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Troublemaker. por RLangdon

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El día era cálido, soleado. Clima perfecto y agradable a parecer de Shikamaru, quien yacía recargado en el tronco de un árbol frondoso, su actual y único confidente
 
Los días transcurrían lentos, demasiado, aun más cuando las misiones que le eran asignadas se habían incrementado en la última semana. Siendo un Chunnin, su obligación era cumplir las órdenes de la Hokage, y no que se quejara, no obstante, era un verdadero fastidio no poder descansar como le gustaría
 
La sonrisa displicente se amplió en sus labios. ¿A quién engañaba?, era tan patético que le daba lata admitir que lo que más lo frustraba era no poder observar aquel bello e inocente gesto que lograba despertar en él las emociones más recónditas y superfluas
 
Y si en algún momento llegó a creer que saturarse con misiones (y sugerencias triviales con Tsunade para reforzar la seguridad de la villa en ataques futuros), lo ayudaría a alejar esos pensamientos tan ridículos en torno al hiperactivo ninja de ojos color cielo. Nuevamente su predicción había sido errónea, tan equivoca como haberse fiado de sus pensamientos pasados, los cuales le ofrecían una vida tranquila, estable, con una familia cerrando el círculo de expectativas, solo eso. Ni siquiera ahondaba en nimiedades tales como el nombre de sus hijos, si es que llegaba a tenerlos
 
Sin embargo la vida estaba en su contra, la atracción inminente estaba en su contra, sin importar que hiciera sus pensamientos seguían siendo ocupados por Naruto, y no solo eso. Shikamaru lo sabía y pese a sus intentos por mantener la distancia con el rubio los dos últimos días, los recurrentes deseos por verlo le podían
 
No tenia mas misiones por cumplir, los dos miembros de su equipo debían estar ocupados en satisfacer su ego y su apetito, casi podía apostar por ello
 
Lo único que le restaba por hacer era sucumbir ante las órdenes de su madre, tener aquella inevitable cita con Temari. No había más alternativas y no tenía ganas de buscarlas, de encontrar una solución a todos sus problemas
 
Tan factible como aceptar el hecho de estar enamorado y a su vez, tan complejo como forzar a Chouji a realizar una dieta
 
Puede que solo evadiera a Naruto por su reciente descubrimiento. Ni siquiera tuvo la necesidad de preguntarle si tenía algún interés en alguien en específico. Había bastado con salir a caminar de noche, luego de tan amena reunión en el departamento del Genin para darse cuenta de lo evidente
 
Observar a Naruto de pie a la entrada de la villa, bajo la tenue luz de luna, sus grandes ojos azules nublados por aquel dejo de esperanza que se negaba a desaparecer, la vista fija en un solo sitio. Y no era necesario indagar en la lógica, en el irrebatible motivo que mantenía a Naruto expectante a pesar de la hora
 
Lo esperaba
 
Aun después de lo ocurrido, del daño que el Uchiha le había hecho, seguía esperando su regreso
 
Una espera triste y vacía…inútil
 
Pero, ¿Qué era lo que le molestaba?
 
Quería saber si Naruto estaba interesado en alguien, ahí estaba su respuesta. A toda acción corresponde una reacción
 
Era tan absurdo que lo que hiciera Naruto influenciara tanto en él. En sus pensamientos, en sus acciones
 
Y es que, en compañía de cualquier otro Shinobi, Shikamaru pensaba lo que decía, en cambio, al lado de Naruto, decía lo que pensaba, era simple, reconfortante
 
-Shikamaru- el quedo susurro contra su oído le erizó la piel. Aquel juguetón y en cierto modo, coqueto tono de voz lograba estremecerlo por completo, obligándolo a bajar aquella barrera para situarlo en la realidad (que por lo visto no estaba en condiciones de evadir)
 
-Hola- carraspeó, aclarándose la garganta. Naruto se apartó un poco para verlo fijamente a los ojos
 
-¿Por qué me evitas?- preguntó seriamente. Shikamaru no pudo evitar que la incertidumbre se apoderara de su semblante. Naruto era bastante intuitivo y directo. Cualidades que le gustaban del chico pero que tendían a meterlo en un conflicto emocional equivalente a la altura de una montaña
 
-No te evito- cerró los ojos y cruzó los brazos detrás de su nuca. –Solo he estado ocupado
 
Naruto bajó la mirada unos instantes, debatiéndose entre decir algo más o simplemente irse. Estaba acostumbrado a las mentiras por más obvias que estas fueran. A veces se preguntaba si realmente lo tomaban todo el tiempo por idiota, solían decírselo a menudo, aunque ya no dolía tanto escuchar tan repetitiva palabra
 
-Tsunade me comentó que no tienes más misiones- insistió, relajando su semblante. Shikamaru abrió un ojo para inspeccionar sutilmente la expresión de Naruto. No estaba resultando, entre mas lo mirara y escuchara, menos terminaba de comprender sus propios sentimientos
 
