Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La epifanía irónica por Katt-chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Espero que lo disfruten!

Iwaizumi se consideraba una persona consciente. No le gustaba hacerle mal a la gente y por ello despreciaba a quien intencionalmente lo hacía. Por esa razón, cuando supo por la madre de Oikawa que él apenas si estaba en casa, aun cuando su amigo insistía estar ahí, decidió intervenir. Sabía que, si Tooru le mentía, era porque Hajime definitivamente no aprobaría lo que estaba haciendo. Sin embargo, decidió cambiar su modus operandi: en lugar de sacarle la verdad a golpes a Oikawa, consideró mejor averiguar lo que ocurría con él por su cuenta. Al seguirlo, pudo ver que continuaba viéndose con el pelinegro, aunque confió en su amigo cuando le dijo que había desistido de su plan contra Kageyama y Karasuno, y aparentemente eso fue un error.  Lo que más le llamó la atención de ese descubrimiento fue que el muchacho de Karasuno realmente parecía disfrutar de la compañía de Oikawa, algo que era preocupante con las verdaderas intenciones de este.

Resuelto, consideró sus opciones. Podía ir con Oikawa y amenazarlo para terminar definitivamente con su juego, mostrándole las fotos que había sacado para que no pueda negarlo. Pero esta opción no le satisfacía; ya había hablado con su amigo al respecto, y no sirvió. Así, solo le quedaba su segunda opción. Ir directamente con Karasuno y su armador a exponer al castaño.

A pesar de considerar que estaba haciendo lo correcto, le costó decidirse, hasta que optó por ir ese día sábado a hablar con los muchachos de Karasuno, aprovechando que ellos tenían entrenamiento y él no. Entró al gimnasio de la preparatoria de forma decidida, atrayendo la atención de varios de los que estaban ahí dentro.

“¿Iwaizumi? ¿Qué haces aquí? Esta es una práctica privada.” Dijo Daichi en un tono cortés.

“Vengo a hablar con ustedes de algo serio.” Distintos miembros de Karasuno que se fueron acercando, se comenzaron a mirar entre ellos. “¿Dónde está Kageyama?” El capitán buscó con la mirada al pelinegro, y al no encontrarlo se dirigió a Sugawara.

“Lo mandamos a buscar unos papeles con Tsukishima.” Le explicó el albino. “¿Qué ocurre, Iwaizumi?”

Es ahora o nunca…’ Hajime pensó, preparándose mentalmente. “Kageyama y Oikawa han estado pasando mucho tiempo juntos últimamente.”

“Ya, ¿y eso es malo?” Preguntó confundido el vice capitán.

“Sí. Hace como dos meses Oikawa empezó a ponerse muy nervioso con el campeonato, y cuando jugamos contra Nekoma en un partido de práctica, dijeron que ustedes habían mejorado mucho... Bueno, el punto es que me confesó que tenía una especie de plan para espiar y distraer a Kageyama de la competencia, obviamente para bajar el rendimiento de su equipo.” Sus interlocutores comenzaron a fruncir el ceño. “Me dijo que había dejado ese plan y que no volvería a encontrarse con Kageyama, pero hace poco descubrí que siguen viéndose.” Hubo un silencio incómodo, hasta que Sawamura habló.

“¿Y en qué consiste ese plan específicamente?”

“No tengo idea… Pero no creo que Oikawa se esté viendo con Kageyama con buenas intenciones.”

“¡Un momento!” Exclamó de repente Hinata. “Iwaizumi-san, ¿crees que Oikawa le haya hecho pensar a Kageyama que nosotros no lo queremos, o algo así?” El de Seijoh meditó unos segundos.

“De hecho, una de las cosas que siempre dice es que una de las debilidades de Kageyama es su inteligencia emocional e interacción con su equipo.”

“Ese… ¡ese bastardo!” El pelinaranja gruñó furioso.

“¿Qué ocurre, Hinata?” Preguntó algo alarmado el entrenador del equipo.

