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La epifanía irónica por Katt-chan

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Notas del capitulo:

¡Espero que lo disfruten!

Era un alivio realmente. Tal como había prometido, Kageyama volvió a aparecer en el entrenamiento del sábado. Tanto Sawamura como Sugawara lanzaron un suspiro aliviado. Todo parecía estar retornando a la normalidad en Karasuno, mientras el armador pelinegro mantenía sus interacciones más o menos usuales con Hinata. Por su parte, el pelinaranja hace un par de semanas había notado que su compañero parecía más feliz, y a pesar de que le preguntaba si había ocurrido algo para mejorar su humor, el otro solo lo golpeaba y decía que dejara de decir tonterías sin contestar sus cuestionamientos.

No fue sino hasta el fin de esa práctica que algo les indicó que tal vez no todo estaba como antes. Notaron que el pelinegro ordenó muy rápido sus cosas y se dispuso a salir de ahí.

“¿Todo bien, Kageyama?” Preguntó Suga justo antes que atravesara la puerta.

“Sí. Adiós.” Dicho eso, se retiró de ahí aceleradamente.

“Eso fue raro, ¿no?” El vice capitán le comentó a Daichi, que lo tenía a su lado.

“Tal vez… pero vino hoy. Eso es lo que importa ahora.” Contestó, restándole importancia.

“Daichi, no estoy hablando de volley.” Koshi dijo rodando sus ojos.

“Al menos se ve feliz.” Mencionó el pelinaranja. “Pero extraño pasar tiempo con él.” Terminó diciendo con algo de tristeza. Los demás lo miraron extrañados y no dijeron palabra. Era cierto que Kageyama se veía más normal -ahí a que se viera feliz era discutible-, sin embargo, todos habían pensado que los momentos junto con el pelinegro se habían reducido considerablemente. Era usual que Tobio se quedara más tiempo en los entrenamientos, o que saliera comprar botanas con ellos, o que simplemente caminaran juntos hacia sus hogares hasta que llegara el momento de separarse. Ninguna de esas cosas había vuelto a ocurrir desde como un mes atrás. ¿Realmente estaba bien su compañero?

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“¡Oikawa-san!” El castaño se volteó hacia la voz, encontrándose con su lindo novio que se acercaba a él. “¿Esperaste mucho rato?”

“No, tranquilo. Y mira.” Dijo alzando una bolsa. “Compré las verduras que te faltaban.”

“Gracias.” El pelinegro tomó la bolsa para revisar su contenido rápidamente. “¿Vamos a mi casa?”

“Vamos.” Oikawa le quitó la mercadería y tomó su mano entrelazando sus dedos. Después de asumir que no practicarían juntos los sábados, llegaron al acuerdo de comer juntos una vez que las prácticas de ambos terminaran. “¿Cómo te fue hoy?” Preguntó mientras caminaban.

“Bien. Estaremos listos para derrotarlos en el campeonato.” Señaló con una sonrisa de superioridad.

“Sí, claro. Eso lo veremos.” Tooru respondió igualando su tono. Después de que ambos lanzaran una pequeña risa, continuó. “Bueno, los muchachos preguntaron por ti hoy. Suzuki parecía algo decepcionado de no tener a su aprendiz.”

“¿Les explicaste que no puedo ir?”

“Sí, tranquilo, ellos entienden.”

Siguieron comentando sus días mientras entraban al hogar del pelinegro y preparaban las cosas para el almuerzo. Tobio se puso a trabajar al instante en la comida, mientras, como era habitual, Tooru se sentaba a verlo fascinado.

“Me puedes ayudar también, ah.” Dijo Kageyama frunciendo el ceño. Oikawa se paró para disponerse junto al chico.

“Bien, ¿en qué necesitas que te ayude?”

“¿Puedes hacer el arroz?”

“Claro, ¿Dónde tienes la arrocera?” El pelinegro lo quedó mirando extrañado.

“¿Arrocera? ¿De qué hablas?”

“¿No haces el arroz en una arrocera?”

