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Doppler por llovisna walker 2

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Notas del fanfic:

Es un fanfic basado en una historia de terror de un concurso <3 espero les fuste mucho

by Nabi

Capítulo I
One-Shot
Acto I

                ¿Cómo yo, un simple joven estudiante de la mejor universidad de Estados unidos se encontraba en esta situación?, ¿En qué momento de la semana se había descontrolado todo para que terminara así?. Me encontraba corriendo por el campus, literalmente huyendo de lo que parecía ser un destino completamente inevitable, todas y cada una de la personas, con las que compartí durante toda mi vida ya no estaban, sus cuerpos, sus vidas ahora se encontraban en mi manos ensangrentadas, podía escuchar las sirenas detrás de mí, a los perros policías seguir mi rastro. Mi disfraz estaba totalmente manchado de toda la sangre de mis víctimas, rasgado por las múltiples caídas al intentar huir del alboroto que yo, mi desagradable persona había causado, pero…no todo era mi culpa…todo comenzó desde el momento en que me encontré con aquel desgraciado sujeto…Sasuke Uchiha.

 Universidad de Harvard- Cambridge, Massachusetts E.E.U.U.

Faculta de Medicina- Salón de Teoría Cerebral

Octubre 26 del 2020- 8:50 Am

4 Días antes de Halloween

                ¿Cómo definir algo tan extenso como el cerebro humano?, un órgano tan maravilloso, pero a la vez tan confuso, lleno de dudas de las cuales aún hoy somos ignorantes. Incluso con la cantidad de diversos estudios que se han realizado, todavía no somos capaces de saber con claridad si usamos por completo todas las funciones que este nos provee. A raíz de tanta información que se ha acumulado atreves de los años, se pudo desarrollar una carrera con la cual se pudo comprender mejor el funcionamiento de este, pero como todo, las cosas comenzaron a complicarse cada vez más, hasta llegar al punto en el que hoy nos encontramos.

Parloteo, era lo que sinceramente estaba escuchando de aquella profesora la cual explicaba las maravillas del cerebro humano. No es como si no estuviera prestando atención, simplemente ya había leído ese capítulo hacia tan solo unas horas atrás para poder estar al día de sus clases. Naruto Uzumaki, un joven de cabellos rubios como el sol, ojos azules como el mismo cielo, piel tostada, y unas adorables marcas en las mejillas que lo hacían ver como un gato, Lanzo un largo suspiro al ver a la profesora fijamente seguir con la clase, sinceramente aquella mujer de rubios cabellos muchas veces podía llegar a sacarlo de sus cabales, pero no podía negar que la bruja esa tenia tanto conocimiento que aún no entendía cómo podía perder en algo tan estúpido como en el Black Jack. Y lo peor de todo, es que era la directora de aquella prestigiosa universidad y su madrina, Tsunade, mujer de temer de gran contextura, y carácter de mierda, como tutora era de lo peor, pero como su profesora era lo mejor que podía pagar aquella institución.

Las horas transcurrían, y por fin aquella mujer daba por terminando la clase de Teoría Cerebral. El joven rubio se levantó de aquel frio asiento de madera estirando todo el cuerpo quitándose así el sueño que le había producido durante esas 3 horas de reunión. Su madrina muchas veces se extendía de mas, observo por la ventana, fijándose de como las hojas caían de las ramas dejando una hermosa alfombra de colores naranja, se podía sentir el frio a través del cristal, pronto llegaría el invierno, pero antes de llegar a esa celebración de unión familiar, primero venia la aterradora Fiesta de Halloween, donde todos realizaban un sinfín de travesuras en la noche, pedir dulce, beber hasta quedar inconsciente, en fin una noche de diversión, parecía más una despedida de solteros que una fiesta de niños y eso al chico le agradaba.

-¡Naruto! –Escucho su nombre, volteando casi de manera inmediata, fijándose de aquella melena rosa acercarse a su persona, sonrió por dentro, puesto que conocía la portadora de tan particular color de cabello-

-¡Sakura!– Saludo animadamente al tener por fin a la chica-, ¿Cómo te fue en el examen de Bio-análisis?- pregunto curioso, aunque en el fondo ya sabía la respuesta que esta le iba a dar -

- Pues…Obvio que bien tontito, sabes que soy una genio, aunque las preguntas estuvieron bastante complicadas, fue pan comido –Sonríe pretensiosamente la joven- ¿Y a ti, como te fue con la clase con tu madrina?

- Aburrida, no hace falta decir que me ignoro durante toda la hora, llego a extenderse mucho, ya casi es la hora del almuerzo– suspira sentándose agotado mientras ve a la chica- ¿Y Hinata?, Es raro que no este contigo…

-Diablos, Sali corriendo del salón apenas termino el examen, seguramente se perdió de camino para acá, vamos a buscarla antes que neji me corte la cabeza – Jalando al rubio de la camisa con tal fuerza, que apenas le dio tiempo de tomar sus cosas del asiento.

                Naruto y sakura eran buenos amigos desde hacía ya muchos años, y si, era cierto que en su época de secundaria habían tenido un pequeño romance, pero resultó  fallido, no por que Sakura Haruno fuera fea, al contrario era una de las mujeres más hermosas del campus, con aquel exótico cabello rosa, figura delgada, ojos esmeraldas y piel nívea, simplemente fue un romance infantil, aunque eso no impidió que siguieran llevándose igual de bien. Esa experiencia solo logro unirlos más de lo que ya estaban, volviéndose completamente inseparables. Ambos ya se encontraban fuera de la facultad, camino al comedor donde se encontraron a una perdida peliazul, como lo predijo la pelirrosa. El encuentro fue rápido y momentáneo, así que sin perder más el tiempo los tres llegaron a su destino pidiendo sus respectivos desayunos en el gran comedor, para después tomar asiento en un lugar algo apartado de los demás estudiantes.

-¿Sa…sakura escuchaste lo que están diciendo por los pasillos? –Rompió el hielo la hermosa pelinegra, Hinata Hyuuga heredera de una de las más grande compañías de Estados Unidos, a pesar de tener tan alto estatus, era una humilde persona, dulce y tierna,  inclusive una de las mujeres más bellas de todo el Estado con sus enormes ojos platinados característica de su familia, piel nívea, cabello negro y alisado, sin contar el hermoso cuerpo de guitarra que tenía, que ocultaba detrás de aquellos grandes suéter de algodón.

- ¿Sobre lo de Halloween?, ¿Enserio crees en esas cosas hinata?, son solo tonterías –Responde suavemente la pelirrosa, quien destapaba un yogurt dietético, puesto que a pesar de tener una hermosa contextura, tenía la extraña manía de pensar que estaba gorda. Algo que ni Hinata, ni Naruto nunca llegaron a entender.-

-¿Qué cosa, que cosa? –Pregunta el rubio curioso a lo que cuchicheaban sus acompañantes, claro está que sin dejar de devorar su ramen instantáneo de Cerdo-

- Naruto por dios, no hables con la boca llena, es grosero – Reprende la oji esmeralda- Hinata se refiere a las historias de terror que cuenta las personas en esta temporada, ya sabes lo normal…nada de lo cual asustarse.

-P…pero sakura dijeron que el año pasado un chico desapareció después de la noche de Halloween, ¿no te parece muy peligroso que la facultad haga otra fiesta después de aquel acontecimiento? –Mira a su compañera preocupada, sabiendo que el incidente del año anterior no era un simple relato, ambas habían estado presentes cuando ocurrio.

