la cinturilla. No eran braguitas lo que llevaba, sino un tanga tan diminuto que ahora su miembro se asomaba por un lado de este- eres una obra de arte, cariño- susurró. Agarró una de las piernas del chico y comenzó a besarlas hasta llegar a su ingle, donde dio pequeños mordisquitos hasta lamer su miembro- ¿me dejas lamerte?


Llegados a aquel punto, la cordura de Vante, ya de por sí bastante débil, había volado. ¿Qué se suponía que debía responder a eso? Claro que quería que Jeon JungKook le lamiera. De hecho, quería que le lamiera todo. Si por el fuera, viviría en la boca experta de su novio.


- ¡Hazlo!


- Gírate...


Oh, mierda... iba a volver a hacerlo y Vante sólo podía pensar en lo bien que se sintió la última vez. Por aquella razón se había aseado antes del sexo, deseaba que lo hiciera de nuevo.


Se puso a cuatro, dándole la espalda a su novio, la camisa que llevaba se levantó por encima de su trasero, sintió como su saco caía y su miembro se mantenía erecto. Lentamente fue echándose hacia adelante, levantando su trasero y sintió ambas manos del chico en su trasero.


- ¡JungKook!- gimió.


Sintió como el dedo corazón de ambas manos del chico se colaban por debajo del elástico de su ropa interior y lentamente la bajaba hasta quitársela y, cuando terminó de despojarle de ésta, hizo algo que nunca olvidaría: la olió.


- Hueles demasiado bien...- gimió.


- JungKook... por favor...- quiso llevar su mano hasta su trasero, pero algo en sí mismo se lo impidió.


El chico lo notó, pero no dijo nada, no iba a provocarle, ni a forzarle a que se tocara a si mismo delante de él. No era esa clase de chicos.


Se acercó al trasero del chico y comenzó a besarlo y acariciar los testículos. En el momento en el que Vante sintió los labios de JungKook en su trasero, dejó caer su cabeza y cerró los ojos. Sólo era el momento, él, JungKook y el placer de ambos. Cuando sintió las manos de su novio separar sus nalgas agarró su pelo y gimió de anticipación.


- JungKook...- gimió y, sin poder evitarlo y, muriéndose de la vergüenza, su cuerpo reaccionó impulsando su trasero a la cara de JungKook.


Esta vez JungKook fue directamente al agujero de Vante y lo lamió con fuerza y velocidad.


- ¡Cariño!


JungKook se separó de él, cogió el vibrador lo impregnó en lubricante y lo puso en su entrada. No se le pasó por alto la rigidez en el cuerpo del fotógrafo.


- Confía en mi- susurró.


Encendió el vibrador y, en lugar de meterlo, lo pasó por la zona de su ano, su perineo y sus testículos.


- ¡Ah! ¡Ah!


JungKook sonrió y volvió a pasarle el vibrador por el ano del chico.


- Se siente... bien...


- Disfrútalo...


Pero no sólo lo disfrutó Vante, sino también JungKook al ver de aquella manera al chico.


- Ah... ah... cariño...- gimió y sintió como su entrada se contraía, quería dar paso a dar objeto, pero JungKook no lo metía- mételo.


- Aún no.


- ¡Agh!


Ni siquiera el propio Vante sabía en qué estaba pensando para pedirle a JungKook que le metiera aquello, pero para empezar, se sentía demasiado bien la vibración en su ano, de hecho, aquella vibración llegaba a lo profundo de sí y sentía un placer que nunca había sentido, ni siquiera con las felaciones.


Empujó la punta del vibrador contra la entrada del chico, sin hacer fuerza, haciendo un pequeño efecto rebote que hacía que Vante gritara de placer.


- Ah... ah...


Con la otra mano, lubricó su miembro y el de Vante, tenía muy claro cómo iba a hacer que el chico se corriera. Se tumbó y empujó al chico encima de él. En el momento en el que Vante notó el miembro duro de JungKook sobre el suyo, comenzó a restregarse sobre el chico, quien le abrazó con fuerza y le besó.


- Me corro, cariño...


JungKook volvió a encender el vibrador y volvió a hacerlo rebotar sobre su ano, provocando que Vante se restregara aún más fuerte y con más necesidad sobre su miembro, buscando el orgasmo.


- Cariño... cariño...- gimió.


Aumentó la vibración del aparato y pegó aún más contra sí el cuerpo del chico.


- JungKook... ¡JungKook!


El chico se corrió y JungKook apagó el vibrador, le abrazó y comenzó a besar su sien.


- Pensé que lo ibas a meter- dijo Vante.


- No quieras coger todos los caramelos de la bolsa el mismo día- dijo JungKook- algún día te lo meteré, pero no ahora... además, ¿estás preparado para ello?- preguntó y Vante le miró.


- Quiero hacerlo- dijo- no es la sensación de pensar que tú me vas a follar y digo: oh, no, no puedo, pero me alegra saber que vas con calma.


