Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inevitable Destino (Resubido y Finalizado) por Menma Lightwood-Uzumaki

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

N/V: Holaaaa, este es el siguiente capitulo de esta semana, que lo disfruten.

¿Porque no? Se había preguntado Deidara intentando ser optimista.

 

¿Porque no ir en una misión con su jefe y su compañero? ¿Qué tan malo sería? Es decir, era astuto como cualquiera, incluso mejor que muchos. Y junto con la ayuda de Sasori (Con quien había trabajado antes aunque no se llevasen bien) y Pain (Con quien, irónicamente, se llevaba bien más nunca había trabajado) conseguirían lo que necesitaban muy rápido, así que la información o lo que sea que fueran a buscar no era lo que realmente le preocupaba. Lo que en si no paraba de rondar en su mente durante el camino eran las dudas que podría tener cualquier persona, es decir...

 

¿Qué tal trabajarían en equipo?

 

¿Se llevaría bien con Pain en la batalla?

 

¿Cómo resultarían las cosas?

 

.

 

 

 

.

 

 

Jeje... ¿La respuesta?

 

 

.

 

 

 

.

 

 

De la verga.

 

"Ay, es que solo a mí se me ocurre que esto pudo haber resultado bien" Se maldijo Deidara mientras saltaba y esquivaba el ataque de un inmenso animal que se deslizaba por el suelo.

 

Es que seamos honestos, era un ser espiritualmente (Y mentalmente a veces) inestable en su mundo, y lo único peor que le pudo haber pasado además de ser apaleado dos veces por un Uchiha es haberse topado con otro más espiritualmente inestable que él. Y para ponerla mejor, el tipo le detestaba por insultar su arte, al punto de que en una trampa ni se volteó para defenderlo y termino envuelto en una porquería azul que quemaba al tacto como el demonio.

 

¡Mejor aún! En donde se habían metido había algo que bloqueaba su energía, de modo que no podía usar su chakra para escapar. Y en su corredera para salvar su pellejo termino más perdido que poceta en sala, buscando desesperadamente una forma de salir de ahí.

 

¿En resumen?

 

Deidara no dejó las nalgas porque las tenía pegadas.

 

Corrió como alma que lleva el diablo huyendo de un dragón de rayo que amenazaba con chamuscarlo. El plan original de Pain había sido sondear el terreno para encontrar unas tumbas, pero quizás fuera porque en esa aldea protegían el terreno o sencillamente porque los cuerpos putrefactos que allí dentro se descomponían eran de gente importante, pero fuera lo que fuera, lo habían protegido con mucha energía. No solamente había ese dragón, sino diversos animales formados de elementos que mantenían ocupados a sus otros compañeros.

 

Al final logró encontrar manera de desactivar lo que bloqueaba su energía, era una especie de símbolos monje que no supo identificar tallado en un árbol, así que usando todo el ingenio que papá Diosito le dió, engañó al dragón para que chocara contra su misma fuente de poder y estallara. No fue fácil, estaba algo rasguñado y cabía la posibilidad de que se fuera quemado alguna que otra pestaña, pero de igual manera lo había conseguido, y su oportunismo ayudó a que Sasori y Pain pudieran acaban con los otros animales eléctricos e ingresar al terreno más rápido.

 

Pain se acercó a él y le palmeo el hombro con una sonrisa complacida.

 

- Bien hecho Dei-kun, eso fue arriesgado pero muy útil.

 

- ¿Ah sí? Digo... - Carraspeó algo avergonzado. El Pain de su dimensión nunca le había felicitado, ni por asomo - No fue nada.

 

- Sigue así y te consideraré para trabajar por tu cuenta muy pronto, en vista de que te sientes más cómodo solo.

 

Sasori, a unos pocos metros, guardo sus marionetas y rodo los ojos. Se veía raro peleando en batalla sin usar a Hiruko. Descubrió que en este mundo había dejado de usarla recientemente ya que en su última pelea la habían roto de un costado, y estaba reparándola.

