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SCAR por Walid

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Cuando JungKook llegó a casa, no quería discutir pero cuando vio a Angie sabía que discutiría. La chica estaba sentada en el sofá, cruzada de brazos.

 

- ¡Al fin te acuerdas de que tienes casa!

 

- ¡Te dije que iba a llegar tarde! ¡Te dije que tenía mucho trabajo!- le dijo, señalándola con un dedo incriminatorio.

 

- Primero, baja ese dedo...

 

- Vaya, como cambia la situación- dijo JungKook, sarcástico.

 

Angie le abofeteó. Bien, eso se lo tenía merecido, no era el momento para hacer bromas sobre sexo. Pero incluso a Vante le hubiera parecido gracioso. ¿Por qué pensaba en Vante ahora?

 

- ¿Qué es lo que tanto te ha molestado? A parte de que llegara tarde, quiero decir... porque tarde ya sabías que llegaría.

 

Angeline le miró pero no contestó.

 

- Hoy dormiré en mi antigua habitación- dijo JungKook.

 

El chico llevó su mochila a su antigua habitación y, con mucho cuidado sacó el adorno que Vante le había regalado y lo metió dentro de una pequeña caja fuerte. Se tumbó y sacó su teléfono. No quería dormir, así que llamó a Vante.

 

- ¿Te perdiste?- preguntó Vante.

 

- No tenía que haber venido- dijo JungKook.

 

- ¿Tan malo ha sido?

 

- Me ha abofeteado- dijo.

 

- ¿No es un poco exagerado? ¡Has llegado tarde! ¡No es para tanto!

 

- Bueno... puede que... haya dicho algo...

 

Le contó lo que había dicho y Vante soltó una carcajada.

 

- Vale, yo también te hubiera abofeteado- dijo Vante.

 

- ¿Puedo volver al estudio?- preguntó JungKook- estaba bien contigo.

 

Vante tocó su cara, sin nada de maquillaje.

 

- No creo que sea bueno, ella se enfadará más.

 

- ¡No pienso en eso ahora!

 

- Entonces es una suerte que yo sí lo haga- dijo Vante- seguiré trabajando en tus fotos. Si no puedes dormir, puedes volver a llamarme.

 

- Buenas noches, Vante.

 

- Dulces sueños.

 

Suspiró y miró en la pantalla el nombre del chico.

 

- Estaba realmente bien contigo- dijo, en voz alta.

 

Angie, que estaba al otro lado de la pared escuchaba aquella conversación y no daba crédito a lo que escuchaba. Se tumbó en la cama y se tapó la cara. Tenía que pensar con claridad. No podía perder a JungKook.

 

Ella sabía de la bisexualidad del chico y siempre dijo que no le importaba. Y en verdad, en temas sexuales no le importaba, pero aquel tono melancólico en la voz de JungKook le hacían creer a Angie que el fotógrafo era más especial de lo que JungKook le había dicho.

 

Bien, sólo tenía que hablar con JungKook, ser clara con él. Decirle que, si había un hombre, a ella no le iba a importar siempre y cuando estuviera dentro de unos parámetros.

 

¿Pero qué parámetros iban a ser esos?

 

Aquella noche ninguno de los tres durmió. JungKook no hacía más que pensar en las fotos que Vante le había hecho, en lo bien que lo habían pasado juntos. Quería saber más del chico. Consideró escribirle al día siguiente para quedar con él alguna tarde, quizás el sábado. O mejor el domingo.

 

Recordó que le había dicho que el viernes estaba ocupado en la tarde. No le dijo qué iba a hacer, pero tampoco estaba obligado a decírselo. ¿Tendría pareja? Se imaginó a la pareja de Vante, pero no podía ponerle género, era imposible. El propio Vante parecía no tenerlo. Tenía ciertos rasgos de hombre, pero la cintura estrecha como una mujer y unas largas piernas donde, reconocía, se había perdido demasiadas veces en muy poco tiempo. El pelo ondulado del chico y su maquillaje... mierda. Todo en él era perfecto. Todo en él era etéreo. Apolíneo y, al mismo tiempo, dionisíaco. Magistral, fino y elegante.

 

Angie, por su parte, pensaba en qué decirle a JungKook a la mañana siguiente, pensaba en desayunar juntos, tratar de aclarar las cosas y luego ir a comer juntos. O salir después de comer.

 

Vante, por su parte, estaba centrado en su trabajo pero su mirada se iba los músculos de JungKook representados en la foto, lo que le causaba desazón... y depresión. JungKook jamás se fijaría en él. Y, aunque fuera homosexual, no se fijaría en alguien como él. Deforme. Grotesco. Repulsivo.

 

Una lágrima surcó su mejilla y continuó con las fotos.