-¿Un desaparecido?, ¿Por qué diablos yo no me entere de eso?, además ¿De qué está hablando? ¡Cuéntame sakura! ¡Quiero saber! –Gritaba el rubio, mientras jaloneaba a su pelirrosa amiga, quien ya estaba perdiendo la paciencia por la conducta infantil que estaba teniendo su amigo en aquel momento.

-¡YA BASTA DE JALARME! –Lo empuja fuera de la mesa haciendo que rodara por el piso- Pff eres un maldito infantil, no te enteraste el año pasado por que te fuiste a Florida con tu padrino y madrina. –Lo ve mientras arregla su suéter rosa y retomaba sus alimentos- Paso durante la fiesta que dio la universidad el año pasado por Halloween, uno de sus estudiantes de medicina fue a retirar la última entrega de logística para la fiesta en el campus de atrás, cerca de la biblioteca y nunca regreso, tampoco firmo la entrega…lo único que pudieron encontrar fue su carnet de estudiante. El repartidor que estaba de turno, dijo que lo había visto con un pelinegro, muy apuesto en las mesas del edificio, pero justo en el momento que iba a pedir que firmara el envió, unos chicos se interpusieron jugándole algunas bromas, cuando volvió a ver el chico no estaba, ni el, ni el otro joven…La policía no ha podido encontrar ningún rastro de él, ni siquiera ADN nada que pueda vincular su desaparición.

- Durante la investigación, solo encontraron una nota cercana al carnet del chico, cuyo contenido jamás fue revelado, algunos dicen que se escapó con su amante, otros que fue secuestrado y así…pero nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que ocurrió –termina de relatar hinata, quien terminaba de comer su emparedado de pollo horneado- Sakura es de las que piensa que escapo con su amante, yo creo que fue secuestrado.

-Pues obvio que escapo con su pareja, si el  repartidor lo vio con otro sujeto, seguramente huyo con él a otro sitio, más que aterrador es algo romántico, escapar de aquella manera y que aún no te encuentren…-suspira arreglándose su largo cabello rosa, mientras observaba a naruto- las personas creen en cualquier tontería durante estas fiestas, no creas en cada babosada que cuentan.

-¿Pero digo yo, no te parece curioso que nunca allá regresado? –pregunta el rubio, quien volvía a sentarse en su puesto, ante la atenta mirada de la chica- No es que todos puedan entrar a esta universidad y luego desaparecer como si nada, si yo hago algo así Jiraiya me mata y Tsunade me enterraría a las afueras del campus

-Tal vez estaba a punto de raspar alguna materia, o reprobar el año, nunca se sabe –lo ve fijamente la chica de ojos jade- lo cierto, es que solo paso en esa ocasión, no creo que allá sido algo constante, la universidad no los hubiera comunicado, o simplemente no realizaría más fiestas, así que no hay nada de qué preocuparse, como dije son solo cosas que las personas inventa para dar miedo, y aunque la historia es real, seguramente debe estar feliz en algún lugar de planeta con el amor de su vida.

-O…o quizás esté muerto, pero creo que prefiero creer más en tu versión –se sonroja la oji-gris, quien no paraba de jugar con sus dedos- solo que aún me da un poco de terror.

-¡Tranquila Hina, yo te cuidare de cualquier espectro! –Abraza el chico a la pelinegra quien se sonroja ante el repentino abrazo del chico, aunque hubiesen pasado los años, y ya estaban maduros, la chica aún tenía sentimientos por el chico, tenía aquella espina en el corazón de jamás habérselo comentado, pero prefería aquello que perder su valiosa amistad y compañía-

- Gracias Naruto –sonríe acurrucándose en su pecho, disfrutando del cariño que este le proporcionaba, sinceramente no le podía pedir más a la vida-

La hora de la comida paso rápidamente entre tanto parloteo, así que cada uno termino sus respectivos desayunos y se encaminaron a sus salones de clases, tenían muchas cosas que hacer en el día como para desperdiciarlo chismeando entre los tres, les gustaba estar juntos pero tenían deberes cruciales para poder seguir viviendo en aquellas instalaciones, y una de ella eran los parciales que estaban a la vuelta de la esquina.

-¡DIABLOS! –Grito el rubio quien estaba en pleno pasillo de la universidad rumbo a clases, pego su mano con fuerza en la frente, había olvidado algo realmente importante debido a la amena charla que recién tuvieron-

-¿Paso algo naruto? –Pregunto la pelirrosa preocupada al verlo gritar de aquella manera, no es que no gritara de esa forma, siempre lo hacía, pero de manera repentina era muy extraño, al menos que olvidara algo, que seguramente ese era el caso-

-Olvide por completo entregar los libros de Psicología que tome prestado de la biblioteca, tengo que regresarlos antes de segundo periodo, porque después de allí tengo que ir a trabajar y no me va a dar tiempo de regresarlos... –Suspira frustrado- Sakura, ¿Puedes por favor hacerme tiempo?, ¡regreso enseguida!

-Está bien, ¡Pero te regresas rápido!, sabes que Kurenai es bastante estricta con el horario –le regaña la pelirrosa quien ya se imaginaba ser la que abogara con él para que pudiera entrar en clases, como era una costumbre muchas veces y más cuando llegaba tarde- Anda, corre…

-¡Te debo una!, ¡Gracias! –Emprende la carrera hacia la biblioteca de la universidad, la cual se encontraba al fondo de casi todas las facultades, por tanto tenía que correr bastante si quería llegar a tiempo.

                El rubio literalmente corría con todo lo que daba su cuerpo por la vereda que unía a todas las facultades, estaba sudando, siempre olvidaba lo gigante que era aquella gran universidad, no por nada era la mejor del país, sinceramente tenía que dejar de olvidar las cosas, siempre dejaba sus responsabilidades aun lado cuando estaba con las chicas, ¿Pero cómo no hacerlo? Eran sus únicas amigas, y mujeres cuales entendía, incluso sabían aquel oscuro secreto que aún no se dignaba a decir a sus padrinos.

                Después de haber corrido casi medio campus por fin el chico por fin  llega a la biblioteca, sudado y cansado, se detiene por unos minutos afuera del establecimiento recuperando el aliento perdido durante la travesía, y con la poca fuerza que le quedaba entra al edificio, sintiendo el golpe de calor que emanaba el interior del establecimiento por el calefactor, sintiendo un escalofríos por la columna vertebral por el cambio tan repentino de temperatura. Camina lentamente por el pasillo hasta llegar al despacho de la bibliotecaria, y se da cuenta de que la señora que vigilaba la biblioteca no se encontraba… Curioso, muy rara vez dejaba el lugar solo, debía ser realmente urgente como para dejar la biblioteca sin vigilancia, regularmente el esperaría que la señora llegar pero esta vez tenía el tiempo contado, kurenai seguramente lo mataría por llegar tarde a su clase, así que era mejor que dejara aquellos libros inmediatamente sobre el despacho.

                Empezó a sacar los libros de su bolso, eran como 6 ejemplares, bastantes gruesos a decir verdad, en casi una semana los leyó por completo, últimamente le estaba agarrando el gusto a leer cosas realmente  pesadas, y entre más avanzaba a en la carrera más quería saber sobre ella, por esa razón las clases le estaban resultando repetitivas, puesto que su lectura estaba muy avanzada para el semestre en el que se encontraba, y es que no podía parar, era una obsesión, era fascinante y adictivo, como una droga que una vez que la tomas no hay manera de que puedas soltarla, eso le producía un grato placer, por fin encontrar algo en lo cual enfocarse. Simplemente adoraba aquello, ser Psicólogo era un sueño que anhelaba con el alma, aunque aún no entendía por qué había elegido esa carrera, tal vez solo fue, amor a primera lectura.

