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Inevitable Destino (Resubido y Finalizado) por Menma Lightwood-Uzumaki

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Notas del capitulo:

N/V: Hoola, estoy superhipermega emocionadisima con este capitulo, se suponia que era para mañana, pero no me pude resistir jajaja

A mi querida Edmary tengo que decirle que la reto a no sentir ni un poquito de ternura o empatia hacia Pain, porque se lo puse lo mas dificil que pude, espero no perder jajaja

Y a Reabasarab solo le dire: Chica, espero con ansias tu review, porque aqui se viene algo que de seguro hace rato querias ver.

 

N/N: Pajarita, debo decirlo, adelante este capitulo en su momento unica y exclusivamente para leer tu reaccion xD 

Soy culpable JAJA

- ¡Deidara!

En medio de una oscuridad escuchaba una voz a la distancia, pero no era capaz de identificarla, solo sabía que sonaba con mucha ansiedad y preocupación.

¿Cuándo había sido la última vez que alguien se preocupó por él?

"Mi pequeño sol" Su voz sonaba cada vez más lejana con el paso de los años "Mi precioso hijo"

"Mama..."

Apenas y recordaba algo de sus padres, habían muerto en una misión cuando era tan joven que ya ni era capaz de acordarse a quien se parecía. Recordaba una melena rubia, pero no sabía si le pertenecía a su madre o a su padre. Todo lo que había conocido después de eso fue soledad, y ambición. Ni siquiera estaba seguro de cómo era sentir amor, porque hace demasiado que no había recibido nada parecido, ni estando en el equipo explosivo de la aldea de la roca sintió de verdad una conexión. Tal vez por ello no le afectó dejarlos...

- Deidara...

Frunció ligeramente el ceño, esa no era la voz de su madre, o de nadie de su pasado. Algo le rozó la frente, como intentando aplanar esa arruga que siempre cargaba por andarse cabreando por todo.

- Abre los ojos...

"Dime qué no es quien estoy pensando" Casi se rogó a sí mismo.

Pero no hacía falta, conocía esa voz de memoria. De manera que cuando abrió lentamente los ojos, no se impactó demasiado cuando su mundo se vio opacado por ese contraste único que solo se crea al combinar el naranja con el púrpura.

- Pain... - Su voz estaba pastosa, y tenía la garganta áspera como si no hubiese tomado agua en días.

- Casi te perdemos, Deidara.

Estaba acostado en una cama que no le costó identificar, le habían puesto allí una vez, cuando perdió los brazos y llamaron a Kakuzu para coserlo. Fue allí en donde se había recostado mientras el mercenario cosía sus extremidades en carne viva, y él se esforzaba por mostrarse fuerte y no gritar.

"Aquello sí que fue traumático" Aunque la verdad la escena que tenía en frente también era rara, es decir ¿Pain sentado a un lado de la camilla con los codos reposando en las sábanas y sus ojos fijos en él? Su mirada era lo más inusual del caso, tenía un toque de interés genuino que no dejaba de sorprenderlo.

- ¿Que paso? - Probó su propia lengua, encontrándola seca y tiesa - Tengo sed...

Primero intento sentarse, solo que ni siquiera tuvo que hacer fuerza porque una palma en su espalda y otra jalando un poco su brazo le hizo reincorporarse en la camilla. Dió una mirada interrogante y recibió una sonrisa.

- Con cuidado.

Se sintió algo cohibido pero no dijo nada. Miró entonces hacia un lado buscando agua, pero Pain ya le estaba tendiendo un vaso lleno.

- Gracias... - El frío del líquido hizo que su garganta resucitara de entre los muertos. Extendió el vaso ahora vacío para ponerlo en la mesa de al lado, pero se lo arrebataron con rapidez e hicieron el trabajo por él. A Dei le causó gracia - ¿Eres mi nueva enfermera?

- Algo así - Trato de mostrase serio como el líder que se suponía que era, aunque sus acciones eran más como las de una madre o un novio cuando uno se enferma - No quiero que te muevas mucho. Estas débil, demasiado.

- ¿Tanto como para quedarme aquí unas horas?

- Tanto como para quedarte aquí todo el día. Debes descansar, esa herida no tenía buena pinta.

Ahora que lo mencionaba, deslizó su mano por su estómago hasta detenerse en el vendaje. Este era más grueso y limpio que el primero que había tenido, presionó un poco y un puntazo le sobrecogió hasta las costillas. Hizo una mueca y unos dedos se enredador en su brazo.

- No hagas eso - Era como si le estuviera riñendo con suavidad - Te harás más daño, mejor quédate tranquilo y duerme.

- No quiero dormir - El sueño se había esfumado por completo. Ahogó un bostezo y se frotó un ojo de manera distraída, sin notar que su líder se le quedaba viendo totalmente embobado. Deidara ya de por si se veía adorable cuando hacía esos pucheros de rabia, pues se veía mil veces mejor todo relajado, con el cabello alborotado y los ojos brillantes por el sueño - ¿Cuánto tiempo estuve dormido? - Preguntó después.

Pain se quedó tres segundos más con la cara de idiota hasta que finalmente se reincorporó carraspeando.

- Casi dos días - Su rostro recuperó algo de la seriedad - Nos preocupaste bastante, casi nadie pensó que sobrevivirías la noche.

- ¿Casi nadie? - Se extrañó el rubio, que ya se esperaba las apuestas con dinero y todo.

- Si - Levantó la mano libre y dejo recargado allí el rostro - Yo sabía que lo lograrías.

Deidara miró hacia un lado cuando sintió que su rostro se ponía algo caliente, ¿Porque siempre tenía que ser tan directo y decirlo con esa cara tan... tan...?

- Bueno, gracias por la confianza.

Pain soltó una risita que lo hizo mirarlo, ver ese rostro con esa chispa de humor le hizo terminar su frase: Atrayente. Ese tipo podría ser lo que quisiera pero el muy desgraciado era demasiado atrayente. Se veía incluso tierno, pero tierno de una manera muy caliente y sexy. Su ser lujurioso estaba mirándolo como si quisiera comérselo lentamente mientras que su lado meloso comía palomitas dulces con una camiseta rosa que decía por delante "Viva el Yaoi" y por detrás "Agárrame que me voy"

- ¿Disfrutas de la vista? - Inquirió juguetón el líder de Akatsuki notando la mirada azulina sobre él.

- ¿Eh? - A ser posible, las mejillas se le tiñeron más de rojo - Por supuesto que no.

- Claro... - Y río un poco más, debería ser ilegal lucir tan salvaje y sexy a la vez.

Deidara bufó y miró hacia otro lado intentando preservar la escasa dignidad que Akatsuki le había permitido mantener, aunque seguía inquieto. ¿Qué le dirían? ¿Cómo lo habían encontrado?

