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Inevitable Destino (Resubido y Finalizado) por Menma Lightwood-Uzumaki

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Notas del capitulo:

N/V; Esteeem, no tengo comentarios sobre este capitulo O//O

Solamente lean xD

 

N/N; Ayñomio XD

Un mes entero había pasado desde que tuvo esa extraña conversación con el Uchiha y de esa desastrosa misión con Sasori, la cual por cierto, fue solo una de las tres que tuvo. Las otras dos fueron igual de terribles, no le dirigía la palabra aunque para ser justos él tampoco se la dirigía a él. No había vuelto a intentar entablar una conversación, la verdad es que lo más cerca que habían estado de hablarse fue una vez hace dos semanas.

 

Y fue... horrible.

 

 

 

 

 

                  //Flashback//

 

 

 

 

Había estado entrenando todo el día para distraerse, no tenían más misiones y la verdad es que lo agradecía. Le había pedido a Pain que le dejase ir solo con su compañero y, aunque no muy convencido, había aceptado solo con la condición de que recordase que si Sasori se pasaba de la raya y por azares del destino lo volaba en pedazos con una explosión, él podía hacerse el desentendido. Eso le subió un poco el ánimo, pero Sasori se había encargado de aplastárselo contra el piso cuando le trató peor que a un animal de la calle. O peor, porque por lo menos a los animales se les mira de reojo, a él ni siquiera eso.

 

Que si, él tampoco le miraba pero por alguna estúpida razón quería que Sasori lo hiciera.

 

Distraído como estaba, una de sus figuras de arcilla rodó hasta caer fuera de la sala, y cuando se agachó para recogerla, alguien tuvo la misma idea y terminaron entrelazando un poco sus dedos.

 

Deidara pego un bote, y por el súbito apretón en sus manos supuso que el otro igual.

 

Se incorporaron sin soltarse y levantaron la mirada. Fue extraño para ambos compartir ese breve momento, porque lo cierto es que había pasado un largo tiempo desde que se habían mirado directamente a los ojos. La mirada de Sasori seguía siendo de culpa, pero Deidara sintió un deje de satisfacción cuando aparte del remordimiento también pudo visualizar algo de su calidez y cariño usual. Ese que era solo para él.

 

Sasori también pensaba similar, había extrañado tanto volverse a perder en ese azul cristalino, que su corazón latió fuerte y sin ordenarlo sus dedos se enredaron por completo, haciendo que sus nudillos se juntaran. 

 

Se quedaron en silencio, y en lo que un súbito calor le empezaba a trepar hacia la cara, Deidara dió un pequeño paso.

 

- Sasori...

 

Como reaccionando a su voz, el pelirrojo sacudió la cabeza como quien sale de un profundo aturdimiento. Se agachó para tomar la figura de arcilla con la otra mano y se la dió al menor con un gesto rudo. No obstante, cuando se dió la vuelta para irse, en un impulso Deidara apretó la mano, y como aún no se habían soltado eso hizo que un Sasori que ya estaba de espaldas se detuviera.

 

Se miraron de nuevo. El artista sentía que tenía muchas cosas que decirle, pero sabiendo de antemano que iba a ser rechazado, le soltó.

 

Cuando su compañero se fue de allí, no pudo sentirse más vacío.

 

 

 

 

            //Fin del flashback//

 

 

 

 

Si, horrible se quedaba corto para lo que realmente fue.

 

La verdad es que andaba de lo más dividido con respecto a ese asunto, y con el Uchiha estaba exactamente igual. La única diferencia es que Itachi si lo miraba ¡Oh, y vaya que lo miraba! Se le quedaba viendo a veces, como esperando a que él hiciera algo, pero como no tenía intención alguna de ir y lamerle las botas a un Uchiha, volteaba la cara y se iba. Aparte también estaba molesto por lo de la ilusión, así que ¿Para qué ir a buscar explicaciones sobre porque no usó su Sharingan aquella vez cuando parece que no tiene problemas en usarlo las veinticuatro horas del día con él?

 

La verdad es que a pesar de no pasarse con ninguno de esos dos, no se sentía aburrido. Pues se la pasaba entrenando, más con Pain mucho más seguido que con otro integrante del equipo. Se decía a si mismo que era porque aunque le fastidiara admitirlo, Pain era uno de los dos integrantes más poderosos del equipo, y aprender de él algunos trucos no era mala idea, pero aunque era una buena excusa, lo cierto es que tenía otro motivo.

 

Y ese era, que aunque le diera mucha vergüenza, él era el único que hasta ahora consideraba como una opción válida para esa estúpida apuesta, en vista de que Sasori se había auto eliminado e Itachi parece que no decidía de qué lado del risco lanzarse. ¡Ojo! Eso no significaba que ya lo había decidido, solo aceptaba que de los tres era el único que no tenía conflicto o motivo oculto para acercarse a él.

