Cuando llegó, vio todos los cierres arriba, entró y vio al chico con un pantalón recto y ancho color vino tinto, un jersey estrecho negro y una boina a juego con el pantalón. Llevaba una chaqueta de punto, un pendiente largo y varios anillos.
Sin duda, Vante era personificación de lo etéreo.
- Buenas tardes- saludó JungKook.
- ¿Qué tal tu día?- preguntó Vante, sin separar los ojos de la pantalla.
- Bien.
Vante le miró y asintió.
- Eileen me ha mandado el concepto que quiere de ti. Me ha dicho que te fotografíe con lo que llevabas puesto o un similar. ¿Te has cambiado?
- No.
- Bien. Pasa a la sala y siéntate en el taburete.
Aquel día nada marchaba bien, Vante cambiaba las luces, JungKook cambiaba de posición pero las fotos no salían.
- Necesito cinco minutos- dijo, al final, el fotógrafo.
- Lo que quieras.
Vante cogió su cámara y, con cuidado, la dejó sobre la mesa.
- No lo entiendo- dijo, al final.
- No entiendes, ¿qué?
Y fue justo en aquel momento cuando JungKook se dio cuenta de su error. Casi escuchó el momento en el que Vante dejó de respirar y le miraba como si hubiera cometido el peor de los errores al confiar en él.
- Vante...
Vio los ojos del chico humedecerse y corrió hacia él pero éste le empujó y se encerró en la pequeña salita que usaba como sala de descanso.
- ¡No! ¡Por favor!
- Vete.
Suspiró y se sentó en el suelo.
- Lo siento- dijo, sin saber si le escuchaba o no- esta situación está siendo difícil para mí porque no sé cómo...- guardó silencio- simplemente no sé. Y es demasiado frustrante.
Vante abrió la puerta y se sentó en el suelo, junto a JungKook.
- Entiendo que quieras hacer tu vida y entiendo que tengas que hacerlo pero no me sentó nada bien el cómo me lo dijiste.
- ¡No soy consciente!
- Lo sé, pero no puedes echar a una persona de tu casa y luego decirle que no te importa hacerle fotos de sus nudes.
- ¡Tú me pediste que te las hiciera! ¡Yo pensé que sería un buen detalle por mi parte!
- Vale, vayamos por partes- dijo JungKook, armándose de valor- tal como dijiste que me fuera de tu casa, fue como si yo fuera más un impedimento a tu recuperación más que una ayuda- explicó- yo llegué a tu casa para ayudarte y con lo que me dijiste fue como "JungKook, tienes casa, tienes vida, haz uso de ellas"
- ¡No era mi intención!- dijo, atormentado.
- Lo sé- dijo y estiró su brazo. Vante gateó como un gatito y se acurrucó en el pecho de JungKook- a las personas nos gusta la verdad, pero no de esa manera. La forma correcta hubiera sido "estoy mejor, creo que a partir de ahora ya puedo estar solo". ¿Ves la diferencia?- al ver que Vante no contestaba, acarició su cabello- no te estoy regañando, estoy tratando que veas la diferencia entre una frase y otra- dijo, con amabilidad.
Vante parpadeó.
- Quizás... quizás en la primera fui brusco y no te agradecí como te merecías.
- No lo hacía para que me lo agradecieras.
- ¿Y por qué lo hiciste?- preguntó, frustrado. Por más que lo intentaba, no lo entendía.
- Me importas- dijo.
Frunció el ceño, no sabía a qué se refería cuando JungKook le decía eso que él le importaba, pero no lo iba a preguntar.
- Entonces... te sentiste mal porque...- era imposible, para él todo pasaba por aquello que JungKook le había dicho "Me importas" pero no lograba conectar esas dos palabras con su persona- es muy difícil- dijo, al fin- ¿podemos tratarlo en otro momento?
- Claro- sonrió.
- ¿Por qué te molestaste cuando te dije que te fotografiaría desnudo?
- Bueno, me acababas de echar de tu casa...