- Deidara ¿Me oyes?

- ¿Qué? - Parpadeó, le había estado hablando y ni cuenta se dió de ello.

- Déjalo, Pain. Es normal que este algo desorientado - La mujer del grupo hizo acto de presencia llevando en la mano nuevas vendas y algo similar a un medicamento en crema que parecía analgésico - ¿Cómo te sientes? - Su rostro no denotaba nada, solo profesionalismo.

Konan siempre había sido muy reservada, pero estaba bien. Le agradaba que fuera igual que siempre.

- Bien.

Pain no estaba conforme, los dedos se deslizaron hasta su muñeca y apretaron con sutileza.

- No seas terco, Deidara. Me digas lo que me digas igual te quedarás aquí hasta que te mejores un poco más, así que no mientas, debes sentirte algo mal.

- Eh... - No sabía si su leve sonrojo era porque le sostenía la mano o porque se estaba preocupando tan abiertamente sin importarle que alguien más estuviera allí.

- Tiene razón - Se mostró de acuerdo Konan, y Pain agradeció el apoyo para después darle otro apretón.

- Entonces, ahora dime ¿Cómo te sientes?

- Me siento... agotado - Dijo sinceramente, dejando caer los hombros - Pesado, más bien. Me cuesta respirar un poco, del resto creo que estoy bien.

Konan se adelantó un paso.

- ¿Sientes dolor?

- Solo cuando me toco - Deidara no lo pilló, pero Pain requirió de un esfuerzo sobrehumano para no malinterpretar esa respuesta y, peor aún, imaginársela. Ya de por sí tenía un autocontrol extremadamente bajo cuando de ese tema de trataba, no necesitaba agregarle más leña al fuego pensando cosas locas.

- ¿Y la cabeza?

- Es... - Se llevó una mano allí y descubrió que aunque no llevaba el vendaje, si se sentía algo sensible - Está mejor, algo presiona un poco pero no tengo migraña si es lo que preguntas.

- ¿Y algo más? ¿Hinchazón, malestar, dolor en alguna otra parte? ¿Otra cosa además de la respiración?

Negó con cuidado a todas las preguntas para después mirar a su jefe.

- ¿Seguro que no me puedo ir?

- No. Prefiero que estés aquí en donde podemos vigilarte para que no te levantes antes de tiempo. Además, no me parece que estés muy a salvo a en tu habitación.

- ¿A... salvo? - Parpadeó descolocado - No comprendo.

- Ni yo tampoco - Fue allí cuando, bruscamente, cambio su gesto paternal y volvió a ser el líder de siempre. Aunque podría jurar que fondo había algo... raro  - Necesito saber exactamente qué sucedió en la misión, porque omitiste un detalle importante en tu reporte.

Uy.

- No es necesario.

- No, si es necesario - Debatió el pelinaranja - Principalmente porque esa herida es demasiado profunda y de corto alcance como para que te la hiciera un ninja cualquiera.

"Maldición" Se enfocó tanto en la idea de llegar hacia las figuras que no se detuvo a pensar que una herida así podría ser sospechosa. Lo único que no entendía era por qué lo mencionaban ahora cuando Pain ya le había visto herido cuando llegó (Cosa que por cierto, tampoco le había mencionado nada sobre el ataque de Sasori hacia él) ¿Quizás no le había dado importancia hasta ahora que casi se muere?

- Solo es una lesión típica que se hace en una misión, nada fuera de lo usual.

- No, lo que es fuera de lo usual es que alguien pudiera generarte una herida tan grave cuando los enemigos más cercanos que tenías de la ubicación en la te encontró el equipo del Uchiha era un par de ninjas promedio, y Zetsu se encargó de ellos muy fácil.

- Recorrí demasiado terreno para llegar allá y bastante más cuando veníamos de regreso, pasamos por muchas aldeas y habían muchos más ninjas.

- Eso ya lo había pensado. Pero esa herida fue hecha demasiado cerca, casi hasta parece que ni te hubieras defendido - "Pues claro, me la hice yo" Ante la falta de respuesta, Pain pronunció el gesto - ¿Hay algo que quieras decirme?

- ¿Hay... algo que tuviera que decir? - Se le estaban acabando las excusas, y rápido.

- Konan - Pain se levantó de su puesto - ¿Porque no le dices a Deidara el diagnóstico?

- Por supuesto - Procediendo con ese carácter tan pacífico y hermético, avanzó un paso - La profundidad de la herida era promedio, no tanta como para perforar algún órgano importante, pero si la suficiente para desgarrar la carne al rededor, generado mucho sangrado. Demasiado. Una de tus costillas fue fisurada, y creo que tenías incrustados algunos fragmentos de metal adentro. De allí a que se te dificulte respirar.

Vaya...

Y él que planeaba solo irse a dormir tranquilo.

- Ah, pero eso no es todo - Tembló, está era la parte que temía, la parte en la que señalaban la herida con el Kunai. Tenía que serlo, pues nada podía justificar que Pain le estuviera mirando con tanta ira - Dile, Konan.

- La herida en si no fue el problema porque pudo haber cicatrizado mejor, pero algo impidió que eso pasara...

Aquí viene.

Se preparó para la bomba, casi cerrando los ojos para recibir el impacto cuando...

- El veneno.

Espera... ¿Qué?

- ¿Que veneno? - Pregunto Dei, no porque no supiera de que hablaban sino porque Sasori le había garantizado que el antídoto era eficaz.

Y además, él estaba perfectamente bien después que su compañero le atendiese, lo que realmente le afectó fueron sus propias acciones ¿De dónde rayos sacaban lo del veneno? Su Kunai tenía de venenoso lo que Hidan de Heterosexual.

 - El veneno que se inyectó en tu torrente sanguíneo impidió la cicatrización - Puntualizó Konan - Un par de minutos más y habrías muerto. Su acción fue casi inmediata, era tan letal que no permitía que te cosiéramos. Las costuras de Kakuzu cedían a la infección de tu sangre.

- Pero... - Balbuceó estúpidamente hasta que su líder le llamó.

- Deidara.

Azul y púrpura chocaron por unos cruciales segundos.

- ¿Cómo te llevas con Sasori?

¿Oh?

Oh...

¡Ohhhhh!

¿Acaso ellos creían que...?

Ahora entendía mejor la mirada de ira, no era hacia el, sino a lo que pensaban que le habían hecho. La cosa era muchísimo peor así, ahora estaban acusando a su Danna por algo que no había... bueno, que en parte había hecho pero no de la manera que lo ponían.

- Nos llevamos bien. Es decir, no somos los mejores amigos del mundo, pero... - Irónicamente, las cosas serían más fáciles si la relación se quedara en "Amigos" - Somos buenos compañeros.