 

Sin embargo, no todo con Pain era color de rosa. Su relación era extraña, a veces eran amigos, otras solo un seguidor y su jefe (Mayormente en los entrenamientos) y a algunas veces, algo más profundo que eso.

 

Tenía días tranquilos, claro.

 

¡Peeero! Habían días en donde todo se le revolvía hasta formar una de esas masas amorfas como cuando intentas cocinar toda la docenas de huevos de una vez.

 

¡Por ejemplo!

 

Justamente ese día al despertarse, Deidara tuvo uno de esos momentos en los que te quedas en plan ¿Wtf?

 

Comenzó con Hidan bebiendo de sus jugos espirituosos, es decir, no era extraño que el hombre inmortal andará por allí rezando versos raros y bebiendo de aguas psicodélicas con muchos colores. No, lo verdaderamente extraño de ese día fue su actitud. Hidan por lo general se caracterizaba por ser un sujeto extraño, excéntrico, con un carácter fastidioso y chirriante que hacía pésima combinación con una lengua parlanchina y grosera que no sabía cuándo callarse. ¡Pero es que ni arrancándole la cabeza se callaba!

 

No obstante, a pesar de los continuos roces y enfrentamientos con el rubio, jamás se hacían mutuamente enfadar. Hidan porque sabía que Deidara tenía un carácter más volátil que volcán en plena erupción y Deidara porque sabía que el sujeto estaba loco.

 

Pero seguía siendo eso: Un sujeto.

 

Uno que al beber Sabrá Dios que cosa tendría ese jugo bíblico, adoptó un comportamiento muy típico en un hombre muy.... pues... un hombre bastante...

 

- Vaya, rubio, ¿Son ideas mías o te ves más atractivo? - le susurró en su oído.

 

Excitado.

 

Deidara pego un bote tremendo cuando una mano se posó en su cintura. Honestamente no le sorprendía que Hidan fuera gay, lo que si lo hacía es que quisiera ser el activo, porque para lo mucho que le gustaba el dolor, se lo imaginaba más mordiendo la almohada de Kakuzu que otra cosa.

 

- ¿Qué quieres, imbécil?

 

- Ah, no seas tan serio ¿Qué tal si ignoramos la parte en donde insultas mi religión y nos divertimos un...?

 

Alto.

 

Stop.

 

- Hidan, como no me quites la mano de encima, te aseguro que te explotare lo único que Kakuzu no te querrá coser - Amenazó, y tratando de no actuar tan agresivo como usualmente lo hacía (Trataba de evitar los conflictos) se apartó hacia un lado con fuerza.

 

- No te me pongas tan difícil - Sonrió burlón.

 

Deidara alzó una ceja ¿Y esto qué? Le sonaba a diálogo de película barata, a película porno incluso. Hidan debía estar lo suficientemente drogado como para intentar algo, y él, que acaba de terminar de entrenar y estaba cansado y sudoroso, no tenía tiempo para perderlo en estupideces.

 

- Hidan - El rubio suspiró con frustración - Todos en esta base son asesinos profesionales con experiencia.

 

- ¿Y?

 

- Que el que tienes en frente no tiene ni mierda de paciencia.

 

El adorador de Jashin, como entendiendo que ni bajo la justificación de la droga más potente haría que Deidara no le explotara algún miembro vital, rodó los ojos y dió un paso atrás.

 

- Por Jashin, ¿Que acaso a los rubios escandalosos los como tú no les gusta el sexo?

 

- Por supuesto que nos gusta - ¿Si, verdad? Es decir, que fuera virgen no significaba que no se fuera consentido alguna vez (cof cof más de una cof cof) y si eso se sentía bien, entonces imaginó que el sexo mucho más. Bufó - Pero no con fracasados religiosos como tú.

 

- Por favoor, si soy el más atractivo de aquí.

 

"Yo que tú no estaría tan seguro amiguito" Pensó con repentina malicia "Solo conozco a tres que están como para comérselos y a los tres ya me los..."

 

Su lado sensato le carraspeó con dureza, mirándolo como esas viejitas que te miran mal en la iglesia como si pudieran ver todos tus pecados, y él se avergonzó un poco.

 

- Podrás ser lo que sea, pero ni tomando un litro de esa porquería tuya te vería atractivo.

 

- No te des muchos aires, rubito. No eres mi tipo, pero tienes algo que incita a... - Le dió un vulgar repaso - Corromperte.

 

Deidara soltó un breve ¡Ja! En tono de burla.

 

- No, gracias.

 

- Lo disfrutarías - Aseguro entonces tomándole un brazo y acercándose a él con la mirada profunda - Te lo aseguro, y yo podría...

 

- ¿Que podrías, Hidan?

 

En el mismo segundo en el que Deidara había decidido zafarse e irse, la alta figura de Pain atravesó el umbral. Sus ojos estaban tan serios y filosos que podían cortar la tensión del momento como un cuchillo. A Deidara incluso le sorprendió, no tanto su cara de frialdad, si no el tono con el que había hablado, serio y frío.