                Una vez que saco todos los ejemplares, los acomodo en el despacho de la bibliotecaria, mientras le dejaba una nota explicando la razón por la cual los dejaba de aquella manera tan brusca y rápida. Terminada con aquella tarea, se disponía a salir del establecimiento, cuando de repente un cuerpo choco con el tirándolo al piso, dejándolo bastante sorprendido, no es que cualquier persona pudiera tirarlo con facilidad, pero debían tener más o menos la fuerza que contenía sakura como para poder lograrlo, y la pelirrosa no era alguien débil, por lo tanto aquel extraño debía tener el doble de fuerza que la chica.

 Alzo la mirada para encontrarse con un par de hermosos ojos negros como la misma noche, un piel nívea casi parecida a la de hinata, rasgos bastante predominantes de un chico masculino pero suaves dándole una apariencia agradable a la vista, su contextura estaba en perfecto balance, ni muy delgado, ni exageradamente musculoso, su cabello tan negro como sus ojos resaltaban sus rasgos de manera impresionante, podía notar a simple vista que no era Estado Unidense, quizás era algún extranjero, alguien nuevo nunca lo había visto en su vida. Y para ser alguien tan bien parecido, sería muy extraño que no tuviera unas cuantas chicas detrás de el acosándolo por el campus, era definitivamente alguien ajeno al entorno de aquella institución.

-Lo lamento no te vi, Lo siento – Comienza reincorporarse el chico, quien tomaba sus cosas del piso, ya que debido a la caída sus pertenencias también habían sufrido - estaba apurado.

-Se nota, eres un completo imbécil como para no darte cuenta que me encontraba al lado de ti –lanzo aquel chico, dejando bastante impresionado al rubio quien ahora lo miraba fijamente, ¿Y este quién diablos se creía para hablarle de aquella manera?-

-¿Disculpa?, tú eres el idiota que se atravesó, la habitación es bastante grande y solitaria como para que me pusieras detrás de mí, payaso – Contesto casi de manera automática, realmente aquel comentario lo había echo molestar, ese hombre debía tener el autoestima por los cielos si pensaba que podía hacer lo que viniera en gana-

-Exacto, es un lugar libre y yo me pongo donde se me pegue la regalada gana, así que el que debería tener cuidado por donde va eres tu inepto –mirándolo fijamente al chico, detallando de arriba abajo, sin dejar su pose de Bad boy, alterando más al rubio de lo que ya estaba, se estaba divirtiendo, quería molestarlo más- además,  ¿Qué hace un idiota como tú, en una universidad como esta? Pensaba que los idiotas no asistían a las universidades y vendían hamburguesas en Mcdonals –sonríe burlonamente, ok aquello si había echo que el rubio se cabreara, pretendía darle un golpe, pero sabía que eso no terminaría bien, necesitaba calmarse-

-Eres un… ¿Sabes qué?, no tengo tiempo para estar perdiéndolo con alguien como tú, seguramente eres un patán que no tiene más nada que hacer que joderle la vida a los demás, así que no perderé mi tiempo contigo… -empieza a caminar hasta golpear su hombro con fuerza, con el del contrario mientras el pelinegro se le queda observando muy fijamente- ah, y por cierto, los niños lindos como tu deberían estar en la facultad de artes, y por si no sabes donde es, esta al final de la vereda, que tengas buenas tardes.. Imbécil.

                Se sentía satisfecho con la respuesta que le había dado aquel chico, pero antes que naruto pudiera tan solo poner un pie fuera de la habitación, sentí un extenso dolor en el hombro derecho, tan agudo que lo hizo caer en el piso, sudando en frio, sentía como la respiración le faltaba, apenas y podía tomar bocanadas de aire, sus labios temblaban, sus ojos apenas podían enfocar los objetos que tenía frente de si, la cabeza le daba por completo vueltas; Como pudo tomo con fuerza su brazo, ¿Qué demonios había sucedido?. Sintiendo algo húmedo atreves de la ropa en el momento que toco su hombro derecho, bajo la vista, encontrándose con un gran charco de sangre, que salía de él, su brazo ya no se estaba en su respectivo lugar, logro  visualizarlo a tan solo unos cuantos pasos de su cuerpo. ¿Cómo ocurrió aquello? ¿Cómo era posible que todo eso estuviera ocurriendo?, Sintió una mano que lo tiro con fuerza del cabello, arrancando un grito de dolor, estaba perdiendo demasiada sangre.

                Como pudo, observo a su agresor, era el chico con el que estaba discutiendo tan solo unos segundos antes, detallo sus ojos, ya que los había colocado frente a su rostro, noto que ya no eran negros, si no que ahora eran de un color rojo…un rojo tan vivo, como la misma sangre que su cuerpo estaba expulsando, el rostro del contrario se encontraba completamente sereno como si no estuviera ocurriendo absolutamente nada, pero allí estaba el, sangrando, si un brazo, a solas con él , un desconocido el cual no tenía ni idea de lo que podía hacer con su persona. Ya no le quedaba aire, sus pulmones estaban empezando a fallar, estaba perdiendo por completo la conciencia, sus parpados le pesaban, sentía frio, sus labios antes húmedos ahora estaban secos por falta de líquido, iba a morir, y seria pronto…no podía pensar en otra cosas más que el rostro de sus seres queridos al encontrarlo sin vida en aquel lugar, se sentía patético ¿Cómo no lo vio venir?. Fijo sus apagados ojos azules por última vez en aquellos rubíes que prácticamente taladraban su alma, maldijo internamente por su debilidad antes de caer por completo en la oscuridad.

 

 

 

Hospital General de Massachusetts.

Sala de Urgencias- 29 Octubre 2020 10:30 am

2 Días antes de Halloween

Pov Naruto

¿Qué rayos había pasado?, ¿Estaba muerto ya?, pues para estarlo sentía muchísimo dolor corporal, seguramente eran los últimos momentos de oxigeno que mi cerebro estaba absorbiendo, no podía sentir mi cuerpo, me encontraba completamente mal. ¿Cómo demonios termine muerto en el piso de la biblioteca por un tipo que jamás en mi vida había conocido? No tenía idea, no tenía respuesta para nada de lo que estaba ocurriendo en ese momento, necesitaba saber lo que pasaba, y para eso, tenía que descubrir algo muy importante… saber si aún estaba vivo. Intente a comenzar a moverme, pero mi cuerpo se encontraba muy pesado, necesitaba levantarse del lugar en el cual estaba recostado, debía hacerlo, obligue a mi adolorido y estropeado cuerpo a levantarse de manera brusca, abriendo los ojos casi de manera inmediata, percatándome que ya no me encontraba en el piso de la biblioteca, si no que ahora, estaba en un hospital, por lo tanto… seguía vivo.

-¡Naruto!-Escuche una voz que decía mi nombre, dirigiendo la mirada hacia aquella voz. Enfoque un poco mi vista y pude reconocer aquel cabello rosa, era sakura-

-Sakura… -Masculle débilmente, estaba adolorido- ¿Cómo llegue aquí?, ¿Cuánto tiempo ha pasado?