- ¿Calma que tú no tienes?- preguntó.


- Me aterraba perderte- confesó- ahora ya no y no sé en qué momento eso dejó de asustarme. Quiero decir, no es que no valore nuestra relación, pero sé que no te vas a ir corriendo. Estuviste a mi lado cuando sólo teníamos sexo una vez cada tres meses y yo valoro eso, pero valoro aún más que no salieras corriendo cuando entraba en crisis.


El menor suspiró.


- Por desgracia, ambos somos conscientes de que eso te va a seguir pasando- dijo- yo tengo esperanzas de que te va a pasar muy pocas veces... pero estaré preparado, estaré listo para cuando pase. Y no me separaré de ti.


Vante le abrazó y, apoyado en su pecho, escuchando el latir de su corazón, se quedó dormido. Cuando despertó, apenas había dormido media hora, pero JungKook estaba ahí mirándole.


- Me miras demasiado- le dijo.


- Tienes un cuerpo de infarto.


Si había una cosa que Vante había recuperado con JungKook era el sentirse sexy, a su lado podía ser sexy, contonearse y lucir sensual sólo para él.


- Sí, sé que te gusta- dijo, poniéndose boca abajo en el colchón y levantándose la camisa que aún llevaba.


JungKook se mordió el labio inferior y metió la palma de su mano bajo los testículos del chico.


- Levanta el trasero, cariño, quiero chuparte el pelotas.


La cara de Vante se tornó de un tono carmesí extremadamente hermoso y, fue aún más rojo, cuando vio a JungKook tumbarse boca arriba y poner la cabeza entre sus piernas.


- Mete tu saco en mi boca...- dijo y puso sus manos en su trasero.


Sintiendo que se moría de vergüenza, bajó el trasero, notó a JungKook chupar sus testículos y sintió como aquella postura le daba más placer que si estuviera sentado. Sintió el dedo corazón del chico jugar con su frenillo y, lo siguiente que notó, fue como su miembro se llenaba de líquido pre seminal.


- JungKook...- gimió.


El chico tomó aire y siguió chupando mientras acariciaba todo el cuerpo de su pareja.


- Vante- llamó- ¿quieres... bueno... intentar... follarme la boca? ¡Pero sólo si quieres!


Durante un minuto se miraron. Vante ni siquiera sabía qué era aquello y le daba demasiada vergüenza preguntar pero no se lo iba a preguntar a otra persona para practicarlo con JungKook y no iba a verlo por internet. Sabía que JungKook no se burlaría.


- Yo... no sé... no sé qué... es... eso...


- Ponte de rodillas- explicó JungKook y Vante obedeció. JungKook volvió a ponerse entre las piernas del chico y éste tuvo una idea de lo que JungKook pretendía y sólo de pensarlo sintió demasiado calor- ahora... métemela en boca... y muévete.


Vante le miró y se mordió el labio inferior, estaba demasiado asustado y avergonzado, ¿de verdad le iba a hacer aquello? Sin dejar de machacarse el labio inferior por culpa de los nervios, se abrió más de piernas, agarró su miembro y JungKook abrió la boca.


Sufrió un bloqueo mental. No podía creer que fuera a hacer algo así, todo en su interior le gritaba y le recriminaba ¿qué estaba haciendo? Pero ver a JungKook de ese modo... la postura...


Terminó de meter su miembro en la boca del chico y suspiró, se sentía demasiado caliente. Sintió como JungKook cerraba levemente los labios y sintió cierta presión en su polla. Cerró los ojos y se echó hacia adelante y luego hacia atrás.


- Ah...


Agarró el pelo de JungKook, posicionó mejor sus piernas y volvió a moverse. Sonrió al sentir placer.


- Ah...


Miró hacia abajo, hacia los ojos de JungKook y éste comenzó a acariciar su cuerpo. Animado por aquella mirada volvió a mover su cuerpo y sintió la punta de su miembro en la garganta del chico, echó las caderas hacia atrás y cuando volvió a empujar, gimió.


- Cariño...


Se agarró con ambas manos al pelo del chico y comenzó a moverse dentro de su boca, disfrutando de la calidez y teniendo cuidado para no dañarle.


- Me voy a correr- dijo y le miró a los ojos.


Vante siguió moviéndose dentro de la boca de JungKook, buscando su propio orgasmo.


- ¡Ah! ¡JungKook!


Aquellos gemidos patearon las bolas de JungKook y se las dejaron más duras que jamás en toda su vida. El chico había gemido demasiado fuerte y, al mismo tiempo, había sido un gemido afeminado, justo como aquellos que le encantaban a JungKook, pero muy fuerte.


- Ah... ah... ¡Ah!


Quiso masturbarse, le estaba empezando a doler, tenía al hombre de sus sueños follándole la boca, tirándole del pelo y gimiendo como más le gustaba.


- Ah... oh... ¡JungKook! ¡Me corro!