 

Hidan se quedó callado, y Pain entrecerró los ojos.

 

- ¿Ninguna respuesta sarcástica ahora?

 

¿Okeey? Todas sus versiones internas, incluso la lujuria, dieron un paso atrás por precaución.

 

- Yo me voy - Soltó entonces el rubio, tanteando la vista entre ambos para luego darse la vuelta.

 

Pero...

 

- Voy contigo.

 

A ninguno se le pasó que el líder seguía tenso, y que miró algo desafiante a Hidan mientras pronunciaba esas últimas palabras, casi como si le estuviera retando a que intentara a ir también. Pero el de cabello plateado no era idiota, tomo su vaso de jugo y se marchó de allí casi trotando.

 

Una vez solos, Pain dirigió esa rara dureza hacia él.

 

- ¿Que estás haciendo?

 

A Deidara no es que le funcionara de maravilla el engranaje que hacía que la rueda de su iguana mental funcionara, pero al mismo tiempo que carecía de algunas capacidades, poseía ciertas otras, como la de sentir el trasfondo de las palabras con solo oírlas una vez.

 

Hoy, su sexto sentido le decía que Pain le estaba reclamando. Pero el punto era ¿Porque?

 

- ¿Qué cosa?

 

- Deidara, ¿Sabes porque te reclutamos?

 

Y vuelve la burra al trigo...

 

- Porque tengo espíritu, fuerza, un alto rendimiento si trabajo duro y, principalmente, porque soy un criminal de rango S peligroso que no podía hacer otra cosa además de hacer arte escondido en su cueva - lo dijo con voz monótona, recitando todas las repuestas que le habían dado cuando el hizo esa misma pregunta años atrás.

 

- Perfecto, pero olvidaste una muy importante.

 

- ¿Y esa es?

 

- Dedicación.

 

- Entonces también dedicación - Dijo el rubio, resistiendo de doblar los ojos.

 

- ¿Estás seguro? Porque dedicación a nuestra misión es lo último que se me pasó por la mente que estabas haciendo allá atrás.

 

Espera...

 

- ¿Ah?

 

- No estamos aquí para hacer sociedad ni mucho menos para coquetear con nuestros compañeros - Soltó Pain con seriedad - Si lo que necesitas es saciarte hazlo con algún pueblerino, porque enrollarte con los miembros de tu equipo solo va a crear discordia tarde o tempra...

 

- ¡No estaba coqueteando con el! - Saltó el rubio sin dejarle terminar, ¿Hidan y él? Ugh - Por Dios, ni siquiera me cae bien.

 

- No necesitas que alguien te caiga bien para tener sexo.

 

- Pues fíjate que para mí, si - Replicó Dei, rodando los ojos - Me tiene que caer bien, o como mínimo que no sea un imbécil como ese de allá atrás - "O como esté de aquí adelante" se contuvo de decir, pues no entendía a que venían los regaños.

 

- Mejor así, aquí hay una política estricta de cero relaciones entre compañeros - Aseveró su gesto de molestia - Espero que no lo olvides.

 

- Ah, como podría - Su voz llena de ironía, pues era divertido que fuera justo él quien le dijese eso, aunque parece que Pain lo tomó de otra manera.

 

- ¿A qué viene el sarcasmo? ¿Acaso tienes una relación con tu compañero?

 

A lo mejor y fue que le estaba regañando sin justificación, pero por alguna razón respondió con un:

 

- Si, por supuesto - Puso los ojos en blanco - Sasori y yo tenemos una apasionada y larga relación secreta. Me alegra que menciones el tema justo ahora, así ya no voy a tener que seguir escapándome para verlo todas las noches.

 

Deidara pudo verlo. Era el cambio en su mirada. Esa mirada que ves en tu madre antes de que te lance la chancleta por la cara, que saque el cinturón de cuero, la cuchara de madera, el tubo de la lavadora...

 

"¿Será que me pasé?" Pensó con una ligera preocupación.

 

- Era una...

 

- Entrenaras seis horas sin parar y no comerás la cena - Dictaminó el pelinaranja antes de darse la vuelta para irse.

 

- ¿¡QUE!? ¡Acabo de terminar de entrenar! Son las ocho de la noche, terminaré en plena madrugada y eso sí no me desmayo por inanición... - Arrugó de pronto las cejas - ¿Acaso te molesto lo de Sasori?

 

Pain apenas y se volteó a verlo de reojo.

 

- Que sean siete horas.

 

"Este maldito hijo de... " Refunfuño el rubio mientras le observaba marcharse a grandes zancadas.

 

No obstante, mientras volvía a entrenar las horas correspondientes y aceptaba que al menos ese castigo si se lo había ganado a pulso por andar diciendo estupideces, no pudo evitar preguntarse si la dureza de Pain se debía a algo más que el bienestar del equipo. Porque podría jurar, que junto a la chispa posesiva que tenía ese Rinnegan cuando le habló a Hidan, también visualizo algo similar a los celos justo antes de que se marchase.

