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SCAR por Walid

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Vante rio y gimió ante las caricias íntimas que JungKook le estaba dando en su ano.


- ¿Contemplas la posibilidad de que, algún día, pueda meterte un dedo? Me gustaría hacerte lo que tú me haces a mi... meterte los dedos mientras te chupo tiene que ser increíble... ¡Pero sólo si estás preparado!


- No sabremos si puedo o no hasta que lo haga, ¿no? Es un dedo, no es tu polla...


- No la tengo tan grande...


- He visto árboles de más de cien años cuyo tronco es más pequeño que tu polla. Admítelo, mi amor, calzas muy bien.


JungKook soltó una carcajada ante tal comentario y le besó. Le encantaban las ocurrencias del chico.


- Inténtalo- pidió Vante.


- ¿Estás seguro?


- Sí... no... no lo sé bien... es decir, por un lado estoy seguro y por el otro tengo miedo. Es como aquella vez que te la chupé... pero alguna vez tiene que ser la primera vez.


JungKook cogió el lubricante y lo echó sobre la entrada del chico y en su mano.


- Sabes que puedes decirme que pare...


Vante asintió y JungKook comenzó a acariciar con fuerza su agujero, a juguetear con él, movía el dedo en círculos y Vante sintió que su entrada se contraía. Lentamente fue metiendo el corazón y Vante sintió que le molestaba, se sentía raro... apenas llegó a la primera falange y JungKook comenzó a moverlo hacia arriba y hacia abajo, volvió a hacer ese efecto rebote y el chico suspiró.


- ¿Quieres que siga?


- Mmm... no lo sé...


- ¿Quieres que meta el vibrador hasta aquí?


- Sí.


Sacó su dedo y metió el vibrador, lo encendió y el chico gimió sobre su cuerpo.


- Disfrútalo...- dijo, acariciándole las nalgas.


- AH... mmm...


Le pasó un brazo por los hombros y Vante se sintió completamente protegido, ahí, en aquel sitio, entre los brazos de su novio, no tenía vergüenza para gemir.


- Mételo... un poquito más.


Lentamente, JungKook lo fue introduciendo y Vante se fue abriendo de piernas.


- ¿Más?


- Sí... ah...


- ¿Más?


- Sí... ¡me gusta mucho!


Sonriendo, lo introdujo un poco más. Aquel aparato era mucho más fino que el dedo meñique de Vante y, al estar impregnado en lubricante no notaba como entraba, solo notaba la vibración.


- ¿Más?


- Sí... ¡Oh! ¡AHÍ!


Y en aquel momento Vante descubrió su próstata. A JungKook le hubiera gustado que aquel placer lo descubriera gracias a su polla o a sus dedos y no por un artefacto, pero no podía ser egoísta, desde un primer momento sabía que tendría que acabar usando aquella clase de cosas con Vante.


Así pues, decidió dar lo mejor de sí moviendo aquel objeto sobre la próstata del chico para que pudiera alcanzar el orgasmo.


- AH... AH... ¡JUNGKOOK!


- Vamos cariño... disfrútalo...


Vante se apartó de encima del chico y JungKook paró en seco.


- ¿Todo bien?


El chico se acomodó sobre la cadera de su novio y asintió.


- Sí, ¡sigue!


Le besó y volvió a encender el vibrador, cuando lo hizo sintió la mano de Vante masturbándole. Su novio había cambiado de postura a una más incómoda para poder darle placer a él.


- Apágalo- gimió- sólo mételo.


JungKook obedeció y Vante gimió de forma más sosegada. Golpeó su próstata una y otra vez con aquel instrumento mientras el chico le masturbaba. Se miraron a los ojos, gimiendo, besándose, abrazándose, amándose.


- Sigue, cariño...


- Me voy a correr...


- Yo también...


Se besaron y el orgasmo les sobrevino a ambos a las vez, separaron sus labios el uno del otro y gimieron.


Se quedaron en silencio y Vante abrazó muy fuerte a JungKook.


- ¿Estás bien?