 

- ¿No tenemos algo que hacer? - Bufó en dirección al pelinaranja. Al menor le pareció extraña su actitud, pero no le prestó mucha atención.

 

Pain asintió.

 

- Quédate aquí y vigila el terreno - Le ordenó a Deidara - Volveremos en un rato, si sucede algo lanza una señal ¿Entendido?

 

- Entendido - Respondió firme.

 

El resto de la misión se podría decir que fue fácil. El líder de Akatsuki necesitaba un par de cosas elementales si después se tenían que resucitar a los anteriores Kages para la guerra. La realización del Edo Tensei requería de conocimiento, material y fuerza, de no ser así cualquier idiota podría hacerlo.

 

Aun así...

 

Sentado en la entrada, Deidara suspiró ¿Que estaba haciendo? En los últimos meses lo único en lo que podía pensar era en que estaba malgastado su última oportunidad de hacer las cosas bien, de tener una mejor vida, pero quedarse en Akatsuki y usar su experiencia solo para ser mejor y alimentar su ego no era algo que lo beneficiaría a largo plazo. Al fin y al cabo aunque no pelease con Sasuke lo matarían en cualquier momento, quizás más pronto de lo que esperaba, y no podía permitírselo.

 

"Solo se feliz" Le habían dicho las figuras antes de desaparecer.

 

El punto era: ¿Era feliz ahora?

 

Bueno, no. Esa respuesta era fácil, no se sentía para nada feliz aquí, nunca lo estuvo. En realidad, la verdadera pregunta era: ¿Sería feliz si escapara y tuviera una vida normal? ¿Viviendo una vida tranquila sin pelear, oculto de las personas? Nunca fue muy hogareño, no se imaginaba casado ni teniendo que mantener y proteger niños, se vislumbraba más siendo un adulto solo que hace arte y muere tarde o temprano. Al menos así era antes... ¿Le gustaría vivir así ahora?

 

- Deidara.

 

El distraído rubio volteó para identificar la voz cuando un evento repentino le hizo abrir la boca cual pez fuera del agua y quedar en shock.

 

- ¿Que...?

 

Era Sasori, parado frente a él, y no solamente eso, sino que le extendía una mano, con una pequeña sonrisa sincera en su rostro. La primera de ese tipo que le había visto dar desde que llegó.

 

- Bienvenido al equipo.

 

Deidara seguía patidifuso, ¿Será que alguien le había fundido la cabeza a punta de sartenazos y se había quedado inconsciente?

 

- ¿Y esto tan de repente?

 

- No es que la idea me emocione demasiado, rubio - Suspiró dramáticamente - Pero no somos niños, somos ninjas metidos hasta el cuello en un plan apocalíptico para destruir el mundo, si vamos a morir en cualquier momento, por lo menos podríamos tratar de llevarnos bien - Sasori tomo aire, y antes de que Dei se diera cuenta, se adelantó y le sostuvo la mano, estrechándosela con firmeza. Seguía sonriendo - No voy a mentir, me pareces escandaloso e insoportable, pero eres bueno en lo que haces. No te diré que entiendo esa forma tan... - El artista le entrecerró los ojos como advirtiéndole que no se pasara de listo. Sasori bufó - ... particular tuya de hablar del arte, pero la respeto. Solo espero que también respetes la mía. Y quién sabe, quizás podríamos llegar a hablar de arte como tanto querías, solo no esperes que esté de acuerdo en todo. En realidad, creo que es más probable que no concordemos en nada - Se rió de su propio chiste - Pero no lo sabremos hasta que lo intentemos.

 

La boca de Deidara se abrió tanto que por un segundo pensó que se separaría en dos.

 

- ¿Y? - Le instó el pelirrojo - ¿Qué opinas?

 

La verdad es que su relación con Sasori siempre tuvo sus tintes tormentosos. Nunca se ofrecieron a ser más que compañeros que se respetaban a pesar de que su interacción era más cercana que con el resto del equipo. Puede que alumno y maestro le quedase mejor, pero nada de ser amigos. No obstante, por alguna razón, sentía que está vez era diferente.