- Pero yo no sabía que lo había hecho- replicó Vante, haciendo reír a JungKook.
- No quiero que lo hagas- dijo- sé que es algo que no quieres hacer.
- Son fotos y tú quieres que te las haga. Prefiero hacértelas yo antes de que otra persona te las haga.
- Confías muy poco en tus colegas.
- Por algo me hice fotógrafo...
Vante se levantó del suelo y se acercó al trípode.
- ¿Lo intentamos?- preguntó.
Se notaba que el ambiente era otro, menos cargado e incluso parecía más luminoso sin necesidad de luces. En cuatro tomas, hizo las fotos y las mandó a la editorial.
- ¿Qué vas a hacer hoy?- preguntó JungKook.
- Trabajar.
- ¿Cenamos juntos y te dejo trabajar?
- Perfecto, ¿a dónde te apetece ir?- preguntó Vante.
Fueron a un restaurante de comida tailandesa y allí hablaron de películas.
- No soy muy selecto- reconoció Vante- cualquier cosa comercial me entretiene. Reconozco que no soy muy fanático del cine y mucho menos de las series.
- Yo no puedo ver series- dijo JungKook- es imposible seguirlas.
- Con estos horarios... soy más de música. Y reconozco que ahí sí soy más selectivo. Me gusta mucho el jazz y el blues antiguo.
- Vi que tenías un tocadiscos en tu casa.
- Sí. Tengo vinilos, me gusta trabajar con un buen vinilo y mi bote de zumo al lado.
- Si te digo la verdad, no me extraña que te guste esa música. Recuerdo cuando te conocí, omitiendo el hecho de que pensaba que eras galés, sí te imaginaba viviendo en un piso, con esa clase de música puesta. Eres interesante.
- Tú también- reconoció Vante- ¿qué música te gusta a ti?
- Eh... bueno... ya sabes...
- No lo sé- dijo, frunciendo el ceño- ¿debería? No me has dicho nada.
- Voy a quedar fatal en comparación tuya- reconoció JungKook- me gusta mucho la música actual.
- ¿Trap y reggaetón?
- Oh, no, el reggaetón no.
- Entonces no hay nada malo.
JungKook rio, terminaron de cenar y el menor acompañó al fotógrafo a su estudio, le ayudó a cerrar y luego se fue a su casa. Allí le esperaba Angie. La saludó como siempre y se fue a la ducha.
No estaba mal con Angie, tampoco estaba mal con Vante, pero las cosas se estaban complicando y él no sabía qué hacer.
Al día siguiente, tenía la entrevista con Vertutti, estaba de lo más inseguro respecto a esa entrevista y no dudó en comentarlo con Niall.
- Vante me ha comentado que me preguntarán abiertamente sobre mi vida y preferencias sexuales. No puedo responder a eso es una revista, entiéndelo. No es por mojigato. Yo soy bisexual y poca gente lo sabe.
- Me acabo de enterar- dijo Niall- a mí no me importa. Pero de cara a tu carrera, mejor no decir nada. Sobre todo, por si algún día quieres volver a Corea.
JungKook asintió.
- ¿Has comentado con Angie si ella está de acuerdo en que digas que tienes pareja?
- Sí. Ella no le importa, pero no quiere que la nombre, ni a ella, ni su trabajo. Lo entiendo.
- Te lo dejo en tu elección, JungKook.
Al día siguiente, JungKook iba bastante inseguro de cara a su entrevista. Igual que el día anterior, una secretaria le recibió y le llevó frente a un hombre. Sin duda, su despacho no podía ser más diferente al de Eileen. El de aquel hombre estaba lleno de títulos y cursos que había hecho un hombre llamado Richard Grossman. Y, ante él estaba un hombre de la edad de Vante, pero no tenía para nada el aura de Vante. Era muy delgado y vestía un traje sin gracia.
- Me alegro tanto de conocerte- le dijo, con una sonrisa- ya nos puedes dejar a solas- dijo, a su secretario- bueno, espera, tráeme un café. ¿Tú quieres algo, JungKook? Puedes pedir lo que quieras.