 

 

 

 

                 

 

 

 

 

                OoOoOoOoOoOoO

 

 

 

 

 

 

 

Siete horas más tarde... *Inserte la voz del narrador de Bob esponja*

 

Para cuando Deidara logro subir dos de los tres pisos del edificio sin desmayarse, se quedó cinco minutos en medio de las escaleras pensando en si valía la pena ir y subir el otro faltante para llegar a su habitación. Estaba limpio pues se había duchado abajo, pero tenía el cabello suelto pues el alma no le dió para amarrárselo. Tenía puesta la capa más no la camisa debajo, porque si de por si le costó energía ponerse los pantalones no quería imaginarse tener que levantar los brazos para la camisa.

 

Con la mayor flojera de su existencia miró hacia arriba, tenía que subir a su habitación pero...

 

Ah, qué coño. Sasori nunca iba a tomar de nuevo la iniciativa de acercarse a él para hablar, era estúpido seguir esperando por él, así que saldría de deudas con la figura número dos yendo el mismo a resolver el asunto de una vez por todas. Si ese infeliz se atrevía a rechazarlo era capaz de darle un rodillazo en la entrepierna, porque ya hacía mucho esfuerzo con ir justo ahora para verle, es decir, apenas y había podido darse un baño decente (en el cual se quedó dormido, por cierto) duró casi una hora en el baño, y más de media hora subiendo las escaleras.

 

Al menos, resolviendo su deuda solo tenía que mover la boca.

 

"Las cosas que hago por este idiota..." Rezongó, aunque después lo pensó mejor "Las cosas que hago por culpa de esos Dioses dementes"

 

Tocó la puerta con lentitud y pesar, justo como su alma se sentía.

 

- ¿Quien...? - A su llamado acudió un Sasori somnoliento con cara de no haber dormido en tres días. Expandió un poco los ojos antes de recomponerse - ¿Qué quieres, Deidara? - Le preguntó con ese ya habitual tono hostil, buscando desanimarlo.

 

No le funcionó.

 

- Te lo pondré así: O me dejas pasar para que hablemos o me desmayare frente a tu puerta.

 

- ¿Y qué pasa si no dejo que hagas ninguna de las dos? - Se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

 

Deidara se encogió de hombros.

 

- Hagas lo que hagas igual me desmayare en tu puerta, porque no creo resistir subir las escaleras. Si no te gusta puedes patearme a otro lado siempre cuando no me despiertes - Ahogo un bostezo y se frotó un ojo.

 

El pelirrojo no se veía convencido. Pero como anteriormente el mismo Deidara había mencionado, él no tenía ni mierda de paciencia.

 

- Por el amor al arte, Sasori ¿Acaso no querías hablar conmigo en la primera misión? ¿Y la última vez que nos vimos? Si de verdad quieres hacerlo entonces aprovecha el momento ahora, porque mañana no estaré lo suficientemente cansado como para darte otra oportunidad sin olvidar que te comportaste como un idiota.

 

Sasori arrugó las cejas hasta casi transformarla en una sola. Su duda era más que obvia, pero su decisión lo fue aún más en el momento en que suspiró alto.

 

- Pasa.

 

- ¿No me quedaré empalado en las paredes? - Preguntó recordando sus palabras cuando llegó a Akatsuki. Sasori también lo hizo y casi cedió ante una sonrisa, pero se contuvo e hizo una mueca.

 

- Maldición, solo... pasa.

 

La habitación de Sasori seguía siendo igual de desabrida que siempre, la única diferencia es que fue el mismo quien busco su manta y el colchón extra que sabía que su compañero escondía en su habitación para tirarlo al suelo. Le valía enormemente si su compañero le terminaba rechazando al final, se iba a dormir ahí hasta el día siguiente y tendría que aguantarlo, ya después podían volverse a ignorar si se daba el caso.

 

Deidara se sentó en el colchón y le observó fijamente. Su expresión era más que clara: Comienza tú.

 

- Eres insoportable - Fue lo primero que dijo el pelirrojo sentándose a su la lado, y el más bajo rodó los ojos.

 

¿Qué acaso nadie sabía darle otro insulto diferente a ese?

 

- Saltémonos la parte en la que además agregas que moriré joven y muy posiblemente explotado por mi propia estupidez.

 

- No iba a decir eso.

 

- Entonces di lo que si ibas a decir antes de que me duerma en tu piso.

 

Elevando los ojos al cielo como si pidiera por clemencia a cualquier deidad dispuesta a colaborarle con un poco de paciencia, soltó el aire con brusquedad y le miró muy fijo.

 

- Digo que eres insoportable porque no me pones las cosas más fáciles.

 

Deidara sentía que le acababan de explicar cómo traducir "Tengo hambre" de Chino mandarín a elfico.

