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Troublemaker. por RLangdon

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La luna se alzaba de lleno en el firmamento, cubriendo con la platinada luz cuanto hubiera a su paso. Una estela de nubes grisáceas se interponía de vez en cuando en la refulgencia nocturna
 
Shikamaru suspiró con desanimo al tiempo que retiraba el plato frente a él. Se sentía mal en todos los aspectos, y el vacio interno no se aminoraba. De haber sabido que Naruto demoraría tanto tiempo en pensarlo, muy probablemente habría evitado su partida aquella noche. Siete días exactos y él no podía estar peor
 
-Dale tiempo- le aconsejó Shikaku, llevándose otra cucharada de sopa a los labios. Shikamaru se limitó a asentir en silencio
 
¿Cuánto tiempo mas debía esperar por una respuesta?, estaba desesperado, preocupado. Había forzado las cosas y el resultado era lógico. Permitió que la euforia lo orillara a presionar a Naruto de esa forma, sin previo aviso ni conversación mutua. Simplemente se lo había propuesto por iniciativa no solo propia, sino también de sus padres
 
-Me ha estado evadiendo- dijo al fin, cruzando los brazos detrás de su cabeza. Callar ya no le ayudaba en nada, necesitaba expresar de alguna forma su sentir y solo las palabras le ofrecían un remedio certero
 
-Debe estar ocupado- fue el turno de Yoshino por opinar. Y Shikamaru no quedo conforme con la respuesta
 
-Ha pasado una semana y no he podido contactarlo- aspiró agobiado, deshaciendo su pose dubitativa. –Naruto no es así
 
Y ciertamente. Lo había estado buscando en la aldea sin éxito alguno. Kakashi lo había visto por la tardes, Iruka por la mañanas. No cabía la menor duda de que Naruto lo estaba esquivando. Incluso había tomado la resolución de esperarlo fuera de su apartamento
 
-Creo que…- suavizó el semblante al saberse observado. Estaba molesto consigo mismo. -Lo presioné demasiado
 
El incomodo silencio permaneció indemne. Ya era tarde y Shikamaru tenía la esperanza de que Kakashi le informara a Naruto su mensaje. Uno simple, efímero. Palabras que ocultaban lo desesperado que se sentía y a su vez, lo mucho que necesitaba verlo
 
-Lo intentaré de nuevo- se levantó de la silla y se encaminó hacia la puerta. Si algo había aprendido al convivir junto a Naruto era no darse por vencido. No dejaría que aquel rechazo se interpusiera entre ambos
 
-Shikamaru, espera a mañana…
 
Pero él no quería esperar. Suficiente tenía con las reprimendas de sus progenitores por haberse enredado con Naruto, y sin protección además. Aunque su justificación era infalible, no estaba al tanto de que Naruto pudiera concebir, y ese hecho lejos de disgustarle, lo llenó de dicha. Su proyecto de vida a futuro si iba a realizarse después de todo, sin importar que estuviera con Naruto, ambos formarían una familia, tal como lo había premeditado meses antes. Se encargaría de cuidarlos. Por vez primera lograba visualizarse a sí mismo de manera tan nítida y en compañía de sus seres queridos
 
-Solo vine a preguntar por Naruto- se dirigió a Shizune, quien, sorprendida, le obstruía la entrada
 
-Lady Tsunade no está de buen humor
 
Shikamaru entornó la mirada. La quinta nunca estaba de buen humor, salvo cuando compraba algún boleto de lotería y tenía la absurda esperanza de ganar algún premio, cosa que rara vez sucedía
 
-Estoy preocupado por él- prosiguió, ignorando la advertencia de que no entrara. –Hace una semana que no lo veo
 
-Supongo que si es por Naruto, no se molestara tanto- murmuró Shizune pensativa. Shikamaru aprovechó el descuido para entrar al despacho. Se alivió al no ver a Sakura en las cercanías, lo último que necesitaba era sumirse en otro conflicto superfluo con la compañera de Naruto, nunca la había detestado tanto desde el incidente, lo apropiado era mantener su distancia con ella
 
-Shikamaru- saludó Tsunade, de inmediato desvió su mirada hacia el ventanal. –Escuché que vienes por Naruto
 
-Así es- respondió con firmeza. –Yo…
 
-Ha estado viniendo cada mañana- lo interrumpió la rubia, volviéndose al escritorio para tomar el vaso con sake que reposaba junto a una pila de papeles. Shikamaru arqueó una ceja, entre confundido y escéptico. Naruto había frecuentado a la mayoría de sus superiores pero se abstenía de verlo a él. –Me pidió que le asignara algunas misiones
 
-Imposible- tajó Shikamaru, alzando la voz sin darse cuenta. –Lo lamento
 
Tsunade dio un sorbo prolongado a la bebida antes de responder
 
-Acepté su petición
 
Lentamente cerró ambas manos, incrédulo ante lo que acababa de escuchar. Naruto tenía cerca de tres meses de embarazo, no podía realizar misiones…no debía
 
-No puede…- trató de decir pero Tsunade lo interrumpió con un firme asentimiento de cabeza, contradiciéndolo, tenía que ser una mentira
 
-Son misiones de rango D. Naruto sabrá ocuparse de ellas. Lo conozco lo suficiente para saber que no acepta un no por respuesta, si me negaba estaría exponiéndolo a que salga de la villa y se infiltre en los otros equipos. Naruto sabe cuidarse solo, entiende lo primordial que es tener reposo…- hizo una pausa para dar el último sorbo al sake. –Lo he puesto al tanto sobre lo que puede y no hacer. Es inmaduro, no obstante, me rehusó a asignarle mayor cuidado del actual. Iruka y Kakashi fueron asignados para vigilarlo en las inmediaciones de la aldea. No necesita niñeras, solo quiere que lo comprendan
 