Al momento sintió un líquido bañar su boca y su garganta. Abrazó el cuerpo del chico y chupó su miembro en busca de más, exprimiendo hasta la última gota de semen del chico.


- ¡Ah! ¡Oh!- rio- para... ¡para!


En medio de una carcajada salió de la boca de JungKook y le besó con sumo placer, bajó su cuerpo hasta una postura más cómoda y notó cómo de excitado estaba el chico.


- Dije que te iba a mimar a ti... pero no has hecho más que complacerme tú a mí.


- En realidad, siento placer cuando te doy placer- dijo y cerró las piernas, le empezaba a doler demasiado. Sí, era cierto que, para él, era muy placentero ver a Vante gemir libremente en la cama y disfrutar del sexo.


- Ya... pero tú no te has corrido- dijo y cogió el lubricante- y la tienes bastante dura... tienes muchas ganas.


JungKook asintió con la cabeza deseando que, al menos, le masturbara. Vante fue a abrir el lubricante pero no pudo.


- ¿En serio? ¿Soy tan inexperto que ni un bote de lubricante puedo abrir?


- Va a rosca, cariño- dijo, riendo.


- Oh... ¡Ya lo sabía!


- Seguro que sí...


- ¡Deja de mirarme así!


- ¡Y tú deja de mirarme como un zorro tibetano!


Ambos soltaron tal carcajada que provocó que sus costillas dolieran.


- De todos modos- dijo Vante, sentándose a horcajadas sobre el chico pero dándole la espalda- esto es culpa tuya.


- Claro, como no...- dijo, sentándose y mordiendo la oreja y el cuello del chico- gracias a mí los botes son de rosca ¡yo los invité!


- ¡Lo sabía!


JungKook comenzó a morderle el cuello de mientras el chico se movía sobre su miembro.


- ¡Quítate esto!- dijo, quitándole la camisa que llevaba.


- Ah...


Tenía verdadero miedo a aquello de morder, pero JungKook lo estaba haciendo y sentía placer. Recordó las palabras de la doctora Prescott: todo lo que haces con JungKook es consentido. Ahí estaba el quid de la cuestión, aquello no le dolía porque él dejaba que JungKook se lo hiciera.


- Mmm... ¡JungKook!- gimió y pegó al chico aún más a su cuello.


Sintió como el chico succionaba su piel a la altura de su hombro y gimió. Cuando se separó de él, le empujó para que se tumbara, cogió el bote de lubricante, se echó un poco en las manos y lubricó el miembro del chico.


- Vante...


JungKook pensó que le masturbaría, pero cuál fue su sorpresa a ver que el chico ponía su perfecto trasero sobre su polla y, muy lentamente, iba penetrándole con los dedos.


- Oh, cariño...


Lentamente primero metió el índice y lo movió con lentitud dentro del chico, se echó hacia adelante, para conseguir un mayor ángulo de su brazo y, al mismo tiempo, para ejercer más presión con su trasero sobre el miembro de JungKook.


- ¡Vante!- gimió cuando notó como el dedo índice del chico llegaba a su próstata.


Lentamente introdujo el segundo y, cuando JungKook gimió, comenzó a mover sus dedos al mismo tiempo que su trasero.


- Mierda Vante...


- ¿Quieres tocarme?


Inmediatamente las manos de Jungkook fueron sobre las caderas del chico y gimió.


- Vante... sigue... mierda... me estás follando demasiado bien...


A medida que Vante hacía presión hacia abajo con su trasero, el miembro de JungKook se colaba entre sus nalgas hasta que llegó a rozar el ano del chico. Ambos lo sabían, ambos lo notaban, pero Vante tenía en mente que era solo eso, un roce. Y, a fin de cuentas, tener el miembro de JungKook entre sus nalgas no se sentía nada mal.


- Vante... sigue... un poco más... más fuerte... ¡Ah!


JungKook no podía apartar la vista del trasero de su novio: su polla aparecía y desaparecía entre sus nalgas. Se sentía como si Vante le estuviera masturbando con el trasero y eso era, con diferencia, lo más caliente que el chico había hecho en su vida.


- Vante, yo...


El chico aceleró el movimiento de su mano y JungKook chilló. No quiso gritar de aquel modo, pero fue un grito demasiado agudo, el placer fue demasiado y no pudo evitar correrse manchando el trasero de su pareja.


Vante se tumbó encima de él, sintiéndose empapado.


- Te limpiaré... espera... hay toallitas.


- Ahora iré a la ducha- dijo, sin darle importancia.


JungKook tocó el trasero del chico, tenía algunas gotas de semen en sus nalgas y, sin poderlo evitar, metió el dedo corazón entre éstas. Se mordió el labio inferior, no quería sonreír, pero en realidad el chico estaba empapado.


- ¿Marcando terreno, vaquero?


Tú lo hiciste primero- dijo, dándose unos golpecitos en la boca.


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