-Mis padres me esperan.- bostezó largamente, tratando de sustituir cualquier atisbo de interés por su rutinario estado de ensoñación. – Quieren que este…
 
-Te extraño- apenas un suave murmullo arrastrado por la brisa
 
Shikamaru parpadeó unos segundos. Había escuchado perfectamente y quizás le daba más relevancia de la necesaria pero se sentía tan bien escuchar tan corta frase que ocultaba distintos significados
 
-Tengo que irme- anunció secamente, eludiendo la brillante mirada de Naruto, reprimiendo sus deseos de expresarle lo que sentía por él. También lo extrañaba, le hacía falta escuchar tan enfadosa vocecilla todo el tiempo, contemplar un azul más hermoso que el que se expandía en el firmamento sobre él, deleitarse con la bella sonrisa que Naruto le regalaba a él y solamente a él cuando estaban juntos
 
Con un simple ademan de despedida, se dio la vuelta para emprender la caminata de regreso a su casa
 
Aquello no era posible, sin importar cuánto le gustara Naruto. Debía mantenerse al margen, no exteriorizar sus sentimientos, ¿Qué no era esa una regla básica de todo ninja?
 
Por supuesto que la era, además no estaba dispuesto a reemplazar la ausencia de alguien más en la vida de Naruto
 
De pronto creyó escuchar pasos detrás de él pero descartó toda posibilidad de inmediato, hasta que…
 
-Ya nadie va a mi casa
 
Las palabras sonaron tan huecas como un simple cascaron, y Shikamaru no pudo menos que detenerse enseguida. Estaba consciente de que Chouji no se había presentado a la casa de Naruto por las ultimas misiones pero Kiba y los otros no tenían excusa alguna, y aun si la tuvieran…
 
Lentamente se giró sobre sus talones. Naruto lo observaba a la distancia, escasos dos metros los separaban a ambos. Los labios de Naruto se movieron despacio para articular palabra, seguro de que Shikamaru se alejaría de nuevo
 
-A veces uso clones para jugar, pero…no es lo mismo
 
-El día es indiscutiblemente perfecto para desperdiciarlo jugando- argumento Shikamaru con cierta pesadez en la voz. Naruto esbozó una gran sonrisa al tiempo que se acercaba más en su dirección, con paso vacilante, bastante desconfiado en comparación de otras veces en que solían estar juntos a solas. Shikamaru prestó total atención en la expresión zorruna del rubio, la sonrisa pronto se deformó en una mueca traviesa, infantil. Shikamaru podía estudiarla todo el día y sacar decenas de conclusiones premeditadas sobre la conducta de Naruto, pero en ese mismo instante solo quería observar
 
Perderse en la tranquilidad que le ofrecían los brillantes ojos azules, la intensidad inigualable de su sonrisa. ¿Cuán gratificante podía ser eso?
 
Excesivamente gratificante, sobre todo si ignoraba el hecho de que no gustaba de los problemas, no obstante, Naruto era el chico más terco y problemático que conocía dentro de la aldea. Seria efímero si llegaba a compararlo con alguien mas, Naruto era único, especial, tenía sus aciertos y sus errores como todo ser humano, pero lo más admirable del rubio era su infranqueable determinación
 
Nunca rendirse…
 
Y vaya que Naruto se tomaba muy en serio sus propias palabras, sin importar cuán complicada fuera la situación. Más eso no cambiaba las circunstancias actuales, lo estaba evadiendo, simple y certeramente
 
Era un cobarde, huir de sus propios pensamientos arbitrarios, de sus emociones, y de esa chispa de incertidumbre y confort que solo Naruto producía con su presencia. Podía estar loco al contradecirse tanto a si mismo pero Shikamaru estaba seguro de que seguía lo suficientemente cuerdo para asumir lo que conlleva forjar una relación
 
No una simple relación, una entre dos individuos del mismo sexo, peor aún, amigos. Sumándole lo problemático de expresarse adecuadamente. Shikamaru no podía vacilar, mucho menos al tener de frente al chico que lograba confundirlo aun más que su propia madre con sus intentos fallidos para que cortejara a alguna kunoichi de la aldea
 
Y las expectativas de su madre no eran muy alentadoras para tomar una decisión. Más sin embargo, ¿Por qué habría de precipitarse?
 
Aun era joven y no estaba desesperado por ausentarse del círculo de la soltería en la que actualmente se encontraba. No necesitaba lidiar con más problemas de los que ya tenía al ser un Chunnin. No, la vida es corta pero solo se dispone de una, una oportunidad, diversas responsabilidades, dos alternativas posibles y un rostro angelical a escasos centímetros de distancia
 
-¿Tienes sueño?
 