Comprender. Eso quería él. Sin embargo no llegaría a ningún lado discutiendo con la quinta. En parte tenía razón, Naruto era demasiado hiperactivo para mantenerse aislado de las misiones. Curiosamente siempre se quejaba por las de menores rangos, ahora pedía porque se las asignaran. Lo prudente era hablar con él, más que nunca tenía que hablar con Naruto. Demostrarle que lo apoyaba, si tan solo lo escuchara…
 
-¿Le mencionó algo acerca de mí?- quiso saber
 
-Me temo que no
 
Shikamaru forzó una sonrisa antes de salir de la oficina. Resintió más que nunca el rechazo, las evidentes evasiones de Naruto hacia él. Por alguna razón, el rubio no quería verlo y con ello lo lastimaba. Más que nunca lo necesitaba a su lado, quería ser testigo del desarrollo de su bebé, aun si no podía verlo y si desconocía el sexo. El lazo estaba ahí, entre ellos, y ahora amenazaba con romperse
 
Pero se prometió que no volvería a llorar. Las lagrimas no solucionaban nada, posiblemente había una explicación para la conducta de Naruto. Tal vez sus padres tenían razón, debía darle tiempo…pero el tiempo y la paciencia se le habían agotado
 
-Iruka-Sensei, ¿este también?- preguntó Naruto ensanchando la sonrisa. El aludido asintió conmovido al ver la prenda que había elegido su alumno del aparador. Debía admitir que tenía buenos gustos. Había sido idea suya la de llevarlo a comprar prendas para el bebé y ese día era idóneo para ir de compras. El clima cálido y las tiendas solitarias
 
-Me parece que este le iría bien- sonrió Iruka, tomando otro de los conjuntos que consistía en un abrigo y unos pantaloncitos blancos. El problema de no conocer el sexo del bebé era la limitante en los colores. Por lo menos lo básico no podía faltar
 
-Gracias Iruka-Sensei- Naruto colocó sobre el mostrador las pequeñas mudas de ropa. Nunca le había emocionado tanto escoger atuendos. Cuando Shikamaru viera todo lo que tenía seguramente se alegraría. Así no sería un estorbo en su casa, no le exigiría nada más que su compañía. Kakashi-Sensei también se había ofrecido a ayudarlo económicamente e incluso la abuela Tsunade le prometió otorgarle parte de las ganancias de las siguientes misiones, aunque fueran todas aburridas, buscar objetos perdidos, perseguir mascotas, custodiar una casa cual vil perro guardián, pero sin duda valdría la pena
 
-Oye Naruto- lo llamó Iruka, colocando su mano sobre el hombro del aludido. -¿Qué te parece si vamos a comer a Ichiraku?
 
Naruto sonrió radiante mientras hurgaba en los bolsillos de la chamarra. Se le complicó encontrar los cupones que le había obsequiado Shikamaru pero finalmente dio con ellos. Su propia ropa comenzaba a quedarle un poco ajustada, especialmente la remera y la chamarra
 
-También compraremos unos cambios para ti- observó Iruka conteniendo la risa. Naruto hizo un mohín de reproche, quería evitar hacer cualquier gasto en él, necesitaba guardar todo para el bebé
 
Ni siquiera había pensado en los posibles nombres, tendría que consultar con Shikamaru, ya lo extrañaba y el mensaje de Kakashi-Sensei solo lo había puesto más ansioso, solo esperaba que no estuviera molesto con él
 
Shikamaru alzó la mirada para contemplar por segunda vez el cielo, sutilmente pincelado por las titilantes estrellas. Tenía apenas media hora de haber llegado pero esperaba impaciente por Naruto. Las luces del departamento estaban apagadas aun, dando muestra insoluble de la ausencia de Naruto
 
Y mientras esperaba tenía que lidiar con el frio de la noche y la pesadez de sus parpados, era un verdadero fastidio tener que esperar, ahora comprendía un poco a Naruto
 
-Shikamaru- la voz a su derecha lo obligó a incorporarse rápidamente. Contrario a lo que espero, Naruto sonreía ampliamente, se veía tranquilo, relajado
 
Por un instante se perdió en las sombras que proyectaban las pestañas del rubio bajo sus parpados
 
-¿Cómo te sientes?- inquirió lacónico. No deseaba expresarse tan fríamente pero se sentía cansado y desesperado por no encontrar una respuesta
 
-Mejor- respondió Naruto, ampliando la sonrisa. -De veras
 
Shikamaru se acercó más para revisar superficialmente el yeso en el brazo de Naruto, lo sintió húmedo al tacto y enseguida hurgó en los bolsillos de sus pantalones lo que con tanto ahínco había estado buscando
 
Ladeando la cabeza, Naruto lo miró extrañado
 
-Son para la picazón- aclaró el estratega, extendiéndole la pequeña bolsa con un contenido similar al talco pero de tonalidad verdosa
 
-Gracias- Naruto la tomó agradecido, había estado intentando por todos los medios aminorar la comezón en su brazo pero el yeso se lo impedía. –La abuela dice que en una semana me lo quitaran
 
-Me alegra- sonrió a medias, tamborileando los dedos a los costados de sus piernas. No sabía si debía disculparse primero o solo debía ser directo
 
-¿Entras?- el rubio señaló la puerta a sus espaldas. Era una suerte que Iruka se llevara las bolsas consigo, aunque ahora se arrepentía un poco, deseaba que Shikamaru viera aquellos conjuntos tan curiosos y pequeñitos, era increíble que fueran tan costosos
 
Shikamaru entró detrás de Naruto, cediendo con sus intentos por conversar en otro lado. Lo había citado ahí así que no venia al caso intentar invitarlo a su casa, claramente esa era la razón por la que Naruto se había distanciado de él
 
-¿Cuánto tiempo…?
 
-¿Quieres dormir aquí?
 