- Es solo... todo lo que ha pasado hoy, ¿entiendes? Con cada momento, cada cosa nueva que hacía y el haber llegado al final contigo... el sexo es demasiado especial... y me hace no entender.


JungKook sonrió y, a pesar de aquel juego de palabras, lo entendió: Vante no entendía cómo, si para él, el sexo era tan especial y sentía tantas cosas, a nivel social podía ser algo tan banal, algo que la gente rebajara solo a "placer".


- Que vivamos en este mundo no significa que tengamos entenderlos cariño.


Vante le miró.


- Y por eso ellos no nos entienden a nosotros.


- Exacto.


- Son patéticos- dijo y JungKook rio.


- ¿Ahora quien parece un zorro tibetano?


- Sigues siendo tú, vamos a la ducha.


- De acuerdo. Pero te rebato en eso de que, de los dos, yo parezco más un zorro tibetano. De los dos, yo tengo los ojos más grandes.


- Sí, eres como Bambi.


- Pero sin el drama de su madre.


- Sí, aquí el de los dramas soy yo.


Aquella tarde pasaría a ser la mejor, con diferencia para los chicos. Habían desayunado juntos, habían visto su nueva casa, habían tenido sexo, se habían duchado juntos y ahora estaban desnudos, viendo catálogos por internet para poder decorar su nuevo cuarto. JungKook había dicho que el antiguo estilo de la habitación de Vante le gustaba pero el propio Vante quería algo escogido por los dos.


- Me gusta tu cama- dijo- es grande y tiene dosel. Además, hemos pasado tantas cosas ahí...


- Pondremos mi cama arriba, entonces- dijo y estiró el cuello para recibir un beso.


- Y la mía la pondremos en la habitación de invitados- resolvió JungKook.


- Estupendo- resolvió- como vamos a tener sitio, me gustaría poner algún tocador más grande, pero para nada exagerado- comentó- uno donde poner todo mi maquillaje, nuestras cremas, productos para el pelo, uno con dos sillas, para poder sentarnos juntos.


- No quiero tener televisión dentro de la habitación. Creo que nuestra habitación debe ser para los dos, nuestro espacio de hablar, dormir, amarnos... si queremos ver la tele, tenemos el salón, ¿tú qué opinas?


- Es una bonita forma de cuidar nuestro espacio- aprobó.


- Me gustaría tener cuadros de tus mejores fotografías- propuso.


- En mi cuarto lo tengo... pero es que ahora sólo te fotografío a ti.


- No sé si quiero tener fotos nuestras en nuestro cuarto- pensó- ya estamos nosotros. Pero creo que podríamos ponerlas en el interior de las puertas de nuestro vestidor.


- O al fondo- propuso- encima del zapatero- sonrió- me haría mucha ilusión tener un mueble en nuestra habitación, algo no muy grande... y poner ahí todos los álbumes de fotos que vaya recopilando de ti. Incluso me gustaría hacerte algún book, pero sólo para mí.


- Eso me encantaría... saber que estoy posando sólo para ti.


- ¿Quieres que empecemos? Tengo varios conceptos en mente.


- ¡Vale!


- ¡Cuéntame!


Se levantó y, poniéndose su pantalón corto y una camiseta de JungKook, fue a por su cámara.


- Me gusta tu estilo- aprobó el modelo, acariciando las piernas suaves del fotógrafo y subiendo a sus nalgas.


- Como sigas así, voy a volver a acabar sin ropa- dijo.


Ambos rieron.


- ¿Qué tienes en mente?


- Me gustaría primero algo tipo... selvático.


- ¿Selvático?


- Sí, ya sabes. Tú con un pantalón vaquero ancho. Tienes un color de piel no muy oscuro, lo oscurecerá un poco más con maquillaje y pondré un fondo bonito.


JungKook empezó a ver entre los vaqueros que tenía allí.


- Este me queda un poco grande- dijo. Se lo puso y dejó que le cayera por las caderas, le llegaba a la altura de su bajo vientre.


Vante se le quedó mirando, mordiéndose el labio inferior, fue a la parte del estudio y cogió una cajita de metal que tenía en los armarios.