- ¿Y esa herida?

- Un accidente.

- Suponiendo que te creyera eso, cosa que, te informo que no lo hago. Eres un ninja de largo alcance, imposible que no vieras ese ataque a menos que fuera por la espalda y no sintieras la necesidad de defenderte por ser tú compañero - Su argumento sonaba tan lógico que de no haber estado ahí hasta él se lo hubiese creído. Pain se cruzó de brazos - ¿Y cómo explicarías el veneno? ¿Si sabes que Sasori puede escoger cuando liberar sus venenos para ganar una batalla, cierto?

Maldita sea, claro que lo sabía. En su mundo se la pasaba criticándole por usar trucos adicionales para garantizar la victoria, eso era algo que nunca olvidaría.

- Si - Se resignó, de nada serviría mentir ahora.

- Esperaba esto de Hidan - Habló Pain como para sí mismo, su molestia aumentando con cada palabra - O quizás de Kisame, incluso del Uchiha, teniendo en cuenta sus antecedentes. Pero no sé me ocurrió que Sasori sería el más predispuesto a asesinar a su compañero.

- ¡El no trató de...!

- Resolveremos este asunto luego - Interrumpió el del Rinnegan - Por ahora, considérate sin compañero hasta nuevo aviso.

Sus ojos azules se abrieron demasiado.

- ¿Qué? - Estaba preocupado por Sasori, sí. Pero él era el más comprensible de todos, si quería escapar, no podría hacerlo con otro compañero - No hace falta.

- A mí sí me lo parece.

- Escucha, Pain...

- No, Deidara, escúchame tu a mí - Y se inclinó de nuevo extendiendo una mano. No la puso en su hombro, o el su espalda. No, la depósito con ligereza en su cabeza, casi acariciando su pelo - He perdido demasiados miembros en estos últimos años y he hecho caso omiso porque muchos sinceramente no daban la talla. Pero no pienso quedarme sin hacer nada ahora, o Sasori aprende a respetarte como se debe, o será él quien termine saliendo de Akatsuki envenenado y en pedazos.

"Ehhhh..." Deidara se sentía como un pececito fuera del agua, sin tener idea si halagarse por la preocupación, sorprenderse por la protección o infartarse por la amenaza al pelirrojo.

Pain dejó caer la mano por la longitud de esa larga cabellera rubia.

- Descansa, ¿Vale? - Dió un paso atrás - Podrás irte mañana si te recuperas lo suficiente.

Luego de esa demostración rara de cariño, El líder de Akatsuki abandonó la habitación hecho una furia, dejándolo con las palabras en la boca y en compañía de Konan, quien hizo caso omiso alguno a su cara de frustración.

- Va a ser mejor que te recuestes - Y sin pudor alguno le puso una mano en el hombro - Así podré curarte.

No era fanático de las curas, pero había que hacerse a la idea.

Se sumió en su sueño profundo una vez que sus heridas estuvieron curadas, pero cuando despertó unas horas después el mundo lo vio más brillante y hermoso. Algo muy en el fondo le dijo que ese extraño ungüento que le había puesto Konan tenía una anestesia buenísima. Se sentía relajado y feliz, sin ninguna preocupación. ¿Figuras? ¿Qué figuras? Solo existía paz y amor en el mundo. Nunca probó las drogas, pero ninguna le hacía falta, un poco de ese maravilloso ungüento y podía escuchar a Bob Marley como Dios manda.

- Creí que no te gustaba que te curaran - Dijo una voz fuerte que provenía de su lado.

Deidara volteó la cabeza con una pereza digna de ganar un Oscar en los premios de la flojera, y aunque no hubiera nada gracioso, se empezó a reír cuando vio a su acompañante sentado en una silla al lado de su cama.

- ¿He dicho algo divertido? - Inquirió el Uchiha levantando una ceja.

- Te acordaste - Su voz sonaba tan aletargada como se sentía - Recordaste eso.

- ¿Porque no lo haría?

Deidara hizo como si lo pensara un segundo, aunque no lo hizo realmente, solo le provocó poner la pose de que lo hacía.

- No lo sé, ¿Quizás porque eres un Uchiha y los Uchiha solo recuerdan cosas importantes?

- ¿Cosas importantes, eh? - De pronto, tomo la iniciativa y se acercó, pasando de estar sentado en la silla a su camilla - ¿Cómo qué?

- Mmmm no lo sé - Hizo un tierno puchero - Estrategias de batalla, ataques únicos y exclusivos para un Uchiha, quizás tú familia...

El azabache frunció el entrecejo de manera inmediata.

- No recuerdo a mí familia, ya no.

- Si no los recuerdas, ¿Entonces porque aún sueñas con ellos? - Sabía que se le estaba yendo la lengua, pero en ese momento no le importó. Tenía demasiada curiosidad.

Al Uchiha no pareció importarle eso, sin embargo.

- Te deje muy en claro la última vez lo que pasaría si abrías la boca, Deidara.

- ¿Sabes lo que yo creo? - Soltó inspirado. De acuerdo, si iba morir, que fuera a su estilo - Creo que sueñas con ellos porque te arrepientes.

- Mmm...

Dejando descansar una mano en el colchón, el azabache se recargo allí para luego ladear un poco la cabeza. Tenía una sospechosa mirada de intriga en sus ojos.

- ¿Crees realmente que me arrepiento por eso?

- Si, bueno, no. Qué se yo Uchiha, estoy drogado - Le dió por soltar otra tonta risita, hasta el sonido de su risa le daba risa ¿Raro, no?

Itachi alzó una ceja.

- ¿Que tanta anestesia te dieron? - Tanteó su frente encontrándola a una temperatura normal - No tienes más fiebre, al menos.

- ¿He tenido fiebre? - Tras recibir un asentimiento, Deidara elevó sus ojitos caídos hacia él - ¿Cómo lo sabes?

El silencio, sorprendentemente, le dió la respuesta está vez.

- Tu... ¿Desde hace cuánto estás allí sentado? - Preguntó mientras la sorpresa se anteponía al letargo de la anestesia.

- Más o menos el mismo tiempo que llevas tú allí acostado.

Ohhh...

- Pero no me debías nada está vez - Murmuró aún confundido.

- No - Coincidió, aunque no dio ningún otro comentario al respecto. Solo se limitó a seguirle mirando - ¿Cómo te sientes?

- No me siento mal - Su humor era tan cambiante que ahora se encontraba feliz de la vida de nuevo - La verdad, me siento genial, increíble, fantástico. Deberías dejar que te apuñalasen de vez en cuando, se lo pasa de maravilla.

El azabache negó con la cabeza, aunque se le veía entretenido.