-Tres días, La bibliotecaria te encontró en el piso de la biblioteca completamente desmayado, según los paramédicos te dio un baja de tensión por deshidratación, ya te están haciendo los estudios, para analizar tu estado actual. ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? Hinata ya viene con comida y algunos insumo, así que no te preocupes – La veo sonreír dulcemente, y levemente me doy cuenta de aquellas dos bolsas violetas que tiene debajo de sus ojos, Ojeras…seguramente no había conciliado el sueño cuidándome todas estas noches…Un momento…Sakura dijo que me encontraron desmayado; Inmediatamente subo mi brazo izquierdo agarrando el derecho con fuerza descubriendo que…estaba allí, completo, no estaba unido por alguna cirugía, no …estaba allí, como si jamás hubiese pasado nada- ¿Naruto? –Volví a escuchar-

-Sakura, si te cuento lo que paso ¿me creerías? –agarrando con fuerza mi brazo, mientras mordía mis labios, no sabía si debía contarle lo que había pasado, no quería que me creyera loco, pero algo en mi decía que lo hiciera, si no, me atormentaría-

-¿De que estas hablando naruto?, ¿Qué paso exactamente? –Comienza a lanzar preguntas de manera preocupada, no era para menos, de seguro ya sabía que había ocurrido algo más que un simple desmayo-

-Yo… -Hablo pausadamente, como tratando de buscar la manera de cómo explicarle toda aquella situación-  No me desmaye…Yo llegue a la biblioteca y estaba completamente sola, la bibliotecaria no se encontraba en el momento, así que deje los libros encima de su escritorio con una nota explicando el por qué los dejaba de aquella manera, pero cuando me proponía a retomar mi camino retorno  al salón de clases choque con un sujeto, un hombre alto, cabello negro como la noche, ojos color ónix, piel blanquecina, muy buen físico, alguien como del tipo que a ti te atrae… me pedí disculpas por haber tropezado de manera brusca con él , pero este solo me insulto, así que nos lanzamos algunos improperios, ya que no me quedaría callado ante su insolencia, y al darme la espalda para retirarme después del ultimo insulto, sentí un dolor agudo, uno el cual jamás había sentido en toda mi vida, solo caí al piso retorciéndome de dolor y cuando mire, mi brazo…-Apreté con fuerza temblando, aun sintiendo aquel malestar, se sentía tan vivido que el solo recordarlo era aterrador, tome un poco de aire y proseguí contando mi “versión” de la historia- estaba frente de mí, amputado, cubierto de sangre, alce como pude mi mirada y allí estaba observando el hombre, con toda la calma del mundo como me desangraba, y entonces me fije sus orbes ya no eran negros, eran rojos como la sangre que expulsaba mi cuerpo, tomo de mis cabello y me coloco frente a frente, sin dejar su cara de seriedad ...después de unos segundos me desmaye, pensé que estaba muerto, pero al parecer sigo vivo, y sin ningún rasguño.

-Naruto –Susurro suavemente sakura, pero en un tono de preocupación, como si estuviera inventado todo lo que acababa de decir-

-Sé que suena a locura, pero es cierto todo lo que te acabo de decir, si no, no estuviera tan alterado contándote esto sakura, por favor tienes que creerme –mirándola con desespero sin dejar de soltar mi brazo, temblando, mordía mis labios, deseaba que creyera en mí, necesitaba que lo hiciera, si no me volvería loco-

-Es…bastante poco probable lo que me acabas de contar, pero te creeré …tendremos que ver qué clase de droga o sustancia toxica te hizo ingerir sin que te dieras cuenta para que tuvieras una visión tan vivida … -comenzó a acariciarme suavemente el cabello, mientras podía sentir su perfume de lavandas impregnar mi nariz, haciéndome relajar por completo, definitivamente tenerla a ella y hinata a mi lado era lo mejor que me había pasado- lo bueno es que seguramente no volverás a verlo, así que no tienes que preocuparte más por eso, tu única preocupación a partir de ahora y tu único dolor cabeza será recuperarte para que nos divirtamos en la fiesta de halloween de la universidad ¿de acuerdo?, por el momento recupera las energías ¿Si?.

-Tienes razón, es mejor que me recupere, gracias sakura y disculpa por mí a hinata por no recibirla despierto, pero realmente necesito dormir, me encuentro muy cansado… -Me recuesto suavemente, empezando a cerrar los ojos casi al momento en que mi cabeza toca la almohada, estaba realmente agotado, lo último de visualice fue a mi amiga sonreírme mientras caía profundamente, en los brazos de Morfeo.

Fin Pov Naruto

                La joven pelirrosa observo como su amigo prácticamente se quedaba dormido casi al momento de tocar las cabeza con la almohada,  así que camino hasta la ventana de la habitación cerrando las cortinas para que de esa forma la luz no molestara el descanso de su rubio amigo, y con sutileza salió de aquella fría habitación, encontrándose con el medico encargado del chico. Sonrió aliviada, por fin iba a saber que dictaban los exámenes del chico, sería un alivio ver que estuviera en buen estado. Por ahora lo dejaría sol descansar, ya después preguntaría sobre aquella extraña historia que había inventado, todo le parecía muy raro, pero preferiría ignorar aquello. Observo como hinata entraba al establecimiento, así que sin prisa fue con ella, a esperar que le dieran de alta al rubio.

Harvard University. Cambridge, Massachusetts, E.E.U.U.

Dormitorio de chicos - 30 octubre 2020 5:30 am

1 Días antes de Halloween

                El sol comenzó a salir por el gran firmamento azul lentamente, mientras sus rayos de luz tocaban partes de la tierra despertando a cada habitante que con este rozaba, siendo comentarios tanto de buenas palabras como de uno que otro insulto, la mayoría de jóvenes que se acostaban tarde y que no deseaban despertarte junto con aquel astro que cegaba sus ojos, solo querían seguir durmiendo en la oscura y fría noche; Pero este no era el caso de los dormitorios de la prestigiosa universidad de Harvard, ya que la mayoría de sus estudiantes ya se encontraban completamente despiertos, listo para un nuevo día y nuevas enseñanzas, o eso creían todos.

Habitación 341

10:30 AM

                Naruto aún se encontraba tirado en la cama con algunas ojeras debajo de sus ojos, no había podido conciliar sueño alguno, desde que habían dado de alta ayer en la tarde en el hospital, desde entonces podía sentir una presencia que constantemente lo vigilaba, lo tenía nervioso, prácticamente durmió con la luz de la habitación encendida, ganándose un buen insulto de su compañero de habitación, quien ya no estaba en el lugar, seguramente se había ido bien temprano a terminar las cosas de la fiesta, puesto que la universidad otorgo el resto de la semana como libre, siempre y cuando los estudiantes decoraran en Hall´s de eventos para el sábado en la noche, cosa que la mayoría acepto, incluida su clase. Suspiro, seguramente no conciliaría el sueño en lo que restaba de mañana, así que sin prisa se levantó para darse una buena ducha.

                El chico se dirigió al baño, tomando las cosas necesarias para asearse, una vez que estuvo adentro procedió a quitarse el bóxer, era única prenda que lo cubría en ese momento y con la cual había dormido la noche anterior, con rapidez entro en la ducha abriendo la perilla del agua caliente sintiendo aquellas gotas tibias resbalar por su frio cuerpo, recorriendo cada parte de este. Se sentía relajado, y tranquilo aquel era su momento de paz y calma, estaba seguro allí dentro, nada podía perturbarlo en ese instante…o eso pensaba él. De pronto comenzó a escuchar pasos, pausados, sin prisa como si caminaran por alguna acera, podía escucharlos de manera clara, nítida, sabia por alguna razón que no eran un simple calzado de goma, era de aquellos que mayormente se usaban para fiesta de galas, podía distinguir las suelas de estos, pero no entendía…¿De dónde provenía aquel sonido tan particular?.