Naruto se restregó las mangas de la chamarra al hacer la pregunta. Su casa era un desorden, peor que antes, había estado sacando sus pertenencias para guardarlas en bolsas plásticas y estas ocupaban gran parte de su habitación. Se arrepintió de preguntar, mas aun cuando no escuchó respuesta de parte de Shikamaru, sabía que iba a molestarse con él
 
-Solo si me respondes algo primero
 
Naruto asintió, más nervioso que antes. Temía que los padres de Shikamaru también se hubieran molestado con él, pero ahora ya tenía varios cambios y algunos artículos de aseo que le serian útiles en unos meses
 
-¿Has pensado tu respuesta?- era demasiado imbécil por volver a cuestionar, se suponía que no lo presionaría de nuevo y sin embargo hacia lo contrario
 
-Si quiero vivir contigo, Shikamaru- una sonrisa satisfactoria jugó en los labios del susodicho. En algún momento sopesó el nuevo rechazo que afortunadamente no llegó. –Ya tenemos varios cambios para el bebé- Naruto corrió hacia su recamara y Shikamaru ahogó un grito en su garganta al verlo salir de ella con una bolsa negra. Naruto no entendía que correr ya no estaba dentro de sus posibilidades
 
-Naruto, no debes correr- le recordó, frunciendo el entrecejo. Pero Naruto lo ignoró para hurgar con su brazo izquierdo dentro de la bolsa. Sacó uno de los conjuntos que había comprado con el dinero de Kakashi
 
-Se parece al mío- sonrió Naruto, alzando entusiasmado el abrigo naranja. Había comprado muchos cambios en ese color pero con Iruka todo había sido en blanco y amarillo así que no importaba
 
Lentamente, Shikamaru suavizó la mirada. Observó atento a Naruto sacar una y otra prenda de la bolsa, sonriendo como no lo había visto en meses
 
Sin pensarlo, se aproximó al rubio y este se sobresaltó al ser abrazado con firmeza
 
-Te extrañé tanto- musitó Shikamaru, repartiendo suaves caricias en la espalda de su amante. Ya no le importaba si se veía vulnerable en ese estado, se había reprimido una semana entera y ver a Naruto de nuevo lo animaba en demasía
 
Se apartó momentáneamente del abrazo cuando Naruto forcejeó un poco. Estaba por preguntar cuando Naruto empezó a correr rumbo a otra de las habitaciones
 
-¡Naruto!- intentó reprenderlo de nuevo pero al escuchar las arcadas provenientes del baño, la angustia se apoderó de él
 
Abrió la puerta con cuidado. Naruto devolvía el estomago, de rodillas frente al inodoro
 
Shikamaru se apresuró a entrar para hincarse a su lado, acariciándole la espalda a Naruto de vez en vez
 
Los síntomas del embarazo no habían sido tan visibles hasta ese momento
 
Esperó paciente a que Naruto terminara de devolver el estomago y cuando lo hizo lo ayudó a incorporarse
 
Naruto intentó sonreír pero no lo consiguió. Detestaba esos mareos repentinos y odiaba mas vomitar
 
Con ayuda del estratega, se acercó al lavamanos para enjuagarse la boca
 
-Hoy mismo te quedas en mi…
 
-No
 
Naruto negó antes de hacer gárgaras con el agua fría. Shikamaru cerró los ojos al escuchar la negativa. ¿Por qué Naruto era tan problemático?
 
-Quiero que hoy te quedes conmigo, Shikamaru
 
Lo meditó escasos segundos antes de aceptar. No era la primera vez que dormía en la casa de Naruto pero si sería la última, quizá por ese motivo Naruto lo instaba a acompañarlo. Después de esa noche, los dos compartirían techo
 
Ambos se recostaron tras varios minutos de limpieza superficial. Shikamaru se encargó de acercar las pertenencias de Naruto a la entrada mientras el rubio hacía la cama
 
Le pareció adorable la forma en la que Naruto se acurrucaba en sus brazos. Shikamaru sabía con antelación que no duraría más de diez minutos en la misma posición, y no se equivocó. Para cuando quiso darse cuenta, Naruto ya le daba la espalda
 
Aun así, no perdió la oportunidad de entrelazar sus manos bajo el abultado vientre del rubio
 
-Dulces sueños…Naruto
 
-.-.-.-.-
 
La amueblada habitación se sentía cálida, disponía de lo básico y era lo suficientemente amplia para el acomodo de las pertenencias del rubio, quien, complacido, se encaminó hacia la cuna que yacía junto a la cama, rodeada por un velo transparente. Naruto sintió el mismo entusiasmo de semanas antes al presenciar por primera vez su recamara. Era cómoda y disponía de lo necesario, un armario para su ropa y un mueble más pequeño para las mudas del bebé
 
Lentamente, deslizó los dedos por la base de la cuna, se imaginó cómo se vería el bebe dentro de ella, ya ansiaba verlo, tenerlo en sus brazos, incluso saber a quien se parecería más, ¿a él o a Shikamaru?
 
Como fuera, lo amaría con todas sus fuerzas, ya lo estaba haciendo, desde el momento justo que se enteró de su estado. Y ahora se sentía acogido en aquella casa que gustaba de visitar casi a diario, la mamá de Shikamaru era muy amable y atenta con él y Shikaku, aunque bastante serio en ocasiones, no dejaba de cerciorarse de que no hiciera falta nada. Ambos habían realizado una lista con las cosas que necesitaría luego del embarazo, la habitación día con día se llenaba de más artículos y Shikamaru no lo dejaba solo ni un instante cuando se encontraba presente. Algunas misiones le habían sido asignadas al estratega pero Shikamaru, a pesar de su evidente pereza, no dejaba de acatarlas rápidamente. Pensaba en varias estrategias a partir de la información y se reunía horas antes con su equipo para verificar que hubieran comprendido cada ínfimo detalle
 
