En las horas sucesivas, el chico estaba subiéndose por las paredes. Sacó su teléfono móvil al escucharlo vibrar por décima vez y vio que era Angie.
- Angie...
- JungKook... ¿Dónde estás? ¿Estás bien?
- Le están operando- dijo y lloró- yo nunca le había visto así... se tiene que poner bien, Angie, se tiene que poner bien.
- ¡Llamaré a Niall! ¿En qué hospital estáis?
Le dio la dirección del hospital y, mientras la chica llamaba a Niall, una enfermera traía a Vante. El chico estaba despierto, pero llevaba un barbijo que le cubría todo el área inferior de la cara.
Le instalaron en la cama y le pusieron un relajante suave para que estuviera tranquilo.
- ¿Cómo te encuentras?- preguntó JungKook, cogiendo una silla y sentándose a su lado.
- ¿No estás enfadado conmigo? Yo...- lloró muy fuerte y JungKook le dio un pañuelo- recuerdo todo... todo lo que te dije y lo que te hice... tendrás mil preguntas.
- Para, Vante. No es necesario. Yo no te voy a pedir explicaciones sobre esto. Cuando tú estés preparado para dármelas, yo te escucharé...
- Pero...
- Te escucharé y no te juzgaré- terminó JungKook- podríamos hacerlo así. Cada vez que haya algo que salga a relucir y que no quieras contarme por algún motivo, puedes decirme "ahora no estoy preparado" y ya está.
- Pero...
- No existe un pero- dijo y le sonrió. Parecía que Vante quería decir algo pero no se atrevía o no encontraba las palabras- ¿Quieres que me vaya?- preguntó, con pena.
- No, al contrario.
JungKook le sonrió.
- Duerme, no me separaré de ti.
El chico intentó dormir, pero no podía, se sentía extraño. Cerraba los ojos y los volvía a abrir.
- ¿Puedes ayudarme a intentar algo?- preguntó Vante, incómodo.
- Claro, lo que necesites.
- Podrías... ¿podrías abrazarme?- preguntó.
Le miró y acercó su silla a la cama de Vante, lentamente echó su cuerpo hacia un lado, pasó su brazo izquierdo por encima del torso del chico y apoyó su cabeza sobre el abdomen del fotógrafo. Notó como el delgado cuerpo del chico se tensaba debajo de él y se apartó, pero Vante le sujetó para que no se moviera y, con miedo, puso sus manos sobre el cuerpo de JungKook.
Era el primer abrazo que daba y recibía en mucho tiempo. Era como volver a descubrirlo y se sorprendió a si mismo al comprobar que se sentía bien.
Relajó su cuerpo y se quedó dormido. JungKook se acomodó y cerró los ojos.
A las horas se escuchó un pequeño escándalo en el pasillo, Angie y Niall habían llegado. Los chicos estaban muy asustados. Una enfermera les estaba comentando el estado actual de salud de Vante, pero no podía decirles cómo estaba, aunque sí les dejó subir a la planta donde estaban, con la condición de que se quedaran en la sala de espera.
En el momento en el que Angie pasó frente a la habitación de Vante y los vio allí abrazados, sintió que algo en ella se rompía. Era obvio que su novio empezaba a sentir algo por ese chico. La forma en la que lloraba por él. Simplemente lo sabía.
Niall, por su parte, metió una mano en el bolsillo de su pantalón y los miró, miró de reojo a Angie y no comentó nada.
- Sólo esperemos- dijo.
Fueron a la sala de espera y Angie se apoyó en Niall pero no pudo quedarse dormida, no hacía más que pensar en que estaba perdiendo a su pareja.
Al día siguiente, el sol despertó a Vante y lo primero que vio fue a JungKook sobre él. Acarició sus cabellos y el chico se despertó.
- No quería despertarte, tienes que haber dormido fatal...- dijo Vante.
- En realidad, he dormido mejor que noches anteriores.
- Mentir no es una de tus cualidades- dijo y le dio una almohada para que se recostara en el sofá plegable- voy a pasar al cuarto de baño. Descansa, por favor, me siento responsable porque no has dormido.
Vante fue al baño con su inseparable maletín. Tras orinar, lavarse las manos y los dientes, se echó un poco de crema en la cara y luego se aplicó algo de maquillaje y corrector. Lo selló todo con polvo y se miró al espejo. Quizás a JungKook le parecería raro que, dentro de un hospital tuviera que preocuparse de su aspecto, pero ese era otro tema del que tendrían que hablar.
O no.
Cuando salió, JungKook estaba dormido.
- ¿Puedo pasar?- preguntó Niall, con una mano en el bolsillo de su pantalón y la otra en el marco de la puerta.
- Claro, pero baja la voz, él apenas ha dormido.