“Lo hago en una olla.” Respondió como si fuese lo más obvio del mundo. Se quedaron mirando un largo rato, hasta que Tobio le acercó un saco de arroz junto a un cedazo. “Solo… pon dos tazas de arroz ahí y lávalo.”

A poco el arroz se lava…’ Pensaba el mayor mientras seguía las instrucciones del otro. “¿Ahí está bien?” Le preguntó cuando consideró que estaba bien mojado el bendito arroz. El pelinegro tomó el cedazo con el alimento y abrió la llave sobre él, inspeccionando el chorro de agua turbia que salía al contacto con el arroz.

“No, mira el agua...” Oikawa apretó los labios sintiéndose ligeramente humillado.

“D-dame eso.” Exclamó arrebatándole el cedazo al otro con agresividad. Abrió la llave del agua a su máxima capacidad e intentó lavar el arroz nuevamente.

“Oikawa-san, eso no-”

“Cállate, sé lo que hago.” Pero eso no era cierto. No tenía ni la más mínima idea de lo que hacía. “Mierda…” Murmuró frustrado. Vio una cuchara cerca y la utilizó para revolver el arroz. Sin embargo, en un movimiento desafortunado, el chorro a gran presión chocó contra la superficie de la cuchara que orientó el chorro directo hacia él mismo. Molesto y muerto de vergüenza, soltó los utensilios y cerró la llave del agua. Se mordió los labios mientras se reusaba a mirar al menor. Kageyama lo quedó mirando en silencio, hasta que se comenzó a reír. Empezó con pequeñas risitas que intentó reprimir, para luego rendirse y soltar una carcajada. El castaño se habría enojado si no hubiese quedado totalmente embobado viendo esa escena.

Ay… es como un angelito.

“¡Eres un idiota!” Dijo Tobio mientras se seguía riendo.

Un angelito malvado…’ Pensó resignado, sintiendo un poco de vergüenza. “Lamento no familiarizarme con tus extrañas técnicas culinarias.” El mayor le respondió de mala gana.

“¿Hay algo que  puedas hacer?” El pelinegro preguntó mientras se calmaba.

“Pelar, picar, cortar…”

“Pica el pimiento, entonces. Yo hago el arroz.” Oikawa obedeció en silencio, y mientras se dedicaba a realizar la tarea, oía unos ruiditos peculiares.

“¿Hasta cuando te vas a reír de tu querido Oikawa-san, ah?” Dijo entre ofendido y divertido.

“No te dejaré olvidarlo.” Tobio sentenció con una sonrisa de superioridad.

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Una vez en la cama, Oikawa abrazaba por detrás a Kageyama con su brazo derecho, mientras el pelinegro usaba como almohada su brazo izquierdo.

“Oye, Tobio-chan, ¿tienes sueño?”

“No mucho, ¿por qué?”

“Hay algo que quería preguntarte…” Al oír esto, el menor se dio vuelta para mirar directamente al otro. “¿Qué fue lo que le pasó a tus padres y a tu abuelo?” Kageyama bajó la vista antes de contestar.

“Mi papá murió en un accidente automovilístico cuando tenía como dos años. Mi abuelo enfermó y su cuerpo no lo soportó. Y a mi mamá…” Hizo una pausa. “Un hombre la mató.”

“¿Un hombre?” El mayor preguntó, esperando que Tobio se explayara más.

“Mi padrastro…” Le respondió mientras volvía a fijar la vista en él. Oikawa sintió un escalofrío.

“¿Tu padrastro mató a tu mamá?” El castaño estaba impactado por la revelación.

“Después que papá murió ella estuvo sola por un par de años, hasta que conoció a ese hombre y se casó con él. Al principio me compraba cosas, como balones, poleras, y otras cosas, así que estaba bien. Pero a mi hermana y mi abuelo no les agradaba; mi mamá decía que era porque extrañaban a mi papá y creían que él quería reemplazarlo. Después de un tiempo, mi hermana quiso irse y me llevó con ella a casa de mi abuelo, y unos años después…” Tomó aire, y continuó. “…la apuñaló varias veces y la mató. En la que solía ser mi casa.” Tooru miró con tristeza al muchacho. Era lógico que le costara hablar de ello. El mayor abrazó con fuerza al pelinegro, mientras este correspondía.