Y con el transcurrir de los días, el sentimiento de atracción crecía entre ambos. Naruto se preguntaba que era esa sensación que experimentaba anteriormente con Sasuke, ahora estaba convencido que no se trataba de amor, quizá eran indicios de un leve enamoramiento, seguía pensando en él pero no como lo hacía antes, Sasuke fue y sería su mejor amigo, sin embargo ahora tenía un lazo mucho mas fuerte con Shikamaru. Ya entendía la diferencia entre los dos
 
A Sasuke lo quería, pero a Shikamaru…lo amaba
 
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- Naruto sonrió al sentir los brazos rodeándolo por la espalda, envolviéndolo en un caluroso y afectivo abrazo. Se cuestionó lo mismo al reparar en la pregunta
 
-No lo sé- se encogió de hombros, restándole importancia a lo dicho
 
-Cada vez te notó mas pensativo- comentó Shikamaru, apoyando con firmeza su mentón sobre el hombro derecho de Naruto. Recién regresaba de otra de las superfluas misiones, se sentía ansioso cuando estaba fuera de la aldea, aun si Tsunade había reforzado la seguridad en las inmediaciones de la villa, seguía temiendo que algo le sucediera a Naruto. Y no era para menos, el rubio tenía casi cinco meses de embarazo, lucía diferente de algún modo, aunque el único cambio físico perceptible se centraba en el estomago, un poco más abultado que antes. Habían tenido que adquirir varias playeras más para Naruto. Por más que el rubio se negara a aceptar algo para él, había terminado accediendo
 
-Es que…- Naruto cerró los ojos cuando Shikamaru procedió a acariciar su abdomen, suave, despacio, se sentía agradable el contacto. –No hemos pensado en un nombre- recordó abrumado
 
Shikamaru detuvo las caricias y su expresión se tornó dubitativa. Era cierto, había estado tan ocupado últimamente que ni siquiera había reparado en eso. Shizune insistía en hacerle más pruebas a Naruto pero ninguno quería saber el sexo del bebé hasta que naciera, por lo tanto se habían rehusado
 
-¿Algún nombre posible?- indagó el estratega, apartándose del abrazo. Naruto negó con la cabeza
 
-¿Qué tal Naruko?- preguntó pensativo. Shikamaru lo meditó un poco
 
-¿No es ese el nombre que le pusiste a aquel jutsu?
 
Naruto asintió y Shikamaru no supo que decir al respecto. Sintió un leve ardor recorrerle el rostro, no estaba seguro pero la sonrisa de Naruto lo hizo cambiar de parecer. Al menos no había elegido el nombre de Sakura, eso definitivamente no lo permitiría, ni de broma
 
-¿Y si es niño?
 
Los ojos azules lo miraron fijamente por unos instantes
 
-¿Cuál te gusta?- Naruto se sentó a la orilla de la cama. Había estado pensando en las palabras de la Hokage, desde los riesgos que podían presentarse hasta el cuidado que debía tener. Ya no cargaba objetos pesados y las escasas misiones de rango D que le habían otorgado no existían más. Estaba un poco desesperado por dejar a un lado su entrenamiento pero sabía que era completamente necesario. En ningún momento se dispuso a meditar en un nombre para su bebé y ahora esa cuestión lo agobiaba
 
-No se me ocurre ninguno- admitió Shikamaru, tomando asiento junto al rubio y estirando las piernas al tiempo que se llevaba ambos brazos detrás de la cabeza. Fijó su mirada en un punto del techo y Naruto se volvió hacia él para empujarlo del pecho, haciendo que se recostara sobre el colchón
 
-No seas flojo, Shikamaru- se acomodó sobre el cuerpo del aludido, colocando las piernas a los costados de su cadera
 
Los ojos azules parecieron estudiar su expresión. Shikamaru pronunció un escueto monosílabo antes de contestar
 
-No bromees, casi no he descansado esta semana- enredó sus dedos en el cabello rubio para atraer el rostro de Naruto hacia el suyo. Resultaba irónico que ahora que Naruto vivía en su casa su relación se hubiera fortalecido bastante. Era un fuerte lazo el que los unía y estuvo más seguro que nunca de sus sentimientos por Naruto
 
Cerró los ojos y rozó ligeramente los labios de Naruto, instándolo a que le correspondiera. Le ponía mucho tener a Naruto de esa forma pero sus muestras de afecto no rebasaban los besos y las caricias, tenía miedo de lastimarlo, a él o al bebé, era tan ignorante en ese aspecto
 
Y Naruto se había negado a abandonar su departamento. Poco menos de la mitad de sus pertenencias se habían quedado rezagadas en el linóleo. Y es que Naruto argumentaba que no podrían tener intimidad en su casa, cuestión bastante acertada a parecer de Shikamaru
 
Un pensamiento pueril lo abordó al repasar sutilmente el pasado. Naruto se inclinó un poco más hacia adelante, permitiendo que ambos labios se unieran. Quiso igualar la habilidad labial de Shikamaru pero no lo logró
 
-¿Crees…?- Shikamaru tomó aire al cabo de unos segundos, y Naruto lo contempló atentamente con aquel semblante infantil que el estratega adoraba
 
Dudó en cuestionar, evidenciar sus celos a esas alturas era una actitud tan nimia de su parte, sin embargo deseaba saber que era lo que pensaba Naruto, así que se forzó en continuar
 
-¿Crees que puedas sentir lo mismo por mi? Me refiero a cómo te sentías con Sasuke
 
Naruto hizo un mohín de desconcierto, la misma duda lo había perseguido cuando recientemente inició su relación con Shikamaru. Entonces creía amar a Sasuke pero no era así
 
-No puedo sentir lo mismo por ambos- se incorporó despacio, dejando a Shikamaru con una expresión de absoluta perplejidad. –Creo que estaba confundido respecto a Sasuke
 
Shikamaru se sentó, la gélida sensación comenzaba a disiparse, nunca había intentado suplantar a Sasuke, simplemente quería enamorar a Naruto por sus propios medios, siendo quien era
 