- Que sean menos calmantes para la próxima, estás demasiado...

- ¿Drogado? ¿Tonto? ¿Mareado? - Supuso con una gran sonrisa - Déjalo así, yo no tengo quejas.

- Imagino que no.

 - Pero no seas tan amargado - Alargó las últimas dos palabras de manera tan chistosa que incluso Itachi frunció los labios para no sonreír - Sé que dijiste que no te hiciera preguntas, pero es que tenía curiosidad.

- La curiosidad no es sana cuando se es tan predispuesto a sufrir accidentes como tú, Deidara - Cediendo ante un impulso que tenía, estiró una mano para poder apartar un mechón de su frente. Seguía tan suave y liso como lo recordaba - ¿Porque piensas que me arrepiento? - Preguntó de nuevo.

Ignorando ese acto, el rubio alzó los hombros.

- No sé, todo se me va muy rápido, apenas recuerdo lo que cené ayer. Pregúntame mejor cualquier otra cosa que no sean matemáticas, álgebra o muertes trágicas. La cabeza no me da.

- Muy bien - Casi pudo ver cómo los ojos del Uchiha chispearon con astucia - En ese caso ¿Que sucedió con Sasori?

Perfecto ¿Que acaso ahora todos en la organización sabían lo que pasó con Sasori?

Deidara hizo un puchero mucho más pronunciado al mismo tiempo que soltaba un ruidito inconforme, y el Uchiha ladeó de nuevo la cabeza cuando notó que se veía increíblemente adorable haciéndolo. Como un pequeño niño que muestra su disgusto.

- Fue un accidente.

- Casi mueres hoy - El tono de voz le recordó a cuando su viejo maestro le regañaba - ¿Porque lo defiendes tanto?

- Es mi compañero, le respeto mucho.

- Pareciera que fuera más que eso.

¿Eran ideas suyas o eso olía a insinuación?

- No somos los mejores amigos del mundo - Repitió, así como se lo había hecho saber a Pain, o algo así. Eso también se le estaba borrando - Pero si somos amigos, le respeto y compartimos el gusto del arte, es todo.

La expresión amarga del Uchiha no había más que acentuarse a medida que la conversación avanzaba.

- ¿Y solo por ser tú compañero permites que esa clase de cosas pasen?

- No, le he pateado el culo muchas veces. Esta vez fue mi culpa - "Creo" Nop, eso también se le olvidó, pero mejor hacer como que no - Yo me metí en un asunto personal, le hice molestar y... - Al ver qué el varón negaba con la cabeza, arrugó la nariz - Tú no tienes moral para corregirme.

Itachi puso la misma cara que pondría cualquier madre si su hijo le respondiera con groserías.

- ¿Que dijiste?

- Dije que no tienes moral alguna para corregirme, lo haces ver como si de verdad te preocupase mi integridad, pero te pusiste del lado de Pain cuando casi me mata.

- ¿Que él hizo qué? - No se dió cuenta de que no tenía activado el Sharingan hasta que lo vio relucir, lleno de furia.

Deidara estaba más que confundido.

- Pero... si tú me viste... - Siguió sin entender - Tú me ayudaste con mis heridas.

- Si, pero jamás me puse de parte de Pain, solo te pregunté que habías hecho porque él no es la clase de líder que ataca sin motivos - "Ahhhh..." el inner de Dei estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas.  Vale, puede que hubiera malinterpretado al Uchiha un poco - Y cuando dijiste que hablaste de más, supuse que tus heridas fueron de advertencia, no con el fin de matarte - Le miro fijo - ¿Enserio intento asesinarte?

- Eh... - ¿Si? ¿No? ¿Los elefantes vuelan? ¿La marihuana es legal? Vaya usted a saber - No sé, me siento raro ¿Porque me siento tan raro?

- Deidara - Se inclinó un poco, casi lo hizo ver casual, pero el movimiento fue más que calculado, al igual que la voz baja - Concéntrate ¿Pain trato de matarte?

La sensación que invadió su cuerpo fue de lo más tranquilizadora, y si juntábamos eso con el sedante pues se sentía mucho mejor. Aunque por alguna razón eso no le impedía hablar, al contrario, quería hacerlo, quería responder todas y cada una de sus preguntas.

Si estaba siendo víctima de algún tipo de compulsión generada por el Sharingan no lo sabía, y le daba pereza intentar saber. Solo de dejó ir, de todas formas en el estado en el que estaba le podrían haber apuñalado de nuevo y no importaría.

- La primera vez fue en el bosque, solamente quería saber algo pero creo que pregunte de más y se terminó molestando. Tuvimos algo así como una pequeña riña pero eso fue todo. Y después, cuando me mandó a llamar a la oficina en su habitación...

- ¿En dónde? - La cabeza de Itachi se echó hacia atrás - ¿Porque allá?

- Porque tenía que hablar conmigo y para eso es una oficina - Respondió de lo más inocente - ¿No?

- Pain tiene una oficina en su recamara, sí. Pero esa es solo para reuniones particulares, los demás miembros se reúnen en otra parte, ¿No lo sabías?

La iguana mental de Deidara estaba arrastrándose por la rueda en un pobre intento de hacerle recordar, pero fue en vano. No solamente la anestesia, sino que tenía tantas cosas que recordar que a veces se le confundían muchos hechos. Sabía que en su dimensión Pain tenía una oficina con una amplia ventana y para lo poco que estuvo ahí la verdad es que de seguro se habría confundido.

Optando por el lado fácil, sacudió varias veces la cabeza.

- Y bueno - Siguió como si nada, feliz de la vida - Entonces en ese caso Pain me mandó a llamar a su habitación - Itachi entrecerró los ojos ante esa elección de palabras a la vez que un ligero tic azotaba su ceja izquierda. Eso era incluso peor que lo primero.

- ¿Ese fue el día que te vi yendo hacia allá? Pensé que ibas a buscarle, no que entrarías.

- Pues te equivocaste, para variar. No siempre tienes que tener la razón, es taaan molesto...

Al ver que estaba divagando, se acercó un poco más a él.

- Deidara, mírame - Rojos, esos ojos eran rojos carmesí, tan oscuros como la muerte misma - ¿Que sucedió ese día con Pain?

- Pues me dijo que pensaba que era un traidor, que alguien estaba dando información de Akatsuki y que pensaba que era yo. Entonces comenzamos a discutir, luego me trate de ir sin permiso y... y creo que me lanzó contra algo, después me redujo con genjutsu. Y luego... luego...

- ¿Luego...?

- Me beso - Dei abrió muy grande los ojos, se dió cuenta de que hasta ese momento no lo había dicho en voz alta. Se sentía liberador poder decírselo a alguien.