 

- No te sigo.

 

- ¿Que acaso no lo entiendes? Lo único que últimamente he querido es que tú estés a salvo. Te lo dije cuando luche contra mi abuela, eres muy importante para mí y no puedo protegerte si te esfuerzas tanto por acercarte a lo que te hace daño.

 

- ¿Ósea...?

 

- A mí - Contesto el Akasuna muy serio.

 

- Por dios, Sasori - A Deidara esa sola idea le resultó ridícula - Tu no me haces daño, lo que sucedió fue un accidente, no sé cuántas veces te lo tengo que decir.

 

- ¡Casi te mueres! - Susurro con fuerza, sus puños apretados con rabia - Estuviste en coma por dos días, hasta el sujeto de la máscara dijo que no lo lograrías ¿Tienes alguna idea de cómo se sintió verte ahí, muriendo lentamente y saber que era mi culpa?

 

- ¡Pero no morí! - El tono de Deidara fue similar al suyo, solo que un poco más desesperado ¿Tan difícil era hacerle creer a ese idiota que lo que estaba haciendo era estúpido?

 

Sasori chasqueo la lengua.

 

- Por muy poco.

 

- Si, pero no sucedió.

 

- No sucedió porque el Uchiha te encontró a tiempo - Reveló para su enorme sorpresa. "¡Deidara!" Alguien le había gritado eso con mucha ansiedad, y no se había preguntado hasta ahora quién es el que le había encontrado, pero definitivamente no se esperaba que fuera él - Estabas en el suelo de tu habitación tirado e inconsciente, si él no te hubiera encontrado ya estarías muerto, porque apenas y llegué a tiempo para aplicarte otra dosis de antídoto cuando Pain aporreó mi puerta gritándome que estuve a punto de matarte.

 

- Oh...

 

¿Pain y el Uchiha trabajando juntos para salvarle? Eso sí que era nuevo.

 

- Y realmente he tratado de evitar que eso vuelva a suceder - Prosiguió el Akasuna - Le pedí a Pain expresamente que dejásemos de trabajar juntos, me aleje de ti lo mejor que pude...

 

- No tenías que hacer eso.

 

- ¡Si tenía! - Alzó la voz - Pero se me hace imposible cuando te esmeras tanto en volver a verme, puedo soportar momentos como la última vez pero... ¿La misión? - Su expresión cambio a una más acongojada, casi como si estuviera sufriendo - ¿En el estanque? Cuando te ví llorar mande a la basura todo lo que me había propuesto, quería estar ahí para ti porque jamás te había visto así de...

 

- ¿Patético? - Intentó sonreír con burla, pero lo único que le salió fue una mueca torcida.

 

Sasori negó.

 

- Vulnerable. Te esfuerzas tanto por ser fuerte que jamás pensé que llegaría el día que te viera quebrarte.

 

- No fue algo muy cómodo - Admitió algo cabizbajo, y su compañero se mostró de acuerdo.

 

 - Lo sabía. Aún lo sé, es por eso estaba dispuesto a resignarme, a ser egoísta y quedarme contigo, tratar de solucionarlo, pero tú... tú me rechazaste.

 

- Es por qué te habías comportado como un Idiota - Saltó inmediatamente el rubio con mala cara - ¿Que querías que hiciera? Me trataste peor que a un estorbo, no tenía ganas de que me consolaras.

 

- Ya lo sé, esa era justo la idea. Esa siempre fue la idea, Deidara, que me quisieras lo más lejos de ti posible - Se revolvió el cabello con algo de desesperación - Pero si tú plan era rechazarme así como yo a ti, no entiendo qué haces aquí, ¿Porque quieres arreglar las cosas ahora?

 

- Bueno...

 

No, decirle que se lo debía a un homúnculo sexoso por haberle salvado de perder la virginidad en un mundo de cruces no estaba en discusión.

 

- ¿Qué haces realmente aquí? - Se inclinó hacia el frente, buscando una respuesta que no obtuvo pues Dei se quedó en silencio - ¿Quieres quedarte? ¿Quieres hablar? - Se acercó mucho más - ¿Acaso quieres torturarme?

 

- Yo... - Trató de decir algo coherente, pero su compañero tomo sus muñecas y tiró de él, dejándolos frente a frente.

 

Demasiado, en realidad. Casi compartían el aliento.

 

- ¿Qué es lo que estás haciendo conmigo? ¿Quieres que me quedé cerca de ti? ¿Quieres que me aleje? Dímelo ahora porque no entiendo que es lo que quieres que haga.

 

- ¡Que volvamos a ser amigos! - Rugió al fin, encontrando su voz a pesar de lo nervioso que se sentía por la cercanía - Que volvamos a ser tan cercanos como antes, eras la única persona en la que confiaba en este lugar lleno de sociópatas asesinos. Tú eras lo único que tenía aquí, la única persona con la que podía contar y de repente te alejaste.