- ¿Cómo estáis?
Suspiró, no sabía cómo responder ante aquella pregunta.
- Habéis tenido un accidente, supongo que estarás en shock, tendréis muchas cosas que asimilar, tomaros el tiempo que necesitéis. ¿Necesitas algo?
- No, te lo agradezco.
- Me gustaría dejaros descansar- dijo- voy a estar por aquí durante unas horas, dile al chico que, si necesita algo, me llame. Lo mismo va por ti, ¿de acuerdo?
- Muchas gracias.
- Te traería un café, pero no sé si me van a dejar dártelo- bromeó.
Con una última sonrisa, Niall salió de allí y Vante se acercó a JungKook en el mismo momento en el que Angie se acercaba por la puerta. Había visto a Niall hablar con Vante y era un trato normal, ahora estaba solo con JungKook y quería observarle. Había visto a JungKook con Vante. Quería saber cómo era Vante con JungKook.
Vante le arregló la almohada y sonrió al chico cuando éste abrió los ojos.
- Duerme- le dijo, con una sonrisa, y le acarició el pelo.
El fotógrafo cogió una manta y se le echó por encima con mucho mimo. Luego se tumbó en su cama, de lado, y se quedó contemplándole.
Angeline suspiró, llamó y entró. Vante, que no la conocía de nada, se quedó de piedra.
- Hola, soy Angeline, la novia de JungKook, él me ha hablado mucho de ti y de tu trabajo... Me gustaría haberte conocido en mejores situaciones...
Vante se abrazó a una almohada y observó a la mujer sin saber qué hacer. Si era la novia de JungKook, ¿por qué hablaba con él? ¿No se supone que debería estar con su novio?
- ¿Cómo estás?- preguntó Angeline.
- Bien. Muchas gracias- respondió- ¿Y tú?- preguntó a su vez, no quería parecer descortés.
- Oh. Bien también. Me asusté pero... parece que estáis bien.
Vante asintió y su mirada se dirigió a JungKook. Desde luego, el chico cambiaba cuando estaba con JungKook, ¿O es que como ella se presentó como la novia de JungKook, se negaba a tratarla?
- Bueno, ¿te ha visto algún médico ya?
Se encogió de hombros, sin saber qué contestar y Angeline lo volvió a intentar.
- ¿Sabes cuándo te van a ver?
- Perdona, no entiendo la conversación- soltó Vante- él es tu novio- dijo y señaló a JungKook. Angeline le miró asombrada, ¿de algún modo la estaba mandando a callar?- no tienes que hablar conmigo. Él está ahí, seguro que quiere hablar contigo.
Angie estaba tan anonadada por el carácter de Vante que terminó de entrar en la habitación y zarandeó a JungKook.
- ¡Estoy despierto! ¡Estoy despierto! ¡Vante, mi amor! ¿Estás bien?
Se hizo un silencio incómodo cuando la mirada de JungKook viajó de Vante a Angie.
- ¿Podemos hablar?- preguntó Angie, molesta.
JungKook miró a Vante y salió al pasillo.
- ¿Llamas "mi amor" a todas las personas con las que trabajas?- preguntó Angie.
- ¡No! ¡He pasado una noche horrible! ¿En serio me lo vas a tener en cuenta?
- ¡Sí!
- ¡Yo anoche pensé que él se moría! ¡Si a ti te hubiera pasado algo así, estarías como yo!
- ¿Qué pasó?
- Fui a buscarle al bar, estaba ebrio.
- ¿Por qué fuiste tú?
- Porque él tenía mi tarjeta en el bolsillo, fue lo que los empleados de Anderson's encontraron- mintió- fui y estaba ebrio y camino a su casa, porque le iba a llevar a su casa para dejarle allí a que durmiera la borrachera... un coche se nos atravesó. Yo di un volantazo y todo el golpe se lo llevó él. No reaccionaba- mintió- tuvieron que operarle cuando llegaron.
- Tú pareces estar demasiado bien para haber tenido un accidente de tráfico- dijo Angie, entornando los ojos y mirándole brazos y piernas.
- Arañazos y golpes leves- mintió JungKook, mostrándole los arañazos que Vante le había hecho y algún moratón que tenía por culpa de su torpeza.
- ¿Por qué contigo es de una manera y con el resto no? O, más bien, porque contigo es amable y servicial y conmigo ni quiere hablar.
- ¡Si no quiere hablar contigo, no le fuerces!
- ¿Disculpa? ¿Es así conmigo y tú le defiendes? ¡Le he visto con Niall y se comporta de forma normal!
- ¡No lo entiendes! ¡Es su forma de ser y tienes que respetar que él sea así!
- Él me falta al respeto y tú...