- ¿Y si en lugar de algo selvático, te hago algo tipo tatuajes?- preguntó.


- ¡Me encanta! Siempre he querido tener tatuajes, pero por mi trabajo no me he hecho ninguno.


- Hoy te pondré muchos y podrás verte tatuado.


JungKook abrió la caja mientras Vante iba a por una toalla y un bote dispensador de agua.


- Creo que te los pondré en un brazo, una parte del pecho, el torso y el hombro, por la zona del omóplato.


Le espolvoreó agua por el bíceps y le puso una pegatina de motivos florales, espolvoreó agua por encima y, con leves toquecitos de la toalla la fue pegando. Repitió el mismo proceso hasta que se pegó correctamente a su piel.


- De pequeño me encantaban estas pegatinas.


- Mi abuelo me compraba una bolsita de chucherías una vez cada dos semanas y yo siempre escogía la que tuviera estas pegatinas para poder ponérmelas- admitió.


JungKook le miró. Era la primera vez que le contaba una anécdota familiar y no sabía reaccionar. ¿Qué podía decirle? ¿Echas de menos a tus abuelos? Obvio que los echaría de menos. No sabía cómo hablarle de su familia, para él también era complicado sacar el tema.


- Te pondré alguna en el antebrazo- dijo- y creo que también en la mano.


Pasaron más de media hora escogiendo tatuajes y Vante se los estuvo colocando con mucho cuidado. Después, para darle más realismo, se los repasó con delineador de ojos.


- ¿Qué tal te ves?


- Te veo bien.


Vante rio ante aquello y le dio un beso en la espalda.


- ¿Me dejas peinarte?


- Claro.


Le peinó con aire despeinado y desenfadado.


- Perfecto.


Salieron al estudio y encendieron las luces. En el momento en el que JungKook se puso frente a la cámara, volvió a ser el modelo y Vante el fotógrafo.


- Es algo libre- dijo- va a ser algo más bien relajado. Apóyate en la pared y mírame- JungKook obedeció y Vante le fotografió- haz como que te abrochas los zapatos y mírame... como si ligaras conmigo.


- ¡Nunca he ligado contigo! ¡Esto va a ser nuevo!


- Sí, agradezco que no me lanzaras los trastos cuando sólo éramos amigos- dijo- mírame, entonces, como si fuera tu novio y trataras de seducirme.


Se agachó, se desabrochó los zapatos y, cogiendo los cordones, miró hacia arriba. La mirada que le lanzó al fotógrafo le hizo temblar y fue en ese momento cuando le fotografió.


- Siéntate y ábrete de piernas- dijo- muy bien... sujétate a la parte de atrás del banco... mírame... estupendo- dijo, tras tomar la foto- quiero la paralela de esta foto, es decir, que te des la vuelta y fotografiar tu espalda. Esto irá en el centro del book.


Obedeció y Vante le fotografió.


- No, no es igual- dijo y la borró- otra vez, ábrete un poco más de piernas... tampoco... abre un poco más... mmm... no del todo, te has ido a la derecha... lo siento- añadió.


- Tranquilo- dijo, con una sonrisa. Estiró su cuerpo y volvió a la posición inicial- ¿mejor?


- A ver... no... cierra las piernas un poco más... a ver... ¡perfecto! ¡Ven a verlas!


JungKook se levantó y se puso detrás de Vante. El chico le mostró la foto de frente y, cuando pasó la foto, era exactamente la misma pose. Tenía las piernas, la espalda y la cabeza en el mismo ángulo, eran dos tomas perfectas de frente y espalda.


- ¡Gracias por poder hacerte estas fotos!


- No, al contrario, gracias a ti por hacérmelas- dijo- nunca nadie me las había hecho y contigo aprendo muchísimo- expresó- una de las cosas que tenía presente cuando empecé a trabajar contigo era que sería mejor modelo porque contigo aprendería muchísimas cosas.


- Me alegro de que pienses así de mí.


- ¿Cómo quieres que pose ahora?