 

- Claro... - Aceptó al final, devolviendo el apretón con la misma fuerza.

 

- Vaya, y yo pensando que te harías el terco y no aceptarías... - Negó con la cabeza.

 

- ¡Oye! - Se quejó - Puedo ser muy racional si me lo propongo.

 

- Claro...

 

El tono de burla hizo a Deidara rodar los ojos.

 

- Además, odiaría tener que pasar día y noche pensando en buenas respuestas para fastidiarte. Así será mucho más fácil.

 

Esa misteriosa, tétrica y sexy sonrisa característica del mayor surgió a la superficie.

 

- ¿Día y noche? Yo podría responderte y ganarte cada vez que quiera, chico. De nada te serviría estudiar.

 

- ¿Es una apuesta, fosforito?

 

- Tómalo como quieras, mujercita.

 

Ambos se miraron desafiantes, más un segundo después se echaron a reír. El ambiente se sentía mucho mejor sin tener que discutir. Deidara río animadamente unos segundos, hasta que se dió cuenta de un detallito.

 

Aún no se habían soltado las manos.

 

El rubio se detuvo, y una vez lo hizo el pelirrojo también noto el detalle y carraspeó, incómodo.

 

- Ah, sí, bueno, un gusto hablar contigo.

 

- Si... - Su cara algo roja ¿Porque? Solo había sido una pequeña equivocación, ¿No?

 

- Me voy a adelantar - Le estrechó la mano una última vez antes de soltarse y dar la vuelta - Nos vemos en el entrenamiento - Y desapareció, posiblemente gracias a uno de sus famosas artimañas.

 

"Vale, eso fue raro"

 

Deidara se quedó observando el sitio por donde el pelirrojo había partido hasta que una mano en el hombro lo sobresaltó.

 

- ¡Jesús! Casi me da un infarto, Pain - Se llevó una mano al pecho, haciendo al otro reír - No está bien que un jefe vaya por ahí dando paros cardíacos a la gente.

 

- Bueno, suelo generar un par de vez en cuando, pero nada voluntario, ya sabes, la genética no siempre jode a los menos afortunados... - Soltó una sonrisa ladina.

 

El blondo ladeó la cabeza.

 

- No entiendo lo que...

 

- Ah, olvídalo. Hay que ir a la base, es hora de regresar y tenemos que informar a los demás de los hallazgos.

 

- ¿Encontraste lo que querías? - Pregunto Dei una vez se encontraban caminando de regreso. Pero no había necesidad, él ya sabía la respuesta a eso.

 

- No - Suspiró con pesar - Vamos a tener que esforzarnos más si queremos que esto resulte.

 

- Si... - Deidara miró hacia otra parte, había muerto antes de ver si el plan resultaba, pero una parte de él cree haber visto de entre la bruma un montón de cadáveres ninja mientras encima de ellos volaba una hermosa criatura de cabellos blancos e inmenso poder.

 

Al principio no lo comprendió, pero luego supo lo que significaba.

 

Había visto la destrucción del mundo.

 

Supuso que de todas formas habrían protectores que defenderían las tierras, una pequeña corazonada le decía que el emo renegado formaría parte, aunque lo dudaba de a momentos. Aun así, el número de muertes que había podido visualizar era demasiada. Ningún fin justifica los medios, y mucho menos cuando el fin era tan terriblemente malo como los medios que se usaron para llegar a él. Puede que muchos de esos ninjas quizás lo merecían, pero el resto de ellos, pues...

 

- Luces distraído - Comento Pain de repente - No deberías, hiciste un buen trabajo, tardaste menos de lo que pensé.

 

- Ah sí... Espera ¿Qué? - Volteó a verlo con los ojos abiertos de par en par - ¿Qué fue lo que dijiste?

 

- Deidara... - En ese momento el pelinaranja tenía esa expresión que ponen los padres cuando les preguntas si los bebés vienen de la cigüeña - ¿No creerás enserio que no adivine de donde era la fuente de energía.... o sí?