- Él no te ha faltado al respeto- contradijo JungKook- no sigas por ese camino, en lo que concierne a él, no voy a ceder.
Entró en la habitación y Angie vio como su novio se volvía a sentar en el sofá plegable junto a Vante y, no sólo eso, sino que le abrazaba.
JungKook, por su parte, entró en la habitación y miró a Vante.
- Es culpa mía.
- Hay gente que sólo está acostumbrada a un tipo de persona o a determinado tipo de personas y, que tú seas una persona diferente, no es culpa tuya. El mundo debería aceptarte tal cual eres.
Se secó las lágrimas y acarició el pelo de JungKook.
- ¿Por qué se sintió ofendida? ¿Qué dije?
- Estaba dormido, ¿recuerdas?
- Es que no lo entiendo, yo lo intenté- dijo Vante.
- ¡Por favor, no le des vueltas!- pidió JungKook.
- Traté de ser cortés- dijo y se secó las lágrimas- ¡Incluso le pregunté cómo estaba! Pero ella quería hablar contigo, así que no entiendo qué pasó...
El chico lloró y JungKook se desesperó no quería que volviera a entrar en una crisis. Salió y llamó a una enfermera.
- Tengo que pedirte que te vayas- le dijo a Angie.
La chica le miró y, cuando iba a responder, una enfermera llegó.
- Está un poco nervioso... me da miedo que vuelva a entrar en crisis.
La enfermera entró con ayuda médica y, cuando JungKook iba a entrar tras ellos, le dejaron fuera.
- No puede pasar- dijo la enfermera.
El chico, nervioso, miró por la ventana, pero la persiana fue cerrada.
- ¿Qué es lo que le pasa?- preguntó Angie.
De mal humor, JungKook salió del hospital con Angie.
- Se ha puesto así porque ha escuchado nuestra conversación y no sabe qué ha hecho mal. Te lo dije, es su forma de ser- dijo, de malhumor- Angeline, yo sé que piensas en ti, en mí, en nosotros y en todos los planes que teníamos. Pero Vante es mi amigo y tiene un problema, un problema muy serio que no se soluciona con prestar dinero o algo similar. Si quieres continuar con esto, tendrás que confiar en mi cuando te digo que somos amigos y compañeros de trabajo. Que él me ayuda en mi carrera y yo le ayudo con sus problemas. Tenlo presente, cuando le den el alta, hablaremos.
Y, sin más, se dio la vuelta y fue a ver a Vante. Por el camino encontró a Niall.
- ¡Hasta que te encuentro, chico! He hablado esta mañana con Vante y tú estabas dormido... ¿Qué pasó?- preguntó, mientras caminaba junto a él.
- Un accidente de tráfico. Yo salí bien, algún que otro rasguño, pero Vante se llevó la peor parte. Y bueno, nervios post accidentes.
Niall le miró con la condescendencia que sólo un galés podía mostrar, agarró sus brazos y le levantó las mangas.
- No tienes ni una sola marca en tus brazos y tu cuello está perfecto para haber sufrido un accidente de tráfico... ¿me vas a decir ya qué pasa, chico?
Se mordió el labio inferior y miró a su agente.
- Yo no...
- No te pido que me cuentes tu vida y la de Vante, chico, sólo te pido que me des la información necesaria para poder actuar en base a cuando haya un problema.
- Es un problema de salud de Vante.
- Entonces no ha sido un accidente de tráfico, ¿no?
- No.
- ¿Quieres que siga diciendo que es un accidente de tráfico?
- Sí.
- Bien. Daré un pequeño comunicado en tus redes de que has sufrido un accidente de tráfico leve junto a Vante, diré que volvíais de trabajar y que, por culpa del hielo, perdiste el control del coche. Tú saliste ileso, pero Vante tuvo heridas profundas donde tuvieron que aplicarle puntos de sutura. Diré que estaréis dos semanas de baja descansando y que, ante cualquier cita y trabajo, será de cara a dos semanas vista. ¿de acuerdo?
- Gracias.
- Sé sincero conmigo, chico. Soy quien me invento tu vida... y la de Vante- añadió- me voy ya, dile a Vante que, cuando esté mejor, le llamaré.
- Muchas gracias- dijo JungKook.
Niall asintió y se fue a casa, cuando JungKook llegó a la habitación de Vante, el chico estaba profundamente dormido. Aprovechó y se tumbó en el sofá, a su lado, y se quedó dormido.
Días después, Niall dio un comunicado oficial en el que, como bien le dijo a JungKook, decía que tanto el modelo como el fotógrafo, habían tenido un accidente de tráfico debido al hielo nocturno, pero que estaban ilesos, no obstante, estarían de reposo durante dos semanas recuperándose de magulladuras.