“Eso es terrible. Lo lamento mucho.” Susurró sin soltar al joven de Karasuno.

“Los extraño mucho, pero estoy bien.” Se separaron un poco para poder mirarse. “Mi hermana se ha dedicado a cuidarme estos últimos años.”

“Aunque lo lamento por tu madre, es una fortuna que tú y tu hermana se hayan alejado de ese tipo. Le pudo hacer algo a ustedes también.” Dijo Oikawa, pensando que realmente pudo existir la posibilidad de que Tobio no estuviese ahí con él.

“Bueno… sí pasó algo particular que hizo que mi hermana decidiera irse de esa casa.” Cuando el otro lo miró interrogante, continuó. “Nunca nadie me lo dijo directamente, pero recuerdo una conversación entre mi mamá y mi hermana antes de que nos mudáramos.”

 

-Flash back-

Tobio estaba escondido detrás de la puerta que daba a la sala de estar de la casa, mientras miraba por un extremo a dos mujeres discutiendo.

“¿Cómo puedes permitir que ese enfermo siga viviendo en esta casa?” Reclamó la joven. “¿Acaso no te importa lo que pasó?”

“Ya te dije que lo estoy resolviendo. Confía en mí.” Su madre, Akira, intentó calmar a su hija con un tono agotado.

“Mamá, dijiste eso hace meses ¡Meses!...” Hizo una pausa, respirando ruidosamente. “Y durante todo ese tiempo, ¿qué has hecho? ¡NADA! Hasta hablas, te ríes y duermes con el asqueroso ese como si nada hubiese pasado.”

“¿Quieres que esté amargada y amurrada todo el día?” Le rebatió Akira molesta.

“¡No, quiero que lo saques de esta casa!”

“Estoy pensando en la mejor forma de lidiar con esto…”

“¿Qué mierda tienes que pensar? Solo échalo, la casa es tuya, no de él. Está a tu nombre y tú pagas todas las cuentas.” La mujer solo la miró sin querer responder, mientras Miwa comenzó a verla con algo de tristeza. “A ti no te importa lo que pase con Tobio o conmigo mientras puedas fingir que tienes una familia perfecta, ¿cierto?”

“Siempre me he preocupado por ti y tu hermano. Ustedes son lo más importante que tengo.”

“Pues no se nota.” Gruñó Miwa con un tono grave. “Ese tipejo se metió a mi pieza y se masturbó con mi ropa interior. De no ser porque se me ocurrió poner esas cámaras en mi pieza jamás nos habríamos enterado.” Akira apretó los labios, claramente incómoda con la aclaración. “Y tanto Tobio como yo te hemos dicho que hace tiempo se viene metiendo en nuestras piezas.”

“Ya te dije que me da asco y vergüenza. Te entiendo-”

“¿¡Entonces por qué tenemos que seguir viviendo bajo el mismo techo con él!?”

“Miwa, cálmate. Estás exagerando.” La joven abrió la boca, en una expresión completamente ofendida.

“¿Exagerando?” Ella respiraba con dificultad. “¿Qué tiene que pasar para que te des cuenta que ese hombre es un peligro? ¿Que me viole?” Sacudió la cabeza y luego se la tomó frustrada. “Mamá, ¿y si le hace algo a Tobio?” Terminó diciendo levemente asustada.

“Yo no permitiría que eso pasara…”

“Pero no haces nada al respecto. Y esto tampoco es un hecho aislado.” Dijo Miwa seriamente. “Hace años lo descubrí viendo porno a todo volumen con Tobio ahí al lado… también sacándome fotos por detrás, y metiéndose a nuestras habitaciones. Y cuando te lo decía, te enojabas conmigo porque ‘te arruinaba el día’ y me decías que lo único que yo hacía era generar problemas en la casa.” Había un toque de resentimiento en las palabras de la joven. “La única diferencia con lo que ocurrió ahora es que tengo pruebas en video de lo que hizo y no puedes ignorarlo fácilmente.” Hubo un breve momento de silencio.

“Yo- yo me encargaré de eso… Solo dame un poco de tiempo…” Akira susurró algo avergonzada frente a lo que la joven lanzó una risa irónica.