                Empezó a mirar hacían los lado asustado, aquello no estaba del todo bien, no había nada, ni nadie, y dudaba un poco que su compañero de cuarto fuera el causante de aquel sonido, ya que se había ido temprano en la mañana, le estaba comenzado a preocupar aquel incesante zapateo que no paraba, y aun no tenía ni idea de su procedencia o que lo causaba, reconocía la suela de un zapato de calidad como ese donde fuera, incluso él tenía un par de ellos en su armario, para usarlo en ocasiones especiales o eventos que realizaba la Universidad, eran casi como un Dior o Giorgio Armani. ¿Cómo lo sabía? Era hombre, debes en cuando le gustaba la moda, pero eso era algo que ni sakura tenía conocimiento alguno, y prefería mantener oculto

                Tapo sus oídos, ya no podía aguantar aquel sonido ensordecedor que acosaba sus oídos y cerebro, se puso en cuclillas para intentar no seguir escuchando, el agua aun caía con velocidad sobre su cuerpo, podía oír que era más y más fuerte el sonido, cada minuto que pasaba era peor, sentía como aumentaba, como si en cualquier momento fuera a llegar a él, y de repente tan solo se escuchó el silencio de nuevo, …solo el sonido de las gotas de la regadera, y como estas se iban por la rejilla del desagüe. Respiro profundamente, tenía que salir de allí, la falta de sueño lo estaba volviendo paranoico, iría a encontrarse con las chicas para distraerse con algo, era mejor eso que está escuchando cosas donde no las había.

Comedor de la universidad

12:35 Pm Hora del almuerzo

                Aunque las mañana había transcurrido medianamente rápida, el chico llego a tiempo para la hora del almuerzo, sus dos compañeras ya encontraban reunidas en su sitio habitual de encuentros. La pizzería De-Ma-ciao, un coqueto lugar donde la mayoría de los joven se juntaban para pasarla bien después de clases, o simplemente degustar algo delicioso; A los tres les fascinaba mucho aquel lugar debido a que vendía desde dulce hasta salado, por lo tanto no tenía que salir de establecimiento, y pasar toda la tarde hablando tonterías. Las chicas sonrieron al ver al su rubio amigo llegar y pasar por la puerta del local, quien una vez que estuvo dentro se acomodó frente a ellas, mientras esperaban a la camarera que tomara sus respectivos pedidos.

-¿Qué vamos a pedir? –Pregunto curiosa la oji-gris, quien ya estaba deseosa de pedir su plato preferido, Pasta Carbonara-

-Sinceramente, tengo ganas de romper la dieta, estamos a solo días del Halloween, así que no va importar mucho si comienzo desde ahorita…-Sonríe la pelirrosa observando a naruto- ¿Qué dices?, ¿Le damos con la promoción de 3 Pizzas Gigantes napolitanas por 10$? –Sacando el billete, mientras lo bailaba entre sus dedos.

-¡Uff! Tentador, …de acuerdo –Sonríe naruto quien saca un billete de 10$- que sean entonces 6…

-¿¡S…seis?!, ¿No creen que están exagerando tan solo un poco? –Ve la heredera a sus compañeros, quien se les podía notar la adrenalina salir por los poros de sus cuerpos, lanzaso un pequeño suspiro, no iba a poder detenerlos, así que simplemente saco otro billete de 10$ colocándolo en la mesa, dejando sorprendido a sus amigos- Q..que sean 9 entonces..

-¡ESA ES LA ACTITUD HINATA! ,  ¡Camarera, traiga 3 Combos de Pizzas Napolitana, 3 Refrescos de 3 litros, Dos docenas de donas de nutella,y Una pasta Carbonara! –Grita el rubio, siendo el centro de atención del local en aquel momento-

-Diablos voy a parecer un cerdo para las Fiestas –Ríe sakura al ver la cara de la chica que atendía por la cantidad exagerada de comida que estaban pidiendo-

-E..está bien, pero temo informarles que no tenemos refrescos, debido a la cantidad de pedidos que hay en el país, disculpen…-Se lamenta la chica ante los jóvenes quienes suspiraron ante la mala leche-

-Qué mala suerte…-bufa el rubio-

-H…hay un mini-market en la esquina, Si quieren puedo ir a comprar los refrescos –Ofrece la pelinegra, a sus amigos-

-Iré yo… -se levanta naruto del asiento- quédense aquí, y esperen la comida no tardare nada…

-¿Seguro que estarás bien solo? –Pregunta sakura algo preocupada por lo de la última vez.

-Estaré bien, ya regreso…-sale del establecimiento ante la atenta mirada de ambas mujeres-

El chico llego sin ningún problema al establecimiento, entrando casi de manera inmediata al ver el poco tránsito de personas que había, curioso, contando que estaban a días del Sábado, camino por los pasillos de la pequeña tienda, eligiendo de esa manera las bebidas que consumirían, y una que otra chuchería que le provocase en el momento. El rubio se estaba divirtiendo completamente con aquella reunión que habían organizado de manera inesperada, pues a pesar de lo ocurrido hacia tan solo unos días, nada cambio, aunque no tenía por qué hacerlo, solo había sido un mal sueño. Cuando el oji-azul levanto la mirada, se dio cuenta que estaba enteramente solo, sin nadie alrededor, empezó a preocuparse, así que tomo las cosas que necesitaría y se dirigió a toda velocidad a la caja. Aunque en aquel momento no ocurrió nada, simplemente pago y tomo sus cosas para salir del local que lo tenía nervioso, comenzando a caminar de regreso a la pizzería.

Pov Naruto.

                Fue en ese momento que lo vi…al final de la calle , al mismo chico, a la misma persona, los mismos rasgos, el mismo traje elegante, con su corbata a medio poner y cabello desordenado… simplemente nada había cambiado, estaba parado allí sin mover un musculo observándome, fijamente con sus ojos de color negro, como la primera vez que lo vi en la biblioteca, la única diferencia notable que podía ver era que en sus labios poseía un cigarrillo encendido, el cual degustaba lentamente.

Podía sentir mi garganta secarse rápidamente, mis labios temblaban, al igual que mis manos, verlo allí de pie tan normal como si nada hubiese pasado, me producía escalofríos, pero también una extraña sensación en el estómago de querer estar en la posición de aquel tabaco en entre sus blancos labios, no podía parar de verlo, era un sentimiento de repulsión, pero a la vez de atracción ¿Cómo podría ser aquello posible? Trague con fuerza con las compras en la mano, necesitaba llegar a la pizzería y él estaba en todo el medio ¿Cómo diablos pasaría por allí?, lo único que pensaba mi mente era en huir, y después buscaría la manera de explicar que sucedió, pero necesitaba hacerlo mi cuerpo lo pedía a gritos, así que simplemente obedecí, salí corriendo sin mirar atrás.

Comencé a correr como si mi vida dependiera de ello, quería huir, esconderme, no quería salir de mi habitación, ese era mi lugar seguro y mi confort…sentía el frio del ambiente chocar con mi rostro, mis labios entre abiertos expulsaban aquel aire característico que se esfumaba con el aire, mi cuerpo se encontraba en adrenalina pura, mis piernas daban pasos largos y precisos pasando entre la gente con gran agilidad, como si lo hubiera hecho por años.