 

- Te estoy diciendo que lo hice porque el veneno casi te...

 

- ¡Estoy harto de escucharte hablar de ese veneno! - Perdió la poca paciencia que le quedaba - ¡Me importa una mierda si fue accidente o no! Estamos en Akatsuki, terminaremos muriendo tarde o temprano, ¿Así que, qué más da correr riesgos si con eso podemos disfrutar el tiempo que nos queda aquí?

 

Las palabras de su compañero artístico parecían dar frutos en él. Pero el Akasuna no estaba del todo convencido.

 

- ¿Porque?

 

- ¿Porque qué? - Frunció el ceño Dei.

 

- ¿Porque yo? ¿De verdad me consideras tu amigo? ¿De verdad me vas a hacer creer que te importo?

 

- Me importas - Aseguro el rubio sin titubear - Me importas muchísimo.

 

- ¿Y qué te hace creer que tú me importas?

 

Se pudo haber enojado perfectamente, Sasori le había dicho eso en un tono despectivo que estaba determinado a hacerlo cambia de opinión, a hacerle correr o enojar como todos sus anteriores comportamientos, pero tenía una idea mejor para ello. Aún no estaba seguro de que sentía en el fondo de su corazón, pero de lo único que tenía seguridad es que confiaba en su Danna, y tenía una forma eficaz de demostrarle a él que también le importaba su persona.

 

Soltó sus muñecas y se lanzó sobre él, pasando sus brazos alrededor de su cuello y le besó.

 

Sintió como el pelirrojo se tensó inmediatamente, como si considerara la idea de apartarlo.. pero unos segundos después se encontraba abrazándolo con desesperación, estrechando el cuerpo del rubio contra el suyo antes de dirigirlo con cuidado hacia abajo, su espalda cayendo suavemente en el colchón.

 

¡Al fin alguien que le besaba con suavidad! ¡Al fin alguien que no le sometía o le metía en ilusiones para darle un beso! ¡Al fin alguien con quien sentirse confiado y sin temor de ser azotado o amarrado a una cruz satánica! La sensación era de tal libertad y tranquilidad que Deidara le besó como jamás había besado a nadie por su cuenta, por lo general él solo seguía el ritmo, pero está vez lo tomó. Se permitió ser el líder por una vez y beso a Sasori con una dominancia que no creía capaz de sentir.

 

Separándose solo cuando debía que respirar, Deidara aprovecho el momento para hablar a milímetros de su boca.

 

- Porque me devolviste el beso.

 

- ¿Qué? - Murmuró el pelirrojo, su pecho subía y bajaba a un ritmo considerable.

 

- Si yo no te importara, no me habrías devuelto el beso.

 

Sasori emitió un sonido que estaba a medias de ser un gruñido bajo y una exclamación de satisfacción. Puede que ya le hubiera convencido, pero su táctica de persuasión había hecho sentir al pelirrojo algo mucho más profundo que solo el sentimiento de aceptar de nuevo su camaradería.

 

- Te equivocas en algo.

 

Algo en ese tono de voz ronco y contenido le dió más o menos una idea, pero de igual manera preguntó:

 

- ¿En qué?

 

- Que no solo me importas, también me gustas - Deslizó una mano hacia arriba, pasando por su cuello hasta llegar a su cabello en donde le sujetó con firmeza - ¿Sabes qué significa eso?

 

- No... - Pero la verdad es que si lo sabía, y una parte de él realmente lo ansiaba.

 

Sasori sonrió.

 

- Que no solamente quiero besarte.

 

Entonces fue su turno para ser dominado, en medio de esa habitación que tenía prohibido entrar el dueño le estaba besando como nunca antes lo había hecho. Era extraño el cómo aun mostrándose tan activo y dominante Sasori seguía besando con ese toque nostálgico y sentimental. Supuso que sencillamente así era él, tenía un aire romántico que te hacía querer abrazarlo o dejarte acariciar por mucho tiempo.

 

Deidara se sentía excitado pero también algo confundido. Aun así, era la primera vez que se sentía cómodo en esta posición, debajo de alguien que le besaba, quizás porque aunque Sasori no despertara en él la chispa peligrosa que los otros dos, era el único con el que se sentía en confianza.

 

Tal vez por eso dejo que le besara, tal vez por eso no evitó que comenzara a tocarlo, tal vez por eso no se sobresaltó cuando su capa termino en una esquina, tal vez por eso...

 

- ¡Ah! - Gimió de repente al sentir algo placentero en su abdomen descubierto. Una mirada hacia abajo y descubrió a su compañero deslizando su lengua descaradamente por todo su cuerpo hasta detenerse en sus botones.

 

"Maldito... aprovechado..." Pensó relajándose, pero... Por Dios que no encontró una razón para detenerlo.

 

Y no lo hizo.

 

Los succionaba, lamía y luego mordisqueaba la cima con delicadeza, torturándolo.