Vante pasó tres días en el hospital y, antes de que le dieran el alta le dieron las recomendaciones médicas.
- ¿Vives solo?- preguntó la doctora.
- Sí.
- Convendría que alguien pudiera quedarse contigo las primeras noches.
- Yo lo haré- dijo JungKook.
- Aquí tienes la receta de tus medicinas- dijo- te lo he mandado para esta semana, ya sabes cómo retirarlo.
- Sí...
- Bien. Aquí tienes la próxima cita de salud mental.
Vante recogió todas sus cosas y salió junto a JungKook. Salieron en silencio y entraron en el coche. Con unas vagas indicaciones, le dijo donde vivía y, cuando llegaron, entraron. La casa tenía puerta de seguridad y alarma.
- Ya sé lo que ha dicho la doctora, pero no tienes que quedarte...
- Quiero hacerlo.
- Tu novia...
- En todo este tiempo yo pensé que tenía la novia perfecta, ni siquiera era celosa. Ahora me doy cuenta de que no lo era porque yo no tenía amigos. Y me estoy empezando a replantear si es algo del momento o si ella es así...
- Supongo que querrás que sea algo del momento.
- Ahora sólo quiero dormir.
- Tengo una habitación de invitados, puedes dormir ahí- dijo Vante.
- El sofá me apaño...
- Has estado durmiendo en el sofá estos días, creo que te voy a ceder mi cama.
En el pasillo, se despidieron y se acostaron. Vante se desmaquilló, se puso el pijama y se acostó. JungKook, por su parte, escribió a Angie para decirle que habían dado el alta a Vante y que se iba a quedar con él unos días para vigilarle. Le comentó que iba a dormir y se despidió.
Los días pasaron y la convivencia no fue difícil. Vante era muy madrugador, pero también muy silencioso. Se despertaba en las mañanas preparaba café para los dos y, cuando JungKook se despertaba y salía al salón, veía al chico sentado en el sofá, leyendo un libro y dos termos de café en la mesita. Uno para él y otro para JungKook, con leche y dos de azúcar, como le gustaba a él. JungKook agradecía aquel gesto y, en pijama, solían desayunar y, entre los dos, recogían la casa, leían revistas de moda, pensaban conceptos para nuevos books.
- He visto este en muchas revistas, no es algo que yo llevaría a la calle, pero sí es algo que me gustaría experimentar... quizás una sesión corta, ¿qué te parece?
Cuando Vante lo vio se echó a reír. Era un concepto futurista, con ropa plateada, piezas de metal, tejidos metálicos y maquillaje con mucho glitter plateado.
- ¡Va a parecer que te ha cagado Elsa!- dijo, sin parar de reír.
No pudo evitar reír ante la ocurrencia de Vante. Aquel era el Vante que conocía, el que se burlaba de él, el que unía lo serio y las risas.
- ¿Dónde firmo para fotografiarte así?- preguntó.
- ¿En serio?
- Sí, no sólo por burlarme de ti- dijo y sonrió- en serio, nunca he hecho una sesión así. Podríamos pensar muy bien el concepto de esta sesión, si lo quieres como algo tipo futurista y ponerte en un concepto... laboratorio, tipo espacial, quizás un fondo negro simple... podríamos probar varios... puede ser interesante.
Así pues, apuntaron aquel concepto en la lista de aquellos que querían hacer, hasta la fecha, estaban interesados en hacer uno tipo navajo, motero, hippie y también quería mostrar los orígenes del chico haciéndole un mini book con el hanbok tradicional que el chico tenía y que había traído de Corea.
A aquella lista, tenían que añadir las revistas que Vante tenía en su agenda telefónica.
- Me interesa que conozcas a Eileen.
- ¿También es muy galesa?
- Oh, claro que sí. Eileen O'Baynon, cuando la conocí, supe la definición de persona galesa.
- ¡Vaya! ¡Alguien que ostenta a quitarle el puesto Niall!- bromeó JungKook- ¿por qué quieres que conozca a Eileen?
- Es muy profesional, sé que te va a entrevistar muy bien y la revista para la que trabaja, a pesar de ser juvenil, da mucha cobertura. No obstante, me gustaría hacerlo bien y que, en el momento en el que tu entrevista con ella salga, a los días también puedan salir otras entrevistas. Pero tengo que pensar bien a donde te mando. No quiero que vayas a cualquier lado... hay mucho elemento suelto...
Le miró agradecido por todo.
- Es posible que no te des cuenta, pero muchas gracias. Eres muy amable conmigo, con mi carrera... y, de algún modo, me proteges. Gracias.
El fotógrafo se quedó en silencio y no le contestó, sólo le miró y vio como el chico pasaba la escoba sin darle importancia.