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Estamos hechos el uno para el otro por klaushunlove

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Notas del capitulo:

RESUMEN: Mirándose el uno al otro con tanto amor y comprensión y provocando sensaciones que nunca antes habían sentido con otra persona, comprendieron que estaban hechos el uno para el otro.

Kakairumonth2021 Día 8: ramen.

-Oh. Sí. Mmm. ¡I-Iruka!-
 
La pareja estaba tan inmiscuida en su placer que no se dieron cuenta de que otra figura había entrado a la habitación. Era un hombre joven, con cabello plateado y una mascarilla que cubría la mitad de su rostro.
 
Sin embargo, el recién llegado no estaba preocupado. Solo se quedó mirando a la pareja mientras sostenía una bolsa con verduras y condimentos.
 
Negando un poco y ya desinteresado por la escena dio media vuelta y fue a la cocina. Tenía que preparar y buscar los elementos de limpieza.
 
En la habitación uno de los hombres no notó que el de cabello oscuro había alargado la mano hasta alcanzar cierta jeringa que ya tenía preparada de antemano y, sin remordimientos, clavó la aguja con el líquido en el cuello del otro sujeto.
 
Asustado, el hombre se apartó con una mano agarrando su cuello.
 
-¡Qué mierda! ¿Qué me pusiste?-
 
Iruka, todavía con la aguja en sus mano y sintiendo con satisfacción solo dijo:
 
-Oh, nada realmente importante, Mizuki. Solo es un sedante lo suficientemente poderoso como para que hagas efecto en unos pocos minutos.-
 
Cada vez más agitado, Mizuki intentó escapar de las garras de Iruka sin éxito. Cada vez se sentía más aletargado y pesado. Hasta le costaba respirar un poco.
 
-Esto te lo mereces, maldito cerdo. No creas que no sé que violaste a Anko. ¡Puerco!-
 
Con la vista cada vez más nublada vio que otro hombre había llegado con unos cuchillos en manos mientras tenía un delantal.
 
No pudo decir nada, la lengua estaba pesada y empezó a sentir mucho sueño.
 
Suspirando y poniendo lo ojos blancos, Kakashi se acercó a Iruka, quien estaba temblando, no sabía si por la ira o por la emoción y puso sus manos en los hombros del hombre desnudo.
 
-Iruka, amor. No te ofusques tanto ¿sí? De todas maneras se acabó.-
 
Mirando a su marido, Iruka sonrió y se tranquilizó. Kakashi siempre tenía ese efecto curioso en él.
 
-Kakashi. ¿Cuando llegaste? ¿Y ya tienes los ingredientes?-
 
-Sí, amor. Los tengo en la cocina. Ahora, ¿quieres cortarle el cuello en la tina o en la cocina?-
 
Mirando con asco al hombre acostado al lado suyo, Iruka se levantó y fue a buscar su ropa para poder vestirse.
 
-En la tina, deja menos sucio y es más fácil de limpiar.-
 
Cuando estuvo listo y con ayuda de Kakashi tomaron a Mizuki y lo dejaron en la ducha de la habitación. Cada uno con un delantal y con cuchillos carniceros, empezaron a cortar al hombre inconsciente.
 
Iruka, con una gran satisfacción, clavó el cuchillo en el cuello de Mizuki, haciendo que la sangre saliera profusamente, parecía como si se hubiera abierto una llave y la sangre corría como agua.
 
Y sin esperar más, empezó a cortar la garganta y empezara a separar la cabeza del cuello. Tenía más trabajo que hacer.
 
Kakashi empezó a cortar las piernas desde las articulaciones y separar la carne del hueso.
 
El trabajo en cortar y sacar la carne buena de lo demás era arduo pero a la vez satisfactorio. No era la primera vez que lo hacían y tampoco sería la última y ambos estaban contentos con eso porque cada uno encontraba cierta paz, tranquilidad y satisfacción en acabar con hombres que no merecían vivir, a pesar de que ellos mismos sabían que eran parte de la misma calaña.
 
Ya pasadas las horas y ensangrentados ambos y con la carne separa de los huesos y toda la mierda, se miraron lograron mirar el amor y la devoción que ambos sentían por el otro. Realmente eran almas gemelas.
 
-Iruka.- dijo Kakashi. -Anda a buscar bolsas para guardar la carne y la otra mierda. Recuerda que debemos quemar toda la basura.-
 
Acercándose al de cabello blanco y besando su mejilla, Iruka se retiró para buscar todo lo necesario para limpiar el cuarto. Todo siempre quedaba sucio después de cada maldito trabajo, pero bueno, tampoco es que Iruka se quejara.
 
Ya cuando Iruka regresó al cuarto, vio que Kakashi ya había empezado a limpiar el baño.
 
Con todo ya limpio de la sangre, pudo ver los huesos de Mizuki. Siempre le impresionaba que los huesos humanos fueran tan delicados y fuertes a la vez. Le hacía pensar que todos eran malditamente frágiles.
 
-Amor, ahí está lo que sirve. Y con esto, ¿lo quemamos ahora o mañana?- dijo, señalando los restos apartado en un rincón.
 
-Mañana yo creo. Ya es bastante tarde y tengo hambre, la verdad.-
 
-Está bien. Mañana temprano entonces.-
 
Dando un beso en los labios de Iruka recogió toda la basura que estaba en su baño. La piel, cabello, órganos y demás eran bastantes pesados, por lo que lo dejó en su baño.
 
-Kakashi, ¿puedes cortar las verduras, por favor? Yo puedo cortar y preparar la carne para el ramen. Lo demás lo voy a congelar.-
 
Asintiendo, ambos se dirigieron a la cocina a preparar la cena en un cómodo silencio.
 
La carne humana, según la opinión de ambos, era bastante sabrosa. Tenía un sorprendente sabor a carne de cerdo a pesar de ser una carne roja. La textura era blanda, como si se tratara del mejor corte de vacuno y era perfecta para todo tipo de preparaciones. Sin duda, era la mejor carne que hubieran probado antes.
 
Cuando estuvo todo listo, incluyendo los fideos y la carne cocida y colocando los platos de ramen uno delante del otro, empezaron a comer mirando el amor incondicional de ambos.
 
Nadie los entendía como el otro y nadie nunca le había provocado las sensaciones que el otro le provoca. Sin duda estaban hechos el uno para el otro.
 
Fin.
Notas finales:

Hola

;)

Esto básicamente fue inspirado en un caso de asesinato que ocurrió en mi país.

La esposa mató a su marido (ella sufría de maltrato físico, psicológico y verbal), lo descuartizó y luego lo cocinó para tapar el asesinato.


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