“Que Kageyama piensa que todos aquí lo detestan y solo lo soportan porque es bueno jugando.”

“Eso no es cierto… No diría que somos súper amigos con él, pero le tenemos cariño y nos importa.” Aclaró Tanaka, sin comprender como pudo llegar a esa conclusión. Muchos asintieron apoyando lo dicho por su compañero.

“¿Él te dijo eso?” Sawamura le cuestionó al pelinaranja.

“Sí, hace unos días.”

“Pero… pero, le dijiste que eso no es cierto, ¿no?” Suga confirmó algo consternado.

“Claro que sí, pero no me creyó. Está convencido que aprovecharon eso de la torcedura para alejarlo de aquí y tener un respiro de él.” Le respondió con tristeza. “Entonces cuando nos escuchó decir que se comportaba como lunático casi todo el tiempo, que creo que ponía nervioso a Azumane-san, y todo eso de las mini vacaciones de Tsukishima y el regaño de Sawamura-san… solo terminó sintiéndose peor…” Algunos se vieron con distintos grados de culpabilidad. Se quedaron en silencio, hasta que Hinata volvió a gruñir con rabia. “¡Sabía que no se le había ocurrido eso solo! Y hace dos meses justamente ha estado muy raro, ¡Obviamente fue ese maldito Gran Rey!”

“¿Oikawa tendrá que ver con que haya faltado a las prácticas de los sábados?” Preguntó Ukai, quien ya estaba increíblemente molesto.

“¿Kageyama faltó a sus entrenamientos?” Hajime pronunció con sorpresa.

“Tiene relación con eso…” Ante la respuesta de Hinata, todos voltearon a verlo con ojos muy grandes. “Después de convencerse de que lo odiábamos, decidió alejarse de nosotros y no venir los sábados… Creo que me dijo que era como un favor mutuo.”

“¿Favor mutuo?”

“Para él, nosotros no lo queríamos tener cerca y en ese caso prefería alejarse…”

“Eso no suena a Kageyama…” El entrenador murmuró pensativo. “Y eso de que se haya dejado engañar por Oikawa tampoco me calza.”

“Kageyama lo pasó particularmente mal a finales de su último año de escuela media por un tema similar, no creo que sea tan raro que esté algo sensible en ese aspecto.” Aportó Iwaizumi. “Y Oikawa… Oikawa es muy manipulador.”

“Pero estamos hablando de Kageyama; ellos se detestan.”

“No siempre fue así.” Antes de que le preguntaran al de Seijoh a que se refería con lo que decía, escucharon que las puertas del gimnasio se abrieron, apareciendo los dos estudiantes de primero que faltaban.

“¿Iwaizumi-san?” Se acercó diciendo Tobio, con un gesto levemente sorprendido.

“Kageyama, hay algo que tienes que saber.” Hubo una pausa, en la que el pelinegro comenzó a notar las miradas de sus compañeros, y supo que algo serio había ocurrido. Lucían tanto molestos como preocupados. “Te has estado viendo con Oikawa desde hace dos meses, ¿cierto?”

“Sí, lo he visto algunas veces, ¿por qué?”

“Te está engañando.”

El pelinegro no supo como reaccionar. ¿A qué se refería con eso exactamente? ¿Qué era lo que sabía Iwaizumi? Según él, el mejor amigo de su pareja ni siquiera sabía que estaban saliendo de una forma romántica. De repente, sintió que su polera era jalada y notó que se trataba de Hinata, quien estaba muy molesto.

“Dejaste que Oikawa te metiera cosas raras en la cabeza.”

¿Se enteraron de lo mío con Tooru y están enojados por eso?’ Pensó algo contrariado Kageyama, mientras intentaba comprender lo que ocurría. “¿De qué están hablando?”