 

- Ah... Saso... - Ni siquiera podía hablar bien, jamás le habían hecho algo como eso.

 

- ¿Te gusta esto?

 

- Yo... ¡AH! - Echo la cabeza hacia atrás cuando una mano se coló en sus pantalones, sosteniendo el foco de su placer entre sus dedos. Se sonrojo como nunca en su vida, tanto por la acción como porque no quería que se apartase - ¿Q-Que...?

 

- ¿Quieres que la quite? - Puede que sonara algo entretenido, pero sabía que, de pedírselo, Sasori lo haría sin rechistar.

 

Y quizás fue eso por lo que dijo...

 

- No.

 

- ¿Entonces qué quieres que haga? - Le había vuelto a besar de nuevo, solo que ahora muy sutilmente le acarició con la mano de arriba hacia abajo.

 

Era muy poco, desesperadamente poco. Necesitaba más, mucha más fricción.

 

 - Podrías.... - Se le salió otro gemido cuando aplicó algo de presión. Pero la quietud lo estaba matando, necesitaba que se moviera. Ahora - Muévete... por favor... - Estaba terriblemente avergonzado, pero su nivel de deseo le impedía detenerse por eso.

 

- Como tú órdenes.

 

La mano de Sasori comenzó a moverse de arriba a abajo con lentitud, sacándole gemidos que morían en la otra mano libre de su compañero. Las paredes no eran delgadas pero aun así Deidara gritaba bastante alto. Pero mientras su boca estaba tapada, la de él le besaba el cuello, pasaba la lengua por su oreja, mordía la piel sensible del pecho... Y cuando finalmente no resistió más, libero a su presa para poder besarlo.

 

Los dedos del rubio se enredaron en la cabellera pelirroja con fuerza buscando estabilidad. En vez de molestarle, el toque de salvajismo le fascinó al Akasuna.

 

- Quien te viera, Deidara... - El tono de burla apenas y se distinguía entre la agitada respiración - Si te dejas llevar tan fácil cualquiera pensaría que eres virgen.

 

Sabía que la broma era la típica personal entre ellos, y aunque estuvo a punto de hacerle reír, el aumento de velocidad en su miembro lo estaba volviendo loco. Tanto, que apenas y le importo decir:

 

- Ya... - Se aferró con más deseo al contrario - Pero es que eso es lo que... ah... soy.

 

El movimiento en su entrepierna casi se detuvo, y soltó un gruñido de protesta que fue callado por la exclamación de pasmo absoluto de Sasori.

 

- ¿De verdad eres virgen? - Tenía los ojos muy abiertos, como si estuviera alucinando.

 

"Ya que"

 

- Si... - Admitió con las mejillas coloradas.

 

- ¿Va enserio?

 

- ¿Te burlaras de mí? - Preguntó a su vez, algo temeroso de que se diera la posibilidad.

 

Pero fue todo lo contrario, Sasori soltó una pequeña risa agradable que se remontaba al inicio de su amistad, eso le lleno de ilusión, y mucho más cuando volvió a besarlo.

 

- Haré algo mucho mejor que eso... - Y procedió a quitarse la camisa para ponerse sobre el de nuevo.

 

"Alabada sea la entidad celestial que impidió que este Sasori no se volviera una marioneta..." Pensó casi a punto de babearse al ver su abdomen plano y firme.

 

Tragó duro.

 

- ¿Y eso es?

 

Las manos del Akasuna se deslizaron por sus muslos antes de levantarlos y enredarlos en su cintura, desde esa posición volvió a darle alivio a su tensa extremidad, subiendo y bajando a un ritmo errático que le hizo enloquecer. Sin dejar de hacerlo el pelirrojo se inclinó sobre su oreja.

 

- Te ayudaré para que mañana puedas decirme que no eres virgen y sea verdad.

 

"Santa María de..."

 

- ¡Oh por...! - Estaba tan cerca, podía sentir como cada segundo era más difícil mantenerse cuerdo. Empezó a gemir como loco, siendo callado apenas por los labios ajenos - ¡Ah! Sasori...

 

Sin dejar de besarlo, los dedos de su compañero se deslizaron hacia donde nadie le había tocado, tanteando la zona sutilmente y esa ligera presión terminó por empujarlo al más delicioso vacío.

 

- ¡AHHH....MMMM!

 

La explosión fue intensa, sintió su cuerpo tensarse, arqueando la espalda y echando la cabeza atrás antes de correrse en la mano que aún se movía con lentitud, intentando alargar su placer.

 

- E-Eso fue... - No tenía palabras para describirlo. Estaba vuelto un desastre, jadeando y todo alborotado.

 

Sasori le dió un beso rápido antes de susurrar en su boca.

 

- Apenas el comienzo.