-Te amo Shikamaru- una tenue sonrisa delineó los labios del rubio. –Más de lo que quise a Sasuke
 
-Naruto…
 
Su ritmo cardiaco se aceleró a niveles insospechados. Y Shikamaru solo atinó a entrelazar sus dedos con los de Naruto. Le angustiaba no ser un excelente padre, un ejemplo a seguir como realmente deseaba. Ambos serían padres primerizos y las dudas no faltaban. No obstante, contaban con el apoyo de varios Shinobis, sus padres también estaban ahí. La ayuda no faltaba, solo la experiencia que adquirirían más adelante
 
-Taichi- Shikamaru mantuvo la mirada al frente mientras hablaba. Naruto lo observó confundido, sin deshacer el agarre de su mano. –Me gusta el nombre de Taichí- completó esbozando una sonrisa relajada. Naruto sonrió radiante ante lo dicho, ya tenían dos nombres posibles
 
-Me duele mucho- se quejó Naruto, doblándose al sentir los malestares de antes. Shikamaru abandonó su lugar en la mesa para ir en su dirección. Yoshino lo tranquilizaba al decirle que eran normales aquellas contracciones pero él no soportaba ver a Naruto de ese modo. Le dolía y él no sabía qué hacer al respecto
 
-¿Estás segura de que no podemos suministrarle nada?- era estúpido por preguntar, sabía de antemano que la respuesta era negativa. Sería riesgoso para el bebé pero tenía la vaga esperanza. -¿Compresas, pomadas, algún remedio que conozcas?
 
Yoshino se posicionó tras de Naruto para acariciar los cabellos dorados, Shikamaru no dejaba de tomarlo de la mano, con un semblante de entera preocupación
 
-Un baño- sugirió pensativa
 
-¿Ah?- Shikamaru creyó no escuchar bien. Mantenía su atención en Naruto y solo dejó de observarlo cuando Yoshino corroboró sus palabras
 
-Un baño de agua templada. Yo los tomaba antes de tenerte
 
Shikamaru separó los labios dispuesto a pedirle que omitiera detalles pero no tuvo tiempo de hacerlo cuando su madre se encaminó al pasillo lateral
 
-Pondré la bañera- aclaró en voz apenas audible. –Cuida a Naruto hasta entonces
 
-Hmm- el estratega cerró los ojos al sentir un firme apretón, más fuerte que los anteriores. Naruto se incorporó despacio en su lugar cuando el dolor pareció cesar. –Ella dice que el dolor se vuelve más insoportable en los últimos meses
 
Naruto entrecerró los ojos, agobiado por el comentario
 
Después de asearse, Naruto se sintió mejor. El dolor y las nauseas era lo peor de todo. Inclusive tenía que levantarse por las noches a devolver el estomago, no lo hacía siempre pero odiaba cuando eso pasaba. A veces se confundía de recamara, somnoliento y con el pensamiento de estar en su casa. Una semana atrás había recurrido a Shizune con una duda que no lo dejaba tranquilo, estaba totalmente seguro de que Shikamaru la tenía también pero le incomodaba tratar ese tema con él, especialmente porque Sasuke estaba implicado
 
No entendía por qué estando con Sasuke no había quedado encinta. Eran diversos factores según palabras de Shizune. Naruto recordaba sentirse incomodo cuando tenía relaciones con Sasuke, le dolía y nunca había tenido un orgasmo, quizá Sasuke tampoco. Lo lastimaba pero ni siquiera lograba satisfacerse a sí mismo
 
Ladeó el rostro hacía la ventana cuando Shikamaru entró a la habitación. No le gustaba recordar malos momentos ahora que estaba con él. Prefería quedarse con la buena imagen de Sasuke, su mejor amigo
 
-Aquí esta- suspiró el estratega, dejando el recipiente sobre la mesita de centro. Naruto sonrió complacido, era un alivio que Áyame se quedara hasta tarde en el restaurante. Tenía muchas ganas de comer ramen y Shikamaru rara vez le negaba sus antojos. A menos que fueran golosinas, la quinta insistía en que debía sustituir los dulces por las frutas y él no terminaba de acostumbrarse a ese cambio
 
-Vaya, estas despierto- masculló Kabuto, pasando de largo por la habitación oscura. Los ojos de Sasuke siguieron cada uno de sus movimientos
 
-Piérdete
 
-Creí que querías información sobre Naruto- sonrió Kabuto, ajustándose con el índice las gafas. Los ojos carmesí se entornaron con sorpresa, había dado en el clavo. –Ya sabrás que reforzaron la seguridad en las delimitantes de la villa. Al menos tres cazadores Anbu están interceptando a los intrusos en la entrada
 
-No me interesa- tajó Sasuke, cruzando los brazos sobre su pecho. Mentía pero no quería demostrarlo, sobre todo desde la última vez que había ido a Konoha. Un plan fallido para llevar a Naruto consigo, era un desagradecido, un vil mentiroso. Naruto decía quererlo y sin embargo se había rehusado a acompañarlo, un rotundo rechazo y aun no olvidaba su encuentro con el miserable que había liderado la infructuosa misión de su búsqueda. Todos eran unos malditos hipócritas
 
-¿En serio?- la ironía traspasó la voz de Kabuto, quien, divertido, se paseó de un extremo a otro de la habitación. Ya no temía quedarse a solas con Sasuke, sabía que el Uchiha lo ocupaba, aun más ahora que conocía cierta información de relevancia, producto de sus salidas nocturnas. –Entonces no te importara saber que Naruto está esperando un hijo
 
Un leve crujido y Kabuto sonrió al percatarse de la nueva postura del Uchiha
 
-Así es, Sasuke- sonrió a medias pero no pudo seguir avanzando cuando su rostro se encontró a escasos centímetros del suelo. La fuerza descomunal que poseía Sasuke era de temer. Sin embargo no se inmutó. Permaneció quieto, sintiendo las articulaciones de sus brazos estirarse un poco
 