Pero antes de que lograra discernir entre sus propias cavilaciones, la voz coqueta y traviesa lo forzó a centrarse en la realidad. Vio como Naruto ladeaba la cabeza, como tratando de comprender su extraño estado de ensimismamiento, aunque realmente de extraño tenía poco y nada
 
-Si- suspiró abatido, completamente incapacitado para discutir sobre un tema tan trillado y a su vez tan desconocido por él…amor
 
-Puedes dormir en mi casa si quieres- ofreció Naruto de inmediato, sin ninguna doble intención. Simplemente quería ayudar a su amigo, y al mismo tiempo disfrutar de su compañía. Un error torpe considerando el hecho de que se sabía evitado
 
-No lo creo…
 
Y la sonrisa lentamente comenzó a esfumarse de los labios de Naruto. Estaba solo, como siempre lo había estado, todos lo evitaban, pareciera que le tenían asco o no lo consideraban ni siquiera un compañero
 
Forzosamente, consiguió recobrar la alegría en su rostro, frotándose con reprimidas ansias los brazos, tratando de darse calor a sí mismo, porque de repente sentía frio. Esa sensación se presentaba cada vez que estaba solo y no se apartaba hasta que no cambiara ese hecho. Desafortunadamente no podía hacer nada más, si todos le daban la espalda y no había un lugar al cual acudir, lo mejor era volver a casa, a la soledad de su departamento
 
Donde sus penas se encontraban atrapadas en esas cuatro paredes, recordándole cada vez que abría la puerta que estaba solo. Que nadie lo recibiría como en cualquier casa de sus amigos, donde la mesa vacía lo instaba a prepararse algo por cuenta propia, evocándole la ausencia de su madre
 
No habría cena caliente nunca, así como tampoco escucharía las felicitaciones de su padre por cada uno de sus logros
 
No tendría un abrazo ni una muestra de cariño por parte de sus progenitores. No había quien señalara sus errores, sus tropiezos…no había papá y mamá
 
-¿Por qué no te quedas tú en la mía?
 
Un diminuto rayo de luz lo forzó a detener sus pasos para mirar sobre su hombro. La expresión cansina de Shikamaru se había transformado en una sonrisa sincera. Y aquella invitación no pudo menos que alegrar a Naruto a niveles insospechados
 
-¡Gracias!- quiso saltar, correr, gritar, reír, pero Naruto se limitó a retroceder los pasos que había avanzado para abrazar a Shikamaru
 
-Te advierto que mis padres son algo…problemáticos- comentó Shikamaru sin moverse un ápice. Los brazos de Naruto lo tenían bien sujeto, aunque no le molestaba en lo mas mínimo, por el contrario, el único calor corporal que deseaba recibir en ese instante y en muchos otros era el de Naruto Uzumaki, su dolor de cabeza y la causa de su optimismo
 
-Está bien, prometo comportarme- una sutil sonrisa se vislumbró en los labios de Naruto. El semblante de Shikamaru adquirió un deje de desconcierto ante ello. Si repasaba lentamente lo acontecido, Naruto parecía querer decirle algo más que solo la queja por tratar de evadirlo
 
-¿Qué era lo que ibas a decirme antes?- inquirió neutral, reprimiendo la creciente desesperación por saber. Naruto frunció levemente los labios, forzándose a recordar
 
-Cierto- impactó su puño sobre la palma de su otra mano. Shikamaru arqueó una ceja. –Quiero que me enseñes a besar...- su tono de voz fue disminuyendo al pronunciar lo ultimo
 
-¿Besar?- Shikamaru lo miró escéptico, una sensación de intriga lo invadió enseguida. Aun más cuando Naruto asintió a lo antes dicho. -¿Para qué?
 
Los segundos que transcurrieron tras la interrogante se le antojaron fastidiosos y abrumadores a Shikamaru
 
-No lo sé- fue la respuesta que dio Naruto después de meditarlo un poco. La confusión fue en aumento para el Chunnin al desconocer el motivo que tenia Naruto para querer aprender un acto tan exiguo como lo eran los besos
 
-No lo sabes… ¿o no me lo quieres decir?
 