Entre el ajetreo de querer huir, llegue a una parte completamente desolada, no había un alma, ni siquiera un animal…nada, simplemente estaba solo, tenía que salir de allí, podía ser presa fácil en un lugar como ese, así que apure el paso para poder alejarme los más rápido que dieran mis piernas; Pero me fallaron, pise mal en un determinado momento cayendo de frente en el húmedo pavimento llevándome un buen golpe, mi respiración era fuerte e incesante, me encontraba lleno de sudor por el pequeño maratón que recién había realizado, intente levantarme pero no podía, todo mi cuerpo estaba temblando, pero necesitaba hacerlo, tenía pánico, me negaba a encontrarme rotundamente a que ese hombre me encontrara, aunque ya lo hubiese dejado bien atrás, así que intente nuevamente reincorporarme, sin lograr nada, debía descansar al menos unos minutos.

- ¿Necesitas ayuda? –Escuche una voz grave, suave y casi aterciopelada, jamás en mi vida había escuchado una voz tan elegante y ¿Perfecta?, si se podría decir de esa forma.

-Si por favor, necesito que alguien me ayude a levantarme, mis piernas están completamente sin fuerzas –Respondí al extraño, realmente requería ayuda, y en ese lugar tan solo, cualquiera que la ofreciera vendría de maravilla-

-Está bien, sujétate entonces – Me contesto aquel sujeto de perfecta voz, sentí como este me tomaba de un brazo, jalándome con una suavidad como si yo no pesara absolutamente nada, me sentí prácticamente como una chica, ahora sabia como se sentían ellas cuando realizábamos aquellas acciones. Pude notar como me agarraba con fuerza de la cintura, y mi pecho pegando al suyo, me sonrojé levemente, no esperaba que pasara aquella reacción de mi “Salvador”.

-G…gracias –Tartamudeé, aun no sabía quién había acudido a mi ayuda, así que subí suavemente la mirada para encontrarme…con él, frente a frente, pegándome con fuerza a su pecho, pude sentir como mi tensión se desplomaba al piso, como el calor de mi cuerpo le daba paso al frio logrando que este recorriera con gran rapidez mi espina dorsal, quería separarme de él, pero mis sentidos no reaccionaban, estaban completamente inertes. Mi respiración se hizo más fuerte, cada parte de mi temblaba, no tenía ni idea qué hacer, quería gritar, pero ni siquiera eso salía de mis cuerdas vocales.

                El solo me veía fijamente, sin apartar su mirada de mis orbes azules, como si explorara cada parte de mí, sentía que veía muy dentro de mí mente, que podía visualizar aquellos secretos que ocultaba, en búsqueda de alguna debilidad para poseerme. Pude notar como me llevaba hasta un callejón que se encontraba relativamente cerca, aprisionándome en una pared y su cuerpo, estaba preso, no tenía escapatoria. Sentí como subía lentamente su mano derecha por mi brazo, aquello me hizo temblar y recordar lo ocurrido la vez anterior; Notaba, como lo disfrutaba, el cómo me hacía temblar, ese hombre contenía completo conocimiento de mi temor hacia su persona, poseía neto control de mí cuerpo en ese instante, no tenía escapatoria de sus brazos, y eso le causaba placer. Poso su mano con tal delicadeza que casi pareciera un juguete el cual no deseaba dañar, me torturaba para que yo suplicara, es lo que estaba haciendo, es un sociópata a todo dar.

Y fue en ese momento de debilidad que me beso, con fuerza, con dominio, apretó entre su manos mi rostro para pegarme más a él, y lo mismo hizo con mi cuerpo, lo acerco mi pecho al suyo, mientras devoraba mis labios, los mordía sin delicadeza alguna, con su lengua invadió mi cavidad bucal para profanarla hasta llevar la mi lengua entre la suya, lamiéndola como si de un caramelo se tratase , el más exquisito del mundo, era embriagador, jamás me habían besado con tal intensidad como la de ese hombre, el sabor de su saliva tenía un tenue sabor a tabaco con aromatizante de menta, sus dientes perfectos chocaban con los míos en un baile erótico y profanador.

Me faltaba el aire, pero el hombre no dejaba de besarme, de mis labios brotaba sangre por lo duro de las mordidas, haciendo que ese líquido rojizo se juntara con nuestras salivas añadiendo aquel sabor metalizado que la caracterizaba. Después de unos minutos, se separó de mí, y por fin pude respirar, agarrando todo el aire que mis pulmones pudieran tomar, detalle nuevamente sus ojos, y allí estaban otra vez, rojos como la misma sangre, su dedo acariciaba suavemente mi mejilla mientras podía sentir como lanzaba una sonrisa socarrona, y aterradora; Mi corazón latía a mil por hora, no solo por el beso, sino también por el miedo.

-Pronto mi pequeño, serás de mi completa propiedad…me pertenecerás, y nadie más podrá interferir entre tú y yo, así que no temas, deja consumirte por el dolor, el odio y todo lo negativo, siempre estaré a tu lado…Mi pequeño Kitsune – Susurro en mis labios, con una brisa suave, mientras sus manos acariciaban con delicadeza las marcas de mi cara, no tenía idea de lo que estaba hablando, jamás en mi vida lo había visto, ni siquiera en mis sueños más locos, y estaba completamente seguro que no era gay, No por el momento.

- ¿¡De que rayos estás hablando?! –Grite, por fin, después de mucho rato podía volver a escuchar mi voz, casi había olvidado como era, quizás el domino que tenía sobre mi estaba disipándose.

-No te desesperes mi pequeño –Siento como ser acerca a mi oído mordiéndolo con fuerza, mientras al mismo tiempo pasaba su lengua por todo mi ovulo- Solo falta un día , y tú me pertenecerás, por ahora…solo esperare para poseerte. Así que nos volveremos a ver, espera mi llegada… Honey.

                Ahora si estaba aterrado, no sabía que podía esperar de un loco como el, tenía que buscar ayuda y cuanto antes si no, este hombre me haría algo completamente malo. Pero antes que mi sistema pudiera volver a reaccionar o tomar acciones sobre mis facultades, volví a sentir aquel dolor agudo que la aquella vez, baje la mirada en búsqueda de dónde provenía aquel incesante dolor, solo grite al ver el cuchillo enterrado en mi estómago, como lo perforaba, era como si cortara mantequilla, detallaba con todo el lujo y detalle como la sangre caía al piso manchándolo cada rincón del pavimento escurriéndose hasta llegar a alguna alcantarilla, ahora si estaba más que seguro, me quería muerto, y lo estaba logrando.

  No cabía duda, seguramente ya tendría alguna hemorragia interna, había atravesado una zona donde se encontraban órganos vitales, como pude subí mi rostro para observar al maldito y solo me encontré con una sonrisa placentera… ese maldito lo disfrutaba, sentí su mano hundir más el cuchillo, estaba haciéndome gritar de dolor, le estaba excitando de una manera sociópata, deseaba con todas mis fuerzas en aquel momento que todo culminara de manera rápida, no quera sentir más dolor, quería escapar, sentí como mis pulmones dejaban de respirar, producto de la falta de oxígeno en mis venas, por la falta de sangre, con ello caí en una inmensa y completa oscuridad.

 

 

Universidad de  Harvard ,Cambridge, Massachusetts, E.E.U.U.

