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– abuelito, tu y yo tenemos que hablar –
– Claro que sí, pequeña, ¿De qué deseas hablar? –
– es sobre algo de lo que quieren proponerte tus hijos, un paso hacia adelante para los saiyajin –
– tan pequeña y tan creativa –
– mi padre siempre me dijo que nunca debemos conformarnos, siempre hay que mirar al futuro, él es mi ejemplo, fuerte, bello e inteligente; ¿crees que algún día llegue a ser como él? –
– por supuesto, seras una gran reina –
– no, no – mostró una sonrisa enorme– yo no seré la reina; yo quiero que esto sea un imperio y yo seré la emperatriz, ¿estás de acuerdo con eso? –
– claro que si – se arrodillo a su altura – quiero que lo tengas claro, desde ahora y siempre serás mi pequeña consentida, tendrás todo lo que desees; solo pidelo y será realidad; seras el ejemplo para el pueblo, cuando seas una adolescente serás la princesa perfecta –
– ¿no crees que es peligroso darle tanto poder a una niña como yo? – delineo su mejilla con los dedos
– lo averiguaré en el futuro, por ahora tienes mi total confianza; ¿sabes? eres idéntica a la reina –
– mi abuelita –
– si, y no cabe duda que seras tan espléndida como ella; ahora, vamos a charlar un poco, soy todo oídos –
– gracias, abuelito – le dio un beso en la mejilla
Como Kiriam dijo era muy peligroso darle tanto poder a una niña tan pequeña. No malentiendan ella solo quiere lo mejor para su pueblo, familia y amigos; y siempre obtiene lo que quiere… lo que no sabía, era el precio que tendría que pagar por su ambición.
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La familia de Goku se preparaba para dormir, sus padres lo felicitaron por su logro. Era un honor ser el caballero real, aunque tenía un gran punto en contra. Raditz pidió hablar con él en privado, tenían cosas que aclarar.
– eh, bueno, me alegra que… ¿hayas revivido? –––
– eres muy malo para iniciar una conversación, ¿no? –
– no te conozco mucho, no se que decirte –
– ahora que el planeta regreso, nosotros podremos mejorar eso; en realidad quiero hablarte sobre el principe Vegeta –
– ¿Qué quieres hablar sobre Vegeta? –
– justamente de eso, tienes un trato especial con él, tal vez no te lo dijeron, pero no debes tratarle de esa manera, el Rey odia que los soldados se equivoquen con su posición –
– él me contó de su relación, eran grandes amigos, ¿no? –
– no solo eso, lo conozco como si fuera parte de mi familia y por lo mismo te lo advierto, no te ilusiones con el –
– ¿A qué se debe eso? – se puso serio –
– es obvio, estas enamorado de él –
– la verdad nosotros estamos en una relación – dijo con alegría
Soltó una risa – ¿relación? por favor, conozco a Vegeta, el no toma esas cosas en serio –
– ¿no será que te molesta esta situación? ¿que yo esté con él? – pregunto molesto
– hermano – lo miro – no lo tomes a mal, simplemente a Vegeta le gusta coquetear con los alfas y ya, nunca busco nada de verdad – se acercó a él – tómalo como un consejo y ve con cuidado con Vegeta, su belleza es el arma más peligrosa para los alfas –
– hablas como si hubiera algo más detrás, ¿me estas escondiendo algo? –
– solo he visto muchas cosas, Vegeta es muy inteligente y sabe aprovechar todo lo que tiene para conseguir lo que quiere – esa última frase dejó pensativo a Goku – por tu expresión veo que ya has caído en su trampa ¿tu conseguiste las esferas para el? –
– si, yo le prometí las esferas para que cumpla sus deseos –
– con cuidado, hermanito, él no es malo pero yo diría que le tiene miedo al compromiso – se dio media vuelta – siempre dijo que nadie estaba a su altura y no está equivocado –
– gracias por el consejo, pero yo se que Vegeta me ama –
– lo que digas, hermanito, descansa – se fue a dormir, dejando a un pensativo Goku mirando al cielo –
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A la mañana siguiente Goku volaba al palacio, extrañaba a su novio. Ayer lo vi sumamente molesto, pero no entendía el porqué. Si era su caballero podía estar todo el día con él ¿no es lo mismo que ser esposos? Se acercó a la gran puerta, fue recibido por dos guardias.
– ¿qué quieres? –
– Vengo... El principe Vegeta dijo que venga a primera hora –
– oh, ¿Kakaroto de clase baja? –
– así es –
– el principe te espera en la zona C, en el salón real –
– ¿cómo llego ahí? –
– sigue de frente y luego a la derecha –
– gracias –
El guardia lo miró algo desconcertado, no era usual que un saiyajin sea tan amable. Goku camino hacia el salón, el palacio era enorme, había grandes ventanales, cuadros de quien suponía eran parte de la familia real y algunos espejos. Traia puesto un pantalon de spandex negro y una armadura del mismo color con detalles verdes. Se cruzaba con varios guardias, solo los saludaba amablemente y algunos solo hacían gestos a modo de saludo. Antes de llegar al gran salón escuchó un fuerte grito.
– ¡Déjate de tonterías, Vegeta! –
– pero, padre … –
– es una idea ridícula, ahora en lo único que debes pensar es en escoger a tu esposo –
– ¿al menos podrías escuchar la propuesta completa? –
– bien, la escucharé en cuanto tu encuentres a tus consortes –
– esto es una gran estupidez –
– ¿Vegeta? ¿por qué no quieres aceptar el cortejo? –
– son temas míos, tengo otras prioridades –
– como digas, ¿entonces aceptas mi propuesta? –
– solo si después de escuchar nuestro proyecto, lo ejecutas –
– bien, si en seis meses no logran avances, den por muerto su proyecto –
– te vas a tragar tus palabras –
– eso espero – se rió – tienes tres dias, solo eso; de ti dependerá el futuro del planeta – lo tomó por los hombros – espero no me decepciones, Vegeta – le hablo a la oreja –
– como ordenes, padre –
El rey se retiró junto a su escolta, al salir se cruzó con Goku quien solo hizo una reverencia como saludo – creí haberte dicho que vengas al atardecer –
– yo lo invite – Vegeta llegó antes de que Goku pueda hablar – será mi caballero, así que debo instruirlo, ¿no crees? –
– como digas – miro de mala gana al de clase baja
Vegeta le dio la orden de acompañarlo a su salón privado. Tenía muchas cosas que hablar con Goku.
Pov. Vegeta
Mi hermano tenía razón, Turles tenía razón; soy el príncipe y no puedo cambiar eso por nada. Hice pasar a Goku, al momento de cerrar la puerta me tomó de la cintura y me beso, extrañaba tanto su calidez. Me tome de su cuello, deberíamos estar hablando de temas de importancia, pero ahora solo quería estar con él y olvidarme de todo, al menos por unos minutos. Me condujo hacia uno de los sillones, sentía sus besos en mi cuello. El ambiente era algo erotico, su aroma era exquisito.
– dejame sentirte, amor –
Lo complací soltanto mis feromonas, era peligroso hacerlo, pero, lo necesito… lo necesito conmigo, como mi alfa. Las caricias ya iban subiendo de tono y lo único que logró reventar nuestra burbuja fue el sonido de la puerta abriéndose.
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