 

La mandíbula inferior del rubio se abrió lenta y tortuosamente con sorpresa.

 

- Pero, ¿Entonces porque...?

 

- Fue una prueba - Contestó encogido de hombros - Descubrí la fuente unos minutos antes que tú, pero quería saber si eras capaz de hacerlo. Pensé que vendrías a mí, pero me sorprendiste cuando saliste volando directo y te encargaste por tu cuenta. No mentiré, pudo haber sido más limpio el trabajo, pero ya tendremos tiempo para enseñarte cómo se debe.

 

"¿Enseñarme?" El Pain de su dimensión lo había escogido (Y a todos) precisamente porque eran criminales especiales que no requerían de más entrenamiento alguno que el que podían realizar ellos mismos para mejorar.

 

Estaba más que sorprendido.

 

- ¿Tú me enseñarías? - Pregunto con curiosidad.

 

- Bueno, si quieres sí - Puso una pose de pensar - Aunque no sé qué más podría enseñarte aparte de Taijutsu, no compartimos las mismas habilidades ni tampoco la misma fuerza.

 

Eso último le dió justo en el autoestima, pero se mantuvo erguido.

 

- Eso es cierto, pero aunque sea solo combate cuerpo a cuerpo, me enseñaste muchas técnicas increíbles. No me quejaría si pudiera usar más... - Con cierto tono esperanzado que le dió algo de ternura al otro.

 

- Tengo mucho tiempo de sobra por ahora - Sonrió - Así que no tengo problema siempre y cuando lo aguantes.

 

- Por mí ni te preocupes.

 

- Tienes mucha confianza, me gusta - Le miró de reojo y Dei se encogió un poco por el halago - Pero en vista de que Sasori y tú se llevan mejor, ten en cuenta que será más efectivo a largo plazo si pueden practicar juntos de vez en cuando. No en vano son compañeros.

 

"¿Escucho la conversación?" Pero después sacudió la cabeza, Pain era capaz hasta de oírle las tripas si quería.

 

- De acuerdo - Asintió, al fin y al cabo siempre era entretenimiento pelear con su Danna.

 

Aun así, desde el momento en que había pisado la tierra no había podido evitar hacer comparaciones constantemente. Ya sea en sus compañeros o en el mismo, sin embargo, existía una larga lista de cuestiones y dudas que tenía sobre muchas cosas. Cosas que no llegó a descubrir en su primera vida y que no quería volver a perder, sobre todo cuando estaba empezando a sentirse cada vez más cómodo con su jefe.

 

Pain le miró de reojo, había una minúscula sonrisa a un lado de su cara.

 

- Aún no te ves muy confiado.

 

- No es eso.

 

- ¿Entonces qué es?

 

Deidara arrugó la nariz, era hora de poner a prueba su primera duda. Tomo un lento respiro y se decidió por arriesgarse.

 

- Pain...

 

- ¿Si?

 

- ¿Porque quieres hacer esto? - La pregunta le salió algo más ruda de lo previsto. Y lo confirmó cuando su jefe, a unos pasos más adelante, dejó bruscamente de caminar. El hizo lo mismo - ¿Porque quieres destruir todo? ¿Aniquilar todo?

 

Pain se quedó quieto, girando la cabeza con lentitud apenas un poco para mostrarse mortalmente serio, tenía esa expresión de muerte a la que se había acostumbrado. Tanto que por un segundo, a Dei le pareció ver el reflejo de sus antiguas barras de energía en él.

 

"Está enojado..." Su versión interna cerró los ojos con dolor "Maldición"

 

- Eso ya lo sabes.

 

Aquí es cuando entra en escena esa parte de ti que te dice que no te dejes nunca de nadie a pesar de que la otra parte este gritando que deberías callarte si quieres vivir.

 

- No... - Dijo con cuidado - En realidad no sabemos nada. Se lo del sueño infinito y lo que conlleva. Me refiero es a ¿Porque lo haces? ¿Cuál es tu motivo?

 

- ¿Mi motivo?

 

- Si, ¿Que ganarías con eso?