Hall de la UH - 31 octubre 2020 7:45 AM

Halloween

El rubio aun no terminaba de comprender que fue lo sucedió el día anterior, debía estar muerto sin ninguna duda, pero allí estaba de frente, sin ningún moretón, punto o laceración, se encontraba en perfectas condiciones, y sobre todas las cosas, no tenía ninguna marca en su cuerpo que dictaminaba lo que ayer había ocurrido, en aquel callejo. Despertó en la enfermería muy alterado dos horas más tarde, un señor lo había encontrado desmayado, por lo tanto llamo a las autoridades y estas avisaron a la institución.

Hinata y Sakura no se habían separado del lado de él, después que despertó, ambas estaban preocupadas por la condición del joven, el resto de la noche descanso sin ningún tipo de inconveniente, pero no significaba que no estuviera alerta por si volvia a encontrarse con aquel sujeto. En la mañana siguiente los tres chicos se habían ofrecido de ayudantes para culminar la decoración de Hall´s de eventos, puesto que la fiesta se haría aquella noche, y aún faltaban algunas cosas, así que los tres se pusieron manos a la obra.

                Aunque la mañana transcurrió sin  ningún inconveniente, el rubio aún se sentía bastante nervioso, cada que alguien se le acercaba se alejaba rápidamente, o impedía que este lo tocase, preocupando bastante a sus compañeras por su actitud. Pero no era para menos después de todo lo vivido en esa semana, sin embargo intento calmar a las chicas sabiendo que estarían atentas a todo lo que el hiciese y aunque lo agradecía bastante, él quería muy en el fondo que disfrutaran la fiesta, al igual que él lo haría. Mientras ellas estuviesen con él ,  podía darse el lujo de bajar la guardia, al menos por el momento.

 

Hall´s de eventos- 12:50 PM

Pov Naruto

                Halloween

Pov Naruto

                Esto no estaba yendo para nada bien, apenas culminamos con la decoración del salón llegaron noticias de una chica muerta, resulta que ayer cuando fui a comprar los insumos que utilizamos en la reunión de la pizzería, la joven que me atendió apareció muerta cerca de un callejón, tenía múltiples puñaladas en el abdomen, y también una nota que rezaba “Inútil” , aquello alarmo a la gente, tanto así que la policía desplego un operativo de seguridad por todo el estado de Massachusetts, incluida de universidad, teníamos vigilancia las 24 horas del día, y más en esta fecha, según el sargento que llevaba el caso, la chica que hallaron tenía el mismo MO *Modo Operandi* que las del agresor llamado “Doppër” un asesino en serie que venía aterrorizando varios estados desde hacía ya más de 5 años, y aun no lo capturaban; El tipo no dejaba rastro de nada, era excelente, casi un prodigio, lo único que hacia dudar a la policía de que fuera el agresor, es porque era mujer y las víctimas eran hombres, regularmente que rondaban entre las edades de 16 a 25 años, como el chico del Halloween pasado.

Los estudiantes de las facultades y profesores se encontraban algo asustados por aquello, pero lo operativos había explicado que mientras ellos estuvieran allí vigilando nada iba a ocurrir, por alguna razón me sentía invadido, molesto…eso no podía ser nada bueno, ver a los uniformados me provocaba una sensación de repugnancia y repele, no entendía la razón, por lo tanto me mantendría alejado de ellos para evitar alguna confrontación. Aunque el resto de la tarde paso en zozobra, los planes de la festividad seguían en pie, para cuando llego la mitad de la tarde el Hall de la facultad ya contenía los insumos, la música, las bebidas entre otras cosas, habíamos realizado un excelente trabajo, así que todos lo que ayudamos nos retiramos a tomar un merecido descanso para tener energías para lo que ocurriría en la noche. Incluyéndome, necesitaba descansar un rato, puesto que desde que comenzó el día tenía un incontrolable dolor de cabeza que no lo dejaba pensar ni razonar de manera correcta, aunque sakura le había proporcionado una inmensa cantidad de pastillas para el dolor, nada podía quitárselo, así que simplemente se recostó durante toda la tarde restante rogando que se esa forma mermara el dolor.

Me levante ya a la entrada de las 7 de la noche, la fiesta aun no empezaba sino hasta las 8:30, así que tenía algo de tiempo para arreglarme, observe a mi alrededor notando que mi acompañante de cuarto había culminado de arreglarse, saliendo primero que él, por lo tanto me encontraba enteramente solo, de nuevo, disfrutando de esa manera el silencio que muy pocas veces tenía el placer de disfrutar, y más con todo lo ocurrido en la semana. A pesar de que mi cuerpo se encontraba débil y el dolor de cabeza no se había ido por completo, no iba a permitir que fuera un impedimento para asistir a la gala tan esperada, y menos en dejar que la comida gratis se enfriase.

Empezó a arreglarme, mientras detallaba con alegría el disfraz que había elegido para aquella ocasión, un adorable traje de zorro color naranja que lo cubría de cabeza a pies, tenía unas orejas bien grandes y 9 colas bastante esponjosas. Era el zorro de una mitología japonesa que le agradaba mucho, hinata y sakura siempre decían que sus marcas en la mejilla eran parecidas a los bigotes de este, así que hacia unas semanas atrás pidió a una costurera que le confeccionara aquel bonito disfraz, quedando satisfecho con el resultado.

Salió de su habitación rumbo a la fiesta, radiante esperando que todo saliese de maravilla, había deseado aquello desde principios de año, pero la cosa es que no iba a pasar de esa manera, el destino de aquel chico rubio había sido escrito desde el  momento que ocurrió el primer incidente, donde conoció aquel azabache, de penetrantes ojos negros y rojos, en ese instante las cosas para el joven no sería ya normales, su vida daría un vuelco de 360° grados.

Al llegar al Hall´s, la mayoría de los alumnos ya se encontraban allí disfrutando de la música, la comida y las bebidas, así que no iba a quedarse atrás, busco con la mirada a sus chicas preferidas encontrándolas en un rincón de la mesa mientras consumían los insumos de esta. Sonrió están hermosamente disfrazadas, Hinata tenía un encantador atuendo de bruja, que venía con la escoba incluido, de color negro y plateado, su gorro puntiagudo, y vestido aterciopelado, dicho conjunto la hacía ver más tierna que aterradora. Sakura por el contrario, tenía un despampánate vestido rojo, ajustado al cuerpo, y el cabello recogido, con un abanico luciendo como una señora de la mafia Italiana, atrayendo todas las miradas de la fiesta.

-Lucen hermosas –Sonrió al verlas así disfrazadas- Se esmeraron, ¿Qué tal mi disfraz? A que esta bonito ¿Verdad? –Dando vueltas frente a las chicas que no paraban de reír-

-Te ves ridículo naruto –Ríe sakura al verlo con aquel pijama-

-Yo digo que se ve adorable –Se sonroja la pelinegra al ver al chico feliz con su adquisición- de igual forma, no creo que tengas que preocuparte por lo que digan los demás…solo de divertirte Naruto –Me sonríe de manera cálida.