Vante le lanzó una almohada.


- Recuéstate y quítate los zapatos- ordenó y el chico obedeció- métete la punta de los dedos por dentro del pantalón y mírame...- JungKook alzó una ceja ante aquello y, en ese momento, el flash de la cámara le cegó- perfecta.


- Eso no lo vi venir.


- Lo sé y ha sido divertido. Ponte de lado y coge cualquier libro, como si leyeras.


Pasaron los siguientes quince minutos cambiando de poses y haciendo tomas.


- Bien, con esto tengo suficiente- dijo Vante- tengo otra en mente, ¿te apetece?


- ¡Sí!


Volvieron a la salita y Vante comenzó a quitarle los tatuajes falsos.


- ¿Alguna vez te has percatado de los ganchos que cuelgan del techo de mi estudio?


- Sí, ¿cómo no? Hay un montón...


- Bueno, son para sesiones bastante extravagantes, nunca he hecho ninguna- dijo, pasándole una esponja de látex con agua micelar por los tatuajes- los ganchos sirven para poner telas colgantes, me gustaría ponerlas y fotografiarte desnudo entre ellas. Será una sesión muy íntima, sólo se te verán las piernas, los brazos...


- Me gusta.


Entre los dos colgaron las telas y JungKook miró a Vante.


- ¿Me desnudo?


- Sí, por favor.


El chico se quitó el pantalón y quedó completamente desnudo. Por respeto, se tapó su zona íntima.


- Voy a por el pulverizador, ahora vengo.


JungKook se tapó con una tela colgante y Vante volvió con un pulverizador, tenía un líquido dorado cobrizo brillante.


- ¿Puedo?


Se adelantó y Vante comenzó a pulverizarle aquello por todo el cuerpo.


- Yo... bueno... también debería echártelo... en tus partes... ya sabes...


JungKook le miró, Vante se había puesto rojo y, con el pulverizador señalaba su miembro. Al modelo le pareció extremadamente tierno que, aunque se hubieran visto desnudos y fueran capaces de practicar sexo, el chico fuera tan vergonzoso y respetuoso respecto a su cuerpo. Le parecía tierno y, al mismo tiempo, le encantaba.


- No hay problema, puedes hacerlo.


Así pues, comenzó a pulverizar sobre el miembro del chico, sus caderas y giró hasta sus nalgas.


- Bien... ya está...- dijo y se le quedó mirando a los ojos tan fijamente que JungKook comenzó a sentir que se excitaba. Respiró hondo, estaba en una sesión, aunque fuera una sesión para un álbum para Vante, tenía que comportarse.


El fotógrafo carraspeó, cogió un abanicó y comenzó a darle aire hasta que se secó.


- Ponte detrás de la primera línea de sábanas- pidió- necesito que asomes tu pierna y tu cara, también tu brazo... como si te asomaras.


Acató la orden y Vante le fotografió. Las fotos sucesivas fueron de aquel modo, entre sábanas, mostrando su pierna, su brazo, su rostro... eran fotos sugerentes porque el chico estaba desnudo y la sábana le tapaba.


- Voy a utilizar más las luces y el flash- dijo- utiliza la sábana, para taparte, tu cuerpo se transparentará.


Cogió un extremo de la sábana y lo levantó, miró hacia atrás, hacia la cámara y Vante le fotografió. Sonrió contento ante la foto, la silueta del trasero y parte de las piernas del chico se veían a través de la tela.


- Gírate, ponte de lado, quiero hacer la misma foto de lado. Da un paso, como si fueras a caminar y tápate un poco tus partes con la sábana.


Obedeció y Vante miró a través del objetivo pero negó con la cabeza, se acercó a él y miró su brazo.


- Tienes que levantar un poco más el brazo- dijo poniendo su mano debajo de su brazo, sin llegar a tocarle- eso es... oh... tu pelo... no brilla... ¡que fallo! Espera... ¡no te muevas!- el chico fue a por el pulverizador y cuando volvió, se puso frente al cuerpo desnudo del chico y le pulverizó el pelo- ¿Puedo arreglártelo un poco?