Claro que Itachi no pensaba lo mismo, la cara de le contrajo en un shock total, incluso hasta perdió el Sharingan, antes de controlarse y ponerse serio de nuevo.

- ¿Y entonces?

- Lo mandé a volar y salí corriendo - Ahora que lo decía, sonaba algo infantil, pero que se podía hacer.

- No me refiero a eso.

- ¿A qué te refieres entonces?

- El beso - Específico el Uchiha - ¿Te gusto que lo hiciera?

Vergeichon...

Demasiado directo para un cuerpecito en pleno apogeo de drogas duras.

- No lo sé - Era una mentira descarada y él lo sabía. En su misión juntos había decidido que le había gustado, y bastante. Pero una cosa era que le hubiera gustado el beso y otra muy diferente era la persona que se lo daba. Justamente por eso, y porque ambas cosas chocaban, fue que suspiró y dijo - No sé lo que siento, yo... estoy confundido.

Se produjo un silencio de esos que no provoca romperlos por el mero hecho de que no se sabe con qué rellenarlo. El mayor estaba algo tenso, quizás incluso contrariado en cierto sentido, pero Dei no podía notarlo porque estaba haciendo un gran trabajo esquivando sus ojos.

- Es una lástima - Dijo entonces el Uchiha, rompiendo el silencio.

- ¿Mmm? - El rubio se atrevió a alzar la vista para verse cara a cara - ¿Porque?

- Porque voy a confundirte aún más.

Su intención de abrir la boca fue para hablar, pero el azabache le encontró otro uso cuando se inclinó sobre él y lleno el espacio con sus labios.

Ave María purísima Marimar.

Ah, que no, esta es otra telenovela.

Pero por Kamisama ¿Acaso el mundo se divertía interviniendo en su vida sentimental?

Se sintió súbitamente presionado contra la almohada, los labios del Uchiha se movían con ansias sobre los suyos, siendo muy diferente a los anteriores besos que había recibido. Este era más lento de una manera sensual, pero tan pasional que se sintió deshacerse ahí mismo.

No tuvo que abrir los ojos para darse cuenta que tenía al genio de los Uchiha encima suyo, bastó con sentir el movimiento, el contacto de su piel, el calor que surgía de la cercanía entre ambos. Echo la pierna hacia un lado casi de forma automática, permitiéndole acomodarse entre sus piernas sin romper el beso. Sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal cuando sus caderas se rozaron.

Jadeó sin poder evitarlo, esas manos capaces de asesinar comenzaron a moverse por todo su cuerpo. Las sentía en su cuello, en sus brazos, en sus muslos, en su abdomen, pero ya fuera por el sedante o porque el Uchiha era muy cuidadoso, ya que no llegó a rozar su herida ni una vez, no sentía nada de dolor. Y sin él de por medio, lo único que sentía era ese delicioso cosquilleo que le recorría de pies a cabeza.

- Dei... - Susurró.

"Nunca me había llamado así"

Abrió los ojos, nunca había visto al Uchiha de esa manera, estaba tan agitado como él. Verle sin su usual calma y con la respiración agitada fue más que excitante y sorprendente; Pensó que iba a besarlo otra vez cuando se inclinó de nueva cuenta, pero su objetivo era algo distinto.

- Ah... - Arqueó la espalda cuando sintió ese suave asalto en su cuello. El azabache le daba pequeñas mordidas en esa área sensible haciéndolo enloquecer.

Sus manos también empezaron a moverse por todas partes, deteniéndose en ese oscuro cabello  que tanto le gustaba.

Porque si, le gustaba esa melena, pero no lo admitiría en voz alta.

No sabía que pensar ¡Qué carajo! ni siquiera podía pensar, la medicina lo tenía atontado, las caricias lo tenían desorientado, estaba débil y lastimado en una camilla que...

Su ánimo cambio brutalmente cuando notó un detalle.

Estaba herido. De la misma manera que lo había estado con Sasori, e igual de indefenso como le dejo Pain aquella vez... todos, conscientemente o no, habían aprovechado un momento en el que no estuviera al cien por ciento, y eso, tanto por el hecho de que seguía atontado como por el acto en sí, le hizo enfurecer.

Bajo las manos y las coloco en el pecho del contrario, empujándolo de encima.

- Dei - El Uchiha estaba más que confundido.

- No.

- Deidara...

- ¡Que no! - Valiéndole verga el dolor lo empujó, obligándolo a salirse de encima. Itachi se quedó sentado de nuevo a un lado, abrió la boca para decir algo pero Deidara no le dió ni tiempo de hablar - ¿¡Que mierda les pasa a todos ustedes, hm!? ¿¡Porque siempre aprovechan cuando estoy moribundo!? ¿¡Tienen un fetiche o que!? Primero Pain, luego Sasori y ahora...

- ¿Sasori? - Los ojos del azabache se abrieron.

"¡Mijo! ¡La tasca! ¡La tasca!" La lujuria brincaba de un lado a otro jalándose el pelo.

"¿La tasca?"

"¡LA TASCAGANDOOOOOOO!" Su ser lujurioso le dió con un fierro en la cabeza a su ser orgulloso que había estado dándole aplausos de ánimo.

El Uchiha, inconsciente de ese drama mental, puso una mueca.

- ¿Sasori te besó?

- Si - Estaba molesto, las figuras habían intentado pintárselo bonito pero lo cierto era que los tres eran iguales. Todos querían llevárselo a la cama para probar su hombría, sus sentimientos no les interesaban. Y aunque no quería aceptarlo, ese hecho le dolía, y mucho - Ustedes tres hicieron lo mismo ¿Que acaso ninguno puede decirme las cosas directamente sin tratar de manosearme cuando estoy herido? ¿Es tan difícil?

Su ser lujurioso se llevó una mano a la frente, mientras que su orgullo (Aun sobándose el chichón) le miraba con aprobación.

- ¿Eso es lo que piensas? - Dijo entonces, sus ojos filosos - ¿Que soy igual a ellos?

No lo dudó.

- Sí.

- Te equivocas - Casi gruñó.

- Pues no me has demostrado lo contrario. Me intimidas como los demás, me subestimas como los demás, ¿Porque debería creer que eres diferente cuando solo has hecho lo mismo? ¿Por tu apellido? ¿O solo porque eres tú?

Ambos se miraron fijamente en silencio, prácticamente retándose con los ojos.

El sonido de la puerta detuvo su guerra de miradas. Konan ingresó de nuevo diciendo que venía a revisar su progreso. La interrupción fue usada por el azabache para salir de allí, eso sí, dejándole un último vistazo de advertencia, como queriendo decir un "Esto no ha terminado"

O podía ser que se hubiera equivocado, que quizás sea algo que olvide al día siguiente, que no le dé importancia al hecho de que tuvo a su total merced al mismísimo genio de su clan y le echo en la cara que era igual a todos los demás y que no le quería cerca. Quizás sí fuera otra persona podrías ser, pero...