- No quiero nada.
- ¡Oh, no seas vergonzoso!- dijo el hombre y tomó del brazo a JungKook- tráele un café a nuestro invitado especial. ¿Te gusta con canela, con cacao? ¿Con avellana, tal vez?- preguntó y le acarició el pelo.
JungKook se apartó.
- Avellana- respondió de mal humor.
- Avellana, lo sabía... tenemos un feeling en común.
El modelo le miró, pensando que lo único que tenían en común era las ganas que JungKook tenía de pegarle y Richard de recibir. Aunque, por su comportamiento, no parecía que un golpe fuera lo que quisiera recibir.
Se sentó y miró al entrevistador que cogió su silla y la pegó a la de JungKook.
- De verdad, no miento cuando digo que tenía tantas ganas de entrevistarte- dijo y puso una mano sobre la pierna de JungKook- voy a poner la grabadora- cuando JungKook escuchó el clic, el secretario entró con los cafés.
- Gracias- dijo JungKook pero, por seguridad, no lo tomó. No se fiaba de aquel hombre.
- Bueno, JungKook, cuéntanos, eres un joven de veintitrés años que está incursionando en el mundo de la moda, ¿qué esperas encontrar?
- Respeto- dijo, sin más- no me gustan los juicios, ni la gente que va por encima de otra. Así que es eso lo que me gustaría encontrar. Respeto. Para mí y para mis compañeros.
- Son palabras fuertes.
- Gracias.
- ¿Cómo entraste en el mundo de la moda?
JungKook le contó la misma historia que le había contado el día anterior a Eileen, sin parar de observar que la mano de aquel hombre estaba en su pierna.
- Es una historia fascinante- dijo y movió su mano más arriba.
El modelo se cruzó de piernas y alejó su silla un poco de Richard.
- ¡Cuéntanos de ti! ¡Nuestras lectoras quieren saber! ¿Qué estilo de ropa es tu favorito para llevar?
- Cómodo- resolvió- vaqueros, camiseta, zapatillas o botas. Y siempre de negro, puedo combinar con colores como rojo, amarillo, incluso azul...
- ¿Y para ir a alguna cita?- preguntó.
- Pantalones de cuero, camisa negra y zapatos.
Según dijo aquello, no se le pasó por alto la mirada de lascivia que Richard le dirigió.
- ¿Cómo sería tu cita ideal?
- Salir a ver los castillos, pasear por el mar... cenar en algún tailandés y hablar de buena música- terminó recordando a Vante.
- ¿Cómo eres respecto a tu pareja?
- Entregado.
- ¿Y respecto al sexo?
- Entregado- repitió.
- Tu pareja debe de ser una persona afortunada. ¿Tienes pareja?
- Sí.
- Hombre o mujer.
- Prefiere no revelar su identidad, ni su género- resolvió- esa persona prefiere mantenerse en el anonimato.
- ¿Eres homosexual?
- No- respondió.
No mentía. No era homosexual, sino bisexual.
- ¿Tu rutina de ejercicios?- preguntó y JungKook contestó con detalle sobre los ejercicios que solía hacer.
Con aquella pregunta, la entrevista acabó.
- ¿Algo más que te interese añadir? ¿Algo que creas que no has dicho?
- No. Creo que así está bien. Muchas gracias por la oportunidad.
Richard apagó la grabadora y JungKook se levantó para salir de ahí.
- Te invito a comer- dijo Richard.
- Lo siento, he quedado con mi agente, me tiene que estar esperando- se excusó- y luego he quedado con Vante para la sesión- mintió. Aquel día no había quedado con el fotógrafo, pero eso Richard no lo sabía.
- Vante... recuerdo cuando estuvo por aquí, se ganó el favor del editor. Yo quise entrevistarle, pero no pude. Aunque he tenido algo mejor...- sonrió y pasó sus brazos por el cuello de JungKook- una comida...
- No tengo tiempo de salir a comer con usted, de verdad- dijo JungKook.