 

- ¿Para qué quieres saberlo? - Pregunto con parsimonia, aún no se giraba por completo.

 

- Porque no le encuentro lógica a que tú y Konan elaboren un plan tan complejo y no tengan razones personales de peso para hacerlo.

 

- Como tú lo has dicho, son mis razones personales - Su voz tornándose más gruesa y penetrante. Deidara entendió con eso rápidamente que se había acabado la amabilidad del tío Pain - Lo único que ustedes deben hacer es colaborar.

 

- ¿Quieres que colabore a una masacre masiva sin saber porque?

 

- Sabes porque, todos ustedes saben cuál es el motivo de Akatsuki.

 

- Pero no el tuyo - Apuntó con notoriedad.

 

- Lo único que te diré es que estás aquí para contribuir con una causa noble. Limpiaremos el mundo, chico. Confórmate con saber con antelación lo que sucederá y eso es todo.

 

- Pero es que...

 

- ¡He dicho que es todo! - Se volteó finalmente, dando un paso adelante.

 

El Rinnegan en sus dos ojos brilló amenazadoramente, y Deidara tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no brincar por el susto. A ninguno de los demás le gustaba estar en el blanco de ira del jefe, y a él mucho menos.

 

- Así como todos, harás lo que yo te ordene hacer cuando lo tengas que hacer, ¿Entiendes?

 

- Lo tengo bien claro - Arrugó las cejas - Pero no puedes retenerme aquí por siempre, Pain.

 

- Ah, pero si ya lo hice - Se acercó otro paso más, el resquicio de una sonrisa cruel le recordó al Pain original - Estás aquí porque fuiste débil, perdiste contra el Uchiha ¿Recuerdas?

 

Deidara frunció el ceño, ese había sido un golpe bajo.

 

- Si él pudo vencerte con apenas esfuerzo era cuestión de tiempo para que te asesinaran tarde o temprano. Eres como nosotros Deidara, eres un criminal de lo más bajo que existe, una porquería más en el mundo ninja, pero eres poderoso. Tienes un potencial y fuerza que me beneficia tanto a mí como a ti, pero admítelo, no habrías podido hacerlo solo. Apenas y eres un adulto que puede mantenerse por su cuenta y aún así te di la oportunidad de ser algo más con nosotros...

 

- Eso no es cierto - Escupió con odio - Si hubiera sido una verdadera oportunidad me hubieras dado elección, pero no fue así. Mandaste a patearme el culo si me negaba y me trajiste a la fuerza a este cruce de psicópatas que haces llamar equipo.

 

- ¿Y qué? Eres más fuerte ahora, así que lo mínimo que puedes hacer por nosotros es cerrar la boca y cooperar.

 

- No puedes chantajearme con esa mierda.

 

- No es un chantaje, Deidara. Tú mismo lo dijiste: No tienes otra opción.

 

El mayor se dió la vuelta con ese aire definitivo que te hace saber que la conversación ha terminado, pero como Dei no conocía el significado de la prudencia, se adelantó de nuevo.

 

- ¿Y qué pasa si no quiero cooperar? - Con eso el pelinaranja se detuvo. Los músculos de su espalda estaban tensos, amenazantes, pero él siguió hablando - ¿Que sucede si no le encuentro sentido a morir por esta locura? ¿Qué pasaría si simplemente pienso que este plan es una enorme pérdida de...? - Se atragantó. Súbitamente y con un golpe brusco había terminado estampado de golpe contra un árbol. 

 

Deidara intento respirar a través de la mano que le oprimía el cuello con fuerza.

 

- Quitam...

 

- Entonces te mataré - Siseó en su oído, estaba tan cerca que Deidara podía oler a la perfección su aroma,  delinear los detalles de su rostro y, peor aún, el de esos escalofriantes ojos - Puedo ser muy amable si me lo propongo, pero no soporto a los traidores.

 

Un intento de zafarse solo tuvo como resultado un juego de uñas encajándose en su garganta.