-Habla- le ordenó Sasuke, ejerciendo mayor presión en el agarre
 
-.-.-.-.-.-
 
Naruto se tocó con suavidad el estomago al estar de pie frente al espejo de cuerpo completo. La holgada playera blanca se ceñía mucho en la parte inferior de su cintura. El rubio intuyó entonces que se veía tan raro como se sentía actualmente. Aunque no le interesaba mucho ese hecho y en realidad había dejado de mirar su propio reflejo hacía tiempo. Ahora notaba con mas regocijo el cambio que había experimentado su cuerpo, uno superficial, perceptible únicamente por el grosor en el estomago. Y Naruto estaba seguro de que cualquiera que ignorara su estado, atribuiría fácilmente su apariencia con una comida muy pesada
 
Le gustaba la forma que le devolvía su reflejo. Y es que seguía siendo delgado, solamente el estomago desentonaba con el resto de su fisionomía. Tan solo esa parte de su cuerpo crecía con el paso de los meses. Y él no podía esperar por tener a su bebé en sus brazos
 
Podía pasar horas conversando con él cuando se duchaba, por las noches era lo mismo, suaves caricias acompañadas de murmullos. Quería que su bebé supiera lo ansioso y feliz que estaba, la espera le parecía eterna, y sin embargo faltaban solo dos meses para que el bebé se desarrollara de manera adecuada dentro de él
 
-Naruto- escuchó que tocaban a la puerta. Dejó de acariciarse el vientre y tras acomodarse la playera, sonrió
 
-Estoy…
 
-Es hora de la merienda- lo interrumpió la fémina. Naruto asintió cuando la puerta se abrió. Los ascos eran insoportables a menudo pero la mamá de Shikamaru no lo dejaba tranquilo hasta que comía una considerable porción de vegetales, en veces acompañados de alguna sopa
 
Que ganas tenia de ir a Ichiraku de nuevo. Pero Shikamaru estaba ocupado entrenando, por las tardes entrenaba y durante las noches le hacía compañía
 
Y el significado de lo que conlleva una familia nunca le pareció tan claro. Naruto estaba seguro de amar a Shikamaru. Se sentía aceptado dentro de la familia Nara y lo único que le faltaba para sentirse completamente feliz era su bebé
 
Con cuidado, tomó asiento junto a la mesa. Yoshino le devolvió la sonrisa antes de servirle una generosa ración con verduras
 
-Shikamaru se ha estado esforzando mucho en los entrenamientos- comentó Yoshino, haciéndole compañía a Naruto en la mesa. –No ha parado desde ayer
 
Naruto le dio la razón con un asentimiento de cabeza, trataba de masticar la comida pero lo hacía despacio por temor a las nauseas, era la peor de todas las sensaciones que implicaba el embarazo
 
-Shikamaru es muy hábil- dijo al pasar el bocado. No entendía la razón que tenía Shikamaru para querer mejorar últimamente. El estratega era bastante ocioso pero los papeles parecían haber cambiado ese mes
 
-Lo es- afirmó Yoshino, doblando una de las servilletas sobre el mantel. –En ataques a larga distancia
 
El rubio se llevó otra cucharada de vegetales a la boca. Ya comprendía de qué iba todo el rollo del entrenamiento. Shikamaru quería mejorar en ese aspecto. Cada Shinobi tenía una debilidad notoria y la de Shikamaru no era la excepción. Podía considerarse un ninja de elite teniendo en cuenta sus estrategias pero los golpes directos no se le daban muy bien
 
-¿Dijo con quien iría?- quiso saber, dejando la cuchara a un lado. Yoshino le entregó entonces el vaso con agua fresca que reposaba junto a otro de los platos intactos
 
-Si- respondió con seguridad. –Menciono a Maito Gai
 
Naruto se levantó de súbito. Shikamaru se estaba esforzando mucho y lo mínimo que podía hacer era apoyarlo, brindarle su compañía, que supiera que estaba al tanto de su entrenamiento
 
-Iré a verlo- anunció decidido. Yoshino suspiró contrariada. Por un lado podía dejarlo ir, Naruto había acatado muy bien las órdenes de la Hokage y salía únicamente para caminar y respirar aire fresco. Pero por otro lado, podía ser arriesgado dejarlo marcharse solo
 
Tristemente, las únicas visitas que tenía Naruto eran de sus superiores, Kakashi e Iruka no dejaban de presentarse semanalmente, al igual que Jiraiya y Shizune con algunas recomendaciones de la quinta
 
Ninguno de sus amigos había acudido a verlo y eso en cierto modo, la abrumaba
 
-Te acompaño- sugirió amablemente pero Naruto negó en desaprobación. No le gustaba sentirse tan dependiente, suficiente tenía ya con haber dejado el entrenamiento de manera temporal
 
-Gracias pero prefiero ir solo- se rascó la nuca con nerviosismo. Recordaba los comentarios de Shikamaru acerca de lo molesta que se ponía su madre cuando la contradecía, curiosamente nunca la había visto molestarse, al menos no cuando él estaba presente
 
-Bien- accedió de mala gana. –Por cierto Naruto, hay fresas en la nevera. En caso de que quieras llevar algunas
 
Naruto sonrió radiante antes de devolverse sobre sus pasos. Algo dulce disiparía la sensación de nauseas
 
-Eres lento- profirió Lee al presenciar el estado del estratega. Visiblemente cansado, y sujetándose las rodillas para recobrar el ritmo de su respiración, se veía derrotado en más de un sentido
 
-Más que una tortuga- agregó Tenten, tomando asiento bajo la sombra de uno de los arboles aledaños. Neji sonrió sutilmente desde su lugar, sentado sobre uno de los troncos que previamente habían usado para su entrenamiento matutino
 