- Claro, es una sesión para ti, ponme como a ti más te guste.


El fotógrafo sonrió y le acarició la mandíbula.


- Entonces te fotografiaría nada más despertarte- dijo- luces demasiado adorable con el pelo despeinado y los ojos cerrados y eres demasiado mimoso a esa hora. Me gusta todo de ti pero... creo que así es cuando más me gustas.


No pudo evitar sonreír como un bobo mientras Vante le arreglaba el pelo, era demasiado bonito lo que le había dicho.


- Bien, ahora mírame- dijo, poniéndose frente a la cámara.


Obedeció de nuevo y el chico le fotografió. Decir que aquella foto había quedado perfecta era decir poco. Por un lado se veía el perfecto cuerpo de JungKook, la zona de su cadera y su trasero se veía sólo su silueta a través de la sábana y su cara... la cámara de Vante captó la mirada enamorada que el chico le estaba lanzando en aquel momento.


Poco a poco se sucedieron fotos en las que JungKook estaba sentado en el suelo, en una silla, tumbado y siempre medio tapado.


A estas alturas, JungKook estaba un poco alterado, estaba desnudo y su novio no hacía más que tocarle para pasarle de una pose a otra. No estaba siendo profesional y lo sabía. Pero, afortunadamente, aquellas telas tapaban su secreto.


- ¿Me dejas volver a fotografiarte desnudo?- preguntó- quiero que algunas se incluyan en este book. Obviamente va a seguir siendo un concepto sensual y no sexual.


- Eh... bueno...


- ¡Si no quieres, no pasa nada!


- No es eso... es que... estoy...- se retiró la sábana mostrando su gran erección- lo siento.


- No pasa nada- replicó Vante y no pudo evitar mirar su miembro y sentir escalofríos, pero no en un mal sentido, sentía que, poco a poco, se excitaba- este book va a ser para mí, no me importará fotografiarte así- aseguró- además, me gusta verte así.


Vante se mordió el labio inferior y tomó aire.


- ¿Cómo quieres que me ponga?


- Algo casual- explicó- ponte de lado, sujeta las sábanas... pásalas alrededor de tus brazos... eso es... y mírame. Estupendo, ahora de frente, separando la telas, como si me estuvieras recibiendo desnudo en nuestra casa- propuso y JungKook sonrió- bien... mmm... siéntate en el suelo y estira una pierna- para aquella foto, Vante también se tumbó en el suelo e hizo varias fotos desde diferentes ángulos- ponte al fondo, contra la pared, sentado y... ábrete de piernas, con los brazos sobre las rodillas...- dijo y JungKook fue hasta allí, se sentó y Vante se le acercó. Para aquella foto, se tumbó boca abajo e hizo la foto, captando la perfecta desnudez del chico, quien ya no aguantaba más, su novio estaba tumbado entre sus piernas- ponte de pie y ven aquí- dijo y se puso boca arriba.


Se quedó helado cuando comprendió la toma que iban a hacer, no es que no quisiera hacerla, es que era demasiado y él estaba muy a punto.


- Abre tus piernas, una a cada lado de mi cabeza... Sujétate con una mano a una sábana y la otra mano a una rodilla, tiene que parecer que te vas un poco de lado... quiero que el brazo que está sujetando la sábana esté estirado y la rodilla donde te apoyas un poco flexionada... perfecto, JungKook...


Que dijera su nombre de aquel modo le hizo enloquecer miró hacia arriba y, sin proponérselo, gimió.


- Perfecto- dijo Vante, embelesado- ahora mírame.


Le miró, pero en aquel momento sólo necesitaba atención en su miembro, se mordió el labio inferior y cerró los ojos.


- Eso es- susurró.


Miró las piernas flexionadas de Vante, descubiertas por aquellos pantalones, se perdió entre sus muslos y se dio cuenta de que el chico también estaba excitado.


- Me miras demasiado- dijo y abrió sus piernas.


- Vante...- gimió.


Le fotografió de nuevo y se miraron.