 

Cuando finalmente comenzó a sentir como un húmedo dedo tanteaba la zona para comenzar ingresar, Deidara cerró los ojos, sintiendo como su humor sexual crecía de nuevo. Su cuerpo ya ansiaba la invasión con anhelo y no le interesaba pensar en figuras, apuestas o cualquier otra cosa.

 

Estaba ansioso para lo que venía a continuación.

 

Pero al parecer el mundo no.

 

El suelo se sacudió con una fuerza casi sobrenatural en lo que un ruido ensordecedor lleno el ambiente. Ambos ninjas se levantaron, atentos al peligro. Deidara conocía ese sonido mejor que nadie, eran explosiones, y de las grandes y escandalosas, además. Escucharon los gritos exigentes de Pain a lo lejos y ambos compartieron una mirada de pesar antes de separarse.

 

Se vistieron a una velocidad impresionante. Aunque el rubio tuvo que optar por ponerse el traje de su compañero, ya que no tenía tiempo de ir a su propia habitación y cambiarse pues incluso la capa se le había desaparecido misteriosamente, algo le decía que era algún truco rastrero de las figuras pero lo dejó para después. La ropa de su compañero le iba algo grande, pero era práctica.

 

Antes de salir, miró de reojo a pelirrojo con algo de decepción, y este le devolvió la mirada. "En otro momento" los ojos grises parecieron decirle, como en un intento por consolarle.

 

Estúpido Akatsuki.

 

Salieron corriendo apenas estuvieron lo bastante calmados (Física y mentalmente) para salir. Afuera la base era un caos, había fuego en varias partes y ninjas con el símbolo de la niebla en todos lados. Llegaron a donde estaban los demás compañeros reunidos con sus típicas caras de seriedad, aunque no estaban todos.

 

- ¿No que los habías matado a todos, Zetsu? - Le miró Hidan con burla al notar como cada vez llegaban más ninjas.

 

El susodicho puso una pose pensativa para luego hacer una mueca.

 

- A lo mejor y se me escapó alguno.

 

Pain estaba vuelto una furia total, no porque ese grupo de ninjas fracasados se comparase a él, sino porque había enviado al Uchiha y a Kisame lejos y ya habían destruido parte de la base, sin las habilidades ilusorias de Itachi tendría que hacerlo el solo para mitigar los daños, y eso le fastidiaba porque llevaría más tiempo.

 

- Pues a lo mejor y yo te arranco la cabeza como no vayas y cierres el lugar - Amenazó el líder furioso - Forma un perímetro, yo eliminaré al resto de adentro. Sasori - Llamó, y el Akasuna se posó frente a él - Elimina a los que vienen llegando, no gastaré energía extra si no es necesario.

 

El pelirrojo asintió.

 

- El resto de ustedes limpien la zona lo mejor que puedan... - Fue a avanzar para comenzar la cacería, pero se detuvo. Había alguien que no quería poner en un riesgo innecesario - ¡Deidara!

 

El rubio dió un paso al frente.

 

- ¿Si?

 

- Tu ve a donde están el Uchiha y Kisame, diles que cambiaremos de base por el momento. Que abandonen la misión que están haciendo y se dirijan hacia allá para tenerlo todo listo.

 

- ¿Dónde están ellos? - Preguntó algo nervioso pero también aliviado de no haber sido mandado a asesinar con los demás.

 

- Al norte, busca en las cuevas cercanas a la segunda aldea. El Uchiha sabe dónde queda la segunda base.

 

- Hai - Asintió, y creo una ave de arcilla en la que se subió y se elevó un par de metros.

 

Justo antes de partir por completo sus ojos se cruzaron con los de Sasori, los de él expresaban preocupación por él, aún algo de lujuria y también otra cosa que no podía identificar pero que era muy profunda y transparente. Los suyos estaban intrigados, fascinados por lo que había pasado pero también muy confundidos.

 

Mientras se alejaba volando en su creación, y una vez que estuvo lo suficientemente lejos, su mente se fue a pique.

 

"¿Que acabo de hacer?"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

N/V; Me mueeeeeeeeeeeeeeero

Debo admitir que JAMAS EN MI ESCASA VIDA (Ok no, tampoco soy tan joven) habia escrito una escena similar a esto, Asi que se podia decir que estoy con Deidara en el mismo camino, el perdera su virginidad y yo perdere la mia al escribir un Lemon con todas sus letras por primera vez, Al igual que el, yo tambien estoy nerviosa, pero hay que darle duro (En mas de un sentido UwU)

Edmary, querida, no se como te lo habras tomado, pero ya una vez dije que no hay que tomar conclusiones apresuradas con esta historia, aun falta mucho por ver

Nos vemos mañana, el siguiente capitulo sera el ultimo que suba hasta la maraton ;( lo se, pero la espera valdra la pena

Un saludo

Los adora, Menma

 

N/N; Tengo que decirlo, de los capitulo que me da verguenza leer este esta en el top 5 ¿Porque? Puej porque sigo siendo tonta xD Que puedo decir jajaja


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