- ¡Viste! Hinata si me apoya –La abrazo con fuerza mientras le saco la lengua a sakura quien no paraba de reír-

-Deja de hacer el idiota y vamos a bailar –Me jala al centro de la pista con aun la pelinegra en brazos-

                Empezamos a bailar los tres, disfrutando de aquella velada como si fuera la última. Ya eran pasada las once de la noche y la fiesta se estaba volviendo más caliente, la gran mayoría se encontraba completamente borrachos, algunos se habían retirado con sus novias a las habitaciones a hacer quien sabe que, la música resonaba en todo el establecimiento con fuerza, el sudor y calor se hacían más fuerte en cada minuto que pasaba, así que salí un rato a refrescarme, a pesar de que mi traje era único, daba un calor del demonio, había dejado las chicas descansar en unas mesas cercana, así que estarían bien mientras volvía …Lo que no sabía, es que aquella pequeña aventura me costaría muy caro; llegue a unos bancos cerca del comedor, la brisa estaba fresca, la luna estaba en su máximo resplandor, se podía observar las casas llena de personas disfrutando de los últimos minutos de aquella festividad, realmente aquel día había comenzado mal, pero la cosas al parecer terminarían bien.

                Mientras observaba la vista un intenso dolor de cabeza me comenzó aflorar, pensé que me iba a estallar, caí al piso casi de manera inmediata al sentir aquella punzada penetrante llegar de manera tan de repentina, me quite la capucha del traje, esperando que el aire calmara un poco el dolor, pero no fue así, me tome de la cabeza apretándola intenta apaciguar el malestar, pero no podía, sentía como todo me estaba dando vueltas, me sentía mareado, perdido, podía nota como mi vista se nublaba poco a poco, me respiración comenzó a ser rápida, apenas y podía tomar aire, mi cuerpo empezó a fallar, y simplemente me desplome allí, en el pasto frio, sin saber que había ocurrido.

                Después de unos largos minutos, empecé a escuchar gritos, muchos a decir verdad, también suplicas, y algunas maldiciones, pero no sabía a ciencia cierta que estaba pasando, no podía mover mi cuerpo, podía escuchar todo lo que ocurría a mi alrededor pero era incapaz de ver que los provocaba. Intente mover mi cuerpo pero era imposible, estaba enteramente desactivado, ni siquiera podía sentir la brisa que tan solo hacía unos segundos soplaba…nada, es como si este se reusara a cooperar consigo mismo. Me di por vencido al no poder lograr mucho, así que intente otra cosa, comencé a mover mis parpados buscando la manera de abrir mis ojos, y al menos ver que estaba pasando, aunque al principio fue difícil, logre hacerlo, pero ojala no hubiera insistido con aquello.

                Frente a mi estaba un sin número de cadáveres, cubiertos de sangre, los disfraces una vez que tuvieron puesto portándolos con alegría ya hacían rotos, despezados y manchados con los fluidos corporales que sus usuario expulsaban de sus cuerpos. El hall´s de la universidad estaba sombrío, sus paredes manchadas con aquella sustancia vital roja, huellas de manos resbalándose por sus paredes, toda la decoración estaba destrozada. ¿Qué demonios había pasado?, ¿Cómo es posible que todo aquello estuviera  ocurriendo?, era una completa masacre, estudiantes, profesores, invitados, ect ect, se encontraban allí tirados como muñecos, sin vida. Te mi por mi vida, pero temí mas al reconocer dos cuerpo entre todos aquellos. Hinata y Sakura, tiradas en el mismo frio piso, cubiertas de sangre. Empecé a respirar con fuerza, estaba recuperando mis sentidos, voltee mi rostro hacia unos espejos que se encontraban cerca, y lo volví a ver, al mismo hombre que me beso, que me acoso, que me atormento.

                 Se encontraba allí de pie, como si nada, cubierto de sangre mientras sonreía , disfrutando de todo lo que ocurría, regocijándose de su cometido, ¿Cómo pudo matar a todas aquellas personas?, era un maldito, un maldito muy bien parecido, quería llorar, quería gritas, pero nada en mi cuerpo reaccionaba, quería correr y golpearlo hasta el cansancio, me sentía completamente impotente. Baje la mirada, mientras algunas lágrimas brotaban de mis ojos, y fue cuando me di cuenta que algo no estaba bien…¿Por qué estaba yo en medio de aquella pila de cadáveres? Si al que vi fue a…Entonces caí en cuenta, levante el rostro de nuevo observe como mi cabello, antes rubio ahora era negro, mi piel antes tostada era blanca, mi ropa ya no era la misma. Era yo…yo era el asesino, yo mate a esas personas, yo cometí aquella masacre.

-My Honey…¿Por qué huyes de mí? –Escuche una voz dentro de mi cabeza, era el…me estaba hablando- no tienes nada por qué temer.

-¿Quién eres?, ¿Por qué me hiciste hacer esto tan horrible?– Temblaba, ¿cómo demonios había permitido que todo aquello ocurriese?, me comencé a morder los labios-

-¿Yo?, ¿Te olvidaste de mi nombre?, que cruel eres Honey…-Escuche su sonrisa macabra en mi cabeza, maldito, era un maldito- Uchiha Sasuke, recuerda bien ese nombre Honey…porque a partir de ahora, solo seremos tu yo, nadie más. Además, tu mataste esas personas por que quisiste, yo no te obligue.

-¡¡Mentira!!, Me entregare a la policía, y ¡jamás volverás hacer algo como esto!... –Susurre, mientras no paraba de temblar, quería que terminara todo aquello-

-Hazlo…de igual forma lo volverás hacer con o sin mi presencia, sin embargo ya tú me perteneces…y a donde sea que vayas, siempre estaré contigo, hasta el fin del mundo…Honey

                Tenía razón, ya no tenía escapatoria, me había vuelto en un asesino el cual había cometido una masacre con media universidad, lo único que me quedaba era huir de allí, escapar de todo, mantenerme alejado de las personas y seguramente morir completamente solo. Escuche las sirenas, y los perros policiales, temí por mí, como pude tome acción de mi cuerpo y empecé a correr como si mi vida dependiera de aquello, no tenía más opciones, tenía que desaparecer. Corrí hacia el bosque mientras escuchaba como aquel sujeto en mi cabeza reía con fuerza, era atormentador, y tendría que vivir con ello, el resto de mi miserable vida.

                Mientras escapaba, empecé a recordar que todo lo que paso durante aquel año solo fue una vil mentira, jamás tuve padrinos, ellos no existían aquella profesora que vinculaba como mi familiar no tenía idea de mi mera presencia, Sakura Haruno y Hinata Hyuuga, dos pobres estúpidas que conocí el año pasado, las cuales cayeron antes mis encantos, y sonrisa. Comencé a reír con más fuerza con cada paso, era verdad, jamás fui un estudiante, me había infiltrado utilizando la identificación del idiota que asesine el año pasado, colocando mi foto, la inútil del Mini-Market también fue mi víctima, su lentitud saco la peor parte de mí.

                Me detuve por un momento frente a una edificación, ya me encontraba lo bastante lejos del radar policiaco, mire mi reflejo en una de sus ventanas, pero lo que veía no era a mí, era mi otro “Yo” sonriendo, disfrutando el que por fin había recuperado, mi memoria.

-Al fin juntos, Por la Eternidad mi querido Kitsune… -Lo escuche hablar, mientras me comenzaba a quitar aquel disfraz ensangrentado, realmente disfrute esta vida que había dejado atrás, me resulto encantador todo el teatro que monte durante todo el año, olvidar la memoria había sino la cereza del pastel, Sasuke tenía razón, la próxima vez…Yo sería el acosador y el la víctima.

-¿A qué escuela iremos esta vez? –Pregunte divertido, sin dejar de ver mi reflejo, ya sin aquel disfraz, acercándome lentamente al reflejo besando suavemente los labios de mi contrario-

-California, Honey –respondió, mientras era correspondido-

¿Fin?


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