“Supe que se juntaron hace como dos meses atrás; fueron a la tienda deportiva del centro…” El pelinegro asintió débilmente con la cabeza. “Me pareció extraño, así que confronté a Oikawa, y logré sacarle que quería acercarse a ti para espiarte y que tenía la idea de distraerte de la competencia.”

“¡Y logró ponerte en nuestra contra!” Reclamó el pelinaranja.

“Eso no es cierto…” Kageyama dijo en un tono bajo. Su corazón comenzaba a latir con fuerza y sentía que dejaba de sentir sus extremidades.

“¡Ay, por favor!” Vociferó el más bajo moviendo sus brazos violentamente. “Estoy completamente seguro de que todo eso de que aprovechamos lo de la torcedura para alejarte de aquí fue algo que Oikawa te metió en la cabeza, ¿o no?” El pelinegro veía aturdido a ese furioso Hinata. “Te dije que estabas raro con nosotros hace dos meses… justo cuando te comenzaste a ver con él.”

Tal vez solo aprovecharon eso de la torcedura para descansar un poco de ti.

No. Eso no podía ser. Kageyama recordó esa dolorosa frase que le hizo replantear su situación con los miembros de Karasuno. Esa misma frase que Tooru le dijo hace unos dos meses. Pronto sacudió su cabeza. Tooru no le haría eso.

“¡D-deja de hablar estupideces!”

“Son demasiadas cosas para ser solo coincidencia. Te apuesto que cuando faltaste a tus entrenamientos con Karasuno, estabas con Oikawa.” Rebatió con dureza el de Seijoh. “Ellos ya me dijeron que estuviste faltando; tú no eres así.” El pelinegro comenzó a mirar hacia el suelo, respondiendo con ese gesto la acusación de Hajime. “¿Lo entiendes ahora? Fingió ser tu amigo para enemistarte con tus compañeros y alejarte de ellos.”

“Espera, ¿en serio te dejaste embaucar por ese tipo?” Preguntó Tsukishima en un tono burlesco.

“Tsukki…” Yamaguchi puso una mano en el hombro de su amigo rubio y negó con la cabeza, diciéndole tácitamente que no era el momento para bromear. Kei se detuvo a leer mejor el ambiente, y optó por guardar silencio.

“Kageyama…” Habló con algo de timidez Sawamura. “Si te sentías despreciado, ¿por qué no nos dijiste algo antes? Eres nuestro compañero.”

Pero el pelinegro seguía callado con su vista fija en el piso. Sentía ganas de vomitar. Necesitaba salir de ahí y hablar con Tooru.

“¿Me- me puedo ir?” Dijo intentando mantener su tono de voz neutral.

“Kageyama, te estamos diciendo la verdad; es Oikawa quien te está mintiendo. Lo que haya hecho para que confíes en él solo fue parte de una estrategia para bajar nuestro rendimiento.”

Te adoro, Tobio-chan.”

Cerró sus ojos mientras respiraba con dificultad. Tenía que hablar con Tooru, él debía decirle que todo eso era mentira. Sintió que alguien puso una mano sobre su hombro y volteó para ver que se trataba de un preocupado Sugawara.

“¿Te sientes bien? Te ves muy pálido.”

“¿Me puedo ir?” Repitió con más insistencia, y el entrenador se acercó al muchacho.

“Sí, debes procesar todo esto.” Dijo Ukai seriamente.

“Y aquí estaremos, cuando nos necesites.” El vice capitán agregó con una sonrisa alentadora. Kageyama hizo una pequeña reverencia y se retiró rápidamente del lugar. Se miraron entre ellos unos minutos.

“¿Realmente está bien que lo dejemos irse así?” Asahi preguntó mirando de un lado a otro.

“Es lógico que esté consternado por lo que pasó. Creo que él realmente creyó que eran amigos.” Lanzó un suspiro cansado. “Al menos ya se terminó y sabe la verdad.”

Notas finales:

Agradezco cualquier comentario o retroalimentación para mejorar ¡Muchas gracias por la oportunidad! :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).