Por favor, estaba hablando de Itachi Uchiha.

Las cosas apenas estaban empezando.

 

       

                   

 

 

                OoOoOoOoOoOoO

 

 

 

 

 

 

Su recuperación fue excelente, tanto, que se encontraba entrenando a la semana siguiente. Y las posteriores a esa, solo continuó mejorando, al punto de que logró mantener una batalla bastante reñida con Kakuzu.

- Maldito mocoso... - Gruñó levantándose. Uno de sus corazones estaba agrietado, Deidara sabía que pudo haberlo roto si quería, pero se contuvo pues la pelea no era a muerte, sin embargo, sabía que haber querido, hubiera tenido esa pequeña ventaja.

Y Kakuzu también lo sabía.

- ¿Que tal, eh? ¿Nada mal para pirotecnia barata? - Su sarcasmo le saco una burla al otro, pero él solo se puso algo triste. Esa frase le recordaba mucho a Sasori.

Tenía más de un mes sin verlo.

Y no porque no estuviera, sino porque le estaba evitando explícitamente. Intentó hablar con él apenas le dieron de alta, pero la conversación fue de lo más desastroso posible.

 

 

 

                 //Flash Back//

 

 

 

Estaba indeciso, sin saber si era buena idea o no tocar la puerta, a fin de cuentas no lo había visto en dos días, y no tenía idea de cómo se había tomado su compañero la noticia de su convalecencia, en especial luego del memorándum que de seguro le soltó Pain.

Estaba a punto de tocar cuando la puerta se abrió de golpe, revelando a un ojeroso chico que, al encararlo, puso una cara que rayaba entre la sorpresa y la lastima.

- Hey... - Deidara dudó un momento, no sabiendo muy bien que decir - ¿Cómo estás?

- Eso debería preguntarte yo a ti ¿No crees?

El rubio se contuvo de hacer una mueca, ese no era el tono afable y juguetón de siempre, era una voz fría y seca.

- Yo estoy bien - Era una verdad a medias, aún tenía secuelas del "accidente", tenía que aplicarse un ungüento cada cierto tiempo, era una lástima para él que no fuera el mismo que le aplicó Konan, pues todo el asunto romántico sería mucho más fácil de sobrellevar si estaba drogado hasta la madre - Un par de moretones, pero nada serio.

- Claro.

Se sumieron en un silencio incómodo que el más bajo decidió romper cambiando de tema.

- Y bien, en vista de que todo está arreglado, tengo un par de modelos de arcilla que...

- ¿Arreglado? - Interrumpió Sasori, irónico - Deidara, casi te mato.

- Eso no es verdad - Objetó tratando de sonar razonable - Solo fue un...

- ¿Accidente? No, un accidente es cuando te arroje esa marioneta en la batalla, un accidente fue incluso que llegaras hasta allá cuando no tenías que involucrarte... te arroje un arma letal inyectada en veneno, eso no es un accidente.

- No lo hiciste para asesinarme.

- ¿Seguro? - Le cuestionó ácido - Deseaba que te quitaras de mi camino, así que bien que pude desear que algo malo te pasara.

Deidara se cruzó de brazos, rechazando rotundamente esa opción. Había visto de frente sus ojos en esa cueva, esos no eran los ojos de alguien que disfrutó lo que hizo.

- Bien pues, me curaste luego.

- Si, por supuesto. Te cure por tres segundos y luego tuviste una hemorragia masiva.

"¿Eso fue lo que tuve?" Se cuestionó a sí mismo, pues no recordaba eso en el diagnóstico. Tal vez sucedió luego, pero entre su visita al mundo de las chismosas pervertidas y su iniciación al mundo de las drogas, todo estaba más que difuso.

- Eso sí que fue un error, además, hiciste lo mejor que pudiste - Intentó consolarlo, incluso trató de palmearle un hombro. Pero el otro frunció en el ceño y rehuyó del contacto.

Deidara no pudo negar lo mucho que eso le dolió.

- Lo arruiné, Deidara, así de simple.

- Intentaste reparar el daño, solo te equivocaste.

- ¿Equivocarme? - La mofa fue dolorosa hasta para él - Estoy aquí precisamente porque soy experto en mi área ¿Cómo me explicas que después de aplicarte un antídoto simplemente no funcionara y terminará peor?

Deidara abrió la boca... pero después la cerró. Ya había llegado a la conclusión de eso, y era de que era probable que alguna figura sin sexo definido le hubiera hecho creer a todos que fue el veneno cuando en realidad fue el mismo quien se hizo daño. Era casi imposible de creer, primero porque ese truco era muy astuto y difícil de realizar sin dejar pruebas, y en segundo porque no muchos tienen la mente tan abierta como para llegar a aceptar de idea de que el destino lo rigen tres hermanas caprichosas con gusto a telenovelas mexicanas llenas de salseo, chismes, machetazos y bullying.

Quería decírselo pero...

"...tampoco podrás decir nada a nadie de nuestra existencia"

No podía.

- Lo lamento - Dijo suspirando, todo esto pasaba por su culpa.

Sasori negó con la cabeza.

- No, yo lo siento, a partir de ahora nada de eso volverá a suceder, te lo prometo.

- ¿Dejaremos de entrenar?

- Mejor aún, no tendré ninguna oportunidad para hacerte daño de nuevo.

Entendió el mensaje oculto de esas palabras tan rápido como si lo hubiera puesto en medio y de izquierda a derecha en uno de esos pasatiempos para viejitos.

- ¿Entonces... eso es todo? - Estaba incrédulo - ¿Simplemente me evitarás para siempre?

- No - Estuvo a punto de alegrarse hasta que Sasori se encargó de clavar el último clavo del ataúd con un tono final - Pero ya no somos compañeros.

- Pain no...

- No tiene nada que ver con Pain, no tuvo que hacerlo. Yo fui el que pedí expresamente ya no trabajar contigo, Deidara.

La mandíbula se le abrió de par en par ¿Era enserio?

- ¿Tú...?

- Es todo - Cortante y serio, tomo la puerta y comenzó a cerrarla. No obstante, antes de que el contacto visual se rompiera por completo, Sasori le miró. No era la mirada firme de hace un segundo, sino una destrozada y culpable.

- Sasori...

- Lo lamento - Susurró, para luego cerrarle la puerta en la cara.

Deidara se mantuvo quieto, quizás pensando que si se quedaba allí su compañero saldría de nuevo y arreglarían las cosas... pero no fue así. Se le estrujó un poco el corazón, había logrado compaginar mucho mejor con este Sasori que con el de su dimensión, al punto de ( Y quitándole los efectos románticos, claro) llegar a considerarlo un gran amigo.