 

A la mañana siguiente, JungKook se despertó y escuchó a Angie en la cocina, no quería levantarse y hablar con ella, pero tenía que hacerlo.

 

Cuando salió por la puerta y la vio. Un silencio se instaló en la sala.

 

- He hecho café, ¿quieres?

 

- Sí, por favor.

 

La mujer le sirvió café y se sirvió una taza.

 

- Ayer no expresé lo que sentía del modo correcto- dijo- yo estaba muy preocupada porque tú no llegabas. Es cierto que me avisaste, pero no pensé que llegarías tan tarde. Pensé que te había pasado algo y... no supe manejarlo. Lo lamento.

 

- ¡Yo debí avisarte! Tuve tres sesiones... perdón, cuatro. Una bastante larga y estaba agotado.

 

- Ha sido un malentendido. Ya está, no pasa nada.

 

- Lamento haberte preocupado y no haberle dado la importancia que tú querías y la situación se merecía.

 

Angie le sonrió.

 

- Anoche...- tanteó la chica- te escuché hablando con tu fotógrafo- dijo, sin más.

 

- ¿Vante?- preguntó JungKook y la chica vio como su novio sonreía- ¡Es un artista increíble!

 

- Parece que le admiras.

 

- ¡Por supuesto!

 

La chica tamborileó con sus dedos sobre la mesa y bebió un sorbo de su café.

 

- He visto fotos de él. Es muy apuesto- comentó como si nada- entiendo que si tienes la necesidad de...

 

- ¿De qué estás hablando?- preguntó JungKook.

 

- Bueno, nunca te he visto así.

 

- ¿Y crees que quiero acostarme con él? Tú... ¿Estás celosa de mi fotógrafo?

 

- No estoy celosa. Sólo entiendo que eres un chico bisexual y que él puede darte cosas que yo no y que, si quieres... bueno... mantener alguna relación de sexo sin amor con él, de forma esporádica. No me voy a interponer, ni te voy a dejar. Pero ruego que me lo cuentes.

 

- ¿Me estás dando tu beneplácito para acostarme con Vante?

 

- Sí... eso es... lo que acabo de hacer.

 

JungKook se acercó a ella, la abrazó y le dio un beso en la coronilla.

 

- Te agradezco el gesto. Pero no me voy a acostar con mi fotógrafo... ni con nadie que no seas tú- dijo el chico.

 

La chica le miró y sonrió.

 

- Gracias. Yo... ¡vi su foto y él es tan guapo!

 

- Sí, sí que lo es, lo reconozco, pero sólo somos nosotros en esta relación. Y, el día que haga falta que una tercera persona entre en esta relación para que uno de los dos se sienta completo, lo siento pero para mí la relación estará terminada.

 

Aquello calmó y aterró a Angie por partes iguales. No es que no confiara en JungKook, pero Vante parecía mejor que ella y él pasaba más tiempo con su novio.

 

- Salgamos- dijo JungKook- ¡Vuelve a enseñarme Newport!

 

Angie rio y fueron por todos los lugares de la pequeña ciudad, el puerto, los castillos, los paseos... hasta que casi de tarde, hicieron una comida/merienda en un lugar apartado pero barato.

 

Mientras tanto, Vante afrontaba el peor día de su vida. Todas las tardes, de ese mismo día, dejaba de trabajar y se dedicaba a pensar en la vida que había perdido y en cómo la había perdido. Dejaba que la ira, la rabia y el dolor le invadieran y todas las lágrimas que se negaba a soltar el resto del año, las soltaba esa tarde y esa noche.

 

Era bien entrada la noche cuando el teléfono de JungKook sonó. "Vante personal".

 

- Es Vante- dijo- quizás me dirá algo de la sesión...- dijo, antes de recordar que aquella iba a ser la noche libre del chico- ¿Diga?

 

- ¿Jeon JungKook?

 

- ¿Quién es?

 

- Mi nombre es Michael Anderson, trabajo en el bar familiar Anderson's el señor Vante está aquí... no parece que pueda irse, no puede conducir, tampoco caminar... le nombró a usted un par de veces. Por eso busqué el teléfono de usted en la agenda del señor Vante.

 

- Mándeme la ubicación. Iré a buscarle.

 

JungKook, que estaba en el sofá con Angie, se puso una camiseta, la chaqueta de un chándal, el abrigo y las zapatillas. El bar no estaba lejos de allí. En verdad, en aquella ciudad no había nada lejos.

 

Cuando llegó, el bar estaba cerrando, estaban limpiando y vio a Vante dormitando sobre una mesa.

 

- ¿Por qué te has hecho esto?- preguntó JungKook, acariciándole el pelo.

 

Se acercó al camarero que le miraba.

 

- ¿Jeon JungKook?- preguntó. Por toda respuesta, JungKook le mostró su tarjeta de residencia- las llaves del coche. Tenemos normas estrictas de quitar las llaves del coche a los clientes que vayan muy mal.