- ¿Quién ha dicho de salir a comer?- preguntó Richard y llevó su mano al miembro de JungKook- es grande.
- ¡Déjeme!- dijo el chico y le empujó.
Salió de allí, asustado, y fue al estudio de Vante, rogando que estuviera allí.
Los cierres estaban hasta arriba, como siempre a esas horas. Entró y el chico se sobresaltó al verle tan agitado.
- ¿Qué te ha pasado?- preguntó Vante.
- ¿Podemos hablar?
- Claro.
Vante cerró y fueron a la parte de atrás de la tienda. Allí JungKook se sentó en una silla y Vante se arrodilló frente a él.
- ¿Qué te ha sucedido?
Le contó, entre lágrimas, lo que había pasado con ese tal Richard Grossman.
- Parecerá una tontería- dijo JungKook- pero... me he sentido tan mal...
- Oh, JungKook...
Se puso en pie y JungKook le abrazó por la cintura, necesitaba aquel abrazo. El chico comenzó a acariciarle el pelo y luego se sentó en sus piernas.
- No sabía que él te iba a entrevistar- dijo- cuando esa revista me hizo una entrevista a mí, no fue ese hombre- dijo Vante. Suspiró- justo era esto lo que quería evitar que te pasara... Pídele a Niall que vaya contigo a las entrevistas, ¿de acuerdo? Es tu agente, no pueden prohibirle estar contigo.
JungKook asintió y se quedó un rato allí, abrazando al chico.
Al día siguiente, JungKook tenía la sesión para Vertutti. Por primera vez no quería hacer una sesión de fotos.
- Sé lo que te ha pasado- dijo Vante- pero se trata de mí, ¿de acuerdo? Yo nunca te voy a hacer eso.
JungKook le volvió a abrazar y se puso la muda que la revista le exigía llevar: pantalón de cuero, camisa negra y zapatos. Resopló.
Aquella sesión pasó más silenciosa que las demás, incluida la anterior.
- Te invito a comer- dijo Vante.
- No te preocupes...
- Me preocupo- dijo el fotógrafo.
El modelo sonrió y salieron juntos a Anderson's. Comieron tranquilos y, tras la comida, Vante miró a JungKook.
- Me iba a ir ahora a mi casa- informó- iba a trabajar allí, como mañana tú estarás todo el día de entrevistas, pensaba no abrir el estudio mañana. Eh... ¿Quieres quedarte hoy conmigo? Ya sabes... a dormir...
El modelo le miró y Vante apartó la mirada.
- ¿En serio lo quieres?
- ¡Sí! Pero solo si tú quieres...
- ¡Sería magnífico!- respondió JungKook.
Con una sonrisa, ambos se subieron al coche de Vante y fueron a casa del fotógrafo. Una vez allí, JungKook llamó a Angie.
- Hola, cielo, te iba a llamar, estaba a punto de descansar, ¿cómo te encuentras?
El día de ayer JungKook le había contado lo ocurrido con el entrevistador y su novia se había quedado muy preocupada.
- Me ha costado hacer la sesión de fotos hoy- reconoció- Vante me ha invitado a comer y me ha invitado a dormir a su casa, he accedido. De verdad, espero que no te importe.
- No, no me importa. Creo que necesitas soltar todo lo que te ha pasado y creo que con él lo harás mejor que conmigo- dijo la chica.
- Dicho así...
- No, no es malo. Es tu amigo- dijo la chica- yo te cuento las cosas, pero tú no eres mi mejor amiga y eso no es malo.
- Gracias por entenderlo.
- De nada. Descansa.
Ambos colgaron y Angie se quedó seria.
- He escuchado en tu conversación con el bombón de tu novio mi nombre- dijo Queen.
- No te he nombrado- dijo Angie, riendo.
- Has dicho "mi mejor amiga" esa soy yo, obviamente- se puso seria- ¿Me vas a contar ya qué te pasa? Llevas días muy seria.
- Hoy JungKook se va a quedar a dormir en casa de un amigo suyo, ¿te apetece venir a casa y hablamos?
- Allí estaré.