Shikamaru los miró uno a uno con desdén. Sus comentarios no ayudaban en nada y él no podía sentirse más patético al equipararse con los movimientos físicos de su oponente. Lee era uno de los Shinobis más veloces en regla, el Taijutsu era su fuerte y representaba a su vez una de las mayores debilidades que él poseía
 
Combate cuerpo a cuerpo. Sin duda, su mayor debilidad
 
Qué situación tan hilarante le resultaba hallarse frente al equipo de Gai en ese momento. No obstante, estaba desesperado, se sentía inferior cuando recordaba su pelea con Sasuke y por supuesto temía que se repitiera, aun si no hacía falta, prefería estar prevenido ante cualquier situación que implicara un mejor desempeño físico de su parte. Naruto era su responsabilidad ahora, tanto él como su hijo. Recordarlos, le daba ánimo para continuar, por más ridículo que se viera y por más débil que se sintiera, los protegería a toda costa
 
La villa estaba fuertemente resguardada, la mayoría de los Anbu estaban siendo secundados en su labor de vigilancia por algunos Jounin. En conjunto custodiaban los cuatro puntos equidistantes de la aldea
 
Y en consecuencia, el interior de la aldea estaba más vulnerable. No podían descuidar las inmediaciones de la aldea y por ese motivo solo restaban Shinobis con el rango de Genin y Chunnin dentro de la villa
 
-¿Por qué no pruebas con tu jutsu de sombras?- inquirió Tenten. Shikamaru se incorporó lentamente, presenciando como una gota de sudor resbalaba por el puente de su nariz hasta tocar el suelo. Estaba exhausto y no había marcado mucha diferencia en su velocidad
 
-Tengo un tiempo límite para usarlo- aclaró secamente. –Cinco minutos y debo descansar hasta que mi nivel de chakra se estabilice
 
Sin duda, otra de las debilidades que tanto odiaba. Independientemente de su mediocridad y falta de agilidad en movimientos físicos y de contacto, su jutsu también estaba limitado por su chakra
 
-Que inteligente de tu parte venir a pedir ayuda- masculló Neji, mirándolo con arrogancia. Shikamaru desvió la mirada de su interlocutor. El Hyuga no le agradaba en lo más mínimo, sobre todo a sabiendas de la inminente atracción que sentía el poseedor del Byakugan por el rubio
 
Seguro que el sentimiento de desagrado era reciproco, aun mas tras la primicia del embarazo de Naruto
 
-No creo que resulte- jadeó, cubriéndose la frente con el antebrazo para mirar el cielo despejado, el sol inundaba cada sección con sus sofocantes rayos y él estaba al límite y posiblemente deshidratado. Pésima idea salir de su casa sin preparación previa. Tampoco le gustaba el hecho de no ver a Naruto a esas horas pero no quería asfixiarlo con su faceta sobre protectora.
 
Porque tenía que admitir que a Naruto le sentaba de maravilla el embarazo. Su chico se veía radiante y su sonrisa más hermosa que nunca
 
Quizá debería dejar el entrenamiento por ese día. Podía descansar un poco y retomaría al día siguiente las lecciones
 
-Tienes razón- aceptó Lee, manteniendo la guardia en alto
 
Shikamaru entrecerró los ojos, ligeramente enceguecido por el sol. Le pareció distinguir una conocida silueta a la distancia. Incluso un quedo susurro llamándolo. Fantástico, ya comenzaba a alucinar
 
-¡Te atacaré a la máxima potencia para que espabiles!- exclamó Lee con entusiasmo. Shikamaru se volvió en su dirección entonces, consciente de que lo atacaría con todo. Pero el quedo susurro aumentó su volumen, convirtiéndose en un suave eco que repitió su nombre por segunda vez
 
Era Naruto, lo supo al volverse hacia su derecha
 
-¡Remolino de la hoja!
 
Sus ojos se entornaron nuevamente hacia Lee, el cual corrió velozmente en su dirección, más que dispuesto a arremeter una serie de patadas
 
Naruto se detuvo justo en medio de ambos, sin entender que estaba pasando y sin escuchar las advertencias de Tenten porque se hiciera a un lado
 
Shikamaru unió rápidamente ambas manos, a sabiendas de que no llegaría a tiempo. Su corazón latía a prisa y sintió una molesta obstrucción en la garganta a causa de su ignorancia. Lo había escuchado antes y no prestó atención al llamado
 
El rostro de los presentes se contrajo en una mueca de inminente preocupación ante lo inevitable. Incluso Lee trató infructuosamente de frenar su ataque. Naruto pestañeó cuando la brisa de la patada le rozó el rostro, se cubrió el estomago con ambos brazos y lo siguiente que supo fue que alguien había interceptado el golpe
 
-G-Gai Sensei- balbuceó Lee al reparar en quien había retenido la patada con su antebrazo. El susodicho sonrió y alzó el dedo pulgar con aires de triunfo. Tres suspiros resonaron a la distancia
 
-Naruto- Shikamaru corrió en su dirección y aunque tarde, se alegró de que el mentor de su oponente apareciera en ese momento. Naruto cerró los ojos cuando el estratega lo estrechó con firmeza entre sus brazos, un cálido gesto sobre protector que lo hizo sentirse bien aun después de lo sucedido
 
-¡Idiota!- un fuerte golpe y Lee rodó en el suelo
 
Shikamaru se dispuso a guiar a Naruto hacia otro de los arboles. Sentía su boca reseca y sus manos temblorosas. Pronto el sentimiento de culpa lo embargó. Se suponía que entrenaba para proteger a Naruto y no obstante, no logró bloquear el ataque de Lee
 
-Sensei yo…- Lee se sujetó la mejilla enrojecida. Las lágrimas se asomaron en sus ojos. Gai le extendió una mano para ayudarlo a levantarse y lo acompañó en el inevitable sollozo
 