-Ambas- esta vez la respuesta fue inmediata. Shikamaru se resignó a indagar algo más al reparar en el nerviosismo de Naruto, tan transparente como un cristal pero al mismo tiempo, tan fascinante como contemplar el cielo en plena mañana
 
-Primeramente debes relajarte- anunció, estirando sus brazos. Naruto lo imitó y acto seguido se posicionó frente a él. –Solo cierra los ojos- apenas terminó de decir la frase, Naruto acató enseguida, más sin embargo, él se mantuvo igual, con los ojos abiertos, admirando los finos labios rosados que pedían a gritos ser besados. –Acércate- lentamente, Naruto acercó su rostro, sin estar consciente de los movimientos de Shikamaru, simplemente obedeció
 
Y sus labios impactaron con los del contrario, encontrándose con una oleada de emociones que los hizo estremecer al más ínfimo tacto. Un contacto labial que comenzó suave, despacio pero que a medida que transcurrían los segundos empezaba a intensificarse. Como si el acto en si exigiera más de ambas partes
 
Naruto se aferró con ambos brazos del cuello de Shikamaru, rodeándolo lentamente mientras sus labios seguían con torpeza los movimientos del otro, al mismo tiempo, Shikamaru pasó ambos brazos por la cintura del rubio, atrayéndolo más a su cuerpo, extasiándose con los labios ajenos. Y si antes creyó que Naruto besaba mal, ahora se retractaba de sus propios pensamientos
 
Naruto besaba bastante bien, demasiado para alguien que quiere aprender a hacerlo. Quizás los besos no eran lo suyo pero estaba consciente de lo que implicaban aquellos actos, y por supuesto de lo que incitaban a hacer, de cómo un simple beso lo orillaba a analizar lo más remoto de sus instintos, su ansia de complacer a Naruto mucho más que con un beso, aunque no excluyéndolos del todo dentro de la exhaustiva actividad corpórea
 
Cuando menos lo imaginó, sus pies ya avanzaban por si solos en dirección del árbol más cercano, donde difícilmente consiguió guiar a Naruto para después llevar sus manos hasta las caderas del rubio
 
Con un gemido pudoroso, Naruto rompió con el beso. Shikamaru aspiró profundo cuando sus labios ya no tuvieron el suave y cálido contacto del otro, se separó con cierta dificultad del cuerpo de Uzumaki, recriminándose a su vez por haberse dejado llevar por las emociones
 
Naruto lo observó confundido, con su rostro ligeramente enrojecido por la vergüenza y un aire de incertidumbre que exigía una explicación a lo ocurrido. Y Shikamaru lo notó de inmediato, no hacía falta poseer un elevado coeficiente intelectual para darse cuenta de su error
 
Se aclaró la garganta mientras su mente maquinaba infinidad de excusas que pudiera usar a su favor…nada
 
Naruto siguió a la expectativa, pestañeando de vez en cuando, hasta que se vio obligado a hablar él primero para romper con el incomodo silencio que reinaba entre ellos
 
-Solo quiero que me enseñes a besar- articuló con simpleza. Shikamaru sintió la vergüenza incrementarse en su ser, aun mas al reparar en sus actos. Naruto lo observó juntar sus manos en una posición bastante conocida por él
 
En menos de un segundo su cuerpo se paralizó por completo, restringiéndolo de cualquier posible movimiento. Solo pudo observar unos instantes la nítida sombra proyectándose a sus pies, entonces comprendió el plan de Shikamaru, no le quedaba alternativa más que dejarse llevar
 
-Para que tus movimientos se igualen a los míos, comenzaremos con esto- explicó Shikamaru con seriedad latente, su vergüenza quedo en segundo término al cabo de unos segundos. No sabía que mas hacer o decir y la única estrategia en mente era la de continuar con la actuación barata de enseñar a Naruto a besar. Así que optó por ello
 
Ambos se aproximaron al contrario, Naruto aun sentía una mezcla de adrenalina y nerviosismo en su sistema y no sabía si se trataba del inusual método del Nara para enseñarle algo que él consideraba tan simple, o quizás se trataba de algo mas, algo que ignoraba totalmente
 
Cuando escuchó las mismas sugerencias de los labios de Shikamaru, indicándole cómo hacerlo y lo más importante de cada paso. Sus labios volvieron a unirse. Naruto seguía preguntándose como hacia Shikamaru para besar tan increíblemente bien, no sabiendo que el Chunnin opinaba exactamente lo mismo pese a su torpeza en el beso inicial
 
Nunca imaginó que un beso lo haría tocar el cielo, algo tan irrisorio, tan simple que resultaba hilarante regocijarse con ello pero sus pensamientos no le impidieron disfrutar una vez mas de los labios de Naruto, unos labios altamente adictivos. Y Shikamaru no pudo menos que reprenderse por haber tratado de huir a sus propias emociones
 
Esta vez sería diferente
 
No estuvo consiente de cuánto tiempo permanecieron así, con sus cuerpos tan cercanos y un calor interno que se intensificaba segundo a segundo, cual incendio forestal. Lentamente la sombra se desvaneció más no así el contacto labial
 
-Shikamaru…- masculló Naruto en medio de ambas bocas, separándose un poco para tomar aire y volver a unir sus labios con los del susodicho. –Ya me duelen los labios- pero a pesar de su confesión, continuó con el juego, un juego desconocido y placentero del cual no era plenamente consciente pero que igualmente le gustaba. Naruto estaba seguro de que pronto besaría tan bien como Shikamaru
 

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