- Esta puede ser... una bonita continuación... a la sesión...- dijo JungKook.


- ¿No te importa?


- Si es para ti, no.


- Será mi regalo de cumpleaños- dijo Vante, levantándose.


- ¿Entonces me dejas sorprenderte?


- Sí, claro que sí.


Volvió a su puesto, en el trípode, y esperó a que el chico se preparara. En la primera foto, JungKook estaba de frente, acariciando su cuello, bajó a sus pectorales y luego a su miembro mientras miraba a la cámara. La cuarta foto estaba de pie, dándole la espalda a Vante, apoyando su mano en la silla, con el trasero levantado y su mano se dejaba entrever entre sus piernas, acariciando sus testículos. Tras aquella foto se agachó aún más, dejando entrever su ano y apenas metió su dedo corazón, mirando a Vante.


- JungKook...- susurró Vante, excitado.


Se sentó apoyado en la pared y agarró su miembro.


- ¿Quieres que lo fotografíe entero?


- Sí... porque este álbum sólo va a ser para ti.


JungKook movió su mano hacia abajo y Vante le fotografió. Amplió el zoom y captó la imagen de placer en el rostro del chico. Fotografió sus clavículas, sus brazos, su mano marcada por las venas bombeando su miembro, sus piernas y volvió a fotografiarle completo.


- Vante... mi amor... estoy... tan apunto...


Pulsó un botón, aquel álbum sería sólo para él, algo que JungKook había accedido a hacer para él y eso era lo que le gustaba.


- Vante... ¡me corro!


Gimió y el fotógrafo hizo tres ráfagas de fotos seguidas en el momento en el que JungKook eyaculaba, capturando su placer, su orgasmo y su post orgasmo.


Tras aquello, el ambiente se quedó extraño. JungKook necesitaba el cuerpo de Vante, necesitaba abrazarle y el chico no sabía si acercarse, abrazarle, ayudarle a levantarse, darle una toalla... de pronto se sentía torpe.


Apagó la cámara y lentamente se acercó al chico con una toalla en la mano, le cubrió con mucho mimo y JungKook le abrazó.


- Después de correrme necesito abrazarte- dijo, con ternura- sé que te estoy manchando, te compraré ropa nueva.


- No digas tonterías- dijo y le abrazó.


La estupenda camisa de Chanel que llevaba el chico se manchó de aceite y purpurina, pero no le importó, aquella sesión y aquel abrazo era, con mucho, otro paso más en su relación. Se besaron y la mano de JungKook fue hasta la cinturilla del pantalón de su pareja.


- ¿Puedo?- preguntó y Vante asintió.


Le desabrochó el pantalón y le masturbó. Vante se puso a horcajadas sobre él, escondiéndose entre sus brazos, abrazándole y gimiendo.


- Mmm... JungKook... ah...- gimió muy bajito.


JungKook le abrazó, pasando su brazo alrededor de sus hombros, protegiéndole con su cuerpo, haciendo que disfrutara al máximo de aquel orgasmo.


- Ah... JungKook... ¡JungKook!


El chico se corrió en la mano de JungKook y éste le besó.


- ¿Vamos a la ducha?- preguntó JungKook.


- Sí...


JungKook cogió la toalla que tenía alrededor de su cuerpo y se la puso a Vante alrededor de sus caderas. Cogió otra más pequeña y se tapó su zona íntima. Tras una ducha juntos, que les dejó bastante limpios recogieron y limpiaron todo.


- No quería que tu camisa quedara así. Se te va a estropear- dijo JungKook, mirándola. La había metido a remojar en alcohol de noventa grados para quitar las manchas de aceite.


- El alcohol es lo único que quita el aceite- dijo Vante- luego la llevaré a la lavandería. Es una camisa de Chanel, si el alcohol no la mata... sobrevivirá. He descargado las fotos en el ordenador, ¿quieres verlas?


Y, mientras ellos eran inmensamente felices amándose a su manera y viendo las fotos que Vante le había sacado a JungKook. JiMin era desgraciado en Corea. 


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