“¿Sabes qué? Esto es ridículo.” Su madre la miró sin entender. “Es obvio que solo me estás diciendo eso para que te deje de joder con ‘mis tonterías’, así que lo mejor es que me vaya a vivir con el abuelo, porque no pienso seguir viviendo con ese tipo.” Frente a lo dicho, la mujer adulta se vio ligeramente dolida, pero pronto cambió su expresión a una más serena.

“Si crees que estarás más tranquila así, está bien.”

“Y llevaré a Tobio conmigo.” Esto último sí descolocó completamente a Akira.

“No, Tobio se queda aquí conmigo.”

“Veamos que opina el abuelo sobre eso cuando le muestre los videos de ese enfermo masturbándose en mi pieza.” Dicho eso, la joven salió rápidamente de la habitación. La mujer bajó la cabeza y sus hombros se desplomaron en señal de derrota.

 

-Fin Flash back-

 

“…Después de eso, nos fuimos de ahí y comenzamos a vivir con mi abuelo en esta casa.”

Oikawa permaneció en silencio mientras intentaba asociar toda esa información.

‘Era un acosador sexual…’ Pensó impactado. “Tobio, ¿te hizo algo? Por favor, dime que no te tocó.” Le preguntó con desesperación, y el alma le volvió al cuerpo cuando vio que el pelinegro negaba con la cabeza.

“Nunca me hizo algo, solo lo descubrí viendo algunas páginas y canales porno, y que de repente se metía a nuestras piezas pero no sabía para qué. Mi hermana era su blanco principal, pero estoy casi seguro de que no llegó a tocarla… al menos eso espero.” Kageyama dijo frunciendo el ceño. El castaño, por su parte, comenzó a sentirse agradecido por tener a ese hermoso chico frente a él, y tuvo la urgencia de volver a abrazarlo.

“Tobio…” Susurró mientras lo apegaba a él, apretujándolo con fuerza.

“No puedo… respirar…” El pelinegro señaló algo incómodo, así que el otro soltó levemente el agarre.

“Estoy tan feliz de que estés aquí conmigo.”

“Se lo debo a mi hermana. Siempre me cuidó y es la persona más valiente que conozco.”

“Sí, no cualquier adolescente se enfrenta a su madre de la forma que hizo ella. Realmente fue muy valiente.” Después de un rato, preguntó algo que le comenzaba a llamar la atención. “Tobio, ¿cuándo ocurrió lo de tu mamá y tu abuelo?”

“Me fui de casa de mi mamá cuando tenía diez, mi mamá murió poco antes de cumplir los trece, y mi abuelo se comenzó a enfermar poco después de eso, y murió como un año después.”

¿Será entonces que toda esa actitud del Rey solo haya sido la forma en como Tobio sopesó con la tristeza?

“¿Por qué preguntas?” El cuestionamiento indagador de Kageyama lo sacó de sus pensamientos. Solo negó con la cabeza y comenzó a acariciar los cabellos del menor.

“Nada, solo curiosidad.” Mientras seguía acariciando al otro, este se acurrucó mejor entre sus brazos. “Gracias por contarme.” Después de decir esto, vio que Tobio tenía una pequeña sonrisa. “Vamos a dormir.” Le susurró para luego besar su frente. Rápidamente, Oikawa notó que el pelinegro se había quedado dormido y se dedicó a mirarlo unos minutos.

Antes de esa conversación, jamás se imaginó que el muchacho podría haber pasado por algo como eso. Kageyama siempre se veía tan fuerte, serio y orgulloso, que le resultaba extraño ahora verlo contando esa historia con vulnerabilidad. Como si fuera poco, la época que marcó su carrera deportiva escolar tendría una causa que nadie se imaginaba. Se sentía culpable por cada una de las veces que molestó al chico con todo eso del Rey. Ahora, de hecho, sentía la necesidad de disculparse y protegerlo. Con un último beso sobre la frente del adolescente pelinegro, se acomodó para dormir.

Notas finales:

Agradezco cualquier comentario o retroalimentación para poder mejorar ¡Muchas gracias!


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