Fue un duro golpe, uno del que fue sobresaltado cuando sintió otra presencia.

Puso mal cara de inmediato.

- ¿Qué quieres, Uchiha?

- ¿Problemas en el paraíso?

- Tu... - Simplemente no lo pudo creer. El comentario, el tono, la pose de inevitable burla, todo era símbolo inconfundible de sarcasmo y humor negro del más bajo y cruel. Vaya ¿Quién diría que a los Uchiha les da lo idiota de vez en cuando? - Vete a la mierda.

Se dió la vuelta y avanzó con paso firme a las escaleras, dispuesto a encerrarse en su cuarto.

Es un milagro que a él no le aplicara el refrán de tropezarse varias veces con la misma piedra (No todo el tiempo, al menos) pues sacudió con violencia el brazo hacia atrás, impidiendo con éxito el agarre que vio venir y que ya esperaba.

- ¿No me escuchaste? - Si el Uchiha esperaba sumisión o que reaccionara como las primeras veces, se equivocó. Deidara estaba furioso - Te dije que te vayas a la mierda, ve a destruir alguna aldea a punta de ilusiones satánicas si eso te pone contento, pero déjame a mí en paz.

- ¿Tan molesto estás por lo del otro día?

- ¿Cuál de todos los días? ¿En la que me hiciste trampa para arrastrarme a este infierno o en la que aprovechaste mi estado moribundo para autocomplacerte?

La sonrisa que recibió a cambio fue incluso más sarcástica que la burla que recibió antes.

- No me pareció que fuera el único complacido.

El comentario le hizo sonrojar un poco, pero mantuvo el tono de voz.

- ¿Seguro? Es posible que sea tu ego hablando, de seguro no tolerarías que alguien rechazara tu vanidoso y egocéntrico carácter - Bufó, casa segundo que pasaba sentía que perdía el tiempo - Ahora déjame solo.

Se movió con decisión a su destino, preocupándose muy poco el obstáculo que tenía en su camino y lo que tuviera que decirle al respecto. Era su vida, si él quería arrojarse y lamerle las botas al que limpia los sanitarios públicos, pues que así sea. Además, no le daría el gusto de verlo humillado, por lo menos más de una vez era suficiente.

Aun así, entre rabia y todo su asunto, no podía dejar de pensar en Sasori. Porque tenía que ser sincero, con esas palabras finales y su decisión, era obvio cual fue el resultado de su aventura con las figuras.

Ya no tenía un amigo.

 

 

 

            //Fin del Flash Back//

 

 

 

- No eres del todo inútil, eso es seguro - Dijo Kakuzu con su tono misterioso, devolviéndolo a la realidad con una sonrisa altanera - Si tan solo pudieras cerrar la boca, pediría por ti para ser mi compañero.

- ¿Qué? - Se burló - ¿Hidan ya te está desesperando?

- El otro día se burló de mi ambición, así que lo destruí en mil pedazos y arroje los restos al mar para que se lo tragaran los tiburones de Kisame - Comentó como si nada, recogiendo sus cosas.

- ¿Y...?

- Nada - Se encogió de hombros - Pain me obligó a armarlo de nuevo. Fue todo un lío hacer que los animales lo vomitasen.

Deidara soltó una risita mientras se sentaba y secaba el sudor de su frente. Tenía que admitir que por lo menos el no tener a Sasori le había facilitado conocer un poco más a su grupo. Nunca se había preocupado antes por ello, pero tenía que aceptar que era interesante conocer las historias de todos. No es que de repente Akatsuki se fuera a transformar en una terapia de grupo, pero saber que incluso personas tan sanguinarias podían hacer cosas divertidas a su manera era cómico de ver.

El sonido de pasos le hizo alzar un poco la cabeza hacia la puerta.

- Kakuzu - La voz de Pain se alzó en la habitación, tenía ropa de entrenar, así que de seguro iría a su salón privado - Te necesito a ti y a Hidan en la entrada, Konan les dará las indicaciones.

El mercenario tomó su capa y asintió una sola vez.

- Ojalá y me encuentre un cadáver que valga la pena esta vez... - Se fue parloteando sobre recompensas y dinero.

El rubio se dió la vuelta para seguir entrenando, pero una patada llegó por la derecha, esquivándola por muy poco.

- ¿¡Qué demonios!?

Pain se cuadro en posición de pelea. Tenía una sonrisa de superioridad en el rostro, y Dei quiso borrársela de un puñetazo.

- ¿Que sucede? - Esa expresión pícara burlándose como siempre de el - ¿Ya olvidaste todo lo que te enseñe, Dei-kun?

"Dei-kun" No había escuchado ese apodo desde...

Sonrió.

- Ven y compruébalo - Murmuró tomando una pose similar.

Fue una pelea fuerte, los golpes iban y venían. El rubio era bueno atacando los pies, pero su líder tenía ventaja con la fuerza en los brazos, generando unos buenos puñetazos. Perdió terreno cuando Pain lo repelió con su habilidad característica, estrellándolo contra la pared, pero aprovecho el humo y el desastre para crear un clon y aparecer por un lado generando una gran explosión que le costó una gran quemadura a su oponente. Por lo general en los entrenamientos no usaban mucho el ninjutsu, así que sus peleas eran cuerpo a cuerpo o con Genjutsu. Pero como nadie quería entrenar con el Uchiha en eso último (Por razones más que obvias) todos optaban por el Taijutsu.

Sus respiraciones eran trabajosas, tenían mucho tiempo peleando, era forzoso porque se esmeraban en ganar en cuerpo a cuerpo, pero les detenía que no podían usar ninjutsu. Y ambos se morían por usarlo. Pero de hacerlo, así sea solo para obtener ventaja, posiblemente lograrían que la base terminara destruida.

De un momento a otro las armas surgieron, cada quien con un Kunai.

Deidara se concentró en su misión, en su libertad, en el mundo que le esperaba fuera de Akatsuki, en su desesperación por fallar, en su decepción por Pain, en su culpa por Sasori, en su estrés por el Uchiha, en su bola de sentimientos confusos y revueltos, en las figuras bipolares, en su propio y profundo miedo...

- ¡Woah! ¡Tranquilo!

Esa exclamación lo saco de su estado omnisciente, dejándole ver finalmente lo que en la adrenalina de la batalla no se había fijado. Pain estaba frente a él con una cara algo confundida y las manos en alto como instándole a calmarse, más sin embargo lo impresionante era la enorme abertura que le atravesaba todo el pecho.

Miro hacia su mano, su arma estaba llena de sangre.

Eso le desconcentró, Pain parecía dispuesto a decirle algo más, pero no lo dejó.