 

- ¿Qué se ha bebido?- preguntó JungKook.

 

- ¿Qué no se ha bebido?- preguntó y le mostró una botella vacía de licor.

 

- ¿Él sólo?- preguntó y el camarero asintió.

 

- ¿Lo hace a menudo?

 

- Le conocemos porque él viene siempre aquí a comer o cenar. Nunca bebe alcohol. Pero una vez al año, siempre el mismo día...- le enseñó la botella- algo horrible le tuvo que haber pasado hoy hace años para que una persona ejemplar como él... se convierta en eso.

 

JungKook no respondió, sólo cogió las llaves del coche de Vante y luego levantó el cuerpo del chico. Cuando lo hizo, el peso muerto del chico se le vino encima.

 

- Sea lo que sea que te pasó... estarás bien.

 

Ahora bien, JungKook no sabía dónde vivía Vante y no pensaba llevarle a su propia casa. Pensó en el pequeño estudio, pero si el chico se encontraba indispuesto, que lo estaría, no iba a estar muy cómodo en aquel baño.

 

Comenzó por meterle en el coche, ponerle el cinturón y arrancar el coche, el chico debía vivir cerca de su lugar de trabajo, o eso suponía.

 

- Vante... despierta...

 

- No...

 

- Por favor... ¿dónde está tu casa?

 

- En... ¿el qué?

 

- Tu casa...

 

- ¿Por... qué?

 

- Tengo que meterte en la cama...

 

Bien, lo que pasó después JungKook tardaría muy poco tiempo en comprenderlo pero, en aquel momento, se aterró.

 

Vante comentó a gritar y patalear como si le estuvieran matando, comenzó a golpearse con las cosas.

 

- Vante... Vante...

 

- ¡NOOOO! ¡NOOOO! ¡OTRA VEZ, NO!

 

Aterrado, JungKook vio como el chico se desabrochaba el cinturón y saltaba del coche en marcha.

 

- ¡MIERDA!

 

Por el espejo retrovisor vio al chico en medio de la carretera, tumbado. Bajó del coche, muerto de miedo y cuando se acercó a él vio laceraciones en sus manos y brazos.

 

- Vante...

 

Fue a tocar su cara y el chico comenzó a pegarle, a gritar y a revolverse. JungKook miró a todas partes y sacó su teléfono.

 

- ¿Emergencias?

 

Vante no hacía más que gritar, revolverse y agredir al chico. Aun así, JungKook no podía alejarse de él. No era el alcohol. Era algo más. Mientras la ambulancia llegaba, muchos vecinos se asomaron a la ventana y llamaron a la policía, creyendo que JungKook estaba atacando a Vante, pero los policías que llegaron ya estaban avisados por la ambulancia, que estaba por llegar.

 

- ¿Y la ambulancia?- preguntó JungKook.

 

- En camino- dijo un agente y se acercó a Vante.

 

En el momento en que Vante vio como varias personas se aproximaban a él, comenzó a llorar.

 

- ¡NOOOO! ¡NOOOO! ¡OTRA VEZ NO!

 

- No te vamos a hacer nada- dijo JungKook y trató de sujetarle la mano pero Vante casi le pega de no ser por un agente que los separó.

 

- Tiene una crisis de ansiedad muy fuerte.

 

La sirena de la ambulancia sonó a lo lejos y JungKook la vio como agua de mayo. Cuando vio a los sanitarios bajar, se acercó a Vante.

 

- ¡Ya están aquí! ¡Te vas a poner bien!

 

Los sanitarios tuvieron que inmovilizar a Vante entre los cuatro y el chico gritó con más fuerza que nunca, llorando.

 

- ¡NO ME TOQUÉIS! ¡POR FAVOR! ¡NO LO HAGAIS! ¡OTRA VEZ NO!

 

JungKook abrió mucho los ojos y entendió. No era muy difícil. El respeto que Vante sentía hacia él cada vez que se cambiaba, lo nervioso que se ponía cuando otras personas se acercaban a él, aquella vez que gritó mientras le contaba como otros modelos le hacían proposiciones indecentes, su empeño en trabajar sólo con JungKook porque JungKook no era así, su reacción ante JungKook cuando éste le pidió una sesión de nudes, emborracharse una vez al año. Recordó las palabras del camarero: "algo horrible le tuvo que haber pasado hoy hace años para que una persona ejemplar como él... se convierta en eso" mierda, había sido hace quien sabe cuántos años. Hoy, se cumplía otro año que habían violado a Vante.

 

Vante dejó de gritar, le habían suministrado un calmante y estaba dormido. Le pasaron a la camilla y le ataron.

 

- ¿Es necesario?- preguntó JungKook, llorando- él no es malo, no es peligroso.