-Está bien, Lee- lo abrazó con fuerza, arrepentido del golpe que le había dado. –No fue tu culpa, pero tenía que darte una lección. No puedes atacar a tu contrincante con la guardia baja, y menos si tu adversario está encinta
 
-Gai Sensei…
 
Tenten rodó los ojos ante la emotiva imagen de profesor y alumno abrazándose mutuamente y sollozando por la acción del contrario. Se volvió hacia Neji para hacer un comentario y enseguida calló al ver como Neji se ponía de pie, con una expresión de completo hastío que se extendió rápidamente. Tenten se giró en dirección de lo que mantenía en ese peculiar estado a su compañero pero solo vio como Shikamaru se acomodaba junto a Naruto en el césped
 
-Traje fresas- sonrió Naruto, mostrándole el pequeño recipiente a Shikamaru, este sonrió, mas aliviado de que la situación no pasara a mayores. Descuidar a Naruto tampoco era una opción y no lo habría hecho de saber que el rubio lo seguiría, pero admitía que era grato tenerlo a su lado. Quizás demasiado
 
-Vaya- suspiró, tomando a Naruto de las caderas para sentarlo sobre su regazo. La preocupación comenzaba a disiparse conforme pasaban los minutos. -Comes fruta por iniciativa propia- pasó ambos brazos bajo el abultado abdomen y Naruto solo atinó a sonreír mientras apoyaba la cabeza en el torso de Shikamaru
 
-Son fresas con crema- añadió, divertido por la expresión de fastidio que tenía Shikamaru. Le gustaba hacerlo enojar en ocasiones
 
-¡Hola, Naruto!- lo saludó Tenten, aproximándose hacia ellos. Shikamaru se vio obligado a soltar a Naruto al saberse observado, le incomodaba en demasía que los interrumpieran pero agradecía que fuera Tenten y no Neji
 
Naruto sonrió por toda respuesta. Se sentía algo distante de sus amigos pero no era él quien se estaba alejando y lo sabía. El siempre estaba ahí para ellos y ahora parecía que todos le daban la espalda…otra vez
 
-¿Puedo?- preguntó Tenten, señalando el abultado abdomen. Naruto asintió y alzó un poco la playera para que la chica le acariciara la piel. Se sentía agradable cuando lo acariciaban. -¿Saben qué será?
 
Shikamaru y Naruto se miraron entre sí. Cada uno tenía su propia teoría que se basaba en todo y nada. Desde la forma del estomago hasta los antojos del rubio
 
-Niña
 
-Niño
 
Respondieron al unísono, contradiciéndose mutuamente. Naruto esbozó una sonrisa y Shikamaru lo imitó poco después
 
-No sabemos- confesó, pasándose los brazos detrás de la cabeza
 
-¿Por qué no hacemos una reunión?- preguntó Tenten, mirándolos a ambos
 
Shikamaru dudó en responder. Consultó el semblante pensativo de Naruto y supo cual sería la respuesta del rubio
 
-Podemos organizarla la siguiente semana- sonrió Tenten, más animada con la idea. –Le pediré ayuda a Neji y a Lee. Invitaremos a todos para que lleven obsequios
 
La respuesta murió en los labios del estratega en cuanto la mención de Neji se hizo presente. Si antes pensó en aceptar, ahora estaba convencido de no hacerlo
 
-En realidad…
 
-¿De qué hablan, chicos?- se acercó Gai seguido de Lee
 
Tenten tomó aire para responder
 
-De organizar una fiesta para…
 
-No creo que sea buena idea- tajó Shikamaru, irrumpiendo con el arranque de euforia de la kunoichi. Las miradas se centraron en Naruto de inmediato, todos querían una respuesta de parte del rubio, quien, nervioso, movió los pies en círculos, dudando de su propia contestación
 
-A mi…- miró a Shikamaru de soslayo, temiendo que se molestara por su respuesta. –Si me gustaría
 
-La juventud en su pleno apogeo- exclamó Gai, ensanchando la sonrisa. Shikamaru dio un respingo y se llevó las manos a las sienes. La situación se estaba tornando problemática
 
-Ayudaré en lo que me sea posible- se integró Neji al grupo
 
Y Shikamaru estuvo seguro de que las cosas no podían empeorar
 
-Invitaré a Sakura también- aplaudió Tenten
 
-Eh, Shikamaru, ¿te sientes bien?- preguntó Lee al notar la expresión de frustración que tenía el aludido
 
-Casi oscurece- murmuró Kabuto desde el alfeizar de la puerta. Sasuke pasó de largo, sopesando la única resolución que se había formado en los últimos dos meses. Ansiaba ver a Naruto pero más que nada, quería destruir con lo que ataba a Naruto a la aldea de la hoja
 
Estaba convencido de que Naruto accedería irse con él una vez que destruyera el único lazo que lo mantenía en la villa. Ni sueños ni ideales, ni siquiera el Chunnin representaba una amenaza para su persona, no merecía la pena
 
-¿A dónde piensas ir, Sasuke?- Kabuto endureció la mirada al saberse ignorado. Sasuke estaba más ensimismado que de costumbre y eso no le gustaba para nada. Quería sacarlo de sus casillas con aquel comentario, no hundirlo más en sus cavilaciones
 
-Muéstrame el laboratorio de Orochimaru- ordenó Sasuke, doblando en una de las enormes habitaciones que simulaban un laberinto. Kabuto dejó de seguirlo al escuchar la exigencia
 
-¿Qué pretendes?
 
-Orochimaru experimentaba con los cuerpos de los recién nacidos de cada aldea- prosiguió Sasuke, adentrándose en otra de las oscuras habitaciones. –Para ello hacia que las madres los tuvieran antes de tiempo
 
-¿Quieres que Naruto aborte?- sonrió Kabuto, satisfecho con su conclusión. El silencio que secundó a la pregunta le dio a su vez la respuesta
 

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