- ¿Estas bien? - Se acercó y le instó a sentarse, examinando la herida - Es profunda, quédate quieto.

- Estaré bien, Deidara.

- Y una mierda, quédate quieto - No era un ninja médico experimentado, pero había practicado lo suficiente como para curar unas que otras cosas. Es cierto, cuando ingreso era un asco en ese tema, pero por ello se enfocó en aprender (Sobre todo teniendo en cuenta de que acaba herido bastante seguido) Juntó sus manos y concentró su poder en ellas, una luz brilló en un segundo y la acercó al pecho del otro - Lo siento.

- No te preocupes, se ve peor de lo que duele. Me tomaste por sorpresa, deberías alegrarte.

- Te tome por sorpresa solo porque se suponía que estábamos entrenando, no debí exagerar.

Aun siendo curado, el líder de Akatsuki levantó los hombros.

- Es la emoción de la batalla, nos pasa a todos alguna vez, no te hagas demasiada mente. Concéntrate mejor en seguir mejorando, vas por buen camino.

- ¿Tú crees? - Alzó la vista solo para verle tranquilo y confiado.

- Si, me sorprendiste bastante hoy, modificaste algunas de mis técnicas y eso está bien - Más luego, su usual lado prepotente salió a la luz - Aunque tú y yo sabemos que de haber podido usar ninjutsu, te habría destruido.

Intento de todo para no sonreír, pero una de sus mejillas tiro traicioneramente hacia arriba.

- Tramposo, me robaste la frase.

- ¿Oh? Dices entonces que tú arte explosivo pudo haberle ganado a todas mis habilidades - De no haber estado ocupado, se habría pegado una mano en la frente. Era cierto, si las marionetas de Nagato no existían, eso solo significaba una de dos cosas: O este Pain solo poseía una habilidad, o tenía el control para manejarlas todas.

Sus anteriores palabras le dejaron en claro cuál era la opción correcta.

- No... - Eligió cuidadosamente sus palabras - Por ahora.

- ¿Aún crees que me vencerás un día? - Su cabeza se balanceó de un lado a otro con una risa grave como acompañante - Es una suerte que los sueños sean gratuitos.

Deidara estuvo de acuerdo.

- Si, pero no tendría gracia si no lo fueran.

- ¿A qué te refieres?

- No soy sentimental en lo absoluto, pero siempre he creído que soñar es solo la manera que tiene el mundo para mostrarnos las posibilidades - ¿Porque rayos había dicho eso? Era uno de sus pensamientos más personales, pero le impacto mucho más el que siguiera hablando - De ellos se puede sacar mucho, ya luego tú ves si lo haces realidad o no.

- Deidara... - Pain pareció considerar algo por un momento. Negó un segundo después - Los sueños solo son una forma jodida que tiene el mundo de restregarte en la cara las cosas que en la vida real no puedes tener.

- Oye, no es que piense que lo sueños se hacen realidad - "Aunque debería, considerando que estoy vivo" pensó entonces. Suspiró - Pero lo imposible no existe, y si tienes sueños, el único que puede cumplirlos eres tú.

- ¿Ah sí? En ese caso... - Le miró directo a los ojos - Dime un sueño.

- ¿Cómo? - Deidara ladeó la cabeza.

- Un sueño. Cuéntame uno de tus sueños.

- ¿Para qué?

- Tú fuiste el que dijo que los sueños se cumplen.

- No. Dije que lo imposible no existe, es diferente.

- Entonces cuéntame algún sueño que hayas podido hacer realidad - Pain ya se encontraba mejor, la herida no estaba perfectamente, pero al menos ya no sangraba. Aun así, se quedaron sentados - Pruébame que me equivoco, que lo imposible no existe.

El blondo dejo caer las manos a los costados, dudando. No caería tan fácil de nuevo. Pain era tan bueno haciendo trampa como Hidan fabricando jugos espirituales.

- Dime tú uno primero, se haya cumplido o no. Si lo haces, yo te contaré uno también.

"Aunque no sabría que decirle" Era algo difusa esa parte, pues no es que hubiera tenido muchos sueños. Compartía, al parecer, ese detalle con su líder.

- No... No sabría por dónde empezar, o que decirte. Hace muchos años que no tengo un sueño propio que sea... verdadero - La confusión de Pain era tangible, y a Dei le sorprendió verlo tan vulnerable en algo.

Se le ocurrió una idea, y si salía mal, no podía ser tan horrible como ser envenenado de nuevo.

- ¿Podría... darte una pista?

- No me conoces, Deidara - Lo dijo mitad en broma y mitad nostálgico, tal vez deseando que las cosas no fueran de esa manera.

"Lo hago" El portador del Rinnegan tenía eso muy claro ahora, quería que ese rubio loco le conociera mucho más allá de lo que estaba obligado a mostrarle. Se suponía que tenía que ser firme e intimidante con él, pero siempre terminaba saliendo a la luz esos pequeños trozos de su ser interior que hace muchos años trataba de esconder bajo el pseudónimo que había adquirido.

- Te conozco lo suficiente para esto, además tú ya me has dado un buen indicio de que preguntar... ¿O prefieres seguir pensando?

- Preferiría que tú comenzaras con las repuestas - Le lanzó una mirada suspicaz - Pero está bien, pregúntame.

- ¿Alguno de tus sueños tenía que ver con Nagato?

Y tan pronto como la amabilidad y el confort vinieron, se fueron corriendo junto con el buen humor de su líder. No sabía distinguir si la mirada era de dureza, sorpresa, rencor o dolor.

- Deidara...

- Esa es mi pregunta - Se mostró firme, sin intenciones de apartarse o cambiar de opinión - ¿La responderás?

Compartieron una mirada, y fuera cual fuera la razón por la cual la mirada hostil se transformó en una suave y desgastada, vio a Pain asentir.

- Fue hace muchos años...

 

 

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

N/V: Esteem, ¿Hace calor, no? U///U

Jajaja, muy bien, no voy a mentir, escenas como la de hoy de Itadei me ponen muy nerviosa, sinceramente no creo ser muy buena haciendolas pero ¡Todo sea por el Yaoi! Uno hace lo que puede.

Para la proxima se viene la historia de Pain en este mundo.

Espero que les haya gustado tanto como a mi.

PD: Recuerden que la unica vez que Itachi llamo a Deidara por su apodo estaba demasiado cansado como para acordarse.

Los quiere, Menma.

 

 

N/N: Me resulta algo divertido volver cada cierto tiempo colocando las notas anteriores poco a poco y ver lo penosa que era JAJAJAJA literalmente tengo unos borradores de historias que pienso sacar en agosto que son UFFF, mi version de esa epoca habria sufrido un colapso mental xD


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