 

- Lo sabemos- dijo la doctora- pero no es para que dañe a otros, sino a sí mismo.

 

- Quiero ir con él.

 

- Hemos verificado su coartada- dijo el agente- el camarero de Anderson's ha confirmado que le llamaron porque el chico estaba muy ebrio y le había llamado en más de una ocasión.

 

- Bien, ven con nosotros, entonces.

 

En viaje al hospital fue tenso, un pitido indicaba las constantes de Vante y, según llegaron, lo metieron en el quirófano.

 

- ¿Por qué?- preguntó JungKook, alarmado.

 

- Tienen que hacerle un lavado de estómago- dijo la enfermera- te voy a dejar con una compañera que te va a hacer unas preguntas.

 

Asintió y se secó las lágrimas. Al momento llegó una enfermera y le dio un paquete de pañuelos.

 

- Te llevaré a la habitación donde le van a llevar- dijo.

 

- Gracias.

 

Era una habitación individual.

 

- Bien, cuéntame quién eres, tu relación con Vante y todo lo que ha pasado- pidió la enfermera.

 

- Soy Jeon JungKook, trabajo con Vante, soy modelo y él es mi fotógrafo, le conocí en una sesión hace una semana y luego me propuso trabajar los dos juntos. Montamos una empresa hace poco, junto a mi agente y los tres gestionamos todos. Él me dijo el jueves que el viernes por la tarde estaría ocupado, así que me sorprendió la llamada desde su teléfono y, sobre todo, tan tarde. Cuando lo cogí, era el camarero de Anderson's, me dijo que Vante estaba en su bar, que no podía conducir y que me había nombrado, que fuera a buscarle. Cuando fui... él estaba bien, ebrio pero bien, dormido en la mesa.

 

- ¿Cuándo se despertó?

 

- Supongo que cuando le levanté de la mesa. Pero en el coche se volvió a dormir. Le pregunté donde vivía... fue ahí... fue ahí cuando él entró en pánico. Es culpa mía.

 

- ¿Por qué?

 

- Yo... no usé las expresiones correctas- dijo- le dije "para meterte en la cama" ¡no lo decía en un sentido sexual! Yo sólo...

 

- Le decías lo que ibas a hacer- dijo, comprensiva- él te ha contado...

 

- Lo he deducido hoy... ahora.

 

- ¿Así que no sabes nada?- preguntó la enfermera.

 

- Bueno... me imagino que...

 

- JungKook, ahora mismo la psiquiatra que ve a Vante por este tema no está en el hospital y es una suerte que esté yo que soy la enfermera de él- suspiró- si él ahora sabe que tú lo sabes, no sé cómo lo va a gestionar. Desde lo que pasó, las emociones de Vante funcionan diferentes a las nuestras- dijo- él bloquea todo lo que tiene que ver con amor de pareja y, por supuesto, sexo. Él no es capaz de gestionar las relaciones interpersonales porque su mente le dice que eso que él siente le va a llevar a ese momento. Es una asociación. Vante asocia las relaciones interpersonales con el momento de su violación. Nosotros podemos tratarle porque Vante nos ve como una "empresa" un "trabajo" que realizamos. Le llevamos tratando mucho tiempo y no hemos sabido de amigos, de pareja, de nadie... hasta ahora. Incluso sabemos que rompió conexión con su familia y sus amigos de Corea. Así que, por favor. Espera a que él te lo confíe. No cuestiones lo que pasa a su alrededor.

 

- ¿Usted cree que yo le puedo ayudar?

 

- Siempre hemos pensado que él encontraría una persona por la cual él podría superar esa insana asociación y recuperar la conexión con los suyos, sí.

 

- ¿Esa persona puedo ser yo?

 

- Quiero creer que eres tú. Le conoces desde hace muy poco... pero que él te haya ofrecido ese pacto de empleo...

 

- ¿Y si sólo me ve como un trabajo?

 

- ¿Tú crees que sólo te ve como un trabajo?

 

- No. De hecho, yo nunca pensé que él estuviera mal...- dijo y lloró.

 

- ¿Tienes alguna otra pregunta?

 

- Usted ha dicho que Vante asocia las relaciones interpersonales con su accidente... ¿eso quiere decir que no lo ha superado?

 

- Eso es lo que quiero decir. Hasta que no rompa esa asociación, no lo va a superar.

 

- ¿Y qué pasará cuando rompa esa asociación?

 

- El doloroso río de los sentimientos. Vante es muy consciente de todo lo que tiene guardado dentro. Por eso hace esto una vez al año, porque lo necesita pero no podría gestionar este dolor todos los días de su vida.

 

JungKook se tapó la cara.

 

- ¿Me está diciendo que, si rompe esa asociación, vivirá amargado?

 

- Son demasiados años ocultando lo que siente...


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