 

- Así que te recomiendo que te mantengas alejado de mi asuntos y te límites a entrenar y seguir órdenes. De lo contrario, no te hará falta pelear contra el Uchiha para saber de primera mano que tan destruida puede quedar una mente después de un Genjutsu torturador... ¿Entendiste?

 

El blondo le miró con ira. Su primera duda ya había sido más que respondida, porque aunque durante todo ese tiempo su mente le hubiera convencido de que este era otro mundo, que las cosas eran distintas, ahora sabía que se equivocó, no importaba cuan alegre o vulnerable se hubiese mostrado Pain en los últimos días...

 

El hombre frente a él era un monstruo.

 

Tal como siempre lo había sido.

 

- Te he hecho una pregunta - Insistió, y al no recibir respuesta, presionó más fuerte - Te dije que...

 

Deidara actuó rápido, en un descuido de zafó del agarre que lo aprisionaba y le soltó una fuerte patada a Pain en las costillas que lo hizo retroceder un par de metros, tosió un poco y cogió aire, eso había sido intenso. El clima estaba perfecto para una batalla, pero antes de que el líder de Akatsuki considerara siquiera la opción de contraatacar para imponer su voluntad, su oponente levantó una mano.

 

- Bien - Le oyó decir. No se escuchaba molesto o fuera de sí, sino más bien calmado.

 

- ¿Bien? - Pain levantó una ceja, sin confiarse de nada - ¿Cediste tan rápido?

 

- No estoy cediendo en nada, pero tienes razón - Ante el gesto de duda que expresaba su oponente, suspiró - No estoy ni jamás estaré de acuerdo con esto, pero lo entiendo.

 

- ¿Qué es lo que entiendes?

 

- Todo. En realidad siempre lo entendí, pero ahora te lo hago saber. No pienso meterme más en tus asuntos, y tampoco tienes que preocuparte por mí... - El rubio retomo el mismo andar que habían tenido antes, dejando al otro atrás - Cooperare contigo y no te traicionare, solo porque tienes razón: Perdí la pelea y estas son las consecuencias. Estoy atado a servirte por mi honor, y porque me venciste justamente. Pero puedes apostar algo - Le miró por encima del hombro - Algún día, sin importar cuanto me cueste, compraré mi libertad.

 

Pain se evaró, tenso.

 

- ¿Esa es una amenaza?

 

- No...

 

El día se desvanecía con lentitud, el sol desapareció tras las montañas y una nueva capa de oscuridad naciente envolvió el cuerpo del joven rubio que antes de desaparecer se detuvo y le miró.

 

Pain reconoció esa mirada, era la mirada de la determinación.

 

- Es una promesa.

 

Deidara se encargó de tomar el camino largo para volver a... ¿Su casa? ¿La base? ¿El refugio? Fuera cual fuera su nombre, allí no era su hogar, y era triste aceptar que en la aldea de la roca tampoco tenía uno. Estaba solo en el mundo y quizás era por ello que tenía esta nueva oportunidad, porque no tenía nada a lo que apegarse.

 

Pero ahora podía arreglarlo todo.

 

Podía ser finalmente feliz.

 

Llegó a la base en silencio, Pain ya estaba allí pero se limitó a ignorar su presencia. Aunque el rubio podría jurar que cuando le observó de reojo había algo en sus ojos similar a la angustia, pero no se detuvo a comprobarlo, debía ser su imaginación seguramente. Además no tenía que preocuparse por él, su uso de palabras había sido muy claro, si él iba a comprar su boleto de salida sería con méritos, pero no le traicionaría, no sería una estrategia inteligente. Entro en su recamara sin detenerse a hablar con nadie, se saltó la cena y se encerró en su cuarto.

 

Una vez en su cama cerró los ojos, dejándose llevar por todos sus pensamientos, siendo uno de ellos en particular, el más fuerte y anhelante de todos.

 

"Debo escapar de aquí..."

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

N/V: Espero que les haya gustado, dejenme sus sexys comentarios.

N/N: Aqui comenzo mi obsesion por ese cuerpo con Rinnegan JA jajajaja


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).